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El tratamiento de lo rechazado:

“Lo político y el psicoanálisis


se entraman en tanto discursos
en relación a un mismo
agujero: lo imposible”.
Aída Dinerstein (en este
mismo Congreso)

I-
No es posible esperar una revolución del psicoanálisis, es decir: un retorno
al punto de partida; sino que lo que el psicoanálisis introduce en el mundo
es la subversión….del sujeto.
Por lo tanto, la vigencia del psicoanálisis puede situarse como la vigencia
de este intento de subversión respecto del sujeto de la filosofía y de la
ciencia.
Claro que en la actualidad, es necesario precisar el término sujeto, que de
tan usado podría terminar por gastarse al punto de ya no decir nada.
Si hay un sujeto que el psicoanálisis ha puesto de relieve éste es el que se
presenta como efecto del discurso, siendo respuesta de lo real: es decir: es
la respuesta de la incidencia del significante en lo real.
Que Lacan haya afirmado que el sujeto del psicoanálisis es el sujeto de la
ciencia, implica considerar aquello que la ciencia forcluye: la angustia del
sujeto frente a su descubrimiento, esto es: la división entre saber y verdad.
Mientras haya inhibición, síntoma y angustia habrá psicoanálisis, como
respuesta al malestar específico del sujeto en la época de la ciencia.

CONTINUAR CON EL SUJETO.

II-
Tempranamente Freud situó las diferencias entre el psicoanálisis como
práctica de la hipnosis y la sugestión.
A partir de Lacan podemos decir que el psicoanálisis es una práctica de
discurso.
Tratándose de una práctica que intenta desidentificar, que intenta destituir
del dominio imaginario, que nos habla de la “trampa narcisística” en la que
el sujeto cae y esa es la dificultad; no podría pensarse más que como el
envés de toda pretensión de dominio.

1
El psicoanálisis es acusado por los movimientos feministas (desde el
campo de la política) de instaurar un universo de poder centrado en el falo.
No hay falocentrismo más que en el sentido del fantasma neurótico. El
psicoanálisis ha puesto en evidencia que el falo es un semblante, que no
hay relación sexual que pueda escribirse y que el significante de la mujer
falta.
En un esfuerzo máximo de formalización, la lógica del No-Todo es el único
límite con el que cuenta el Universal.
Por ello, la práctica del psicoanálisis a partir de Encore, permite operar con
un Universal acotado y se trata de incluir, en el lugar donde otras prácticas
sitúan el complemento y la correspondencia biunívoca entre dos conjuntos
simétricos; un suplemento al modo contingente que no sutura la falta y que
sólo inscribe la incompletud y la inconsistencia del Todo.

Las fórmulas de la sexuación, subvierten la lógica clásica al escribir un


cuadrado lógico con sólo un Universal y tres particulares. Aquello que
Aristóteles había desechado de su lógica se incluye marcando el modo de
acotamiento de un Todo sin oponerle otro Todo.
Estas fórmulas se escriben ya que al pensar se paratodea: se constituye
totalidad de un sistema o se descubre la excepción que lo constituye. Con la
escritura es posible atrapar algún real, ése que provoca los impasses de los
sistemas de pensamiento, con la escritura se hace posible una lógica del
Héteros, aquello que hiende al ser en la diferencia absoluta de los sexos.
Esta escritura, este esfuerzo de formalización que constituyen los matemas
de la sexuación, es más precisamente una sexualización de los mathemas1
inspirado en lo inaprensible del goce femenino.

El goce femenino en su infinito, en su irreductibilidad a los elementos


discretos, hace objeción al paratodear y a la excepción del pensamiento y
de la política, permitiendo una forma de pensar y de practicar el discurso de
manera distinta.

VER GOCE FEMENINO Y LÓGICA DEL NOTODO

III-

La encrucijada que se abre actualmente para la filosofía política está


marcada por la localización del vacío y el modo de tratarlo: Si hay un sello
del totalitarismo, este es el modo en que intenta colmar el vacío con una
ley de la historia o de la naturaleza cuya temporalidad esté asegurada en su

1
Esto es: introducir la diferencia de sexos allí donde por definición está excluído.

2
progreso, y si hay algo que se opone a su proyecto es tratado como una
escoria a eliminar. 2

“Dejar vacío el lugar de la verdad como causa” es un consejo que Lacan da


en los años 60 a los militantes de izquierda. Seguramente pensando en que
ya los psicoanalistas habían vaciado el lugar de la causa desalojando de allí
al padre.

La nostalgia del padre que se escucha actualmente en distintos discursos,


aún en algunos emitidos desde el campo del psicoanálisis, da cuenta de que
la operación de vaciado no se ha completado. La esfera sigue siendo
pregnante como modelo y así se oculta el vacío del ser.

Lacan escribió el discurso del analista situando allí al objeto a en el lugar


del agente. De éste modo, al recoger lo rechazado de los otros discursos,
sitúa un lugar para el vacío que no lo suture con alguna sustancia y sostiene
que en esa posición, dejándose hacer semblante del a, el analista está en la
posición de interrogar lo que resulta del saber en el lugar de la verdad.

Y lo que resulta es que el saber no recubre lo que es del sexo. Si en el lugar


del saber respecto al sexo instauramos un fetiche o un tótem según la lógica
masculina, totalizante por su horror al vacío; si sostenemos que todo puede
ser dicho o representado; mantenemos el lugar del Sujeto Supuesto al Saber
eternizado.

Es a través de la escritura que, conformándose como suplencia, es posible


perforar la ilusoria consistencia del Todo, y conservar como irreductible el
imposible reencuentro con la Cosa. Esto es, admitir la imposibilidad de la
relación sexual.

Recodemos que en Lacan la proposición “no hay metalenguaje” está


lógicamente articulada con “no hay relación sexual”, o sea: no hay modo de
escribir la simetría entre el goce de uno y de Otro sexo, lo que nos enfrenta
a la pregunta sobre de qué modo ésta imposibilidad se inscribe en el
inconsciente y no puede ser dicha en la palabra.

INCONMENSURABIDAD DE LOS GOCES .DISCURSO


CAPITALISTA Y REGULACIÓN DEL GOCE.

2
Entiendo que esto puede corresponderse con lo que algunos filósofos de la política escriben sobre la
diferencia entre lo político y la política.

3
Para terminar, puedo decir que la incidencia política del acto analítico
depende del tratamiento que en él se le de a lo rechazado.
Redoblar el rechazo estructural de aquello que es exceso del lenguaje
sosteniendo una práctica exclusivamente en el dominio de lo simbólico
hace complemento a la política globalizadora y totalitaria, para la cual todo
lo que hace objeción debe ser rechazado y eliminado.

CRISIS DEL PSICOANLAISIS. URGENCIA RESPECTO A JUICIO


SOBRE LA ACCIÓN. DERIVA MORALIZANTE.

Practicar el análisis poniendo en juego la lógica del no-todo es pensar la


mujer y lo que ello implica en la emergencia de la subjetividad: es decir: la
homología estructural planteada por el psicoanálisis entre lo femenino y la
verdad no toda, ya que ambos términos participan de una relación con lo
real, lo que promueve una lógica diferente de la de una totalidad que se
realiza a sí misma.

Por lo tanto, o el psicoanálisis se hace funcional a la lógica totalizante 3 o


instaura otra lógica, que al ponerse en tensión con la tendencia a
universalizar, acota el dominio del universal instaurando un conjunto
abierto, en el que la cuenta se hace uno por uno.

No es una incidencia despreciable el aporte4 de una lógica que acote el


Todo así como tampoco es despreciable la interrogación de la práctica de
los analistas por la vía de qué lógica se desprende de su acto.

VER MULTITUD. COLECTIVOS HOY DISPERSIÓN. RED.

IV-
Si no es posible separar la teoría psicoanalítica de la práctica de la cura ni
de la política de los colectivos que los analistas conforman, también es allí,
en el lazo que los analistas instauran cuando se asocian, que podemos
interrogar la lógica que se desprende de sus actos.

Es decir: La historia del psicoanálisis y sus instituciones ha estado y


seguirá estando jalonada de pasiones. ¿Qué es lo rechazado del discurso en
el lazo entre analistas? ¿Qué tratamiento le damos a lo real del grupo en los
colectivos que conformamos? ¿Nos responsabilizamos por dejar vacío el
lugar de la verdad como causa?

3
Y esto puede nombrarse Yo, Uno y hasta Una.
4
Este es un aporte que podríamos hacer a campos y discursos diversos, pero fundamentalmente al de la
filosofía política.

4
Y puedo continuar con preguntas que he escuchado en este Congreso:
¿Qué lazo social puede esperarse de aquellos que han llevado un análisis
hasta el final?5
¿Desconocemos lo que ignoramos?6

Recuerdo aquí un diálogo Zen entre un maestro y su discípulo:

Discípulo: - maestro, ¿usted cree en la suerte?.

Maestro: - La creo.

Parafraseando el diálogo, podríamos decir:

Alguien: -Psicoanalista: Usted cree en el lazo entre analistas?


Respuesta:- Lo creo.

La vigencia del psicoanálisis es responsabilidad de los analistas, y es una


cuestión ética preguntarnos por cómo lo resistimos.
Según Norberto Ferreyra7, se trata de que el deseo del Otro (que no es una
voluntad de carencia) es la condición para poder querer tener un deseo
propio.

Que el discurso no se soporta en uno solo, ya nos lo enseñó Lacan. Este


“uno sólo” no es referible al individuo. También podemos hacer Uno
corporativamente e ilusionarnos sobre que así sostendremos el discurso. 8

Una lógica del Heteros implica que la diferencia no se tolera, eso no es más
que la ideología del multiculturalismo que esconde su opuesto: la
intolerancia. Algo así como soportar que el otro sea, pero que no se acerque
demasiado.
Una lógica del Heteros implica que la diferencia se instaura cuando se ha
agujereado la consistencia del Otro y ya el acto es como un salto al vacío
sin red debajo y sin garantías.

LOGICA DEL HETEROS. VER DIFERENCIA EN GRIEGO.

5
Andrea Labartete.
6
Luis Briserie
7
También en este Congreso.
8
Esta” ilusión” puede ser también una ideología, que al decir de Mirta Lopez Rosendo, en tanto asentada
en la creencia es del orden de lo renegatorio. Por lo tanto: ¿Cuál es el juicio que renegamos en los
colectivos de analistas si sostenemos un Uno corporativo, ocultando la segregación de “algunos otros”?.

5
Una forma de dignidad que caracterizaría la apuesta por la vigencia del
psicoanálisis sería asumir el legado que nos corresponde como analistas en
tanto el comienzo de algo, singular e irrepetible.
Eso sería, para los psicoanalistas un “saber hacer ahí” con el síntoma que el
mismo psicoanálisis es.

Marité Colovini
Agosto 2005

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