Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN
Bajo la idea de los derechos humanos, y especialmente a partir de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos (1948), han sido incluidos tanto los llamados derechos civiles y
políticos como los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Más allá de los
problemas sobre estas clasificaciones de derechos que estamos acostumbrados a usar —que
responden más a visiones ideologizadas de los derechos y no a criterios objetivos1 —,
muchos de estos derechos envuelven algunos aspectos económicos.
DERECHOS ECONÓMICOS
Los derechos económicos son considerados derechos humanos que se ocupan de garantizar
unas condiciones económicas que permitan una vida digna y libre.
Se suele estudiar estos derechos económicos en conjunto con derechos sociales y culturales
y se les conoce como DESC (derechos económicos, sociales y culturales). Estos derechos,
son considerados derechos humanos por la Asamblea General de Naciones Unidas que
adoptó en su Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 estos derechos
económicos junto a otros civiles y políticos.
Además, en 1966 estos derechos económicos quedaron reflejados como derechos civiles de
las personas en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Estos
derechos económicos han sido adoptados por numerosos países incluso en sus propias
constituciones. Se persigue un mundo más humano, preocupado por los problemas de las
vidas de las personas, por ello se impulsan estos derechos.
La función principal es cuidar porque todos los ciudadanos tengan una situación económica
que les permita llevar una vida digna y libre. Para ello, se deben seguir ciertos principios:
• No discriminación. Debe haber igualdad sin discriminar por sexo, edad, raza, religión,
ideas políticas o cualquier otra circunstancia. Permitiendo así que todo el mundo
tenga acceso a estos derechos económicos.
• Los Estados se deben comprometer a perseguir la violación de estos derechos
económicos por sus ciudadanos.
• Los Estados deben seguir políticas legislativas que hagan efectivo el desarrollo de
estos derechos económicos.
• Los Estados a su vez tienen que cumplir en sus políticas estos derechos para que
adquieran el valor que los otorga la DUDH.
DERECHOS SOCIALES
Los derechos sociales consisten en un grupo de derechos que son garantizados por la
legislación ordinaria, los derechos sociales son fundamentales y son afirmados por
la Constitución nacional y por los tratados internacionales de derechos humanos. Están
inspirados en la justicia y son los encargados de regular el comportamiento de las personas
dentro de la sociedad permitiendo de esta manera resolver los conflictos sociales que puedan
presentarse en un lugar determinado. Busca la manera de controlar y establecer igualdades
entre los individuos de una nación para de esta manera resguardar la seguridad social.
El derecho social se divide en cuatro diferentes ramas, todas ellas de igual importancia para
la sociedad.
1. Derecho Laboral
Este es el tipo de derecho que protege a los trabajadores y que implica también a las empresas,
empleadores, sindicatos y gobierno. Dentro del encontramos la legislación laboral colectiva
y la individual. La colectiva se refiere a la relación que se da entre el empleado, el jefe y el
sindicato. La individual se refiere a los derechos que tiene cada trabajador.
3. Derecho migratorio
Implica las políticas del gobierno de una nación que controla la inmigración y la deportación
de las personas. Estas leyes varían de un lugar a otro y está regulado por el derecho
internacional. Cada país es responsable de definir la cantidad de tiempo que una persona
puede estar en el país y los derechos de estas.
4. Derecho agrario
Incluye las leyes agrarias que se encargan de regular y explotar las tierras agrícolas y es una
de las ramas más importantes del derecho social pues les da protección a los trabajadores
dueños de tierras.
DERECHOS CULTURALES
En su Observación General 21, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
explica la trascendencia que tiene la cultura para la dignidad humana, y por ende su
incorporación dentro del apartado de los derechos humanos, al precisar que “refleja y
configura los valores del bienestar y la vida económica, social y política de los individuos,
los grupos y las comunidades”. De ello se sigue que la cultura es decisiva para la realización
del ideal del ser humano libre, liberado del temor y de la miseria, al que alude el Preámbulo
de la Declaración Universal de 1948 y diversos instrumentos internacionales sobre la materia.
De acuerdo con dicho Comité, la cultura es un concepto amplio e inclusivo que comprende
todas las manifestaciones de la existencia humana, en el que a través de un proceso dinámico
y evolutivo los individuos y las comunidades dan expresión a la humanidad, manteniendo
sus particularidades y sus fines.
Por lo anterior, el objeto de protección de los derechos humanos culturales radica tanto en
las propias manifestaciones expresivas como el mismo proceso en el que éstas se
desenvuelven, en ambos casos desde las ópticas individual y colectiva, caracterizando como
partícipes a sus creadores y la sociedad como beneficiaria. La transversalidad del concepto
de cultura hace también que disponga de un extenso campo semántico en el que se engloban
las formas de vida, el lenguaje, la literatura escrita y oral, la música y las canciones, la
comunicación no verbal, los sistemas de religión y de creencias, los ritos y las ceremonias,
los deportes y juegos, los métodos de producción o la tecnología, el entorno natural y el
producido por el ser humano, la comida, el vestido y la vivienda, así como las artes,
costumbres y tradiciones. Ello ha propiciado que resulte más idóneo referirse al género de
los derechos humanos culturales en lugar de un derecho humano a la cultura, sin perjuicio de
que pueda argumentarse su reconocimiento como tal. A partir de los instrumentos
internacionales, al igual que de la interpretación oficial y doctrinal que se ha elaborado sobre
los mismos, se coincide que entre los derechos humanos culturales se encuentran los relativos
a:
▪ Participar en la vida cultural, que se refiere a la libertad para ejercer las prácticas
culturales y acceder a sus expresiones materiales e inmateriales, como también
protección y promoción de estas.
▪ Gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones, entendido como
el acceso a los conocimientos, métodos e instrumentos derivados de la investigación,
al igual que la tecnología y aplicaciones que emanen de ellos; a fin de satisfacer las
necesidades comunes a toda la humanidad y prever consecuencias adversas para la
integridad y dignidad humanas.__________________________________________
DERECHOS AMBIENTALES
«Los derechos medioambientales son toda proclamación de un derecho humano a disfrutar
de condiciones ambientales de una determinada calidad» (ONU Medio Ambiente, 2020).
Los derechos ambientales se pueden entender como derechos humanos que tienen algún
vínculo con el entorno. Existen a nivel nacional cuando se incorporan a las constituciones o
legislaciones de los Estados. También están consagrados en los mecanismos de desarrollo
sostenible de las Naciones Unidas.
Los derechos ambientales y humanos están estrechamente ligados: tienen que ver con un
entorno saludable, limpio y seguro que depende de que se respeten los derechos humanos.
Por ejemplo, el derecho a un entorno saludable está presente en más de 100 constituciones.
Sin embargo, no existe un derecho humano internacional a disfrutar de un entorno saludable
que sea legalmente vinculante.
Los derechos ambientales de los niños incluyen los que figuran en las legislaciones y
constituciones nacionales. Sin embargo, esto solo es cierto si estos derechos se aplican en los
tribunales y protegen a los niños en el día a día. Entre los derechos medioambientales
nacionales, a pesar de que no se les suele mencionar explícitamente, los niños están
protegidos por estos derechos. Para entender mejor estos derechos, a veces hay que analizar
la legislación regional. Por último, el derecho internacional puede proteger los derechos de
los niños cuando los derechos contemplados en los tratados sean lo suficientemente precisos
como para que los tribunales los respeten y los jueces los apliquen (esto es válido para las
constituciones). De lo contrario, los derechos pueden entrar en la categoría de meros
«principios» que son directrices, pero no ofrecen ninguna protección vinculante.
Los derechos ambientales pueden ser tanto derechos como instrumentos utilizados por las
sociedades civiles para reclamar cambios en sus legislaciones nacionales. La lucha por
la protección del medio ambiente y de las personas utiliza los derechos ambientales e
involucra a muchos actores diferentes, como Estados, ONG, sociedades civiles y defensores
de los niños y de los derechos humanos. Según la ONU, cada semana mueren tres personas
luchando por proteger los derechos medioambientales y muchas otras son acosadas,
intimidadas y criminalizadas por su fundamental trabajo (ONU Medio Ambiente, 2020).
La ONU actúa en materia de derechos ambientales tanto a través de sus Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) como de diversos mecanismos que suelen contar con la ayuda
de ONG que participan, por ejemplo, en la elaboración de resoluciones del Relator Especial
de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente. Debido a estos mecanismos, se
considera que las ONG y los expertos jurídicos actúan como fuentes influyentes del DIA
(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2014).
Además, la Conferencia de las Partes es el máximo órgano de la CMNUCC, que cada año
reúne a los países para evaluar los avances, adoptar decisiones y considerar la posibilidad de
adoptar nuevas medidas. Los representantes estatales negocian directamente las decisiones,
pero los grupos no estatales pueden participar oficialmente como observadores. Los
observadores, incluidas las organizaciones juveniles, tienen la oportunidad de expresar sus
opiniones ante los representantes de los Estados a través de «reuniones informativas
juveniles». Esas reuniones brindan a los delegados juveniles la oportunidad de acceder
directamente a representantes de alto nivel, como el Secretario Ejecutivo de la CMNUCC y
los presidentes de los órganos de negociación. Cada sesión dura unos 30 minutos y los
jóvenes pueden hacer preguntas abiertas.