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Toledo

La obra de Francisco Toledo es representativa del imaginario


mexicano, habla de un hombre que incursionó en el arte a través de
distintas técnicas y materiales. Desde el collage, la acuarela, el textil,
pasando por la cerámica, el tapiz, la herrería y hasta la escultura: fue
un artista polifacético.
Sus piezas son inconfundibles, todas cuentan con un sello
diferenciador que habla del estilo tan único del artista. Por lo general
revelan su pasión por la naturaleza, especialmente por los animales.
Si algo destaca de esta fijación de Toledo, es que opta por plasmar
animales que de primera instancia no son sinónimos de belleza. Tal
es el caso de sus murciélagos, sapos e insectos, que vistos con sus
colores y texturas presentan un nuevo significado.

Tras muchos años de capturar dibujos en libretas cuando tuvo la


edad se mudó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela de
Diseño y Artesanías. Aquí se construyó su propia visión del arte. Aquí
tuvo sus mejores maestros. Aquí se convirtió en: grabador, pintor,
ceramista. En este lugar aprendió a usar como inspiración la
diversidad regional de Oaxaca.

El talento y maestría de sus creaciones sólo se ve rebasado por la


esencia transgresora e irreverente de su trabajo. Por eso, y aunque su
obra es vasta, te dejamos aquí un listado de sólo diez de sus piezas
más representativas; un recorrido fantástico por sus temas y
obsesiones, que incluye sapos, muerte, erotismo, chapulines y tonos
ocres.
1.-Chapulines
Toledo no perdía la oportunidad de representar en su obra a uno de
los animales más icónicos de Oaxaca, un lugar al que entregó su
cariño y vida. Por eso, saltamontes, grillos y chapulines aparecen
constantemente en sus grabados, pinturas y acuarelas.
2.-Sapos
Otro animal que cautivó la imaginación del artista fue el sapo, en
numerosas obras plasmó al batracio en escenas bizarras y hasta
grotescas.
3.-"Una génesis de zoofilia y fábulas"
La crítica de arte Avelina Lesper define la representación de los
animales en el trabajo de Toledo como "una génesis de zoofilia y
fábulas", pues son una constante en sus creaciones mitológicas,
aunque usaba varias técnicas para plasmarlos.
4.-Armadillo en tela
Otra de las técnicas que exploró el oaxaqueño, fue el textil. Usó hilos y
telas para dar forma a su inquieta imaginación por los animales, como
en esta obra en la que plasmó a un armadillo con una víbora en un
acto de felación.
5.- La sexualidad en su obra
Toledo hipersexualizó la realidad y la mezcló con la fantasía. Hay un
pulso constante de erotismo humano y animal en varias de sus obras;
erecciones, penes, cuerpos desnudos y actos eróticos.
6.-Representación de la muerte
Con un tono de humor dio vida a la muerte, otra de las grandes
constantes en su mente. En esta obra se observa a una calaca
defecando, una forma poderosa y divertida de jugar con la mortalidad
humana.
7.- Papalotes y activismo social
No sólo incursionó en la fantasía, también en el activismo social. En
diciembre de 2014, diseñó y armó 43 papalotes que fueron elevados
en Oaxaca por alumnos de una primaria. Llevaban los rostros de los
43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de
Ayotzinapa, víctimas de desaparición forzada en Iguala, Guerrero.
8.-Fondo Carlos Monsiváis de la Biblioteca de México
Al menos 3 obras del oaxaqueño decoran el Fondo Carlos Monsiváis,
en la Biblioteca de México; en todas destacan los gatos, los animales
favoritos del cronista de la Ciudad de México.
Monsiváis y Toledo fueron amigos, por eso cuando le pidieron al pintor
crear 3 obras para decorar el lugar que albergaría la que fuera la
biblioteca personal de Carlos, no dudó en aceptar el encargo.
Para el piso diseñó una serie de losetas que forman una franja de
gatos entrelazados por todo el espacio de la biblioteca. Además, usó
lana para crear el perfil de su amigo junto a un librero.
9.-Incursión en la herrería
"La reja más espectacular del año", dijo Isabel Grañén Porrúa ante el
diseño de Toledo de la reja de la sede de la Fundación Alfredo Harp
Helú en Oaxaca: el Centro Cultural San Pablo, un espacio para la
cultura y las artes, desde una perspectiva intercultural.
Un trabajo de herrería sutil pero impactante, anclado en la tradición
oaxaqueña.
10.- Autorretrato
Considerado el heredero de Rufino Tamayo, otro notable artista
oaxaqueño, destacó por su incursión en las artes y la exploración de
temas y materiales. Una de las características que definió a su trabajo
fue la paleta de colores que usó en sus creaciones; tonos grises,
ocres, terrosos y tonalidades oscuras y ámbar.
 Estilo: Surrealismo
 Género: pintura figurativa

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