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-“LA PEOR DERROTA DE UNA PERSONA ES CUANDO PIERDE EL

ENTUSIASMO" (H.W. Arnold)-


“2010: EL AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN, DE LA DIGNIDAD HUMANA, DE LA
LECTURA, DEL BUEN USO DEL TIEMPO Y DE LA CONSTRUCCIÓN DE
CONCIENCIA AMBIENTAL SOSTENIBLE EN EL ITM”

-“TRABAJAR, ESTUDIAR, VIVIR Y SER FELICES”-

REFLEXIÓN CON ACCIÓN- Abril 28 de 2010

30 COMPORTAMIENTOS QUE DAN CUENTA DE QUIENES SON EXCELENTES


PROFESIONALES

Ser profesional es mucho más que ejercer con éxito una profesión desde una perspectiva
del conocimiento teórico y práctico del campo del saber en donde se inscribe, en el marco
de la prestación de sus servicios y la venta de su capacidad de trabajo, bien a una
organización o bien a una persona. El profesionalismo va más allá e incluye aspectos
cruciales que tienen que ver con actitudes, valores, ejercicio de la ética, relaciones
interpersonales, convicciones, compromisos y otros aspectos fundamentales que dicen
más de esa persona que del conocimiento que posee. De nada sirve contar con un
“excelente” profesional (desde el punto de vista de su formación académica y del ejercicio
exitoso de su saber) si resulta ser un fiasco como ser humano, si sus relaciones con los
demás son tormentosas, si su accionar por los linderos de la legalidad, la ética o la
armonía organizacional dejan mucho o todo que desear. Para ser un verdadero
profesional se debe ser persona, como primera medida, y luego hacer uso adecuado de su
saber para el logro de sus compromisos laborales o de cualquier otra índole. A
continuación se presentan algunos comportamientos (30) que dan cuenta de lo que se
entiende como “profesional” en el buen sentido y en la concepción cabal del término,
trascendiendo lo meramente instrumental y convirtiéndose en sujeto de confianza, digno
de valía y acreedor de reconocimiento para una organización o para una sociedad.

Ser profesional es…

1. No mentir jamás ni violar principios éticos; que todas las actuaciones se hagan bajo el
amparo de la ética en el ejercicio de la profesión, y en la ética en el cumplimiento de sus
funciones como funcionario de una organización, sea pública o privada.
2. Hacer las cosas que se tienen que hacer (sentido del deber) en razón de las funciones de
su cargo y del mandato del plan de desarrollo de la organización; hacerlas bien desde el
principio (sentido de la calidad y la excelencia); y hacerlas a tiempo, con toda la prontitud
que sea posible (sentido de la oportunidad).
3. Mostrar compromiso, sentido de pertenencia, identidad y lealtad con la organización y sus
proyectos institucionales, pero no sólo con palabras y buenas intenciones, sino con los
hechos y con obras concretas en el accionar cotidiano
4. Evitar la ocurrencia de conflictos, haciendo todo lo necesario para ello, y si ocurren, hacer
lo posible por dirimirlos de manera que todas las partes implicadas queden satisfechas,
dentro de las posibilidades de la razón.
5. No esperar órdenes ni permiso para trabajar, sino hacerlo por iniciativa propia, con
alegría.
6. Aportar siempre ideas y las estrategias para desarrollarlas; si se cuenta con los dones de la
creatividad, la capacidad de la innovación y la visión prospectiva, ponerlos al servicio de la
organización; si no se tienen, apoyar a quienes sí los poseen.
7. Si no puede ser, por meritocracia, el líder de la organización, siga y apoye al líder y si no
puede seguirlo ni apoyarlo, retírese prudentemente de la misma.
8. Ser responsable y prudente en todo momento y lugar con el cumplimiento de los
compromisos y tareas encomendadas o asumidas.
9. Mostrar respeto por los demás, no haciéndoles lo que no quisieras que te hagan a ti, no
diciendo de ellos lo que no quisieras que dijeran de ti, y, por el contrario, brindarles todo
aquello que quisieran que te brindaran a ti. En síntesis, aportar en todo momento y lugar,
a la construcción de dignidad humana.
10. No hablar mal de los demás y menos hacerlo en ausencia del afectado. Que lo que se
tenga que decir de alguien se haga en presencia de la persona, preferiblemente en
privado, o en público si se trata de un proceso de autocrítica y mejoramiento. Desterrar el
chisme, las habladurías, las calumnias, las distorsiones a la verdad, las injurias, las
falsedades y hacer de la discreción y la prudencia una conducta cotidiana.
11. Preocuparse por conocer bien la filosofía de la organización (misión, visión, objetivos,
principios, retos), aportar a la ejecución de los planes de desarrollo y de visión, al
cumplimiento de las metas y a la generación de productos de impacto o necesarios para
su funcionamiento. Adicionalmente, conocer a la competencia para emular las buenas
prácticas.
12. No perder el tiempo ni hacérselo perder a los demás como una acción que debe hacer
parte de la actitud de respeto al otro; organizar las agendas de las reuniones y hacer que
sean productivas, ejecutivas, y puntuales.
13. Ser organizado en el desarrollo de sus labores y en el manejo, flujo, transmisión y
recepción de la información (gestión de la información) que maneja en función de su
cargo.
14. Aceptar las críticas, hacer autocríticas y hacer críticas con sentido de mejoramiento de las
cosas y no con el ánimo de atacar a las personas.
15. No pensar que quien lo cuestiona o critica, con hechos, argumentos o razones válidas es
su “enemigo”, y evitar estar presto para criticar a los demás y nunca para ser criticado o
autocriticarse. Esta actitud debe asumirse siempre con madurez y humildad.
16. Aprender de los errores y convertir cada experiencia en una oportunidad para mejorarse a
sí mismo y mejorar los procesos de la organización.
17. Aportar la experiencia, el conocimiento y la información adquiridos para contribuir a la
misión, la visión, los objetivos, los retos y las metas de la organización; y reconocer cuando
no se tiene la capacidad o el conocimiento para realizar alguna acción.
18. Preocuparse cada día por aprender más, por cualificarse más en su área de formación o en
las áreas complementarias; leer mucho, estar actualizado y preocuparse por hablar y
escribir bien, en lo posible con elegancia, claridad, coherencia, estilo y soltura. Adquirir las
competencias nuevas que el cargo requiera para enfrentar con éxito los retos y desafíos
de la organización.
19. Participar en debates con altura, utilizando un lenguaje respetuoso con un discurso
argumentativo y siempre con el ánimo de llegar a resultados plausibles.
20. Vestir bien y proyectar una buena imagen personal, de profesional distinguido, de persona
honorable, cumpliendo con las reglas de urbanidad y de cortesía más elementales y
universales.
21. Evitar asumir comportamientos arrogantes con el conocimiento o con el cargo o con sus
posesiones y eliminar las actitudes despóticas y soberbias, así como el creer y sentir que
es más que los demás.
22. Abstenerse de manejar su cargo o sus compromisos queriendo proyectar la imagen de que
lo sabe todo acerca de todo y pensar que nadie puede aportar nada o que no tiene “la
ropita” para una misión, fungiendo además como si tuviera la verdad revelada.
23. Nunca medirse a sí mismo con parámetros o criterios distintos a los que utiliza para medir
o valorar a los demás.
24. Ser humilde, en general, y en especial con el conocimiento; no discriminar a nadie y estar
presto a aprender de los demás y a reconocer su valor y aportes y nunca a menospreciar o
a humillar a alguien en función de sus credos, pensamientos o posiciones políticas,
ideológicas, religiosas, académicas, etc.
25. Jamás abusar del poder o de la autoridad y menos para sacar provecho de ello.
26. Ganar la autoridad en función de su saber, de su quehacer, de su gestión, de su actitud
como ser humano y no en función del cargo, la jerarquía que ocupe en la organización o el
apoyo que tenga de sus jefes.
27. Solicitar al subalterno, pero sin carácter de exigencia perentoria, sólo lo que humana y
racionalmente es posible pedirle.
28. No hacer caso omiso de los requerimientos que correctamente le hace el personal a su
cargo y que se requieren para cumplir bien con su labor.
29. Ejercer su cargo sin mantener preferencias con algún empleado y menos si se trata de
tenerlas por intereses mezquinos.
30. Actuar en acatamiento del Estado Social de Derecho que nos rige, cumpliendo con los
mandatos de la constitución y las leyes, así como los estatutarios propios de la
organización y observando lo contemplado en la declaración universal de los derechos del
hombre.

Los anteriores fueron, entre otros, 30 comportamientos que distinguen a un excelente profesional
en la época actual, en cualquier escenario del mundo.

Con actitud positiva,

Nelson Alberto Rúa Ceballos


Vicerrector General
Instituto Tecnológico Metropolitano
Medellín-Colombia

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