Jordi Cortés nació en Baldona, Barcelona, España en 1960, debido a su labor como
profesor de adolescentes, terminó incursionando en el mundo de la literatura juvenil,
con su primera novela Les veus de la Roca, la cual, le adjudicó un premio local, Premio ciudad de Olot, aunque la obra que tuvo más acogida por el público lector juvenil fue, L’enigma de Stromboli, que le otorgó el premio Columna Jove 2008. Jordi Cortès también se dedicó a la investigación de la geografía y la historia, otorgándole la capacidad de dar un toque histórico a sus novelas. La historia central es la narración de la expedición en busca de tierras americanas, para poder establecer una ruta marítima entre América y Rusia, la cual estuvo financiada por el Gobierno Ruso, tomando datos de la expedición realizada por el marinero y explorador danés Vitus Bering, quien también forma parte de la trama. Con un narrador omnisciente y bajo la memoria inocente de Laurents Waxell, un niño de 12 años, quien es testigo de la dramática expedición que llevó al borde de la muerte a toda una tripulación. El autor se sirve de una historia de fondo, donde Laurentz ya con mayoría de edad, tiene que revivir la calamitosa expedición y dar hasta los últimos pormenores a la esposa del oficial de más alto rango de aquella desdichada aventura, Anna Bering, quien quiere saber qué papel tuvo su querido Vitus. Con un toque romántico juvenil de fondo, la obra transmite la crueldad de la naturaleza humana asimismo su bondad e inocencia en las más inhumanas condiciones. La obra expresa con claridad y sin dilación lo sentimientos del protagonista y la historia central, lo que la convierte, en una narración concisa y corta. La historia siempre sigue, nunca para, ya sea en los pensamientos del protagonista o cuando se lo cuenta a Anna Bering, aunque narra sin mucho detalle, solo lo superficial, es decir, lo que puede captar y entender un niño de 12 años. Otro tema es el comportamiento humano en situaciones extremas e inhumanas, el cual es duro, cruel y presenta una fuerte animadversión hacia los tripulantes, los cuales comparten una similar forma de actuar. Laurentz, sin su madre se enfrenta a este mundo despiadado, haciendo común, lo que no es. También presenta una pequeña lucha de poder, el tedio como umbral de comportamientos sádicos en forma de diversión. En conclusión, la historia se puede considerar un relato con tintes históricos, que trata de reflejar por una parte el comportamiento, las relaciones sociales que hay en la época, la crueldad de los lugares inhóspitos y sobre todo el comportamiento humano en situaciones extremas. Por otro lado, la narración de la historia central es lacónica, sin embargo, este estilo no permite desarrollar la historia de fondo, con un romanticismo vago y raudo, característico de la juventud. Es una historia amena para pasar el tiempo.