Colgajo conjuntival pediculado como resolución de una perforación ocular traumática en

un canino
Pedicled conjunctival flap as a resolution of a traumatic eye perforation in a dog

Lina M. Ramírez; Giovanny A. Arias

Universidad Cooperativa de Colombia, facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Ibagué,
Tolima

Resumen
Un canino de raza caniche de 45 días de edad presentó perforación corneal y exposición de
contenido lenticular debido a un trauma interespecie. El paciente fue perfilado para tratamiento
quirúrgico, el cual consistió en la extracción del contenido lenticular expuesto, la reconstrucción
de la cámara anterior y la realización de una técnica de colgajo conjuntival pediculado. En los
controles postquirúrgicos se evidenció una evolución positiva del paciente, confirmando el éxito
del procedimiento.
Palabras clave: Perforación ocular, injerto conjuntival, lente, trauma interespecie.

Abstract
A 45-day-old poodle dog presented corneal perforation and exposure of lenticular content due to
interspecies trauma. The patient was outlined for surgical treatment, which consisted of the
extraction of the exposed lenticular content, the reconstruction of the anterior chamber and the
performance of a pedicled conjunctival flap technique. In the postsurgical controls, a positive
evolution of the patient was evidenced, confirming the success of the procedure.
Key words: Eye perforation, conjunctival graft, lens, interspecies trauma.

Introducción sistema inmune frente a la presencia de

Las perforaciones oculares traumáticas,
incluidas las laceraciones de la córnea y la
cápsula del lente, son comunes en la práctica
oftalmológica de pequeños animales,
principalmente asociado a traumas
interespecie con felinos (Wynne, 2020).
Cuando este tipo de lesiones no son
reparadas, se aumenta el riesgo de pérdida
de la visión, asociado a la reacción del
proteínas lenticulares expuestas (Nche &
Amer, 2020). De igual forma, se puede
presentar uveítis facoclástica debido a la
activación de los neutrófilos intralenticulares
y a la fibroplasia perilenticular (Sandmeyer
et al., 2016).
Los colgajos conjuntivales representan una
técnica útil para la reparación de diferentes
tipos de lesiones corneales, ya que
proporcionan un soporte mecánico a la
córnea y permiten la regeneración de nuevo
tejido (Jaksz & Busse, 2017). Existen
diferentes tipos de colgajos, como el colgajo
libre o en isla, a 360 grados o completo, a
180 grados, en puente y colgajo pediculado
o rotacional, los cuales se pueden realizar de
la conjuntiva a la córnea con buenos
resultados (Trujillo et al., 2017).
Este reporte de caso describe la presentación
clínica y el tratamiento quirúrgico en un
canino con perforación corneal y disrupción
de la cápsula lenticular.
Descripción del caso
Figura 1. Perforación corneal y exposición
Un canino macho de 45 días de edad, raza de contenido lenticular del ojo derecho.
caniche, fue presentado a la clínica
veterinaria debido a una lesión ocular Posteriormente se procedió a reconstruir la
causada por un gato. Al examen clínico se cámara anterior mediante la inyección de
evidenció perforación corneal y exposición Solución Salina, como se observa en la
de contenido lenticular en el ojo derecho, Figura 3, para luego realizar un colgajo
como se observa en la Figura 1. conjuntival pediculado.

El paciente fue perfilado para tratamiento La técnica del colgajo consistió en una
quirúrgico de la lesión. disección inicial de la conjuntiva bulbar a
2mm del limbo esclero corneal; se transpuso
Tratamiento la parte libre del colgajo hacia la lesión de la
El procedimiento quirúrgico se llevó a cabo córnea y se suturó con un patrón simple
bajo un protocolo anestésico que consistió discontinuo con sutura no absorbible 9-0.
en
Zoletil , pentobarbital El procedimiento quirúrgico se culminó sin
___________protocolo complicaciones. El tratamiento
farmacológico postoperatorio consistió en
En primer lugar, se realizó una cantotomia (datos del tratamiento)
lateral ya que por el tamaño del ojo del
paciente fue difícil el acceso por parte del
cirujano.
Porteriormente se realizo la remoción del
contenido lenticular que se encontraba
externo al globo ocular y en la cámara
anterior, como se observa en la Figura 2.

Figura 2. Extracción de contenido lenticular
expuesto.
Figura 3. Inyección de solución salina para
la reconstrucción de la cámara anterior.
Se realizaron dos controles postquirúrgicos,
el primer control se realizó a los 12 días,
donde el paciente se presentó con un estado
general optimo, el injerto conjuntival se
encontraba con buena irrigación, la cámara
anterior se encontraba integra; solo
presentaba una pequeña sinequia anterior
como se observa en la Figura 4.El paciente
presento reflejo pupilar directo positivo.
Figura 4. Evolución después de 12 días de
la realización del procedimiento quirúrgico.
El segundo control se realizó a los 40 días
posquirúrgico, donde se observa integridad
del colgajo conjuntival, buena distribución
de las cámaras oculares, la pupila es
responsiva a la luz, el paciente no presentó
signos clínicos de dolor y de inflamación
ocular ver figura 5a. Por lo que se procedió
a b
. .
Figura 5. Imagen de ojo derecho 40 días
poscirugía. 5a. Se observa el injerto conjuntival
pediculado con buena irrigación sanguínea con
evidencia de tejido de granulación 5b. se observa
retracción del injerto después del corte,
al corte del injerto, para lo cual se uso una
gota de anestésico en colirio
(proximetacaina 0.5%). No fue retirada la
sutura de la córnea, se evidencia tejido de
granulación alrededor del injerto. ver figura
5b.
Un reflejo pupilar refleja que pares
craneales.
Discusión
La perforación ocular traumática
generalmente conlleva la ruptura de la
cápsula del lente, por lo tanto, este puede
luxarse o subluxarse, desprendiendo parte de
su contenido como se observó en este caso
(Li, 2019).
Cuando ocurre un evento traumático, en este
caso la lesión por el arañazo de un gato, se
ocasiona la pérdida de continuidad del
epitelio y el estroma corneal. En el paciente
del presente reporte, la lesión llegó a una
profundidad que afectó también la cápsula
del lente.
La disrupción de la cápsula lenticular es
considerada una urgencia oftalmológica, ya
que si no es tratada oportunamente puede
ocasionar la pérdida total de la visión (Ali &
Mostafa, 2021). Esta discontinuidad de la
cápsula permite entrada de iones de sodio al
interior del lente, por lo que se modifica su
osmolalidad y provoca la entrada del humor
acuoso, así como la migración de neutrófilos
(Martin et al., 2019). La reacción del sistema
inmune en estos casos produce uveítis
facoclástica y fibroplasia perilenticular, lo
cual puede llevar a un glaucoma secundario
(Sandmeyer et al., 2016). La perforación del
estroma corneal produce la liberación de
glicosaminoglicanos hidrófilos (GAG) que
se unen al agua de la película lagrimal y del
humor acuoso, provocando edema de la
córnea y uveítis (Gelatt, Ben-Shlomo, et al.,
2021). Por esta razón, es fundamental la
intervención quirúrgica con el objetivo de
evitar daños posteriores mediados por la
acción del sistema inmune.
Kang et al. (2017) describió un caso similar
al expuesto en el presente reporte, en el cual
un canino de raza caniche presentó un
trauma ocular por el arañazo de un gato. El
curso de la lesión fue mayor y se evidenció
uveítis grave con miosis y exudado
fibrinoso, además de un edema corneal
severo alrededor de la perforación.
La presencia de exudado fibrinoso puede
relacionarse con la presencia de bacterias,
las cuales pudieron ser inoculadas al
momento del trauma (Tsvetanova et al.,
2021; Urwin et al., 2020). En el paciente de
este caso no se hallaron indicios de infección
bacteriana, probablemente por la corrección
quirúrgica oportuna.
El colgajo pediculado o rotacional es el más
utilizado porque cubre fácilmente los
defectos en el centro de la córnea, produce
cicatrices pequeñas, permite la exploración
del segmento anterior y no constituye una
barrera para la penetración de los fármacos a
la cámara anterior (Stamate et al., 2021;
Zemba et al., 2020). En caninos se ha
descrito como una técnica con alta tasa de
éxito para la corrección de perforaciones
corneales en caninos, permitiendo preservar
la visión en la mayoría de los casos
(Amorim et al., 2018; Cebrian et al., 2021;
Gogova et al., 2020).
El abordaje del colgajo se puede realizar de
distintas formas según la ubicación de la
lesión corneal, por lo que se han descrito tres
tipos: en el primero el colgajo se desplaza de
forma vertical, tomando tejido de la
conjuntiva bulbar inferior o superior como
fue realizado en este caso . La segunda
forma se realiza horizontalmente, tomando
tejido del aspecto medial o lateral de la
conjuntiva, y la tercera forma se realiza en
dirección oblicua (Gelatt, Gelatt, et al.,
2021).
El colgajo conjuntival puede apoyarse con
otras técnicas adicionales. Se ha descrito el
uso de un implante de mucosa acelular
subyacente para la reparación de lesiones
corneales profundas en caninos, junto al
colgajo conjuntival, sin embargo, no se
observaron diferencias significativas en la
recuperación del tejido utilizando este
implante (Keenan et al., 2020; Rayess et al.,
2016).
La dehiscencia de la sutura puede suceder,
se ha reportado un caso sucedido posterior a
la realización de un colgajo pediculado
como tratamiento de la perforación ocular en
un canino, por lo cual se tuvo que hacer un
segundo procedimiento quirúrgico para la
corrección (Ramos et al., 2019). Otras
complicaciones postoperatorias que se han
descrito son queratomalacia del colgajo y
pigmentación corneal (Jaksz et al., 2021).
Se han descrito otras técnicas quirúrgicas
como el implante de membranas amnióticas,
las cuales favorecen el crecimiento y la
migración del epitelio de la superficie
ocular, al actuar como una membrana basal
que contiene factores de crecimiento,
colágeno tipo IV, laminina-1, laminina-5 y
fibronectina (Costa et al., 2019; Graciano
Echeverry et al., 2018). De igual forma, se
han realizado ensayos utilizando submucosa
de intestino delgado y estroma corneal
acelular de porcino como xenoinjerto, con
un resultado favorable de soporte del tejido
y transparencia corneal (Barachetti et al.,
2020; Santillo et al., 2021). Otro xenoinjerto
reportado es el omento bovino
descelularizado (Thajunnisa et al., 2020).
En algunos casos no es posible realizar
procedimientos quirúrgicos por condiciones
económicas del propietario o condiciones
del paciente, por lo cual, recientemente se ha
estudiado el uso de un adhesivo tisular de
cianoacrilato para el manejo de
perforaciones corneales menores a 3 mm en
perros, con resultados estéticos mejores que
los obtenidos con los colgajos (Jang & Kim,
2019).
La cicatrización estromal se lleva a cabo por
la multiplicación de los queratocitos y su
diferenciación en fibrocitos, que sintetizan
colágeno y demás componentes de la matriz
extracelular, en animales gerontes este
proceso generalmente es lento e incompleto,
pero en animales jóvenes como en el
presente caso, la cicatrización es más
eficiente y se puede restablecer el espesor
estromal inicial (Flores, 2021; Rittié et al.,
2017).
Respecto al tratamiento postoperatorio, se ha
descrito el uso de antibióticos de amplio
espectro (tópicos y sistémicos) y fármacos
midriático-ciclopléjicos como la atropina
1% (Gelatt, Gelatt, et al., 2021). Pasados 8
días del procedimiento se pueden
administrar corticosteroides o ciclosporina
(2%) por vía tópica para disminuir la
cicatrización y la vascularización corneal
(Maggs et al., 2017).
Otro tratamiento adyuvante que se ha
descrito para favorecer la regeneración
corneal consiste en la inyección
subconjuntival de plasma rico en plaquetas
autólogo, el cual contiene factores de
crecimiento citoquinas e integrinas,
caracterizándose por ser una técnica
 efectiva, poco invasiva y de bajo costo https://doi.org/10.1111/VOP.12833/FORM
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En conclusión, el colgajo conjuntival Costa, D., Leiva, M., Sanz, F., Espejo, V.,
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