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Macroeconomia Resumen 2
Macroeconomia Resumen 2
El segundo componente es la inversión (I), llamada a veces inversión fija para distinguirla de la
inversión en existencias (que analizaremos enseguida). La inversión es la suma de la inversión
no residencial, que es la compra de nuevas plantas o nuevas máquinas (desde turbinas hasta
computadores) por parte de las empresas, y la inversión residencial, que es la compra de nuevas
viviendas o apartamentos por parte de los individuos.
El tercer componente es el gasto público (G). Representa los bienes y servicios comprados por
el Estado en todas sus instancias. Los bienes van desde aviones hasta equipo de oficina y los
servicios comprenden los servicios suministrados por los empleados públicos.
Para hallar las compras de bienes y servicios estadounidenses, debemos hacer dos operaciones
más.
1. En primer lugar, debemos restar las importaciones (IM), que son las compras de bienes
y servicios extranjeros por parte de los consumidores, las empresas y el Estado
estadounidenses.
2. En segundo lugar, debemos añadir las exportaciones (X), que son las compras de
bienes y servicios estadounidenses por parte de extranjeros.
La diferencia entre los bienes producidos y los bienes vendidos en un determinado año –en otras
palabras, la diferencia entre la producción y las ventas– se denomina inversión en existencias.
La demanda de bienes
Representemos la demanda total de bienes por medio de Z. Utilizando la descomposición del
PIB que acabamos de ver en el Apartado 3.1, podemos expresar Z de la forma siguiente:
Z ≡ C + I + G + X - IM
El consumo ©
Las decisiones de consumo dependen de muchos factores, pero el principal es, sin lugar a dudas,
la renta o, mejor dicho, la renta disponible, es decir, la renta que queda una vez que los
consumidores han recibido las transferencias del Estado y han pagado los impuestos. Cuando
aumenta su renta disponible, compran más bienes; cuando disminuye, compran menos.
La inversión (I)
Los modelos tienen dos tipos de variables. Algunas dependen de otras variables del modelo y,
por lo tanto, se explican dentro de él. Estas variables se denominan endógenas. Otras no se
explican dentro del modelo sino que vienen dadas. Estas variables se denominan exógenas.
I=I
El gasto público, G, que, junto con los impuestos, T, describe la política fiscal. Consideraremos
que G y T son variables exógenas, al igual que la inversión. Pero la razón no es exactamente la
misma que en el caso de la inversión. Se basa en dos argumentos:
● ya que aunque el Estado no siga sencillas reglas de conducta como los consumidores,
esta es en buena parte predecible.
● Una de las tareas de los macroeconomistas es analizar las consecuencias de las
decisiones sobre el gasto y los impuestos. Queremos ser capaces de decir: «Si el
gobierno eligiera estos valores de G y T, esto es lo que ocurriría».
Suponiendo que las exportaciones y las importaciones son ambas iguales a cero, la demanda de
bienes es la suma del consumo, la inversión y el gasto público:
Z;C+I+G
obtenemos
Pasemos ahora a analizar el equilibrio del mercado de bienes y la relación entre la producción y
la demanda. Si las empresas tienen existencias, la pro- ducción no tiene por qué ser igual a la
demanda.
Y = Z (3.6)
Como verá el lector, el índice experimentó un enorme descenso entre el tercero y el cuarto
trimestre de 1990: de 90 a 61. Los consumidores perdieron confianza y redujeron su consumo,
lo cual provocó la recesión.
¿Por qué perdieron confianza los consumidores a finales de 1990? ¿Por qué se mostraron más
pesimistas sobre el futuro? Aún hoy los economistas no están seguros. Es más que probable que
este cambio de opinión estuviera relacionado con la creciente posibilidad de que estallara una
guerra en Oriente Medio.
Hasta ahora hemos analizado el equilibrio del mercado de bienes desde el punto de vista de la
igualdad de la producción y la demanda de bienes. Existe otra manera equivalente de analizarlo
que centra la atención en la inversión y el ahorro.
Por definición, el ahorro privado (S), el ahorro de los consumidores, es igual a su renta
disponible menos su consumo:
S ; YD - C
S;Y-T-C
Por definición, el ahorro público es igual a los impuestos (una vez deducidas las transferencias)
menos el gasto público, T - G. Si los impuestos son mayores que el gasto público, el Estado
tiene un superávit presupuestario, por lo que el ahorro público es positivo. Si los impuestos son
menores que el gasto público, el Estado incurre en un déficit presupuestario, por lo que el ahorro
público es negativo.
Volvamos ahora a la ecuación de equilibrio del mercado de bienes que hemos formulado antes.
La producción debe ser igual a la demanda, la cual es, a su vez, la suma del consumo, la
inversión y el gasto público:
Y=C+I+G
Restando los impuestos (T) de ambos miembros y trasladando el consu- mo al primero, tenemos
que:
Y-T-C=I+G-T
El primer miembro de esta ecuación es simplemente el ahorro privado (S), por lo que:
S=I+G-T
O, lo que es lo mismo:
I = S + (T - G)
Recapitulando, hay dos formas equivalentes de formular la condición de equilibrio del mercado
de bienes:
Producción = Demanda
Inversión = Ahorro
El mismo análisis realizado anteriormente se puede extender a una economía abierta. Es decir
que ahora la demanda agregada incluye, además del consumo, la inversión y el gasto público, a
las exportaciones netas (X – IM). Por lo tanto, nuestro nuevo modelo estará dado por las
siguientes ecuaciones:
Y = C + I + G + (X – IM)
(S – I) + (T – G) = (X – IM)
(S – I) + (T – G) = (X – IM)
(Yd – C – I) + (T – G) = (X – IM)
¿Pueden elegir realmente los gobiernos el nivel de producción que quieran? Evidentemente no.
Hay muchos aspectos de la realidad que aún no hemos incorporado a nuestro modelo y todos
complican la labor del gobierno. Los incorporaremos a su debido tiempo.
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