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NOMBRAMIENTO DEL DEFENSOR DEL PUEBLO Y DE DIRECTORIOS DE

ORGANISMOS PÚBLICOS REGULADORES YA NO LE CORRESPONDE AL ACTUAL


RÉGIMEN APRISTA

En las pocas semanas que aún restan de su período legal, los representantes del actual régimen político
en el Congreso y el Gobierno pretenden consumar apuradamente el nombramiento del Defensor del
Pueblo y completar los cargos vacantes de los directorios de importantes organismos reguladores de
servicios públicos como OSIPTEL y OSITRAN. Al respecto, decimos:

1. La Defensoría del Pueblo, al igual que los organismos reguladores de servicios públicos, son
órganos de la mayor importancia en el sistema democrático, pues tienen la misión de cautelar los
derechos de los ciudadanos frente al poder del estado y los monopolios.

2. El Congreso aún en funciones acaba de constituir apresuradamente, el 20 de abril, una comisión


pretendidamente multipartidaria con el mandato de seleccionar candidatos con la intención
declarada de nombrar al nuevo titular de la Defensoría del Pueblo a inicios de junio, en vísperas del
cierre de su última legislatura. Este proceder no es serio, sobre todo cuando este Congreso perdió
todo un año sin nombrar sucesor desde que venció el período de la doctora Beatriz Merino, a quien
se maltrató al mantenerla durante medio año sin expresar si se la ratificaría en el cargo.

3. Por su parte, la Presidencia del Consejo de Ministros ha convocado a sendos concursos, con plazos
perentorios, para completar los cargos vacantes en los directorios de OSIPTEL y OSITRAN,
organismos reguladores de los servicios públicos de telefonía y transporte, respectivamente. Llama
la atención esta diligencia de última hora, cuando estos cargos han estado vacantes hasta por tres
años sin merecer la preocupación del Gobierno.

4. Ni el Congreso ni el Gobierno aún vigentes representan ya la voluntad política del país, expresada
en el proceso de elecciones generales cumplido el 10 de abril y que debe terminar de definirse el 5
de junio. Vivimos, en consecuencia, un período de transición y transmisión de poderes, en el cual
no cabe que el actual régimen aprista, abrumadoramente desautorizado en las elecciones del 10 de
abril, pretenda liderar en sus últimas semanas la toma de decisiones tan importantes para el sistema
democrático. Políticamente, estas decisiones ya corresponden al Gobierno y al Congreso que se
constituirán el 28 de julio de 2011, que deberán asumir como una de sus primeras y más urgentes
tareas estas obligaciones gravemente descuidadas por el actual régimen.

5. Llamamos al Gobierno y al Congreso aún en funciones a no seguir adelante con estos procesos de
nombramiento por representar un grave atropello a la vida democrática y a la voluntad política del
país. Llamamos así mismo a toda la sociedad a mantener la alerta sobre estas maniobras de última
hora con las que se pretende prolongar un mandato político que el pueblo claramente ha revocado.

4 de mayo de 2011

Grupo de Incidencia en Derechos de IPRODES

Ronald Gamarra, Sofía García, José Carlos Agüero, Gustavo Oré, Carlos Landeo.

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