Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
JOSE ROBEIRO POLANCO ARIAS Ponencia Internacional Educando Seres Humanos Para-Sociedades Exitosas Version Original Actualizada Julio 12-2016
JOSE ROBEIRO POLANCO ARIAS Ponencia Internacional Educando Seres Humanos Para-Sociedades Exitosas Version Original Actualizada Julio 12-2016
¿C ómo entender que aspectos tan elementales de la vida tales como una
comunicación asertiva; el sentido de dar y servir a otros; la capacidad de
liderazgo; el ser propositivo, emprendedor, auténtico, perseverante y líder
trasformador; estén por fuera de las consideraciones y de los temas cotidianos que la
educación maneja?
Ahora bien, para que la comunicación sea un factor determinante del éxito de las
personas hay que tener en cuenta que esta debe ser afectiva, es decir, no puede existir una
comunicación efectiva si ésta no es al mismo tiempo afectiva; allí es donde está el secreto y
la magia de la comunicación para lograr los resultados del mensaje que se trasmite. Una
comunicación afectiva es sencillamente aquella que es capaz de llegar al corazón del
receptor, para que, él tome una posición o se encamine hacia un fin esperado; si las ideas
que se transmiten son palabras vacías y no contienen un buen cúmulo de afectos, el mensaje
se lo lleva el viento. La comunicación entonces, se convierte en un juego permanente de
seducción y entre más auténtica y afectiva sea, más podrá seducir a su interlocutor.
En varios estudios como los de Edward Punset sobre el poder de la imagen frente a
la palabra, se ha demostrado que en el proceso comunicativo intervienen varios factores: la
palabra que logra influenciar un 7%, el tono de la voz influye en un 38% y el gesto es un
55%. Comunicarse con los demás no es fácil y quienes logran dominar este arte de los
dioses, siempre triunfan en la vida. Al respecto Paulo Freire dice. “A veces ni se imagina lo
que puede llegar a representar en la vida de un alumno un simple gesto del profesor. Lo
que puede valer un gesto aparentemente insignificante como fuerza formadora o como
contribución a la formación del educando por sí mismo”. (1993)
La comunicación como herramienta para las personas de éxito, está cargada de otros
elementos como la identificación, la imitación, la sugestión y la exhortación. La
identificación es una sencilla reacción sicológica mediante la cual nos hacemos uno con
la otra persona. En ella se adoptan formas de pensamientos, ideas y valores, se copian las
reacciones emocionales y formas internas de sentir de esa persona) (matrimonio, familias,
noviazgos, empatía entre amigos). La imitación es una forma primitiva de aprendizaje que
permite al hombre adquirir todos los conocimientos de otras personas para incorporarlos a
su vida. (Aprendizaje natural de todas las especies para sobrevivir- Teoría sociocultural de
Lev. Vygotsky)). La sugestión es un proceso mental en cuya virtud se aceptan unas ideas
como el resultado de la relación con la persona que las expresa; muchas ideas, creencias,
actitudes y hecho de la cotidianidad que ha generado la sociedad se aceptan, sin ser
evaluadas lógicamente, pertenecen al pensamiento de la colectividad y para ser miembro
de ellas se deben respetar (sociedades tradicionales, costumbres, comunidades religiosas
fundamentalistas). La exhortación es un tipo de llamado especialmente al valor, el espíritu
y al espíritu de sacrificio; el valor permite luchar físicamente para sobrevivir; el espíritu de
sacrificio permite que la colectividad sobreviva sin importar la vida del individuo. En
Colombia los grupos étnicos, los movimientos sindicales, las luchas obreras, los
movimientos universitarios, la lucha de inclusión de libertad sexual y de género, han
acudido a este tipo de estrategias para lograr reformas constitucionales de inclusividad,
pluralismo y tolerancia por la diversidad.
Basta recordar los hechos de 1989 cuando un grupo de estudiantes fueron brutalmente
fusilados por el Gobierno en la Plaza de Tiananmen –Beijing- porque pretendían mayores
espacios de libertad en la República Popular China; ante el asombro de la comunidad
internacional que generó toda clase de críticas y posiciones de los Estados que obligaron a
China a cambiar su rumbo en la historia de un Estado Totalitario a un Estado Social
Democrático, hoy convertida en toda una potencia mundial y con los hombres más ricos del
planeta. Otro caso de solidaridad nacional se dio con el ataque a las Torres Gemelas en
Nueva York en el año 2001; los diferentes atentados en España y en Francia que lograron la
movilización nacional de todo un país reclamado justicia y responsabilidad ante tan
horrendos acontecimientos; muy por el contrario se visualiza la indiferencia de los
colombianos frente al terrorismo, la extorsión, el secuestro y la pérdida de miles de vidas
humanas en más de 50 años de violencia que nos hace inmunes al dolor de los demás, la
pérdida de una buena parte del territorio nacional que afectan a cientos de familias del
Archipiélago de San Andrés y Providencia, y en este país es como si no pasara nada; nos
hemos vuelto inmunes al dolor y únicamente lo sentimos cuando toca a nuestras familias
frente a la mirada indiferente de una sociedad que nos mira con desprecio.
Si tuviéramos una educación crítico social, reflexiva, auténtica que permitiera mostrar
por lo menos la cruda realidad en la que viven las familias donde la violencia, la
delincuencia, la prostitución, la deshonestidad, la indiferencia, entre otros antivalores, son
la cotidianidad que viven nuestros niños y niñas, de un país no pensado para un futuro, sino
para un pasado; así mismo opera nuestra escuela sin capacidad de autorregularse;
completamente descontextualizada y docentes trasmisores de mensajes cuidadosamente
diseñados para enceguecer a la población. Una educación que no está pensada en la gente,
sino en la preparación de una mano obrera, resignada a sobrevivir. Si esta educación
comunicara no lo que quieren las clases dominantes del poder, sino por lo contrario, que
formara seres humanos creativos capaces de inspirar, de dar riendas sueltas a sus alas de
libertad, a sus sueños y utopías; se estaría desarrollando en los individuos la virtud de
comunicarse efectivamente con los otros y así mismo se contribuirá a construir sociedades
de éxito. Una comunicación humana efectiva, permite la interacción de las personas, en un
mundo desarrollado donde la no compresión es la nota predominante, causa de la violencia
y la guerra. La compresión de los seres humanos es un problema vital de la educación.
Las empresas trasnacionales más prosperas del mundo son las satisfacen las
necesidades humanas; en ellas la cultura de la calidad total en la que están inmersas
permite que la gente sea auténtica, entregada, comprometida, innovadora, creativa y ante
todo apasionada por servir. En Colombia creemos que las empresas son solo para ganar
dinero y desconocemos el verdadero sentido de estas. Para nosotros el servicio al
consumidor no existe. Aquí podemos encontrar una razón para la precariedad de los bienes
y servicios que ofertamos; de los insumos de mala calidad que empleamos para procesar un
producto, pero en un mercado globalizado estamos condenados a fracasar. Existe un sin
número de casos de profesionales que en su ambición de lucro personal estafan al Estado
con trabajos de mala calidad causándole un profundo daño a la sociedad y destruyéndose
torpemente su futuro al ingresar a las listas judiciales como un delincuente de cuello blanco
más.
La Teoría del Caos de Edward Lorenz (1962), nos hace ver como el universo está
regulado por leyes naturales que influyen permanentemente en nuestras vidas, así las
desconozcamos o pretendamos ignoradas siempre estarán allí; de la misma manera que
funciona un átomo o una onda en un estanque lleno de agua, así mismo es el océano del
Universo conocido. De esta manera y, antes que Galileo descubriera el enjambre del
cosmos; así la incipiente educación desconociera tal hecho y llevara a la hoguera a quienes
decían lo contrario; estas leyes invisibles nos gobernaban desde siempre; entonces, ¿por
qué la educación en lugar de transmitir un conocimiento tradicional, no se ha ocupado de
analizar cómo funcionan las diversas relaciones entre el hombre y las posibles leyes que la
regulan? aquí podría estar otra clave del éxito.
Lamentablemente entender que el servicio a los otros es el mejor camino del éxito
personal y empresarial, no surgió de las aulas, sino de las empresas transnacionales que al
verse abocadas por la alta competencia que introdujo la apertura de mercados entendieron
que era necesario buscar un sentido a lo que hacían y centraron así sus esfuerzos en la
solución de sus necesidades humanas; el resultado obtenido es que las empresas que
pudieron servir mejor y ofrecer productos de altísima calidad, lograron no solo sobrevivir,
sino crecer enormemente; así surgieron las técnicas de multiventa- multimercado con
productos que por sí mismos se posicionan convirtiéndose en marcas, las que requieren
poca publicidad y logran romper los indicadores en ventas. “Una empresa que no nace
para servir, no sirve para vivir” (Goleman: 1998)
Educación y liderazgo
Nos decía Paulo Freire que la educación latinoamericana debería caracterizarse por
formar personas capaces de construir sueños y utopías como la base para cambiar la
realidad de pobreza e injusticia social; al respeto nuestro Nobel Gabriel García Márquez,
en el documento Colombia al filo de la oportunidad expresa como uno de los grandes
desafíos “una educación al alcance de los niños que permita construir el país que todos
soñamos”, pero ese pensamiento parece estar muy lejos de la realidad, suena paradójico,
pero es posible pensar que es en la educación el lugar donde menos abundan los sueños.
Si se quiere avanzar en una educación transformadora hay que reconocer que el tema de
liderazgo es podre y además que se equivoca permanentemente. Esta necesidad de
autorregulación deberá ser el principio que nos invita a cambiar. Si el papel del educador en
su calidad de facilitador de aprendizajes es formar a las personas para que triunfen en la
sociedad, entonces, es necesario invitar a que los educandos en un proceso de intervención
pedagógica piensen, reflexionen, sean críticos, construyan con la rigurosidad que exige
Existen una amplia gama de prototipos de docentes desde los más rígidos y
tradicionales, hasta los más flexibles y tolerantes; los estudiantes los identifican en la
primera clase y se adaptan fácilmente a ellos. La praxis pedagógica exige que el educador
transformador sea la persona ideal para compartir, siendo el amigo y compañero en el arduo
camino del conocimiento. El educador transformador que requieren las sociedades exitosas
tiene de todo un poco y lo ejerce, en el momento oportuno, él debe ser: tolerante, exigente,
rígido al abordar el conocimiento, metódico, innovador, creativo, ético, motivador; es la
persona que sabe escuchar a sus educandos, es capaz de tomar decisiones en el momento
oportuno; es una persona responsable, critica, reflexiva, actualizada, apasionada por su
profesión, investigativa, creativa, transformadora y es coherente entre lo que dice y hace.
Se desvive por formar líderes de aprendizajes que piensan, se empoderen y se adapten
fácilmente al cambio social al tener metas claras para construir un proyecto de vida
individual y colectivo.
Para lograr lo anterior, la educación debe tomar con mayor seriedad la selección de
sus educadores para que estos sean más competitivos y pueden dar una mejor calidad. Al
hablar de competitividad nos referimos no solo a los títulos académicos que les brindan
idoneidad, sino buscar en otros espacios, en otros escenarios, en otras dimensiones del ser
humano como la capacidad emocional: saber de qué manera está estructurada su forma de
pensar, en su proactividad (capacidad de convertir los fracasos en oportunidades), en su
resiliencia, en su capacidad de liderazgo y sueños de grandeza. Allí puede estar el punto
crucial de la educación. A nosotros nos enseñaron a ser reactivos, esto es a no asumir
nuestra responsabilidad y a echarle la culpa de lo que nos pasa a otros; siempre tenemos
disculpas, no asumimos nuestros errores y fracasos.
Desde que nacimos como latinos en 1942 hijos de una madre violada, humillada y
maltratada que nos abandonó a nuestra suerte y, por un padre que nunca nos reconoció;
pareciera que en la sociedad, la impotencia y la mala suerte nos acompañara siempre.
Somos víctimas de la explotación y no hacemos nada por impedirlo; somos felices que nos
traten con bondad como los menesterosos de la historia; somos las víctimas y los pobrecitos
de la explotación en todas sus formas y no hacemos nada por transformar la realidad;
porque la educación que recibimos nos enseñó a ser sumisos, tímidos; a mostrarnos que no
somos capaces de emprender retos; a ser miedosos antes que tenaces y emprendedores.
Bajo este pensamiento siempre existirá alguien a quien culpar por nuestras desgracias que
nosotros mismos las hemos creado; así la lucha sindical persista en promulgar las ideas de
explotación para regresar al Estado paternalista que acaba con la creatividad e iniciativa. Si
no somos capaces de generar autorreflexión, concienciación, emancipación,
empoderamiento y liderazgo, seguiremos anclados a nuestra desgracia y nunca lograremos
construir la sociedad que merecen nuestros hijos.
Crear una empresa, inventar algo, solucionar un problema y hasta elevar un globo,
más que un problema intelectual, es una cuestión emocional. Infortunadamente la
educación ha valorado en algún sentido lo académico en la formación de sus docentes y por
ende de sus estudiantes y se olvidó de la dimensión emocional e investigativa; causa y fin
del progreso humano. Al sistema educativo le interesa el nivel académico de sus docentes,
más no; si es pesimista, repetitivo, poco o nada emprendedor, reactivo y perdedor, o por lo
contrario; si tiene virtudes de liderazgo, imaginación, optimismo, resiliencia, creatividad o
perseverancia. Estos valores no cuentan en los procesos de selección; sin embargo, en todo
el mundo se ha avanzado mucho en este sentido, sobre todo en los países industrializados
donde los grandes compañías contratan a personas teniendo en cuenta un modo distinto de
inteligencia: la inteligencia emocional. Hoy las hojas de vida para aspirantes a cargos se
Los progresos humanos se han dado por la virtud que algún hombre ha tenido en
imaginarnos, ellos nos dan la razón: desde los filósofos griegos que aspiraban con construir
un mundo democrático y libre; de las primeras propuestas de Leonardo da Vinci por
imaginar al hombre volar; al gran sueño de explorar el espacio al llevar al hombre a la luna
y lograr explorar el último planeta enano del Sistema Solar con el New Horizons que da el
punto de partida para la supervivencia de los seres humanos en los próximos siglos, hasta
los últimos avances de la informática, la cibernética, la electromedicina, la genética y la
astrofísica que nos permite ver más allá de las estrellas.
Decíamos al comienzo que todos soñamos con tener éxito y triunfar en la vida y que
por su parte la educación más que preparar para el éxito, ha preparado a la sociedad para el
fracaso, entonces, ¿Cómo cambiar el paradigma?
Un hombre educado para una sociedad exitosa entiende que en la vida no hay nada
fácil de hacer, más bien existen hombres incapaces de enfrentarse al diario vivir y que le
impiden progresar. Un hombre exitoso aborda los problemas con seriedad, se nutre de su
fuerza interior y genera confianza. La virtud de hacer frente a los obstáculos en lugar de
evadirlos distingue a los que triunfan de los que fracasan. Un hombre exitoso entiende que
nadie es víctima de nadie y que únicamente él es responsable de sus actos; es un ser
humano que cada vez se siente más dueño de sí mismo y menos víctima de las
circunstancias.
En una sociedad exitosa los individuos tienen voluntad sobre sus vidas y ejercen sus
derechos para alcanzar su propio bienestar que es la felicidad colectiva, la sociedad
superior, la sociedad de justicia y de equidad social. El hombre de éxito estará formado en
valores como la honestidad, la solidaridad, la persistencia, la perseverancia, el liderazgo y
empoderamiento como el comienzo para la transformación social; será un individuo
arriesgado, emprendedor, responsable, reflexivo, y crítico, curioso, creativo, innovador y
soñador; es un ser humano que convierte sus fracasos en oportunidades; es resiliente porque
tiene la capacidad de sobreponerse a la adversidad; es estratégico, observador e
investigativo que sabe identificar las oportunidades que le brinda su diario vivir y su
entorno para mejorar su calidad de vida; es una persona que entiende que lo importante no
es saber, sino lo que se hace con el saber y como aplicarlo en el momento adecuado.
Versión original.