Me considero una persona resiliente y empática que busca, siempre que
puede, ayudar al prójimo de manera desinteresada. El concepto de ética es algo que mantengo implícitamente en mi vida diaria, ya que desde que tengo uso de consciencia he sido testigo de cómo las buenas acciones siempre son retribuidas, algunas veces, de manera indirecta, o en otro aspecto diferente al que se presentaron inicialmente. Es importante para mí tener en cuenta las emociones de las personas que me rodean incluso siendo desconocidas, y sus derechos representan una barrera inquebrantable que considero debe ser protegida. Por ende se debe estar consciente acerca de las consecuencias de los actos que involucren a terceros antes de perpetuarlos. Además la ética me ayuda a mantener un orden en mi rutina personal y a relacionarme con las demás personas, pues inconscientemente buscamos compañeros con un nivel de ética confiable para no salir lastimados o engañados por esa persona. Aunque si es cierto que en ocasiones podemos llegar a dudar sobre lo que está bien y lo que está mal, a causa de intereses propios, si es verdad que siempre existe esa voz en la cabeza que nos revela la respuesta más correcta y justa aunque esta no sea fácil de aceptar, o nosotros no queramos verla.