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Escatología

La escatología cristiana es una rama de la teología cristiana conformada por las creencias
escatológicas o de las «últimas cosas» del cristianismo.
Enfoque pre-tribulacional sobre escatología.
Desde esa perspectiva, aquí está el orden de los eventos del fin de los tiempos que la Biblia revela:

1. El rapto de la iglesia. Cristo viene en las nubes para "arrebatar" a todos los que confían en Él (1
Corintios 15:52). Al mismo tiempo, los "muertos en Cristo" resucitarán y también serán llevados al
cielo. Desde nuestra perspectiva hoy, este es el próximo evento en la línea escatológica del tiempo. El
rapto es inminente; no es necesario que se cumpla otra profecía bíblica antes de que ocurra el rapto.

2. El ascenso del Anticristo. Después de que la iglesia sea quitada del medio (2 Tesalonicenses 2:7-
8), un hombre con poder satánico ganará el control mundial con promesas de paz (Apocalipsis 13:1;
Daniel 9:27). Recibirá la ayuda de otro hombre, llamado el falso profeta, que encabeza un sistema
religioso que exige la adoración al Anticristo (Apocalipsis 19:20).

3. La tribulación. Es un período de siete años en el que el juicio de Dios se derrama sobre la


humanidad pecadora (Apocalipsis 6-16). El ascenso al poder del Anticristo está asociado con este
período de tiempo. Durante la tribulación en la tierra, la Iglesia estará en el cielo. Se cree que en este
momento tendrá lugar en el cielo el Juicio Final de Cristo y la Cena de las Bodas del Cordero (2
Corintios 5:10; Apocalipsis 19:6-10).

4. La batalla de Gog y Magog. En la primera parte de la tribulación, un gran ejército del norte, en
alianza con varios otros países de Oriente Medio y África, ataca a Israel y termina siendo derrotado
por la intervención sobrenatural de Dios (Ezequiel 38-39). (Algunos comentaristas colocan esta batalla
justo antes del comienzo de la tribulación).

5. La abominación desoladora. A mitad de la tribulación de siete años, el Anticristo rompe su pacto


con Israel y muestra su verdadera identidad. Los judíos se dispersan, y muchos de ellos se vuelven al
Señor, dándose cuenta de que Jesús es su Salvador. Se desata una gran persecución contra todos
los que creen en Cristo (Daniel 12:11; Marcos 13:14; Apocalipsis 12:17).

6. La batalla del Armagedón. Al final de la tribulación, Jesús regresa con los ejércitos del cielo (Marcos
14:62). Él salva a Jerusalén de la aniquilación y derrota a los ejércitos de las naciones que luchan
bajo las órdenes del Anticristo (Apocalipsis 19:11-21). El Anticristo y el falso profeta son apresados y
lanzados vivos al lago de fuego (Apocalipsis 19:20).

7. El juicio de las naciones. Cristo juzgará a los sobrevivientes de la tribulación, separando a los justos
de los malvados, así como a las "ovejas" y a las "cabras" (Mateo 25:31-46). (Se cree que en este
momento los santos del Antiguo Testamento resucitarán de entre los muertos). Los justos entrarán en
el Reino del Milenio; los malvados serán arrojados al infierno.

8. La condena de Satanás. Satanás será atado y encerrado en un abismo durante los siguientes
1.000 años (Apocalipsis 20:1-3).

9. El Reino del Milenio. Jesús mismo gobernará el mundo, y Jerusalén será la capital. Este será un
período de 1.000 años de paz y prosperidad en la tierra (Apocalipsis 20; Isaías 60-62). Se ofrecerán
sacrificios memoriales en el templo reconstruido en Jerusalén (Ezequiel 40-48).
10. La última batalla. Al final de los 1.000 años, Satanás será liberado de su prisión por un corto
tiempo. Engañará a las naciones una vez más, y habrá una rebelión contra el Señor que rápidamente
quedará derrotada (Apocalipsis 20:7-10). Satanás será arrojado al lago de fuego para nunca más
reaparecer.

11. El Juicio del Gran Trono Blanco. Todos los que están en el infierno serán liberados y todos los
malvados de todas las épocas de la historia resucitarán para presentarse ante Dios en un juicio final
(Apocalipsis 20:11-15). Se leerán los veredictos, y toda la humanidad pecadora será arrojada al lago
de fuego.

12. La nueva creación. Dios rehace completamente los cielos y la tierra. Es en este momento que
Dios enjugará todas las lágrimas y no habrá más dolor, muerte o tristeza. La Nueva Jerusalén
desciende del cielo y los hijos de Dios disfrutarán de la eternidad con Él (Apocalipsis 21-22).

EL ARREBATAMIENTO

La palabra “arrebatamiento” no se encuentra en la Biblia. El término viene de una palabra latina


que significa "llevar, quitar o un arrebato". Sin embargo, el concepto del arrebatamiento es claramente
enseñado en la Escritura.
El arrebatamiento de la iglesia es el evento en el cual Dios “quita” a los creyentes de la tierra
para dar paso a Su justo juicio que será derramado sobre la tierra durante el período de la tribulación.
El arrebatamiento se describe primeramente en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:50-54. Dios
resucitará a todos los creyentes que han muerto, dándoles cuerpos glorificados, y después partiendo
de la tierra con aquellos creyentes que estén aún vivos, a quienes también les serán dados cuerpos
glorificados. “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los
que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor
en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17).
El arrebatamiento implicará una transformación instantánea de nuestros cuerpos para
adaptarnos para la eternidad. "Sabemos que cuando él (Cristo) se manifieste, seremos semejantes a
él, porque le veremos tal como él es" (1 Juan 3:2). El arrebatamiento se debe distinguir de la segunda
venida. En el arrebatamiento, el Señor viene "en las nubes" para encontrarnos "en el aire" (1
Tesalonicenses 4:17). En la segunda venida, el Señor desciende hasta la tierra para pararse en el
Monte de los Olivos, resultando en un gran terremoto seguido de una derrota de los enemigos de Dios
(Zacarías 14:3-4).
La doctrina del rapto no fue enseñada en el Antiguo Testamento, por lo que Pablo la llama un
"misterio" ahora revelado: "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la
trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados" (1
Corintios 15:51-52).
El arrebatamiento es el glorioso evento que todos debemos anhelar. Entonces finalmente
estaremos libres de pecado, y estaremos para siempre en la presencia de Dios. Existe mucho debate
sobre el significado y alcance del arrebatamiento. Esta no es la intención de Dios. Más bien, el
arrebatamiento debe ser una doctrina consoladora llena de esperanza; Dios quiere que al considerar
el arrebatamiento “nos animemos unos a otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:18).

¿Qué es lo que pasará de acuerdo a la profecía del fin del mundo?

La Biblia tiene mucho que decir acerca del fin del mundo. Casi todos los libros de la Biblia
contienen profecía respecto al final de los tiempos. Hablar sobre todas estas profecías y organizarlas
puede resultar difícil. Pero, he aquí un breve sumario de lo que la Biblia declara que pasará al final de
los tiempos.
Cristo se llevará del mundo a todos los creyentes de la tierra en un evento conocido como el
Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51-54). Ante el Tribunal de Cristo, estos
creyentes serán recompensados por sus buenas obras y servicio durante su tiempo en la tierra, o
perderán su recompensa por su falta de servicio y obediencia, aunque no la vida eterna (1 Corintios
3:11-15; 2 Corintios 5:10).
El anticristo (la bestia) vendrá con poder y firmará un tratado de paz (pacto) con Israel por siete
años (Daniel 9:27). Este período de siete años es conocido como la “Tribulación”. Durante la
Tribulación, habrá terribles guerras, hambrunas, plagas y desastres naturales. Dios derramará toda
Su ira contra el pecado, la maldad y la iniquidad. Los cuatro jinetes del Apocalipsis, los siete sellos,
las siete trompetas y las copas de ira tendrán lugar durante la Tribulación.
A la mitad de los 7 años, el anticristo romperá el pacto de paz con Israel y les hará la guerra. El
anticristo cometerá “la abominación desoladora” y se hará una imagen de él mismo para ser adorada
en el templo que habrá sido reconstruido (Daniel 9:27; 2 Tesalonicenses 2:3-10). La segunda mitad
de la tribulación es conocida como “la Gran Tribulación” (Apocalipsis 7:14) y “el tiempo de angustia
para Jacob” (Jeremías 30:7).
Al final de los siete años de Tribulación, el anticristo lanzará un ataque final sobre Jerusalén,
culminando en la Batalla del Armagedón. Jesucristo regresará, destruirá al anticristo y sus ejércitos y
los lanzará al lago de fuego (Apocalipsis 19:11-21). Cristo entonces atará a Satanás en el abismo por
1000 años y gobernará Su reino terrenal por estos 1000 aoñs (Apocalipsis 20:1-6).
Al final de los 1000 años, Satanás será soltado, derrotado nuevamente, y lanzado al lago de
fuego y azufre por toda la eternidad (Apocalipsis 20:7-10). Cristo entonces juzgará a los incrédulos
(Apocalipsis 20:10-15) en el Juicio del Gran Trono Blanco, echándolos a todos al lago de fuego.
Entonces Cristo marcará el inicio de un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra y una Nueva Jerusalén, que
será la morada eterna de los creyentes. No habrá más pecado, ni dolor, o muerte (Apocalipsis 21:22).

¿Qué es la Tribulación? ¿Cómo sabemos que la Tribulación durará siete años?

La tribulación es un período de tiempo futuro de 7 años, cuando Dios terminará con Su a Israel y
ejecutará Su juicio sobre el mundo incrédulo. La iglesia, formada por todos los que han disciplina
confiado en la Persona y la obra del Señor Jesús para salvarse de ser castigados por el pecado, no
estarán presentes durante la tribulación. La iglesia será sacada de la tierra en un evento conocido
como el arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51-53). La iglesia es salvada de la
ira venidera (1 Tesalonicenses 5:9). A través de la Escritura, se utilizan otros nombres con referencia
a la tribulación, tales como:

1) El día de Jehová (Isaías 2:12; 13:6,9; Joel 1:15; 2:1-31; 3:14; 1 Tesalonicenses 5:2)

2) Angustia o tribulación (Deuteronomio 4:30; Sofonías 1:15)

3) La gran tribulación, que se refiere a la más intensa segunda mitad del período de los 7 años
(Mateo 24:21)

4) Tiempo o día de angustia (Daniel 12:1; Sofonías 1:15)

5) Tiempo de angustia para Jacob (Jeremías 30:7)

Es necesaria la comprensión de Daniel 9:24-27 para entender el propósito y tiempo de la


tribulación. Este pasaje en Daniel habla de 70 semanas que están determinadas sobre “tu pueblo”. El
“pueblo” en este texto son los judíos, la nación de Israel. Daniel 9:24 habla de un período de tiempo
que Dios ha determinado para: “terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad,
para traer la justicia perdurable y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”. Dios
declara que “70 semanas” darán cumplimiento a estos hechos. Es importante entender que cuando se
habla de “70 semanas” no se está hablando de una semana como la conocemos (7 días). Este
período del cual Dios habla, es realmente 70 septenios de años, o sea 490 años. Esto está
confirmado por otra porción de este pasaje de Daniel. En los versos 25 y 26, se le dice a Daniel que
“se quitará la vida al Mesías” en “7 semanas y 62 semanas” (69 semanas en total) comenzando con el
decreto de la reconstrucción de Jerusalén. En otras palabras, el Mesías será quitado 69 septenios de
años (483 años) después del decreto de la reconstrucción de Jerusalén. Los historiadores bíblicos
confirman que transcurrieron 483 años desde el tiempo en que fue decretada la reconstrucción de
Jerusalén, al tiempo que Jesús fue crucificado. La mayoría de los eruditos cristianos, a pesar de sus
puntos de vista escatológicos (eventos / cosas futuras), comparten esta opinión sobre las 70 semanas
de Daniel.

Con los 483 años transcurridos desde el decreto para la reconstrucción de Jerusalén a la muerte
del Mesías, esto nos deja 1 septenio (7 años) para el cumplimiento de lo descrito en Daniel 9:24 “...
para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia
perdurable y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”. Este período final de los 7
años es conocido como el período de la tribulación, que es el tiempo cuando Dios terminará de juzgar
a Israel por su pecado.

Daniel 9:27 da un poco de luz sobre el período de los 7 años de tribulación. Daniel 9:27 dice, “Y
por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la
ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga
la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”. La persona de quien se
habla en este versículo, es la misma persona a quien Jesús llama “la abominación desoladora” (Mateo
24:15) y en Apocalipsis 13 es llamada “la bestia”. Daniel 9:27 dice que la bestia hará un pacto por una
semana (7 años), pero que a la mitad de la semana (3 ½ años dentro de la tribulación), él romperá el
pacto, poniendo fin al sacrificio. Apocalipsis 13 explica que la bestia colocará una imagen de él mismo
en el templo y demandará que el mundo la adore. Apocalipsis 13:5 dice que esto sucederá por 42
meses, que son 3 ½ años. Puesto que Daniel 9:27 dice que esto sucederá a la mitad de la semana, y
Apocalipsis 13:5 dice que la bestia hará esto por un período de 42 meses, es fácil ver que la duración
total es de 84 meses o sea 7 años. Ver también Daniel 7:25 donde el “tiempo, y tiempos, y medio
tiempo” (tiempo = 1 año; tiempos = 2 años; medio tiempo = ½ año; hacen un total de 3 años ½)
también se refiere a la “gran tribulación”, la última mitad de los 7 años del período de la tribulación
cuando la “abominación desoladora” (la bestia) estará en el poder.

Para futuras referencias acerca de la tribulación, ver Apocalipsis 11:2-3 donde se habla de 1,260
días y 42 meses, y Daniel 12:11-12 donde se habla de 1290 días y 1,335 días, todo lo cual hace
referencia al punto intermedio de la tribulación. Los días adicionales en Daniel 12 pueden incluir el
lapso final para el juicio de las naciones (Mateo 25:31-46) y el tiempo para que Cristo establezca Su
Reino Milenial (Apocalipsis 20:4-6).

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