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LIDERAZGO
Ministerio del Adolescente
FICHA TÉCNICA
Querido profesor:
Por lo tanto, como artista, el líder necesita invertir en sí mismo para desarrollar
su potencial, aprender técnicas nuevas, abrir los ojos a nuevas oportunidades y,
sobre todo, madurar como persona y como cristiano.
Nuestro deseo es que disfrute de cada aprendizaje y que use sus dones y talentos
para ayudar a finalizar esa obra en la vida de cada adolescente que Dios le confió.
Un gran abrazo
Ministerio del adolescente
DSA
¿QUIÉNES SOMOS?
¿Hizo alguna vez una remodelación de su casa? ¿Ya pasó por la experiencia de cambiarse a
una residencia sin terminar? En algún momento de la vida, ¿tuvo que reformar toda una casa
o algunas habitaciones? ¿Le cambió los colores a las paredes y compró muebles nuevos? Los
cambios de ese tipo son comunes en la vida de todas las personas. Algunos son más drásticos,
otros menos. Otros exigen alto costo de dinero, tiempo y proyectos que parecen infinitos. ¡Hay
casos de reformas que llevan hasta una vida! Pero el hecho más importante es que el lugar don-
de vivimos está en constantes e inevitables transformaciones. Si pensamos en el momento más
dramático de modificación por el cual pasa un ser humano, nada puede representar de manera
tan completa un cambio o transformación como el que ocurre en la fase llamada adolescencia.
Vivirla equivale a hacer una mega remodelación en una residencia y vivir en ella mientras todo se
realiza. Es preparar el almuerzo mientras la pared de la cocina recibe una pintura nueva. Es quitar
el polvo de los muebles mientras se instala la puerta nueva en la sala. Equivale a ver el cambio y
el mantenimiento coexistiendo simultáneamente. La adolescencia es movimiento y cambio. Todo
sucediendo dinámicamente aquí y allí en una misma vida. Cuerpo y cabeza a un ritmo que no
siempre están acompasados, pero siempre interrelacionados.
EL SER HUMANO
Todos estamos en esta categoría de seres humanos, con la creencia de haber sido creados
por Dios y con la oportunidad de hacer lo mejor para nosotros y para los que nos rodean, si lo
queremos. Desde la infancia hasta la vejez aprendemos sobre lo que ocurre a nuestro alrededor,
formamos nuestros conceptos y nuestras formas de actuar y pensar, a partir de nuestras expe-
riencias y relacionamientos estamos expuestos a situaciones y circunstancias que formarán parte
de nosotros, en mayor o menor grado.
Todos nosotros como seres humanos tenemos una jerarquía de necesidades que deben ser
suplidas, ya sea por nosotros o por otros para poder vivir, desarrollarnos y crecer. Tenemos nece-
sidades que van de las situaciones más simples de cada día hasta las de realización.
¿Ya se dio cuenta de que existe un orden de prioridades en las necesidades de su vida?
De acuerdo con el psicólogo cristiano norteamericano, Mc Graw Phillip, Dios creó a cada per-
sona con todo lo que necesita para desempeñar su papel con éxito. Para que haya bienestar y
crecimiento, el ser humano posee una jerarquía de necesidades a suplir desde su nacimiento. Él
ilustra esas necesidades como si fueran peldaños de una escalera que debemos subir a lo largo
de nuestra vida.
Lo interesante de esa escalera es que hasta que una necesidad básica sea satisfecha, no nos
sentimos motivados a satisfacer la que sigue. Eso quiere decir que solo sentiremos necesidad
de subir al próximo escalón cuando la necesidad actual está suplida. Por eso, es tan importante
comprender que los motivos que nos inducen a elegir ciertas cosas, en detrimento de otras, tiene
relación directa con esas necesidades. ¿Vamos a conocer entonces esa escalera?
SATISFACCIÓN INTELECTUAL
AUTOEXPRESIÓN
AUTOESTIMA
AMOR
SEGURIDAD
SUPERVIVENCIA
1º. ESCALÓN: SUPERVIVENCIA
Ese es el más básico de todos los instintos y fue con esa fuerza poderosa que llegamos al
mundo.
Si no hubiéramos luchado bastante para salir del vientre materno no estaríamos hoy aquí.
Cuando nacemos somos totalmente vulnerables. Esa es una fase en la cual necesitamos recibir
cuidados y protección de nuestros padres para nuestro bienestar. Sin embargo, si en el transcurso
de ese período nos sentimos reprimidos y condicionados a tomar decisiones por miedo, miedo
de sufrir, miedo de desagradar a los padres, miedo de pasar hambre, miedo de expresar nuestra
opinión, pasaremos la toda la vida tomando decisiones teniendo en cuenta cualquier cosa que
amenace nuestra sobrevivencia. Necesitamos suplir las necesidades más básicas, de agua, de
alimento, de cubrir nuestra desnudez. Emocionalmente hablando, nos detenemos en ese primer
escalón por creer que nuestra sobrevivencia está siendo amenazada.
LA REFORMA
La adolescencia es la reforma de la estructura y de conceptos por los cuales todos los indivi-
duos pasarán. Si comparamos la reforma de la adolescencia con la reforma de una casa, podemos
entender que la reforma será más o menos complicada, dependiendo de cómo fue construida la
base anterior. Eso quiere decir que si las situaciones de la infancia fueron bien trabajadas y cons-
truidas, la reforma en la adolescencia será más natural y tranquila.
Lo que queremos resaltar es que independiente de cómo fue hecha esa construcción, si bien
formada o no, quedará así y no existe la posibilidad de tirar todo abajo y recomenzar. El adoles-
cente tiene que reconstruir, remodelar, cambiar, sin poder eliminar todo, y solo hacer eso, porque
él es una casa en reforma, así como usted ya lo fue un día.
La máxima es que el adolescente no puede salir de él mismo para que el cambio se produzca.
SEXUALIDAD
La sexualidad es parte de nuestra vida diaria, y eso no es diferente con el adolescente. Asun-
tos como enamorar, tranzar, masturbación, pornografía, cambios en el cuerpo de las niñas, cam-
bios en el cuerpo de los varones, son discutidos por los adolescentes en forma de bromas, y por
la curiosidad ellos pueden exponerse a situaciones como la pornografía y sexting (sacarse fotos a
sí mismos en ropas íntimas o desnudos y mandarlas vía mensajes de texto o por Internet).
3. FASES Y CARACTERÍSTICAS
Existen muchos temas que hablan sobre adolescentes. En todos ellos encontraremos particu-
laridades y similitudes. Pero todos hablan de la misma fase y pueden ser utilizados para tener una
idea de las principales características que son parte de la adolescencia. Es de suma importancia
recordar que las edades sugeridas en cada fase, son solo aproximaciones, pues cada desarrollo
tiene su tiempo diferente, debido a las variables tanto genéticas como ambientales. Por lo tanto
la madurez de sus adolescentes puede variar.
Uno de esos escritos es el de Guillermo Carvajal, un psiquiatra estudioso de la adolescencia,
que propone que la adolescencia tiene tres períodos distintos, ellos son: Adolescencia Puberal,
Adolescencia Nuclear y Adolescencia Juvenil.
Adolescencia Puberal (aproximadamente de los 9 años hasta los 12 años). Como el mismo
nombre ya lo dice, esta fase ocurre cercana al inicio de la pubertad, y tiene como características
de identificación: distanciamiento de los padres, aislamiento, dificultad de comunicación con los
padres, comportamiento emocional alterado, explosivo, malhumorado, es dormilón, se encierra
en el baño o en su cuarto por períodos de tiempo largos, responde con respuestas monosílabas,
como: bien, mal, sí, no, normal, por momentos sabe hacer todas las cosas, por momentos se
comporta como un bebé, y comienza a surgir la idea de la imperfección de los padres (su fragili-
dad y sus errores) con algunas posturas que pueden venir de palabras y expresiones de desapro-
bación, soborno, bromas en relación al comportamiento de los padres y de los demás adultos que
tengan posición de autoridad.
Algunas características de esta fase son:
La mente en esta edad aprende rápidamente, prácticamente cualquier tipo de cosa, sean
juegos, actividades físicas u otras.
La autonomía ya los lleva a investigar lo que les interesa y posiblemente en algunos mo-
mentos hasta tengan dificultad de trabajar en grupo, les gusta conversar, escuchar histo-
rias, y principalmente reír aunque sea el momento inadecuado. Por el propio desarrollo
y por la energía que tienen, al estar en grupo, jugando, serán desordenados y bulliciosos,
tal como una clase de Escuela Sabática de los intermediarios. Y si algunos de los jovenci-
tos están en la fase inicial de la adolescencia, el comportamiento puede mostrar fases de
adolescentes, pero eso no significa que deban estar en la clase de los juveniles, cada caso
debe tratarse individualmente.
AUTENTICIDAD
ACEPTACIÓN
GRUPO
CONCLUSIÓN
¿Ya se ha detenido a observar el funcionamiento de una escuela pública de una región de
escasos recursos? ¿Ya se detuvo a prestar atención al papel que la hora de la comida tiene para
la institución y sus alumnos? Imagine por algunos instantes una realidad como esta y trate de
recordar algún momento de su vida en el que usted se sintió realmente con hambre. Algunos por
sentir un poco de hambre ya manifiestan fácilmente enojo e impaciencia. Hay otros que tienen
más dominio propio. Pero una cosa es segura: estar con hambre de verdad limita cualquier otra
actividad para la cual tengamos que dedicar esfuerzos. En una escuela, ¿cree que el aprendizaje
es fácil o difícil con el estómago que “ronca” de hambre? Tal vez algunos de nosotros ya nos haya-
mos sentido con un cansancio tan intenso que hasta el hambre quedó a un lado a cambio de una
cama calentita. O en otros casos, un buen baño puede quedar a un lado en uno de esos días fríos
y perezosos en que dormir es la prioridad máxima Después de todo, ¿de qué estamos hablan-
do? Nada más que de prioridades. De jerarquía en las prioridades. Aunque no nos detengamos
a pensar, en todo lo que hacemos diariamente estamos estableciendo prioridades, siempre de
acuerdo con una estructura llena de variables que muchas veces son difíciles de descifrar. Pero
hay algunas cosas lo suficiente obvias para percibirlas, analizarlas y considerarlas.
Cada ser humano es único. Por lo tanto, cada uno de nosotros posee una jerarquía peculiar
de necesidades. A veces podemos tener algunas coincidencias con personas con quienes nos
identificamos en un grupo de amigos, en la convivencia o el trabajo. Pero cada uno es peculiar y
único. Además de tener jerarquías de prioridades peculiares, tenemos que considerar el factor
de relatividad, ya que lo que es prioridad para uno puede no serlo para el otro. Y además, somos
extremadamente dinámicos y todo puede cambiar en muy poco tiempo. Así es el ser humano.
Vivimos en transformación.