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Alumnas: Pardo, Ana; Cueva, Layda; Patiño, Lilian; Padilla, Nancy; Victorio, Ashly

Aula: VIII- A2

CAPITULO 6- EL ARBITRAJE

PARTE 3 Y 4: LOS ARBITROS Y EL LAUDO ARBITRAL

EL ÁRBITRO

Es el sujeto encargado de la resolución del conflicto de las partes. Si vemos los conceptos de
mediación y conciliación, observaremos que en el arbitraje el tercero tiene mayores
prerrogativas que en las otras figuras. Recordemos que en la mediación el mediador tiene
como tarea acercar a las partes y que estas puedan dilucidar su conflicto de manera
cooperativa. En la conciliación, por su lado, el conciliador puede proponer soluciones, pero no
imponerlas. Frente a ello, en el arbitraje los árbitros establecen la solución, la que es de
obligatorio cumplimiento para las partes.

A continuación, veremos los aspectos más importantes respecto a a) la designación de árbitros


y la conformación del tribunal arbitral, b) requisitos para ser árbitro y c) las obligaciones a
cargo de los árbitros.

En la designación de árbitros y la conformación del tribunal arbitral, tenemos que en el


arbitraje dicho tribunal puede conformarse por un solo árbitro (tribunal arbitral unipersonal) o
por varios (tribunal arbitral colegiado). En ambos casos, las partes son las que designan a los
árbitros.

Sobre los requisitos para ser árbitro, por regla general, estos no existen. No obstante, ello, la
flexibilidad del arbitraje permite que las partes puedan establecer, si lo consideran
conveniente, requisitos que los árbitros deban cumplir.

En cuanto a las obligaciones de los árbitros, en adición a la obligación esencial de resolver la


controversia, existen otras. Estas pueden clasificarse según su naturaleza. Así, tenemos
obligaciones convencionales, legales y de carácter ético.

• Obligaciones convencionales. Son aquellas que, por decisión de las partes, recaerán sobre los
árbitros. Así, las partes pueden pactar que los árbitros están obligados a expedir el laudo
arbitral en un plazo máximo de cien días.

• Obligaciones legales. Son aquellas que están establecidas por la ley. Así, la Ley de Arbitraje
peruana establece que el laudo deberá estar por escrito, por lo que los árbitros están en la
obligación de presentar el mismo en un documento.

• Obligaciones éticas. Son aquellas que se derivan de la conducta moral que debe tener el
árbitro en el ejercicio de su labor. La principal aquí es la obligación de imparcialidad5: el árbitro
debe proceder de manera objetiva, sin preferir ni perjudicar a alguna de las partes.

Con respecto a los requisitos necesarios para los árbitros, no existen, pero estos pueden,
gracias a la flexibilidad del arbitraje, que las partes puedan establecerlas, si lo consideran
conveniente, requisitos que los árbitros deban cumplir. En este sentido las partes pueden
pactar en el convenio arbitral que los árbitros deberán tener veinticinco años de experiencia
como abogados. En cuanto a las obligaciones de los árbitros, estas pueden clasificarse según su
naturaleza: primero se tienen a las obligaciones convencionales las cuales, por decisión de las
partes, pueden recaer sobre los árbitros, como consecuencia estos están obligados a expedir el
laudo arbitral en un plazo máximo de cien días, como segundo tipo se tiene a las obligaciones
legales, estas son aquellas que están establecidas por la ley. Así, la Ley de Arbitraje peruana
establece que el laudo deberá estar por escrito, por lo que los árbitros están en la obligación
de presentar el mismo en un documento. Por último se tiene a las obligaciones de carácter
ético que son aquellas que se derivan de la conducta moral que debe tener el árbitro en
cuestión en el ejercicio de su trabajo, siendo imprescindible su imparcialidad para decidir de
manera objetiva. En la práctica, no obstante, pueden estar también contenidas en ley o en el
acuerdo de las partes. Con respecto a la competencia de los árbitros, el sometimiento de un
problema en específico a un tribunal arbitral implica la asignación de competencia a este
tribunal.

El Principio de Kompetenz- Kompetenz

Este principio se refiere a la competencia de los árbitros para resolver acerca de su propia
competencia sobre la controversia. El principio de Kompetenz-Kompetenz otorga a los árbitros
la primera palabra para definir respecto a si son competentes para conocer la controversia o
no, pero esta no es la única palabra.

En nuestro país, el principio de Kompetenz-Kompetenz se encuentra reconocido en el artículo


41.1 de la Ley de Arbitraje.

La competencia exclusiva sobre el fondo del asunto

El otorgamiento de competencia al tribunal arbitral implica que este adquiere exclusivamente


la potestad para resolver el conflicto. Este sentido «exclusivo» involucra que ninguna otra
autoridad puede abocarse a resolver la controversia que ya se encuentra bajo competencia del
tribunal arbitral. Ahora bien, es importante tener en cuenta que la competencia exclusiva
sobre el fondo se limita a la resolución de la controversia.

Así, la exclusividad de la competencia del tribunal arbitral deriva en que, por ejemplo, una
misma controversia no pueda ventilarse en un arbitraje y en un proceso judicial, o que no
pueda apelarse ante los tribunales el laudo arbitral. Esto obedece, en última instancia, a la
voluntad de las partes.

La decisión de las partes son las que otorgan competencia a los árbitros y vetan a los jueces
para ingresar a resolver la misma. Esta competencia se limita a conocer y resolver el caso,
puesto que los árbitros no pueden ejecutar sus decisiones.

4. El laudo arbitral

Los árbitros expiden la solución al conflicto sometido a su competencia se materializa en el


laudo arbitral. Con el laudo, los árbitros ponen fin en teoría al encargo delegado por las partes.

Características del laudo arbitral:


Según el artículo 40 señala que en la competencia del tribunal arbitral es necesario para
conocer el fondo de la controversia y para tener en cuenta las cuestiones conexas que se
promueva durante las acciones arbitrales.

En el artículo 62 manifiesta que el recurso de anulación se soluciona declarando la validez o la


nulidad del laudo.

 El laudo contiene una solución expedida conforme a derecho o según criterios de


justicia.

 Decisión final. El laudo arbitral constituye una decisión final e inapelable.

En el artículo 33 presenta la corrección e interpretación del laudo.

Establece que cualquiera de las partes podrá, con notificación a la otra, pedir al tribunal
arbitral que corrija en el laudo cualquier error de cálculo. Si el tribunal arbitral estima
justificado el requerimiento, efectuará la corrección o dará la interpretación dentro de los
treinta días siguientes a la recepción de la solicitud. La interpretación formará parte del laudo.

Según el Art. 58.1 de la Ley de Arbitraje se tienen cuatro tipos de solicitudes contra el laudo
expedido, estas son:

A. Solicitud de corrección: esto se da por errores tipográficos de cálculos

B. Solicitud de interpretación: se da cuando una de las partes cree que el laudo no es


claro en la decisión.

C. Solicitud de integración: se da cuando en el laudo se incurre con el error de citra


petita, esto quiere decir que el tribunal omite una de las cuestiones.

D. Solicitud de exclusión: se va cuando el laudo incurre en el error de cualquier de estos


dos tipos; ultra petita o extra petita

I. Ultra petita: cuando el laudo excede cualitativa o cuantitativa en el pedido

II. Extra petita: cuando el laudo resuelve lo de las partes y otro punto más que no fue
pedido

Siguiendo con las características:

El laudo arbitral tiene un mérito ejecutivo: que después de expuesto el laudo no ha de


presentarse cuestionamientos contra lo que se resolvió.

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