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Todos los recortes van a tender a caer cuando se detiene la circulación, entonces
el lodo tiene que tener la capacidad de mantener a estos recortes en el mismo
lugar cuando se para la circulación.
Se sabe que los fluidos de formación (petróleo, agua o gas), pueden encontrarse
presurizados en subsuelo, entonces será necesario balancear o sobre balancear
esta presión, para evitar la entrada de flujo al pozo, todo esto se logra controlar
por el efecto de la presión hidrostática del fluido de perforación. La propiedad del
lodo que interviene en esta función es la densidad o peso del lodo.
La velocidad del fluido o fuerza hidráulica, a la salida del trepano a través de las
boquillas, debe mantener limpio el fondo del pozo durante la perforación, para
evitar re perforar recortes ya perforados y así mejorar la rata de penetración. Las
propiedades físicas y velocidad del fluido están en relación directa con el hecho de
garantizar la limpieza del área debajo del trepano.
El fluido tiene que permitir lecturas confiables de algunos equipos especiales que
se bajen al pozo (MWD) y durante las carreras de perfilaje para evaluación de la
formación. Muchos perfilajes requieren que el fluido sea un líquido conductor de
electricidad que presente propiedades eléctricas diferentes de los fluidos de la
formación para una mejor interpretación de las mismas.
Existen dos tipos de erosión del pozo: física, afectado principalmente por la
velocidad anular (tipo de flujo) y la química dependiente de la reacción producida
entre el fluido y la formación.
La fuerza gel que impide que los recortes caigan en el pozo cuando la circulación
de detiene, también evita la decantación de sólidos indeseables en los cajones.
Para este cometido también se utilizan equipos de control de sólidos.