Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Actividad 2 Comentario de Texto
Actividad 2 Comentario de Texto
La historia dominicana, por Manuel Emilio Acosta Navarro, en el año 2005 en la revista cubana
contemporánea, en Santiago de Cuba,
El primer país colonizado por los españoles en el Nuevo Mundo fue la isla de Santo Domingo,
situada entre Cuba y Puerto Rico y dividida en dos naciones, la República de Haití y la
República Dominicana, víctimas hoy, ambas, de injustificada intervención extranjera.
«País quizá el más hermoso del globo, pero que en sus arcanos destinó la providencia de ser
el más desgraciado», dijo Washington Irving. Hace unos ochenta años que esta frase salió de
la pluma del patriarca de las letras norteamericanas, pero todavía, y hoy tal vez más que
nunca, es verdadera.
No hubo, como se ve, graves problemas sociales de raza o casta en esta colonia española;
pero sí apuntaron desde temprano problemas económicos y políticos. La primera mitad del
siglo xvi está llena de grandes conquistas en los dos continentes del Nuevo Mundo; todos los
conquistadores partieron de Santo Domingo, o pasaron por allí, para emprender sus
conquistas. Junto a estas nuevas adquisiciones, la importancia de Santo Domingo se redujo a
bien poca cosa. Durante el siglo xviii, la colonia no tenía ya razón de ser: no producía nada;
España no sacaba de ella ningún beneficio, y la sostenía meramente como lujo: los fondos
para pagar a los empleados gubernativos tenían que llevarse de México. La parte occidental
era la menos poblada y allí, desde el siglo xvii, por iniciativa privada al principio, oficialmente
después, Francia fue adquiriendo dominio. don José Núñez de Cáceres, hombre de grande
inteligencia y energía, proclamó la independencia de Santo Domingo. España no se es-forzó
en reconquistarnos.
Al año siguiente los haitianos invadieron a Santo Domingo. Los dominicanos nunca se
mezclaron con los invasores, y en 1844 lograron expulsarles. Dos hombres de cultura y de
patriotismo, Duarte y Sánchez, dirigieron este movimiento de libertad.
Al comenzar el siglo xx, cuando la nación parecía salir a flote hacia mares tranquilos, la
fatalidad trastornó su fortuna. Nuevas complicaciones, políticas y económicas, se atravesaron
en la ruta y de ahí nació, en 1907, la oficiosa injerencia de los Estados Unidos.
De esta injerencia oficiosa, complicada más tarde con intrigas y connivencias, había de surgir
la presente e inusitada intervención, que parece haber aniquilado, con su injusticia esencial y
sus injusticias diarias, el espíritu del pueblo dominicano. Parece, he dicho (…).