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02) MODULO 2 y Cuestionario
02) MODULO 2 y Cuestionario
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Las tres principales aplicaciones de la electricidad son la
luz, el calor y la fuerza, pero una subdivisión en estos tres
grupos no sería conveniente. Por ejemplo, la tracción eléctrica y
las máquinas de coser son ejemplos de aplicación de la
electricidad para obtener fuerza, pero sus características de
consumo, sin mencionar ya su diferencia dimensional, son
totalmente distintas en otros aspectos.
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Existe un principio adoptado casi universalmente por las
compañías eléctricas, un principio que en muchos países incluso
está inserto en la legislación oficial:
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III. FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE EL COSTE
A. Consideraciones generales
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1. Cantidad de energía suministrada
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2. M
áxima demanda de potencia
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Por ésto, es corriente definir la “máxima demanda” para el
cálculo de costes, como la demanda media de kilowatios en periodos
de quince minutos o de media hora, y ésto es lo que miden los
instrumentos destinados a registrar las “máximas demandas” de
potencia. Por añadidura, para evitar la complicación que supondría
la diferenciación entre KW y KVA, se suele considerar en primer
término únicamente la demanda en KW y dejar la evaluación de los
KVA para una fase posterior, en la que se considere el factor de
potencia.
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Se han establecido varias relaciones empíricas entre la
máxima demanda de los usuarios particulares (usos domésticos) y el
tamaño de su vivienda (medido en superficie habitada o en función
del número de habitaciones) o la calidad de la casa (estimada a
base a su valor de tasación para fines fiscales). Pero debemos ser
conscientes y si los precios son fijados con criterios tan
indirectos como puede ser el tamaño de una vivienda o su valor de
tasación fiscal, estos mismos criterios deben aplicarse al
distribuir los costes. Sea para fijar precios o para calcular
costes, estos métodos de estimacion no deben ser considerados mas
que como meros intentos indirectos de hallar un valor aproximado
de la demanda máxima de kilowatios, sin recurrir a su medicion.
3. Factor de carga
U
factor de carga = L =
t⋅ M
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distribución, para una determinada categoría de consumidores o
para un usuario individual.
4. Factor de diversidad
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exactamente igual a la suma de las demandas de todos los usuarios
suministrados por la parte del sistema de distribución alimentado
a través del punto A.
M7
M6
M5
M4
M3
M2 m2 m4 m6
A B
M1
m1 m3 m5 m7
M̂
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M1 + M 2 + ...
M̂
m 1 + m 2 + ...
M1
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La importancia del factor de diversidad aparece en el
momento de proceder a la distribucíon de la componente MD de los
costes fijos, primero entre las categorías de consumidores y luego
entre los usuarios individuales de cada categoría. Puede
apreciarse considerando el ejemplo de la figura anterior; pues
observamos que únicamente las acometidas a las viviendas
particulares deben dimensionarse en función de la demanda máxima
de los consumidores individuales. El tamaño (y coste) de la línea
de distribución secundaria AB dependerá de M1 y cuanto mayor sea
el factor de diversidad “interno” entre los consumidores
alimentados por esta línea, menor será la parte de los costes MD
que recaiga sobre cada uno de estos consumidores. Asimismo, cuanto
más elevado sea el factor de diversidad intergrupo, menor será el
tamaño y el coste de la subestación, cables, transformadores e
incluso de la central eléctrica que alimente al punto A.
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Los datos obtenidos de esta forma pueden ser extrapolados a otros
consumidores de “usos domésticos”. Alternativamente, también puede
ser necesario confrontar los resultados obtenidos con los de otras
compañías que trabajan en condiciones semejantes.
f ⋅ M1 + f ⋅ M2 + f ⋅ M3 + ... = F ⋅ M̂
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n
f ⋅ ∑ Mi = F ⋅ M̂
i =1
f M̂ 1
= =
F ∑ Mi ∑ Mi
M̂
f 1
=
F Dint ergrupo
f 1
=
F Di
F
f = ;
D1
5. Situación o ubicación
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razones, por las cuales las compañías eléctricas, por regla
general y “dentro de ciertos límites”, no toman en consideración
este factor.
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ventajosos, ya que el tipo de suministro que piden no requiere ni
la instalación ni el mantenimiento de las costosas redes de
distribución en baja tensión.
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tender una nueva línea de alimentación, el suministro a estos
nuevos usuarios, aplicándoles la tarifa normal, no sería rentable
para la compania, ésta puede hacer valer su derecho a que los
usuarios le garanticen un beneficio mínimo, mediante la aplicación
de una tarifa especial, hasta tanto la línea nueva resulte
rentable al ir aumentando su servicio con la incorporacion de
nuevos abonados.
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necesidad de cargar a los usuarios afectados la totalidad de los
costes de los equipos adicionales instalados en su exclusivo
beneficio o los costes netos cuando hayan contribuido los
usuarios.
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proceder de las centrales térmicas (las cuales son más
caras)(Influencia sobre los costos variables).
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IV. PROBLEMAS DE LA ESTRUCTURACION DE TARIFAS
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desenvolverse por si sola, y cuando estos servicios sean
considerados como de importancia suficiente bien sea desde el
punto de vista de la elevación del nivel de vida que implican bien
como medio indirecto de obtener unos beneficios económicos de
naturaleza distinta (por ejemplo, cuando dichos servicios pueden
contribuir a elevar la productividad industrial de una zona),
entonces es factible estructurar deliberadamente una tarifa de
precios a sabiendas de que la recaudación que se obtenga permitirá
cubrir solamente una pequeña parte de los gastos de explotación de
la empresa; en este caso, el déficit deberá enjugarse mediante una
subvención.
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No es ésta la ocasión para discutir los méritos o los valores
éticos de estas diferentes políticas; bastará aquí con afirmar que
los ejemp1os de unas y otras abundan en todas las partes del
mundo. Las grandes compañías y monopolios estatales aplican con
frecuencia políticas basadas en la auto-suficiencia e incluso en
la economía subvencionada. Por otra parte, la electrificación
rural es un servicio que muchas veces debe realizarse con perdidas
que habrán de enjugarse mediante una subvención -obtenida de algún
organismo ajeno a la empresa- o a costa de una parte de los
beneficios realizados por la misma compañía en sus servicios
urbanos. La política de subvención se adopta, algunas veces,
cuando se piensa que la elevación del nivel de vida lograda
gracias a este servicio es de por sí un objetivo suficiente, o
cuando el estímulo que supone para la promoción de las industrias
agrícolas tiene para la economía del país un valor que excede la
cuantía del subsidio otorgado. Este caso no suele darse mas que en
empresas estatales, en las que los resultados de su gestión son
examinados con criterio nacional.
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recaudación así obtenida para subvencionar a otra categoría de
consumidores que, por los motivos que sean, no está en condiciones
de abonar la cantidad que lógicamente le correspondería pagar para
cubrir el coste de la electricidad que le es suministrada. La
empresa en su conjunto puede continuar funcionando sobre una base
de auto-suficiencia, y esta “subvención interna” puede además
(según algunos) beneficiar a todos los consumidores, incluso a
quienes a primera vista están pagando más de lo que le
corresponde. Como veremos, esto es una realidad: en ciertos países
cualquier forma de subvención interna es rechazada por principio;
sin embargo, es una fórmula de aplicación muy extendida en otros
países, no ya sólo dentro de una misma empresa sino también en el
seno de grupos de empresas públicas dirigidas por una entidad
multifacética (como puede ser un ayuntamiento), cuya
responsabilidad se extiende al suministro no sólo de energía
eléctrica, sino también de gas, agua, transportes y otros
servicios dentro de su zona de actividad. Ocurre con frecuencia
que uno de estos servicios sea necesariamente deficitario, si se
quiere mantener sus precios dentro de límites razonables. La
entidad se halla entonces ante la obligación de elegir entre
cancelar este servicio deficitario o cubrir sus pérdidas con los
beneficios obtenidos de una o varias de sus otras actividades.
Esta última opción suele ser la que mejor sirve los intereses del
público en general. Así pues, sobre una base de auto-suficiencia
está en la práctica subvencionando parte de sus servicios en los
beneficios que obtiene por otro lado.
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amplio margen en el que pueden ajustarse las asignaciones
correspondientes a los costes fijos.
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tipo barato, en su propio beneficio e (indirectamente) en el de
los demás consumidores. Para poder utilizar la tarifa como un
factor de desarrollo es absolutamente esencial, en primer lugar,
tener una perfecta comprensión de la naturaleza del coste de la
electricidad y de la forma en que este coste puede distribuirse
entre los diferentes consumidores.
1. ecuánime,
2. practicable y
3. hábil (políticamente hablando).
Pero una tarifa debe también ser practicable. Por ejemplo, debe
tomar en consideración los precios y disponibilidades de las demás
fuentes de energía, como el gas o el kerosone, que, para ciertos
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usos, pueden ofrecer una alternativa a la vez satisfactoria y más
barata de la electricidad. La posibilidad de que los grandes
consumidores opten por producir su propia energía eléctrica es
otra forma de competencia que debe ser tomada en consideración al
fijar los precios. Esto último puede ser de gran importancia en el
caso de industrias que tienen como deshecho productos combustibles
-por ejemplo, el bagazo de las refinerías azucareras-. En estos
casos, subvencionar el empleo de la electricidad en campos en que
esta se halla amenazada por la competencia, utilizando para ello
los beneficios obtenidos con la venta de electricidad para otros
usos, puede ser una medida plenamente justificada. Aunque esto
pueda parecer “robar a Pedro para regalarle a Pablo”, en muchos
casos puede resultar beneficioso para ambos. Además, en muchos
casos, Pedro y Pablo pueden coincidir en una misma persona; por
ejemplo, cuando un consumidor recibe la energía eléctrica para dos
aplicaciones distintas. No se trata, sin embargo, de preconizar
aquí una política de eliminación de los servicios competidores
(como el gas) reduciendo los precios de manera excesiva. Esta
política conduciría a una lucha competitiva a muerte que a nadie
beneficiaría. Las ventajas efímeras obtenidas por un competidor,
gracias a sus bajos precios, pronto se esfumarían si el
contrincante aplicara la misma política, redujese aún más sus
precios y reconquistara el mercado, quedando ambos competidores en
una situación más desfavorable que la que tenían al principio.
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consumo de energía eléctrica y, en parte también, en la
disminución de los costes que puede acarrear.
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variaciones más o menos proporcionales de los costes,
manteniéndose así una relación relativamente constante entre la
facturación y los costos. Esta relación será próxima a 1 si el
objetivo de la compañía es la auto-suficiencia, pero puede ser
mayor o menor que 1 según la política adoptada.
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empresa; pero no hay que olvidar que un mismo usuario puede ser
consumidor de dos categorías distintas si aplica la electricidad
para usos diferentes. Conviene pues que el número de modalidades
de facturación previstas dentro de una misma tarifa sea el menor
posible siempre y cuando esto no suponga un obstáculo a la buena
marcha económica de la compañía.
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i) Incentivo. La tarifa debe, en la medida de lo posible,
estimular a los usuarios a incrementar su consumo y a mejorar
su factor de carga y el del sistema en su conjunto.
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las viviendas y locales para detectar las instalaciones
fraudulentas. Claro esta, que los usuarios deshonestos siempre
encuentran pretextos para impedir o aplazar la entrada del
inspector en sus locales, mientras hacen desaparecer toda traza
del fraude que han estado cometiendo.
C. Plan de acción
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Cuando se introduce por primera vez un sistema científico de
cálculo de costes puede ocurrir que la tarifa vigente aparezca
totalmente irracional. El problema que se plantea entonces es el
de determinar una línea de conducta. Si se descubre que una
categoría de consumidores están siendo abusivamente sobrecargados
a costa de otra categoría de consumidores, ¿ es aconsejable
rectificar la situación modificando la tarifa?. Siendo la
naturaleza humana lo que es, proceder así puede ser políticamente
equivocado y generalmente difícil, pues la categoría que hasta
entonces ha resultado beneficiada se convencerá difícilmente de la
injusticia que le ha permitido disfrutar de favores inmerecidos y
se opondrá enérgica y clamorosamente a cualquier modificación de
la tarifa; ejercerá toda su influencia para evitar que la compañía
tome una decisión que le vaya a perjudicar. Si la compañía está
económicamente estancada esto la puede colocar en una situación
realmente difícil teniendo que escoger entre la perpetuación de
una tarifa injusta o el enfrentamiento a una categoría de
consumidores en rebelión; sin embargo, si la compañía está en un
proceso de rápido crecimiento, sus costes tenderán a bajar y le
será eventualmente posible ir disminuyendo, gradualmente, el
exceso de carga que pese sobre la categoría perjudicada,
manteniendo al mismo nivel los precios aplicados a la categoría
beneficiada. Una vez restablecido el equilibrio, los beneficios
siguientes originados por la disminución de los costes serían
repartidos con la máxima equidad entre las dos categorías de
consumidores.
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la compañía está dispuesta a ofrecer. Esta estimación puede
resultar sumamente difícil, pero es realmente indispensable si de
verdad se quiere mejorar una tarifa.
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CUESTIONARIO
3. Cuáles deben ser dos propósitos que debe tener una tarifa
eléctrica.
4. Explique y desarrolle las siguientes cualidades que debe
tener una tarifa eléctrica:
a) acatamiento a la ley.
b) facultad recaudadora.
c) elasticidad.
d) sencillez.
e) aceptabilidad por el público.
f) estabilidad.
g) incentivo.
h) competencia.
i) confianza en los consumidores.
j) invulnerabilidad del fraude.
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