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Planeamiento Estratégico

2. Explique si hay un debilitamiento del sistema de planificación

La planificación tal vez no sea la solución para el desarrollo, pero sí es una de sus herramientas
esenciales. Construir un país sin usarla es condenarlo al fracaso o, por lo menos, a una
acumulación de problemas y de costos económicos, sociales y ambientales innecesarios. De
hecho, sin una buena planificación la obra se hace con un sinfín de vaivenes, con pasos para
delante y otros para atrás y muchos a todos los lados. Es como construir un edificio sin plano.
Es caro y muy peligroso.
El planeamiento debe involucrar, además de los responsables del gobierno y de los actores
sociales organizados, al sector privado que obviamente tiene enorme influencia en todo lo que
pasa en el país, en especial con las infraestructuras. Por ejemplo, los caminos que abren las
empresas petroleras en la Amazonía son el embrión de futuras carreteras que estimulan la
colonización, pero en su diseño no hubo intervención de las partes interesadas del Gobierno,
como debieran hacerlo los sectores agropecuario y forestal o los responsables por los
derechos indígenas. Cada inversión privada significativa en industrias extractivas determina
movimientos de la población que deben ser previstos y asistidos y que, eventualmente,
podrían no ser autorizados en determinado momento o sin precondiciones. En teoría eso es
visto al momento de hacer los famosos estudios de impacto ambiental y social pero, en
realidad, se trata de planeamiento y debe preceder los tales estudios.
Los países que más progresaron en el mundo en el siglo XX y en la actualidad tuvieron y tienen
planificación rigorosa. El Brasil, por ejemplo, mantiene aunque por ahora debilitado un
influyente Ministerio de Planeamiento. El Perú tuvo un poderoso Sistema Nacional de
Planificación (SNP), creado en 1962. Su organismo rector, el Instituto Nacional de Planificación
(INP), tuvo un papel esencial para coordinar y compatibilizar las políticas públicas tanto
sectorial como territorialmente, con una visión de mediano y largo plazo para el logro de
objetivos y metas definidos por el poder político. A pesar de haber sido creado por un
gobierno militar fue mantenido tanto por otros militares como por tres gobiernos
democráticos. Eliminarlo en 1992 fue uno de los muchos errores de Fujimori. El actual CEPLAN
no es ni de cerca lo que fue el INP que con participación intensa preparó, hizo cumplir y
supervisó la ejecución de planes, programas y proyectos. Al INP se le adjuntó la Oficina
Nacional de Recursos Naturales (ONERN), brindándole un excelente soporte de información
científica actualizada. El hecho es que durante 30 años el Perú tuvo y aplicó planeamiento
estratégico.
No se propone reconstruir el viejo INP o crear un ministerio, aunque no cabe descartar esas
opciones, pero si es indispensable que el nuevo gobierno haga algo definitivo con relación al
planeamiento del futuro de la nación. Puede juntar y potenciar lo que existe, como el CEPLAN,
el SNIP y el Acuerdo Nacional pero lo más importante es que le otorgue al mecanismo que se
cree la autoridad suficiente para que, realmente, pueda conducir el desarrollo nacional por un
camino consensuado claro, bien delineado y demarcado.
Por ello, el planeamiento estratégico debe convertirse efectivamente en la primera fase para el
proceso de formulación e implantación de las diferentes políticas públicas. Asimismo, el
planeamiento estratégico debe articular y ordenar las diferentes políticas estableciendo las
jerarquías y prioridades. En tercer lugar, el planeamiento estratégico debe estar orientado
hacia resultados. Un sistema de planeamiento es relevante si es al mismo tiempo es eficaz y
eficiente. En cuarto lugar, el sistema de planeamiento estratégico debe ser la primera etapa
obligatoria del proceso presupuestal, del programa de inversión pública, de las grandes obras
de inversión en asociaciones pública privadas y orientadora del sector privado.
En quinto lugar debe ser oportuno y no simplemente registrar políticas luego de que estas se
implantaron. En sexto lugar el planeamiento debe trabajar en un espacio intermedio entre el
presente y el futuro. En séptimo lugar se debe abandonar el academicismo, la especulación
teórica y la sofisticación innecesaria para convertirse en un instrumento práctico. No se trata
que el sistema de planeamiento sea como un bello cuadro decorativo, sino que sea funcional a
la Sociedad, el gobierno y al Estado. Por último, es imprescindible que el Plan se diseñe
combinando una mirada de arriba hacia abajo pero también desde la Sociedad hacia arriba.
El Gobierno actual de la mano de los especialistas debe guiar el desarrollo, orden para el
desarrollo, por ejemplo evitar duplicidad o gastos innecesarios. Consideramos, que el PEDN
debió tener un horizonte más largo (al 2050) con la finalidad de permitir articular la
continuidad de las políticas, convertirse en un documento orientador del desarrollo. Debemos
de lograr ordenar nuestras acciones para conseguir la visión del país, esa situación ideal,
deseable, realista; el planeamiento estratégico es el instrumento guía, esta visión debe
contener los elementos del futuro que deseamos alcanzar en el ámbito nacional, regional y
local, un futuro compartido e interrelacionando con los actores como el Estado, Sector Privado
y la Sociedad.

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