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ISBN: 978-84-949424-0-2

© Los autores
© De esta edición: Fundación Española de Historia Moderna, Madrid, 2018.
Editores: Mª Ángeles Pérez Samper y José Luis Betrán Moya.
Colaboradores: Alfonso Calderón Argelich y Francisco Fernández Izquierdo
Fotografía de cubierta: Vista de Barcelona, de Anton van den Wyngaerde (1535).

3
La pena de galeras en Mallorca durante el siglo XVI
The galley punishment in Mallorca during XVI century
Andreu Seguí Beltrán
Universitat de les Illes Balears – Universitat Pompeu Fabra

RESUMEN:
La guerra contra el Imperio otomano incrementó la demanda de remeros en las
escuadras de galeras de la Monarquía hispánica. Para conseguirlos, la Corona dio a la
pena de galeras un mayor peso dentro del sistema penal de sus territorios. Las
reformas dictadas permitieron aumentar el número de galeotes aportados por
Mallorca. La mayoría de ellos eran convictos procedentes de la parte foránea
mallorquina, siendo menos numerosos los prisioneros de guerra franceses y los
esclavos musulmanes. Desde la isla eran enviados a Barcelona, donde el tesorero real
los remitía después generalmente a las galeras de Sicilia, aunque en varias ocasiones
también fueron destinados a las de España. Para asegurarse de que la mayoría llegaba a
la ciudad condal, los puertos de Palma y de Sóller fueron designados como puntos de
envío.

PALABRAS CLAVE:
Mediterráneo, armada, galeras, galeotes, Mallorca.

ABSTRACT:
The war against the Ottoman Empire raised the number of oarsmen demanded by the
Spanish galley squads. The Crown reinforced the galley penalty inside the criminal
system of her territories in order to obtain them. The royal reforms increased the
number of galley-slaves contributed by Majorca. Most of them were convicts from the
rural zone. Less important were the French war prisoners and the Muslim slaves. All
of them were sent from the island to Barcelona, where the royal treasurer dispatched
them to the galleys of Sicily, although they were also assigned to the galleys of Spain
on several occasions. To ensure that the majority of them would reach the county city,
they were always embarked in the ports of Palma and Sóller.

KEYWORDS:
Mediterranean, navy, galleys, galley-slaves, Majorca.

La galera fue el principal navío de la guerra mediterránea hasta el siglo XVIII. La chusma
constituía la fuerza motriz que impulsaba los buques, pero no todos sus integrantes
remaban en las mismas condiciones. Mientras que los buenaboyas servían voluntariamente
y a sueldo, los galeotes, convictos, prisioneros de guerra y esclavos, lo hacían forzosamente.
La guerra contra el Imperio otomano incrementó el número de remeros demandados por

Proyecto Mineco-Feder, «Dentro y fuera: Cambio institucional e integración social y cultural en el Imperio
Español contemporáneo, 1550-1950». Ref: HAR2015-68183-P. Este trabajo ha sido posible gracias a la beca
de formación de personal investigador, concedida por la Conselleria d’Educació, Cultura i Universitats del
Govern de les Illes Balears, cofinanciada por el Fondo Social Europeo. También queremos agradecer los
comentarios de Eloy Martín Corrales, Manuel Lomas Cortés y Bernard Vincent. Los posibles errores del
texto solo son atribuibles al autor
La pena de galeras en Mallorca durante el siglo XVI

las escuadras de galeras hispanas. Para conseguirlos, Carlos V y Felipe II dieron más peso a
la pena de galeras dentro del sistema penal de sus territorios. Los condenados llegaron a
representar así un elevado porcentaje de la fuerza disponible, tal y como ocurría en otras
armadas mediterráneas, mientras que el modelo veneciano priorizaba a los voluntarios1.
La historiografía ha analizado la ampliación de los delitos penados con galeras, los
cambios en la duración de las condenas, su aplicación contra colectivos como los gitanos,
las duras condiciones de la vida de los galeotes y su transporte hacia las escuadras de
destino2. La pena de galeras también se ha utilizado como vía de aproximación a los índices
de criminalidad de la época3. En cambio, queda pendiente avanzar tanto en la
cuantificación de los forzados como en el análisis sistemático de la condena a galeras en los
diferentes territorios y escuadras, para los que solo tenemos algunos ejemplos4. Comparar
sus resultados permitirá matizar las cifras generales disponibles, comprender mejor el
funcionamiento de la política naval hispana y cómo contribuyeron a ella los dominios del
Rey Católico.
El objetivo de esta comunicación es estudiar la evolución de la pena de galeras en
Mallorca durante el siglo XVI. Para ello elaboraremos un registro de condenados a galeras
mediante MySQL, cruzando los datos proporcionados por algunos trabajos locales sobre la

1OLESA MUÑIDO, FRANCISCO F.: La organización naval de los estados mediterráneos y en especial de España durante los
siglos XVI y XVII, Madrid, Naval, 1968, vol. 1, pp. 169-87 y 236-40, vol. 2, 749-88; AYMARD, MAURICE:
“Chiourmes et galères dans la Méditerranée du XVIe siècle”, en Mélanges en l’honneur de Fernand Braudel,
Toulouse, Privat, 1973, pp. 49-64; THOMPSON, IRVING A. A.: “A Map of Crime in Sixteenth-Century Spain”,
The Economic History Review, 21, 2 (1968), pp. 244-67; BOYER, PIERRE: “Le chiourme turque des galères de
France de 1665 a 1687”, Revue de l’Occident Musulman et de la Méditerranée, 6 (1969), pp. 53-74; HERAS SANTOS,
JOSÉ LUIS DE LAS: “Los galeotes de los Austrias: de la penalidad al servicio de la armada”, Revista de historia
social, 6 (1990), pp. 127-40; ZYSBERG, ANDRÉ: “Les galères de France sous le règne de Louis XIV: Essai de
comptabilité globale”, en ACERRA, MARTINE et ál., Les marines de guerre européennes: XVIIe-XVIIIe siècles, París,
Presses Paris Sorbonne, 1998, pp. 425-33; GUILMARTIN, JOHN F.: Gunpowder & Galleys. Changing Technology &
Mediterranean Warfare at Sea in the 16th Century, Londres, Conway Maritime Press, 2002, pp. 209-34; LO BASSO,
LUCA: A vela e a remi. Navigazione, guerra e schiavitú nel Mediterraneo (secc. XVI-XVIII), Ventimiglia, Philobiblon,
2004, pp. 83-88; BUNES IBARRA, MIGUEL Á. DE: “La defensa de la cristiandad; las armadas en el Mediterráneo
en la edad moderna”, Cuadernos de Historia Moderna. Anejos, 5 (2006), pp. 77-83; FAVARÒ, VALENTINA:
“«Chusma» e «gente de cabo»”: gli uomini delle galere di Sicilia”, en GARCÍA HERNÁN, ENRIQUE y MAFFI,
DAVIDE (cords.): Guerra y sociedad en la monarquía hispánica: política, estrategia y cultura en la Europa moderna, 1500-
1700, Madrid, CSIC, 2006, vol. 1, pp. 965-80; VINCENT, BERNARD: “Les esclaves des galeres napolitaines en
1585”, en MARCOS MARTÍN, ALBERTO (ed.): Hacer Historia desde Simancas. Homenaje a José Luis Rodríguez de
Diego, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2011, pp. 837-45; SÁNCHEZ BAENA, JUAN J. et ál.: “Los libros
generals de la escuadra de galeras de España: una fuente de gran interés para la historia moderna”,
Mediterranea. Ricerche storiche, 9, 26 (2012), pp. 578-85; LOMAS CORTÉS, MANUEL: “L’esclave captif sur les
galères d’Espagne (XVIe-XVIIIe siècles)”, Cahiers de la Méditerranée, 87 (2013); MARTÍNEZ MARTÍNEZ,
MANUEL: Los forzados de marina en la España del siglo XVIII, Almería, Universidad de Almería, 2013.
2OLESA MUÑIDO, FRANCISCO F.: La organización…, vol. 2, pp. 665-893; HERAS SANTOS, JOSE LUIS DE: “Los

galeotes…”, pp. 127-40; MARTÍNEZ MARTÍNEZ, MANUEL: “Los gitanos en el reinado de Felipe II (1556-
1598). El fracaso de una integración”, Chronica Nova, 30 (2003-04), pp. 401-30; SÁNCHEZ ORTEGA, MARÍA H.
“Los gitanos condenados como galeotes en la España de los Austrias”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie IV,
Historia Moderna, 18-19 (2005-06), pp. 87-104; SERRA PUIG, EVA: “Galeres catalanes, forçats i moriscos (1607-
12)”, Pedralbes, 28 (2008), pp. 436-43; LOMAS CORTÉS, MANUEL: “L’esclave…”.
3THOMPSON, IRVING A. A.: “A Map of…”, pp. 244-45.
4ZAMORA BERMÚDEZ, MANUEL: “Presos, galeotes y presidiarios en la cárcel real de Málaga a fines del siglo

XVII”, Jábega, 61 (1986), pp. 34-42; CARRETERO ZAMORA, JUAN M.: “Fiscalidad y población pechera en tierra
de Behetrías: el servicio de galeotes a fines del siglo XVII”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie IV, Historia Moderna, 3
(1990), pp. 235-80; FAVARÒ, Valentina: “«Chusma« e «gente de cabo«: gli uomini delle galere di Sicilia", en
GARCÍA HERNÁN, Enrique y MAFFEI, Davide (eds.) Guerra y sociedad en la Monarquía Hispánica:política, estrategia y
cultura en la Europa moderna (1500-1700), vol. 1, Madrid, 2006, pp. 965-980.

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Andreu Seguí Beltrán

cuestión y varias series documentales, especialmente los libros de Extraordinaris de la


Governació, gastos del real patrimonio y de sentencias criminales conservados en el Arxiu del
Regne de Mallorca5. Después trabajaremos la información obtenida con el lenguaje de
computación estadística R para agrupar las diferentes variables y elaborar instrumentos de
análisis necesarios.
El texto se dividirá en tres partes. En la primera, examinaremos cómo evolucionó la
pena de galeras dentro del sistema penal insular a lo largo del quinientos. En la segunda,
analizaremos quiénes fueron forzados a remar y por qué. En la tercera, valoraremos cómo
se abastecía de remeros a las escuadras del soberano.
La evolución de las condenas a galeras en el reino de Mallorca durante el siglo XVI.
La pena de galeras se implantó en la corona de Aragón a principios del siglo XV,
aplicándose con mayor dureza para satisfacer la demanda de remeros generada por la
política naval de Alfonso el Magnánimo. La historiografía ya documenta la condena de
varios vagabundos en Mallorca en 1415, pero la primera sentencia conocida es la dictada
contra Pere Muntaner cuarenta y tres años después6. Durante el resto del cuatrocientos,
solo registramos las impuestas contra Andreu Cavaller y dos esclavos hacia 1480, además
del envío de catorce presos franceses a Sicilia dieciocho años después7.
La parcialidad de algunas fuentes consultadas y la fragmentariedad de los datos
proporcionados por otras solo permiten una ligera aproximación a la evolución de la pena
de galeras dentro del sistema penal mallorquín durante el quinientos. De momento hemos
registrado un total de trescientos cuarenta y dos sentenciados al remo, que según el gráfico
1 se distribuyeron de forma muy irregular a lo largo de la centuria.

5RULLÁN MIR, JOSÉ: Historia de Sóller, en sus relaciones con la general de Mallorca, Palma de Mallorca, Imprenta de
Felipe Guasp y Vicens, 1876, vol. 1, pp. 309-10 y 573-601; PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El derecho penal
histórico de Mallorca (siglos XIII-XVIII), Palma de Mallorca, UIB, 2001, 153-73.
6AGUILÓ, ESTANISLAO DE K.: “Notas para una estadística criminal”, Bolletí de la Societat Arqueològica Lul·liana

[BSAL], 4, 131 (1891), p. 20; HERAS SANTOS, JOSE LUIS DE LAS: “Los galeotes…”, p. 128. PLANAS
ROSSELLÓ, ANTONIO: El derecho…, p. 167.
7 Pagos de la procuración real. Mallorca, 1480. ARM, RP, lib. 3.596, ff. 76r-76v; 1498. ARM, RP, lib. 3.651, f.

74v.

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La pena de galeras en Mallorca durante el siglo XVI

Elaboración propia con R. Fuente: Arxiu del Regne de Mallorca [ARM], Arxiu de l’Audiència [AA], libs. 233-
37; ARM, Arxiu Històric [AH], libs. 561-600; ARM, Reial Patrimoni [RP], libs. 3.653-3.733.

Las sentencias dictadas por el virrey mallorquín fueron muy escasas hasta la década de
1530. La historiografía sitúa en ese año la ampliación de los delitos penados con galeras y la
duración de las condenas para satisfacer la demanda de remeros generada al trasladar la
guerra contra el Imperio otomano al Mediterráneo8. El soberano mandó entonces al
lloctinent general que condenase al mayor número posible de criminales a galeras y los enviase
directamente a la escuadra de Sicilia o a Barcelona9. Sin embargo, su mandato no se
cumplió inmediatamente, ya que parece que el procurador real no realizó las gestiones
necesarias hasta 1537-3810. De todas formas, el desarrollo de la guerra hispano-otomana no
siempre promovió la pena de galeras. Las condenas no aumentaron en 1541, a pesar de que
la isla sirvió como punto de reunión para la jornada de Argel. En cambio, sí lo hicieron
entre 1544-48, seguramente cuando las razias de las flotillas corsarias de Salah Reis y
Turgut Reis obligaron a incrementar la capacidad de la armada hispana. Después no
volvieron a crecer ligeramente hasta 1552, cuando la actividad corsaria aumentó tras la
ruptura de la tregua hispano-otomana y al apoyo que el sultán de Estambul prestó a los
franceses en la guerra de Córcega11. La situación obligó a penar más delitos con galeras y a
prolongar la duración de las condenas. El gráfico 2 indica que la medida tuvo más

8THOMPSON, IRVING A. A.: “A Map…”, p. 245; HERAS SANTOS, JOSÉ LUIS DE LAS: “Los galeotes…”, pp.
127-29.
9DEYÁ BAUZÁ, MIGUEL J.: “Prolegómenos y ecos de la conquista de Túnez en Mallorca”, en GARCÍA

HERNÁN, ENRIQUE y MAFFI, DAVIDE (cords.): Estudios sobre…, pp. 192-93.


10 Carta de Carlos V a Burguès. Valladolid, 18/5/1537. ARM, RP, lib. 54, ff. 216r-216v. Letra del virrey

interino Miquel Sureda. Mallorca, 20/3/1538. ARM, AH, lib. 565, f. 126v.
11BERENGER, JEAN: “La politique française en Méditerranée au XVIe siècle & l’alliance ottomane”, en

VERGE-FRANCESCHI, MICHEL y GRAZIANI, ANTOINE M. (eds.): La guerre de course en Méditerranée (1515-1830),


París, PUPS, 2000, pp. 9-26; PARDO MOLERO, JUAN F.: La defensa del imperio. Carlos V, Valencia y el
Mediterráneo, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V,
2001; MARTÍN CORRALES, ELOY: “Cataluña ante los ataques de la armada otomana y del corso norteafricano
(1504-1571)”, Barcelona: quaderns d’història, 21 (2014), 247-62; SEGUÍ BELTRÁN, ANDREU: “El corso en Baleares
en el siglo XVI”, Drassana, 23 (2015), pp. 110-23.

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Andreu Seguí Beltrán

repercusión en este último aspecto, mostrando un notable aumento de las penas de por
vida, equivalentes a una “muerte civil”, hasta 156412. No tenemos constancia de que las
condenas se limitasen a diez años, según Heras Santos debido a una disposición del
concilio de Trento, hasta que Felipe III mandó cumplirlas íntegramente en 161113. Sin
embargo, el mismo gráfico indica que las sentencias perpetuas disminuyeron a partir de
1564, cuando se aplicaron los decretos conciliares, aumentando las condenas a tres, cinco,
seis y diez años. A partir de ahí solo registramos cuatro condenas de por vida, dos contra
esclavos musulmanes y otras dos por causas desconocidas que, como los casos constatados
en Sicilia, señalan que la limitación no se cumplió siempre14. La compra de esclavos
ordenada por el rey seguramente buscaba sortear esa limitación y conseguir más remeros,
pero los jurados mallorquines se opusieron argumentando que no superaban los
doscientos, una cifra muy baja si, como indicaban, eran vitales para la economía isleña15.

Elaboración propia con R. Fuente: vid. gráfico 1.

Felipe II volvió a reforzar la pena de galeras en 1566, un año después del asedio
otomano de Malta, como parte de su programa de reforma de la armada hispana. El rey
aumentó el número de buques de titularidad real para administrar directamente las galeras
de España, de Nápoles y de Sicilia, y así depender menos del sistema de asiento. También
impulsó una ambiciosa política de construcción naval para dotar de más naves a las
escuadras16. El refuerzo de la condena buscaba satisfacer así el consiguiente aumento de la

12 Pagos de la procuración real. Mallorca, 9/2 y 30/3/1565. ARM, RP, lib. 3.721, ff. 44r-45r; 1/7/1572. ARM,
RP, lib. 3.727, s.f. Carta del virrey Lluís Vich al tesorero Jaume Burguès. Mallorca, 11/3/1585. ARM, AH, lib.
354, ff. 21v-22r. PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO:El derecho…, p. 167.
13HERAS SANTOS, JOSÉ LUIS DE LAS: “Los galeotes…”, p. 130.
14 Pagos de la procuración real. Mallorca, 9/2 y 30/3/1565. ARM, RP, lib. 3.721, ff. 44r-45r; 1/7/1572. ARM,

RP, lib. 3.727, s.f. Carta del virrey Lluís Vich al tesorero Jaume Burguès. Mallorca, 11/3/1585. ARM, AH, lib.
354, ff. 21v-22r. PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO:El derecho…, p. 167; FAVARÒ, VALENTINA: “«Chusma» e…”,
pp. 969-70.
15 Cartas de los jurados mallorquines a Felipe II y al virrey de Cataluña. Mallorca, 28/3/1564. ARM, AH, lib.

699, ff. 14v-15r y 16v-17r. MONTANER ALONSO, PEDRO DE: “Aspectos de la esclavitud en Mallorca durante
la edad moderna”, BSAL, 37, 830-31 (1979), pp. 290-95.
16THOMPSON, IRVING A. A.: Guerra y decadencia. Gobierno y administración en la España de los Austrias, 1560-1620,

Barcelona, Crítica, 1981, pp. 204-19; GARCÍA HERNÁN, ENRIQUE: La armada española en la monarquía de Felipe II

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La pena de galeras en Mallorca durante el siglo XVI

demanda de remeros, en el que también influyó la adopción del remo de galocha17. Como
se aprecia en el gráfico 1, coincide con el mayor número de sentencias dictadas por los
tribunales mallorquines durante el período estudiado, además de solaparse con el cambio
en la duración de las condenas que muestra el gráfico 2. Sin embargo, en los años que hubo
más solo llegaban para cubrir una octava parte de la chusma que necesitaba una galera18.
Además, los datos son insuficientes para saber si el número de reos se mantuvo durante la
década siguiente y cómo se vio afectado por la reducción del número de galeras y el retorno
al sistema de asiento, que la Corona fue decretando a partir de 1578. De todas formas, el
número de forzados parece que fue notable durante los tres años siguientes y, junto a las
cifras disponibles para 1607-35, sugieren que las medidas regias convirtieron a la pena de
galeras en un castigo habitual, tal y como también sucedió en Francia19.
La promulgación de medidas por parte de la Corona no fue el único factor que influyó
en la evolución de la pena de galeras. El paso de una escuadra por el puerto de Palma
también lo hizo puntualmente. Sucedió al llegar los buques comandados por Berenguer
Doms en 1512, por Bernardino de Mendoza en 1544 y por Álvaro de Bazán en 1568, como
volvió a ocurrir durante la estancia del almirante Oquendo en 163820. Las autoridades
mallorquinas aprovecharon así la presencia de las naves para aplicar castigos duros y
ejemplares contra ciertos criminales, además de prestar un servicio al soberano.
Los sentenciados al remo y las causas de su condena.
Los condenados a galeras por los tribunales locales fueron el sector más numeroso dentro
de los galeotes aportados por Mallorca. Las fuentes proporcionan muy pocos datos sobre la
edad y el origen de la mayoría de ellos, por lo que no podemos valorar dichos aspectos
como se ha hecho para las chusmas de las galeras de Nápoles y de Sicilia21.
Los datos sugieren que la mayoría de los forzados eran mallorquines, que constituyen el
grupo más numeroso con cuarenta y seis de noventa casos registrados. Como se observa en
el mapa 1, la mayoría de ellos eran de la parte foránea, especialmente de las parroquias de
Pollença y Sineu22. El caso mallorquín parece diferir de la perspectiva general sugerida por
la historiografía, que atribuye a casi todos los forzados un origen urbano. Asimismo,
aunque no queda clara la influencia de la cuestión jurisdiccional, podría explicar el escaso
número de forzados de parroquias como Andratx y Calvià, bajo la autoridad del obispado
de Barcelona23. En cualquier caso, la distribución de los forzados no permite hablar de

y la defensa del Mediterráneo, Madrid, Tempo, 1995, pp. 115-19; BUNES IBARRA, MIGUEL Á. DE: “La defensa…”,
pp. 84-90.
17AYMARD, MAURICE: “Chiourmes…”, pp. 50-53; GUILMARTIN, JOHN F.: Gunpowder & Galleys…, pp. 235-41.
18VINCENT, BERNARD: “Les esclaves…”, p. 838.
19AYMARD, MAURICE: “Chiourmes…”, p. 54; ZYSBERG, ANDRÉ: “Les galères…”, p. 428; PLANAS ROSSELLÓ,

ANTONIO: El derecho…”, p. 167.


20 Sentencias dictadas por el virrey Miguel de Gurrea. Palma, 4-5/11/1512. ARM, AA, lib. 233, ff. 9v-11r.

Pago de la procuración real. 7/6/1564. ARM, RP, lib. 3.721, f. 40r. SALVÀ, JAIME: “La armada de Oquendo
en Mallorca (1637-38)”, BSAL, 28, 695-703 (1942), pp. 421-40. PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El derecho…, p.
167.
21FAVARÒ, VALENTINA: “«Chusma» e…”, pp. 967-71; VINCENT, BERNARD: “Les esclaves…”, pp. 838-45.
22 Entiéndase por parte foránea todo el territorio mallorquín que no pertenece a Palma.
23THOMPSON, IRVING A.A.: “A Map…”, pp. 251-66. Cfr. AYMARD, MAURICE: “Chiourmes et…”, pp. 56-57.

Vid. ENSENYAT PUJOL, JUAN B.: Historia de la baronía de los señores obispos de Barcelona en Mallorca, Palma, Escuela
Tipográfica Provincial, 1919, vol. 1.

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Andreu Seguí Beltrán

regiones de la isla especialmente conflictivas, a pesar de que se registran más forzados en el


Levante y el centro de la isla, ya que hablamos de uno o dos reos por parroquia y las causas
de las condenas tampoco coinciden en los dos distritos con más registros. Los casos
conocidos en Sineu fueron por robo y/o agresión, las causas más comunes junto con el
asesinato, como también ocurre en el caso siciliano. En cambio, los de Pollença fueron
sentenciados por bigamia o incumplir guardias, delitos introducidos por las reformas
promulgadas por la Corona y los edictos virreinales. Las condenas también presentan una
gran variación en función de las circunstancias del delito. Además, como ocurría en otros
lugares, los miembros de los estamentos privilegiados mallorquines generalmente no eran
forzados a remar, por lo que debemos buscarlos en capas más desfavorecidas de la
sociedad24. Ahora bien, resulta muy difícil situar a los reos dentro de un sector laboral
porque, como ocurre con el alarde de 1515, solo suele indicarse el oficio de quienes residían
en Palma25. En su caso, con la excepción de un notario, todos eran artesanos,
especialmente del sector textil —pelaires, sastres, tejedores de lana y zapateros—, con una
menor presencia de herreros, marineros, albañiles y horneros26. Desgraciadamente,
desconocemos por qué delito fueron condenados, lo que nos impide comparar los
crímenes más frecuentes con el resto de la isla y con qué penas eran castigados. Sí que
sabemos que algunos no cumplieron toda la condena. El hornero mayor Antoni Barceló
fue condenado a dos años por asesinato en defensa propia en 1511, pero solo cumplió uno
al ser perdonado por el rey porque le faltaba un brazo27. Junto a ellos también registramos
algunos menorquines e ibicencos, que fueron enviados por los gobernadores de cada isla a
los tribunales mallorquines, además de catalanes, castellanos, gallegos, griegos y
venecianos28. Las medidas dictadas por la Corona también ampliaron la pena a grupos
marginales. En 1535, el virrey condenó a varios vagabundos a servir en galeras durante seis
meses29. En cambio, no tenemos referencias a galeotes gitanos, condenados por primera

24 Sentencias dictadas por el virrey. Mallorca, 4/11 y 15/12/1512. ARM, AA, lib. 234, ff. 9v-10v y 20v-21r.
6/10/1538. ARM, AA, lib. 235, ff. 180v-182r. 19/7/1550. ARM, AA, lib. 237, f. 82v. Pagos de la procuración
real. Mallorca, 10/11/1546. ARM, RP, lib. 3.707, s.f. 12/4/1551. ARM, RP, lib. 3.710, s.f. 20/9/1551. ARM,
RP, lib. 3.711, s.f. 16/2/1554. ARM, RP, lib. 3.713, s.f. 9/11/1559. ARM, RP, lib. 3.178, f. 49v. 4/9/1563.
ARM, RP, lib. 3.720, s.f. AYMARD, MAURICE: “Chiourmes et…”, pp. 55-56; Heras Santos, “Los galeotes…”,
p. 127; PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El derecho…, pp. 77-80 y 168;24FAVARÒ, VALENTINA: “«Chusma» e…”,
p. 970; MARTÍNEZ MARTÍNEZ, MANUEL: Los forzados….
25FERRER SOCIAS, MATEU: “La llista d’homes d’armes de 1515”, en BASSA MARTÍN, RAMON y PLANISI GIL,

HERMINIA (COORDS.): XVIII Jornada d’Antroponimia i Toponimia, Palma, UIB, 2006, pp. 15-16.
26 Pagos de la procuración real. Mallorca, 30/4/1552. ARM, RP, lib. 3.711, s.f. 3/2/1564. ARM, RP, lib.

3.720, s.f. 7/3/1582. ARM, RP, lib. 3.733, f. 53v. Sentencia dictada por el virrey. Mallorca, 5/11/1512. ARM,
AA, lib. 234, ff. 11v-12r. Relación de condenados a galeras en Mallorca entre 1552-55. Mallorca, 10/8/1555.
Archivo General de Simancas [AGS], Estado [EST], leg. 318, doc. 194. Carta del notario Cristòfol Bertran.
Ciutadella, 6/9/1555. AGS, EST, leg. 319, doc. 246.
27 Carta de Fernando el Católico. Burgos, 22/9/1511. Archivo de la Corona de Aragón [ACA], Real

Cancillería [RC], reg. 3.627, ff. 258v-259v. PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El derecho…, pp. 167 y 189-90.
28 Sentencia dictada por el virrey. Mallorca, 29/10/1512. ARM, AA, lib. 234, ff. 9r-9v. 31/3/1550. ARM, AH,

lib. 583, f. 57r. Pagos de la procuración real. 6/10/1546. ARM, RP, lib. 3707, s.f. 3/2/1564. ARM, RP, lib.
3.720, s.f. 30/3/1565. ARM, RP, lib. 3.721, ff. 44r-45r. 15/7/1565. ARM, RP, lib. 3.722, s.f. 8/8/1568. ARM,
RP, lib. 3.274, s.f. Carta del notario Bertran. Ciutadella, 6/9/1555. AGS, EST, leg. 319, doc. 246.
29 Carta del virrey interino Miquel Sureda. Mallorca, 20/3/1538. ARM, AH, lib. 565, f. 126v.

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La pena de galeras en Mallorca durante el siglo XVI

vez al remo durante seis años por la pragmática que el emperador promulgó cuatro años
después30.

Los prisioneros de guerra fueron mucho menos numerosos que los condenados. Los
presos franceses fueron obligados a remar en galeras durante la guerra entre la Monarquía
hispánica y Francia. Entre ellos destacan los dieciséis galos capturados al naufragar su
embarcación en la bahía de Alcúdia, eximiendo solamente a los oficiales del servicio de
remo31. Teóricamente debían ser liberados cuando sus respectivos soberanos firmaban una
tregua, pero las fuentes consultadas no permiten comprobarlo.
Por último, el número de esclavos musulmanes parece que fue algo superior al de los
prisioneros de guerra y muy inferior al de los condenados. La mayoría de ellos eran
norteafricanos, pero también había algunos turcos. Sin embargo, no existen indicios de que
formasen parte del botín de expediciones corsarias, ni de que hubiese un circuito de
compra, como el que la armada francesa utilizaba para proveerse a finales del siglo XVII32.
La Corona parece que solo se planteó una compra masiva en 1564, para obtener remeros
de carácter vitalicio cuando la reforma tridentina limitó las penas impuestas contra

30MARTÍNEZ MARTÍNEZ, MANUEL: “Los gitanos…”, pp. 412-14. Los primeros gitanos parece que llegaron a
la isla en la segunda mitad del siglo XVI. Las primeras penas se documentan a finales del mismo, la mayoría
contra mujeres por robo y delitos contra la moral sexual. ROSSELLÓ VAQUER, RAMON: Notes sobre gitanos i
estrangers a Mallorca, Felanitx, Llopis, 2006, pp. 3-8.
31 Pagos de la procuración real. 10/5/1557. ARM, RP, lib. 3.716, s.f. 31/8/1559. ARM, RP, lib. 3.717, ff. 54v.

Nómina de los franceses entregados a Luis de Requesens. Mallorca, 31/3/1556. ARM, RP, lib. 57, ff. 130r-
135v. Acta del notario Miquel Soler. Mallorca, 7/5/1556. Ibídem, f. 139r.
32BOYER, PIERRE : “La chiourme…”, pp. 56-60; ZYSBERG, ANDRE: “Les galères…”, pp. 421-23.

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Andreu Seguí Beltrán

cristianos a diez años33. En el resto de ocasiones fueron adquisiciones puntuales. Por el


momento, parece que casi todos eran esclavos de particulares que fueron condenados por
un tiempo o de por vida. En algunos casos, el virrey les conmutó la pena capital por la de
galeras después de consultarlo con sus dueños34. No sabemos qué delitos cometieron los
esclavos-convictos registrados, aunque en ese momento solían ser juzgados por robar
ganado, sodomía o intento de fuga35. Donándolos al rey, los dueños castigaban casos
especialmente severos, violentos o reincidentes, pero también daban ejemplo al resto.
El envío hasta las escuadras de galeras.
Dictada la sentencia, los condenados permanecían encarcelados hasta que eran entregados
o enviados a la escuadra asignada. Las fuentes no siempre indican cuál era porque muchas
veces se refieren simplemente a las “galeras reales”. No obstante, durante las cinco
primeras décadas del siglo XVI, la escuadra siciliana parece que fue el principal destino de
los condenados por los tribunales locales, tal y como ocurría con otros súbditos de la
corona de Aragón. Si las galeras no pasaban por Palma, los forzados eran enviados allí
donde se encontraba la escuadra, en su base en Sicilia o en Barcelona, donde eran
entregados al capitán general de las naves o al tesorero real catalán. La reforma dictada por
Carlos V en 1530 empezó a señalar itinerarios fijos para enviar a los condenados de toda la
península Ibérica, concentrándolos en determinados puertos para evitar que muchos de
ellos se perdieran o fugaran durante el trayecto36. En este sentido, el soberano recomendó a
las autoridades mallorquinas que enviasen a los reos isleños a Barcelona, pero dejó abierta
la posibilidad de mandarlos directamente a Sicilia durante algunos años37. La ciudad condal
se consolidó como el punto de recepción de los reos isleños. Sin embargo, los forzados
fueron enviados a las galeras de España en varias ocasiones a partir de 1550-60, lo que,
junto al intento de la procuración mallorquina de enviarlos a Valencia, sugiere la posibilidad
de que fuesen destinados a esta escuadra hasta que Felipe III los asignó a la de Cataluña en
159938.
Los condenados eran embarcados en el puerto de Palma o en el de Sóller. Esta última
opción era la más problemática, ya que algunos forzados aprovecharon su traslado por
tierra hasta allí para huir. Después eran encerrados en la torre del puerto o en la cárcel de la

33 Cartas de los jurados mallorquines a Felipe II y al virrey de Cataluña. Mallorca, 28/3/1564. ARM, AH, lib.
699, ff. 14v-15r y 16v-17r. HERAS SANTOS, JOSÉ LUIS DE LAS: “Los galeotes…”, p. 135; SÁNCHEZ BAENA,
JUAN J. et ál.: “Los libros…”, p. 591.
34 Sentencia dictada contra Perico, esclavo de Berenguer Vivot. Mallorca, 21/9/1512. ARM, AA, lib 233, ff.

195r-196r. Pagos de la procuración real. ARM, RP, lib. 3.698, f. 53r. ARM, RP, lib. 3.712, s.f. ARM, RP, lib.
3.721, ff. 44r-45r. ARM, RP, lib. 3.733, f. 53v.
35PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El derecho…, passim.
36HERAS SANTOS, JOSE LUIS DE LAS: “Los galeotes…”, pp. 131-37; PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El

derecho…, pp. 167-68.


37 Carta de Carlos V al lugarteniente de maestre racional en Mallorca. Toledo, 22/2/1539. ARM, RP, lib. 54,

ff. 265v-266r.
38 Carta al procurador real mallorquín. Barcelona, 30/4/1552. ARM, RP, lib. 56, f. 196r. Pagos de la

procuración real. Mallorca, 30/4/1552. ARM, RP, lib. 3.711, s.f. 29/7/1564. ARM, RP, lib. 3.721, f. 40r.
1/7/1552. ARM, RP, lib. 3.727, s.f. Relación de forzados a galeras. Mallorca, 10/8/1555. AGS, EST, leg. 318,
doc. 194. Determinación de la junta patrimonial. Mallorca, 2/10/1590. ARM, RP, lib. 1.112, f. 54v. MUÑIDO,
OLESA: La organización…, vol. 1, pp. 510-12; SERRA PUIG, EVA: “Galeres catalanes…”, Pedralbes, 28 (2008),
pp. 411, 418-22 y 429; GILABERT TOMÀS, JORDI: “La defensa contra el cors musulmà: l’esquadra de galeres
de la Generalitat de Catalunya (1599-1623)”, Drassana, 21 (2013), p. 99.

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La pena de galeras en Mallorca durante el siglo XVI

villa, de donde también se fugaron varios. En algunas ocasiones también quedaron a cargo
de algunos habitantes, quienes llegaron a mover litigio para liberarse de semejante carga.
Finalmente eran transportados a Barcelona a bordo de bergantines, si el tiempo y la
seguridad marítima lo permitían39. Las fuentes señalan a los patrones Miquel Rovira y Pere
Català como los responsables de trasladar a muchos de los condenados. Su transporte era
una misión más de las que ellos y otros patrones realizaban por encargo de la procuración
real, otras instituciones o por cuenta propia. Para cobrar el servicio, debían regresar a
Mallorca con un certificado expedido por el tesorero catalán que confirmase la entrega de
los forzados que se le había ordenado trasladar40. La procuración mallorquina parece que
gastó en la manutención y el transporte de los condenados a galeras unas 1.831 libras, cerca
de 1.150 ducados41.
El tiempo transcurrido en prisión desde la condena hasta el embarco podía llegar a
superar el año, aunque lo más frecuente era que fuesen embarcados entre quince días y dos
meses después42. Los forzados llegaban a la ciudad condal después de cerca de un día de
viaje. Posiblemente por eso no se detectan medidas por parte de la Corona para acelerar el
traslado de los reos, como si las dictó Felipe II en las Cortes catalanas de 158543. Los
certificados notariales sugieren que los condenados podían llegar a permanecer durante
varios meses en las cárceles barcelonesas, antes de pasar a disposición del tesorero para
enviarlos a la escuadra de destino44. También cabía la posibilidad de que el tesorero real no
les considerase aptos para remar y les conmutase la pena de galeras por otra, como la de
destierro45.
Conclusión.
La pena de galeras fue una de las sentencias más severas del sistema penal de los territorios
de la Monarquía hispánica. La condena también fue el principal medio para proveer de
remeros las armadas del Rey Católico, tal y como ocurría con otras flotas mediterráneas. El
reino de Mallorca parece que no aportó demasiados galeotes durante el siglo XVI, pero
faltan estudios de otras regiones para poder compararlo en su justa medida. Pese a ello, la
evolución de la pena en la isla durante dicha centuria se corresponde a grandes rasgos con
la señalada por los análisis generales realizados hasta el momento.

39 Cartas del virrey Rocafull. Mallorca, 18/1/1561. ARM, AH, lib. 589, ff. 67r, 68r y 71r. Pago de la
procuración real. Mallorca, 22/11/1559. ARM, RP, lib. 3.718, f. 49v. PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El
derecho…, pp. 167-68.
40 Carta del tesorero real al procurador real interino. Barcelona, 4/6/1552. ARM, RP, lib. 56, f. 247r.

Determinación del procurador real Pere de Pacs. Mallorca, 11/1/1600. ARM, RP, lib. 2.336, f. 6r.
41 Pagos de la procuración real mallorquina entre 1500-82. ARM, RP, libs. 3.651-3.733.
42 Sirvan de ejemplo los casos siguientes. Salvador Cladera y Jaume Llufriu fueron condenados el 19/7/1550.

ARM, AA, lib. 237, f. 82v. Sin embargo, no embarcaron hasta el 24/7/1551 en el navío de Joan Vinyes. Pago
de la procuración real. 12/4/1551. ARM, RP, lib. 3.710, s.f. Pere Rayó de Sencelles fue condenado el
22/5/1563 y fue embarcado en Sóller quince días después. Mallorca, 5/6/1563. ARM, RP, lib. 3.720, s.f.
Bartomeu Oliver de Felanitx fue condenado el 24/1/1565 y embarcado en Palma en el navío de Miquel
Rovira el 28/3/1565. Mallorca, 28 y 30/3/1565. ARM, RP, lib. 3.721, ff. 44r-45r.
43PLANAS ROSSELLÓ, ANTONIO: El derecho…, pp. 167-68.
44 Pagos de la procuración real. Mallorca, 8 y 11/11/1546. ARM, RP, lib. 3.707, s.f. 10/1/1548. ARM, RP, lib.

3.708, s.f.
45 Sentencia dictada por el virrey. Mallorca, 15/6/1549. ARM, AA, lib. 237, f. 8v.

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Andreu Seguí Beltrán

La demanda de remeros generada por la guerra mediterránea contra el Imperio


otomano amplió el número de delitos penados con galeras a partir de 1530. Desde
entonces, la Corona instó al virrey mallorquín a condenar al remo al mayor número posible
de criminales. Sus órdenes no lograron aumentar el número de forzados hasta mediados del
siglo XVI, cuando Felipe II dictó una serie de medidas para reformar la administración
naval. Hasta entonces, los condenados al remo aumentaron puntualmente cuando pasaba
una escuadra de galeras por el puerto de Palma. Los mandatos reales tuvieron más éxito en
lo que a la duración de las penas se refiere, creciendo las penas de por vida hasta que se
limitaron a diez años en 1564. La disminución de las sentencias perpetuas parece que se
compensó con un aumento de las condenas a tres, cinco, seis y diez años.
La mayoría de los galeotes fueron criminales convencionales procedentes de la parte
foránea mallorquina, por lo que no presentan el carácter urbano que la historiografía ha
atribuido a la mayor parte de los forzados al remo. La dispersión de sus localidades de
origen tampoco permite detectar zonas especialmente conflictivas. También existen
notables diferencias entre las causas penadas en cada distrito. En algunos se castigaban
delitos convencionales como la agresión, el asesinato y el hurto, mientras que en otros se
penaba especialmente crímenes introducidos por las reformas dictadas por el soberano,
como la bigamia y el incumplimiento de guardias. Los galeotes de Palma fueron mucho
menos numerosos y procedían generalmente del sector textil. Sin embargo, al no saber por
qué delitos fueron condenados, no podemos comparar los crímenes penados con galeras en
la capital y en la parte foránea. Los prisioneros de guerra franceses, condenados a remar
mientras durase el conflicto contra la Monarquía hispánica, fueron menos numerosos que
los convictos. Lo mismo ocurre con los esclavos musulmanes de particulares que fueron
condenados por el virrey mallorquín en el caso de delitos graves o reincidentes, sirviendo
además de escarmiento para el resto.
Los galeotes aportados por Mallorca fueron destinados a las galeras de Sicilia, como
ocurría con parte de los condenados a remar en la corona de Aragón, hasta que empezaron
a ser enviados a las de España a mediados del quinientos y a las de Cataluña en 1599. El
envío se realizaba por medio de itinerarios fijos para asegurar la llegada del mayor número
posible de remeros. Para ello, los reos eran embarcados en bergantines en el puerto de
Palma o en el de Sóller entre quince días y dos meses después de la condena, siendo muy
pocos los casos en que se tardó más de un año. Desde allí eran llevados a Barcelona, donde
pasaban a disposición del tesorero real y permanecían encarcelados hasta que eran enviados
a la escuadra de destino.

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