Está en la página 1de 7

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD CATÓLICA CECILIO ACOSTA
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA
PROGRAMA DE FILOSOFÍA
ONTOLOGÍA

El Existencialismo como base ontológica en


Heidegger

Facilitador:
Pbro. Juan Serra
Alumno:
Ricardo Morillo
C.I.: 26.025.655

Maracaibo; mayo de 2021


La Riqueza Sumergida en los Pensamientos de Heidegger

El ilustre teólogo y filósofo Heidegger, implanta en el mundo de los


pensamientos existencialistas, su postura firme y precisa del ser y los problemas
que se relacionan a éste, propone características e inéditos senderos de
pensamiento que inducen a desarrollar nuevas tesis con respecto al tema, por
esto y más cabe preguntarse ¿Ofrece soluciones y nuevas vías razonables a la
existencia conjuntamente con el ser? ¿Indaga y profundiza en sus formulaciones
con respecto al tema? ¿Se asemejan y aportan estas propuestas para el
desarrollo de temas ontológicos y metafísicos?

En este ensayo se tratará de abordar y profundizar en estos temas,


desarrollando en la medida de lo posible distintas perspectivas y aportes
personales.

El Hombre no se Hizo Para el Mundo, el Mundo se Hizo Para el Hombre

El objetivo específico que gira en torno a la filosofía existencialista de


Heidegger, resulta en elaborar una ontología capaz de determinar de manera
adecuada el sentido del ser. Poseer la cualidad de explorar y centrarse en el ser
mismo y en su autorrevelación, es decir, contemplar y ahondar en el misterio que
esconde nuestra existencia como “ser”.

Platón, influenciado por la herencia de Parménides, en varios de sus


escritos sostiene que el ser verdadero debe ser el objeto por excelencia de la
investigación filosófica, este ser, siempre igual a sí mismo, no está sometido al
devenir ni al movimiento, y se caracteriza más bien por la constancia, la
permanencia y la intemporalidad. En cambio, los pensamientos de Heidegger se
reducen a un sentido existencialista, toma el término “Dasein” que significa “estar
ahí” como la revelación y pura existencia del hombre como ser, que realiza
acciones, interactuando e indagando sobre sí mismo en este mundo sobre el
sentido del ser. Nosotros somos aquellos entes para el cual el mundo fue creado;
es decir, el “estar presente” no nos hace meros objetos, sino manipuladores y
desarrolladores de aquello que está fabricado con anterioridad específicamente
para la humanidad. El hombre es un “ser posible” por el simple hecho de estar ahí,
entonces podemos recalcar que la posibilidad es la que otorga la esencia de la
existencia y no solo una posibilidad lógica o empírica.

La existencia concretamente se denomina como “poder ser”, sin embargo,


esto conlleva a la necesidad de proyectar; es decir, se demuestra, se materializa y
se constituye en transcendencia, que nuestro filósofo denomina como el ir más
allá de uno mismo, dejando en claro que la transcendencia no es un añadido a las
características del hombre, sino más bien algo innato y primordial que el hombre
usa en función de su desarrollo y evolución.

El pensamiento de este filósofo desarrolla la importancia del papel que


juega el ser humano con respecto al mundo en el que habitamos, de alguna u otra
manera, el mundo forma parte de utensilios, materiales o instrumentos que el ser
humano utiliza para su supervivencia y para un mejor vivir, el mundo llega a ser
gracias a su ser utilizable. El rol de protagonista claro y necesario lo obtiene el
hombre, éste no es un mero espectador, claro está que habita en la casa común a
la cual llamamos planeta tierra, pero al estar implicado en el mundo, el hombre lo
transforma, se forma y se transforma a sí mismo.

El ser humano necesariamente está en el mundo, por lo tanto, tiene que


entender que no está solo y que existen “otros yos” que coexisten y forman parte
de una comunidad y fraternidad, aquí no cabe un pensamiento solipsista, ni mucho
menos egoísta. Así como el ser humano establece relación con las cosas como
utilizables, pues también tiene que tomar conciencia de un sano comportamiento
social con los otros yo, por lo tanto, se quiere decir, que el desarrollo en común,
corresponde a una responsabilidad de trabajo humano, extendiendo y
enriqueciendo su coexistencia en el mundo.
El Ser Para la Muerte

El hombre, en tanto hombre, con su vida puede lograr y definir metas claras
y concretas en la vida, direccionándose a las diferentes oportunidades que el
mundo le ofrece; sin embargo, el hecho de que pueda hacer con su vida lo que
quiera, indiferentemente va a vivir una situación que lo engloba en una existencia
inauténtica.

Todo lo posible que se plantea, conjuntamente con los logros que trazamos
en la vida, quedan inutilizables o inalcanzables, entre todas las posibilidades que
el hombre demuestre signos de vialidad, siempre habrá otra posibilidad que
amenaza a todas las demás, y esta es la muerte. Para Heidegger, la muerte es
algo inevitable y totalmente seguro en esta vida, es la certeza de que todo lo que
podamos contemplar a futuro como una posibilidad, sea en cierto modo algo
imposible ante la llegada de la ya nombrada. El vivir para la muerte queda
establecido como ley y por lo tanto es el sentido auténtico de la existencia, y como
dice nuestro filósofo “La muerte en cuanto posibilidad, no le da al hombre nada
para realizar”, siendo esta, la muerte, una posibilidad permanente que hace a
todas las demás posibilidades planteadas como inasequibles.

Haber Sido, Presente y Porvenir

Para nuestro filosofo Heidegger, cuando hablamos del tiempo, nos


identificamos mejor con el tiempo futuro, dándole mucha más relevancia que el
pasado y el presente, ya que dicho porvenir es el más incierto y el más
preocupante de todos. Como ya se ha hablado, el futuro es el que construimos en
nuestra mente sin antes tener el pensamiento de una posible imposibilidad,
llegando a la angustia, dada que, por nuestra preocupación sobre el cuidado
propio, surge desde el pasado e implica a llevar el futuro del ser con cautela.
El tiempo es determinado como el éxtasis, el pasado es recordar lo ya
vivido y con el propósito de aceptarlo, el presente es un estar entre las cosas y
además es la división del pasado y futuro, finalmente el porvenir o futuro es como
la conciencia de tender a lo que va a pasar.

Cuando hablamos del tiempo, nos referimos a que cambian en base de que
los tiempos sean auténticos o inauténticos en su existencia. Si hablamos de una
existencia auténtica, nos referimos a aquél hombre que asume y da por hecho la
inevitable posibilidad de la muerte que se cualifica cómo destino final de su
existencia. Y cuando hablamos de existencia inauténtica, se refiere a que
construimos nuestros logros con mayor preocupación a tener éxito en la vida.
Aquí esto no está tan mal de hecho, pero las personas se enfrascan en las
consecuencias efímeras de la vida y olvidan el verdadero sentido de vivir, es el de
ser felices haciendo lo que de verdad nos gusta.

El Olvido del Ser

La declaración contundente de Heidegger afirma que el sentido del ser es


imposible de obtener mediante la interrogación hacia un ente, el análisis de la
existencia demuestra y hace ver que la existencia auténtica implica la nada de
todo proyecto y la nada de la misma existencia. El análisis de “estar ahí” de aquel
ente privilegiado no llega a la definición del ser, ya que es imposible para el ente,
sino la nada de la existencia.

Heidegger fue el pionero de la crítica hacia la metafísica clásica y antigua,


incluso desde Aristóteles, dio contundentes declaraciones e incluso degradó la
metafísica hacia simplemente la física, ya que la metafísica siempre identificó al
ser con la objetividad, con la simple presencia de los entes.

La casa del ser, según Heidegger, es el lenguaje, pero no el lenguaje


común de los científicos y el ordinario, sino el lenguaje que emana de la poesía,
dice que los que habitan en esta casa son los hombres, además que los
guardianes son los poetas y los pensadores, ésta fundamentación del ser; sin
embargo, no es obra del hombre, sino un don del ser. El lenguaje del poeta no es
el hombre quien habla, sino el lenguaje mismo, y en éste, el ser.

Contundentes Pensamientos

Heidegger fue realmente un formulador de nuevas ideas y atacante de


pensares que para él no tienen base, si no que los establece como ambiguos y
restablece la filosofía que para muchos ya estaba más que dictada y
profundizada. El pensamiento de este filósofo nos conduce a nuevos senderos de
pensamientos que son dignos de estudio, analizando y desarrollando nuevas
posturas con respecto al tema del ser.

Concluimos entonces, que Heidegger se dedicó a reflexionar sobre la


existencia, entendida como “un vivir para la muerte” y sobre la angustia, como
sentido de la amenaza radical y como la presencia de la nada.
BIBLIOGRAFÍA

REALES y ANTISERI: Historia del Pensamiento Filosófico y Científico,


Editorial Herder, España, 1988.

También podría gustarte