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Quinta Monroy “La vivienda social requiere que se trabaje con

calidad profesional, no con caridad profesional “

El proyecto llamado Quinta Monroy es producto


de la necesidad de darles las condiciones
mínimas de habitabilidad a unas 100 familias.
Estas ocuparon ilegalmente, y por al menos 30
años, un terreno de 0.5 hectáreas en el centro
de Iquique, Chile.

Una de las limitaciones principales se tuvo a la


hora de la asignación del presupuesto. Este era
bastante reducido, alrededor de unos 7.500 $
por familia, y debía cubrir los costos del valor
del terreno, la urbanización y la arquitectura.

Como respuesta a esta problemática, se llegó a


la conclusión de que las viviendas tuvieran una
superficie de 36 m², es decir, solo la mitad de la
casa. La idea consistía en que los usuarios de
las viviendas serían los encargados de las
ampliaciones futuras, llegando a los 70 m² por
vivienda.

VIVIENDA PROGRESIVA
De este modo, la vivienda progresiva constituye
un instrumento complementario efectivo de
política habitacional. Pero para realizar su
pleno potencial, debe obedecer a tres
principios.

Estar acompañadas de crédito para la


adquisición de materiales, para dar condiciones
a los residentes de completarlas;
Las ampliaciones deben tener un seguimiento
técnico, para asegurar adecuada calidad de su
construcción;
Los conjuntos que se construyan deben estar
ubicados en locales de fácil acceso por
transporte público, a fin de permitir a sus
residentes acceder a los servicios sociales y al
mercado de trabajo.

https://www.archdaily.co/co/968056/alejandro-aravena-y-miguel-lawner-sobre-la-vivienda-social-en-chile-como-equilibramos-esta-ecuacion-de-
cantidad-y-calidad?utm_source=Whatsapp&utm_medium=IM&utm_campaign=share-button

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