Para hablar del inframundo debemos remontarnos a la mitología griega, teniendo
en cuenta que “infra” es un prefijo que designa lo que está debajo, en este caso, del mundo. ¿Qué había para los antiguos griegos, debajo del mundo? Según autores como Homero, Hesíodo o Virgilio, era un lugar donde habitaban las almas de los que habían muerto, gobernado por el dios Hades, llamándose también Hades, al inframundo.
Es el equivalente al concepto religioso de “cielo”, lugar al que hoy sostienen los
creyentes van las almas puras; pero en lugar de estar arriba de nosotros, el inframundo o Hades está debajo; y así como los cristianos creen en un paraíso donde habitan los que han llevado una vida virtuosa, y en el infierno los malvados; los mitos griegos ubicaban a los espíritus puros en los Campos Elíseos, llamado por otros autores La Isla de los Afortunados o de los Bendecidos, donde gozaban de un paisaje acogedor y estaban llenos de gozo y serenidad; y a los impuros en el Tártaro, donde sufrían toda clase de tormentos y donde estaban aprisionados, monstruos y titanes. Había otra zona, la de los Prados Asfódelos, la primera de todas, donde estaban las almas que no habían sido ni del todo malas ni del todo buenas; sombría y monótona.