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Columnista invitado | William Ury

EL PODER
DE UN
NO POSITIVO
Por William Ury (*) Lo que les resulta difícil es decir No”. finir su enfoque estratégico y, por con-
O, como señalara el ex primer minis- siguiente, todo Sí importante puede
tro británico Tony Blair: “El arte del li- requerir miles de No.
derazgo no es decir Sí, sino decir No”. Con el tiempo entendí que el prin-
En realidad, poco después de la pu- cipal obstáculo para llegar al Sí es
blicación de Getting to Yes apareció aprender a decir No de la manera ade-
una caricatura en el Boston Globe. Un cuada. A menudo nos resulta difícil
hombre vestido de traje y corbata le decir No cuando queremos hacerlo, y
ace veintisiete años, pedía a un librero que le recomenda- sabemos que deberíamos. O lo deci-

H con Roger Fisher es-


cribimos un libro ti-
tulado Getting to Yes,
centrado en cómo
llegar a un acuerdo que beneficie a las
partes involucradas en una negocia-
ción. Creo que llegó a ser un best-se-
ra un buen libro sobre negociación.
“Éste es muy popular”, le dijo el libre-
ro mientras le entregaba una copia de
Getting to Yes. “Un Sí no era lo que tenía
en mente”, respondió el cliente.
Una conversación con el conocido
inversor Warren Buffet fortaleció en
mos, pero de una manera que frena el
acuerdo y destruye las relaciones. Ce-
demos a las exigencias inapropiadas,
a la injusticia y hasta al abuso, o nos
embarcamos en una lucha destructi-
va en la que todos perdemos.
Para salir de esta trampa, debemos
ller internacional porque le recuerda mí la importancia del No. “No entien- adoptar lo que llamo un “No positi-
a la gente los principios del sentido do todo esto del Sí —me dijo—. En mi vo”. A diferencia del No tradicional,
común, que seguramente conocen rubro de negocios, la palabra más im- que empieza con No y termina con
pero a menudo olvidan aplicar. portante es No. Estoy todo el día mi- No, el No positivo empieza con Sí y
Sin embargo, con el transcurso de rando las propuestas de inversión, y termina con Sí.
los años me di cuenta de que “llegar al digo No, No, No, No, hasta que en- Decir No de manera positiva signi-
sí” no sólo es la mitad de la ecuación, cuentro exactamente lo que estoy fica, primero, decirnos Sí a nosotros
sino además la mitad más sencilla. Tal buscando. Y entonces digo Sí. Todo lo mismos, y a nuestros valores más pro-
como dijera uno de mis clientes, presi- que tuve que hacer fue decir Sí unas fundos. Cuando John, ejecutivo de
dente de su compañía: “Mi gente sabe pocas veces en mi vida, y con eso hice una empresa familiar al que conozco,
cómo llegar al sí; ése no es el problema. una fortuna.” El No es la clave para de- tuvo que decirle No a la exigencia de
su padre (y jefe) de que se ocupara del
(*) Cofundador del Programa de Negociación de Harvard, actualmente dirige el Proyec- negocio durante el feriado de Navi-
to de Negociación Global. Su último libro se titula The Power of a Positive No: How to dad por enésimo año consecutivo, re-
Say No & Still Get to Yes. Con Roger Fisher escribió Getting to Yes, que fue traducido a currió a un Sí más profundo a su fami-
20 idiomas. También es el autor de Getting Past No: Negotiating with Difficult People lia y al respeto por su persona. Le dijo
and Getting To Peace. a su padre: “Mi familia me necesita y
Durante los últimos 25 años, Ury ha participado como asesor y mediador en negocia- me propongo pasar con ellos las vaca-
ciones de conflictos de diversa índole: desde fallidas fusiones corporativas hasta gue- ciones de Navidad”.
rras étnicas en los Balcanes y la ex Unión Soviética. A continuación, John fijó un límite
claro, en un tono respetuoso: “No voy a cos con nosotros mismos. Mediante respetuosos. Quienes mantienen re-
trabajar en esta Navidad”. Sin embar- la práctica sencilla y diaria del No po- laciones conflictivas descubrirían
go, no terminó con ese No sino con una sitivo estamos colaborando con nues- que su matrimonio y sus amistades tie-
propuesta positiva. Le explicó a su tra calidad de vida, nuestro éxito en el nen mayores posibilidades de éxito.
padre cómo organizaría el trabajo en la trabajo y nuestra felicidad en el ■ En el trabajo, los ejecutivos que
oficina para que se hiciera todo lo que hogar. Es un regalo que nos debemos. saben decir No harían una mejor tarea
debía hacerse, mientras él destinaba el Pero decir No también puede ser a la hora de mantener a sus organiza-
tiempo que necesitaba a su familia. un regalo para el otro. “Dime que sí, ciones estratégicamente focalizadas.
Conclusión: el No positivo es una dime que no, pero dímelo ahora”, es Los responsables de los departamen-
secuencia Sí-No-Sí. El primer Sí ex- un refrán muy conocido. El otro suele tos de finanzas, legales, información y
presa las necesidades y los valores de preferir una respuesta clara, aunque recursos humanos, que habitualmen-
la persona, el No consolida su poder, sea un No, en lugar de la indecisión. te tienen que decir No a sus clientes in-
y el segundo Sí afianza su relación. Un No le permite avanzar y tomar sus ternos, harían un aporte más efectivo
La clave está en el respeto, tanto a propias decisiones. a los objetivos estratégicos de la organi-
nosotros mismos como al otro. zación. Los vendedores, que saben
El No positivo representa un matri- cuándo y cómo decirles No a sus clien-
monio entre las dos palabras esencia- tes, se sentirían respaldados cuando lo
les del idioma: Sí y No. El problema ac- hacen. Y todos tendrían más autoridad
tual es que divorciamos a nuestros Sí para encontrar el punto de equilibrio
de nuestros No. Sí sin No es contem-
“EL SÍ SIN EL NO entre el trabajo y la vida personal.
porizar, mientras que No sin Sí es de- DESTRUYE NUESTRA ■ En el mundo en general, si los líde-
clarar la guerra. res y las naciones supieran decir No de
El Sí sin el No destruye nuestra satis-
SATISFACCIÓN manera positiva, la gente defendería
facción personal, y el No sin el Sí des- PERSONAL; EL NO lo que es correcto para llegar a solu-
truye nuestra relación con los demás. ciones constructivas. El resultado
Los necesitamos a ambos, y juntos. Por-
SIN EL SÍ DESTRUYE sería más conflicto, sin duda, pero ha-
que Sí es la palabra clave de la comuni- NUESTRA RELACIÓN bría menos guerras y más justicia.
dad, y No es la palabra clave de la indi- ■ Por fin, la Naturaleza sería la prime-
vidualidad. Sí es la palabra clave de la
CON LOS DEMÁS. ra beneficiaria, porque todos sabría-
conexión, y No es la palabra clave de LOS NECESITAMOS mos decir No a los excesos que ame-
la protección. Sí es la palabra clave de la nazan el medio ambiente, del que de-
paz, y No es la palabra clave de la justi-
A AMBOS, Y JUNTOS.” pendemos nosotros y las futuras gene-
cia. El arte máximo consiste en apren- raciones. La vida, en síntesis, sería
der a integrarlas, a unirlas en matrimo- mucho más feliz, sana y sensata.
nio. Éste es el secreto para defender lo Lo cierto es que un No positivo No cabe duda de que para pronun-
que sentimos y lo que necesitamos, sin puede unirnos más al otro, en una re- ciar un No positivo hace falta coraje, vi-
destruir acuerdos importantes ni rela- lación más auténtica. Pero si no le de- sión, empatía, fortaleza, paciencia y
ciones valiosas. cimos la verdad, aunque sea un No, to- persistencia. Para cambiar los viejos pa-
La manera en que decimos No mará distancia porque siempre habrá trones hace falta práctica. Afortunada-
puede, en ocasiones, parecer muy algo importante que permanecerá si- mente, cada uno de nosotros tiene mu-
poca cosa; pero, con el tiempo, hace lenciado entre nosotros. chas oportunidades para practicar
una enorme diferencia en nuestras Decir que No es un regalo para cómo decir No todos los días. Tómen-
vidas, en la vida de quienes nos rode- nosotros, para el otro y hasta para el lo como un ejercicio. Están desarro-
an y en el mundo en general. todo más grande. Imaginemos, por llando el músculo del No positivo.
Al decir No cuando corresponde, un momento, un mundo en el que Con ejercicio diario, ese músculo será
nos estamos haciendo un regalo. Es- los No positivos fueran la norma y no cada vez más fuerte. Con práctica y re-
tamos protegiendo a alguien o algo la excepción: flexión, cualquiera puede mejorar
que valoramos mucho. Estamos cre- ■ En el hogar, los padres que ejercitan mucho en el arte de decir No. Les
ando tiempo y espacio para algo que No respetuosos con sus hijos verían deseo el éxito que sólo llega cuando
deseamos. Estamos cambiando la si- luchas mucho menos destructivas, y somos auténticos con nosotros mismos
tuación para mejor, y preservando a los hijos serían menos malcriados y y respetuosos de los demás. ●
nuestros amigos, colegas y clientes. más felices, como suelen ser los niños
En síntesis, estamos siendo auténti- cuando crecen con límites firmes y © Gestión/William Ury

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