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Elementos de Psicoanálisis
Elementos de Psicoanálisis
mas quG se pueden presentar durante el proceso anal 'r(~ "í: '
Este nuevo libro de Bion brinda - con ese propósit,_ -'i-1J nr;·
tocll!e que ''erH4Íoba l0s más importantes ¿¡spectc~ dE' .ds!~1 vB
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ISB~ 950-ólS-05 5-&
9 1~lll~J~~IIIJIWJ1:111 .
~·;¡...
w~ R. B1oN
ELEMEN.T OS
DE
PSICOANÁLISIS
Londres.
Versión c;astellana de:
Haydée Femández. PROLOGO
1
AGRADECIMIENTOS
.-1
Hipó-
1 tesis Nota- Indn-
defi- e¡. Aten-
ción ción gaci6n Acdím
'E nit.oria
1 2 3 4 5 6 •• ,.n.
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A
.Elementos
Beta
Al A2 A6
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Elementos Bl B2 B3 B4 B5 B6 . .• .An
fr Alfa
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~ p..,amien""
onírir..o's
Cl C2 C3 C4 es C6 . ..Co
Sueños, Mitos
rl o
Pre--Concepción
DI D2 03 D4 D5 D6 . ..Dn
1
[
E Ei E2
Concepción
E3 E4 ES E6 ... En
F Fl F2 ...Fn
Concepto
F3 F4 FS F6
G
Sistema deduc- G2
tivo Científico
H
Cálculo
algebraico
CAPITULO 1
1
w. R • .BlON
ELEl\<lENTOS DE PSICOANÁLISIS 3]
1 11 , 11 uln la importancia que le atribuye a estas dimensio-
una .r ealización: son enunciados de un mito personal. A menthl
11, • 1 IHI tdelatÓ Cada Una de ellas en Oetalle.
que la experiencia del objeto psicoanalítico esté acompa.íiaJa
N 0 es necesario que nos detengamos demasiado en la ex-
por una formulación del psicoanalista de un enunciado qw•
tensión en el dominio del sentido. Significa que lo que es
tiene este tipo de componente carece de una dimensiún necc·
interpretado debe tener entre otras cualidades ~a. de ser ~ saria. Me referiré a esta dimensión como el mito o el corn
objeto de los sentidos. Debe ser, por ejemp~o . VJ.Stble o auqt- ponente "como si".
ble, con certeza para el analista y presum1blemente pa:a el
Elegí deliberadamente el término ''pasión'' en lugnr de
analizado. Si esta última presunción resulta no ser as1, los
otros términos que podr.Í an parecer. más usuales para lu últimn
fundamentos para esta presunción deben ser tales ~u~ ~1 ~a
dimensión_. en parte porque ellos tienen un significado que no
caso en la correspondencia debe ser considerado s1gruf1cat:vo
debe ser alterado. Por "pasión" o la carencia de ésla me
en sí mismo. Expresado de otra manera cuando el .anah.sta
refiero a la componente derivada de L, .H y K. Entiendo qutt
hace una interpretación, él y el analizado tienen que poder. ver
el térÍnino representa una emoción experimentada con inten
que aquello de lo cual se está hablando es algo aud1ble,
sidad y calidez aunque sin ninguna sugerencia de violend.'l:
visible, palpable u oliente en ese momento.
el sentido de violencia no debe ser expresado por el t{mn:ino
Es más difícil dar una explicación satisfactoria de lo que
"pasión" a menos que esté asociado con el término "vou-
entiendo por extensión en el dominio del mitó *. Sin él no ,
cidad".
puedo concebir la posibilidad de la construcción de un modelo
como parte del equipo co.n que cuenta el analist~. .S~pongamos , Puede parecer que al introducir la pasión estoy repitiendo
que un paciente está enojado. Se le da más s1gmí~cado a un lo que ya he dicho al incluir L, H y K, como elementos. E~lo
enunciado en este sentido si se le agrega que su enOJO es como no es así; por pasión me refiero a una de las dimensiones
el de 1111 "niño que quiere pegar a su niñera porque se le ha que L, H o K deben poseer si ha de ser reconocida como utt
dicho que es malo''. El enunciado entre comillas no es expre- elemento que· está presentE: 5 • La evidencia de la presencia do.:
sión de una teoría dentro de una exposición genética. No la pasión, que puede ser proporcionada por los sentidos, no
debe suponerse que expresa una teoría que sostiene que los debe ser tomada como la dimensión de la pasión. Es decir
los niños pequeños pegan a · sus niñeras si s~ les llama ma~o~. si se considera el tono .enojado del paciente como evidencia
Es un enunciado análogo al tipo de enunc1ado que los fllo- de odio no debe pre:sumirse que la pasión ha sido discernidn
sofos desdeñan como mitologías cuando usan el término pe- como una dimensión elel objeto psicoanalítico, Odio. La evi-
yorativamente para describir malas teorías. Yo necesito en~· dencia pu.ede ser proporcionada por los sentidos, en dich•)
ciados de esta clase como parte del procedimiento y equtpo episodio, que pueden correlacionarse con la evidencia, 5ensua1
científico analítico. No son enunciados de un hecho obser- tal ve~ pero no sensible, de la pasión. El tener conocimiento *
vado, o formulaciones de una teoría destinada a rep1·esentar
5 Cf.. capítulo XIX sobre los "sentimientos".
4 EJ problema se relaciona con la discusión de la hilera C de
• Bien habla de awarenes$, nosotros seguimos a Ber trand Rus
}D, tabla. sell (Mysticism and Lugic, capítulo X) quien establece una diferenoin.
cardinal entre .Knowledge by description y K11owledge by o.ct¡uainttm-
\\. ~L il i ON
presentes y pasadas. Un ej~mplo de este tipo de enWlciado ' á Ver Poincaré, H.: Science and Method, pág. 30 y HaMon, N. R..:
Pattern.s of Discovery, pág. 121.
t
W. R. BION
ELEMENTOS DE PSICOANÁLISlS
't
restringido margen de fenómenos. Un suceso temprauo put::d c
beta, la función-alfa, o los elementos-alfa, que no sea la de he· f
1 ser la expectativa del lactante por el pecho. El apa reurn1ento
chos observados que no pueden explicarse sin la ayuda de dichos
elementos hipotéticos. La situación es diferente para el caso de una pre-concepción con una realización crea una cotJcopd6n.
de las formulaciones que restan. Puede suponerse que hay S. La concepción. Puede considerarse a la concep ción co·
evidencia de la existencia de los pensamientos oníricos, prc- f. rno una variable que ha sido reemplazada por una constante.
concepciones y el resto. Para continuar: Si presentamos a la pre-concepción por tjt ( ~ ) con (e) como
un elemento no saturado, entonces se derivará de la rcalizadón
3. Pensamientos oní.ricos. Dependen de la e:ristencia pre- 1
con la cual la pre-concepción se aparea se derivará aquello
via de los elementos beta y alfa : por otra parte no exigen una ·¡ que reemplaza a (e) por una constante. Sin embargo la con-
elaboración más allá de la que han recibido en la teoría psi-
cepción puede entonces ser empleada como una pre-concep<.:ió:n
coanalitica clásica. Son comunicados mediante el contenido
manifiesto del sueño pero permanecen latentes a menos que
el contenido manifiesto sea traducido a términos más com- 1
l en el sentido que puede expresar una expectativa. El a par~a·
miento de tjt (g} con la realización satisface la expectativa pero
awnenta la capacidad de tjt (e) para una ultetior saturaci6rt ~
piejos. 6. El concepto deriva de la concepción por un proceso
Con los sueños se alcanza una esfera en la cual se tiene destinado a liberarla de aquellos elementos que le imped irian ·
una evidencia directa de los fenómenos con los que se tiene ser un instrumento de la elucidación o expresión de la ven-la•l
que tratar.. Al m enos existe una evi<lencia directa cuando el 7 . El sistema deductiv o científico. En este contexto f:l
paciente dice que tuvo un sueño y pa.sa a contarlo. Desafor- término "sistema deductivo científico" significa una combi·
tunadamente tal seguridad se evapora cuando el sujeto de la nación de conceptos en hipótesis y sistemas de hipótesiB en
investigación es el pensamiento mismo. El emmciado de que forma tal que estén relacionados entre sí en forma l ógica :•,
un paciente ha tenido un sueño es generalmente suficient~ La relación lógica entre un concepto y otro y entre unn ldpó-
evidencia como para permitir que el trabajo continúe, pero tesis y otra realza el significado de cada concepto e hipó te~i!ll
no lo es si necesitamos saber qué ha ocurrido cuando el pa· asi conectados y expresa un significado que los con cepto& e
ciente dice que ha soñado. Por ejemplo, si un paciente se hipótesis y vínculos no tienen individualmente. En es te ~en·
queja de que tuvo un dolor en la pierna, ¿debemos suponer, tido se pnede decir que el significado del todo es m ayor quo
el de la suma de su partes.
dentro del marco adecuado, que él Joñó que tenía un dolor 6'1
la pierna o deberíamos pensar que algunas veces el contenido 1 Esta descripción de la pre-concepción es provisorio. EI con ct-pln
manifi~sto de un sueño consiste en una serie de dolores antes es. elaborado más adelante, especialmente en el Capítulo XVIII y Ji·
gulente5.
que en una serje de imágenes visuales que han sido verbali· 2 Comparar c;;on lo que he dicho en el Capítulo. XVIII sohro ah1·
tracción.
zadas y conectadas en una narración? a Comparar el estado de relación lógica con lo que dí::o ( lil t.l
Capítulo XVITI sobre coherencia.
t ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 47
W. R. BION ¡·
.:uacla para ser u~ada como preconcepción. Propongó dcj m pot
11 ( ,tfl ou.l o.s ~ . El sistema deductivo científico puede ser
el momento la hilera B, el elemento-alfa, sin discutir por urm
• t•¡H e·~ entado por un cálculo algebraico. En el cálculo algebraico 1 razón especial.. Por la misma razón ignoraré aspectos impt;¡r·
varios signos son agrupados según ciertas reglas de combi·
tantes de la hilera C, los pensamientOS oníricos, y los SUf' llOf
nación. Los signos no ·tienen otras propiedades que aquellas (
mismos, hasta más adelante. En la tabla en la par te fina] dl'l
que les han sido conferidas por las reglas de combinación.
(a+ b) 2 = a2 + +b2 2ab, es una afirmación de las reglas t trabajo ubico las exposiciones sistemática y genética 8 lv
largo de distintos ejes.
de combinación de a y b, a y b no tienen otro significado ñ l
Esta tabla formal otorga un aire de rigidez que p uede pa-
que no sea el de que pueden ser reemplazados por números ¡·
recer extraño al enfoque clínico. Espero que posterio rer. discu
y se los debe comprender como capaces de manipulación en
la forma definida en el enunciado (a +b) 2 = a2 + +
b2 2ab.
siones alrededor de su uso disiparán cualquier temor al res-
pecto, siempre que sea usada en forma correcta. Indicaré cuál
Para abreviar, decir que a y b tienen propiedades significaría
nada más que se prestan a la manipulación según ciertas reglas -t debe ser su uso tomando algunas de las implicaciones de lo
tabla. Los números de referencia corresponden a las coorU ~·
y que las reglas a las cuales se conforman pueden ser deducidas f
nadas de la tabla.
del enunciado en cuanto, como una concepción, retiene la capa-
cidad para la saturación. · A1- Esta categoría puede ser definida como extremadamerl·
te primitiva. No indica una clara diferenciación de cualidade.'!
Esto completa mi exposición genética. Propongo ahora
tales como esperamos encontrar, digamos, en un sueño tal
combinarla con la exposición esquemática del capítulo V. Di-
como es contado por un pa.c iente. No señala una diferenciación
cha exposición, se recórdará, bosquejaba un esquema proviso- 1
entre cualidades animadas e inanimadas, sujeto y objeto, lo
río mediante el cual los distintos usos que se podian dar a 1 t moral y lo científico. Dacio que está saturada no es adccuad:.1
serían categorizados, por lo tanto en contraste con el esque- f(.
para ser usada como una prec;:oncepción. El único sentido ae·
ma de este capítulo en el cual sugiero un esquema de distintas
gún el cual se puede considerar que tiene un uso com o dé·
etapas por el cual 1 podría ser desarrollada. Es necesario oh·
finición es aquel según el cual definir algo puede decirse con-
servar que en el esquema genético las hileras B-H inclusive
siste en aprisionar algo dentro de ciertos límites: su significado
pueden todas ser consideradas como conteniendo elementos no
no es liberado a través de la verbalización, sino que se le
saturados que esperan una realización antes de que puedan ser
niega una salida. Sin embargo resulta adecuada para la iden•
''satisfechos" y convertirse en disponibles para otros usos como
tificación proyectiva. Usaré el ejemplo que empleo en mi ITU·
preconcepciones. La hilera A difiere de todas las demás en
bajo sobre el Pensar -para evitar al lector una inneccsari 1'
que n o tiene un elemento no saturado y es por lo tanto inade-
carga de ejemplos a recordar dada su multiplicidad, usaré mu y
~ Pa~a u_n;a descripci§n completa de los términos del sistema de- pocos y le pediré que tolere el aburrimiento de la repetición- ,
d.uctJvo cie~ttflcO ! el calculo algebraico, tal como son usados en un el lactante que experimenta el temor de que se está muriendo,
r~guroso meto do c1entffic~,, ver Hraithwaite, R. B.: Scientific Explana·
t~on, C.U.P., 1955. (VersJon castellana: La Explicación Cient!fica Ed en tanto la terminol.ogía de una complejidad adulta pueda
'l ecnos, Madrid.) • expresar la experiencia, lo aprisiona en un elemento-beta (ab o -
5 V er discusión de la coheren~ia y el significado, Capítulo XVIII.
W. R. BIO N ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 49
ul,l, mh1 en la tabla en la categoría A 1 ) . Esto es proyectado elemento-beta el exceso de emoción que ha estimulado el crc-
'u t'l l continente y su destino posterior depende de varias con· cizniento del componente restrictivo y expulsivo; por lo tanto
twgencias que no anticiparé aqu] porque me r eferiré a ellas 1 se ha llevado a cabo una transformación que le permile al
más adelante. r lactante incorporar nuevamente algo, que llamaremos ele-
A 2 • Las indicaciones que he dadó en A 1 demuestran que f mento-alfa por comodidad, ahora apropiado para ser usado
hablando en términos estrictos A2 debe ser una clase nula, como una definición o preconcepción. El cambio aportado
porque A 1 es incapaz de desarrollo. Sin embargo en cierto por la madre al aceptar los temores del lactante es el mismo
sentido A 1 puede ser empleada par a cumplir alguna de las fun· . que luego es aportado por la fw1ción·alía en personalidade3
Ciones de A 2 en tanto el aprisionamiento implícito en A 1 niega 1 cuyo desarrollo es relativamente logrado. Por la misma cun·
la posibilidad de cualquier liberación de sentido. Pero una 1 lidad se puede describir a la función·alfa como implicada en
comparación con 'G2 demostrará que hay una gran diferencia el cambio que he asociado con la concepción 6 y el concepto
entre A2 y ~ ( err'tanto puede decirse que A2 existe por virtud (E y ·F en este capitulo ) tal como he descrito a estas entidndeR
de la substitución de A 1 y A2 ) y la implantación qu.e tiene esta ( en mi expresión genética.
diferencia debe ser corres_pondientem!'!nte mayor. ¡
No analizaré A 3 , A4 y A5 en detalle porque lo que YB: he
dicho sobre A2 es también válido para ellas con algttnas modi·
ficaciones adecuadas. Fundamentalmente son clases nulas.
1
fero vale la pena hacer un breve comentario sobre A11 en
tanto el elemento-beta, tratado por medio de la identificación
proyectiva, se presta al uso como un operador. Su significa-
ción queda más nítidamente definida si se la compara con 06,
E 6 , F 6 , G6 y H 6 , que todavía no he tratado.
Es la situación en la cual el elemento-beta, digamos e1
temor de que se está muriendo, es proyectado por el lactante
y recibido por el continente en forma tal que es "desintoxicado",
o sea, modificado por el continente de modo tal que el lac·
tante pueda incorporarlo nuevamente a su personalidad en
forma tolerable. La operación es análoga a la realizada por
la función-alfa . El lactante depende de que la Madre actúe
como función-alfa.
Expresando ésto en otros términos, el temor es modificado
y el elemento-beta se convierte así en ·elemento-alfa. Expre-
6 Ver comien.w Capitulo VI para la discusi6n de la dinámícn del
sando ésto en fonna aún menos abstracta se le ha quitado al crecimiento y Capítulo XVIII y siguientes.
r
CAPfTULO VII
1
REPRESENTARÉ LA TABLA desarrollada en el c apitulo SOJClo <;OD
1 el signo J 1. No m e p r op ongo discutir o analizar qué sig111fi·
cado, si es que hay íi.l guno, se le atribuye a las clases repre
sentadas por las coordenadas tales como 5. l. No es necesario
suponer qu·e dichos elementos existen. Sin embargo no quiero
descartarlos por el m omento; propongo reconsiderar los eje!!
del esquema en la búsqueda de elementos. Cuando uso e] signo
I, quiero representax ya s ea to da la lahla o uno o más de los
compartimientos q ue he diferenciado m ediante las coordcna.
das. Para dar un ej emplo supongamos que en el curso de un
análisis, el material sugiere el predominio de l . Se podrin
lograr esta impresión cClmo resultado de la atenci ón reltljadu
o flotante ; este estado m ental se aproxima a a quel repre~ert·
tado por D4 (ya que estoy p redispuesto p or mi personaHd,~il
y mi formación psicoanalítíca a alimentar ciertas expectativas).
Un estado de atención, si es receptivo al material que el ps.
ciente está produciendo, se aproxima a una pre-concepción y
por lo tanto el cambio de atención a concepción se repre..c1en·
ta por un cambio en la tabla de D 4 a E 4 • Si b usco confirmt.J
ción en otro material distinto al que el paciente estú presen·
tando, Ea y E5 son puestos en acción; si comienzo a verhali~«t'
tal enunciado 3 • En la práctica el enunciado adquiere ma- la mentalidad del lactante 4 • Propongo provisionalmente n:prc
yor signi_ficado cuando es posible contrastar lo que una per. sentar él aparato para el pensaxn.iento por el signo 5 ~ 3, El
sonalidad psicótica hace con los pensamientos en lúgar de material, para decirlo así, con que se manufactura este aparato
pensarlos, y c.~uanta disciplina y dificultad sign~fica una me- es /. El material del cual este aparato habrá de ocupars<: es l .
dida de pensamiento coherente para cualquiera. Ignoraré los 1 desarrola una capacidad que posibilita que cualquiera de
usos que se da al pensamiento organizado, en parte porque sus aspectos asuma indiferentemente la función 5 o 2 hacia
ya los he incluido como factores en la función·! y en parte cualquier otro de sus aspectos ~ o 5 • Debemos ahora Cl>n-
porque la experiencia en trastornos del pensamiento nos dice siderar 1 en su operación 5 Q, una operación que genl!ra.l-
que su utilidad es ¡)rincipalmente la de esclarecerlos por mente se denomina, en el lenguaje corriente, pensar. Det1tlt:
contraste. el punto de vista del significado el pensamiento depende d<)
Enunciaré la teorÍa primero en términos de un modelo, a . la introyección exitosa del pecho bueno que es originalmente
seguir: El niño que sufre hambre y temor a estar muriendo, responsable del desempeño de la función alfa. De esta inlro-
deshecho por la culpa y la ansiedad, e impelido por la avidez, yección depende la habilidad de cualquier parte de 1 de ser <!;
se ensucia y llora. La madre lo levanta, lo alimenta y tran. para la otra parte !i! • Me referiré a lo que ésta tiene que ver
quiliza y eventualmente el niño se duerme. con la explicación y correlación en algún otro lado 6 ; en suma,
la explicación puede ser considerada como relacionada con la
Reformando el modelo para representar los sentimientos
actitud de una parte de la mente con otra, y la correlación
del niño tenemos la siguiente versión: el niño, Heno de dolo-
como una comparación del contenido expresado por un aspccLo
rosos pedazos de heces, culpa, temores de muerte acechante,
de 1 con el contenido expresado por otro aspecto de J.
tozos de avidez, ruindad y orina, evacua estos objetos malos
dentro del pecho que no está ahí. Mientras lo está haciendo,
el objeto bueno transforma al no-pecho (boca) en un pecho,
las heces y la orina en lecl!e, los temores de una muerte ace-
chando y la ansiedad en viÍ:alidad y confianza, la avidez y la
ruindad en sentimientos de amor y generosidad y el niño
succiona de vuelta sus cosas malas, ahora traducidas en bon-
dad. Como una abstracción para aparear este modelo propon·
go un aparato, que se ocupe de estas categorías primitivas de
/, que consiste en un continente Q y lo conteniao ~ . El
mecanismo está implícito en la teoría de identificación pro·
yectiva donde Melanie Kleirr formuló sus descubrimientos de
, 4 Klein, Melanie: Notes on Some Sclr.izoid Mechanisms, 1946. (Ver·
sion castellana en Desarrollos en P:sicoanálisis, Hormé, 1962.)
3 Ver Capítulo XVIII para mecanismos relacionados con la cohe- IS Ver Capitulo XVIII, et seq., bajo coherencia y comprensi6n.
rencia y la comprensión. ' 6 Ver Capítulo XVIll et seq. bajo coherencia y comprensión.
'· --- 1
CAP1TVLO VIII
DEBEMOS AHORA considerar cierta:s contradicciones y confu.
siones aun cuando nuestros conocimientos actuales sean inade·
cuados 'para resolverlos. Primero propongo rec.o nsiderar el ej e
genético a la luz del aspecto de la identificación p royectiva
que he representado por ~ ~ . Anticipándome a lo que dírb
en el Capítulo XVII, .supond:t:é que la operación ~ 8 es benig·
11a y, como ya lo he sugerid'ol es responsable d·e los desarrollos
ocasionados por el ord.e namiento genético del eje A-H. (Para
comprender lo que quiero decir por la operación benigna !t
~ ver el modelo en. párrafos posteri-ores.) La inspección de
A-H a Ia luz de !i? ~ muestra que las categorías tienen un:r
r elación en común las unas con la.s otras en tanto que cada
categoria. depende. de los cambios, en la categoría previa, que
f la adecuan para operar como una preconcepción y al mismo
!
tiempo como un registro. De este modo E 1 depende de que D 1
esté apareada con lli'la realización que posibilite la formación
de una concepción que sea a la vez capaz de conducir a FJ•
1 Para ponerlo en otros términos, el elemento repr~sentado por
D1 digamoslo así., extiende la esfera de acción más allá de s u
'
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O O O .... - -
-
1
!:LEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 59
W. R. BIO).'{
1 11 ~111 fent¡nurm oh:-.~.:rvución que he podido hacer parecía a ésto se refiere los objetos en la pi eza estahan sh;ndo usodtlK
U Kt 1 u '111" ol d esarrollo del pensar a través de Ps ~ D depen- como un matemático usaría la notación matemática para so-
ch:.t de- la producción de signos. Es decir, el individuo debía re- lucionar un problema sin tener que depender de la presencia
unir elementos para formar sig,nos y luego reunir los signos física de los objetos en los cuales se centraba el problema.
antes de poder pensar: En su caso "escribir" preced~a no sólo al Corrientemente si un hombre deseara saber cuántas manzanas
hablar sino tambié.n al pensar. Su verdadero lenguaje resul- habría si cuatro hombres tienen tres cada uno, no necesitaría
taba inco:m,prensible si trataba de descifrarlo usando mi cono- tener los hombres y las manzanas presentes porque podría
cimiento de la gramática y palabras corrientes. Adquiría más usar una notación matemática y las reglas para la manipula·
significado si lo pensaba como un garabato en sonido, más ción de sus signos. El paciente exhibiendo las características
bien como un silbido desentonado y sin finalidad; no podía que he desc.ríto, si hubiera podido J.l.Sar los objetos de la ha-
ser descrito como lenguaje, lenguaje poético o música. Así bitación con éxito, habría ••pensado sobre" los objetos que no
como el silbido sin finalidad no logra ser música porque no estaban en la habitación. Es importante señalar que en este
obedece a ninguna regla o disciplina de la composición musi- ejemplo los objetos de la habitación no son símbolos sino
cal, tal como el garabato no logra ser dibujo porque no se signos. En tanto el paciente debe espe1·ar la aparición de ~os
ajusta a la disciplina de la creación artística, así su lenguaje, objetos apropiados antes de poder pensar éstos son inadecuados
por no seguir los usos del lenguaje coherente, no pudo ser como signos: en tanto que no sean los objetos reales acerca
calificado como comunicación verbal. Las palabras usadas de los cuales él está tratando de "pensar" representan un in-
están comprendidas dentro de un m odelo indisciplinado del tento de inventar y usar signos. Hasta este punto este empleo
sonido 3 • El paciente creía que podía ver este modelo, porque de objetos reales representa un grado de liberación del estado
creía que las palabras y fr~ses que él pronunciaba estaban
mental que compele a emplear objetos reales.
corporizadas en los objetos de la habitación. Habiendo pro-
Entre estos objetos-signos, como los dehominaré por con·
nurtciado objetos reales y no frases el modelo que ellos for·
veniencia, se siente que hay uno que los armonizará todos:
maban supuestamente revelada su significado 1 él esperaba
en virtud de sus supuestas funciones se parece al "hecho selec-
poder ahora recuperar este significado. Se observará la seme-
cionado" de Poincaré. Se diferencia del hecho seleccionado,
janza que ésto guarda con la identificación proyectiva.
como yo uso el término, en que el paciente no siente q9e éste
El procedimiento que acabo de describir se califica como
sea otra cosa que algo en sí mismo y este elemento Beta, con·
una tentativa de establecer el ~nsamiento, porque aunque las
trariamcnte al hecho seleccionaclo, depende del hecho fortuito
verhalizaciones parecían referirse a los objetos presentes, y
externo.
depender de su estar presente, el examen mostró que los obje-
Es tentador suponer que la transformación d el elemento
tos estaban siendo usados como signos para hacer posibles el
Beta en elemento Alfa depende de ~ S y la operacióu
pensar acerca de objetos que no estaban presentes. En lo que
Ps ~ D depende de la operación prevja de !i! S • La.rnen·
3 Ver: coherencia y significado., tablemente esta solución relativamente simple no e.xplica est
W. R. BION ELF.:\1ENTOS ,D E PSICOANÁLISIS 65
~ W. R. BION
tales pueden ser consideradas como apr.oximandose a una par- .c omo .Fepresentando una s:ituacion en la cual el mecanismo
tícula elemental, objeto~ o elementos-beta un proceso que es Ps <t~ D se ha detenido en Ps, peto, para mantener su f un-
una instancia particular del movimiento general representado ción vital, asume la cualidad operativa mecánica de !t ~ y
por~ D. así retiene su cualidad dinámica. En forma similar !2 t puede
Se puede. considerar a b de distintas maneras ya sea como asumir la calidad de operar carapterísticas de Ps ~ D l .
un objeto integrado, como una aglomeración proclucida por En la parte final del capitulo VII y siguientes me ocur)é de
la convergencia de pa:r.ticulas elementales en una pa,rdcula o la mecánica del pensar·. Propuse que los pensamientos debían
elemento-beta, 0 como una instancia especial de un objeto ser considerados como anteriores al aparato para usar los
integrado~ a saber, o " ;;¡>. o 8. Puede aún ser considerado pensamientos y en el curso de la discusión modifiqué este
como .representando f.!]' universo pe las fragmentaciones dis- enfoque sugiriendo que "él pensar" debería ser usado como
persas o las parti.culas elementales de Ps. O sea, si el campo un término par.a describir los procesos mediante los cuales se
de las fragmentaciones es el rasgo significante entonces D producen los pensamientos y los procesos mediante los cuales
puede representar todo el campo de .las partículas elementales. ellos son posteriormente tratados. Si ''el pensar" debe ser
Se observará qu~ Ps es capaz de funcionar como si fuera empleado como un término que ·cubre tanto la manufactura
-u na fo.rma de li! • En la prácti.éa se puede observar una reali- como la utilización de los pensamientos debe sel;" diferencip.clo
zación que corr.esponde a esta abstracción cuando uri paciente -de modo tal q¡¡e las actividades de la creac).ón y la utilización
vuelca. una serie de asociaciones, incoherentes, desarticuladas, ,puedan ser consideradas por separado. Entonces, consideré a
desunidas destinadas a provocar en el analista un enunciado Ps ~ D y ~ e; en: forma separada como mecanismos que
que deberá cumplir la función de uno de los siguientes: 1) se ocupan de la elaboración y uso de los pensamientos. Final-
un hecho seleccionado que dará coherencia al todo (Una inter- mente ir¡.tenté mostr:a.r que Ps ~ D y Q ,éS no deben ser
pretación); 2) un comentario sig:nilica:tivo del cual se extraerá considerados como representando una realización de dos acti-
el significado; 3) un comentariü significativo al cual se han vidades separadas sino como mecanismos cada uno de los
de adherir las asociacione-s desarticuladas para destruír el
sig·
cuales puede, de ser necesario a;mmir las características del
nificado ("¿Y qué" puede responder el paciente .a la res-
otro. En todo ésto me he ocupado del contenido solamente
puesta que ha p:rovocado del analista); 4) un comentario sig-
en tanto contribuye a ilustrar los .mecanismos. Antes de que me
nificativo al cual se han de adherir las asociaciones desartic.u-
1 ocupe del contenido dehc seibln:r ur.a dificultad q:.:e pres~mta
ladas para poseerlo. (El paciente aparentemente no tiene nin-
el uso del término ''éontenido". Resulta claramente ápropiado
guna respuesta pero posterior-mente trae el pensamiento del
1 para las hip6tesi:.s del tipo repre.s entado por ~ S . Ya nQs
analista como p_ropio.)
En suma, cada uno de 1os dos :mecanismos puede operar en
su forma característica o en una. forma típica () evocadora de 1 ~
1 En particular. la ing~stión de t por f41 y la peuetrad6tl <li>
por é; reemplazan algun~¡¡ de las funcipnes dél hecho seleccioMdo.
mentes; por ejemplo con la determinación con que Edipo Heva ideacíonal de un enunciado como un método de expresar sentimiento.
Ver Capítulo XIX, et seq.
adelante su indagación del crimen a pesar de las advertencias
3 En particular la curiosidad - .e.1 vínculo K.
W. R. BION
L Véase al final del Capítulo XV y Capítulo XIX sobre la función (!el .11 Para la categorización de este fenómeno en términos de la tabla
mito de Edipo como una pre-concepción innata destinada a eqqipararse v_er. la discusi?n posterior sobre la aplicación de la tabla a los 'een:
con la reali<:ación de la relación !JarentaL hm1entos, Cap¡tu1o XIX.
W, 11 , ll 1 <> N r
l•u ""• lu y •umLra dt: un dihujo que ilustra la integración do la expeticncia ultc:rinr t~~ tN11¡wuti1u t•tt ll u i
¡ rt 11\'u ~ . ~vere lh l c. liHO
ve un florero mientras que el otro efectos. Esta suposición no resiste ll! l análisis -dg uHllln, eln •}
,f,¡, t nta!l: ¿cuáles son los hechos entonces en los que están qúe tiene que ser recibida con indulgencia para que Jlropor-
.r. u~uertlo? cione un significado de valor. ¿Es posihle encontrar alguna
En el ejemplo de la perspectiva reversible se puede suponer descripción en la cual el rigor científico pueda compensa¡· la
que son las impresiones visuales reales y que la divergencia ausencia de indulgencia? De la respuesta a esta. pregunta
se da en el dominio de las preconcepciones. Es posible que depende la posibilidad de detener los procesos de deterioro
ésto pt~eda de algún modo representar la. situadón con el pa- mental y de la personalidad tal como estos términos son con-
ciente, pero es una cuestión que debe ser determinada por la siderados médicamente. El primer problema consiste en ver
observación clínica de cada caso en el cual aparezcan dichos qué es lo que se puede hacer para aumentar el rigor científico
fenómenos. Prefiero no sentar una regla. general. El principio estableciendo la naturaleza de menos K (-K), menos L ( - L)
debiera ser que 1a observación clínica debe determina-r donde y menos H (-H). Comenzaré considerando la mecánica del
se encl\entra la intersección del punto de vista del analista con pensar. En mis consideraciones no iré más allá del mecanismo
el del paciente. ~ S porque no deseo agregar n ada más a lo que ya he dicho
La importancia del acuerdo entre analista y paciente reside acerca de la denudación de un componente por el otro. El
en el hecho de que el acuerdo es obvio y que se impone, pero mecanismo Ps ~ D puede ser brevemente dejado de lado :
el desacuerdo, que puede imponerse igualmente, no es de ningún en lugar de una interacción que implica la dispersión de partí-
modo obvio. Reside en el uso que hace el paciente de los culas con sentimientos de persecución (Capítulo VIII} y la inte-
hechos sobre los cuales se han puesto de acuerdo para negar gración con sentimientos de depresión tenemos en - Ps ~ D
lo que él está convencido son los hechos. El conflicto entre el desintegración, pérdida total y estupor depresivo, u, impacto
enfoque del paciente y el del analista, y el del paciente consigo intenso y violencia estuporosa degenerada. Aunque estas des-
m ismo, no es por lo tanto un conflicto, como el que vemos en cripciones de - ~ S y -Ps ~ D sean incompletas pueden
las neurosis, entre un grupo de ideas y otro, o tm grupo de servir hasta que se tenga otra experiencia. Debo ahora con-
impulsos y otro sino entre K y menos K {-K) o, para expre- siderar la natu1·aleza del mecanismo qutl he comparado a la
sarlo en térnlinos pictóricos entre Tiresias y Edipo, no entre perspectiva reversible.
Edipo y Layo. En términos clínicos el cuadro presentado resulta curiosa-
El enfoque que el sentido común tiene del desarrollo men· mente desconcertante. General:meute no hay d-udas ace1·ca de
tal es que éste consiste en un instrumento de la capacidad de la seriedad de la incapacidad del paciente, pero es difícil aún
aprehender la realidad y una disminución de la fuerza obstruc- para el paciente decir por qué acude al análisis. Puede tam-
tiva de las ilusiones. Los psicoanalistas suponen que la .expo- bién ocurrir que al comienzo se S)lbestime la seriedad de la
sición de las fantasías arcaicas a ser modificadas por una perturbación. Pero bien pronto la falta de contacto entre una.
capacidad mús compleja de aproximación a una serie de teo- lista y paciente y la falta de signos de conflicto común CO·
rías, que son consistentes y compatibles con la recepción e mienzan a dibujar un cuadro que es inconfundible. Hay evl·
W. R. BION
..__ - .. • 1¡ ~ '
IIU W. R. BIO N ELEMENTOS D E l'SH.OANÁ.T.!Sl~
por las dos partes del análisis, pero, es insignificante. Así se completamente las implicaciones de la interpretación, sino más
mantiene el conflicto fuera de discusión porque queda circuns- bien para establecer un punto de vista no expresado al ana-
cripto a un dominio que no es considerado como un problema Hsta, desde el cual la interpretación del analista, aunque en
entre analista y analizado. La suposición de que el anaHsta forma verbal no modificada ni cuestionada, tiene un signifi-
es el analista y el analizado el analizado no es sino uno de esos cado distinto al que el analista le dio. Cualquier incremento
dominios de desacuerdo que es dejado de lado en silencio. del insight depende del grado en que se ha forzado al paciente
Supongamos que ésto sea induido en el a11álisis: el pa- a digerir la interpretación para efectuar el cambio de su punto
ciente y el analista están en seguida de acuerdo, pues ¿qué de vista. Esta mala interpretación por parte del paciente difiere
proposición sería aceptada más fielmente por el paciente o le del tipo común de resistencias ; el paciente frecuentemente
resultaría más obvia? Pero el modo de aceptación indicará aprovechará a una ambigüedad en la forma de expresión del
que la significación, en la opinión del paciente, de la interpre- analista o en su entonación para dar a su interpretación un
tación del analista resi rua en las premisas del analista, sus giro qUe no estaba en la intenci ón del analista. Es difícil notar
premisas falsas. La naturaleza de la falsedad no es impuesta : la diferencia porque el paciente que revierte la perspectiva
reside en la implicació:u de que las premisas son de u_n tipo también emplea los modos habituales de "mal interpretar•• lo
que llevan a una persona a ver dos caras cuando podría con que dice el análisis con suficiente frecuencia como para obs-
igual validez haber visto un florero. curecer una condición más severa. Recibirá con agrado las
Una diferencia de opinión acerca de la significa6ón de interpretaciones de estos malentendidos si es que enfatizan
hechos conocidos difiere del fenómeno que estoy describiendo; los aspectos deliberados de su contribución; es un alivio creer
en tales ocasiones la diferencia es manifiesta y tiene que ver que su dificultad está baj o un control consciente. Lo que sigue
con los hechos. En la "perspectiva revertida" el desacuerdo es un ejemplo tomado del análisis de un hombre inteligente
entre analista y analizado es evídente sólo cuando el analizado que daba la impresión, sesión tras sesión, de estar cooperando
ha sido tomado desprevenido; hay una pausa durante la cual en forma amistosa e informada, siempre que sus respuestas
lleva a cabo un reacondicionamiento. no fueran examinadas muy estrictamente. "Mi secretario, dijo,
La pausa puede no distinguirse de la que buce un paciente se queja con amargura de su esposa: dice que el1a no lo
neurótico para digerir la interpretación que ha oído. Dudo de comprende. Dice que ella se queja constantemente de él: duras
que se pueda observar clinicamcnte la verdadera naturaleza críticas y hostilidad debido a su falta de comprensión, inca·
de la pausa; puede ser que una habilidad para diferenciar pacidad para amar, etc ... " Dentro del contexto de esta comu-
dependa siempre de la larga. expedencia en las pausas de1 nicación y otras simil~res en las que consistía su. análisis, era
ciente ha logrado un amplio conocimiento de las teorías del evidente que se podía discutir una amplia gama de fen ómenos
analista pero no el insight. No se usa la pausa para absorber transferenciales. En vista de la experiencia analítica del pa-
de muchos meses de un análisis aparentemente exitoso el pa- ciente, su indudable habilidad y sensibilidad, sería razonable
paciente y el descubrimiento, m~~ bien tardío, de que luego suponer que él observaba una relaci6n transferencia! entre su
W. R. BIO N
secretario y él mismo y que era capaz de comprender lo qué Esta última característica de estas comunicacion es c~1 t•n
la comunicación de este material implicaba acerca de sus sen- este contexto, particularmente desconcertante: si el paci ente n o
timientos hacia mí. En distintas ocasiones su m anera de comu- tiene perspicacia psicoanalítica, ¿cómo se explica la evidencia
nicar asociaciones me hizo sospechar que los episodios des- de una selección cuidadosa de acuerdo con los principios psico-
critos podían haber sido inventados por él para ilustrar una analítico::;? Si se admite la evidencia de la selección, ¿cómo se
teoría de la transferencia que había recogido en el curso de puede explicar el fracaso de comprensión?
su análisis. Exch~yo la hipótesis de una deliberada negacíó~ consciente
Interpreté ésta y otras comunicaciones sirnjlares y e$petaba o semiconsciente del trabajo del analista. La r azón, sobre lo
que fueran, todas, razonahle)Ilente yuxtapuestas y que tuvieran cual diré algo más luego, es la e-videncia ·del dolor. Había
suficiente convicción por el contexto. Sus respuestas variaban, amplia evidencia de la intensidad de su dolor u11a vez que las
iban desde un silencio casi estupefacto hasta el consentimiento interpretaciones habían establecido la realidad de la incapa·
apático seguido de más material - más ••asociaciones libres". cidad del paciente para comprender. En cada momento, la
A veces solía decir que había estado "pensando" durante el perspectiva que me permitió a mí, pero no al paciente, captar
silencio, " acerca de lo que usted h abía dicho". A veces solía el significado de las asociaciones, f ue la que b rindó la teoría
no estar de acuerdo éon la interpretación, o algún aspecto de de Edipo. En cada momento, lo que parecía llevar al paciente
ella y luego, como si tuviera que luchar para lograr una solu- a revertir su perspectiva, era el mito de Edipo. Digo mito, y
ción, consentía en aceptar que yo estaba probablemente, no no teoría, porque la distinción es importante: la teoría de
--con seguridad- en lo cierto. Otras veces, cuan,do yo sentía Edipo y sus diversas formulaciones, pertenece al área de la
que mi interpretación era del tipo que le debía resultar con tabla que cubre F. , G 4, F 5 , Gt;. El mito pertenece al área C.
seguridad familiar, aceptaba cortésmente como si fuera un La capacidad del paciente para aprender pero no para usar las
clisé que apenas podía provocar una agitación en sus pensa- teorías analíticas .representa un fracaso en aparear las precon-
mientos. No fue sino hasta cuando pude sugerir que él brin- cepciones con las realizaciones que se les aproximan. El ele-
daba esta clase de comunicación porque sentía que los episo- mento no saturado permanece no saturado.
dios mencionados eran completamente incomprensibles, que el Melanie Klein describió una situación en la cual la perso-
paciente respondió demostrando que era eso realmente lo que nalidad atacó a su objeto con tanta violencia que no solo se
le sucedía. Una inca_p acidad tan absoluta para comprender es consideró al objeto muy fragmentado sino a la personalidad
en todo momento notable, pero lo es doblemente en un hombre también. En la situación que describe parece no existir un
que ha tenido tanta experiencia de análisis. No puede expli- splitting dinámico. E.s como si el splitting se hubiera detenido
carse por falta de inteligencia, o de sensibilidad, o de expe- en una pose estática y la acción no fuera más necesaria que
riencia, o por la ineptitud de mi análisis; ya que los ejemplos cuando se substituye a la realidad por una alucinación. El
que él comunicaba eran casi todos de un tipo que puede ser paciente no tiene por qué estar en desacuerdo con el analista
elegido para ilustrar las teorías psicoanalíticas. o experimentar conflictos edípicos dentro de sí: él revierte la
IJ. W. lt. n10N
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"" - - . - .
T
CAPíTULO XIV
EN EL CAPÍTULO lil describí el mito personal como un instru-
mento importante en el trabajo psicoanalítico. En los Capítulos
XI y XII atribuí u'na impo.r tancia similar aunque aumentada
al mito de Edipo porque tiene status público y racial como
opuesto al privado. Las ventajas de pasar del mito privado al
racial son análogas a la transición de la comunicación privada
a la pública 1.
El mito de Edipo podrá ser leído en forma distinta por
gente distinta, pero en la medida en que exista un grado de
acuerdo posibilita que se l o emplee como un canal de comu-
nicación pública tal .como lo ha demostrado el uso que Freud
le dio. Usaré los mitos del jardín del Edén y de la Torre d e
Babel para reforzar la expresión, ya introducida por la Esfinge
en el mito de Edipo, de las actitudes de un dios que es hostil
a la adquisición de conocimiento por parte de los seres hu-
manos y cuya búsqueda es vivida como un peligro para su
supremacía.
En el jardín del Edén, que es poses1on del Padre, estab a
prohibido el comer del Árbol del conocimiento del bien y del
··- -----------------------
W. R. BION ELEMEN'l'OS DE PSI COANÁl. lM~ l)i)
siente que el obj eto se desintegra sino también la personalidad Ps ~ D como lo he descrito al comienzo del Cupítulo X .
que efectúa el ataque. Esta desintegración es característica del Las verhalizaciones del paciente, y la conducta asoci ada con
paciente que no puede tolerar la realidad y por lo tanto ha ella..<¡, parecen variar desde algo incoherente y sin sentido hasta
destruido el aparato que lo capacita para tener conocimiento formulaciones que aparecen como débilmente invitando al co-
directo de ~sta. El mito privado, que corresponde al mito de mentario, a veces hasta sugirielido el comentario que están
Edipo, capacita al p aciente para comprender su relación con proponiendo.
los padres. Este mito privado, en su rol investigatorio, si se La búsqueda de los elementos del psicoanálisis queda res-
ve afectado o mal desarrollado o sujeto a una sobrecarga tringida a aquel aspecto de los mismos que coincide con lo
demasiada marcada, se desintegra; sus componentes se dis. que el analista debe discernir. No puede ser representados,
persan y el paciente se queda sin el aparato que lo capacitarla por signos abstractos, tales coko he sugerido, ni por narra-
para comprender la relación parental- y de ese modo adaptarse ciones mitológicas que evoquen un conjUllto de imágenes vi-
a ell~. Los res.tos edípicos en estas circunstancias contendrán suales, de modo tal que nadie que no sea un psicoanalista con
elementos que son componentes del mito de Edípo que de- formación y práctica puede reconocer la realización que se
bieron haber operado como una preconcepción. ¿Cómo se. aproxima a la representación. En este capít ulo espe1·o q ue
reconocerán los componentes dispersos de un yo desintegrado? mostrando una correspondencia entre el mito y los ítems del
En este caso e1 analista que busca esclarecer los fragmentos eje horizontal de la tabla a los analistas, que están acostum-
del aparato de aprendizaje del paciente puede llegar a reco· brados a observar los pacientes a la luz de las preconcepciones
nocerlos al notar fragmentos aislados 2 del mito de Edipo (y con que los provee la teoría edípica psicoanalítica, les resulte
los mitos con los que lo he asodado) . más fácil efectuar la transición de un background teórico a
El mito privado tiene este rol importante en el intento del los fenómenos del consultorio. El hiatus persiste y sólo puede
individuo de aprender de la experiencia que es análoga al ser superado media:1te el estudio formativo y la experiencia
que tienen los mitos públicos como sistemas de notación y y, en cíe:t:ta medida, mediante la interpolación, entre el con-
registro en el desarrollo de los grupos. La convicción su'rge cepto de "componentes edípicos'' y los sucesos del consultorio,
solamente de la experiencia clínica en la cual aparece mate- de la descripció.n vívida y exacta de dichos sucesos. Tal des-
rial que se asemeja a los componentes edipicos, siendo los cripción pondría a prueba el talento de un escritor y por lo
componentes dispersos y de una tendencia evocativa. tanto representaría un grado de particularización inadecuada
Se puede esperar que el mito aparezca en una versión salvo para algunos pasajes breves y relativamente poco comu.
nes dentro de un análisis total.
privada. La operación sigue e1 modelo de los fragmentos en
A pesar de que mi p ropósito e.s el de aislar elementos de
2 Tales fragmentos aparecen, particularmente en el material psicÓ· la realidad de la práctica psicoanalítica y no de la teoria,
tico, en forma muy dispersa en el tiempo analítico. Uno de los pro· tengo q ue representarlos con signos y mitos que ~erten ecen
blemas al interpretax· consiste en seiialar que est.os fragmentos tempo-
l'almente dispersos están relacionados.. al dominio de la representación de abstracciones e hipótesis a
W. R. BION
CAPíTULO XV
La sesión podría indicar que la fra,se estaba relacionada Si. parece estar comprendido en las columnas 3,, 4 ó 5, es
con ·u n sueño que el paciente había tenido o que era parte de nn enunciado de expio:raéión y es perfectamente compatible con
un a fantasÍa. En ese caso pertenecería a las filas 13 Ó C. la cooperacfon en la inv.e stigación analític¡¡.
E n otro contex?to podría ser más apropiado sospechar que Si :p ertenece a la columna 6 es una advertencia d e acting-
out., en la cual incluyo el 'USO del análisis mismo com o una
• En inglés. home·w ork o sea deberes escolares. [N. de la T.) .f orma de acting-out, Para ilustrar el valor de la tabla como
lOO W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS
101
un instrumento para ayudar al analista a pensar un problema , Consideren el enunciado "Sé que me odia" como aparece
analítico, es decir, como un iristrumento de notación que pro- en otra categoría; supongan que pertenece a las cateaorías que
vee uil registro de los hechos y Iin signo que pued:e sér mani- está~ dentro de. la hilera e, porque el paciente dijo que lo
pulado de una manera análoga a un número de matemáticas h~1a soñado. O podría ser parte de una fantasia 0 s ueño
contrastare A 6 y F 6 oonsíderando el significado de cada uno. diurno : en tal caso las características de las imá"'enes visuales.
As indica que el enunciado "yo sé que usted me odiau debe o quizás del mito, se destacarían. La intensifi;ación de est~
ser considerado como un elemento Beta usado como un acto. elemento va indefectiblemente a afectar los elementos expre-
Si el analista juzga que el enunciado está comprendido en sado~ por los encabezamie~tos d.e l eje horizontal de la tabla.
esta categoría, ésto solamente puede significar que la sesión Tal mterrelación está implicad~ por la tabla. Consecuente·
debe ser considerada como un acting-out más que una se- mente las columnas 1·6 tienden a representarse plásticamente
sión analítica común. Los movimientos musculares necesarios y personificarse en la manera que he sugEü·ido cuando los con-
para expresar las palabras, ya que están destinados a descar. sideré. a cada u~o de ellos como equivalente de un personaje
ga~ a la psiqtte de las acumulaciones de estímulos, deben ser del m.1to de Ed1po. Por ejemplo, si el enunciado parece ser
considerados de fundamental importancia, las palabras indican ap!op1ado en Ce cuando una interrupción en el análisis es
que el paciente tiene un sentimiento (que él aparentemente :inminente, la interrupción se relacionará con el exilio y el
considera bajo aproximadamente la mism.a forma que una per- anallsta deberá anticipar la aparición, de. otros rasaos de la
sonalidad normal consideraría un objeto concreto) que era situación Edípica. Acentúo la importancia de reconoc:r la cate-
, parte d~ su personalidad (también considerada como un ob- gor.ía. a la cual el material pertenece como un paso para
jeto concreto) que él puede ,p or su movimientos musculares antw1par Y luego reconocer los fenómenos relacionados en el
apartar y expeler. El producto final de esta maniobra es que material. Si el material se aJ·usta a la cate,.ona'
o s uno espe· e
él ha alcanzado un estado mental en el cual él ya no está raría una intensificación de la determinación con la cual la
cargado del sentimiento que el analista lo odia. Está ahora, curiosidad fue seguida: si pertenece a la categoría c2 implicaría
supuestamente, libre para sentir que el analista es su amigo. una intensificación de la resistencia ante la aparición de nuevo
Volviendo ahora !1 F 6• Si ésta es la categoría a la cual el material. Dejaré para el próximo capítulo la significación de
enunciado pertenece esto ahora significa que el paciente está la emoción expresada, "Sé que usted me odia" 1.
convencido que el analista es su enemigo. Significa además, 1 . La descri~ción que he dado no es un proceso del pensn·
en virtud de su pertenencia a la columna .6, que el paciente ya
está actuando, o está por actuar, basado en esta suposición.
El significado analítico del enunciado del paciente es muy dife-
¡ miento apropzado para el contacto
sesión analítica es una ono.rTu,
r ,.. .,..,.1·.J.,,.:J
!J.,_ ._.
real con el paciente. La
;¡,.,..,.,e;.,,.¡~ .,PL~.Lv
oe-..,...,.,,.._,...::J..,._....,V
que la observación resulte afectada por preocupaciorles del
--.,~: .;:)a
- para
rente en los dos casos; es una cuest~ón muy importante dis· tipo que mi descripción implica; el tema de este libro es nn
tinguir las dos categorías y decidir a cual de las dos pertenece
1
el enunciado. Y en la última parte del capítulo XIX donde considero
sentimientos. los
W. R. BION
l
así para todas las demás e.'lloeiones.
m{no para su elucidación; cuando un ·pac.iente viene a la
Estoy bosquejando, en el dominie de la emoción, algo que
primera consulta sus premociones brindan información sobre
es r~miniscente de la relación entre la préconcepciÓíl Y la
sí mismo qt.Ie no encontraríamos en otros factores. De ellos
concepción.
se puede obtener alguna ideu del uso que probablemente hará
S.i Ias interpretaciones anticipan el desarrollo de .las emo· f del análisia.
ci<mes al esclarecer sus ptecursores se desprende que lo sexual J
J
El término •'premoción" tal ce:m:d yo propongo usarlo,
y otros sentimientos no deben ser considerados como elerr.en- 1
representa estadios emocionales antes que un contenido idea-
tos. El equivalente de la preconcepción es la premoci'ón. Los i cional, dejando así que el término preconcepción represente
estados emocionales observados. directamente son significativos
esto último. No disocio a la "pre-moción" de su asociación
sólo como premociones. 1 con. cierto sentido de advertencia y ansiedad. El sentimiento
De:finí a la preconcepción como nh elemento pr-opio del j de ansiedad resulta valioso para guiar ~ analista a reconocer
individuo, posiblemente no consciente; lo mismo es cierto de
la premoción.
~ ]& premoción en el material. Por lo que se puede rep.re.s entar
1 a la premoción por (Ansiedad [~]) cuando (e) es un elemento
, Por temor de que pudiera parecer confuso el empleo del
no saturado.
térmitw. prec.o ncepción como algo que se distingue de un sis-
tema deductiv·o científico, y luego es referida a una teor1a El análisis debe llevarse en torma tal que cree las condi-
anal.ltica como la preconcepción de un analista, usaré el tér- ciones que per-mitan observar las pre·mociones, conclusión
minó pre-concepción para distinguirlo de una preconcepción. ést.a que eS. compatjble con la definición de Freud de la situa-
La pre·concepción puesto que la he ubicado en la hilera D de ción analítica como aquella .en la que predomhJa una atmós·
la tabla, es un t~rrnino que representa 1,m ·estadio en el desa- fera de privación 1 .. Si no se pueden eY.perhnentar p remo-
rrollo del pensar; la preconcepción, en el sentido de Ias precon- dones resulta difíciÍ para el analista el dar una interpretación
correc~a y difíciL para el analizado el comprenderla; es probable
cepciones teóricas del analista se refiere al uso de una teoría
y por lo tanto corresponde a las columnas 3 y 4 de la t~bla. que surja el dolor innecesario al cual ya me he referido.
Por ejemplo, el analista puede tener el pálpito de que algo de La distinción entre la pre·concepción y la premoción fa-
lo cual no es totahnente con~ciente está ocu1·riendo en la sesión. ciH~.a b e:readón de u::1 sistema para pensar .sobre la práctica
Este estado p trede represe:ntarse por Ds. A medida que está analítica; no es más falsificación que la ~epa.z:ación, implícita
más seguro del desarrollo, su estado mental cambia hasta que, en el uso del término "sexo~' o '' 'temor';, de una emoción de
digamos, c.o ncibe que está snrgiendo material edípíco; su esta· otra. Freud demostró que en cier~as parálisis y anestesia his-
d~ mental está ahora representado • por G~ o G11. En otras
t Ver Capítulo IV, pág. 35.
106 W. R. BION
~ . ~ : ;r ~· ¡. . .• -4 .._______ • • - ,._ -· • -
. . 1'
108 W. R. BION
paso en términos que lo edificarían para ser c ategorizado en de los compartimentos Cl, C2 , C 3 , ele., o cualquier pon;onaj c.
e
la hilera 1 • que simbolice l-6 puede ser ubicado en todas las columnas 1-6
Podría ser conveniente sustítuir cualquier signo o símbolo en la hilera C. Por lo que Tiresiast simbolizando la columna
que elegí, por ejemplo, el signo t{l para la columna 2 . Siguien- 2, puede ahora aparecer en las colunmas l, 3, 4, 5, 6. Si se
do asi puedo completar h línea con signos y símbolos que lo usa en la columna 2 representará un símbolo que representa
tienen significado para mi y de este modo sentar las bases
para la comunicación prhada, o sea, para la comunicadón
privada conmigo mismo. En vez del signo tf; puedo usar el
signo "Smith" un nombre que conozco que tiene importancia
¡ una idea que se mantiene con el propósito de negar el surgi·
mjento de una idea más precisa pero que produce más temor.
En este caso representará la adhesión a un mito de tma fuerza
represiva., para ser usada como una fuerza represiva.
l
sólo para mí. Dado que de todos modos estas consideraciones Dado que Tiresias es un símbolo del uso representado por
tienen por finalidad ser públicas, emplearé signos que repre- la columna 2 puede parecer que sería más breve y simple decir
sentan símbolos que ya son públicos y son por lo tanto más que cualquier uso representado en las columnas 1-6 puede ser
propicias para efectuar un;l comunicación pública. Puedo ha-
j ubicado en cualquier otra columna y en la propia. Pero en
•
cerlo usando elementos de un mito que es conocido para el realidad no es asi: un uso no puede actuar como un uso; C2
público al cual quiero lleg,s r. Debe ser apropiado por un lado 110 puede tener significado si se lo coloca en C2 a. Pero un
a k cuestión que será simbolizada y por otro a la cultrua del símbolo que representa un modo de pensamiento, tal como
grupo al cual me dirijo. Dado que este trabajo está destinado "Tiresias"'' representa el sueño o el mito o el modelo, puede,
principalmente a los psicoanalistas usaré el mito de Ed.ipo, tal si se lo ubica en la colwnna 2, representar un sueño o pen·
como lo he indicado al final del Capítulo XV, la versión jeho- samiento mitológico usado para inhibir otro modo de pensa-
vista (la segunda en el Génesis) de la creación y la versí.)n mientos aún cuando este otro modo de pensamiento está siendo
en Génesis XI de la construcción ele la Torre y de la Ciudad usado para inhibir. Por lo tanto un sistema deductivo usado
de Babel. Ambas versiones son jehovista y antropomórficas, para inhibir la aparición de otros pensamientos puede ser él
esta última característica contrihuTe a que sea de valor para mismo inhibido por un sueño de pensamiento mitológico usado
estas consideraciones. con este propósito. Tiresias, o un símbolo privado correspon-
Dado que estoy usando un mito para mis símbolos la sus- diente, puede s~r usado para inhibir el uso de una teoría
titución es ella misma un uso artificial 2 de los elementos de cie·n tífica para inhibir pensamientos más profundos. Formu-
la hilera C antes que de los de la digamos, G o H . Puedo lando ésto en forma abstracta, en términos tabulares, se puede
elegir personajes que correspondan a las columnas separadas usar a C2 para inhibir a G 2• 3
1, 2. 3, etc., o puedo ubicar la totalidad del mito en cada uno
3 "C•" representa a un enunciado abstracto. Pero la categoría e~
1 Las sugerencias precedentes son ejemplos del u.so de la tabla está destinada .a contener pensamientos oníricos y no enundados com-
para elegir el modo de empleo pa,ra un concepto. Contrasta con el uso plejoe. e, en c. significaría _por lo tanto que c2 o lo que representa
de la tabla para encontrar la categoría para un objeto psicoanalitico j fue enóneamente categorizado, o, lo que es lo mismo, que C2 sólo
que ya ha s1do empleado, l parece ser un concepto ciet!tfC.ico p ero es urt mito.
2 Ver nota anterior.
l
~'
no W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 111
La reformulación de los usos que pueden darse al pensa. para una visión macroscópica del material anaütico. Si sólo
miento mediante la sustitución de símbolos sacados del mito se usa un componente del mi1o, en lugar de todo el mito, la
h.a expresado a los U$08 en forma tal que los ubica en la lectura de la tabla representa un instrumento que brinda una
categoría indicada por la hilera C. Por lo tanto la nueva visión del material más restringida, una visión análoga al exa-
formulación debería posibilitar el someter el enunciado refor- men microscópico. El movimiento -+ A disminuye la comple-
mulado al tratamiento o al proceso, cualquiera que éste sea, que jidad del componente representado, pero el movimiento -+ H
gobierna la transición de los elementos del eje vertical desde el lo aumenta, esto último se aproxima a un preludio de una
inmediato inferior, un proceso que l1e descrito como de creci- interpretación.
miento, positivo o negativo. Los usos, formulados en términos La tabla como representación de un instrumento que es
de_mito, hilera e,
pueden ser disminuidos en calidad sucesiva- usado por el analista al examinar al paciente es también una
mente hasta que se conviertan en objetos analíticos represen- representación del material traído por el paciente com(' un
tados por los elementos-beta de la hilera A, o pueden estar instrumento para examinar al analista. Pero si el analista exa·
estimulados a carecer de modo tal que puedan representar signos mina el material (la realización) para ver a qué categoría de
apropiados para los elementos de las h:ileras D, E, F, G y H . la tabla pertenece la represent.ación a la cual la realización se
La categorización de la cual partimos, o sea aquella que aproxima, entonces la tabla es un instrumento y no simple-
está expresada por !os signos usados para representar los osos mente su representación ü, la realización hacia la cual su aten-
que se le pueden dar a un enunciado (los números que repre- ción (Col. 4) se dirige es la realidad de la pre-concepción y la
sentan a las columnas) puede ser considerada como pertene· premoción.
ciendo a la hilera G. Los números son empleados únicamente Hasta aquí me be ocupado de las manipulaciones de los
como formas de notación. Por lo que se los puede considerar signos de la tabla. ¿Es posible decir que estas manipulaciones
como clasificables bajo la columna 3. coinciden con la dinámica de las realizaciones representadas
La sustitución de personificaciones corno símbolos por los por las lecturas de ta tabla? No hay problema en suponer que
"usos" puede ser descrito como efectuando una transición en se da el crecimiento pero, tal como se deducen en las observa-
el eje vertical desde abajo hacia arriba -desde la hilera G ciones en el consultorio, ¿se aproximan los procesos d el cre-
hasta la hilera C- una cuestión de manipulación de signos y cimiento, a las reglas de manipulación de los signos en la
distribución topográfica en la tabla. tabla? Se puede decir que los movimientos representan los
Si se ubica a todo el mito en cada uno de los comparti· resultados del crecimiento o la disminución ~no me estoy
mentes de la hílera e,
los compartimientos representan un refiriendo a la adquisición o despojo relacionados con la
4
instrumento científico primitivo para registrar el material voracidad o la envidia- pero por el momento no debe con-
analítico. Puede ser representado por F o O" un instrumento siderarse que la manipulación de símbolos representa en sí
misma al crecimiento o la disminución. Este problema se
4 Cf. Capitulo XIX. El uso del mito .de Edipo como una pre-con-
discutirá nuevamente luego de COilsiderar ul eje vertical.
cepción d estinada a aparearse con la realización parental para producir
la comprensión de la relación parental. 5 Ver Hauson, N. R.: Pattems of /Ji3c011ery, pág. 100, S (d).
·~, .
l
CAPfTlJLO X IX
LA ELECCIÓN de los ejes. puede pare<::er arbitraria si no se dan
mayores razones; ella. part.e de la. situación analítica misma.
La actividad del paciente que mas se evidencia en el aná-
lisis es el pensar. El analista pt,tede ver el uso que hace de la
süuadón anali~ica. Puede ped'ir ayuda, explotar las posibili-
dades de cruelda·d con el analista, buscar una salida para el
a:mor y la generosidad, etc. Esto puede h.a cerlo pensando en
silencio, hablándole al analista, pensando en voz alta y ocasio-
nalmente mediante la acción. Hace enunciados dasificables
bajo los encabezamientos del eje vertical A-H. La información
disponible. para la comun'icaci6n es seleccionada, retenida, o
expresada según el uso que le quiera dar. Dado que esto es
así, se puede estimar la importancia del contt.mido de la comu-
nl:caci.ón según .e l uso, sólo une d~ los rasgos de la contribu- ¡1
dón del paciente, ;pero es tm rasgo que es continuamente sig-
nificante y mereee por lo tanto atención, singularización y
prominencia como el eje 1-6 de la tabla.
1 1
Ppesto que el autoconocimiento es un objetivo del proce-
dimiento psicoanalítico, el equipo para lograr. el conocimiento,
1
la :función y el aparato de la pre·éoncepción, debe ser corres-
pondientemente importante. El crechni:ento y una capacidad
para el crecimiento son iguftlmente .fundamentales. El eje ver-
~ ~- ~":.ti•~---------· - . . ~---..:_......
. . . . .- . 1 ••
. • •
'
' ' - ..._ _ ..,_ _
'
W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 125
t•ei<l (A-H) representa las etapas del crecimiento y la función con el m:ito edípico. Cuando la cuestión es la capacidad para
de la pre-concepdón. el pensamiento esto también es válido para los mitos de Edén
La representación de un proceso, tal como la continuadón y Babel. Por consiguiente, los analistas deben considerar que
del crecimiento, por los encabezamientos A-H de la impresión el material edípico puede posiblemente ser evidenciada de un
equívoca de entidades discontinuas, nítidas; por falta de evi- primitivo aparato de la pre-concepción y por lo tanto poseer
dencia, se supone que la transición de una a la otra probable- una importancia adicional a la que ya tiene en la teoría clá.
mente sea gradual. sica. Estoy postulando un precursor de la situación edípica no
La elección del mito de Edipo como un reservorio del cual en el sentido que dicho término puede tener en ias considera·
extraer símbolos para reemplazar e! eje horizontal (l-6) me ciones de Melanie Klein de Estadios Tempranos del Conflicto
permite ilustrar un rasgo del mito como una pre-concepción. Edípico (1928) (Bs. As., "Contribuciones al Psicoanálisis",
El mito de Edipo puede ser cons~derado como un instrumento Honné, 1964), sino como algo que corresponde al yo como
que sirvió a Freud en su descubrimiento del psicoanálisis y el parte de su aparato para el contacto con la realidad. Para
psicoanálisis como un instrumento que. posibilitó a Freud des- abreviar, postulo una versión elemento-alfa de un mito de Edi-
Cl.lbrir el complejo de Edipo. Me ocuparé ahora del papel des- po privado que es el medio, la pre-concepción, gracias al cual
empeñado por el mito, o sus equivalentes los. elementos-alfa el lactante es capaz de establecer contacto con los padres tal
y beta, en el crecimiento de la psique. como existen en el mundo de la realidad. El apareamiento de
El mito puede ser considerado como una forma primitiva esta pre-concepción edípica elemento-alfa con la r ealización de
de la pre-concepción y una etapa en la pubHcación, o sea, en los padres reales da lugar a la concepción de los padres.
la comunicación del conocÍluiento privado del individuo a su Si debido a envidia, voracidad, sadistl}o u otra causa, el
grupo. Toda teoria científica debe en última instancia estar lactante no puede tolerar la relación parental y la ataca en
representada por un medio que facilite la publicación. Los forma destructiva, según Melanie Klein, la personalidad que
procesos según los cuales se comunica el conocimiento privado ataca resulta ella misma fragmentada debido a la violencia de
dentro del individuo no están claros y su elucidación depende los ataques fragmentadores. Enunciando esta teoría en térmi-
de los avances que los analistas deb,en todavía realizar. El sue- nos de la pre-con~epción edípica: la carga emocional de la
ño tiene un significado nuevo si se lo considera como un mito pre-concepción edipica· eleme)nto-alfa privada es tal que des-
privado. El material edípico en un sueño requiere la aceptada truye a la pre-concepción edípica misma. Como resultado de
teoría clásica que pone de manifiesto la situación edípica tal éste el lactante pierde el aparato esencial para alcanzar una
como la da el inconsciente bajo el impacto cle la investigación concepción de la retación parental y en consecuencia para la
analítica, pero en ciertos casos este material debe también ser resolución de los problemas edípicos; no es que no pueda re-
considerado como una evidencia de un mecanismo primitivo de solver esos problemas sino que nunca los aborda.
la pre-concepción, una versión privada de lo que más tarde se La importancia de esto en la práctica consiste en que ptules
hace públicamente comunicable a t~avés de su correspondencia que parecen ser material edípico deben ser tratadas con cnute-
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126 W. R. D t ON ELDlENTOS DE PSICOANÁLISIS 127
la. Si la evidencia se relaciort<l con un Jaño al Yo, la destruc- · CIOn, análoga a la de la formulación matemática, de fijar la
ción de la pre-concepción y en consecuencia de la capacidad conjunción constante que representaba. En este sentido la fi·
para pre-concebir, las interpretaciones basadas en lá suposidón jaci6n de los elementQs que dan coherencia es igual al aparea·
de que material edipico fragmentado es evidencia de un objeto miento de la preconcepción con la realización para producir
destruido serán sólo parcialmente exitosas. Se deberá orientar una con~epción. Debemos ahora considerar el proceso por el
la investigación hacia la diferenciación entre los elementos deJ cual el nombre atumula significado a través de la operación
mat~rial edípico de aquellos que son fragmentos de la pre- de ~ ~.
concepción edipica y los que son frag-mentos de la situación Y a he considerado el rol desempeñado por el modelo del
edípica fragmentada. Puesto que la experiencia de aprendizaje canal alimentario en la comprensión del pensar. Si se introduce
ue la cual el paciente es de este modo privado, es la de la rela- un cambio de énfasis en nuestro examen de los :fenómenos
ción parental, la importa~cia que tienen en el desarrollo del representados por el eje vertical (A-H) de la tabla, ello con-
paciente Y en un re~ultado exitoso del análisis que dependen tribuiría a un análisis más detallado de los mecanismos y diná-
de la resolución del complejo edípico, resulta seriamente afec- mica involucrados en el desarrollo del significado. Representa-
tada. ré este cambio de énfasi~ usando el término "sentimiento" en
Dejo el desarrollo de este tema para considerarlo en un lugar del término "pensar". Esta sustitución se basa en el uso
futuro en el que espero mostrar con mayor detalle la forma de frecuente, en la práctica analiticn, de frases tales como "Siento
usar la tabla pa1·a penetrar en una percepción y comprensión que tuve un sueño anoche", o, "Siento que usted me odia", o
más clara del material clínico. La naturaleza de los elementos "Siento que voy <i tener una crisis". Dichas locuciones impli·
está d_e terminada por su posición en relación a los dos ejes can una experiencia emocional y son por lo tanto más apro·
(1.6) y (A-H). piadas para mi propósito que la austera implicación de "Pien-
Lo que puede llamarse la psicomecánica del pensar, repre- .so ... ,. Las comunicaciones introducidas por términos tales
sentado por la interrelación entre ~ y- $ y entre las posiciones como "Siento ... " son frecuentemente métodos de expresar emo·
paranoide-esquizoide y depresiva (PS < ) Dep. y hecho se- ciones o premociones. Es en su función de expresiones de
leccionado) provee el vinculo entre hilera e hilera. emoción que deseo considerar estos fenómenos. Propongo no
modificar la tabla; las categorías representadas por las coorde-
Al comienzo de este capítulo se dieron algunas razones para
la elección de los "usos" del eje l-6. En el eje genético a nadas de la tabla se pueden aplicar igualmente a "Pienso ... "
los psicomecanismos representados por Ps < ) D y ~ ~ les y "pensamientos, como a "Siento ... " y "sentimientos". Para
indicar el énfasif$ en el contenido emocio'rJal hablaré del "sen·
fueron acordados una importancia que exige ulterior conside-
tir" y no del "pensar\ pero la tabla no se modificará para la
ración. Al final del capítulo XVIII dije que cuando mediante la
categorización de "pensamientos" y "sentimientos".
operación PS < > S se descubría que elementos que hasta ese
momento estaban desconectados eran coherentes, su conexión Considerando los enunciados cuyo desarrollo está represen-
quedaba fijada por la nominación. El nombre tenía una fun- tado por el eje vertical {A-H) como expresiones de sentimien·
W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOAN.tLISIS 129
1 '• el mecanismo ~ <S mediante el cual se efectúa el cambio· Dado que podemos usar las categorías de la tabla para
de una hilera de la tabla a otr~ puede ser representado por representar sentimientos, gran parte dependerá del contexto
otros m odelos que no sean el q ue nos brinda el tracto digesti- analítico en el cual los enunciados son ·emitidos. El analista
vo. Entre ellos los más sugestivos son: l) el sistema respirato· . debe decidir si la idea expresada tiene el propósito de ser un
rio. con el que está vinculado el sistema olfatorio; 2) el sistema instrumento mediante el cual se comunican sentimientos o si
auditivo, con el que se vinculan transfonnaciones tales como los sentimientos son secundarios a la idea. Pueden perderse
mus tea < > ruido, y 3) el sistema visual. Cada uno de ellos muchas expresiones sutiles de sentimiento si 1as ideas mediante
brinda modelos para el mecanismo ~ ~ que representa la iden· las cuales se las expresa son. consideradas, en forma equivoca-
tifícación proyectiva tal como es empleada para los propósitos da, como el t ema principal de la comunicación. La facilidad
en K. El sentido del tacto es generalmente empleado como an- con la cual matices sutiles de sentimiento pueden ser expresa-
tídoto para la confusión gue puede ser concomitante al empleo dos hace que la comunicación de lo que parecen ser ideas sea
de ~ ~ . Su uso para establecer la confianza obteni.da del sen- un vehículo ideal para la comunicación de las premociones ;
tir que hay una barrera entre dos sujetos, un límite que está según esto se examinaran las "ideas".
ausente en la relación continente < > c ontenido caracterís- Si las categorías de la tabla son tan apropiadas para los
tico de los modelos 1). 2). 3), produce el efecto paradójico ''sentimientos" como para las ''ideas", debiera existir una con-
de que la más cercana relación topográfica implícita por el t raparte emocional de elementos-beta. Dentro del campo limi-
contacto táctil, es menos íntimo, por lo tanto menos confuso, tado al cual lo he circunscripto hasta aquí sugerí que el tér-
que la relación más distante implícita en los modelos 1), 2) y mino ~'elementos-beta" debería ser usado para cubrir e.l área
3) 1 • Vale la pena señalar que las manifestaciones clínicas del de los fenómenos tales como los "pensamientos" que algunos
asma tienen psicoanalíticamente más significado sí se reconoce pacientes psicóticos consideran como indiíerenciados de las ''co-
su relación con el modelo respiratorio para pensar-sentir.. sas". En el dominio de los sentimientos y aquellos aspectos
Se p ueden reformular nuevamente los criterios acerca del del pensamiento en los cuales predominan los sentimientos, el
pensar y el sentir enunciados en términos apropiados para la término "elementos-beta" debiera ampliarse para comprender
hilera G, usando est,o s modelos del tracto digestivo, sistema res- los fenómenos análogos. No estoy seguro de lo que estos fe-
piratorio, sistema auditivo y sistema visual en términos que nómenos análogos son, si es que existen. Pero los mismos
.
pacientes que cons1. deran a 1os " pensamientos
. " como " cosas,,
corresponden a la hilera e y viceversa.
presentan todas las evidencias de considerar lo que yo estoy
El mecanismo PS < i) D conjuntamente con el mecanis-
psicoanalíticamente acostumbrado a llamar fantasras como "he-
mo ~ $ es por lo tanto responsable del crecimiento de la pre-
chos". P or lo que sugiero en forma provisoria que las cate-
concepción ya sea orientada hacia la ingenuidad o la com-
gorías elemento-beta de la tabla no se desechen de antemano
plejidad.
como no ex1stentes, sino que se p iense en ellas, dentro del
1 Un paciente psicótico puede tener una relación sexual genital
dominio de las expresiones de sentimiento, como conectadas
sin confus.ión pero 1), 2) y 3) lo confundirían mucho. con fan tasías que se viven como indiferenciadas de los hechos.
í
130 W. R. BION
sentados por ~ 6 - el desarrollo del significado. Ha sido he tomado el rnito en la categoría D 2 representa un sentimien·
necesario hacer esta descripción algo esquemática de la activi· to de presentimiento y es una premoción de una clase especial
dad mental del analista para introducir una discusión de ciertas empleada para excluir algo. (Incidentalmente la totalidad de
anomalías evidentes que retomo ahora. Tomaré el enunciado las. consideraciones .precedentes pueden ser tomadas como un
que he hecho (Cap. XVII) de que todo el mito de Edipo puede ejemplo del uso de la tabla para un ejercicio destinado a des·
ser ubicado en una sola categoría, o alternativamente, que par· arrollar una intuición y la capacidad, para la discriminación
tes del mito puede ocupar un solo compartir.rtiento en la tabla. clínica). Para concluir: lo!'! elementos del psicoanálisis son ideas
Puede parecer que esto no es compatible con la distinción que y sentimientos tal como son representados por su encuadre e~
he hecho entre un objeto psicoanalítico y un elemento del psi- una sola categoría tabular; los objetos psiC(lanalíticos son aso-
coanálisis. La anomalía desaparece sin embargo si se nota que, ciaciones e interpretaciones c on extensiones en el dominio de
en el contexto en el cual el mito es mencionado, es la represen· los sentido, el mito y la pasión (ver Cap. III ), que neces:itart
tación m ás breve y compacta que puede idearse para expresar, de tres categorías tabulares para su repre.sentación. Se des-
digamos, cierto sentido de presentimiento de una cualidad prende que las clases a·f arriba mencionadas son elementos sólo
part]cular. En este caso la importancia del mito reside en que si pertenece.n a una sola categoría tabular. La importancia
r epresenta un sentimiento y como tal su lugar en una categoría práctica de esto radica en que si son elementos, a pesar de
tabular denota un elemento psicoanalítico. Considerado con parecer lo contrarjo, es necesario saber de qué obj eto psicoana-
otros elementos psicoanaliticos similares el mito y los otros ele- lítico son parte.
mentos forman el campo de elementos nó coherentes en los cua-
les se espera surja el hecho seleccionado que da coherencia
y conecta lo hasta ese momento no coherente y desconectado.
Así, "nominado", "ligado", el objeto psicoanalítico ha emergi-
do, y nos resta por discernir su sign:i.fi.cado. Este mito, verbal-
mente igual puede luego · set· un objeto psicoanalitico que es
instrumental al dar significado a la totalidad de los elementos,
uno de los c-uales fue el sentimiento representado por el mito
en su categoría tabular. La interpretación correcta de este
modo dependerá de que el analista sea capaz, por virtud de la
tabla, al observar que los enunciados verbalmente idénticos soD 11
psicoanalíticamente diferentes. Para reiterarlo, un enunciado 1
y G~ comparadas, 47
Abstracción
y conjunción constante, 120-21
concepto, reconsideraci.ón,, 119·20
formulado y no abstraída, 116
formulación, para representar una realización, 17
Acción,
corno modelo para una clase de enunciado por parte del analista
o el paciente, 40
Aislamiento,
y privación en la sesión analitica, 34
Alucinación
y perspectiva revertida, 85
Anotaciom::s,
frecueotemente fatigosa$ y sin sentido, 102
Asma
y model o respiratorio para el pensar, 128
Asociaciones.
comparadas con la interpretación a la luz de las categorías tabu·
lares, 133
Atención.,
corr<'!spondenda e:on et ensu~ño, S9
interpretaciones como representación de la, 39
Braithwaite, R. B.
"La Explicación Cient.ífica", Ed. Teenos, Madrid, 46.
Cálculos,
como üna etapa en la exposici6n genética del pensamiento, 46
¡r~
Cateqorlas, Decisión
de las teoría:~ empleada.!' por los analistas, 3(·40 e introspección, 37
en relación con las categorías de los "usos" .de los pensamientos, 41 Definición,
Clasificaciones genéticas, como una clase de inter pretación, 38
de los procesos de pensamiento, 4346 Dt!n.udación,
Columna 2, en contraste con ei crecimiento n egat ivo, 117
bajo la cual no están comprendidas las interpretaciones del a na· Depresión,
lista, 53 perseguido por y viceversa, 63
representando negac1on, 38 Dimen-siones,
Comunicación. verbal, de los elementos y objetos psicoanalíticos, Cap. 3, 135
contrastes con la incoherencia, 62 Dispersión,
Concepción, Y destrucción .de la pre·concepción ed:ípica y las consecuencias, 126
como etapa entre la p¡·e-concepción y el concepto en el desarrollo Dolor,
del pensamiento, 45 como elemento, 8.8
Conceptos, ¿estarían los sueños compuestos de, antes que de imágenes vi·
conectados con hipótesis en un sistema deductivo científico, 45 suales?, 44
severidad d e y perspectiva reversible, 83
Continente,
Edipo,
y contenido, 19
y la arrogancia,
y contenido r epresentados por 9 ~ , 54
E¡e horizontal,
y contenido r esponsables de lo!; desarrollos de A a H. 57
d e la tabla, justificación, 123
y el temor a morir, 47-48
de la tabla, visualización, 65
¿un elemento del psicoanálisis, o un componente en un sistema de
Eje sistemático,
elementol!?, 25
transformaci_ón de 1-6 en conexión con el placer y el dele:::, 53
~ ~ y Ps. D, 67
Ejercicios,
~ 8 modelos p8l'a, 127-128 necesidad de la tabla para promover el af inamiento de la in·
introyectado, mo~elo de, 54
tuición, 102
Contratra~feren cía,
Eje vertical,
su participación en l a negación. 38 de la tabla, y crecimiento, 118
Correlación, de la tabla, justificación, 124
de los sentidos, 28 Elemento,
Cosas, Hgado por combinación a otros elementos, 71
y pensanúentos equiparados, 22 ~ ~ y la identificación proyectíva, 19
Crecimiento Ps. ~ D y las posiciones parauoid~:-esquizoide y depresiva. 20
y dolor, 88 representado por su instalación en una sola categoría tabular, 137
observación del, 88 no saturada (e) , 45
Curiosidad, Elementos-alfa,
status, 71 en un agrupamiento genético de enunciado, 43
Datos Empíricos. Elementos-beta,
descripción insatisfactoria de, 17 y definición, 47
W. R. n1ON ELEM ENTOS DE PSICOANÁLISIS 143
su cohesi6!l para fomuu 9 ,{ , t'i ~ Fnnciones de la personalidad,
sü evaluación difer ent11 dt< In lli:Hil l' r "liT" 1 """lllcJ¡,, 11;¡ uso del término, 27
e.n un agrupnmi,nt•• ~wnl • t." •l• 11 He en.o seleccionado,
su posibih•h•tl rn rl 11• tlllt,l. •l descripto por Poincaré, H, 63
p uede ser una idea o una emoción, 112
Hume,
"A Treatise of Human Nature", 21 (Nota al pie 12)
l.
n ln lllltlltloción de, 78 susceptible de ser $ para ~ y \liceversa, 55
y pensamiento, 20
19-23 la t abla usada para la totalidad o parte de, 51
11•• • f''l:prr-"*1\r worías psicoanalíticas, 18 en relación a las clases de interpretaciones, 41
en relación a los elementos-beta, 47
• <ltt q ul; apa rece en el análisis, 25 ldentificaciim proyectiva,
y ~ ~. 54
1 •linBw.
y modelos de sonido, 62
7 • 1"' lmlmno, 89
y Ps. ~ D, 65
f'U Ífl.lllll , 71
eu relación a los elenientos-beta, 47
q u" esrimula la curiosidad, 74
ldeocrama,
l.tliJ!If~.
sus defectos comparables a los defectos de la teoría analítica, 18
del d esarrollo .del eje del pensamiento en la expresión genética, 46- lmpulJo,
Euidencia, y satisfacción, 21
no disponible pa.r a apoyar la realidad de los elementos alfa y beta, 44 Impresiones sensoriales,
Fantasías, de acuerdo con, contratadas con el desacuerdo sobre interpretación, 79
en la psicosis son como los h echos tal como los ..pensamientos" son 1ngenuidad,
"cosas", 129
de enfoque, ll7
Freud, S .,
ln.stinto.s de 1.'ida,
''Los dos principios del suceder psíquico", 21
e instintos .de muerte, 60
elementos en la teoría de Edi po a las que oto:rga un valor cons·
tante, 23
Interpretaciones,
su concepto de la atención, 39 examen de las mismas 'l>Jando fa tabla, 133
"Los Instintos y sus Destinos", 118 Jaques, Elliot,
"notación" y "atención", 57 el retículo, 64
sobre la notación, 39 Juego.
principio del placer-dolor, 88 uso de la tabla para el juego psicoanalítico, 134
Fuentes, Kant,
y la visión antropomórfica de b divinidad, 112 cualidades secundarias, 24
Función alfa. la cosa-en-sí-misma, 26
madre, como la del lactante, 49 primaria y secundaria, 27
144 w. t't. aro N ELEMENTOS DF. f 'SICO AN Ü.J:U:~