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El Fondo Montario Internacional

Su creación y sus objetivos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) se creó, junto con el


Banco Mundial, en la conferencia de Bretton Woods en los EUA en
1944. El objetivo de esa conferencia fue establecer nuevos
reglamentos para la economía global. Los 43 países reunidos en
Bretton Woods formaron el FMI con el objetivo principal de promover
la estabilidad monetaria y el comercio internacional. Para cumplir con
este objetivo, se le otorgaron dos estrategias, uno regulador y el otro
crediticio. El FMI se creó para 1) mantener un nuevo sistema de tipos
de cambio fijos, bajo el cual cada moneda nacional tendría un valor
fijo con relación al oro y al dólar estadounidense, y 2) promover la
estabilidad macroeconómica mediante préstamos de corto plazo a
países con problemas de balanzas de pagos. Durante los 25 años
siguientes, el sistema funcionó relativamente bien y la economía
mundial creció a un paso seguro.

Su fase neoliberal

En 1971, EUA devaluó su moneda, el dólar, y el sistema monetario


internacional entró en crisis. El sistema de tipos de cambio fijos,
establecido en Bretton Woods, se rompió, y desde entonces, los tipos
de cambio han sido variables, es decir, sus valores son determinados
solamente por el mercado. Con este cambio en el sistema monetario,
el FMI ya
no podía
cumplir
con su
función
original de
mantener
los tipos
de
cambio, y
empezó a
cambiar
su
enfoque.
Durante
los años
70, el
Fondo
hizo
muchos más préstamos
que antes, añadiendo a
los que antes otorgaba
otros a mediano y largo
plazo, y empezó
también a distinguir
entres países más y
menos pobres y a
ofrecerles diferentes
tipos de préstamos.
Fue durante esta
década que empezó a
dispararse la deuda
externa de los países
pobres del mundo (vea el gráfico).

En los años 80, cuando llegó la crisis de la deuda de los países del
Sur, el FMI colaboró con el Banco Mundial para imponerles las
políticas de ajuste estructural (PAE). Las dos instituciones
obligaron a los países endeudados a devaluar sus monedas, reducir
sus subsidios para alimentos básicos, elevar las tasas de interés,
reducir sus regulaciones de la inversión, reducir o eliminar servicios
públicos, bajar sus aranceles, y reducir sus presupuestos, todo con el
objetivo de reorientar las economías de los países hacia la
exportación. Estas políticas dañan a las personas más vulnerables.
Por ejemplo, el FMI obligó al gobierno de Tanzania a cobrar por
consultas en hospitales y por aceptar niños a las escuelas. Como
consecuencia, las consultas en los hospitales cayeron en un 53% y la
tasa de analfabetismo creció de forma dramática.

Durante la década de los 90, el FMI continuó sus políticas, a pesar de


sus consecuencias desastrosas durante los años anteriores.
Respondió a una serie de crisis financieras en México, Asia del Este,
Rusia, Brasil, y Corea del Sur con las mismas estrategias fracasadas.
Continuó imponiendo políticas de ajuste estructural a los países en
crisis, las cuales no solamente provocaron catástrofes sociales, sino
que empeoraron las mismas crisis que pretendían combatir.

¿Quién controla el FMI?

El FMI nunca fue creado para ser una institución democrática. Los
EUA, a través de sus representantes en Bretton Woods, impusieron
en las nuevas instituciones un sistema de ‘un dólar, un voto,’ en que
los países miembros tendrían un número de votos proporcional a la
cantidad de dinero que aportaran. Los EUA manejan el 17% de los
votos totales del FMI, muchos más que cualquier otro país. El resto
del Grupo de 7 (Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y
Canadá), controla otro 28%. Y los demás 177 miembros del Fondo,
entre todos, tienen los 55% restantes. Porque el hacer cambios
significativos en las políticas del FMI requiere una "super-mayoria"
del 85%, los EUA son el único país que controla suficientes votos para
tener un veto sobre las decisiones de la institución. Además, los
representantes de los países ricos en el FMI responden a intereses
muy estrechos en sus países-principalmente los sectores
empresariales y financieros. El FMI no está abierto a la participación
pública ni siquiera de los ciudadanos de los países ricos, mucho
menos de los de los países en desarrollo.

El FMI en el futuro

Como las otras insituciones neoliberales, el FMI está recibiendo cada


vez más críticas. Una crítica principal es sobre la ideología del FMI,
que aplica una prescripción casi idéntica, y poco eficaz, a países
cuyas circunstancias económicas son muy diferentes, sin prestar
atención a esas diferencias. Otra es que las condiciones que impone
sobre los países que reciben sus fondos degeneran soberanía de
éstos, pues transfieren las decisiones económicas desde la capital
nacional a la sede del FMI en Washington. También se critica la
estructura gubernamental del Fondo, que da un poder desigual a los
países ricos y excluye las voces de los países más afectados por sus
políticas. Otra más es que siempre ha hecho caso omiso de las
consecuencias sociales de sus políticas, sobre todo para la gente más
pobre, las mujeres y los niños. Y finalmente, en muchos casos, por
ejemplo las crisis de México en 1995, Asia del Este en 1997, y Rusia
en 1998, se critica al FMI por sus respuestas a esas situaciones,
logrando empeorarlas seriamente y ayudando a que las crisis
financieras se convirtieran en crisis sociales y económicas
catastróficas

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

Institución relevante en economía, relaciones internaciones,


Comercio Exterior.

(FMI). El Fondo Monetario Internacional se estableció en la


Conferencia de Bretton Woods, New Hampshire, en 1944. El proposito
del FMI es servir como guardián del sistema monetario mundial. En la
actualidad tiene 119 miembros. Aunque los reglamentos y la
organización del FMI son bastante complejos, esencialmente su
Función primaria es establecer los tipos de cambio para las monedas
mundiales.

Es obligación de los países miembros registrar su Tipo de Cambio,


en términos de dólares estadounidenses, con el FMI, y mantenerlo.
Así el FMI es el componente primario del sistema de patrón de
cambio en dólares y del sistema de tipos de cambio fijados para todo
el mundo. El FMI tiene fondos propios, aportados por las naciones
miembros, que pueden prestar a los países con el fin de ayudarlos a
superar dificultades temporarles en su Balanza De Pagos.

Además, a fines de la década de los 60, el FMI comenzó a emitir un


nuevo tipo de unidad de reserva, los Derechos Especiales de Giro.

En ese Tiempo se dio a estas unidades nuevas, el nombre de "papel


oro", ya que eran unidades contables definidas en términos de oro,
que podían utilizarse para saldar deudas entre naciones sobre las
mismas bases que el oro. El FMI ha resultado poco manejable debido
al gran número de naciones que participan en él, y el Grupo de los
Veinte (Véase grupo de los diez) ha asumido la Función fundamental
de realizar cambios en el sistema monetario internacional.

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

(FMI)

Organismo internacional creado en 1945, que surgió de la


Conferencia de Bretton Woods, iniciada el año anterior.

El objetivo del FMI fue crear un sistema internacional de pagos que


permitiera superar la situación producida con el abandono definitivo
del sistema de padrón oro, en el período entre ambas guerras. En
este lapso los Pagos Internacionales se regulaban a través de
acuerdos bilaterales que demostraron ser de extrema rigidez y que
tampoco permitían solucionar los problemas originados en el
Comercio mundial por la Gran Depresión.

El FMI es un organismo especializado de las NU con atribuciones para


establecer las normas del sistema monetario internacional y prestar
asistencia financiera a los países miembros frente a los problemas
cambiarios que se les originen.

El sistema cambiario creado y dirigido por el FMI fue un sistema de


cambio fijo fundado en un patrón cambio-oro. Cada país, al ingresar
al FMI, definía su Moneda con relación al oro, o al dólar, como
ocurría en la práctica. El dólar, a su vez, tenía una relación oficial con
el oro a razón de 35 dólares la onza.

Los países miembros debían esforzarse por mantener la paridad, que


no debía apartarse más de 1% de la paridad declarada. Las
modificaciones a la paridad debían ser informadas al FMI si no
excedían de 10%. Si superaban este porcentaje, el país debía
demostrar ante el FMI que su Balanza De Pagos sufría un
"desequilibrio fundamental" y no de carácter puramente transitorio.

El FMI disponía de Recursos para ayudar a los países mientras


lograban superar sus problemas. Estos recursos eran aportados
inicialmente por los países miembros, a través de cuotas fijadas en
relación a la Renta nacional. Posteriormente el FMI obtuvo Recursos
de otras fuentes, fundamentalmente los bancos centrales.

Las cuotas se enteraban inicialmente con 25% en oro y el resto en


moneda del país, pero esta proporción y modalidad de pago fue
flexibilizándose paulatinamente.

En los casos de dificultades de Balanza De Pagos cada país podía


utilizar automáticamente hasta el 25% de su cuota y, además,
solicitar Recursos adicionales para ser reembolsados en plazos que
no excedían de 5 años.

En 1952 se creó el mecanismo llamado stand by, que permitió hacer


préstamos bajo la condición de que el país que recibía la ayuda
estableciera metas económicas y financieras de cuyo cumplimiento se
esperaba la superación de los problemas existentes. Las metas se
determinaban con la asistencia técnica del Fondo.

Las políticas impulsadas por este mecanismo fueron objeto de críticas


de parte de quienes las juzgaban excesivamente severas y difíciles de
compatibilizar con las aspiraciones de Crecimiento económico de los
países menos desarrollados.

Conviene recordar que las políticas de la época en la América Latina


no consideraban los Déficit fiscales y de Balanza De Pagos como
algo que debía evitarse.

El estudio de las metas se tradujo en una influencia cada vez mayor


del FMI en lo que a las políticas económicas se refiere.

Desde 1962 el FMI fue autorizado para prestar Recursos a fin de


auxiliar a ciertos países con problemas específicos, como los
exportadores de materias primas cuando enfrentaban dificultades
derivadas de la caída de los Precios internacionales, o los
importadores de petróleo con ocasión de las alzas de Precios de los
combustibles, y otros semejantes.

Mientras tanto, el sistema cambiario respaldado indirectamente por el


oro, a base las paridades fijadas con relación al dólar se fue
demostrando cada vez menos eficiente para la expansión del
Comercio mundial. En 1960, el oro subió en la Bolsa de Londres
sobre los 35 dólares la onza. Los EE.UU. impulsaron diversos
acuerdos para mantener la paridad, lo que para Francia constituyó un
serio, inconveniente.

De hecho, la Liquidez mundial dependía del Déficit en la Balanza


De Pagos de los EEUU, que originaba nuevas emisiones de dólares
que los mercados absorbían. Pero los EEUU no contaban con
Reservas de oro que respaldaran la Emisión en la proporción oficial
de 35 dólares la onza.

Lo anterior dio lugar a que, a partir de 1968, el FMI pasara a


administrar un nuevo Recurso financiero: los Derechos Especiales de
Giro, Moneda abstracta de carácter internacional, sin existencia
física, que representaban una expansión de la Liquidez (primera
enmienda).

En 1971 se fijó una nueva paridad de 38 dólares por onza, de oro,


equivalente a una Devaluación de 7,89% y los EE.UU. renunciaron a
la Convertibilidad del dólar en oro. Paralelamente a lo anterior, los
distintos países empezaron a dejar "flotar" sus monedas, en busca de
nuevas paridades que fueran adecuadas para sus intereses
comerciales. Con ello dejaba de existir el régimen de cambio fijo
sobre el cual el FMI había sido organizado.

Se produjo un período de arduas negociaciones entre quienes


buscaban restablecer el sistema de cambio fijo y quienes aspiraban a
un reconocimiento de la realidad existente. La solución se logró con
los acuerdos de Jamaica de 1976 (Segunda Enmienda, vigente desde
1978), en que se legalizó el régimen de cambio fluctuante, se
derogaron las paridades del Convenio Constitutivo, los Estados
miembros quedaron autorizados para dejar flotar sus monedas o
mantener cambios fijos.

Se suspendieron las funciones como denominador de Divisas y el


FMI fue autorizado para vender el oro de su reserva.

El FMI vio aumentar su gravitación al disponer de Recursos para dar


crédito a los países que tenían problemas cambiarios.

Se introdujo el régimen de "cartas de intención" en que los gobiernos


definen las políticas económicas a seguir, fijando metas cuyo
cumplimiento habilita para obtener los distintos "tramos" de los
créditos que se les otorgan. El concepto de "facilidades ampliadas"
corresponde a la aplicación de medidas capaces de solucionar
problemas de mediano Plazo de los países solicitantes de créditos.

El Banco Mundial y otros organismos de crédito internacional han


subordinado sus operaciones a la aprobación por el FMI de los
programas financieros, para cuyo cumplimiento los países han
solicitado ayuda crediticia. Fue la forma como se operó con ocasión
de la Crisis de la Deuda.

Inicialmente el FMI fue considerado centro financiero del mundo


capitalista y los países de la órbita soviética no entraron a él. Pero
esta situación cambió desde la desintegración del bloque soviético. El
número de países adheridos al FMI pasó de los 30 originales a 179 en
1995 incluyendo a países que eran parte de la URSS y también Suiza,
que había optado por una especie de neutralidad financiera frente al
FMI.

Préstamos del FMI


30 de septiembre de 2010

Una de las funciones medulares del FMI es suministrar préstamos a


los países miembros afectados por problemas efectivos o potenciales
de balanza de pagos. Esta asistencia financiera les permite
reconstituir sus reservas internacionales, estabilizar su moneda,
seguir pagando sus importaciones y restablecer las condiciones para
un firme crecimiento económico, al tiempo que toman las medidas
necesarias para corregir problemas subyacentes. A diferencia de los
bancos de desarrollo, el FMI no financia proyectos específicos.

¿Cuándo puede un país obtener un préstamo del FMI?

Un país miembro puede solicitar asistencia financiera al FMI si tiene


una necesidad de balanza de pagos, es decir, si no puede obtener
financiamiento en montos suficientes y en condiciones accesibles para
hacer frente a sus pagos internacionales netos y al mismo tiempo
mantener un nivel adecuado de reservas para hacer frente a
necesidades futuras. El préstamo del FMI brinda un margen de
seguridad que da más flexibilidad a las políticas de ajuste y a las
reformas que debe realizar el país para corregir sus problemas de
balanza de pagos y restablecer las condiciones para un vigoroso
crecimiento económico.

Cambios en los préstamos del FMI

El volumen de préstamos del FMI ha fluctuado mucho con el tiempo.


Con posterioridad a la crisis petrolera de los años setenta y la crisis
de la deuda de los años ochenta se produjo un brusco aumento del
financiamiento proporcionado por la institución. En los años noventa,
el proceso de transición de Europa central y oriental y las crisis de las
economías de mercados emergentes dieron lugar a nuevos
incrementos de la demanda de recursos del FMI, que se mantuvo
elevada durante los primeros años de la década de 2000 debido a las
profundas crisis ocurridas en América Latina. Sin embargo, gran parte
de estos préstamos fueron reembolsándose a medida que las
condiciones fueron mejorando. La demanda de recursos del FMI
volvió a aumentar a fines de 2008 en un período en que los
abundantes flujos de capital y la baja valoración del riesgo llevaron a
un proceso de desapalancamiento tras la crisis financiera en las
economías avanzadas.

Proceso de concesión de préstamos

Ante la solicitud de un país miembro, el FMI por lo general otorga un


préstamo en el marco de un “acuerdo” que, si corresponde, puede
estipular las políticas y medidas específicas que el país conviene en
poner en práctica para resolver su problema de balanza de pagos. El
país, en consulta con el FMI, elabora el programa económico que
sirve de base para el acuerdo y lo presenta en una “carta de
intención” al Directorio Ejecutivo de la institución. Una vez que el
Directorio aprueba el acuerdo, el préstamo se entrega normalmente
en desembolsos periódicos a medida que se va ejecutando el
programa.

Servicios financieros del FMI

Con los años el FMI ha creado varios instrumentos de crédito o


“servicios financieros”, acordes a las circunstancias específicas de sus
países miembros. Los países de bajo ingreso pueden obtener
préstamos en condiciones concesionarias por medio del Servicio de
Crédito Ampliado (SCA), el Servicio de Crédito Stand-by (SCS) y el
Servicio de Crédito Rápido (SCR) (véase Apoyo del FMI a los
países de bajo ingreso). Los préstamos no concesionarios se
otorgan principalmente mediante los Acuerdos de Derecho de Giro
(acuerdos Stand-By); la Línea de Crédito Flexible (LCF) y el Servicio
Ampliado del FMI (SAF), que se utiliza generalmente para atender
necesidades a más largo plazo. Además, el FMI proporciona
asistencia de emergencia para apoyar la recuperación del país con
posterioridad a una catástrofe natural o un conflicto. Todos los
servicios no concesionarios están sujetos a la tasa de interés del FMI,
denominada “tasa de cargos”, que está basada en el mercado; y los
préstamos de gran cuantía (que superan ciertos límites) están sujetos
a una sobretasa. La tasa de cargos se basa en la tasa de interés del
DEG, que se revisa semanalmente para tener en cuenta las
fluctuaciones de las tasas de interés de corto plazo en los principales
mercados monetarios internacionales. El monto que un país puede
obtener en préstamo del FMI —conocido como su “límite de
acceso”— varía con el tipo de préstamo, pero por lo general es un
múltiplo de la cuota que aporta el país al FMI. En circunstancias
excepcionales, se puede exceder este límite. La Línea de Crédito
Flexible no está sujeta a un límite de acceso preestablecido.

Los nuevos servicios concesionarios para los países de bajo


ingreso se crearon enenero de 2010 en el marco del Fondo Fiduciario
para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP), como parte
de un conjunto más amplio de reformas para lograr que la asistencia
financiera que brinda el FMI sea más flexible y se adapte mejor a las
diversas necesidades de los países de bajo ingreso. Las normas y los
límites de acceso casi se han duplicado con respecto a los niveles
previos a la crisis. Se ha incrementado el carácter concesionario de
las condiciones de financiamiento, y la tasa de interés se revisa cada
dos años. Todos los servicios sirven para apoyar programas
concebidos por los propios países para lograr una situación
macroeconómica sostenible y acorde con los objetivos de reducir y
fomentar el crecimiento de manera firme y duradera.

Acuerdos de Derecho de Giro (Stand-By). La mayor parte de la


asistencia que el FMI brinda a los países de ingreso mediano se
proporciona en el marco de los acuerdos Stand-By. Estos acuerdos
tienen por objeto ayudar a los países a resolver problemas de balanza
de pagos de corto plazo. Las metas de los programas buscan resolver
estos problemas y los desembolsos del FMI están supeditados al
cumplimiento de dichas metas (condicionalidad). En general, tienen
una duración de 12 a 24 meses, y el reembolso debe efectuarse en
un plazo de 3¼ a 5 años. Los acuerdos Stand-By pueden usarse para
fines precautorios —es decir, el país puede optar por no girar los
montos aprobados, y retener la opción de hacerlo más adelante si las
condiciones se deterioran— ya sea dentro de los límites de acceso
normales o en los casos de acceso excepcional. Los acuerdos Stand-
By tienen un escalonamiento de giros más flexible y, según
corresponda, pueden brindar un acceso concentrado al principio del
programa.

Línea de Crédito Flexible (LCF). La LCF está destinada a países en


que las variables fundamentales de la economía, las políticas y la
aplicación de las políticas han sido muy sólidas, y resulta
especialmente útil para prevenir crisis. Los acuerdos en el marco de
la LCF se aprueban a favor de países que reúnen ciertos criterios
preestablecidos. La duración de la LCF es de uno o dos años (con un
examen provisional después de un año para confirmar que el país
continúa cumpliendo con los criterios), y el plazo de reembolso es
igual al de los acuerdos Stand-By. El acceso se determina según las
circunstancias particulares de cada país, no está sujeto a los límites
generales de acceso, y el monto total del acceso está disponible de
inmediato, en vez de suministrarse en forma escalonada. A diferencia
de los acuerdos Stand-By, los desembolsos en el marco de la LCF no
están condicionados a compromisos en materia de políticas. El
acuerdo brinda flexibilidad al permitir al país girar en el momento en
que se aprueba el acuerdo, o usarlo con fines precautorios.

Línea de Crédito Precautorio (LCP). La LCP está destinada a


países con políticas y fundamentos sólidos, y una trayectoria de
implementación de esas políticas. Aunque quizás enfrenten
vulnerabilidades moderadas que posiblemente no se ajusten a los
criterios establecidos para acceder a la LCF, no necesitan los mismos
ajustes a gran escala de las políticas que normalmente están
asociados a los Acuerdos de Derecho de Giro tradicionales. La LCP
combina criterios de acceso (semejantes a los de la LCF) con
condiciones ex post simplificadas para reducir las vulnerabilidades
identificadas en el contexto de un examen semestral. Puede tener
una duración de entre uno y dos años. Los desembolsos pueden estar
concentrados en el período inicial: hasta 500% de la cuota se
encuentra a disposición del país una vez aprobado el acuerdo, y hasta
un total de 1000% de la cuota después de 12 meses, siempre que se
haya logrado un progreso satisfactorio hacia la reducción de las
vulnerabilidades. Aunque no exista una necesidad efectiva de balanza
de pagos en el momento de la aprobación, se puede recurrir a la LCP
si esa necesidad surge inesperadamente.
 
Servicio Ampliado del FMI (SAF). Este servicio fue creado en 1974
para ayudar a los países a resolver problemas de balanza de pagos
de más largo plazo que requieren reformas económicas
fundamentales. Por consiguiente, el plazo de los acuerdos ampliados
es más largo que el de los acuerdos Stand-By (3 años por lo general)
y el reembolso debe efectuarse normalmente en un plazo de 4½ a
10 años desde la fecha de desembolso.

Asistencia de emergencia. El FMI suministra asistencia de


emergencia a los países que han sufrido una catástrofe natural o
que están saliendo de un conflicto. Los préstamos de emergencia
están sujetos a la tasa de cargos básica, aunque algunos países
pueden solicitar una posible subvención de la tasa de interés, y deben
reembolsarse en un plazo de 3¼ a 5 años.

Supervisión del FMI


30 de septiembre de 2010

El FMI tiene encomendada la función de supervisar el sistema monetario internacional


y hacer un seguimiento de las políticas económicas y financieras de sus 187 países
miembros. Esta actividad se conoce como supervisión. Durante este proceso, que se
realiza tanto a escala mundial como en cada uno de los países, el FMI destaca los
riesgos que pueden comprometer la estabilidad interna y externa y brinda
asesoramiento sobre los ajustes de política económica necesarios. De esta manera, el
FMI contribuye a que el sistema monetario internacional cumpla su propósito esencial
de facilitar el intercambio de bienes, servicios y capital entre los países, respaldando
así un crecimiento económico sólido.

¿Por qué es importante la supervisión que ejerce el FMI?

En la economía globalizada de nuestros días, en que las políticas de un país tienden a


repercutir en muchos otros países, la cooperación a escala mundial es esencial. El FMI,
con el carácter prácticamente universal que le confieren sus 187 países miembros,
facilita esa cooperación. Las labores del FMI abarcan dos aspectos principales: la
supervisión bilateral, que comprende la evaluación de las políticas de cada uno de los
países miembros, y la supervisión multilateral, es decir, el examen de la situación de la
economía mundial.

Consultas con los países miembros

Los economistas del FMI realizan un seguimiento continuo y regular de las economías
de los países miembros y visitan los países —por lo general una vez al año— con el fin
de intercambiar opiniones con los gobiernos y los bancos centrales y, sobre todo,
determinar si existen riesgos que amenazan la estabilidad interna y externa que
justifiquen ajustes de las políticas económicas o financieras. Durante las misiones, el
personal técnico del FMI normalmente mantiene reuniones con otras partes interesadas,
como parlamentarios y representantes del sector empresarial, sindicatos y la sociedad
civil, que ayudan a evaluar las políticas y la orientación económica del país. Al regresar
a la sede, la misión presenta al Directorio Ejecutivo del FMI un informe para que lo
analice. Posteriormente, las opiniones del Directorio se transmiten a las autoridades del
país.

En los últimos años, la supervisión se ha hecho cada vez más transparente. En la


actualidad, casi todos los países miembros divulgan una nota de información al público
en la que se resumen las opiniones del Directorio Ejecutivo del FMI. En nueve de cada
diez casos, el informe del personal técnico del FMI y los análisis conexos también se
publican en el sitio web del FMI.

La supervisión desde una panorámica mundial más amplia

El FMI examina también las tendencias económicas regionales y mundiales. Esta


supervisión mundial se realiza básicamente a través de dos publicaciones semestrales, el
informe sobre las Perspectivas de la economía mundial y el informe sobre la estabilidad
financiera mundial (Global Financial Stability Report, GFSR). En el primero se
presentan análisis detallados sobre la situación de la economía mundial, en los que se
abordan temas apremiantes, como la actual turbulencia financiera mundial y la
desaceleración económica. En el segundo se efectúa una evaluación actualizada de los
mercados financieros mundiales y sus perspectivas, y se destacan los desequilibrios y
los factores de vulnerabilidad que podrían entrañar riesgos para la estabilidad de los
mercados financieros. El FMI también publica informes regionales (Regional Economic
Outlook Reports), en los que se presentan análisis detallados de las perspectivas
económicas de las cinco principales regiones del mundo.
Mantener la relevancia de la supervisión

En su forma actual, la supervisión fue establecida por el Artículo IV del Convenio


Constitutivo del FMI, con las modificaciones introducidas a finales de los años setenta
tras el colapso del sistema de Bretton Woods de tipos de cambio fijos. Según el Artículo
IV, los países miembros se comprometen a colaborar con el FMI y entre sí para
promover la estabilidad. Por su parte, el FMI tiene encomendada la función de i)
supervisar el sistema monetario internacional a fin de asegurar su buen funcionamiento
y ii) vigilar el cumplimiento por cada país de sus obligaciones en materia de política
económica.

La supervisión en la práctica

En su forma actual, la supervisión fue establecida por el Artículo IV del Convenio


Constitutivo del FMI, con las modificaciones introducidas a finales de los años setenta
tras el colapso del sistema de Bretton Woods de tipos de cambio fijos. Según el Artículo
IV, los países miembros se comprometen a colaborar con el FMI y entre sí para
promover la estabilidad. Por su parte, el FMI tiene encomendada la función de i)
supervisar el sistema monetario internacional a fin de asegurar su buen funcionamiento
y ii) vigilar el cumplimiento por cada país de sus obligaciones en materia de política
económica.

En junio de 2007 el marco normativo para la supervisión fue sometido a una importante
actualización, al adoptarse la Decisión sobre la Supervisión Bilateral de las Políticas de
los Países Miembros. La Decisión establece claramente que la supervisión bilateral debe
centrarse en evaluar si las políticas de cada país promueven la estabilidad interna y
externa. Esto significa que la supervisión debe tener como eje principal las políticas
monetarias, fiscales, financieras y cambiarias, y la evaluación de riesgos y factores de
vulnerabilidad. Asimismo, orienta a los países miembros sobre cómo ejecutar sus
políticas de tipos de cambio de una forma compatible con el objetivo de promover la
estabilidad y evitar la manipulación.

En septiembre de 2009, el Directorio Ejecutivo del FMI adoptó una “Declaración de


Prioridades en materia de Supervisión”, en la que se establecen las prioridades
económicas y operativas que habrán de orientar esta función hasta 2011. Aprobada tras
los peores momentos de la crisis económica mundial, en esta declaración se hacía
hincapié en una corrección ordenada de las intervenciones relacionadas con la crisis, así
como en las medidas de política necesarias para sostener el crecimiento de la economía
mundial. Posteriormente, en la cumbre que el G-20 celebró en Pittsburgh, los líderes
mundiales subrayaron el papel de la supervisión del FMI en la resolución de la crisis
mundial. Exigieron una cooperación internacional más sostenida y sistemática y
pidieron al Fondo que respalde las medidas de evaluación recíproca de los miembros del
G-20 mediante un análisis prospectivo que permita determinar si las políticas aplicadas
por los países miembros han sido, en conjunto, coherentes con el crecimiento sostenido
y equilibrado de la economía mundial.

En virtud de una solicitud formulada por el Comité Monetario y Financiero


Internacional en octubre de 2009, el FMI emprendió un examen de su función de
supervisión. Como resultado de ese proceso se tomaron medidas para integrar todas las
dimensiones de la supervisión —multilateral, bilateral y financiera— y hacerla más
eficaz. Las medidas son las siguientes:

 Incorporar el Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF) en la


supervisión de los países miembros con sistema financieros de importancia
sistémica.
 Elaborar, a título experimental, informes exclusivos de análisis de las
repercusiones externas que tienen las políticas de las economías de mayor
importancia sistémica.
 Aprovechar la experiencia multinacional mediante informes de varios países y
temas que aporten enseñanzas en materia de política para otros países miembros
que estén atravesando circunstancias similares.
 Preparar resúmenes de Perspectivas de la economía mundial y el informe sobre
la estabilidad financiera mundial (GFSR) para transmitir mensajes claros a las
autoridades máximas encargadas de formular políticas y a los gobernantes.

 Más información sobre el FMI en español


 Lista de fichas técnicas

DEPARTAMENTO DE RELACIONES EXTERNAS DEL FMI

Relaciones públicas
Teléfono: 202-623-7300
Fax: 202-623-7300

Relaciones con los medios de comunicación


Teléfono: 202-623-7300
Fax: 202-623-7300

Cómo toma sus decisiones el FMI


5 de noviembre de 2010

El FMI está llevando a cabo una reforma profunda de su estructura de


gobierno a fin de reflejar los cambios fundamentales que han tenido
lugar en la economía mundial a lo largo de la última generación. El
FMI ha evolucionado junto con la economía mundial durante sus
65 años de historia, lo que le ha permitido a la organización
mantener un papel central dentro de la arquitectura financiera
internacional. A diferencia de la Asamblea General de las Naciones
Unidas, donde cada país tiene un voto, el proceso de toma de
decisiones en el FMI se creó expresamente para reflejar la posición
de cada país miembro en la economía mundial. Las reformas actuales
tienen por objeto reflejar el papel más preponderante que
desempeñan hoy las economías de mercados emergentes y los países
en desarrollo en la economía mundial.

En el diagrama siguiente se presenta un panorama general de la


estructura de gobierno actual del FMI, tal como se describe en su
Convenio Constitutivo.

Reforma de la estructura de gobierno

Para ser eficaz y legítimo, el FMI debe ser considerado como un


organismo que representa los intereses de todos sus 187 países
miembros. Actualmente se está realizando una evaluación de la
estructura de gobierno para responder a los rápidos cambios
ocurridos en la economía mundial que han otorgado mayor
importancia a los grandes países de mercados emergentes.

La reforma de la estructura de gobierno del FMI comenzó realmente


en 2006, cuando el proceso de redistribución de las cuotas y el
número de votos de los miembros recibió el respaldo de los países
miembros de la institución. La reforma del régimen de cuotas y
representación de 2008 —que comprendió una ronda de aumentos ad
hoc de las cuotas de un grupo de países de mercados emergentes
dinámicos, así como medidas para aumentar la representación de los
países de bajo ingreso— se encuentra en sus etapas finales de
ratificación por los países miembros del FMI.

En octubre de 2009, el órgano rector de las políticas del FMI, el


Comité Monetario y Financiero Internacional, respaldó un llamamiento
de los líderes del G-20 a favor de una redistribución de las cuotas
relativas a favor de los países de mercados emergentes y en
desarrollo dinámicos, basada en un traspaso de por lo menos 5% de
los países sobrerrepresentados a los subrepresentados, utilizando la
actual fórmula de cálculo de cuotas como punto de partida.
Además, los dirigentes se comprometieron a proteger el número
relativo de votos de los países miembros más pobres.

En noviembre de 2010 —tras celebrar amplias consultas con los


gobiernos de los países miembros y otras partes interesadas externas
— el Directorio Ejecutivo acordó una duplicación de las cuotas de los
países miembros del FMI y una nueva redistribución del poder de
voto, que dará lugar a un traspaso de más del 6% de las cuotas
relativas a los países de mercados emergentes y en desarrollo
dinámicos. Como resultado de este reequilibrio de las cuotas, India y
Brasil se encontrarán, como China y Rusia, entre los 10 principales
accionistas. También aumentarán las cuotas de otros países de
mercados emergentes.
El Directorio Ejecutivo, integrado por 24 miembros, también acordó
una reestructuración de su modo de operar, preparando así el terreno
para un aumento de la representación de los países de mercados
emergentes y en desarrollo dinámicos en el proceso cotidiano de
toma de decisiones en el FMI. Habrá dos directores menos de países
europeos en el Directorio, y todos los directores ejecutivos serán
elegidos en vez de ser nombrados, como ocurre actualmente en el
caso de algunos de ellos. El tamaño del Directorio se mantendrá en
24 miembros.

Junta de Gobernadores

La Junta de Gobernadores, que es la máxima autoridad decisoria


del FMI, está integrada por un gobernador y un gobernador suplente
por cada país miembro. El gobernador, nombrado por cada país
miembro, es generalmente el ministro de Hacienda o el gobernador
del banco central.

Si bien la Junta de Gobernadores ha delegado la mayor parte de sus


facultades en el Directorio Ejecutivo, se reserva el derecho de
aprobar los aumentos de cuotas, las asignaciones de derechos
especiales de giro (DEG), la admisión de nuevos miembros, la
separación obligatoria de miembros, y las enmiendas del Convenio
Constitutivo y los Estatutos.

La Junta de Gobernadores también elige o nombra a los directores


ejecutivos y es la autoridad máxima en cuestiones relacionadas con la
interpretación del Convenio Constitutivo del FMI. La votación de la
Junta de Gobernadores puede realizarse mediante la celebración de
una reunión o a distancia (a través de servicios de mensajería, correo
electrónico, fax o el sistema de votación cifrado a través de la
extranet del FMI).

Las Juntas de Gobernadores del FMI y del Grupo del Banco Mundial se
reúnen normalmente una vez al año, durante las Reuniones
Anuales del FMI y del Banco Mundial, para examinar la labor de
sus respectivas instituciones. Las Reuniones Anuales, que se celebran
en septiembre u octubre, se llevan a cabo habitualmente en
Washington por dos años consecutivos y en otro país miembro en el
tercer año.

Comités Ministeriales

La Junta de Gobernadores es asesorada por dos comités


ministeriales, el Comité Monetario y Financiero Internacional
(CMFI) y el Comité para el Desarrollo.
El CMFI tiene 24 miembros, que provienen del grupo de
187 gobernadores, y representa a todos los países miembros. Su
estructura refleja la del Directorio Ejecutivo y sus 24 jurisdicciones.

El CMFI se reúne dos veces al año, durante las Reuniones de


Primavera y las Reuniones Anuales del FMI y del Banco
Mundial. El Comité examina cuestiones de interés común que
afectan a la economía mundial y también asesora al FMI sobre la
orientación de su labor. Al término de cada reunión, el Comité publica
un comunicado conjunto en el que se resumen sus opiniones. Estos
comunicados brindan asesoramiento sobre el programa de trabajo del
FMI para los seis meses que median hasta las siguientes Reuniones
de Primavera o Reuniones Anuales. El CMFI actúa por consenso y no
lleva a cabo votaciones formales.

El Comité para el Desarrollo es un comité conjunto, encargado de


brindar asesoramiento a las Juntas de Gobernadores del FMI y del
Banco Mundial en cuestiones relacionadas con el desarrollo
económico de los países de mercados emergentes y en desarrollo. El
comité está compuesto por 24 miembros (en general, por ministros
de Hacienda o desarrollo). Representa a todos los países miembros
del FMI y del Banco Mundial y constituye principalmente un foro para
lograr un consenso a nivel intergubernamental sobre cuestiones
centrales para el desarrollo.

El Directorio Ejecutivo

El Directorio Ejecutivo, integrado por 24 miembros, se encarga de


la gestión diaria del FMI. La configuración actual del Directorio data
de 1992, tras la ampliación del número de países miembros del FMI
con el ingreso de muchos países que integraban la Unión Soviética.
Cinco directores ejecutivos son nombrados por los países miembros
que tienen las cinco cuotas más altas (Estados Unidos, Japón,
Alemania, Francia y el Reino Unido), y 19 son elegidos por el resto de
los países miembros. En el marco de las reformas que se están
concretando actualmente, todos los 24 directores serán elegidos por
los países miembros, a partir de 2012.

El Directorio analiza todos los aspectos de la labor del FMI, desde las
evaluaciones anuales de la situación económica de los países
miembros realizadas por el personal del FMI hasta cuestiones de
política económica que revisten importancia para la economía
mundial. El Directorio normalmente adopta sus decisiones por
consenso, pero a veces se llevan a cabo votaciones formales. Al
término de la mayor parte de las deliberaciones formales, el
Directorio publica un documento denominado Exposición sumaria, en
la que se resumen sus opiniones. Pueden celebrarse deliberaciones
informales para examinar cuestiones de política económica complejas
en una etapa preliminar.

La Gerencia del FMI

El Director Gerente del FMI es el Presidente del Directorio Ejecutivo y


el Jefe del personal técnico del FMI. Cuenta con la asistencia de
tres subdirectores gerentes.

El Director Gerente es nombrado por el Directorio Ejecutivo por un


mandato renovable de cinco años. Los 24 directores ejecutivos del
FMI pueden proponer a ciudadanos de cualquiera de los países
miembros del FMI. Si bien el Directorio Ejecutivo puede elegir un
Director Gerente por mayoría de votos, en el pasado el Directorio
Ejecutivo ha elegido al Director Gerente por consenso.

 Las cuotas en el FMI


 El FMI: Datos básicos

América Latina: Cómo convertir lo bueno de hoy en lo mejor


para mañana

Por Dominique Strauss-Kahn

(Versión en English Português)

En los últimos años, América Latina ha disfrutado de un tremendo


dinamismo económico y un aumento de la calidad de vida de su
población. Pero ahora, frente a nuevos retos, la pregunta que debe
plantearse es: ¿cuál es la mejor manera de mantener este progreso?

En mi viaje por la región esta semana, durante el cual visitaré


Panamá, Uruguay y Brasil, espero intercambiar puntos de vista
con autoridades oficiales, parlamentarios, y estudiantes
universitarios sobre los principales retos que sus países enfrentan
en estos momentos. Permítanme mencionar tres temas que me
gustaría abordar durante mi viaje.

En primer lugar, en momentos en que la región disfruta de una


época de “vacas gordas” ¿debemos preocuparnos de que esto
sea demasiado bueno?

Las economías de América Latina están creciendo rápidamente,


impulsadas por las condiciones favorables de financiamiento externo
y los precios elevados de las materias primas. Pero están surgiendo
señales de recalentamiento que podrían resultar preocupantes: el
aumento de la inflación, el rápido crecimiento del crédito y el auge de
los mercados de valores.
Todos sabemos cómo puede terminar esta historia si los responsables
de formular las políticas públicas no actúan lo suficientemente pronto
para impedir que el auge se transforme en caída. Por esta razón,
quizás el principal reto a corto plazo que hoy afrontan dichos
responsables es orientar a las economías regionales hacia un
aterrizaje suave.

El retiro del estímulo macroeconómico adoptado durante la crisis


deba ser, probablemente, el primer paso que dar, y ya algunos países
lo están haciendo. Los países podrían empezar por adoptar una
política fiscal más rigurosa para aumentar los tipos de interés. En
otros casos sin embargo, el incremento de presión inflacionaria
demanda acciones tanto en la política fiscal como monetaria. La
flexibilidad en el tipo de cambio también es importante. En el actual
contexto, la apreciación de la moneda puede contribuir a atenuar las
entradas de capitales, ya que hace que los inversionistas extranjeros
piensen mejor sobre futuros riesgos cambiarios. Asimismo, para
salvaguardar la estabilidad financiera se requiere de medidas
prudenciales más rigurosas. Finalmente, si bien el control de flujos de
capital puede ser una medida temporal en algunos casos, ésta no
debe ser considerada como sustituto de medidas macroeconómicas o
prudenciales.

En segundo lugar, ¿están preparadas las economías regionales


para enfrentar las épocas de vacas flacas?

En momentos en que la crisis financiera mundial recién se desvanece


de nuestra memoria, puede parecer prematuro pensar en posibles
shocks futuros. Pero la economía mundial aún es vulnerable a ciertos
riesgos y siempre es bueno estar preparados para posibles cambios
en el contexto económico. La experiencia de América Latina en la
última crisis, que la capeó mucho mejor que casi todas las demás,
demuestra las ventajas de establecer mecanismos amortiguadores y
reducir la exposición al riesgo en épocas de bonanza. En la última
década, diversos países de la región fortalecieron sus marcos de
política económica, redujeron su deuda pública, aumentaron sus
reservas de divisas, permitieron una mayor flexibilidad cambiaria y
mejoraron los mecanismos de supervisión y regulación financiera.
Todos estos elementos contribuyeron al éxito de la región.

¿Y qué hay del camino por delante? Permítanme mencionar dos áreas
en las que los países de América Latina y, ciertamente, los países de
todo el mundo, harían bien en concentrar sus esfuerzos.

Para empezar, está el aspecto del espacio fiscal. Una de las


principales enseñanzas obtenidas de la crisis financiera mundial es
que las economías cuyas finanzas públicas son más robustas
presentaban un mayor “espacio fiscal” para contrarrestar el efecto de
la crisis y proteger a los más vulnerables. De cara al futuro, los países
deberían recomponer el espacio fiscal perdido, y de hecho, ir más
allá, cuando sea necesario, para disminuir sus deudas a niveles que
sean seguros. Panamá es uno de los países en América Latina que ya
está yendo en esta dirección.

En segundo término se presenta el tema de la estabilidad financiera.


También gracias a la crisis, aprendimos de la velocidad con que
algunos problemas financieros aparentemente aislados pueden llegar
a extenderse por todo el sistema financiero, afectar a todos los
sectores de la economía y propagarse cruzando las fronteras
nacionales. Necesitamos mejores instrumentos para vigilar los
riesgos, tanto dentro de las instituciones como entre ellas. Los
organismos de regulación y supervisión deben estar facultados para
adoptar medidas preventivas tempranas. Aquí en América Latina
varios países —incluido Brasil— están ya fortaleciendo sus
regulaciones financieras macroprudenciales.

Por último, ¿cuál es la mejor forma de compartir estas épocas


de vacas gordas con todos los sectores de la sociedad y las
generaciones futuras?

La región ha sufrido una transformación espectacular en la última


década, que ha generado que decenas de millones de ciudadanos
salgan de la pobreza. En Uruguay, por ejemplo, la tasa de pobreza se
ha reducido notablemente en 10 puntos desde el 2004. Actualmente,
el reto para la región radica en emprender una segunda etapa de
transformación regional que produzca las reformas necesarias para
sustentar un vigoroso crecimiento que beneficie a las generaciones
venideras y permitir que los frutos del crecimiento puedan ser
compartidos por toda la población.

Es indudable que las reformas que impulsan el crecimiento de la


productividad, como la revitalización de la infraestructura y las
mejoras en la educación y la capacitación, resultan fundamentales. La
mejora del clima empresarial y el fortalecimiento de la gobernabilidad
también son elementos importantes de una estrategia que favorezca
el crecimiento.

Pero el crecimiento por sí mismo no es suficiente. Hay una profunda


desigualdad en la región, con cerca de la tercera parte de su
población viviendo aún en pobreza. Los líderes de toda la región
están altamente comprometidos a luchar contra este mal. La mayor
eficacia de la red de protección social es una parte importante de la
estrategia. En este sentido, los innovadores programas de
transferencias condicionadas de dinero —como por ejemplo el
programa bolsa familia en Brasil— están jugando un papel muy
importante y de hecho están siendo emulados alrededor del mundo.
Otras prioridades como el aumento del gasto social y la mejora de la
calidad de prestación de los servicios, tanto en educación, salud
y infraestructura pública, son también prioridades fundamentales

En resumen, América Latina ha recorrido un largo camino durante la


última década. Pero la transformación de la región aún no ha
concluido. Los líderes de toda la región deben capitalizar al
máximo las actuales condiciones favorables, haciendo que la
transformación de sus países vaya un paso más allá, y así
asegurar que los beneficios del crecimiento sean compartidos
ampliamente en sus sociedades.

Cambios en el FMI: Respuesta frente a la crisis


28 de enero de 2011

En un momento en que la economía mundial se halla inmersa en la


peor crisis registrada en muchas décadas, el FMI se moviliza en
numerosos frentes para brindar respaldo a sus países miembros,
incrementando sus préstamos, aprovechando su experiencia en
diferentes países para prestar asesoramiento sobre soluciones de
política económica e implementando reformas orientadas a
modernizar sus operaciones y responder mejor a las necesidades de
los países.

Incremento del crédito para enfrentar la crisis. El FMI ha respondido


rápidamente a la crisis económica mundial, incrementando sus
compromisos de financiamiento a un nivel récord de más de
US$250.000 millones, monto que incluye un fuerte aumento del
crédito concesionario a las naciones más pobres del mundo.

Suministro de análisis y asesoramiento focalizado. La labor de


seguimiento, elaboración de proyecciones y asesoramiento de política
económica que realiza el FMI, sustentada en su perspectiva de
alcance mundial y la experiencia ganada en crisis anteriores, concita
hoy un alto nivel de demanda y ha sido ampliamente utilizada por el
Grupo de los Veinte (G-20) países industrializados y economías de
mercados emergentes.

Mayor flexibilidad. El FMI ha reestructurado sus mecanismos de


crédito para adaptarlos mejor a las necesidades de cada país y
además ha simplificado las condiciones a que están sujetos los
préstamos.

Fortalecimiento de la capacidad de préstamo. El FMI ha


aumentado sus recursos crediticios a través de acuerdos bilaterales
de préstamo y de compra de pagarés con los países miembros por un
total de más de US$250.000 millones. Se prevé que los Nuevos
Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP) modificados y
ampliados por un monto de más de US$550.000 millones entren en
vigor próximamente. De cara al futuro, las cuotas, que constituyen
los recursos permanentes del FMI, se duplicarán, aunque en ese
momento los NAP se reducirán en un monto correspondiente.

Aprovechamiento de las lecciones de la crisis. El FMI participa


en los esfuerzos que se están realizando para extraer lecciones de la
crisis en lo relacionado con las políticas, la regulación y la reforma de
la arquitectura financiera mundial.

 Los nuevos mecanismos de crédito del FMI


Reforma de los mecanismos de crédito.Como parte de las medidas orientadas a
respaldar a los países durante la crisis económica mundial, el FMI está reforzando su
capacidad crediticia y aprobó una importante reestructuración de los
mecanismos de otorgamiento de préstamos, ofreciendo montos más elevados y
adaptando los términos y condiciones al diverso grado de capacidad y las
circunstancias de los países. Hace poco, aprobó nuevas reformas para mejorar
su capacidad de prevención de crisis, a sab Duplicación del acceso de los países
miembros a los recursos del FMI.
 Un enfoque simplificado para reducir el estigma que presupone la solicitud de crédito.
 Una nueva Línea de Crédito Flexible (LCF) para las economías con marcos de
política económica robustos y un sólido desempeño económico.
 Una nueva Línea de Crédito Precautorio (LCP) para los países con políticas y
fundamentos económicos sólidos, pero que siguen enfrentando vulnerabilidades.
 En la reforma, se elimina la condicionalidad estructural “dura”.
 Concentración en objetivos en lugar de medidas específicas.
 Atención creciente en el gasto social y condiciones más concesionarias para los países
de bajo ingreso

Nueva línea de crédito para economías correctamente


administradas. La Línea de Crédito Flexible del FMI es una
herramienta de prevención de crisis que ofrece desembolsos que no
se escalonan y no están sujetos a condiciones una vez que se ha
concedido al país la correspondiente aprobación para acceder a esta
línea. Colombia, México y Polonia han obtenido acceso por un
monto de casi US$100.000 millones. Hace poco se incorporaron
mejoras a la LCF a fin de que resulte más interesante para las
economías con un desempeño sólido.

Nueva línea de crédito para economías con un sólido


desempeño que aún enfrentan vulnerabilidades. La Línea de
Crédito Precautorio (LCP) también es una nueva herramienta de
prevención de crisis que combina un desembolso inicial sin
condiciones una vez que el país ha recibido aprobación, con
desembolsos ulteriores sujetos a condiciones simplificadas.
Nuevas reglas para fijar los términos del crédito del FMI.A
partir del 1 de mayo de 2009, dejan de aplicarse los criterios de
ejecución estructurales respecto de todos los préstamos del FMI,
incluidos los programas establecidos con los países de bajo ingreso.
Las reformas estructurales seguirán formando parte de los programas
respaldados por el FMI, pero están más focalizadas en ámbitos
esenciales para la recuperación del país. Asimismo, el seguimiento de
esas reformas se hará de manera tal de reducir el estigma asociado
con ese proceso, porque los países ya no necesitarán dispensas
formales en el supuesto de que no implementen una medida
acordada dentro del plazo establecido.

Ejemplos de flexibilidad en los programas respaldados por el FM I

Más flexibilidad, menos condiciones.Los programas respaldados


por el FMI han sido adaptados a las circunstancias de cada país y se
centran en las cuestiones más inmediatas para resolver la crisis. La
condicionalidad se centra ahora más estrechamente en los objetivos
fundamentales. El número de condiciones estructurales ha disminuido
en muchos programas, y se las circunscribe cada vez más a las
medidas de mayor relevancia.

1. El programa de mayo de 2010 de Grecia es el mayor plan de

financiamiento elaborado a favor de un país y representa un nuevo nivel de


coordinación con los socios internacionales (la Comisión Europea), es
multisectorial (ya que aborda los problemas fiscales, financieros y
estructurales), y constituye una aplicación flexible de las políticas de crédito del
FMI para mitigar el riesgo sistémico.

2. El programa de septiembre de 2008 de Costa Rica utilizó una

política fiscal expansiva para mitigar los efectos perjudiciales de la caída de la


demanda privada durante 2009, que incluye aumentos de la masa salarial y del
gasto en infraestructura.
3. El programa de abril de 2008 de Guatemala procuró generar

un estímulo fiscal moderado para respaldar la demanda interna, financiado con


importantes recursos externos proporcionados por organismos multilaterales.
Estaba proyectado un aumento del gasto social equivalente al 0,6% del PIB para
ayudar a neutralizar el efecto de la crisis en los segmentos más pobres de la
sociedad.

4. En Pakistán, el FMI y las autoridades han trabajado con el fin

de crear espacio fiscal en el programa para incrementar el gasto en la red de


protección social y en seguridad. Hace poco, en respuesta a las inundaciones
devastadoras de julio y agosto de 2010, el FMI proporcionó US$451 millones de
Asistencia de Emergencia para Catástrofes Naturales a fin de ayudar al
gobierno a suministrar alimentos, albergue y atención médica a los
damnificados. Estos fondos adicionales se desembolsaron rápidamente, y no
estuvieron vinculados a ningún examen ni a ninguna condicionalidad basada en
un programa. El marco macroeconómico del programa se ajustará para tener
en cuenta el impacto de las inundaciones en el crecimiento, la balanza de pagos
y el déficit presupuestario.

Énfasis en la protección social

 El FMI hace hincapié en la protección del gasto social y otros


gastos prioritarios, conforme a las prioridades establecidas en las
estrategias de lucha contra la pobreza de cada país. En el marco de la nueva
arquitectura de los servicios financieros del FMI a disposición de los países de
bajo ingreso, se presta mayor atención al fortalecimiento de las salvaguardias
del gasto social y otros gastos prioritarios, mediante la utilización de metas
cuantitativas explícitas en la medida de lo posible.
 Cuando sea posible, se preserva o aumenta el gasto social. Por ejemplo, a
través del programa respaldado por el FMI para Tayikistán, las autoridades
buscan incrementar el gasto en necesidades sociales y lucha contra la pobreza
del 7,3% del PIB en 2008 al 8,7% en 2009 y 10% para 2012. La expectativa es
que todos los programas para los países de bajo ingreso respaldados por el FMI
establezcan niveles mínimos de gasto social y otros gastos prioritarios. En
Letonia, el FMI ha trabajado con las autoridades, la Comisión Europea y el
Banco Mundial para mejorar las medidas de recorte del gasto de manera que
aporten el ajuste necesario protegiendo al mismo tiempo a los grupos más
vulnerables. Estos esfuerzos han permitido definir una estrategia integral para
mejorar la red de protección social a un costo que se prevé que alcance el 0,6 %
del PIB en 2010. En Jamaica, el gasto en programas de asistencia social bien
focalizados aumentará al menos un 25% en el ejercicio 2010–11. Este aumento
beneficiará al programa de alimentación escolar y al Programa de Desarrollo a
través de la Salud y la Educación (PATH, por sus siglas en inglés), que
proporciona transferencias condicionadas en efectivo a los más pobres. Las
reformas estructurales están diseñadas de modo tal de proteger a los más
vulnerables. En El Salvador, por ejemplo, las autoridades eliminaron el
subsidio al uso no residencial de electricidad, creando así espacio fiscal (hasta
0,3% del PIB) para aumentar el gasto social en 2009.
 El FMI está trabajando en estrecha colaboración con el Banco Mundial y los
donantes con el objeto de identificar fuentes adicionales de financiamiento
externo para la protección social y para ayudar a los países a promover la
reforma de las redes de protección social.

Asistencia para los más pobres del mundo

Reforma de los instrumentos crediticios. El FMI reformó los


servicios de financiamiento concesionario para hacerlos más
flexibles y responder a las variadas necesidades de los países de bajo
ingreso, ya que a muchos de ellos la crisis mundial los está afectando
gravemente. Gracias a la reforma, el FMI puede elevar la eficacia de
la asistencia financiera a corto plazo y de emergencia. El nuevo
marco abarca más recursos, la duplicación de los límites de
préstamo, la suspensión de los intereses hasta fines de 2011 y una
nueva estructura de las tasas de interés para asegurar un nivel más
alto de concesionalidad.

 En respuesta a la crisis financiera mundial, el FMI emprendió una reforma sin


precedentes de sus políticas para los países de bajo ingreso. La respuesta del
FMI se centró en incrementar sensiblemente el crédito concesionario otorgado
a estos países —hasta aproximadamente US$4.000 millones en 2009, un
aumento que cuadriplicó con creces sus niveles históricos. En 2009 y 2010, el
FMI comprometió nuevos préstamos en condiciones concesionarias a África
subsahariana por aproximadamente US$$4.000 millones, frente a
US$1.100 millones en 2008 y solo alrededor de US$200 millones en 2007.
 Los recursos adicionales procedentes, entre otras fuentes, de la venta de oro
del FMI, también contribuyeron a incrementar el crédito concesionario hasta
US$17.000 millones de aquí a 2014.
 Gracias a estas reformas, los programas del FMI son ahora más flexibles y se
adaptan mejor a las necesidades de cada país de bajo ingreso, con una
condicionalidad simplificada, un nivel más alto de concesionalidad y mayor
hincapié en salvaguardar el gasto social.
 La situación macroeconómica más sólida establecida antes de la crisis y las
enérgicas políticas anticíclicas facilitaron una rápida recuperación en muchos
países de bajo ingreso. Eso también fue posible gracias al apoyo financiero
radicalmente más elevado proporcionado por el FMI y a la mayor flexibilidad de
política fiscal en los programas respaldados por el FMI.

Más flexibilidad con respecto a la política fiscal.En parte debido


a la crisis, el FMI considera que en general habrá mayores déficits y
niveles de gasto en 2008 y 2009 y ha flexibilizado sus programas de
asistencia financiera. Por ejemplo, en el promedio de toda África
subsahariana, los déficits fiscales se ampliaron alrededor de 2% del
PIB en 2009.

Creación de un nuevo Fondo Fiduciario para el Alivio de la Deuda


después de una Catástrofe (FFADC). Permite al FMI sumarse a los
esfuerzos internacionales de alivio de la deuda de los países muy
pobres que sufran los estragos de grandes catástrofes naturales. El
alivio de la deuda financiado por el FFADC ascendió a DEG
178 millones (US$268 millones) en 2010.

Creación de una barrera de protección frente a la crisis:


Reforzar los recursos del FMI

 En la reunión cumbre celebrada en Londres el 2 de abril de 2009, los dirigentes


del Grupo de los Veinte países industrializados y de economías emergentes (G-
20) acordaron triplicar la capacidad crediticia del FMI a
US$750.000 millones y permitirle inyectar más liquidez en la economía mundial
a través de una asignación de US$250.000 millones de DEG, la cuasimoneda del
FMI.
 Los recursos crediticios se han incrementado a través de acuerdos
bilaterales de préstamo y de compra de pagarés con 21 miembros por un
monto de más de US$250.000 millones. Además, se prevé que entren en vigor
próximamente los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP)
modificados y ampliados por un monto de US$550.000 millones.
 La Decimocuarta Revisión General de Cuotas, concluida recientemente,
duplicará los recursos permanentes del FMI, aunque los NAP se reducirán en
un monto correspondiente cuando el aumento de cuotas entre en vigor,
previsto para las Reuniones Anuales de 2012.
 La asignación general de DEG efectuada en 2009 fue equivalente a
US$250.000 millones, y los DEG aumentaron casi diez veces. Ello representa un
incremento significativo de las reservas para muchos países, incluidos los de
bajo ingreso.

El papel del FMI en la reforma de la arquitectura financiera


tras la crisis

 El FMI trabaja de cerca con los gobiernos y otros organismos internacionales


para intentar evitar crisis futuras.
 Se están adoptando medidas para mejorar el análisis de los riesgos, entre otras
cosas partiendo de una perspectiva internacional. Las vinculaciones entre la
economía real, el sector financiero y la estabilidad externa fueron el núcleo de
un ejercicio de alerta anticipada que se llevó a cabo conjuntamente con el
Consejo de Estabilidad Financiera. También se están examinando las
interconexiones financieras transfronterizas, y la manera en que las políticas
financieras y económicas de un país pueden afectar a los demás.
 También es esencial dedicar más atención a la eficacia de la supervisión de
cada país que realiza el FMI, tarea que es preciso realizar con mayor
imparcialidad, claridad y franqueza.
 El FMI asimismo ha prestado asesoramiento sobre la forma de replantearse la
regulación y supervisión mundial de los mercados.

Una estructura de gobierno del FMI que refleje mejor la


economía mundiaI

 Un tema de máxima prioridad para afianzar la legitimidad y eficacia del FMI es


la concreción de la reforma de la estructura de gobierno de la
institución.
 El 15 de diciembre de 2010, la Junta de Gobernadores aprobó reformas de gran
alcance de la estructura de gobierno del FMI en el marco de la Decimocuarta
Revisión General de Cuotas. El programa comprende una duplicación de las
cuotas, que dará lugar a una redistribución de 6 puntos porcentuales de las
cuotas relativas hacia los países de mercados emergentes y en desarrollo
dinámicos, al mismo tiempo que se protegen las acciones con derecho de voto
de los países más pobres, y un Directorio Ejecutivo más representativo y
compuesto solamente por directores ejecutivos electos.
 El programa acordado se basa en las reformas relativas a las cuotas y la
representación convenidas en abril de 2008 y debe ser aprobado a la mayor
brevedad. Una vez implementada esta reforma, aumentarán las cuotas de 54
países miembros, siendo China, Corea, India, Brasil y México los países que se
beneficiarán con los mayores incrementos. En el caso de otros 135 miembros,
entre ellos países de bajo ingreso, se producirá un aumento del número de
votos como resultado de la triplicación de los votos básicos. Combinada con la
Decimocuarta Revisión, la redistribución de las cuotas relativas a favor de los
países de mercados emergentes y en desarrollo dinámicos será de 9 puntos
porcentuales.

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