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CAPITULO IX

De la separación personal

Art. 201. La separación personal no disuelve el vínculo matrimonial.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 202. Son causas de separación personal:

1° El adulterio;

2° La tentativa de uno de los cónyuges contra la vida del otro o de los hijos, sean o no comunes,
ya como autor principal, cómplice o instigador;

3° La instigación de uno de los cónyuges al otro a cometer delitos;

4° Las injurias graves. Para su apreciación el juez tomará en consideración la educación,


posición social y demás circunstancias de hecho que puedan presentarse;

5° El abandono voluntario y malicioso.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 203. Uno de los cónyuges puede pedir la separación personal en razón de alteraciones
mentales graves de carácter permanente, alcoholismo o adicción a la droga del otro cónyuge, si
tales afecciones provocan trastornos de conducta que impidan la vida en común o la del cónyuge
enfermo con los hijos.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 204. Podrá decretarse la separación personal, a petición de cualquiera de los cónyuges,
cuando éstos hubieren interrumpido su cohabitación sin voluntad de unirse por un término
mayor de dos años. Si alguno de ellos alega y prueba no haber dado causa a la separación, la
sentencia dejará a salvo los derechos acordados al cónyuge inocente.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 205. Transcurridos dos (2) años del matrimonio, los cónyuges, en presentación conjunta,
podrán manifestar al juez competente que existen causas graves que hacen moralmente
imposible la vida en común y pedir su separación personal conforme a lo dispuesto en el artículo
236.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

CAPITULO X

De los efectos de la separación personal

Art. 206. Separados por sentencia firme, cada uno de los cónyuges podrá fijar libremente su
domicilio o residencia. Si tuviese hijos de ambos a su cargo, se aplicarán las disposiciones
relativas al régimen de patria potestad.
Los hijos menores de CINCO (5) años quedarán a cargo de la madre, salvo causas graves que
afecten el interés del menor. En casos de matrimonios constituidos por ambos cónyuges del
mismo sexo, a falta de acuerdo, el juez resolverá teniendo en cuenta el interés del menor. Los
mayores de esa edad, a falta de acuerdo de los cónyuges, quedarán a cargo de aquel a quien el
juez considere más idóneo. Los progenitores continuarán sujetos a todas las cargas y
obligaciones respecto de sus hijos.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 207. El cónyuge que hubiera dado causa a la separación personal en los casos del artículo
202, deberá contribuir a que el otro, si no dio también causa a la separación, mantenga el nivel
económico del que gozaron durante su convivencia, teniendo en cuenta los recursos de ambos.

Para la fijación de alimentos se tendrá en cuenta:

1° La edad y estado de salud de los cónyuges;

2° La dedicación al cuidado y educación de los hijos del progenitor a quien se otorgue la guardia
de ellos;

3° La capacitación laboral y probabilidad de acceso a un empleo del alimentado;

4° La eventual pérdida de un derecho de pensión;

5° El patrimonio y las necesidades de cada uno de los cónyuges después de disuelta la sociedad
conyugal.

En la sentencia el juez fijará las bases para actualizar el monto alimentario.

Art. 208. Cuando la separación se decreta por alguna de las causas previstas en el artículo 203
regirá, en lo pertinente, lo dispuesto en el artículo anterior en favor del cónyuge enfermo, a
quien, además, deberán procurársele los medios necesarios para su tratamiento y recuperación,
teniendo en cuenta las necesidades y recursos de ambos cónyuges.

Fallecido el cónyuge obligado, aunque se hubiere disuelto el vínculo matrimonial por divorcio
vincular con anterioridad, la prestación será carga de su sucesión debiendo los herederos prever,
antes de la partición, el modo de continuar cumpliéndola.

Art. 209. Cualquiera de los esposos, haya o no declaración de culpabilidad en la sentencia de


separación personal, si no tuviera recursos propios suficientes ni posibilidad razonable de
procurárselos, tendrá derecho a que el otro, si tuviera medios, le provea lo necesario para su
subsistencia. Para determinar la necesidad y el monto de los alimentos se tendrán en cuenta las
pautas de los incisos 1°, 2° y 3° del artículo 207.

Art. 210. Todo derecho alimentario cesará si el cónyuge que los percibe vive en concubinato o
incurre en injurias graves contra el otro cónyuge.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 211. Dictada la sentencia de separación personal el cónyuge a quien se atribuyó la vivienda
durante el juicio, o que continuó ocupando el inmueble que fue asiento del hogar conyugal,
podrá solicitar que dicho inmueble no sea liquidado ni partido como consecuencia de la
disolución de la sociedad conyugal si ello le causa grave perjuicio, y no dio causa a la separación
personal, o si ésta se declara en los casos del artículo 203 y el inmueble estuviese ocupado por
el cónyuge enfermo.
En iguales circunstancias, si el inmueble fuese propio del otro cónyuge, el juez podrá establecer
en favor de éste una renta por el uso del inmueble en atención a las posibilidades económicas de
los cónyuges y al interés familiar, fijando el plazo de duración de la locación. El derecho
acordado cesará en los casos del artículo 210. También podrá declararse la cesación anticipada
de la locación o de la indivisión si desaparecen las circunstancias que le dieron lugar.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 212. El cónyuge que no dio causa a la separación personal, y que no demandó ésta en los
supuestos que prevén los artículos 203 y 204, podrá revocar las donaciones hechas al otro
cónyuge en convención matrimonial.

(Artículo sustituido por art. 5° de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

CAPITULO XI

De la disolución del vínculo

Art. 213. El vínculo matrimonial se disuelve:

1° Por la muerte de uno de los esposos;

2° Por el matrimonio que contrajere el cónyuge del declarado ausente con presunción de
fallecimiento;

3° Por sentencia de divorcio vincular.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

CAPITULO XII

Del divorcio vincular

Art. 214. Son causas de divorcio vincular:

1° Las establecidas en el artículo 202;

2° La separación de hecho de los cónyuges sin voluntad de unirse por un tiempo continuo mayor
de tres años, con los alcances y en la forma prevista en el artículo 204.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 215. Transcurridos tres años del matrimonio, los cónyuges, en presentación conjunta
podrán manifestar al juez competente que existen causas graves que hacen moralmente
imposible la vida en común y pedir su divorcio vincular, conforme lo dispuesto en el artículo 236.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 216. El divorcio vincular podrá decretarse por conversión de la sentencia firme de
separación personal, en los plazos y formas establecidos en el artículo 238.
(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

CAPITULO XIII

De los efectos del divorcio vincular

Art. 217. La sentencia de divorcio vincular producirá los mismos efectos establecidos para la
separación personal en los artículos 206, 207, 208, 209, 210, 211 y 212.

Los cónyuges recuperarán su aptitud nupcial y cesará la vocación hereditaria recíproca conforme
a lo dispuesto en el artículo 3.574, último párrafo.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 218. La prestación alimentaria y el derecho de asistencia previsto en los artículos 207, 208 y
209 cesarán en los supuestos en que el beneficiario contrajere nuevas nupcias, viviere en
concubinato o incurriese en injurias graves contra el otro cónyuge.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

CAPITULO XIV

De la nulidad del matrimonio

Art. 219. Es de nulidad absoluta el matrimonio celebrado con alguno de los impedimentos
establecidos en los incisos 1°, 2°, 3°, 4°, 6° y 7° del artículo 166. La nulidad puede ser
demandada por cualquiera de los cónyuges y por los que hubieren podido oponerse a la
celebración del matrimonio.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 220. Es de nulidad relativa:

1º. Cuando fuere celebrado con el impedimento establecido en el inciso 5 del artículo 166. La
nulidad puede ser demandada por el cónyuge incapaz y por los que en su representación podrían
haberse opuesto a la celebración del matrimonio. No podrá demandarse la nulidad después de
que el cónyuge o los cónyuges hubieren llegado a la edad legal si hubiesen continuado la
cohabitación, o, cualquiera fuese la edad, si hubieren concebido. (Inciso sustituido por art. 6° de
la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

2° Cuando fuere celebrado con el impedimento establecido en el inciso 8° del artículo 166. La
nulidad podrá ser demandada por los que podrían haberse opuesto a la celebración del
matrimonio. El mismo incapaz podrá demandar la nulidad cuando recobrase la razón si no
continuare la cohabitación, y el otro cónyuge si hubiere ignorado la carencia de razón al tiempo
de la celebración del matrimonio y no hubiere hecho vida marital después de conocida la
incapacidad;

3° En caso de impotencia de uno de los cónyuges, o de ambos, que impida absolutamente las
relaciones sexuales entre ellos. La acción corresponde al cónyuge que alega la impotencia del
otro, o la común de ambos;

4° Cuando el matrimonio fuere celebrado adoleciendo el consentimiento de alguno de los vicios a


que se refiere el artículo 175. La nulidad sólo podrá ser demandada por el cónyuge que haya
sufrido el vicio de error, dolo o violencia, si hubiese cesado la cohabitación dentro de los treinta
días de haber conocido el error o de haber sido suprimida la violencia.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

CAPITULO XV

Efectos de la nulidad del matrimonio

Art. 221. Si el matrimonio anulado hubiese sido contraído de buena fe por ambos cónyuges
producirá, hasta el día en que se declare la nulidad, todos los efectos del matrimonio válido. No
obstante, la nulidad tendrá los efectos siguientes:

1° En cuanto a los cónyuges, cesarán todos los derechos y obligaciones que produce el
matrimonio, con la sola excepción de la obligación de prestarse alimentos de toda necesidad
conforme al artículo 209;

2° En cuanto a los bienes será de aplicación a la sociedad conyugal lo dispuesto en el artículo


1.306 de este Código.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 222. Si hubo buena fe sólo de parte de uno de los cónyuges, el matrimonio producirá, hasta
el día de la sentencia que declare la nulidad, todos los efectos del matrimonio válido, pero sólo
respecto al esposo de buena fe.

La nulidad en este caso tendrá los efectos siguientes:

1° El cónyuge de mala fe no podrá exigir que el de buena fe le preste alimentos;

2° El cónyuge de buena fe podrá revocar las donaciones que por causa del matrimonio hizo al de
mala fe;

3° El cónyuge de buena fe podrá optar por la conservación por cada uno de los cónyuges de los
bienes por él adquiridos o producidos antes y después del matrimonio o liquidar la comunidad
integrada con el de mala fe mediante la aplicación del artículo 1.315, o exigir la demostración de
los aportes de cada cónyuge, a efectos de dividir los bienes en proporción a ellos como si se
tratase de una sociedad de hecho.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 223. Si el matrimonio anulado fuese contraído de mala fe por ambos cónyuges, no producirá
efecto civil alguno.

La nulidad tendrá los efectos siguientes:

1° La unión será reputada concubinato.

2° En relación a los bienes se procederá como en el caso de la disolución de una sociedad de


hecho, si se probaren aportes de los cónyuges, quedando sin efecto alguno las convenciones
matrimoniales.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)


Art. 224. La mala fe de los cónyuges consiste en el conocimiento que hubieren tenido, o debido
tener, al día de la celebración del matrimonio, del impedimento o circunstancia que causare la
nulidad. No habrá buena fe por ignorancia o error de derecho.

Tampoco la habrá por ignorancia o error de hecho que no sea excusable, a menos que el error
fuere ocasionado por dolo.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 225. El cónyuge de buena fe puede demandar, por indemnización de daños y perjuicios al
de mala fe y a los terceros que hubiesen provocado el error, incurrido en dolo o ejercido la
violencia.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 226. En todos los casos precedentes, la nulidad no perjudica los derechos adquiridos por
terceros, que de buena fe hubiesen contratado con los supuestos cónyuges.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

CAPITULO XVI

De las acciones

Art. 227. Las acciones de separación personal, divorcio vincular y nulidad, así como las que
versaren sobre los efectos del matrimonio deberán intentarse ante el juez del último domicilio
conyugal efectivo o ante el del domicilio del cónyuge demandado.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 228. Serán competentes para entender en los juicios de alimentos:

1° El juez que hubiere entendido en el juicio de separación personal, divorcio vincular o nulidad;

2° A opción del actor el juez del domicilio conyugal, el del domicilio del demandado, el de la
residencia habitual del acreedor alimentario, el del lugar de cumplimiento de la obligación o del
lugar de celebración del convenio alimentario si lo hubiere y coincidiere con la residencia del
demandado, si se planteare como cuestión principal.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 229. No hay separación personal ni divorcio vincular sin sentencia judicial que así lo decrete.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 230. Es nula toda renuncia de cualquiera de los cónyuges a la facultad de pedir la
separación personal o el divorcio vincular al juez competente, así como también toda cláusula o
pacto que restrinja o amplíe las causas que dan derecho a solicitarlos.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 231. Deducida la acción de separación personal o de divorcio vincular, o antes de ella en
casos de urgencia, podrá el juez decidir si alguno de los cónyuges debe retirarse del hogar
conyugal, o ser reintegrado a él, determinar a quien corresponda la guarda de los hijos con
arreglo a las disposiciones de este Código y fijar los alimentos que deban prestarse al cónyuge a
quien correspondiere recibirlos y a los hijos, así como las expensas necesarias para el juicio.

En el ejercicio de la acción por alimentos provisionales entre los esposos, no es procedente la


previa discusión de la validez legal del título o vínculo que se invoca.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 232. En los juicios de separación personal o divorcio vincular no será suficiente la prueba
confesional ni el reconocimiento de los hechos, a excepción de lo dispuesto en los artículos 204 y
214, inciso 2°.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 233. Durante el juicio de separación personal o de divorcio vincular, y aun antes de su
iniciación en caso de urgencia, el juez dispondrá, a pedido de parte, medidas de seguridad
idóneas para evitar que la administración o disposición de los bienes por uno de los cónyuges
pueda poner en peligro, hacer inciertos o defraudar los derechos patrimoniales del otro. Podrá
asimismo, ordenar las medidas tendientes a individualizar la existencia de bienes o derechos de
que fueren titulares los cónyuges.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 234. Se extinguirá la acción de separación personal o de divorcio vincular y cesarán los
efectos de la sentencia de separación personal, cuando los cónyuges se hubieren reconciliado
después de los hechos que autorizaban la acción. La reconciliación restituirá todo al estado
anterior a la demanda. Se presumirá la reconciliación, si los cónyuges reiniciarán la cohabitación.

La reconciliación posterior a la sentencia firme de divorcio vincular sólo tendrá efectos mediante
la celebración de un nuevo matrimonio.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 235. En los juicios contenciosos de separación personal y de divorcio vincular la sentencia
contendrá la causal en que se funda. El juez declarará la culpabilidad de uno o ambos cónyuges,
excepto en los casos previstos en los artículos 203, 204, primer párrafo y en el inciso 2° del
artículo 214.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 236. En los casos de los artículos 205 y 215 la demanda conjunta podrá contener acuerdos
sobre los siguientes aspectos:

1° Tenencia y régimen de visitas de los hijos;

2° Atribución del hogar conyugal;

3° Régimen de alimentos para los cónyuges e hijos menores o incapaces incluyendo los modos
de actualización.

También las partes podrán realizar los acuerdos que consideren convenientes acerca de los
bienes de la sociedad conyugal. A falta de acuerdo la liquidación de la misma tramitará por vía
sumaria.
El juez podrá objetar una o más estipulaciones de los acuerdos celebrados cuando, a su criterio,
ellos afectaren gravemente los intereses de una de las partes o el bienestar de los hijos.
Presentada la demanda, el juez llamará a una audiencia para oír a las partes y procurará
conciliarlas. Las manifestaciones vertidas en ella por las partes tendrán carácter reservado y no
constarán en el acta. Si los cónyuges no comparecieran personalmente, el pedido no tendrá
efecto alguno.

Si la conciliación no fuere posible en ese acto, el juez instará a las partes al avenimiento y
convocará a una nueva audiencia en un plazo no menor de dos meses ni mayor de tres, en la
que las mismas deberán manifestar, personalmente o por apoderado con mandato especial, si
han arribado a una reconciliación. Si el resultado fuere negativo el juez decretará la separación
personal o el divorcio vincular, cuando los motivos aducidos por las partes sean suficientemente
graves. La sentencia se limitará a expresar que dichos motivos hacen moralmente imposible la
vida en común, evitando mencionar las razones que la fundaren.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 237. Cuando uno de los cónyuges demandare por separación personal podrá ser
reconvenido por divorcio vincular, y si demandare por divorcio vincular podrá ser reconvenido
por separación personal. Aunque resulten probados los hechos que fundaron la demanda o
reconvención de separación personal, se declarará el divorcio vincular si también resultaron
probados los hechos en que se fundó su petición.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 238. Transcurrido un año de la sentencia firme de separación personal, ambos cónyuges
podrán solicitar su conversión en divorcio vincular en los casos de los artículos 202, 204 y 205.
Transcurridos tres años de la sentencia firme de separación personal, cualquiera de los cónyuges
podrá solicitar su conversión en divorcio vincular en las hipótesis de los artículos 202, 203, 204 y
205.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 239. La acción de nulidad de un matrimonio no puede intentarse sino en vida de ambos
esposos.

Uno de los cónyuges puede, sin embargo, deducir en todo tiempo la que le compete contra el
siguiente matrimonio contraido por su cónyuge; si se opusiera la nulidad del anterior, se juzgará
previamente esta oposición.

El supérstite de quien contrajo matrimonio mediando impedimento de ligamen puede también


demandar la nulidad del matrimonio celebrado ignorando la subsistencia del vínculo anterior.

La prohibición del primer párrafo no rige si para determinar el derecho del accionante es
necesario examinar la validez del matrimonio y su nulidad absoluta fuere invocada por
descendientes o ascendientes.

La acción de nulidad de matrimonio no puede ser promovida por el Ministerio Público sino en
vida de ambos esposos.

Ningún matrimonio será tenido por nulo sin sentencia que lo anule, dictada en proceso
promovido por parte legitimada para hacerlo.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)


TITULO III

De la patria potestad

Art. 264. La patria potestad es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los padres
sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde la
concepción de éstos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado.

Su ejercicio corresponde:

1°. En el caso de los hijos matrimoniales, a los cónyuges conjuntamente, en tanto no estén
separados o divorciados, o su matrimonio fuese anulado. Se presumirá que los actos realizados
por uno de ellos cuenta con el consentimiento del otro, salvo en los supuestos contemplados en
el artículo 264 quáter, o cuando mediare expresa oposición. (Inciso sustituido por art. 7° de la
Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

2° En caso de separación de hecho, separación personal, divorcio vincular o nulidad del


matrimonio, al padre o madre que ejerza legalmente la tenencia, sin perjuicio del derecho del
otro de tener adecuada comunicación con el hijo y de supervisar su educación. (Inciso sustituido
por art. 2° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

3° En caso de muerte de uno de los padres, ausencia con presunción de fallecimiento, privación
de la patria potestad, o suspensión de su ejercicio, al otro.

4° En el caso de los hijos extramatrimoniales, reconocidos por uno solo de los padres, a aquel
que lo hubiere reconocido.

5° En el caso de los hijos extramatrimoniales reconocidos por ambos padres, a ambos, si


convivieren y en caso contrario, a aquél que tenga la guarda otorgada en forma convencional o
judicial, o reconocida mediante información sumaria.

6° A quien fuese declarado judicialmente el padre o madre del hijo, si no hubiese sido
voluntariamente reconocido.

(Artículo sustituido por art. 3° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 264 bis. Cuando ambos padres sean incapaces o estén privados de la patria potestad o
suspendidos en su ejercicio los hijos menores quedarán sujetos a tutela. Si los padres de un hijo
extramatrimonial fuesen menores no emancipados, se preferirá a quien ejerza la patria potestad
sobre aquél de los progenitores que tenga al hijo bajo su amparo o cuidado, subsistiendo en tal
caso esa tutela aun cuando el otro progenitor se emancipe o cumpla la mayoría de edad.

(Artículo sancionado por art. 3° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 264 ter. En caso de desacuerdo entre los padres, cualquiera de ellos podrá acudir al juez
competente, quien resolverá lo más conveniente para el interés del hijo, por el procedimiento
más breve previsto por la ley local, previa audiencia de los padres con intervención del Ministerio
Pupilar. El juez podrá, aun de oficio, requerir toda la información que considere necesaria, y oír
al menor, si éste tuviese suficiente juicio, y las circunstancias lo aconsejaren. Si los desacuerdos
fueren reiterados o concurriere cualquier otra causa que entorpezca gravemente el ejercicio de
la patria potestad, podrá atribuirlo total o parcialmente a uno de los padres o distribuir entre
ellos sus funciones, por el plazo que fije, el que no podrá exceder de DOS (2) años.

(Artículo sustituido por art. 8° de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).


Art. 264 quater. En los casos de los incisos 1°, 2°, y 5° del artículo 264, se requerirá el
consentimiento expreso de ambos padres para los siguientes actos:

1° Autorizar al hijo para contraer matrimonio.

2° (Inciso derogado por art. 2° de la Ley N° 26.579 B.O. 22/12/2009)

3° Autorizarlo para ingresar a comunidades religiosas, fuerzas armadas o de seguridad.

4° Autorizarlo para salir de la República.

5° Autorizarlo para estar en juicio.

6° Disponer de los bienes inmuebles y derechos o muebles registrables de los hijos cuya
administración ejercen, con autorización judicial.

7° Ejercer actos de administración de los bienes de los hijos, salvo que uno de los padres
delegue la administración conforme lo previsto en el artículo 294.

En todos estos casos si uno de los padres no diere su consentimiento o mediara imposibilidad
para prestarlo, resolverá el juez lo que convenga al interés familiar.

(Artículo sancionado por art. 3° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 265. Los hijos menores de edad están bajo la autoridad y cuidado de sus padres. Tienen
éstos la obligación y el derecho de criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos conforme a su
condición y fortuna, no sólo con los bienes de los hijos, sino con los suyos propios.

La obligación de los padres de prestar alimentos a sus hijos, con el alcance establecido en
artículo 267, se extiende hasta la edad de veintiún años, salvo que el hijo mayor de edad o el
padre, en su caso, acrediten que cuenta con recursos suficientes para proveérselos por sí
mismo. (Párrafo incorporado art. 3° de la Ley N° 26.579 B.O. 22/12/2009)

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 266. Los hijos deben respeto y obediencia a sus padres. Aunque estén emancipados están
obligados a cuidarlos en su ancianidad y en estado de demencia o enfermedad y a proveer a sus
necesidades, en todas las circunstancias de la vida en que les sean indispensables sus auxilios.

Tienen derecho a los mismos cuidados y auxilios los demás ascendientes.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 267. La obligación de alimentos comprende la satisfacción de las necesidades de los hijos en
manutención, educación y esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia y gastos por
enfermedad.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 268. La obligación de dar alimentos a los hijos no cesa aún cuando las necesidades de ellos
provengan de su mala conducta.
Art. 269. Si el menor de edad se hallare en urgente necesidad, que no pudiere ser atendido por
sus padres, los suministros indispensables que se efectuaren se juzgarán hechos con
autorización de ellos.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 270. Los padres no están obligados a dar a sus hijos los medios de formar un
establecimiento, ni a dotar a las hijas.

Art. 271. En caso de divorcio vincular, separación personal, separación de hecho, o nulidad de
matrimonio, incumbe siempre a ambos padres el deber de dar alimento a sus hijos y educarlos,
no obstante que la tenencia sea ejercida por uno de ellos.

(Artículo sustituido por art. 2° de la Ley N° 23.515 B.O. 12/6/1987.)

Art. 272. Si cualquiera de los padres faltare a esta obligación, podrá ser demandado por la
prestación de alimentos por el propio hijo, si fuese adulto, asistido por un tutor especial, por
cualquiera de los parientes, o por el ministerio de menores.

(Artículo sustituido por art. 9° de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 273. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 274. Los padres, sin intervención alguna de sus hijos menores, pueden estar en juicio por
ellos como actores o demandados, y a nombre de ellos celebrar cualquier contrato en los límites
de su administración señalados en este Código.

Art. 275. Los hijos menores no pueden dejar la casa de sus progenitores, o aquella que éstos le
hubiesen asignado, sin licencia de sus padres.

Tampoco pueden ejercer oficio, profesión o industria, ni obligar sus personas de otra manera sin
autorización de sus padres, salvo lo dispuesto en los artículos 128 y 283.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 26.579 B.O. 22/12/2009)

Art. 276. Si los hijos menores dejasen el hogar, o aquel en que sus padres los hubiesen puesto,
sea que ellos se hubiesen sustraído a su obediencia, o que otros los retuvieran, los padres
podrán exigir que las autoridades públicas les presten toda la asistencia que sea necesaria para
hacerlos entrar bajo su autoridad. También podrán acusar criminalmente a los seductores o
corruptores de sus hijos, y a las personas que los retuvieren.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 277. Los padres pueden exigir que los hijos que están bajo su autoridad y cuidado les
presten la colaboración propia de su edad, sin que ellos tengan derecho a reclamar pago o
recompensa.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 278. Los padres tienen la facultad de corregir o hacer corregir la conducta de sus hijos
menores. El poder de corrección debe ejercerse moderadamente, debiendo quedar excluidos los
malos tratos, castigos o actos que lesionen o menoscaben física o psíquicamente a los menores.
Los jueces deberán resguardar a los menores de las correcciones excesivas de los padres,
disponiendo su cesación y las sanciones pertinentes si correspondieren.
(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 279. Los padres no pueden hacer contrato alguno con los hijos que están bajo su patria
potestad.

Art. 280. Los padres no pueden hacer contratos de locación de los servicios de sus hijos adultos,
o para que aprendan algún oficio sin asentimiento de ellos.

Art. 281. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 282. Si los padres o uno de ellos negaren su consentimiento al menor adulto para intentar
una acción civil contra un tercero, el juez, con conocimiento de los motivos que para ello tuviera
el oponente, podrá suplir la licencia, dando al hijo un tutor especial para el juicio.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 283. Se presume que los menores adultos, si ejercieren algún empleo, profesión o industria,
están autorizados por sus padres para todos los actos y contratos concernientes al empleo,
profesión o industria, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 131. Las obligaciones que de
estos actos nacieren, recaerán únicamente sobre los bienes cuya administración y usufructo o
sólo el usufructo, no tuvieren los padres.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 284. Los menores adultos ausentes del hogar con autorización de los padres, o en un país
extranjero, o en un lugar remoto dentro de la República, que tuviesen necesidad de recursos
para su alimento u otras necesidades urgentes, podrán ser autorizados por el juez del lugar o
por la representación diplomática de la República, según el caso, para contraer deudas que
satisfagan las necesidades que padecieren.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 285. Los menores no pueden demandar a sus padres sino por sus intereses propios, y
previa autorización del juez, aun cuando tengan una industria separada o sean comerciantes.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 286. El menor adulto no precisará la autorización de sus padres para estar en juicio, cuando
sea demandado criminalmente, ni para reconocer hijos ni para testar.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 287. Los padres tienen el usufructo de los bienes de sus hijos matrimoniales o
extramatrimoniales voluntariamente reconocidos, que estén bajo su autoridad, con excepción de
los siguientes:

1. Los adquiridos mediante su trabajo, empleo, profesión o industria, aunque vivan en casa de
sus padres.

2. Los heredados por motivo de la indignidad o desheredación de sus padres.

3. Los adquiridos por herencia, legado o donación, cuando el donante o testador hubiera
dispuesto que el usufructo corresponde al hijo.
(Artículo sustituido por art. 10 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 288. El usufructo de dichos bienes exceptuados, corresponde a los hijos.

Art. 289. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 290. Es implícita la cláusula de no tener los padres el usufructo de los bienes donados o
dejados a los hijos menores, cuando esos bienes fuesen donados o dejados con indicación del
empleo que deba hacerse de los respectivos frutos o rentas.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 291. Las cargas del usufructo legal de los padres son:

1. Las que pesan sobre todo usufructuario, excepto la de afianzar.

2. Los gastos de subsistencia y educación de los hijos, en proporción a la importancia del


usufructo.

3. El pago de los intereses de los capitales que venzan durante el usufructo.

4. Los gastos de enfermedad y entierro del hijo, como los del entierro y funerales del que
hubiese instituido por heredero al hijo.

(Artículo sustituido por art. 11 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 292. Las cargas del usufructo legal son cargas reales. A los padres por hechos o por deudas
no se les puede embargar el goce del usufructo, sino dejándoles lo que fuese necesario para
llenar aquéllas.

Art. 293. Los padres son los administradores legales de los bienes de los hijos que están bajo su
potestad, con excepción de los siguientes:

1° Los que hereden con motivo de la indignidad o desheredación de sus padres.

2° Los adquiridos por herencia, legado o donación cuando hubieran sido donados o dejados por
testamento bajo la condición de que los padres no los administren.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 294. La administración de los bienes de los hijos será ejercida en común por los padres
cuando ambos estén en ejercicio de la patria potestad. Los actos conservatorios pueden ser
otorgados indistintamente por cualquiera de los padres.

Los padres podrán designar de común acuerdo a uno de ellos administrador de los bienes de los
hijos, pero en ese caso el administrador necesitará el consentimiento expreso del otro para
todos los actos que requieran también la autorización judicial. En caso de graves o persistentes
desacuerdos sobre la administración de los bienes, cualquiera de los padres podrá requerir al
juez competente que designe a uno de ellos administrador.

(Artículo sustituido por art. 12 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 295. La condición que prive a los padres de administrar los bienes donados o dejados a los
hijos, no los priva del derecho al usufructo.
(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 296. En los TRES (3) meses subsiguientes al fallecimiento de uno de los padres, el
sobreviviente debe hacer inventario judicial de los bienes del matrimonio, y determinarse en él
los bienes que correspondan a los hijos, so pena de no tener el usufructo de los bienes de los
hijos menores.

(Artículo sustituido por art. 13 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 297. Los padres no pueden, ni aun con autorización judicial, comprar por sí, ni por
interpuesta persona, bienes de sus hijos aunque sea en remate público; ni constituirse
cesionario de créditos, derechos o acciones contra sus hijos; ni hacer partición privada con sus
hijos de la herencia del progenitor prefallecido, ni de la herencia, en que sean con ellos
coherederos o colegatarios; ni obligar a sus hijos como fiadores de ellos o de terceros.

Necesitan autorización judicial para enajenar bienes de cualquier clase de sus hijos, constituir
sobre ellos derechos reales o transferir derechos reales que pertenezcan a sus hijos sobre bienes
de terceros.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 298. Igualmente necesitan autorización judicial para enajenar ganados de cualquier clase
que formen los establecimientos rurales, salvo aquellos cuya venta es permitida a los
usufructuarios que tienen el usufructo de los rebaños.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 299. Los actos de los padres contra las prohibiciones de los dos artículos anteriores son
nulos y no producen efecto alguno legal.

Art. 300. Los arrendamientos que los padres hagan de los bienes de sus hijos, llevan implícita la
condición que acabarán cuando concluya la patria potestad.

Art. 301. Los padres perderán la administración de los bienes de sus hijos, cuando ella sea
ruinosa al haber de los mismos, o se pruebe la ineptitud de ellos para administrarlos, o se hallen
reducidos a estado de insolvencia y concurso judicial de sus acreedores. En este último caso
podrán continuar con la administración, si los acreedores les permiten y no embargan su
persona.

Art. 302. Los padres aun insolventes, pueden continuar en la administración de los bienes de sus
hijos, si dieren fianzas o hipotecas suficientes.

Art. 303. Removido uno de los padres de la administración de los bienes, ésta corresponderá al
otro; si ambos fueren removidos, el juez la encargará a un tutor especial y éste entregará a los
padres, por mitades, el sobrante de las rentas de los bienes, después de satisfechos los gastos
de administración y de alimentos y educación de los hijos.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 304. Los padres pierden la administración de los bienes de los hijos, cuando son privados de
la patria potestad, pero si lo fuesen por demencia, no pierden el derecho al usufructo de los
bienes de sus hijos.

Art. 305. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)
Art. 306. La patria potestad se acaba:

1. Por la muerte de los padres o de los hijos;

2. Por profesión de los padres en institutos monásticos;

3. Por llegar los hijos a la mayor edad;

4. Por emancipación legal de los hijos sin perjuicio de la subsistencia del derecho de
administración de los bienes adquiridos a título gratuito, si el matrimonio se celebró sin
autorización;

5. Por adopción de los hijos, sin perjuicio de la posibilidad de que se la restituya en caso de
revocación y nulidad de la adopción.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 26.579 B.O. 22/12/2009)

Art. 307. Cualquiera de los padres queda privado de la patria potestad:

1. Por ser condenado como autor, coautor, instigador o cómplice de un delito doloso contra la
persona o los bienes de alguno de sus hijos, o como coautor, instigador o cómplice de un delito
cometido por el hijo.

2. Por el abandono que hiciere de alguno de sus hijos, para el que los haya abandonado, aun
cuando quede bajo guarda o sea recogido por otro progenitor o un tercero.

3. Por poner en peligro la seguridad, la salud física o psíquica o la moralidad del hijo, mediante
malos tratamientos, ejemplos perniciosos, inconducta notoria o delincuencia.

(Artículo sustituido por art. 14 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 308. La privación de la autoridad de los padres podrá ser dejada sin efecto por el juez si los
padres demostraran que, por circunstancias nuevas, la restitución se justifica en beneficio o
interés de los hijos.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 309. El ejercicio de la autoridad de los padres queda suspendido mientras dure la ausencia
de los padres, judicialmente declarada conforme a los artículos 15 a 21 de la Ley N° 14.394.
También queda suspendido en caso de interdicción de alguno de los padres, o de inhabilitación
según el artículo 152 bis, incisos 1° y 2°, hasta que sea rehabilitado, y en los supuestos
establecidos en el artículo 12 del Código Penal.

Podrá suspenderse el ejercicio de la autoridad en caso de que los hijos sean entregados por sus
padres a un establecimiento de protección de menores. La suspensión será resuelta con
audiencia de los padres, de acuerdo a las circunstancias del caso.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 310. Si uno de los progenitores fuera privado o suspendido en el ejercicio de la patria
potestad, continuará ejerciéndola el otro. En su defecto, y no dándose el caso de tutela legal por
pariente consanguíneo idóneo, en orden de grado excluyente, el juez proveerá a la tutela de las
personas menores de edad.
(Artículo sustituido por art. 73 de la Ley 26.061 B.O. 26/10/2005.)

TITULO IV

De la adopción

CAPITULO I

Disposiciones generales

Art. 311. La adopción de menores no emancipados se otorgará por sentencia judicial a instancia
del adoptante. La adopción de un mayor de edad o de un menor emancipado puede otorgarse,
previo consentimiento de éstos cuando:

1º; Se trate del hijo del cónyuge del adoptante.

2º; Exista estado de hijo del adoptado, debidamente comprobado por la autoridad judicial.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 312. Nadie puede ser adoptado por más de una persona simultáneamente, salvo que los
adoptantes sean cónyuges.

Sin embargo, en caso de muerte del adoptante o de ambos cónyuges adoptantes, se podrá
otorgar una nueva adopción sobre el mismo menor.

El adoptante debe ser por lo menos dieciocho años mayor que el adoptado salvo cuando el
cónyuge supérstite adopta al hijo adoptado del premuerto.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 313. Se podrá adoptar a varios menores de uno y otro sexo simultánea o sucesivamente.

Si se adoptase a varios menores todas las adopciones serán del mismo tipo. La adopción del hijo
del cónyuge siempre será de carácter simple.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 314. La existencia de descendientes del adoptante no impide la adopción, pero en tal caso
aquellos podrán ser oídos por el juez o el Tribunal, con la asistencia del Asesor de Menores si
correspondiere.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 315. Podrá ser adoptante toda persona que reúna los requisitos establecidos en este Código
cualquiera fuese su estado civil, debiendo acreditar de manera fehaciente e indubitable,
residencia permanente en el país por un período mínimo de cinco años anterior a la petición de
la guarda.

No podrán adoptar:
a) Quienes no hayan cumplido treinta años de edad, salvo los cónyuges que tengan más de tres
años de casados. Aún por debajo de éste término, podrán adoptar los cónyuges que acrediten la
imposibilidad de tener hijos;

b) Los ascendientes a sus descendientes;

c) Un hermano a sus hermanos o medio hermanos.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 316. El adoptante deberá tener al menor bajo su guarda durante un lapso no menor de seis
meses ni mayor de un año el que será fijado por el Juez.

El juicio de adopción solo podrá iniciarse transcurridos seis meses del comienzo de la guarda.

La guarda deberá ser otorgada por el juez o tribunal del domicilio del menor o donde
judicialmente se hubiese comprobado el abandono del mismo.

Estas condiciones no se requieren cuando se adopte al hijo o hijos del cónyuge.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 317. Son requisitos para otorgar la guarda:

a) Citar a los progenitores del menor a fin de que presten su consentimiento para el
otorgamiento de la guarda con fines de adopción. El juez determinará, dentro de los sesenta
días posteriores al nacimiento, la oportunidad de dicha citación.

No será necesario el consentimiento cuando el menor estuviese en un establecimiento asistencial


y los padres se hubieran desentendido totalmente del mismo durante un año o cuando el
desamparo moral o material resulte evidente, manifiesto y continuo, y esta situación hubiese
sido comprobada por la autoridad Judicial. Tampoco será necesario cuando los padres hubiesen
sido privados de la patria potestad, o cuando hubiesen manifestado Judicialmente su expresa
voluntad de entregar al menor en adopción.

b) Tomar conocimiento personal del adoptando;

c) Tomar conocimiento de las condiciones personales, edades y aptitudes del o de los adoptantes
teniendo en consideración las necesidades y los intereses del menor con la efectiva participación
del Ministerio Público, y la opinión de los equipos técnicos consultados a tal fin.

d) Iguales condiciones a las dispuestas en el inciso anterior se podrán observar respecto de la


familia biológica.

El juez deberá observar las reglas de los incisos a), b) y c) bajo pena de nulidad.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 318. Se prohibe expresamente la entrega en guarda de menores mediante escritura pública
o acto administrativo.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)


Art. 319. El tutor sólo podrá iniciar el juicio de guarda y adopción de su pupilo una vez
extinguidas las obligaciones emergentes de la tutela.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 320. Las personas casadas sólo podrán adoptar si lo hacen conjuntamente, excepto en los
siguientes casos:

a) Cuando medie sentencia de separación personal;

b) Cuando el cónyuge haya sido declarado insano, en cuyo caso deberá oírse al curador y al
Ministerio Público de Menores;

c) Cuando se declare judicialmente la ausencia simple, la ausencia con presunción de


fallecimiento o la desaparición forzada del otro cónyuge.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 321. En el juicio de adopción deberán observarse las siguientes reglas:

a) La acción debe Interponerse ante el juez o tribunal del domicilio del adoptante o del lugar
donde se otorgó la guarda;

b) Son partes el adoptante y el Ministerio Público de Menores;

c) El juez o tribunal de acuerdo a la edad del menor y a su situación personal, oirá


personalmente, si lo juzga conveniente, al adoptado, conforme al derecho que lo asiste y a
cualquier otra persona que estime conveniente en beneficio del menor;

d) El juez o tribunal valorará si la adopción es conveniente para el menor teniendo en cuenta los
medios de vida y cualidades morales y personales del o de los adoptantes; así como la diferencia
de edad entre adoptante y adoptado;

e) El juez o tribunal podrá ordenar, y el Ministerio Público de Menores requerir las medidas de
prueba o informaciones que estimen convenientes;

f) Las audiencias serán privadas y el expediente será reservado y secreto. Solamente podrá ser
examinado por las partes, sus letrados sus apoderados y los peritos intervinientes;

g) El juez o tribunal no podrá entregar o remitir los autos, debiendo solamente expedir
testimonios de sus constancias ante requerimiento fundado de otro magistrado, quien estará
obligado a respetar el principio de reserva en protección del interés del menor;

h) Deberá constar en la sentencia que el adoptante se ha comprometido a hacer conocer al


adoptado su realidad biológica;

i) El juez o tribunal en todos los casos deberá valorar el interés superior del menor.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 322. La sentencia que acuerde la adopción tendrá efecto retroactivo a la fecha del
otorgamiento de la guarda.
Cuando se trate del hijo del cónyuge el efecto retroactivo será a partir de la fecha de promoción
de la acción.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

CAPITULO II

Adopción plena

Art. 323. La adopción plena, es irrevocable. Confiere al adoptado una filiación que sustituye a la
de origen. El adoptado deja de pertenecer a su familia biológica y se extingue el parentesco con
los integrantes de ésta así como todos sus efectos jurídicos, con la sola excepción de que
subsisten los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia del adoptante los
mismos derechos y obligaciones del hijo biológico.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 324. Cuando la guarda del menor se hubiese otorgado durante el matrimonio y el período
legal se completara después de la muerte de uno de los cónyuges, podrá otorgarse la adopción
al sobreviviente y el hijo adoptivo lo será del matrimonio.

(Artículo sustituido por art. 15 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 325. Sólo podrá otorgarse la adopción plena con respecto a los menores:

a) Huérfanos de padre y madre;

b) Que no tengan fijación acreditada;

c) Cuando se encuentren en un establecimiento asistencial y los padres se hubieran


desentendido totalmente del mismo durante un año o cuando el desamparo moral o material
resulte evidente, manifiesto y continuo, y esta situación hubiese sido comprobada por la
autoridad judicial;

d) Cuando los padres hubiesen sido privados de la patria potestad;

e) Cuando hubiesen manifestado judicialmente su expresa voluntad de entregar al menor en


adopción.

En todos los casos deberán cumplirse los requisitos previstos en los artículos 316 y 317.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 326. El hijo adoptivo llevará el primer apellido del adoptante, o su apellido compuesto si
éste solicita su agregación. En caso que los adoptantes sean cónyuges de distinto sexo, a pedido
de éstos podrá el adoptado llevar el apellido compuesto del padre adoptivo o agregar al primero
de éste, el primero de la madre adoptiva. En caso que los cónyuges sean de un mismo sexo, a
pedido de éstos podrá el adoptado llevar el apellido compuesto del cónyuge del cual tuviera el
primer apellido o agregar al primero de éste, el primero del otro. Si no hubiere acuerdo acerca
de qué apellido llevará el adoptado, si ha de ser compuesto, o sobre cómo se integrará, los
apellidos se ordenarán alfabéticamente.

En uno y otro caso podrá el adoptado después de los DIECIOCHO (18) años solicitar esta
adición.
Todos los hijos deben llevar el apellido y la integración compuesta que se hubiera decidido para
el primero de los hijos.

Si el o la adoptante fuese viuda o viudo y su cónyuge no hubiese adoptado al menor, éste


llevará el apellido del primero, salvo que existieran causas justificadas para imponerle el del
cónyuge premuerto.

(Artículo sustituido por art. 16 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 327. Después de acordada la adopción plena no es admisible el reconocimiento del adoptado
por sus padres biológicos, ni el ejercicio por el adoptado de la acción de filiación respecto de
aquellos, con la sola excepción de la que tuviese por objeto la prueba del impedimento
matrimonial del artículo 323.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 328. El adoptado tendré derecho a conocer su realidad biológica y podrá acceder al
expediente de adopción a partir de los dieciocho años de edad.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

CAPITULO III

Adopción simple

Art. 329. La adopción simple confiere al adoptado la posición del hijo biológico; pero no crea
vínculo de parentesco entre aquél y la familia biológica del adoptante, sino a los efectos
expresamente determinados en este Código.

Los hijos adoptivos de un mismo adoptante serán considerados hermanos entre sí.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 330. El juez o tribunal, cuando sea más conveniente para el menor o a pedido de parte por
motivos fundados, podrá otorgar la adopción simple.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 331. Los derechos y deberes que resulten del vínculo biológico del adoptado no quedan
extinguidos por la adopción con excepción de la patria potestad, inclusive la administración y
usufructo de los bienes del menor que se transfieren al adoptante, salvo cuando se adopta al
hijo del cónyuge.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 332. La adopción simple impone al adoptado el apellido del adoptante, pero aquél podrá
agregar el suyo propio a partir de los DIECIOCHO (18) años.

El cónyuge sobreviviente adoptante podrá solicitar que se imponga al adoptado el apellido de su


cónyuge premuerto si existen causas justificadas.

(Artículo sustituido por art. 17 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).


Art. 333. El adoptante hereda ab intestato al adoptado y es heredero forzoso en las mismas
condiciones que los padres biológicos; pero ni el adoptante hereda los bienes que el adoptado
hubiera recibido a título gratuito de su familia biológica ni esta hereda los bienes que el
adoptado hubiera recibido a título gratuito de su familia de adopción. En los demás bienes los
adoptantes excluyen a los padres biológicos.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 334. El adoptado y sus descendientes heredan por representación a los ascendientes de los
adoptantes; pero no son herederos forzosos. Los descendientes del adoptado heredan por
representación al adoptante y son herederos forzosos.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 335. Es revocable la adopción simple:

a) Por haber incurrido el adoptado o el adoptante en indignidad de los supuestos previstos en


este Código para impedir la sucesión;

b) Por haberse negado alimentos sin causa justificada;

c) Por petición justificada del adoptado mayor de edad;

d) Por acuerdo de partes manifestado judicialmente, cuando el adoptado fuera mayor de edad.

La revocación extingue desde su declaración judicial y para lo futuro todos los efectos de la
adopción.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 336. Después de la adopción simple es admisible el reconocimiento del adoptado por sus
padres biológicos y el ejercicio de la acción de filiación. Ninguna de estas situaciones alterará los
efectos de la adopción establecidos en el artículo 331.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

CAPITULO IV

Nulidad e Inscripción

Art. 337. Sin perjuicio de las nulidades que resulten de las disposiciones de este Código:

1º; Adolecerá de nulidad absoluta la adopción obtenido en violación de los preceptos referentes
a:

a) La edad del adoptado;

b) La diferencia de edad entre adoptante y adoptado;

c) La adopción que hubiese tenido un hecho ilícito como antecedente necesario, incluido el
abandono supuesto o aparente del menor proveniente de la comisión de un delito del cual
hubiera sido víctima el mismo y/o sus padres;
d) La adopción simultánea por más de una persona salvo que los adoptantes sean cónyuges;

e) la adopción de descendientes;

f) La adopción de hermanos y de medio hermanos entre sí.

2º; Adolecerá de nulidad relativa la adopción obtenido en violación de los preceptos referentes
a:

a) La edad mínima del adoptante;

b) Vicios del consentimiento.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 338. La adopción. su revocación o nulidad deberán inscribirse en el Registro del Estado Civil
y Capacidad de las Personas.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

CAPITULO V

Efectos de la adopción conferida en el extranjero

Art. 339. La situación jurídica, los derechos y deberes del adoptante y adoptado entre sí, se
regirán por la ley del domicilio del adoptado al tiempo de la adopción, cuando ésta hubiera sido
conferida en el extranjero.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

Art. 340. La adopción concedida en el extranjero de conformidad a la ley de domicilio del


adoptado. podrá transformarse en el régimen de adopción plena en tanto se reúnan los
requisitos establecidos en este Código, debiendo acreditar dicho vínculo y prestar su
consentimiento adoptante y adoptado. Si este último fuese menor de edad deberá intervenir el
Ministerio Público de Menores.

(Artículo sustituido por art. 1º; de la Ley Nº 24.779 B.O. 1/4/1997.)

TITULO VI

Del parentesco, sus grados; y de los derechos y obligaciones de los parientes

Art. 345. El parentesco es el vínculo subsistente entre todos los individuos de los dos sexos, que
descienden de un mismo tronco.

Art. 346. La proximidad de parentesco se establece por líneas y grados.

Art. 347. Se llama grado, el vínculo entre dos individuos, formado por la generación; se llama
línea la serie no interrumpida de grados.

Art. 348. Se llama tronco el grado de donde parten dos o más líneas, las cuales por relación a su
origen se llaman ramas.
Art. 349. Hay tres líneas: la línea descendente, la línea ascendente y la línea colateral.

Art. 350. Se llama línea descendente la serie de grados o generaciones que unen el tronco
común con sus hijos, nietos y demás descendientes.

Art. 351. Se llama línea ascendente la serie de grados o generaciones que ligan al tronco con su
padre, abuelo y otros ascendientes.

CAPITULO I

Del parentesco por consanguinidad

Art. 352. En la línea ascendente y descendente hay tantos grados como generaciones. Así, en la
línea descendente el hijo está en el primer grado, el nieto en el segundo, y el bisnieto en el
tercero, así los demás. En la línea ascendente, el padre está en el primer grado, el abuelo en el
segundo, el bisabuelo en el tercero, etcétera.

Art. 353. En la línea colateral los grados se cuentan igualmente por generaciones, remontando
desde la persona cuyo parentesco se quiere comprobar hasta el autor común; y desde éste
hasta el otro pariente. Así, dos hermanos están en el segundo grado, el tío y el sobrino en el
tercero, los primos hermanos en el cuarto, los hijos de primos hermanos en el sexto, y los nietos
de primos hermanos en el octavo, y así en adelante.

Art. 354. La primera línea colateral parte de los ascendientes en el primer grado, es decir de
cada uno de los padres de la persona de que se trate, y comprende a sus hermanos y hermanas
y a su posteridad.

(Artículo sustituido por art. 18 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 355. La segunda, parte de los ascendientes en segundo grado, es decir de cada uno de los
abuelos de la persona de que se trate, y comprende al tío, el primo hermano, y así los demás.

(Artículo sustituido por art. 19 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 356. La tercera línea colateral parte de los ascendientes en tercer grado, es decir de cada
uno de los bisabuelos de la persona de que se trate, y comprende sus descendientes. De la
misma manera se procede para establecer las otras líneas colaterales, partiendo de los
ascendientes más remotos.

(Artículo sustituido por art. 20 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 357. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 358. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 359. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 360. Los hermanos se distinguen en bilaterales y unilaterales. Son hermanos bilaterales los
que proceden de los mismos padres. Son hermanos unilaterales los que proceden de un mismo
ascendiente en primer grado, difiriendo en el otro.

(Artículo sustituido por art. 21 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).


Art. 361. Cuando los hermanos unilaterales proceden de un mismo padre, tienen el nombre de
hermanos paternos; cuando proceden de la misma madre se llaman hermanos maternos.

Art. 362. Los grados de parentesco, según la computación establecida en este título, rigen para
todos los efectos declarados en las leyes de este código, con excepción del caso en que se trate
de impedimento para el matrimonio, para lo cual se seguirá la computación canónica.

CAPITULO II

Del parentesco por afinidad

Art. 363. La proximidad del parentesco por afinidad se cuenta por el número de grados en que
cada uno de los cónyuges estuviese con sus parientes por consanguinidad. En la línea recta, sea
descendente o ascendente, el yerno o nuera están recíprocamente con el suegro o suegra, en el
mismo grado que el hijo o hija, respecto del padre o madre, y así en adelante. En la línea
colateral, los cuñados o cuñadas entre sí están en el mismo grado que entre sí están los
hermanos o hermanas. Si hubo un precedente matrimonio el padrastro o madrastra en relación
a los entenados o entenadas, están recíprocamente en el mismo grado en que el suegro o
suegra en relación al yerno o nuera.

Art. 364. El parentesco por afinidad no induce parentesco alguno para los parientes
consanguíneos de uno de los cónyuges en relación a los parientes consanguíneos del otro
cónyuge.

CAPITULO III

Del parentesco ilegítimo

Art. 365. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 366. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

CAPITULO IV

Derechos y obligaciones de los parientes

Art. 367. Los parientes por consanguinidad se deben alimentos en el orden siguiente:

1° Los ascendientes y descendientes. Entre ellos estarán obligados preferentemente los más
próximos en grado y a igualdad de grados los que estén en mejores condiciones para
proporcionarlos.

2° Los hermanos y medio hermanos.

La obligación alimentaria entre los parientes es recíproca.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 368. Entre los parientes por afinidad únicamente se deben alimentos aquellos que están
vinculados en primer grado.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 369. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)
Art. 370. El pariente que pida alimentos, debe probar que le faltan los medios para alimentarse,
y que no le es posible adquirirlos con su trabajo, sea cual fuese la causa que lo hubiere reducido
a tal estado.

Art. 371. El pariente que prestase o hubiese prestado alimentos voluntariamente o por decisión
judicial, no tendrá derecho a pedir a los otros parientes cuota alguna de lo que hubiere dado,
aunque los otros parientes se hallen en el mismo grado y condición que él.

Art. 372. La prestación de alimentos comprende lo necesario para la subsistencia, habitación y


vestuario correspondiente a la condición del que la recibe, y también lo necesario para la
asistencia en las enfermedades.

Art. 373. Cesa la obligación de prestar alimentos si los descendientes en relación a sus
ascendientes, o los ascendientes en relación a sus descendientes cometieren algún acto por el
que puedan ser desheredados.

(Artículo sustituido por art. 4° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 374. La obligación de prestar alimentos no puede ser compensada con obligación alguna, ni
ser objeto de transacción; ni el derecho a los alimentos puede renunciarse ni transferirse por
acto entre vivos o muerte del acreedor o deudor de alimentos, ni constituir a terceros derecho
alguno sobre la suma que se destine a los alimentos, ni ser ésta embargada por deuda alguna.

Art. 375. El procedimiento en la acción de alimentos, será sumario, y no se acumulará a otra


acción que deba tener un procedimiento ordinario; y desde el principio de la causa o en el curso
de ella, el juez, según el mérito que arrojaren los hechos, podrá decretar la prestación de
alimentos provisorios para el actor, y también las expensas del pleito, si se justificare absoluta
falta de medios para seguirlo.

Art. 376. De la sentencia que decrete la prestación de alimentos, no se admitirá recurso alguno
con efecto suspensivo, ni el que recibe los alimentos podrá ser obligado a prestar fianza o
caución alguna de volver lo recibido, si la sentencia fuese revocada.

Art. 376 bis. Los padres tutores o curadores de menores e incapaces o a quienes tengan a su
cuidado personas mayores de edad enfermas o imposibilitadas deberán permitir la visita de los
parientes que conforme a las disposiciones del presente Capítulo, se deban recíprocamente
alimentos. Si se dedujere oposición fundada en posibles perjuicios a la salud moral o física de los
interesados el juez resolverá en trámite sumario lo que corresponda, estableciendo en su caso el
régimen de visitas más conveniente de acuerdo a las circunstancias del caso.

(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 21.040 B.O.6/10/1975.)

TITULO VII

De la tutela

CAPITULO I

De la tutela en general

Art. 377. La tutela es el derecho que la ley confiere para gobernar la persona y bienes del menor
de edad, que no está sujeto a la patria potestad, y para representarlo en todos los actos de la
vida civil.
Art. 378. Los parientes de los menores huérfanos están obligados a poner en conocimiento de
los magistrados el caso de orfandad, o la vacante de la tutela; si no lo hicieren, quedan privados
del derecho a la tutela que la ley les concede.

Art. 379. La tutela es un cargo personal, que no pasa a los herederos, y del cual nadie puede
excusarse sin causa suficiente.

Art. 380. El tutor es el representante legítimo del menor en todos los negocios civiles.

Art. 381. La tutela se ejerce bajo la inspección y vigilancia del ministerio de menores.

Art. 382. La tutela se da, o por los padres, o por la ley, o por el juez.

CAPITULO II

De la tutela dada por los padres

Art. 383. El padre mayor o menor de edad, y la madre que no ha pasado a segundas nupcias, el
que últimamente muera de ambos, puede nombrar por testamento, tutor a sus hijos que estén
bajo la patria potestad. Pueden también nombrarlo por escritura pública, para que tenga efecto
después de su fallecimiento.

Art. 384. El nombramiento de tutor puede ser hecho por los padres, bajo cualquiera cláusula o
condición no prohibida.

Art. 385. Son prohibidas y se tendrán como no escritas, las cláusulas que eximan al tutor de
hacer inventario de los bienes del menor, o de dar cuenta de su administración todas las veces
que se le ordena por este código, o lo autoricen a entrar en la posesión de los bienes, antes de
hacer el inventario.

Art. 386. La tutela debe servirse por una sola persona, y es prohibido a los padres nombrar dos
o más tutores, que funcionen como tutores conjuntos: y si lo hicieren, el nombramiento
subsistirá solamente para que los nombrados sirvan la tutela en el orden que fuesen designados,
en el caso de muerte, incapacidad, excusa o separación de alguno de ellos

Art. 387. Los padres pueden nombrar tutores al hijo que deshereden.

Art. 388. La tutela dada por los padres debe ser confirmada por el juez, si hubiese sido
legalmente dada, y entonces se discernirá el cargo al tutor nombrado.

CAPITULO III

De la tutela legal

Art. 389. La tutela legal tiene lugar cuando los padres no han nombrado tutor a sus hijos o
cuando los nombrados no entran a ejercer la tutela, o dejan de ser tutores.

(Artículo sustituido por art. 5° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 390. La tutela legal corresponde únicamente a los abuelos, tíos, hermanos o medio
hermanos del menor, sin distinción de sexos.

(Artículo sustituido por art. 5° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)


Art. 391. El juez confirmará o dará la tutela legal a las personas que por su solvencia y
reputación fuese la más idónea para ejercerla, teniendo en cuenta los intereses del menor.

(Artículo sustituido por art. 5° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

CAPITULO IV

De la tutela dativa

Art. 392. Los jueces darán tutela al menor que no la tenga asignada por sus padres y cuando no
existan los parientes llamados a ejercer la tutela legal, o cuando, existiendo, no sean capaces o
idóneos, o hayan hecho dimisión de la tutela, o hubiesen sido removidos de ella.

(Artículo sustituido por art. 6° de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 393. Los jueces no podrán proveer la tutela, salvo que se tratase de menores sin recursos o
de parientes de los mismos jueces, en socios, deudores o acreedores suyos, en sus parientes
dentro del cuarto grado, en amigos íntimos suyos o de sus parientes hasta dentro del cuarto
grado; en socios, deudores o acreedores, amigos íntimos o parientes dentro del cuarto grado de
los miembros de los Tribunales Nacionales o Provinciales, que ejercieran sus funciones en el
mismo lugar en que se haga el nombramiento, ni proveerla dando a una misma persona varias
tutelas de menores de diferentes familias, salvo que se tratase de filántropos reconocidos
públicamente como tales.

(Artículo sustituido por art. 6° de la Ley N° 10.903 B.O. 27 y 30/10/1919.)

CAPITULO V

De la tutela de los hijos naturales

Art. 394. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 395. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 396 (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

CAPITULO VI

De la tutela especial

Art. 397. Los jueces darán a los menores, tutores especiales en los casos siguientes:

1° Cuando los intereses de ellos estén en oposición con los de sus padres, bajo cuyo poder se
encuentren;

2° Cuando el padre o madre perdiere la administración de los bienes de sus hijos;

3° Cuando los hijos adquieran bienes cuya administración no corresponda a sus padres;

4° Cuando los intereses de los menores estuvieren en oposición con los de su tutor general o
especial;
5° Cuando sus intereses estuvieren en oposición con los de otro pupilo que con ellos se hallase
con un tutor común, o con los de otro incapaz, de que el tutor sea curador;

6° Cuando adquieran bienes con la cláusula de ser administrados por persona designada, o de
no ser administrados por su tutor;

7° Cuando tuviesen bienes fuera del lugar de la jurisdicción del juez de la tutela, que no pueden
ser convenientemente administrados por el tutor;

8° Cuando hubiese negocios, o se tratase de objetos que exijan conocimientos especiales, o una
administración distinta

TITULO VIII

De los que no pueden ser tutores

Art. 398. No pueden ser tutores:

1° Los menores de edad;

2° Los mudos; (Inciso sustituido por art. 1° de la Ley N° 23.647 B.O. 1/11/1988.)

3° Los privados de razón;

4° Los que no tienen domicilio en la República;

5° Los fallidos, mientras no hayan satisfecho a sus acreedores;

6° El que hubiese sido privado de ejercer la patria potestad;

7° Los que tienen que ejercer por largo tiempo, o por tiempo indefinido, un cargo o comisión
fuera del territorio de la República;

8° Las mujeres, con excepción de la abuela, si se conservase viuda;

9° El que no tenga oficio, profesión o modo de vivir conocido, o sea notoriamente de mala
conducta;

10° El condenado a pena infamante;

11° Los deudores o acreedores del menor por cantidades considerables;

12° Los que tengan, ellos o sus padres, pleito con el menor por su estado, o sus bienes;

13° El que hubiese malversado los bienes de otro menor, o hubiese sido removido de otra
tutela;

14° Los parientes que no pidieron tutor para el menor que no lo tenía;

15° Los individuos del ejército y de la marina que se hallen en actual servicio, incluso los
comisarios, médicos y cirujanos;

16° Los que hubiesen hecho profesión religiosa.


TITULO IX

Del discernimiento de la tutela

Art. 399. Nadie puede ejercer las funciones de tutor, ya sea la tutela dada por los padres o por
los jueces, sin que el cargo sea discernido por el juez competente, que autorice al tutor
nombrado o confirmado para ejercer las funciones de los tutores.

Art. 400. El discernimiento de la tutela corresponde al juez del lugar en que los padres del
menor tenían su domicilio, el día de su fallecimiento.

Art. 401. Si los padres del menor tenían su domicilio fuera de la República el día de su
fallecimiento, o lo tenían el día en que se trataba de constituir la tutela, el juez competente para
el discernimiento de la tutela será, en el primer caso, el juez del lugar de la última residencia de
los padres el día de su fallecimiento, y en el segundo caso, el del lugar de su residencia actual.

Art. 402. (Artículo derogado por art. 18 de la Ley N° 23.264 B.O. 23/10/1985.)

Art. 403. En cuanto a los expósitos o menores abandonados, el juez competente para discernir
la tutela será el del lugar en que ellos se encontraren.

Art. 404. El juez a quien compete el discernimiento de la tutela, será el competente para dirigir
todo lo que a ella pertenezca, aunque los bienes del menor estén fuera del lugar que abrace su
jurisdicción.

Art. 405. La mudanza de domicilio o residencia del menor o de sus padres, en nada influirá en la
competencia del juez que hubiese discernido la tutela, y al cual sólo corresponde la dirección de
ella hasta que venga a cesar por parte del pupilo.

Art. 406. Para discernirse la tutela, el tutor nombrado o confirmado por el juez, debe asegurar
bajo juramento el buen desempeño de su administración.

Art. 407. Los actos practicados por el tutor a quien aún no se hubiere discernido la tutela, no
producirán efecto alguno, respecto del menor; pero el discernimiento posterior importará una
ratificación de tales actos, si de ellos no resulta perjuicio al menor.

Art. 408. Discernida la tutela, los bienes del menor no serán entregados al tutor, sino después
que judicialmente hubiesen sido inventariados y avaluados, a menos que antes del
discernimiento de la tutela se hubiera hecho ya el inventario y tasación de ellos.

TITULO X

De la administración de la tutela

Art. 409. La administración de la tutela, discernida por los jueces de la República, será regida
solamente por las leyes de este código, si en la República existiesen los bienes del pupilo.

Art. 410. Si el pupilo tuviese bienes muebles o inmuebles fuera de la República, la


administración de tales bienes y su enajenación será regida por las leyes del país donde se
hallaren.

Art. 411. El tutor es el representante legítimo del menor en todos los actos civiles: gestiona y
administra solo. Todos los actos se ejecutan por él y en su nombre, sin el concurso del menor y
prescindiendo de su voluntad.
Art. 412. Debe tener en la educación y alimento del menor los cuidados de un padre. Debe
procurar su establecimiento a la edad correspondiente, según la posición y fortuna del menor,
sea destinándolo a la carrera de las letras, o colocándolo en una casa de comercio, o haciéndole
aprender algún oficio.

Art. 413. El tutor debe administrar los intereses del menor como un buen padre de familia, y es
responsable de todo perjuicio resultante de su falta en el cumplimiento de sus deberes.

Art. 414. Si los tutores excediesen los poderes de su mandato, o abusasen de ellos en daño de
la persona o bienes del pupilo, éste, sus parientes, el ministerio de menores, o la autoridad
policial, pueden reclamar del juez de la tutela las providencias que fuesen necesarias.

Art. 415. El menor debe a su tutor el mismo respeto y obediencia que a sus padres.

Art. 416. El menor debe ser educado y alimentado con arreglo a su clase y facultades.

Art. 417. El juez, discernida la tutela, debe señalar, según la naturaleza y situación de los bienes
del menor el tiempo en que el tutor debe hacer el inventario judicial de ellos. Mientras el
inventario no está hecho, el tutor no podrá tomar más medidas sobre los bienes, que las que
sean de toda necesidad.

Art. 418. Cualesquiera que sean las disposiciones del testamento en que el menor hubiese sido
instituido heredero, el tutor no puede ser eximido de hacer el inventario judicial.

Art. 419. Si el tutor tuviese algún crédito contra el menor, deberá asentarlo en el inventario; y si
no lo hiciese, no podrá reclamarlo en adelante, a menos que al tiempo del inventario hubiese
ignorado la deuda a su favor.

Art. 420. Los bienes que en adelante adquiriese el menor por sucesión u otro título, deberá
inventariarlos con las mismas solemnidades.

Art. 421. Si el tutor entrase en lugar de un tutor anterior, debe inmediatamente pedir a su
predecesor o a sus herederos la rendición judicial de las cuentas de la tutela, y la posesión de
los bienes del menor.

Art. 422. Para la facción del inventario el juez debe acompañar al tutor con uno o más parientes
del menor, u otras personas que tuviesen conocimiento de los negocios o de los bienes del que
lo hubiese instituido por heredero.

Art. 423. El juez, según la importancia de los bienes del menor, de la renta que ellos produzcan,
y de la edad del pupilo, fijará la suma anual que ha de invertirse en su educación y alimentos,
sin perjuicio de variarla, según fuesen las nuevas necesidades del menor.

Art. 424. Si hubiese sobrante en las rentas del pupilo, el tutor deberá colocarlo a interés en los
bancos o en rentas públicas, o adquirir bienes raíces con conocimiento y aprobación del juez de
la tutela.

Art. 425. Los depósitos que se hagan en los bancos, de los capitales de los menores, deben ser a
nombre de ellos, lo mismo que las inscripciones en la deuda pública.

Art. 426. El tutor para usar de los depósitos hechos en los bancos, o para enajenar las rentas
públicas, necesita la autorización judicial, demostrando la necesidad y conveniencia de hacerlo.
Art. 427. Si las rentas del menor no alcanzaren para educación y alimentos, el juez puede
autorizar al tutor para que emplee una parte del principal, a fin de que el menor no quede sin la
educación correspondiente.

Art. 428. Si los pupilos fuesen indigentes, y no tuviesen suficientes medios para los gastos de su
educación y alimento, el tutor pedirá autorización al juez para exigir de los parientes la
prestación de alimentos.

Art. 429. El pariente que diese alimentos al pupilo podrá tenerlo en su casa, y encargarse de su
educación, si el juez lo permitiese.

Art. 430. Si los pupilos indigentes no tuviesen parientes, o éstos no se hallasen en circunstancias
de darles alimentos, el tutor, con autorización del juez, puede ponerlo en otra casa, o contratar
el aprendizaje de un oficio y los alimentos.

Art. 431. El tutor no podrá salir de la República sin comunicar previamente su resolución al juez
de la tutela, a fin de que éste delibere sobre la continuación de la tutela, o nombramiento de
otro tutor.

Art. 432. No podrá tampoco mandar a los pupilos fuera de la República o a otra Provincia, ni
llevarlos consigo, sin autorización del juez.

Art. 433. El tutor responde de los daños causados por sus pupilos menores de 10 años que
habiten con él.

Art. 434. El tutor no puede enajenar los bienes muebles o inmuebles del menor, sin autorización
del juez de la tutela.

Art. 435. Le es prohibido también constituir sobre ellos derecho real alguno, o dividir los
inmuebles que los pupilos posean en común con otros, si el juez no hubiese decretado la división
con los copropietarios.

Art. 436. El tutor debe provocar la venta de la cosa que el menor tuviese en comunidad con
otro, como también la división de la herencia en que tuviese alguna parte.

Art. 437. Toda participación en que los menores estén interesados, sea de muebles o de
inmuebles, como la división de la propiedad en que tengan un parte proindiviso, debe ser
judicial.

Art. 438. El juez puede conceder licencia para la venta de los bienes raíces de los menores, en
los casos siguientes:

1° Cuando las rentas del pupilo fuesen insuficientes para los gastos de su educación y
alimentos;

2° Cuando fuese necesario pagar deudas del pupilo, cuya solución no admita demora, no
habiendo otros bienes, ni otros recursos para ejecutar el pago;

3° Cuando el inmueble estuviese deteriorado, y no pudiera hacerse su reparación sin enajenar


otro inmueble o contraer una deuda considerable;

4° Cuando la conservación del inmueble por más tiempo, reclamara gastos de gran valor;
5° Cuando el pupilo posea un inmueble con otra persona, y la continuación de la comunidad le
fuese perjudicial;

6° Cuando la enajenación del inmueble haya sido convenida por el anterior dueño, o hubiese
habido tradición del inmueble, o recibo del precio, o parte de él;

7° Cuando el inmueble hiciese parte integrante de algún establecimiento del comercio o


industria, que hubiese tocado en herencia al pupilo, y que deba ser enajenado con el
establecimiento.

Art. 439. No será necesaria autorización alguna del juez, cuando la enajenación de los bienes de
los pupilos fuese motivada por ejecución de sentencia, o por exigencia del copropietario de
bienes indivisos con los pupilos, o cuando fuese necesario hacerla a causa de expropiación por
utilidad pública.

Art. 440. Los bienes muebles serán prontamente vendidos, exceptuándose los que fueren de oro
o plata, o joyas preciosas; los que fuesen necesarios para uso de los pupilos según su calidad y
fortuna; los que hiciesen parte integrante de algún establecimiento de comercio o industria que
a los pupilos les hubiese tocado en herencia, y éste no se enajenase; los retratos de familia y
otros objetos destinados a perpetuar su memoria, como obras de arte o cosas de un valor de
afección.

Art. 441. Los bienes muebles e inmuebles no podrán se vendidos sino en remate público,
excepto cuando los primeros sean de poco valor, y haya quien ofrezca un precio razonable por la
totalidad de ellos, a juicio del tutor y del juez.

Art. 442. El juez puede dispensar que la venta de muebles e inmuebles se haga en remate
público, cuando a su juicio la venta extrajudicial sea más ventajosa por alguna circunstancia
extraordinaria, o porque en la plaza no se pueda alcanza mayor precio, con tal que el que se
ofrezca sea mayor que el de la tasación.

Art. 443. El tutor necesita la autorización del juez para los casos siguientes:

1° Para vender todas o la mayor parte de las haciendas de cualquier clase de ganado, que
formen un establecimiento rural del menor;

2° Para pagar deudas pasivas del menor, si no fuesen de pequeñas cantidades;

3° Para todos los gastos extraordinarios que no sean de reparación o conservación de los
bienes;

4° Para repudiar herencias, legados o donaciones que se hiciesen al menor;

5° Para hacer transacciones o compromisos sobre los derechos de los menores;

6° Para comprar inmuebles para los pupilos, o cualesquiera otros objetos que no sean
estrictamente necesarios para sus alimentos y educación;

7° Para contraer empréstitos a nombre de los pupilos;

8° Para tomar en arrendamiento bienes raíces, que no fuesen la casa de habitación;

9° Para remitir créditos a favor del menor, aunque el deudor sea insolvente;
10° Para hacer arrendamiento de bienes raíces del menor que pasen del tiempo de 5 años. Aun
los que se hicieran autorizados por el juez llevan implícita la condición de terminar a la mayor
edad del menor, o antes si contrajere matrimonio, aun cuando el arrendamiento sea por tiempo
fijo;

11° Para todo acto o contrato en que directa o indirectamente tenga interés cualquiera de los
parientes del tutor, hasta el cuarto grado, o sus hijos naturales o alguno de sus socios de
comercio;

12° Para hacer continuar o cesar los establecimientos de comercio o industria que el menor
hubiese heredado, o en que tuviera alguna parte;

13° Prestar dinero de sus pupilos. La autorización sólo se concederá si existen garantías reales
suficientes. (Inciso incorporado por art. 1° de la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a
partir del 1° de julio de 1968.)

Art. 444. Si el establecimiento fuese social, el tutor, tomando en consideración las disposiciones
del testador, el contrato social, su naturaleza, estado del negocio y lugar del establecimiento,
informará al juez de la tutela si conviene o no continuar o disolver la sociedad.

Art. 445. Si el juez, por los informes del tutor, resolviese que continúe la sociedad, autorizará al
tutor para hacer las veces del socio fallecido de que el pupilo es sucesor.

Art. 446. Si el juez resolviese que la sociedad se disuelva luego o después de haberse vencido el
tiempo de su duración, autorizará al tutor para que, de acuerdo con los demás interesados,
ajuste la venta o la cesión de la cuota social del pupilo, al socio o socios sobrevivientes, o a un
tercero, con asentimiento de éstos; y si no fuere posible la venta, para inspeccionar o promover
la liquidación final, y percibir lo que correspondiese al pupilo.

Art. 447. Las disposiciones de los tres artículos anteriores no son aplicables, cuando los pupilos
fuesen interesados en sociedades anónimas, o en comandita por acciones.

Art. 448. Si el establecimiento no fuese social, el juez, tomando pleno conocimiento del negocio,
autorizará al tutor para que por sí o por los agentes de su confianza, dirija las operaciones y
trabajos, haga pagos y ejecute todos los demás actos de un mandatario con libre
administración, sin necesidad de requerir autorización especial, sino en el caso de una medida
extraordinaria.

Art. 450. Si el juez ordenare que el establecimiento cese luego, o cuando juzgare que su
continuación sería perjudicial al pupilo, autorizará al tutor para enajenarlo, en venta pública o
privada, después de tasada o regulada su importancia; y mientras no fuese posible venderlo,
para proceder como el tutor lo encontrase menos perjudicial al menor.

Art. 450. Son prohibidos absolutamente al tutor, aunque el juez indebidamente lo autorice, los
actos siguientes:

1° Comprar o arrendar por sí, o por persona interpuesta, bienes muebles o inmuebles del pupilo,
o venderle o arrendarle los suyos, aunque sea en remate público; y si lo hiciere, a más de la
nulidad de la compra, el acto será tenido como suficiente para su remoción, con todas las
consecuencias de las remociones de los tutores por conducta dolosa;

2° Constituirse cesionario de créditos o derechos o acciones contra sus pupilos, a no ser que las
cesiones resultasen de una subrogación legal;

3° Hacer con sus pupilos contratos de cualquier especie;


4° Aceptar herencias deferidas al menor, sin beneficio de inventario;

5° Disponer a título gratuito de los bienes de sus pupilos, a no ser que sea para prestación de
alimentos a los parientes de ellos, o pequeñas dádivas remuneratorias, o presentes de uso;

6° Hacer remisión voluntaria de los derechos de sus pupilos;

7° Hacer o consentir particiones privadas en que sus pupilos sean interesados;

8° (Inciso derogado por art. 1° de la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de
julio de 1968.)

9° Obligar a los pupilos, como fiadores de obligaciones suyas o de otros.

Art. 451. El tutor percibirá por sus cuidados y trabajos la décima parte de los frutos líquidos de
los bienes del menor, tomando en cuenta, para la liquidación de ellos, los gastos invertidos en la
producción de los frutos, todas las pensiones, contribuciones públicas o cargas usufructuarias a
que esté sujeto el patrimonio del menor.

Art. 452. Respecto a los frutos pendientes al tiempo de principiar la tutela, se sujetará la décima
a las mismas reglas a que está sujeto el usufructo.

Art. 453. El tutor no tendrá derecho a remuneración alguna, y restituirá lo que por ese título
hubiese recibido, si contrariase a lo prescripto respecto al casamiento de los tutores o de sus
hijos con los pupilos o pupilas, o si fuese removido de la tutela por culpa grave, o si los pupilos
sólo tuviesen rentas suficientes para sus alimentos y educación, en cuyo caso la décima podrá
disminuirse o no satisfacerse al tutor.

Art. 454. Si el tutor nombrado por los padres hubiese recibido algún legado de ellos, que pueda
estimarse como recompensa de su trabajo, no tendrá derecho a la décima; pero es libre para no
percibir el legado, o volver lo percibido y recibir la décima.

TITULO XI

De los modos de acabarse la tutela

Art. 455. La tutela se acaba:

1° Por la muerte del tutor, su remoción o excusación admitida por el juez;

2° Por la muerte del menor, por llegar éste a la mayor edad, o por contraer matrimonio.

Art. 456. Sucediendo la muerte del tutor, sus albaceas, o sus herederos mayores de edad,
deberán ponerlo inmediatamente en conocimiento del juez del lugar, y proveer entretanto a lo
que las circunstancias exijan respecto a los bienes y persona del menor.

Art. 457. Los jueces podrán remover los tutores por incapacidad o inhabilidad de éstos, por no
haber formado inventario de los bienes del menor en el término y forma establecidos en la ley, y
porque no cuidasen debidamente de la salud, seguridad y moralidad del menor que tuviesen a
su cargo, o de su educación profesional o de sus bienes.

(Artículo sustituido por art. 7° de la Ley N° 10.903 B.O. 27 y 30/10/1919.)

TITULO XII
De las cuentas de la tutela

Art. 458. El tutor está obligado a llevar cuenta fiel y documentada de las rentas y de los gastos
que la administración y la persona del menor hubiesen hecho necesarios, aunque el testador lo
hubiera exonerado de rendir cuenta alguna.

Art. 459. En cualquier tiempo el Ministerio de Menores o el menor mismo, siendo mayor de
DIECISEIS (16) años, cuando hubiese dudas sobre la buena administración del tutor, por
motivos que el juez tenga por suficientes, podrá pedirle que exhiba las cuentas de la tutela.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 26.579 B.O. 22/12/2009)

Art. 460. Acabada la tutela, el tutor o sus herederos deben dar cuenta justificada de su
administración, al menor o al que lo represente, en el término que el juez lo ordene, aunque el
menor en su testamento lo hubiera eximido de este deber.

Art. 461. Contra el tutor que no dé verdadera cuenta de su administración, o que sea convencido
de dolo o culpa grave, el menor que estuvo a su cargo tendrá el derecho de apreciar bajo
juramento el perjuicio recibido, y el tutor podrá ser condenado en la suma jurada, si ella
pareciere al juez estar arreglada a lo que los bienes del menor podían producir.

Art. 462. Los gastos de rendición de cuentas deben ser anticipados por el tutor; pero le serán
abonados por el menor si las cuentas estuviesen dadas en la debida forma.

Art. 463. Las cuentas deben ser dadas en el lugar en que se desempeñe la tutela.

Art. 464. Serán abonables al tutor todos los gastos debidamente hechos, aunque de ellos no
hubiese resultado utilidad al menor, y aunque los hubiese anticipado de su propio dinero.

Art. 465. Hasta pasado un mes de la rendición de las cuentas, es de ningún valor todo convenio
entre el tutor y el pupilo ya mayor o emancipado, relativo a la administración de la tutela, o a
las cuentas mismas.

Art. 466. Los saldos de las cuentas del tutor producirán el interés legal.

Art. 467. Los que han estado bajo tutela, acabada ésta, pueden pedir la inmediata entrega de
los bienes suyos que estén en poder del tutor, sin esperar a la rendición o aprobación de las
cuentas.

TITULO XIII

De la curatela

CAPITULO I

Curatela a los incapaces mayores de edad

Art. 468. Se da curador al mayor de edad incapaz de administrar sus bienes.

Art. 469. Son incapaces de administrar sus bienes, el demente aunque tenga intervalos lúcidos,
y el sordomudo que no sabe leer ni escribir.

Art. 470. La declaración de incapacidad y nombramiento de curador pueden pedirla al juez, el


ministerio de menores y todos los parientes del incapaz.
Art. 471. El juez, durante el juicio, puede, si lo juzgase oportuno, nombrar un curador interino a
los bienes, o un interventor en la administración del demandado por incapaz.

Art. 472. Si la sentencia que concluya el juicio, declarase incapaz al demandado, serán de
ningún valor los actos posteriores de administración que el incapaz celebrare.

Art. 473. Los anteriores a la declaración de incapacidad podrán ser anulados, si la causa de la
interdicción declarada por el juez, existía públicamente en la época en que los actos fueron
ejecutados.

Si la demencia no era notoria, la nulidad no puede hacerse valer, haya habido o no sentencia de
incapacidad, contra contratantes de buena fe y a título oneroso. (Párrafo incorporado por art. 1°
de la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)

Art. 474. Después que una persona haya fallecido, no podrán ser impugnados sus actos entre
vivos, por causa de incapacidad, a no ser que ésta resulte de los mismos actos, o que se hayan
consumado después de interpuesta la demanda de incapacidad.

Esta disposición no rige si se demostrare la mala fe de quien contrató con el fallecido. (Párrafo
incorporado por art. 1° de la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de
1968.)

Art. 475. Los declarados incapaces son considerados como los menores de edad, en cuanto a su
persona y bienes. Las leyes sobre la tutela de los menores se aplicarán a la curaduría de los
incapaces.

Art. 476. El cónyuge es el curador legítimo y necesario de su consorte, declarado incapaz.

(Artículo sustituido por art. 22 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 477. Los hijos mayores de edad, son curadores de su padre o madre viudo declarado
incapaz. Si hubiera dos o más hijos, el juez elegirá el que deba ejercer la curatela.

(Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de
julio de 1968.)

Art. 478. Cualquiera de los padres es curador de sus hijos solteros, divorciados o viudos que no
tengan hijos mayores de edad, que puedan desempeñar la curatela.

(Artículo sustituido por art. 22 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

Art. 479. En todos los casos en que el padre o madre puede dar tutor a sus hijos menores de
edad, podrá también nombrar curadores por testamento a los mayores de edad, dementes o
sordomudos.

Art. 480. El curador de un incapaz que tenga hijos menores es también tutor de éstos.

Art. 481. La obligación principal del curador del incapaz será cuidar que recobre su capacidad, y
a este objeto se han de aplicar con preferencia las rentas de sus bienes.

Art. 482. El demente no será privado de su libertad personal sino en los casos en que sea de
temer que, usando de ella, se dañe a sí mismo o dañe a otros. No podrá tampoco ser trasladado
a una casa de dementes sin autorización judicial.
Las autoridades policiales podrán disponer la internación, dando inmediata cuenta al juez, de las
personas que por padecer enfermedades mentales, o ser alcoholistas crónicos o toxicómanos
pudieren dañar su salud o la de terceros o afectaren la tranquilidad pública. Dicha internación
sólo podrá ordenarse, previo dictamen del médico oficial. (Párrafo incorporado por art. 1° de la
Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)

A pedido de las personas enumeradas en el artículo 144 el juez podrá, previa información
sumaria, disponer la internación de quienes se encuentren afectados de enfermedades mentales
aunque no justifiquen la declaración de demencia, alcoholistas crónicos y toxicómanos, que
requieran asistencia en establecimientos adecuados, debiendo designar un defensor especial
para asegurar que la internación no se prolongue más de lo indispensable y aun evitarla, si
pueden prestarle debida asistencia las personas obligadas a la prestación de alimentos. (Párrafo
incorporado por art. 1° de la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de
1968.)

Art. 483. El declarado incapaz no puede ser transportado fuera de la República sin expresa
autorización judicial, dada por el consejo cuando menos, de dos médicos, que declaren que la
medida es conveniente a su salud.

Art. 484. Cesando las causas que hicieron necesaria la curatela, cesa también ésta por la
declaración judicial que levante la interdicción.

CAPITULO II

Curadores a los bienes

Art. 485. Los curadores a los bienes podrán ser dos o más, según lo exigiese la administración
de ellos.

Art. 486. Se dará curador a los bienes del difunto cuya herencia no hubiese sido aceptada, si no
hubiese albacea nombrado para su administración.

Art. 487. Si hubiese herederos extranjeros del difunto, el curador de los bienes hereditarios será
nombrado con arreglo a los tratados existentes con las naciones a que los herederos
pertenezcan.

Art. 488. Los curadores de los bienes están sujetos a todas las trabas de los tutores o curadores,
y sólo podrán ejercer actos administrativos de mera custodia y conservación, y los necesarios
para el cobro de los créditos y pago de las deudas.

Art. 489. A los curadores de los bienes corresponde el ejercicio de las acciones y defensas
judiciales de sus representados; y las personas que tengan créditos contra los bienes, podrán
hacerlos valer contra los respectivos curadores.

Art. 490. La curaduría de bienes se acaba por la extinción de éstos, o por haberse entregado a
aquellos a quienes pertenecían.

TITULO XIV

Del Ministerio Público de Menores

Art. 491. El defensor oficial de menores debe pedir el nombramiento de tutores o curadores de
los menores o incapaces que no los tengan; y aún antes de ser éstos nombrados, puede pedir
también, si fuese necesario, que se aseguren los bienes y se pongan los menores o incapaces en
una casa decente.
Art. 492. El nombramiento de los tutores y curadores, como el discernimiento de la tutela y
curatela, debe hacerse con conocimiento del defensor de menores, quien podrá deducir la
oposición que encuentre justa, por no convenir los tutores o curadores al gobierno de la persona
y bienes de los menores o incapaces.

Art. 493. El ministerio de menores debe intervenir en todo acto o pleito sobre la tutela o
curatela, o sobre el cumplimiento de las obligaciones de los tutores o curadores. Debe también
intervenir en los inventarios de los bienes de los menores e incapaces, y en las enajenaciones o
contratos que conviniese hacer.

Puede deducir las acciones que correspondan a los tutores o curadores, cuando éstos no lo
hiciesen. Puede pedir la remoción de los tutores o curadores por su mala administración y
ejecutar todos los actos que correspondan al cuidado que le encarga la ley, de velar en el
gobierno que los tutores y curadores ejerzan sobre la persona y bienes de los menores e
incapaces.

Art. 494. Son nulos todos los actos y contratos en que se interesen las personas o bienes de los
menores e incapaces, si en ellos no hubiese intervenido el ministerio de menores.

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