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w.R. Bion sur111nistra en este libro un .esquema mej~t' !t


cual el psicoé'lralista puede clarificar y CCitegorizar ias EX:lf,ti~ ·
das recogidas a través de su lab-or terapéui:ica. Delim¡t~ \JJ§ ¡------·-·---·
mente !os "elementos del psicoanáiisis/f tal como apal: ~U
1 1
la práctiCi y permite evaluar1os como partes de la tota }¡a~,
prob!ernd del paciente. ~ ELEMENTOS
No se trata aquí, pues, de una_ re[teradón de lo5 pla. tt(~f
nocídos ele la leorfa freudiana o kleiniana. Tal como 1( €'-lJ:f .
el Dr. león Grínberg en su prólúgo, Bíon se ha propu ~~~l i(
cuntrar y definir ciertos elementos .. , que abarquen a : 1~~
DE
unJ g'an varied¡¡_d de combmationes tod<1s las situ~ de;~~
teorfas h¿skas que el ;JsicoanaJist.a enfrenta en su ejE:r· it~k~r;
. . ' t.e ab~
fes:ona !. .. !~l5 que, con su f¡eren ., para pe. 1]\t•¡·1·~
Scracüon h· PSICOANÁLISIS
mayor gE·neralización, bastarían 1
.. .. J
nara cub.ri r los distit~1)·s rlr~~
. ,. ,.. \ ,

mas quG se pueden presentar durante el proceso anal 'r(~ "í: '
Este nuevo libro de Bion brinda - con ese propósit,_ -'i-1J nr;·
tocll!e que ''erH4Íoba l0s más importantes ¿¡spectc~ dE' .ds!~1 vB
• -

cláSJf2S de Freud y de M. Kfein". Es de sumo·!. ·t; • ee


C.L~P oroporciol'rt ''instrumentos de notación pa tt
l'!)t3. a p::nsar los problernas 2nafmcos soi.xe i2 .· ~- Bion
:r:.: '/ C(1t<:gonzacron
- .' oe ¡ i
' ' os tlecros . ¡
ocurrraos :. 6.8S17
,;r~¿. litir_;¡'.

La jer~:rquí;· v la ulilidad de un libro de Bw


Oe
ntce.:;~tan ::-.€1 destac:tdas. Está dest.mado a·st,.• ·oo
portante a vuela al psicoanalista, a-t pskófogr; r ..
~3,. ~· seguramente será reCibido por íos fedores .l
He na con d mismo interés con que recibieron !, ,>o~
autor. -·><

'
ISB~ 950-ólS-05 5-&

9 1~lll~J~~IIIJIWJ1:111 .
~·;¡...

w~ R. B1oN

ELEMEN.T OS
DE
PSICOANÁLISIS

Prólogo del doctor


León Grinberg

Grupo. Editorial Lumen


Ho.rmé

Buenos Aires.- México


& n11h• mtumul~tn Inglés:
J.'I'*F1fl'Jtts of Psycho-Analysis.
BdimdQ por:
William Heinemann - Medica! Books Limited w

Londres.
Versión c;astellana de:
Haydée Femández. PROLOGO

3.• edición 2000


PRESENTACióN A LA VERSICiN CASTELLANA
ISBN 950-618~055·5
En Aprendiendo de la experiencia, Bion estud ió el Ol'ig,;n
No está permjtida. la reproducCión total o parcial de este libro, y la naturaleza de los pensamientos y de los meca:nisrno~ me·
ni su tratamiento informático, ni su transmisión de rúnguna.for- diante los cuales «es posihle· pensar los pensamientos". Pro.J:lU!:!O,
ma, ya sea electrónica, mecáníca, por fotocopia, por registro u además, una teor.í a de las funcic;mes cuyo uso otOi'ga:r..ía mayor
otros metodos, ni cualquier comunicación pública por sistemas.
alámbricós o inalámbricos, compren:dirla la puesta.a disposición flexibilidad a la teoría y práctica psicoanalítícas. La. ti~{)tta
del público de la obra de tal forma que los. miembmc; del públi- de la función alfa aparecía como un instrumen to t·endtenl.c a
co puedan acceder a esta obra desde el lugar·y en el momento
que cada uno elija, o por otros medios, sin el petmiso previo y evitar la p-ostulación prematura de teorías nuevas.
por escrito :del editor En este libro, Bicm continúa en la mi.sma línea de invr<lll !ga·
ción. Sostiene, y considero que es una de sus propQsiciouos
© Editmial Distribuidora Lumen SRL 2000. esenciales, que algunas pocas teorÍas, COil suficiente ab,,¡l)' fiC•
ción para permitir una mayor gener alización, bastarían par a
Grupó Editorial turnen cubrir los distintos prol;tlemas que se pueden presentar dun:wlu
Viamonte 1674, (C1055ABF) Buenos Aires, República Argenína dutante el proceso analítico.
ir 4373-1414 (líneas rotativas) • Fax (54-11) 4375-0453 Señala entonces. la necesidad de encontrar y definir ciertos
E-mail: editorial@lumen. com.at "elementos del psicoanálisis'' con la propiedad de aha<oi:l'r, 11
través de una gran variedad de combinaciones) todas la~ Milua•
Hecho el depósito que previene la ley 11.733. ciones y teorías básicas qúe el psicoanalista enfrenta en s u ejt~r
1odos los derechos reservados.. cicio profesional. El prime::r elemento que describ e está cona·
tituido por el aspecto ese.nei:al del mecanismo de la idt~ rHHicu ·
LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA. ción proyectiva y es el que establece una relación dim.lmh~a
PRINTED lN ARGENTINA. entre algt~ que se proyecta (contenido) y un objeto que lo recibe
(continente). Bion representa gráficamente esta relauion me-
diante los -s ignos ~ 5 (continente-contenido) . El sc:gundo
w . n . t•ION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 9
~tqwtlunlñ, está expresado por la relación entre ' las ricos, sueños y mitos; D) pre-concepción; E) concepN<Sn ; F)
1¡n ¡, """ pumnoidc-esquizoide y depresiva tal como fueron des- concepto; G) sistema deductivo científico y H) c6.lcttlo alga~
' 1 itas por M . Klein. Este segundo elemento está representado bra.ico. Todas estas categorías siguen un desarrollo cref:JNitc<
por los signos PS ~ D que establece una oscilación entre mo~ de complejidad y representan las diferentes posibilidaJt!S d o
mentos de fragmentación y dispersión característicos de la etapa expresión de un determinado pensamiento con la salvcdaLl dt,
paranoide-esquizoide (PS) y momentos de integración peculia- que en la primera de ellas, la categoría A, de elemento!! beta,
res de la posición depresiva (D) • está representada la matriz precoz de dónde surgen l('ls ptm!ln·
Estos mecanismos ilustran el vínculo existente entre un lac· mientos, pero que tiene la calidad de objetos inanirn tu] {~~ o t1i!
tante que sufre de hambre y del temor a morir de inanición pensamienl()s-cosas. La horizontal representa lo~ uiíercnLC8 usos
y su madre que es capaz de transformar diChos sentimientos en que puede hacer el paciente o el analista de los elementos, <m uu·
vitalidad y confianza', haciéndose cargo de la angustia de su ciados o teorías que surgen durante la sesión, así coruo tu.rrl•
hijo y metabolizándola adecuadamente. Es lo que se repite en bién los m¡os aplicados a las ocho categorías expuestus en el
la experiencia transferencia] de la situación analítica entre el eje vertical genético. Los seis usos descritos por B-1 <>n on In
paciente y el analista. línea horizontal son los siguientes: 1) hipótesis definittJria (1Jn
La interrelación entre e~tos elementos sirve básicamente para la que se sintetiza y se define lo que experimenta el paciontu o
el desarrollo de los pensamientos y la creación del pensar. el analista en un momento dado; 2) uso de u na teoría, con;ii
Según Bion, en las etapas más t~mpranas de la vida, los pensa- derada aceptable para contrarrestar la ansiedad f.rentc •• ló
mientos no existen como tales sino que se trata de experiencias desconocido y que está expresada por el signo t/t; 3) enunci:ulwt
sensoriales y emocionales muy primitivas: protopensamientos. que representan registros o notaciones ; 4) enunciados que íi j n11
Es el funcionamiento específico de estos dos mecanismos la atención sobre algo; 5) enunciados que investigan lo igno·
PS ~ D y S g (Reacción paranoide-esquizoide y depresiva rado; y 6) traslación del pensamiento a la acción.
y continente-contenido) el que se ocupa de la elaboración y Cualquier material del paciente, o cualquier intervención
~ de los p ensamientos. del analista, puede ser ubicado en alguna de las 48 catf•gorias
Por otra parte, Bion propone la utilización de una tabla de la tabla, así como también toda una sesión psicoanal iliw.
como un instrumento de notación para ayudar al analista a Para Bion, los "elementos del psicoanálisis" son idca~t y
pensar los problemas analíticos sobre la base de un registro Y sentimientos que pueden estar representados en una de lnl'l ente•
categorización de los hechos ocurridos durante una sesión gorías de la tabla; mientras que su concepto de "objeto paico·
analítica, en los que están incluidos tanto el material asociativo analítico", es comparable al de una molécula compUI}!!lrt pol
aportado por el padente como las interpretaciones formuladas varios átomos .O elementos psicoanaliticos.
por el analista. Quisiera agregar algunas palabras sobre la im{.IOthiJldtt
La tabla está constituida por un sistema d e coordenadas asignada por Bion al estudio del elemento dolor. Señal a qw; t,l
donde el eje vertical representa una evolución genética a partir dolor no puede estar ausente de la personalidad ni d el análi ~&ls
de A) elementos beta; B) elementos alfa; C) pensamientos oní- y forma parte de toda adquisición de conocimiento. El paChlula
i l1 W'. a. BlOt>f

ti ~u tl ~ 11 eludir este proceso dolOJ;oso a través -de diversos méca·


niamos. Uno de ellos es el de la "perspectiva reversible" por
el cual procura distorsionar el contenido· de la interpretaci'ón
otorgándole un giJ:o completamente distinto a la intención
del analis-ta.
.En conclusión, la lectura de este Hbro, complementaria al de
Aprendiendo de la ex¡Jerieftcia, pese a las dificultades conte·
nidas en los. conceptos que de-sarrolla~ otorga el provecho de
encarar la teoría y práctiéa psicoanaliticas desde nuevos ángu·
lós que engloban1 en lugar de excluir, los más importantes IN O ICE
.aspectos de las teorías clásicas. de Freud. y ele M. Kle.h:1.
Es e.s te el aliciente con qu·e el Grupo de Estudio .s obre la ¡ Prólogo ... . . . . . . • . . . . . ... .. . ... . . .. ... . . . . .. . . .. , 7
obra de Bion que dirijo y que está i.Qtegrado por los doctores
Agr·adeci~ientos ),!)
S. Aizer.nherg, R. Avepburg, E. T. de Bianchecli, J. A. Carpí- 1 . . . . . , . . . . • • . . . ... . . . . . • . . . . . . . . . , .
nacci, L. A. Chiozza, G. S. de Foks, J. A. Granel, P. Grimaldi, . CAPÍTU;LO 1 ... .. . .... . , . . ...,...•... .•. .. . . . . ... . .. . . 17
S. Lummerman, R. Polito, E. Rolla, N . Schlossberg y D. Sor, 11 .. •• .• . . .. . ... • . . ....•.• .• . . . .. • . ..... 23
ha continuado en la investigación de los conceptos de este libro ..". Ill . . ... . .. .. .. ... . . .. ... . . - . . .. .... . . ... . 27
ocupándose también de la supervisión de su ír.adueción. Los ,, IV . . . . ..... .. . .... .. . . . .. .... . .. ... . .. ..... . t- - • 33
doctores .R. Aven hurg, J. A. Carpinacci y R. Palito fueron los , v· . .. . ~ ... ...... . . .. ...... ... ... ... . .. . ... .. . 37
encargados de la última revisión. A todos ellos rni reconoci· Vl . . .. . ... . . . . . . . . . . . ... . . .. .... .... . ... . ... . . . , 43
" VII . .. . . . ... ..... ·. ... .. ~ .. .. . . .. . . . ... ... . 5.L
miento.
" 57
., VIII . .•... .. .. . .. . .... . .... . . . ..... . .. .
Dn. LEóN GRINBERG IX . .. . . .. . .. . . . . ...... . . . . ... . . ....... . 61
"
, X .......... . . . . . . ~ • .. . . . . . .. . . ... . .. ... ()7
XI . ... , .... . . .... ... .. . . . . .... .. . .... . .. . 7S
" XII •.... .... .. . . ...... ..... . .. . ... ... .. .. 79
" XIII ••• c·• •• • • • • •• -' •· • • •• ~••••••••• ••·• t • fJS
XIV . . .. , ... . .... . .. . ... • .. ......... - •. 91
," XV .... . .• ., . . .. . . . . .. ... . . ; .... ....... . 07
.
.,
·xvi ... ......... .... ...... .. .... .. · ... -·
XVII , . . . .• . .• . . , .. . . .. • . .. .. ..... . .... ..
103
1.07
XVIII . . l15
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O' • • • • •• ' • • • ' •• • • •• ; ••• •••••• • • ' •

XIX. . . . . . . . . .. . . . ~ . . . . . . . . . .. ;o • • • .. .. " • • • • 1C\3


•• XX ... , . .......... . ~. . . . . " -~· · · · . .... . ... . ~ . .... . un
r

1
AGRADECIMIENTOS

Es para mi un placer agradecer la ayuda que he recibido


del doctor Elliot Jaques y otros miembros de la Fundació11 M••-
lanie Klein en especial de la doctora R. Money-Kyrlc, quien
hizo provechosas críticas lueg0 de leer mi manuscrito y de b
doctora Sega] y Betty Joseph. El libro ya estaba terminado
cuando me enteré del trabajo del doctor G. G. San dlcr sobre El
Ideal del Yo y el Ideal del Self, sino hubiera considerado ltt
importancia que su enfoque puede tener en r elación a l': lll ' !l ·
tiones que se tratan aquí.
Tengo una deuda de otra índole con mi esposa por :m
permanente ayuda y aliento.
w. R. n.
LA TABLA

.-1
Hipó-
1 tesis Nota- Indn-
defi- e¡. Aten-
ción ción gaci6n Acdím
'E nit.oria
1 2 3 4 5 6 •• ,.n.
1
r
l

A
.Elementos
Beta
Al A2 A6
f
B.
Elementos Bl B2 B3 B4 B5 B6 . .• .An
fr Alfa

t e
~ p..,amien""
onírir..o's
Cl C2 C3 C4 es C6 . ..Co
Sueños, Mitos

rl o
Pre--Concepción
DI D2 03 D4 D5 D6 . ..Dn
1

[
E Ei E2
Concepción
E3 E4 ES E6 ... En

F Fl F2 ...Fn
Concepto
F3 F4 FS F6

G
Sistema deduc- G2
tivo Científico

H
Cálculo
algebraico
CAPITULO 1

LAs .TEORÍAS PSICOA.NALfTic;As han sido criticadas de n o ,,m.r


científicas por tratarse de una combinación de rnalerlnl o b~ • 'l'·
vaclo y la abstracción que de él se deriva. Son al mistrto
tiempo demasiado teóricas, o sea son demasiado una 1 epr~~ l' tl·
tación de una observación para ser aceptadas com o ob~erv:J.
ción y dema~iado concretas como para tener la fkx ibilid:td
que permite a una abstracción equipararse con una reoliztu;inn *.
En consecuencia una teoría, que podría considerarse d•~ y;1" t H
aplicación si estuviese formulada en forma lo sufjcicn tomenlo
abstracta, está expuesta a ser criticada debido a que su propin
calidad de cor.creta dificulta el reconocimiento de una rMli~a­
ción, que pueda estar representando. A la inversa, si so di:t-
pone de dicha realización, la aplicación de la teor ía a t'!)I O
puede implicar una distorsión del significado de la teor.ín. l,

* Tal como fue aclarado en Aprendiendo de la E:xp erümcirJ ( P¡¡l


dós, 1966) preferimos traducir "realization" por ..realización'' con el
significado de materialización. objetivación, concretización; t s d l'cL',
hacer real. [N. de la T.J
1 Se puede ver un ejemplo de esto en el trabajo de J. O. Wi ~tlnm
sobre An examination of the Psychc·analytical Theories of Mchmcholia,
(la versión castellana Comparación r desarrollo de las tcor{a ¡mcQann.·
líticas de la melancolía está publicada en la Revista Uruguayo de J~• l ilo
análisis, tomo V, NQ 1), donde el autor sostiene la neces;tl nd do am-
pliar la teoría, pero comprende que ello implica realizar u no liitpoS-l<.~lon
a cerca de cuál hubiera podido ser e] punto de vista de M. Kl~in
W. R. B I ON ELEJ'>iENTOS DE :PSi COANÁLISIS 19
l 1 1 1 tunt oi t'] ol déclo es d oble: poi' un lado la descripdó-ri de e!:'::l misma de:s crlpción es ur1a .representación adecuada Ul1U 1l..;
l11 9 d .tfoll On'Jl)Íticos resulta insatisfactoria ya que es evidente· aquellas realizaciones a las cuales en forma bastanle o1Jvia
ttlf' 1llC lo que en inglés corriente se clescribe como una '_'teoría" pretende conesponder. La combinación según la cu:d rirrloll
2
O. C<.'rca de lo que tuvo lugar antes qtre un relato de lQs hechos elementos están liga dos 6 es esencial para el signHit~aUlJ l ex-
y por el otro la teoría de lo que tuvo lugar no puede satis· presado por esos elementos. Un mecanis mo que $e supone
facer los criterios· que se aplican a una teoría, tomando el típico de la melancolía p uede ser típico de la melanculíu sólo
término como cuando s-e lo emplea pa't'a describir los sistema.s. p;orque está ubicado en una combinacióQ particular _ Ln tnr~~
usados en la investigación científica rigurosa 3 • El primer re- consiste en abstraer 8 dichos elementos liberándolos de In con}·
quisito es en tonces formular una abstracción "\ repre.sentar la binación a la cual está n sujetos y de la particularidacl que Sl!l
rt!aHzaci6n que las teorías existentes intentan describir. PTo· adhiere a ellos de la realización que pretendían repl·est:l1titt o,d.
pongo la búsqueda de un modo de abstracción que aseg~re ginariamente.
que el enunciado teó;rico conserva el mfni:mo de particulan:z;a- P ara el propósito que yo los quiero los elemento!i do! p 1,\.
ción. La pé-rdida de con1prensibilid.ad que esto ).mplica puede coanálisis deben reunir las siguientes características: 1) Deben
ser compensado por el uso de modelos, que suplementen los ser capaces de representar una realización q ue origin~hnGn to
sistemas teóricos. El defecto de la teorí¡¡, psicoanal.iticá actual de.scríhieron. 2) Deben ,s er susceptibles de ser ar ticulados oou
TlO difiere mucho dél que resulta de comparar un ideograma
otros elementos ·sin;t~lar.es. 3) CuaQdo es ten articulados dobe.11
con una palabra construida. alfahética.mente; el ideograma re·
formar un sistema deductivo científico capaz de repr~entur a
presenta una palabra solamente en cambio con unas pocas le-
una realización en caso de que existiere: más adelante so dedt.t·
tras se pueden formar miles de palabras. Del. mismo modo los
cirán otros criterios pertinentes á un elemento psicoanaHtloQ.
elementos que yo bus~,:o han .de ser tales que con unos pocos se
exp1 "esen, a través de variaciones en su combinaci ón, <;as.i todas Representaré el primer elemento por ~ ~ ; como esto yu
las teorías esenciales para el analista en ejercicio 5 • ha sido tratado en extenso en Apre.ndiend'Q de la Experiencia. o
La mayoria de los analistas han tenido l¡:¡, experiencia de aquí lo consideraré en forma breve. Representa un elemertto
sentir eme la descripción de las caracterís_ticas de una .e ntidad que puede ser llamado, aunque en detrimento de la prec)~ión,
dínica ~particular puede muy bien coincidir con la descripción el r.asgo esencial de la concepción dé Melanie Klein de idon·
de otra entidad clínica tnuy diferente. Sin embár go, 1·ara vez tificación proyectiva. Representa: un elemento tal que, si í uern,
menos no podría .d e ningún m!)do relacionarse con la identi·
2' En términos de la tabla, demasiad•> G, en lugar de D o ~- ficación proyectiva; si fuera más arrastraría una penumhr.1
3 D'emasiad{J c. en lugar de c•. de asodaéiones demasiado densa para mi p ropósito. Ea ltl
·"' E1 concepto de abstraccíóu será discutido . ~n exte~so; su uso en
las pri:me:tas etapas es provis.o úo. Dicha {ormulacwn estana en G3.
ri Comparar con la tendencia a p:wducir. te~rias ad. hoc . para en-
6 Consecuencia de Ps ~D . Ver Capítulo XVIIL
f rentar una situación cuando una teoría ya ex1stente, formulada, con
suficiente generalidad, .hubit:se bastado.. Comparar .c on Proclus, c~;ado 7 Consecuencia de <l1 &• Ver Capítulo XVIII.
por sir T . L. Heath, e~ Las Elementos de Euclides (Heath, ·T. L..; T he S Ver la nota 4.
Thlrtee:n. Books of Euclid's Elements'', c.a p. 9, C.U.P.1 1956). 9 Bion, W. R.: Aprendie¡ulo de la Experiencia, Pald6t~, 1966.
W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 21
1 111 •llllbwiGn dt~ un elemento que podría llamarse una tela~ tanto 1 es usada para salvar Ja distancia que media clllrú un
, lttn djnúmlca entre continente y contenido, impulso y su satisfacción 11 • R 12 asegura que ello ~e renli:t,tró
Al segundo elemento lo ~epresento por PS ~ D. Puede con otro propósito que el de modificar la frustración clurunle
considerarse que representa aproximadamente a) la reacción una pausa temporal.
entre lo que Melanie Klein describió como las posiciones para-
noide-esquizoide y depresiva, y b) la reacción predpitada por
lo que Poincaré 10 describió como el descubrimiento del hecho
seleccionado.
Y a be considerado los signos L, H y K *, en Aprendiendo
de la Experiencia. Representan vínculos entre los objetos psi~
coanalíticos. Se da por sentado que aquellos objetos así vin-
culados se afectan mutuamente. Las realizaciones de las que
han sido abstraídos son generalmente representadas por los
términos "amar", "odiar" y "conocer".
Empleo la notación R derivada de la palabra "razón'' y las
realizaciones que se cree representa, e I derivada de la palabra
"idea., y todas las realiZ"aciones que representa incluyendo
aquellas representadas por el "pensamiento"; 1 representará
objetos psicoanalíticos compuestos por elementos-alfa, los pro-
ductos de la función-alfa. He descrito lo que quiero significar
por este término en otro trabajo (Aprendiendo de la Expe·
riencia). La función-alfa es la función por la cual las impre-
siones sensoriales se transforman en elementos capaces de ser
acumulados para ser empleados en el sueño y en ott·os pen-
samientos. R representa una función al servicio de las pa·
siones, cualesquiera que sean, que lleva el predominio de éstas
en el mundo de la realidad. Por pasiones entiendo todo lo que
está comprendido en L, H y K. R está asociada con 1 en 11 Freud, S.: "Los dos principios del suceder psíquico", B""'ilv• Al
res, Ed. Rueda, Obras Completas, tomo XIV, 1953.
12 No he 1nsistido en la descripción de R porque no mt'l timto
lO Poincaré, H.: Scientijic Method, Dover Press. (Versión castella- todavía en condiciones de ver sus implicaciones. La incluyo pl)tqU•l ~,,j
na: Ciencia. y Método, Buenos Aires, Ed. Austral , vql. 909.) experiencia clínica me con.venc·e del valor que tiene üse ,.]omento y
* Preferimos conservar las iniciales que corresponden a las pala- porque otros pueden usarlo aunque no esté completamen te elobo)r:ul o. V~·
bras inglesas Love (Anwr), Hate (odio) y Kno1vledge (conocimiento) Huroe "A treatise of Human Nature, lib:ro II parte Ill, aend6D S
[N. de la T.] Clarendon Press 1896. .
CAP!TUl.O 11

LAs TEORL4.s PSICOANALÍTICAS adolecen del defecto do qt1e 1 en


tanto s-on claramente formuladas y comprensibles, su compren•
sibilidad depende del hecho de que los elementos que la C flt.ll·
ponen estan investidos de un valor fíjo, como constantm1, :l
través de su asociación con los otros elementos de la tt·oríu.
Este fenómeno es análogo al de la escritura alfabélica en la
cual las letras carentes de significado pueden combin arse para
formar una palabra plena de significado. Los elemenlO!! <11~
la teoría de _Freud de la situación edipica, por ejemplo, o:il án
combinados, por la asociación necesaria para formar la n<-~.·
rración del mito de Edipo, y de esta manera alcam:an u u
significado contextua! que les da un valor constante. Cr>mo
elementos de la descrip ción de una realización que ya hu sjdo
descubierta esto resulta esencial para su utilid ad: cotrJO com
ponentes de una teoría que será usada para ilwninar rcal1i1n
ciones aún no descubiertas constituye un defecto porque ~u
valor constante afecta la flexibilidad necesaria.
Las abstraciones destinadas a ser elementos del psicoo.n¡¡.
lisis deben ser susceptibles de ser combinadas en forrna tnl
que representen todas las situacones psicoanalíticas y todas las
teorías psicoanalíticas. Para que esto sea cierto los e lemtmloA
elegidos deben ser esenciales en el sentido descrito en l,l
W. R. BJON

P·'ginn 2S. Propongo ocuparnos de la discusión de este tÓpico


l ELEMENTO.S DE PSICOANÁLISiS

aunque el elemento que quiero aislar no puede ser descrito


25

nntcs de continuar con el problema de la abstracción 1 cuya correctamente si no se entiende que 9 S ~ 2.


solución es muy importante si los elementos elegidos, como Es obvio que el número de ocasiones en las qut: su efi rmu
elementos del psicoanálisis, son susceptibles de ser usados en en forma verbál que algo está "en" algo puede ser turnbi~n
la construcción de sistemas teóricos. El primer paso es con- · innumerable y correspondientemente insignificante. El pncieutc
siderar qué fenómenos de los existentes en la práctica analítica está "en" análisis, o "en" familia o "en" el consuhor in; o
corresponden a los elementos del psicoanálisis. Hay tres ca- puede decir que tiene un dolor "en" la pierna 3 • El dc lc'l mjnnr
minos que podemos seguir: la importancia o significación del episodio emocionul en los
1. Poclemos buscar a los elementos tal como se clan en sus cuales dichas verbalizaciones parecen adecuadas a la exp~t icu ·
cualidades secundarias 2 y que pueden ser reconocidos en la ' cia emocional depende del reconocimiento de que contln rJ ilO
experiencia psicoanálítica. y contenido, <.i? g , es uno de los elementos del psi coanóli ~iJ1 .
Podemos luego determinar si el elemento <;? o es central o
2. Podemos buscar a los elementos tal como se dan en
sus· representaciones y que pueden ser aislados en la teoría está presente simplemente corno un componente de un sistorua
de elementos que dan significado los unos a Jos otros o 1ra·
psicoanalítica.
vés de su conjunción.
3. Podemos investigar los procedimientos 1 y 2 y combi-
Al considerar ahora si es necesario abstraer la itlei.l d(l
narlos como una fuente de la cual abstraer elementos.
continente y contenido como un elemento del psicoanálisis me
Consideraré prime1·o la posibilidad que los elementos ele·
enfrento con una duda. Continente y contenido implica u tHi
gidos tienen de ser observados, aunque pueda pensarse, puesto
condición estática y este tipo de implicación debe resultar a joua
que los elementos entran en la composición de todas las teo· a nuestros elementos; debe haber más del carácter impar ti do
rías psicoanaliticas y son esenciales, que lo primero sería ver .
por las palabras «contener o ser contenido". ''Continente y
si estos elementos pueden ser detectados en las teorías.
contenido" tiene un signifícado que sugiere la influencia ln•
Si un "paciente dice que algo Hno le entra", o el analista tente de otro elemento en un sistema de elementos. C onH)
siente que el paciente no lo puede incorporar, está implicando puede formularse la misma objeción respecto de "contener y !ler
un continente y algo para colocar en él. La afirmación de contenido" supondré que ambas afirmaciones están contnmi
que algo ''no ]e entra" no debe por lo tanto desecharse como nadas por la presencia de elementos de un sistema no e~pe·
una mera forma de hablar. Implica además que hay por lo cificado de elementos (por ejemplo, el efecto latente del mo-
menos dos objetos. Puede formularse ~ t ~ 2. En ciertas delo, que considero en Aprendiendo de la Experiencia). P or
circunstancias, también obsel-vables en análisis, el sentido dei lo tanto cerraré la discusión suponiendo la existencia de ona
"<los-o-más" puede llegar a imponerse como un intruso. Por abstracción central desconocida porque es in~ognoscible, si bien
el momento, no tendré en cuenta la implicación del número
ll Cf. Rrle, Gilbert: Conception oj Mind, pág. 22, no e11 un Quor
1 Ver capítulo XVIII. de categoría sino una exp1·esíón del conocimiento directo inconac iem e
.2 Secundario en el sentido que Kant usa este término. de ~ t como la clase a la cual todas pertenecen .
w . R . BlON

1 , · l11•la tm forma impura en afirmacines tales como (''con- }


'
1lu ¡-,Jlllj o contenido" y de que sólo a la abstracción central t
• •• le puede aplicar d término "elemento psicoanalítico'' corree- ~
lamente o se le puede asignat• el signo ~ ~ . Resulta claro
de esta definición que el supuesto elemento psicoanalítico no
puede ser observado. En este respecto no difiere del concepto ~
kantjano de una cosa-en"sí ~misma, no es cognoscible aunque CAPITULO 1II
las cualidades primarias y secundarias lo sean. Sin embargo es -~
diferente en este respecto. Los fenómenos de continente y
contenido son cognoscibles como cualidades secundarias. La
Los ELEMENTOS son fWlciones de la personalidad 1 _ Lo quo
abstracción central es sólo un fenómeno en tanto que -yo como
puede _decirse sobre todos ellos es que cada uno es una func ión
individuo soy consciente de que es conveniente para mí pos- ••
de alguna otra cosa y cada uno tiene una función. En Hl.nl.o
tular la existencia de algo que no tiene exist~ncía, <;omo si. de .l
que cada uno es una función el término "función" ticn~ uo
hecho fuera una cosa-en-sí-misma. Si post:ulo la existencia t
significado similar a aquel con el cual está asociado en mate-
de una mesa como una cosa-en-sí-misma, lo hago porque creo
que existe y que su existencia es la explicación de los fenó- l mática. Es una variable en relación con otras variables en
términos de las cuales puede ser expresada y de las c u.ales
menos que agrupo en una clase bajo el nombre de "mesa". t
depende su propio valor. En tanto que cada función , ir.11e
Esta explicación es necesaria porque deseo establecer los f una función el término "función" es usado como el nombre
elementos del psicoanáHsis sobre la base de la experjencia. Í
para un conjunto de acciones, físicas o mentales, gobenu11Jas
Espero que el elemento sea una abstracción del tipo dado en 1
por o dirigidas hacia un propósito. Siempre que uso t:1 tér -
mi ejemplo de !? t , continente y contenido. Será "una 4
mino "función" lo uso para denotar algo que es y tiene u tu1
abstracción central desconocida porque es incognoscible" pero ,
función. En tanto que es una función tiene factores : en tanto
bosquej ada1 en forma impura, por su representación verbaL
que tiene una funcíón tiene objetivos 2.
Tendrá el mismo status y calidad que el objeto que asl'irarnos
.. Por el mome~to propongo que los elementos del psicoand-
representar por la palabra "línea" o llna línea trazada sobre
ltsls son todos sm excepción ftmciones, usando el término en
un papel, tiene con la palabra "línea" o una línea trazada
el sentido que reción he delineado. El signo que reptescnta
sobre un papel. .
una ahstrácción debe por lo tanto representar Wla funci6n qu~
es i.ocogno~cili!e z~que sus cualidades primarias y 3ecund~

1 ~ara una discusión más detallada de "íunción'• ver Blon W R ·


A.prendtendo de la Experiencia, P~dós, 1966. ' · ••
2 Este punto será aclarado cuando se pueda hacer referencili lk
1a tabla. Ver capítulo 6 et seq.
W, ~t. lii()N ELEMENTOS DE PSICOA.J.'iÁLISIS 29
( •t.,J ( rt t:dtl kuuliano) sean cognoscibles. Como . pro- :rxUsma validez que mi impresión que una piedra, digamna, \111
1 •• ' t?nJt ulut llr los elementos como fenómenos observables dura. Pero para que mi impresión sea válida considerf> lll'<:e·
1r d rth~ presumir que estoy hablando de las cualidades pri- 6 ario palpar la piedra para conver.cerme de su dureza y por lo
marias y secundarias de los elementos y no de las abstracciones menos mirarla para convencerme que lo que toco es un a piml rn.
o signos mediante los cuales los represento. ¿Cuáles son, de La correlación así establecida lo autoriza a uno a reclmnor el
todas las que pueden verse en el transcurso de cualquier aná· término "sentido común" para ca:r:acterizar la noción de qno
lisis, las que hemos de elegir como funcio11es de la persona- 1 este objeto dado es una piedra: y para caracterizar la nocÍÓAI
lidad y que son también elementos del psicoanálisis? La elec- de que la piedr a es común a nuestros sentidos y es p f1r lo
ción está ya limitada por los criterios que he propuesto (Cap. tanto una noción de sentido común, usando el término "~cn ­
II, pág. 24). Debemos ahora limitarlo todavía más porque el tido común" con una precisión mayor que la que lit:nu ml el
elentento debe ser una función eri el sentido que he propuesto lenguaje corriente. El problema consiste en establecer a lg ún
para este término, y además debe eer ..visto" en el transcurso · uso o . conven.ción similar, para definir la naturaleza del 1wu
del trabajo analítico. ¿Pero cómo podrán pronunciarse las tido por el cual aprehendemos un elemento psicoanalilit:o y,
cualidades de los elementos como "visibles" ante el hecho no- la contraparte de esto, para detinir la naturaleza de las dirnen-
torio de que algunos analistas pretenden ser capaces de ver siones de un elemento psicoanalítico. La instrumentación de
cosas cuya misma existencia es negada por otros, un desacuerdo este plan, parece, como ocurre frecuentemente en la iuvcstign-
que es suficientemente común entre paciente y analista a pesar ción psicoanalítica, presuponer lo que deseamos descubrir. Al
c:le que comparten la experiencia "vista••?. escribir esto debo comenzar por algún lado y esto ocasioun
Como un criterio para determinar lo que constituye una dificultades porque el comienzo de una discusión tiende a <13r
experiencia sensible propongo el sentido común con el signi- una apariencia de realidad a la idea que se tiene del temn en
ficado que le he dado en alguna parte,. especialmente el de discusión en un comienzo. La investigación psicoanalítiCil for-
algún "sentido" que es comúh a más de un sentido. Conside- mula premísas que están tan diferenciadas de aquellas dr la
raré a un objeto como sensible a la indagación psicoanalítica ciencia común como lo son las premisas de la filosolla o de
s4 y sólo si, cumple condiciones análogas a las condiciones la teología. Los elementos psicoanalíticos y los objetos qu~
que se cumplen cuando la presencia física de un objeto es derivan de ellos tienen las siguientes dimensiones 3 •
confirmada por la evidencia de dos o más sentidos. Es evi- l. Extensión en el dominio del sentido.
dente qtte puede ser sólo análogo, porque, en el estado actual 2. Extensión en el dominio del mito.
de nuestro conocimiento hasta la ansiedad, al menos en otros, 3. Extensión en el dominio de la pas.ión.
es una deducción, El problema E'.stá en determinar hasta don- Una interpTetación no puede ser considerada satisfectorh~
de podem~s llegar en la aceptación que Ias deducciones de los a menos que esclarezca un objeto psicoanalítico y ese objelo
sentidos tienen, en el campo del psicoanálisis, la misma validez
· que tienen en el de la física o el de la filosofía. N o me cabe
duda que mi impresión de que un hombre está ansioso tiene la
ll debe en el momento de la interpretación poseer estas ditnen·

8 Discusión de la tabla en capítulo XVID y luego explicaré mn:< tl~>.ta ·


lladamente lo que. quiero decir por estas dimensiones.

1
w. R • .BlON
ELEl\<lENTOS DE PSICOANÁLISIS 3]
1 11 , 11 uln la importancia que le atribuye a estas dimensio-
una .r ealización: son enunciados de un mito personal. A menthl
11, • 1 IHI tdelatÓ Cada Una de ellas en Oetalle.
que la experiencia del objeto psicoanalítico esté acompa.íiaJa
N 0 es necesario que nos detengamos demasiado en la ex-
por una formulación del psicoanalista de un enunciado qw•
tensión en el dominio del sentido. Significa que lo que es
tiene este tipo de componente carece de una dimensiún necc·
interpretado debe tener entre otras cualidades ~a. de ser ~ saria. Me referiré a esta dimensión como el mito o el corn
objeto de los sentidos. Debe ser, por ejemp~o . VJ.Stble o auqt- ponente "como si".
ble, con certeza para el analista y presum1blemente pa:a el
Elegí deliberadamente el término ''pasión'' en lugnr de
analizado. Si esta última presunción resulta no ser as1, los
otros términos que podr.Í an parecer. más usuales para lu últimn
fundamentos para esta presunción deben ser tales ~u~ ~1 ~a­
dimensión_. en parte porque ellos tienen un significado que no
caso en la correspondencia debe ser considerado s1gruf1cat:vo
debe ser alterado. Por "pasión" o la carencia de ésla me
en sí mismo. Expresado de otra manera cuando el .anah.sta
refiero a la componente derivada de L, .H y K. Entiendo qutt
hace una interpretación, él y el analizado tienen que poder. ver
el térÍnino representa una emoción experimentada con inten
que aquello de lo cual se está hablando es algo aud1ble,
sidad y calidez aunque sin ninguna sugerencia de violend.'l:
visible, palpable u oliente en ese momento.
el sentido de violencia no debe ser expresado por el t{mn:ino
Es más difícil dar una explicación satisfactoria de lo que
"pasión" a menos que esté asociado con el término "vou-
entiendo por extensión en el dominio del mitó *. Sin él no ,
cidad".
puedo concebir la posibilidad de la construcción de un modelo
como parte del equipo co.n que cuenta el analist~. .S~pongamos , Puede parecer que al introducir la pasión estoy repitiendo
que un paciente está enojado. Se le da más s1gmí~cado a un lo que ya he dicho al incluir L, H y K, como elementos. E~lo
enunciado en este sentido si se le agrega que su enOJO es como no es así; por pasión me refiero a una de las dimensiones
el de 1111 "niño que quiere pegar a su niñera porque se le ha que L, H o K deben poseer si ha de ser reconocida como utt
dicho que es malo''. El enunciado entre comillas no es expre- elemento que· está presentE: 5 • La evidencia de la presencia do.:
sión de una teoría dentro de una exposición genética. No la pasión, que puede ser proporcionada por los sentidos, no
debe suponerse que expresa una teoría que sostiene que los debe ser tomada como la dimensión de la pasión. Es decir
los niños pequeños pegan a · sus niñeras si s~ les llama ma~o~. si se considera el tono .enojado del paciente como evidencia
Es un enunciado análogo al tipo de enunc1ado que los fllo- de odio no debe pre:sumirse que la pasión ha sido discernidn
sofos desdeñan como mitologías cuando usan el término pe- como una dimensión elel objeto psicoanalítico, Odio. La evi-
yorativamente para describir malas teorías. Yo necesito en~· dencia pu.ede ser proporcionada por los sentidos, en dich•)
ciados de esta clase como parte del procedimiento y equtpo episodio, que pueden correlacionarse con la evidencia, 5ensua1
científico analítico. No son enunciados de un hecho obser- tal ve~ pero no sensible, de la pasión. El tener conocimiento *
vado, o formulaciones de una teoría destinada a rep1·esentar
5 Cf.. capítulo XIX sobre los "sentimientos".
4 EJ problema se relaciona con la discusión de la hilera C de
• Bien habla de awarenes$, nosotros seguimos a Ber trand Rus
}D, tabla. sell (Mysticism and Lugic, capítulo X) quien establece una diferenoin.
cardinal entre .Knowledge by description y K11owledge by o.ct¡uainttm-
\\. ~L il i ON

1 l • ~.,¡,¡.,,, 11 11 J c]Jendc de los sentid os. Para que los se~tidos


t r iJ '" rlvut4 11c necesita solamente una mente: la pasión es la

r.V1denda que dos mentes están unidas y que no puede de


ning una manera haber menos de dos mentes si la p¡:¡.sión está
presente. La pasión debe distinguirse claramente de la contra-
transferencia, ésta última siendo evidencia de represión. Pode·
mos prescindir de una consideración más profunda de la pasión
porque me ocuparé de 1a pasión como una de las dimensiones CAPíTULO IV
de un objeto psicoanalítico y por lo tanto de un elemento '
psicoanalítico.
EN EL PRIMER CAPÍTULO elije que el desar:iollo de la p¡-ácti ca
psícoanalítica estaba coartada debido a Ia falta de e lub o ra~.: ló n
de los elementos del psiconnálisis y di ejemplos de lo <.¡u~
podria ser objeto de búsqueda para tales elementos. En el
segundo capitulo analic:é los criterios mediante los cualc~ lo$
objetos propuestos como elementos podrían ser considerados.
acentuando la observabilidad en la práctica, como algo esw·
cial. En el último capítulo (lll) dije que todos los elemento~
deben ser funciones de la personalidad y deben ser cunee·
bidos como teniendo dimensiones que, en la mente del anal ista ,
serían impresiones sensoriales, mito y pasión.
En este capitulo me propongo enfocar el problema nueva-
mente buscando una respuesta a la siguie11te pregunta : con•
siderando cualquier sesión psicoanalítica como una experiencia
emocional, ¿qué elementos en ella deben ser seleccionadots q ue
pongan en evidencia que la experiencia ha sido psicoanÁJi~i s
y que no ha podido ser otra cosa?
ce or awareneu. El "conocimiento por descripción" e..s aquel que se Muchos rasgos de U!l psicoaná!is~ puece:1 se.r cons ic cr~doa
tiene acerca de algo y puede ser independiente de toda experiencia di· como típicos pero no lo son exclusivamente así. Desviacion<:.e
recta. Knowled¡;e by awareness implica que la relación cognitiva coo
el objeto es dh·ecta por lo que lo traduciremos como "conocimiento de la regla común de encuentros entre dos personas pueden par e-
directo". Cuando Bion dice que alguien is aware of something im· cer insignificantes, pero el número de tales desviaciones aparen•
plica que el objeto se presenta ante el sujeto, o sea, que la presentación
sería el converso del conocimiento <iirecto. Lo tl'aduciremos como "~iene ternente Ínsignificantes tomadas en última instancia en con-
conocimiento directo de". (N. de 'la T .] junto redunda en una diferencia que determina la necesidad
W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS SS
.¡ 111, lt~ J n u no
especial. Un catálogo de dicha diferencia muy : experiencias de un sentido de responsabilidad está el lmjn Jiso
po'liblcmente establezca lo que constituye una imitación del a ser mezquino y voraz 2 •
psicoan álisis antes que aquello que es genuino a menos que La sensación de soledad parece relacionarse con un BCtl
la diferencia pueda ser expresada en elementos. timiento que en el objeto de la indagación se da en término!!
El intento de concentrarse en las peculiaridades emocio- de que se lo está abandonando y en el sujeto que indaga, en
nales de la experiencia parecería evitar las desventajas de cata- l
términos de que se está separando de la fuente o base de la
cual depende para su existencia.
logar las diferencias en detalle, pero la dificultad surge -~o~- •
que es muy común que los pacie:ntes sientan que el anahs1s ~ Resumiendo: La separación sólo puede ser lograda n ox·
pensas de sentimientos dolorosos de soledad y abandon o expe·
es fríamente no emotivo aunque sin emLargo provoca efectos '
rimentados: 1) por la herencia mental animal prim itiva do la
que corresponden a una intensa serie de emo~i~nes. La guía
cual se efectúa la separación y 2) por los aspectos de la pcl··
más segura es la experiencia y a. ella rec~ur~re con la es~~- [
sonalidad que logran separarse del objeto de indagación qne
ram~a de que ésta pueda ser descnta en termmos que pos1b1· ~
es e~perimentado como indiferenciable de la fuente de su yiu.
liten a otros <:qmpara,r sus experiencias. l
hilidad. El aparentemente abandonado objeto de indagac16n
La ~severación que se debe conducjr un análisis en una ~
e.s la mente primitiva y la capacidad social primitiva del indi·
atmósfera de privación es entendido gener~lm:nte en el se~- f
viduo como animal político o grupal. La personalidad "sep a·
.
i tido de que el analista debe resistir cualqme1· 1mpulso prop1o 1
de o-ratificar los deseos de sus analizados o de desear afano- 1
rada" es en un sentido nueva en su trabajo y debe recurrir a
t:> ., (1 • tereas qtte difieren de aquellas a las cuales sus componenres
samente su propia gratificación. Para limitar la expres1on e , ·
están más usualmente adaptad,os, especialmente el ex amen del
este ~unciado sin circunscribir el área que comprende, nunca ,
ambiente excluyendo al self; parte del precio que h ay que
deben ni el analista ni el analizado perder el sentido de aisla- '
pagar está dado por un sentimiento de inseguridad.
miento dentro de la relación íntima de análisis 1 -
Independicnte de cuan buena o mala pueda resul tar 1~ co-
oper~ción, el analista no debería perder, ni privar a s_u ~ac1ente,
del sentido de aislamiento que depende del con ocmuento de
que las circunstancias que l o han llevado al análisi: y las 1
consecuencias que pueden en el futuro desprenderse de el cons-
tit uyen un3 responsabilidad que no puede ser comparti~a con 1
nadie. Conversaciones sobre 'Cuestiones técnicas y otros temas
con oolcgas o familiares nunca deben perturbar este aislamiento
2 Términos tales. como voracidad son usados porque e~toy c0•111ic.le.
esencial. rando los elementps de la práctica psicoanalítica. Una vez; que e&toa
elementos están claramente diferenciados como una parte do la c.x•
En oposición al establecimiento de una relación que brinde .periencía emocional el analista podrá considerar en qué formn (fll~d :1t1
1 esclarecidos por las teorías psicoanalíticae de. por ejemplo, erotiamo
1 Es to punto es tratado nu~vamente bajo premoción. anal.
CAPíTULO V

LAs coNCLUSIONEs del capitulo anterior sugieren que el con·


<..-epto de decisión exige una discusión ulterior; ¿implica la
decisión l~ traslación del pensamiento en la acción, o ul¡;;ún
proceso análogo; por ejemplo del pensamiento en una idee.
fija, una variable para decirlo así en una constante? Dado
que el analista tiene que decidir si interviene con una inter·
pretación o no, la decisión; ·y sus componentes de soledad e
introspección, deben ser considerados como un elemento del
psicoanálisis al menos desde el punto de vista del analista y
por lo tanto probablemente desde el punto de vista del pa·
ciente y del analista.
La introspección, que cualquier analista en ejercicio puede
realizar por sí mismo, en los clisés que usa con mayor !r<!
cuencia suele sugerir que el problema en análisis consiste en
saber cual de las posibles interpretaciones es en un mom~"nto
determinado la cor:recta; surge de la toma de conciencla du
las numerosas ideas expresadas en trabajos sobre análiai~ y
aun más de la variedad de la conducta humana tal como ab
la vive en la vida corriente. En la práctica la impresión no
es tan marcada: las inte~reta.ciones psiconnalíticas puedf"n
ser consideradas como teorías sostenidas por el analista acetOR
W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 39
J,.. lnrt m odelos y teorías que el paciente tiene del analista. · Se sería un breve resumen que recuerde al paciente J c ul ~o
orce y es su p ropósito que las teorías del analista, si son que el analista cree ocurno en un momento previo. E:!!l<)
correctas en contenido y expresión, ejerzan un efecto ter~­ corresponde a la función que Freud denota con eJ t &rntluo
péutico. La introspección creo que demostrará a la _mayona notación 1•
de los analistas que las teorías que emplean son relativamente
4. Enunciados que representan un sistema deductivo nicm-
.Pocas en cantidad y pueden considerarse que pertenecen a las
tí!ico en tanto dicho sistema puede ser expresado en el len·
siguientes categorías:
guaje corriente. Este enunciado tiene afinidades con 3 en
1. Definición. En forma aproximada estas interpretacio- tanto se lo puede considerar como representando una realiza-
·
nes configuran que e1 paciente esta• demostrando
. a. través
• de
ción de la cual ha sido derivado. Pero esencialmeute ~tu !un·
sus asociaciones que él está, digamoslo as1, depn.nndo. En
ción es similar a la de la atención tal como la describe ~ re\Hi :!.
tanto es una hipótesis definitoria es la via para decir "Esto,
Es el. enunciado que uno espera siga a un clisé del a nali!l ta.
que usted, el paciente~ está experimenta~do ahora es l.~ ~~e yo,
"Quisiera llamarle la atención sobre . .. ". Es similar a 5 n con-
y, en mi opinión, casi todos, llamanamos depres1on · .. En
tinuación, pero más pasivo y receptivo, correspondiendo ol
tanto consiste en definir para el paciente lo que el anahsta
ensueño. Es una formulación teórica, expresada co.n l:lJ1tO ri
quieTe significar por definición no puede ha.ber di.s_crepa~cia
go.r científico como las circunstancias de la práctica analítica
al re.specto porque la única crítica válida sería s1 pud1e.ra
demostrarse que la afirmación es absurda por ser contradlc- lo permiten, cuya función es la de explorar el medio . En ct~l c
aspecto tiene afinidades con 1a pre-concepción. Es esenciaJ para
toria en sí misma.
la discriminación. Una de sus funciones es la de ser rccepti vn
2. Los enunciados que r~presentan la realización en for·
al hecho seleccionado. (Entiendo por hecho seleccirmod o n
ma tal que la ansiedad que experimenta el analista porque
aquél que da cohere.ncia y significado a hechos ya conocidoa
la situación es desconocida y correspondientemente peligrosa
pero cuya relación no ha sido percibida aú,u.) 3
.para él es negada mediante una interpretación ~ue tiende. a
probarle a él mismo y al paciente que no es as1. Cualqlller S. Similar a 1, 2, 3, y 4 en tanto formulación - son tod os
analista en ejercicio se percata de que este estado de cosas
1 Two Principles, Collectcd Papers, vol. XIV, pág. 15 • (E. S. Ruo•
pertenece al dominio de la contra-transferencia y ~eñala la da, vol. XII.)
necesidad de análisis para el analista. P ero como m aun los • En la versión castellana de "Los Dos Principios del S uceder P a{
analistas pueden tener todo el análisis que se puede considerar quico", hecha por Ballesteros y Torres no figura el término " notación'', v or
lo que creemos convenient e traducir el pasaje correspondiente d e 1:~ ,!,tan
deseable la teoría usada como una barrera para protegerse de dard Ed.ition en 1a cual dicho término es mencionado: " Al m ismo til'm po,
lo desconocido persistirá en la coraza del analista tanto como probablemente, fue introducido un sistema de notación cuya ta re¡, r• ~
depositar los resultados de esta actividad periódica de la conci l'udu rlt•
en la del paciente. atención], una parte de lo q ue llamamos memoria. [N. de la T.l
3. Enunciados que son representaciones de realizaciones 2 Two Principles, Collected Papers, vol. XIV, pág. 15.

presentes y pasadas. Un ej~mplo de este tipo de enWlciado ' á Ver Poincaré, H.: Science and Method, pág. 30 y HaMon, N. R..:
Pattern.s of Discovery, pág. 121.

t
W. R. BION
ELEMENTOS DE PSICOANÁLISlS

¡, 111111 1u ,lo~:~ por una representación idéntica, _o •• p~ra decirlo enl.


más a la de la decisión y translación del pensam iento ~ n ucClon
otras pn1au ~ Lras, la interpretación puede ser 1dent1ca en su as-
es la transición del pensamiento a las formulaciones verbiJleb
ecto verbal en cada caso-- pero es una teoría empleada para de la categoría 6. De lo que he dicho en el Capítulo N r.-~m lt a
~vestigar lo ignorado. El ejempl9 más obvio de esto es el claro que las actividades de esta categoría son aquellas en l1 ~8
·t .Je Edipo tal como Freud lo abstrajo para formar la
mlOU • ,. cuales el sentido de soledad y aislamiento son m ás s usceptibl e_,
teoría psicoanalítica. La función de las formulaciones teoncas de estar en evidencia.
en esta categoría son interpretaciones que son usadas con el
Estas categorías no son exhaustivas ni exclusivas. L a OXJ)t!·
propósito de esclarecer material, _que de otro _modo p:rma~e­
rienda, es de desear, puede conducir a la substitución de C:il us
cería oscuro, para ayudar al pac1ente a que libere mas .ma ~e­
por otras categorías m~jores. Es esencial resistir el imp ulso <le
rial. El: objetivo principal es el obtener material para la
aumentar el número de categorías indebidamente cm par t e
satisfacción de los impulsos de indagación en el paciente. y en
porque resulta fáci 1 hacerlo pero también por que lo q tt e ea
el analista. Obsérvese que la calidad de exploración de dichas
necesario para mi propósito actual es el contar con el n1en tH
interpretaciones puede contribuir a explicar las diferenci~s di'! número de categorías fundamentAles.
reacción en el paciente en relación con aquellas que evtd:n-
Debo enfatizar que aunque en la práctica las interpreta•
ciaria ante interpretaciones de la categoría 1 ó 4; puede d~fe· f
cíones estarán seguramente corporizadas en las formulaciones
renciarse este componente de aquellos derivados del contemdo ~
más diversas, en teoría la misma interpretación formulad a e t l
de la interpretación.
los mismos términos puede 'ser fácilmente usada en cualquiera
6. En esta categoría que será la última que propongo de estas seis formas y aún más en la misma sesión. Las cate-
diferenciar, el enunciado, aunque todavía corporizado en una gorías que he trazado no se relacionan, ni con el contcnjdo
representación idéntica a aquellas empleadas en los otros enun- de la teoría ni con la forma en que está r epresentada, sin CJ
ciados es usado como un operador. La intención es que fun- con la tarea que se_proponen realizar. Me adelantaré diciendo
dame:talmente la comunicación posibilite al paciente llevar a que estas categorías se aplican al uso que se puede dar a los
cab o soluciones a sus problemas de desarrollo. (El paciente "pensamientos", una vez que han sido representados por el
p or supuesto puede usarla para lograr soluciones a sus pro- paciente y el analista. Este capítulo ha sido dedicado a un
blemas en lugar de lograr soludones a sus problemas de des~­ aspecto pa.rticula1· de lo que puede llamarse en términos gene-
n-ollo, 0 sea, puede usar las interpretaciones ~omo ~. consejo rales pensamientos luego que los pensamientos han sido rep re-
y no como una interpretación, pero no es mi propos1to el de sentados por palabras o combjnaciones de palabras.
analizar ahora estas y otras respuestas del paciente.) Las fun· Es por lo tanto una categorización de 1 (al final d el Cap.
ciones de las intetpr~taciones que pertenecen a esta categoría, I) según los usos que se pueden dar a las representaciones d~
y por lo tanto las interpretaciones en éste que es uno de sus l. Este tratamiento de 1 es una exposi.ción esquemñliCil y
muchos aspectos, son análogas a las acciones en otras formas excluye el componente de tiempo que está implícito en tms
de tarea humana. Para el analista la transición que se acerca exposición genética o de desarrollo. Ante la importancia <.JU()
W. R. BION

1 1ll•t u~ umir ah ora como candidato para su establecimiento


n uno de los elementos del psicoanálisis propongo dedicar
• .,, 10

unas pocas páginas siguientes a una exposición genética, como


opuesta a esquemática, de I aunque implica alguna repetición
de las ideas que ya he expuesto en mí trabajo sobre Pensa-
miento~.
l
CAPITULO VI
1
LA cusiFICACIÓN que he sugerido para las interpro tacione~
f
i psicoanalíticas puede ser aplicada a todos los enunciados for~
roulados ya sea por el paciente. o por el analista. Pero desearía
introducir otro modo de clasificación para el mismo material
1 y por ello propongo recurrir a la experiencia con pacientes
t que sufren perturbaciones del pensamiento . En contraste con
el esquema trazado en el capítulo último éste será estructurado
f genéticamente y no sistemáticamente. Por el momento dejo
abierta la posibilidad de que exista o no una realización qne
se le aproxime.
l. Elementos-beta. Este término representa la más tem-
prana matriz de la que se puede suponer surgen los p ensa·
mientos. T iene al mismo tiempo la calidad de un obj eto iba·
nimado y la de un objeto psíquico sin ning ún tipo do
diferenciación entre los dos. Los pensamientos son cosns. las
cosas son pensamientos; y tienen personalidad.
2. Elementos-alfa. Este término representa el result-&clq dcl
trehajo re<>Hzadc pcr la f¡¡ncién-alfa sobre Ias impre::.iones
sensoriales. No son objetos en el mundo de la realidad externa
pero son productos del trabajo realizado sobre las impresione&
sensoriales que se cree se relacio.nan con dichas r calidadt;3.
4 S;ymposium on. Thinking, Congreso Internacional de P sicoanálisis,
Edínburgo. 1962. (Versión castellana: Una Teoría del Pensamiento, PosihiHtan la Íormación y uso de los pensamientos oníricos.
Rev. de Psicoanálisis, 1965, tomo XXII.)
ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 45
W. R. BION

Nu , t l'o q ue h aya o pueda haber evidencia alguna de la


1 4. La pre-concepción 1 • Esto corresponde a un est ndu Je
r :u11tencia de una realización que corresponda a los elementos- expectativa. Es nn estado mental adaptado para n :cibir u n

't
restringido margen de fenómenos. Un suceso temprauo put::d c
beta, la función-alfa, o los elementos-alfa, que no sea la de he· f
1 ser la expectativa del lactante por el pecho. El apa reurn1ento
chos observados que no pueden explicarse sin la ayuda de dichos
elementos hipotéticos. La situación es diferente para el caso de una pre-concepción con una realización crea una cotJcopd6n.
de las formulaciones que restan. Puede suponerse que hay S. La concepción. Puede considerarse a la concep ción co·
evidencia de la existencia de los pensamientos oníricos, prc- f. rno una variable que ha sido reemplazada por una constante.
concepciones y el resto. Para continuar: Si presentamos a la pre-concepción por tjt ( ~ ) con (e) como
un elemento no saturado, entonces se derivará de la rcalizadón
3. Pensamientos oní.ricos. Dependen de la e:ristencia pre- 1
con la cual la pre-concepción se aparea se derivará aquello
via de los elementos beta y alfa : por otra parte no exigen una ·¡ que reemplaza a (e) por una constante. Sin embargo la con-
elaboración más allá de la que han recibido en la teoría psi-
cepción puede entonces ser empleada como una pre-concep<.:ió:n
coanalitica clásica. Son comunicados mediante el contenido
manifiesto del sueño pero permanecen latentes a menos que
el contenido manifiesto sea traducido a términos más com- 1
l en el sentido que puede expresar una expectativa. El a par~a·
miento de tjt (g} con la realización satisface la expectativa pero
awnenta la capacidad de tjt (e) para una ultetior saturaci6rt ~
piejos. 6. El concepto deriva de la concepción por un proceso
Con los sueños se alcanza una esfera en la cual se tiene destinado a liberarla de aquellos elementos que le imped irian ·
una evidencia directa de los fenómenos con los que se tiene ser un instrumento de la elucidación o expresión de la ven-la•l
que tratar.. Al m enos existe una evi<lencia directa cuando el 7 . El sistema deductiv o científico. En este contexto f:l
paciente dice que tuvo un sueño y pa.sa a contarlo. Desafor- término "sistema deductivo científico" significa una combi·
tunadamente tal seguridad se evapora cuando el sujeto de la nación de conceptos en hipótesis y sistemas de hipótesiB en
investigación es el pensamiento mismo. El emmciado de que forma tal que estén relacionados entre sí en forma l ógica :•,
un paciente ha tenido un sueño es generalmente suficient~ La relación lógica entre un concepto y otro y entre unn ldpó-
evidencia como para permitir que el trabajo continúe, pero tesis y otra realza el significado de cada concepto e hipó te~i!ll
no lo es si necesitamos saber qué ha ocurrido cuando el pa· asi conectados y expresa un significado que los con cepto& e
ciente dice que ha soñado. Por ejemplo, si un paciente se hipótesis y vínculos no tienen individualmente. En es te ~en·
queja de que tuvo un dolor en la pierna, ¿debemos suponer, tido se pnede decir que el significado del todo es m ayor quo
el de la suma de su partes.
dentro del marco adecuado, que él Joñó que tenía un dolor 6'1
la pierna o deberíamos pensar que algunas veces el contenido 1 Esta descripción de la pre-concepción es provisorio. EI con ct-pln
manifi~sto de un sueño consiste en una serie de dolores antes es. elaborado más adelante, especialmente en el Capítulo XVIII y Ji·
gulente5.
que en una serje de imágenes visuales que han sido verbali· 2 Comparar c;;on lo que he dicho en el Capítulo. XVIII sohro ah1·
tracción.
zadas y conectadas en una narración? a Comparar el estado de relación lógica con lo que dí::o ( lil t.l
Capítulo XVITI sobre coherencia.
t ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 47
W. R. BION ¡·
.:uacla para ser u~ada como preconcepción. Propongó dcj m pot
11 ( ,tfl ou.l o.s ~ . El sistema deductivo científico puede ser
el momento la hilera B, el elemento-alfa, sin discutir por urm
• t•¡H e·~ entado por un cálculo algebraico. En el cálculo algebraico 1 razón especial.. Por la misma razón ignoraré aspectos impt;¡r·
varios signos son agrupados según ciertas reglas de combi·
tantes de la hilera C, los pensamientOS oníricos, y los SUf' llOf
nación. Los signos no ·tienen otras propiedades que aquellas (
mismos, hasta más adelante. En la tabla en la par te fina] dl'l
que les han sido conferidas por las reglas de combinación.
(a+ b) 2 = a2 + +b2 2ab, es una afirmación de las reglas t trabajo ubico las exposiciones sistemática y genética 8 lv
largo de distintos ejes.
de combinación de a y b, a y b no tienen otro significado ñ l
Esta tabla formal otorga un aire de rigidez que p uede pa-
que no sea el de que pueden ser reemplazados por números ¡·
recer extraño al enfoque clínico. Espero que posterio rer. discu
y se los debe comprender como capaces de manipulación en
la forma definida en el enunciado (a +b) 2 = a2 + +
b2 2ab.
siones alrededor de su uso disiparán cualquier temor al res-
pecto, siempre que sea usada en forma correcta. Indicaré cuál
Para abreviar, decir que a y b tienen propiedades significaría
nada más que se prestan a la manipulación según ciertas reglas -t debe ser su uso tomando algunas de las implicaciones de lo
tabla. Los números de referencia corresponden a las coorU ~·
y que las reglas a las cuales se conforman pueden ser deducidas f
nadas de la tabla.
del enunciado en cuanto, como una concepción, retiene la capa-
cidad para la saturación. · A1- Esta categoría puede ser definida como extremadamerl·
te primitiva. No indica una clara diferenciación de cualidade.'!
Esto completa mi exposición genética. Propongo ahora
tales como esperamos encontrar, digamos, en un sueño tal
combinarla con la exposición esquemática del capítulo V. Di-
como es contado por un pa.c iente. No señala una diferenciación
cha exposición, se recórdará, bosquejaba un esquema proviso- 1
entre cualidades animadas e inanimadas, sujeto y objeto, lo
río mediante el cual los distintos usos que se podian dar a 1 t moral y lo científico. Dacio que está saturada no es adccuad:.1
serían categorizados, por lo tanto en contraste con el esque- f(.
para ser usada como una prec;:oncepción. El único sentido ae·
ma de este capítulo en el cual sugiero un esquema de distintas
gún el cual se puede considerar que tiene un uso com o dé·
etapas por el cual 1 podría ser desarrollada. Es necesario oh·
finición es aquel según el cual definir algo puede decirse con-
servar que en el esquema genético las hileras B-H inclusive
siste en aprisionar algo dentro de ciertos límites: su significado
pueden todas ser consideradas como conteniendo elementos no
no es liberado a través de la verbalización, sino que se le
saturados que esperan una realización antes de que puedan ser
niega una salida. Sin embargo resulta adecuada para la iden•
''satisfechos" y convertirse en disponibles para otros usos como
tificación proyectiva. Usaré el ejemplo que empleo en mi ITU·
preconcepciones. La hilera A difiere de todas las demás en
bajo sobre el Pensar -para evitar al lector una inneccsari 1'
que n o tiene un elemento no saturado y es por lo tanto inade-
carga de ejemplos a recordar dada su multiplicidad, usaré mu y
~ Pa~a u_n;a descripci§n completa de los términos del sistema de- pocos y le pediré que tolere el aburrimiento de la repetición- ,
d.uctJvo cie~ttflcO ! el calculo algebraico, tal como son usados en un el lactante que experimenta el temor de que se está muriendo,
r~guroso meto do c1entffic~,, ver Hraithwaite, R. B.: Scientific Explana·
t~on, C.U.P., 1955. (VersJon castellana: La Explicación Cient!fica Ed en tanto la terminol.ogía de una complejidad adulta pueda
'l ecnos, Madrid.) • expresar la experiencia, lo aprisiona en un elemento-beta (ab o -
5 V er discusión de la coheren~ia y el significado, Capítulo XVIII.
W. R. BIO N ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 49
ul,l, mh1 en la tabla en la categoría A 1 ) . Esto es proyectado elemento-beta el exceso de emoción que ha estimulado el crc-
'u t'l l continente y su destino posterior depende de varias con· cizniento del componente restrictivo y expulsivo; por lo tanto
twgencias que no anticiparé aqu] porque me r eferiré a ellas 1 se ha llevado a cabo una transformación que le permile al
más adelante. r lactante incorporar nuevamente algo, que llamaremos ele-
A 2 • Las indicaciones que he dadó en A 1 demuestran que f mento-alfa por comodidad, ahora apropiado para ser usado
hablando en términos estrictos A2 debe ser una clase nula, como una definición o preconcepción. El cambio aportado
porque A 1 es incapaz de desarrollo. Sin embargo en cierto por la madre al aceptar los temores del lactante es el mismo
sentido A 1 puede ser empleada par a cumplir alguna de las fun· . que luego es aportado por la fw1ción·alía en personalidade3
Ciones de A 2 en tanto el aprisionamiento implícito en A 1 niega 1 cuyo desarrollo es relativamente logrado. Por la misma cun·
la posibilidad de cualquier liberación de sentido. Pero una 1 lidad se puede describir a la función·alfa como implicada en
comparación con 'G2 demostrará que hay una gran diferencia el cambio que he asociado con la concepción 6 y el concepto
entre A2 y ~ ( err'tanto puede decirse que A2 existe por virtud (E y ·F en este capitulo ) tal como he descrito a estas entidndeR
de la substitución de A 1 y A2 ) y la implantación qu.e tiene esta ( en mi expresión genética.
diferencia debe ser corres_pondientem!'!nte mayor. ¡
No analizaré A 3 , A4 y A5 en detalle porque lo que YB: he
dicho sobre A2 es también válido para ellas con algttnas modi·
ficaciones adecuadas. Fundamentalmente son clases nulas.
1
fero vale la pena hacer un breve comentario sobre A11 en
tanto el elemento-beta, tratado por medio de la identificación
proyectiva, se presta al uso como un operador. Su significa-
ción queda más nítidamente definida si se la compara con 06,
E 6 , F 6 , G6 y H 6 , que todavía no he tratado.
Es la situación en la cual el elemento-beta, digamos e1
temor de que se está muriendo, es proyectado por el lactante
y recibido por el continente en forma tal que es "desintoxicado",
o sea, modificado por el continente de modo tal que el lac·
tante pueda incorporarlo nuevamente a su personalidad en
forma tolerable. La operación es análoga a la realizada por
la función-alfa . El lactante depende de que la Madre actúe
como función-alfa.
Expresando ésto en otros términos, el temor es modificado
y el elemento-beta se convierte así en ·elemento-alfa. Expre-
6 Ver comien.w Capitulo VI para la discusi6n de la dinámícn del
sando ésto en fonna aún menos abstracta se le ha quitado al crecimiento y Capítulo XVIII y siguientes.
r

CAPfTULO VII
1
REPRESENTARÉ LA TABLA desarrollada en el c apitulo SOJClo <;OD
1 el signo J 1. No m e p r op ongo discutir o analizar qué sig111fi·
cado, si es que hay íi.l guno, se le atribuye a las clases repre
sentadas por las coordenadas tales como 5. l. No es necesario
suponer qu·e dichos elementos existen. Sin embargo no quiero
descartarlos por el m omento; propongo reconsiderar los eje!!
del esquema en la búsqueda de elementos. Cuando uso e] signo
I, quiero representax ya s ea to da la lahla o uno o más de los
compartimientos q ue he diferenciado m ediante las coordcna.
das. Para dar un ej emplo supongamos que en el curso de un
análisis, el material sugiere el predominio de l . Se podrin
lograr esta impresión cClmo resultado de la atenci ón reltljadu
o flotante ; este estado m ental se aproxima a a quel repre~ert·
tado por D4 (ya que estoy p redispuesto p or mi personaHd,~il
y mi formación psicoanalítíca a alimentar ciertas expectativas).
Un estado de atención, si es receptivo al material que el ps.
ciente está produciendo, se aproxima a una pre-concepción y
por lo tanto el cambio de atención a concepción se repre..c1en·
ta por un cambio en la tabla de D 4 a E 4 • Si b usco confirmt.J
ción en otro material distinto al que el paciente estú presen·
tando, Ea y E5 son puestos en acción; si comienzo a verhali~«t'

1 Ver Capitulo XIX pua discusión de los sentimientos.


W. R . BION ELEMENTOS DE PSICOAN•.\.LISIS 53
, ,¡ in•JHl~HÍ.one~ F 5 está también involucrado. Si ahora pa1·ece subsidiaria, especialmente para cleterminar la no.turalcta del
•1ue el momento está maduro para una interpretación otro material eclrpico presentado. Pero si el propio 1 está en cue!J·
cambio tiene lugar, esta vez hacia G6 con vista a una formu- tión la importancia del contenido radica en hasta qué grado
lación destinada a afectar al paciente. está determinando la categoría I. Todas las categorí~ t<!bU·
Como algunos aspectos de la conducta del paciente inheren- ' lares con la posible excepción de los grupos de la hilera n.
tes a su psicoanálisis están comprendidas dentro de la clase de f pueden ser consideradas como j ugando un rol, a vece~ má!
fenómenos representados por I, estarán representados por al- J importante, otras veces menos, en· cualquier material psiconna
· gunas de las categorías tabuladas. Supongamos que el paciente lítico. El lector puede ver por sí mismo que hay algunas Cille·
dijo al comienzo de la sesión, "Sé que usted no me quiere". gorias tabulares dentro de las cuales no deherian incluirse los
Por mi conocimiento del paciente puede pensar que se está procesos del pensamiento del analista.. Excepto tal vez en la
refiriendo a algo de .la sesión anterior. Sería entonces una elaboración de trabajos o en actividades extra-analíticas ea
teoría que conserva celosamente su visión de un aconteci- difícil ·imaginar como podría necesitar cálculos alÍn si celoa
miento ,p asado. En ese caso la ;realización puede ser conside- estuvieran a su disposición; en forma similar pero por razones
rada como aproximandose a G8 • Pero si la sesión Ga me lleva diferentes, fam.iliares para cualquier analista, no debería estar
a pensar que el paciente intenta .que su material apoye la supo- usando ninguna de las categorías de la columna 2. La tabuht-
sición que yo no lo quiero entonces consicleraria que este ción de la tabla puede ayudar a hacer explícitos rasgos de la
comentario pertenece a la categoría representada por G1, es situación analítica que siempre deberían ser observados co.mo
decir, que se aproxima a una hipótesis definitoria. posibles perturbaciones del análisis.
Si el contexto del enunciado me lleva a suponer que están Lo que me concierne en forma inmediata es el uso de In
operando sentimientos de persecución y que sus preconcep· tabla cuando el problema presentado es 1 mismo. La tahlt,
ciones interpretarían mi conducta como evidencia, en ese caso intenta cubrir en forma comprensjva todos los fenómenos que
su enunciado estaría comprendiclo dentro de la categoría Kt podrían ser descritos en la conversación corriente como "pen
y F 4 • Si, sin embargo, lo considerara como intencionado a samientos" aunque el derecho de algunas categorías a ser de~­
provocar una confirmación o refutación l a clasificaría bajo critas así podría cuestionarse. Como he dicho en otro lugnr :1
Ge. pacientes que sufren de trastornos del pensamiento parecen
He estado suponiendo en este ejemplo que la significación d€'her su incapacidad en parte a los fracasos en el desarroH.,
del comportamiento del paciente pertenece al dominio I. Hasta de los pensamientos mismos, ejemplificados en la tabla por
ahora, no obstante, he estado considerando en mi ejemplo el los elementos beta, y en parte a los Íraoesos en el desarrollo
contenido de su pensamiento para determinar la categoría deJJ· de un aparato que se ocupe de los pensanlientos. Seda í ácU
tro de la cual, en una instancia determinada estaría compren· decir que la cosa más obvia para hacer con los pensamiento:$>
dida. Si el contexto del análisis mostraba que el contenido se
es pensarlos; es más difícil decidir qué significa, en realirlnd,
relacionaba con una rivalidad edípica las categorías de 1 a las
cuales pertenece serían, en casi · todos los casos, de impQrtancia .2 Bion,. W. R.: Aprendiend~ de la Experiencia, Paidós, 1966.
W, R. BJON
r ELEMENTOS DE PSlCOAN;\LISIS 55

tal enunciado 3 • En la práctica el enunciado adquiere ma- la mentalidad del lactante 4 • Propongo provisionalmente n:prc
yor signi_ficado cuando es posible contrastar lo que una per. sentar él aparato para el pensaxn.iento por el signo 5 ~ 3, El
sonalidad psicótica hace con los pensamientos en lúgar de material, para decirlo así, con que se manufactura este aparato
pensarlos, y c.~uanta disciplina y dificultad sign~fica una me- es /. El material del cual este aparato habrá de ocupars<: es l .
dida de pensamiento coherente para cualquiera. Ignoraré los 1 desarrola una capacidad que posibilita que cualquiera de
usos que se da al pensamiento organizado, en parte porque sus aspectos asuma indiferentemente la función 5 o 2 hacia
ya los he incluido como factores en la función·! y en parte cualquier otro de sus aspectos ~ o 5 • Debemos ahora Cl>n-
porque la experiencia en trastornos del pensamiento nos dice siderar 1 en su operación 5 Q, una operación que genl!ra.l-
que su utilidad es ¡)rincipalmente la de esclarecerlos por mente se denomina, en el lenguaje corriente, pensar. Det1tlt:
contraste. el punto de vista del significado el pensamiento depende d<)
Enunciaré la teorÍa primero en términos de un modelo, a . la introyección exitosa del pecho bueno que es originalmente
seguir: El niño que sufre hambre y temor a estar muriendo, responsable del desempeño de la función alfa. De esta inlro-
deshecho por la culpa y la ansiedad, e impelido por la avidez, yección depende la habilidad de cualquier parte de 1 de ser <!;
se ensucia y llora. La madre lo levanta, lo alimenta y tran. para la otra parte !i! • Me referiré a lo que ésta tiene que ver
quiliza y eventualmente el niño se duerme. con la explicación y correlación en algún otro lado 6 ; en suma,
la explicación puede ser considerada como relacionada con la
Reformando el modelo para representar los sentimientos
actitud de una parte de la mente con otra, y la correlación
del niño tenemos la siguiente versión: el niño, Heno de dolo-
como una comparación del contenido expresado por un aspccLo
rosos pedazos de heces, culpa, temores de muerte acechante,
de 1 con el contenido expresado por otro aspecto de J.
tozos de avidez, ruindad y orina, evacua estos objetos malos
dentro del pecho que no está ahí. Mientras lo está haciendo,
el objeto bueno transforma al no-pecho (boca) en un pecho,
las heces y la orina en lecl!e, los temores de una muerte ace-
chando y la ansiedad en viÍ:alidad y confianza, la avidez y la
ruindad en sentimientos de amor y generosidad y el niño
succiona de vuelta sus cosas malas, ahora traducidas en bon-
dad. Como una abstracción para aparear este modelo propon·
go un aparato, que se ocupe de estas categorías primitivas de
/, que consiste en un continente Q y lo conteniao ~ . El
mecanismo está implícito en la teoría de identificación pro·
yectiva donde Melanie Kleirr formuló sus descubrimientos de
, 4 Klein, Melanie: Notes on Some Sclr.izoid Mechanisms, 1946. (Ver·
sion castellana en Desarrollos en P:sicoanálisis, Hormé, 1962.)
3 Ver Capítulo XVIII para mecanismos relacionados con la cohe- IS Ver Capitulo XVIII, et seq., bajo coherencia y comprensi6n.
rencia y la comprensión. ' 6 Ver Capítulo XVIll et seq. bajo coherencia y comprensión.
'· --- 1

CAP1TVLO VIII
DEBEMOS AHORA considerar cierta:s contradicciones y confu.
siones aun cuando nuestros conocimientos actuales sean inade·
cuados 'para resolverlos. Primero propongo rec.o nsiderar el ej e
genético a la luz del aspecto de la identificación p royectiva
que he representado por ~ ~ . Anticipándome a lo que dírb
en el Capítulo XVII, .supond:t:é que la operación ~ 8 es benig·
11a y, como ya lo he sugerid'ol es responsable d·e los desarrollos
ocasionados por el ord.e namiento genético del eje A-H. (Para
comprender lo que quiero decir por la operación benigna !t
~ ver el modelo en. párrafos posteri-ores.) La inspección de
A-H a Ia luz de !i? ~ muestra que las categorías tienen un:r
r elación en común las unas con la.s otras en tanto que cada
categoria. depende. de los cambios, en la categoría previa, que
f la adecuan para operar como una preconcepción y al mismo

!
tiempo como un registro. De este modo E 1 depende de que D 1
esté apareada con lli'la realización que posibilite la formación
de una concepción que sea a la vez capaz de conducir a FJ•
1 Para ponerlo en otros términos, el elemento repr~sentado por
D1 digamoslo así., extiende la esfera de acción más allá de s u

l función de l'!Otación en forma tal que su función de atención


(los términos ";notación" y "atención" son empleados en el
l sentido us_a.do por Freud) 1 también a.umenta. Si usamos la

1 1 Freud, S.: "Two Principies of Menta:! Fnnct,ionil:lg". S. S., vol. X ll.


L.as dQs principios del suceder psiquico. E. Rueda, tomo XIV.

'
-A -~- ~~-~--
.tfJ.t...~·
O O O .... - -
-
1
!:LEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 59
W. R. BIO).'{

hhlt! pul'u decir esto otra vez pero de un modo diferente~ D1


ll!A du:sano~la pasando por los estadios representados por Da y
t el término •<hecho seleccionado", tomando de H. Poj noaré n.
Cadí! '"uso" clasificado hajo las categorías 1-6 del eje esque tníÍ·
0 4 p ara convertir se en E1. tico depende de la operación de este mecanismo sob:¡;e los ele ·
rnentos A·G. Po:r lo que el uso que consiste en el empleo flc
La mecánica del cambio de una a otra de las fases repre,
un aspecto de las categorías que van de A a H p ara inquid~·
sentadas J?O.r A-H puede por lo tanto representarse por ~ ~ 2 •
0 i.n.v:estJgar ha sido creado por virtud de este mecan)amo y
El vinculo ~ ¿S entre las fases representadas por las cate-
es efectivo en sí mi.smo mediante el empleo de este m ecanism tl
gorías que v·an: de A a H, es mecánico. ¿Qué pasa entonces
Represento a este mecanismo con el signo Ps ~D . El víncu-
con el vinculo dinámico? Est:á''representa<lo por .L, H y K La
lo dinámico, como antes, es L, H o K.
b~nignidad de la operación ~- t depen-derá de la natm:aleza
El proceso de cambio de una categoría representada en IR
d.el 'VÍnculo dlná:mico.
tabla a otra pued~ sex descrito como desintegración y reirlte
El eje sistemático ·de 1, los usos que se le pueden dar a una gración, Ps ~D. La benignidad o lo opuesto d el cam b io
formulación, f;onsiste. en una s.erie de categorías que podría ser efectuado por el mecanismo ~ ~ depende de la naturaleza
ampliada. Puesto que la formulación es la misma, s~lo el uso del vi:pculo dinámícd L, H o K.
que se puede hacer de ella es lo que varía; es .obvw que el
Se observará que en el curso de la discusión, q ue se inici ó
vinculo entre las diversas categorías de uso es la formulación.
estableciendo una diferenciación entre los pensamientos y el
En realidad lo que hay que buscar es el equivalente en el eje
aparato para usarlos y darles prioridad en el tiempo de m odo
sistemático del mecanismo que conecta las categorías de la
t!ll que puedan ser estudiados en forma separada del pensar,
exposición genética en forma genética. Tal búsqueda impli-
ha sido necesario reintroduck una nrecánica primitiva de pe-n-
caría la investigación de los mecanismos de evasión y la modi-
sar, o algo muy similar, pa:ra explicar el desarrollo de los
ficación del placer y del dolor en 1<> cual no puede entrar
pensamientos. En realidad es más fácil creer que este cl~sa ­
aquí. Es probable que el mecanismo por el cual la transición
rrollo espontáneo de la discusió.n representa a los hechos con
de un uso del eje l-6 es transformado en otro·, sea aquél usado
una mayor aproximadón a la verdad que en el cas.o de que
en la evásión o en la modificación y que la dinámica sea el
el dar prioridad a los pensamientos, lo cual es conveniente
p lacer y el dolor.
epistemológicamente, sea Considerado como una representación
Lo$ de~cuhr:imientos de Melanie K.lein de las posiciones precisa de la realidad del pensar. Sin embargo hay fundamen-
paranoide-esquizoide y depresiva exigieron una teor ía que po- tos para suponer que un "pensar" pximitivo, activo en el
sibilitara que ·en ciertas sítuaciones elementos que aparente· desarrollo del pensamiento, debiera ser diferenciado del pfm•
mente no están relacionados., y que están asociados con sen- sa:r qua- se req"U.iere para el us.o de los pensamientos ~. E:l
timientos de persecusió.n, se unen en un. todo integrado asociado :¡ pensar usado en el desarrollo d~ los pensamientos dif.iort.l
con sentimientos de depresión. Emplearé esta teoría junto con. .f
.z Un estudio más profundo demostrará que este mecanismo está
relacionado con el crecimiento.
¡ a Poinca.ré, H.: Science and Method, pág, 26. Dover Publicatioru¡.
4 Ver el crecimiento y la interacción entre ~ Q- y Ps ~ D eo ol
Gapítu1o XVIII.
W. U. BION

1.,1 ~· que ~:-~e requiere para usar los pensamientos cuando


u ..,u
desarrollados. Esto último se deriva del mecanismo
!'l:lt.itJ
P ~ D que es analizado en el Capítulo IX 5 • Cuando loe
pensamientos deben ser .emplea~os bajo las exigencias de la
realid·a d, ya sea psíquica o externa, los mecanismos primitivos
tienen que ser dotados con capacidades de precisión exigidos
por la necesidad de supervivencia. Tenemos por lo tanto que
considerar el rol de los instintos de muerte y de vida así como
también el de la razón, la cual en su forma embrionaria bajo
CAPITULO IX
d predominio del principio del placer está destinada a oficiar
como esclava de las pasiones, y la ha :forzado a asumir una
función que se asemeja a la de control de las pasiones y tener EL :MECANISMO de identificación proyectiva posibilita al lac-
la paternidad de la lógica. Puesto que la búsqueda, para la tante manejarse con la emoción primitiva y así contribuye al
satisfacción de deseos incompatibles, conduciría a la frustra- desarrollo de los pensamientos. La interrelación entre las posi·
ción. La feliz superación 'd el problema de frustración implica ciones depresiva y paranoide-esquizoíde está también relacio-
el ser razonable y una frase <;omo los 4 dictados de la razón" nada con el desarrollo de los pensamientos y el pensar. H a
puede conservar la expresión de una reacción emocional pri- sido señalado (por Melanie Klein y Segal) que la formación
mitiva ante una función destinada a satisfacer y no a frustar. de símbolos está re~cionada con la posición depresiva. Es
Los axiomas de la lógica por lo tanto tienen sus raíces en la compatible con la conexión entre la capacidad para pensar y
experiencia de una razón que fracasa en su función primaria la interrelación el')tre las dos posiciones. Parecería que hay
de satisfacer las pasiones tal como la existencia de una razón una conexión entre Ps ~ D y ~ ~ sin embargo la disimi·
poderosa puede reflejar una capacidad en esá función al re· litnd hace difícil ver qué forma podrí.a adoptar la conexión,
sistir los ataques de su dueño frustrado y ultrajado. Estas si es que hay alguna 1 . El ligar elementos que aparentemente
cuestiones deberán ser consideradas en tanto el predominio del no tienen ninguna conexión ni de h~cho ni lógica de tal roa·
principio de realidad estimula el desarrollo del pensamiento y nera que su conexión sea evidente y la coherencia insospechadn
el pensar, la razón y el conocimiento directo de la realidad . sea reveladat como en el ejemplo de Poincaré 2 • es caractetis-
psíquica y ambiental. tica de Ps ~ D. La operación Ps ~ D es responsable
de poner de manifiesto la relación de ''pensamiento" ya creada
por 9 ~ . Pero de hecho parece que Ps ~ D es tatlto lo
que genera pensamientos como lo es ~ t . El desarrollo
requiere un examen detallado.

l Ver Capítulo XVIU pat·a la di$Cus~ón del crecimient().


ri Y Capítulos XV1Il-XX. 2 Poincaré, H.: Science artd Method, pág. 30. Dover publioarion:s.
W h , JI 1 0 'N

1 11 ~111 fent¡nurm oh:-.~.:rvución que he podido hacer parecía a ésto se refiere los objetos en la pi eza estahan sh;ndo usodtlK
U Kt 1 u '111" ol d esarrollo del pensar a través de Ps ~ D depen- como un matemático usaría la notación matemática para so-
ch:.t de- la producción de signos. Es decir, el individuo debía re- lucionar un problema sin tener que depender de la presencia
unir elementos para formar sig,nos y luego reunir los signos física de los objetos en los cuales se centraba el problema.
antes de poder pensar: En su caso "escribir" preced~a no sólo al Corrientemente si un hombre deseara saber cuántas manzanas
hablar sino tambié.n al pensar. Su verdadero lenguaje resul- habría si cuatro hombres tienen tres cada uno, no necesitaría
taba inco:m,prensible si trataba de descifrarlo usando mi cono- tener los hombres y las manzanas presentes porque podría
cimiento de la gramática y palabras corrientes. Adquiría más usar una notación matemática y las reglas para la manipula·
significado si lo pensaba como un garabato en sonido, más ción de sus signos. El paciente exhibiendo las características
bien como un silbido desentonado y sin finalidad; no podía que he desc.ríto, si hubiera podido J.l.Sar los objetos de la ha-
ser descrito como lenguaje, lenguaje poético o música. Así bitación con éxito, habría ••pensado sobre" los objetos que no
como el silbido sin finalidad no logra ser música porque no estaban en la habitación. Es importante señalar que en este
obedece a ninguna regla o disciplina de la composición musi- ejemplo los objetos de la habitación no son símbolos sino
cal, tal como el garabato no logra ser dibujo porque no se signos. En tanto el paciente debe espe1·ar la aparición de ~os
ajusta a la disciplina de la creación artística, así su lenguaje, objetos apropiados antes de poder pensar éstos son inadecuados
por no seguir los usos del lenguaje coherente, no pudo ser como signos: en tanto que no sean los objetos reales acerca
calificado como comunicación verbal. Las palabras usadas de los cuales él está tratando de "pensar" representan un in-
están comprendidas dentro de un m odelo indisciplinado del tento de inventar y usar signos. Hasta este punto este empleo
sonido 3 • El paciente creía que podía ver este modelo, porque de objetos reales representa un grado de liberación del estado
creía que las palabras y fr~ses que él pronunciaba estaban
mental que compele a emplear objetos reales.
corporizadas en los objetos de la habitación. Habiendo pro-
Entre estos objetos-signos, como los dehominaré por con·
nurtciado objetos reales y no frases el modelo que ellos for·
veniencia, se siente que hay uno que los armonizará todos:
maban supuestamente revelada su significado 1 él esperaba
en virtud de sus supuestas funciones se parece al "hecho selec-
poder ahora recuperar este significado. Se observará la seme-
cionado" de Poincaré. Se diferencia del hecho seleccionado,
janza que ésto guarda con la identificación proyectiva.
como yo uso el término, en que el paciente no siente q9e éste
El procedimiento que acabo de describir se califica como
sea otra cosa que algo en sí mismo y este elemento Beta, con·
una tentativa de establecer el ~nsamiento, porque aunque las
trariamcnte al hecho seleccionaclo, depende del hecho fortuito
verhalizaciones parecían referirse a los objetos presentes, y
externo.
depender de su estar presente, el examen mostró que los obje-
Es tentador suponer que la transformación d el elemento
tos estaban siendo usados como signos para hacer posibles el
Beta en elemento Alfa depende de ~ S y la operacióu
pensar acerca de objetos que no estaban presentes. En lo que
Ps ~ D depende de la operación prevja de !i! S • La.rnen·
3 Ver: coherencia y significado., tablemente esta solución relativamente simple no e.xplica est
W. R. BION ELF.:\1ENTOS ,D E PSICOANÁLISIS 65

a decuada los sucesos en el consultorio; antes que S! 5


rnJ liH I Esta descripción puede ser reformulada en términos ue
puedan actuar, ~ debe ser encontrado y el descubrimiento de Ps ~ D: la cohesión de los elementos Beta para formar, ~
~ depende de la operación de Ps ~ D. Es obvio que con- es análoga a la integración caracterí.stica de la posicj ón de·
siderar cuál de los dos ~ ~ o Ps ~ D es previo se aparte presiva; la dispersión d.e los elementos Beta es análoga nl
del problema principal. Supondré la existencia de un estado splitting y fragmentación característicos de la posición paro·
mixto en el cual el paciente es perseguido por sentimientos de noide-esquizoide.
depresión y deprimida por sentimientos de persecución. P ara reformular la descripción anterior en términos m Úg
Estos sentimientos no pueden ser diferenciados de las sen- complejos: la dispersión de los elementos Beta tiene a nalogías
saciones corporales y lo que podría ser descrito, a 1a luz de con la preconcepción que debe ser apareada con un a realiza.
una ulterior capaddad para la discriminación, como cosas-en- ción p ara producir una concepción; la expectativa de un p echo
sí-mLqnas. Resumiendo, los elementos Beta son objetos com- apareada con la realización del pecho.
puestos de cosas en sí mismos, sentimientos de depresión-per- Aunque la compresión de los elementos Beta para formar
secución y culpa y? por la tanto, de aspectos de la pei"sonalidad ~ y la dispersión para formar un ~ laxamehte entretejido
ligados por .una sensación d.e catástrofe 4 : una elaboración (un retículo en busca de t; ) sugiere a Ps ~ D en r ealidad
~ás completa deberá esperar al descubrimiento cl:í.nico. no puede ser considerado como equivalente porque los elemen-
No postulo la existencia de una realización que corresponda tos Beta carecen de la valencia necesaria para una verdadera
a. la descripción sigu.1ente; debe ser tomada como una repre- integración. La interrelación entre posiciones paranoide-esqui·
sentación de una hipótesis que es necesaria para dar ooheren- zoide y depresiva pertenecen a un estado en el cual los ele-
cia a las diversas observaciones clínicas. mentos pueden ser integrados y la integración representada
Los elementos Beta están dispersos; Ps ~ D y un hecho por enunciados verbales coinpuestos de palabras articuladas.
seleccionado deberían poner fin a es ta dispersi ón a. menos Tales enunciados representan la realización por la naturaleza
que el paciente busque un ·continente, ~ que obligue a la CO· de su formulación así como por su contenido. La concentra-
hesión de los elementos Beta para formar el contenido, ~ . ción de los elementos Beta está más pró.rima al aglutinamiento
Los elementos Beta dispersos en tanto busque el ~ , pue- que a la integración o coherencia: la depresión y persecuci ón
den ser considerados como un prototipo abortivo de un con· asociadas son correspondientemente incoherentes.
tinente, un continente estructurado laxaroente como el retículo Si los elementos Beta dispersos no encuentran continente
del doctor Jaques. Pueden igualmente ser considerados como (el modelo correspondiente a !f es presumiblemente el pecho )
el prototipo abortivo del contenido, un t; laxamente estruc- los elementos Betas dispersos, funcionando como hem os visto
turado antes de la compresión para entrar en ~ . como un retículo la:xamente entretejido (continente en bulSca
de un continente) se tornan, para decirlo así, ~n mucho :más
4 Hay uu curioso paralelo en una descripdón por R. B. Onians actiV'amente deprimidos-perseguidos y ávidos. El objeto que
(Origins of European Thought, pág. 369, C.U.P.) de las idea.s griegas
del enigma y la es!mge. expele, el centro de estos dementas Beta, ya empobrecidos por
w . 1\. 13 1 O N

lfl ..1II\Jwrsi 6n, es entonces amenazado de sei aniquilado por sus


elem entos Beta evacuados ya que los elementos dispersos bus-
can saturarse. Los desarrollos que siguen han sido descritos
por Melanie Klein y sus colaboradores y no es necesario que
nos deteng a:rnos en ellos, Mi objeto principal es establecer la
relación teórica entre la teoría de la identificación pr.o yectiva
y la teoría de la posirión paranoide-esquizoide y depresiva.
CAPíTULO X
EN EL SEGUNDO párrafo del capítulo anterior describí la con.
ducta destinada a desa rrollar el pensamiento mediante la inte-
racción de Ps ~ D y objetos en la realidad externa que son
considerados como elementos-beta. Comparé el proceso con el
garabatear o con el escribir como un método de evacuar obje-
tos que pueden ser entonces examinados o tratados en forma
tal que se les haga desprender un significado . He descrito este
proceso como parte del desarrolio de la capacidad para el
pensan-.iento, la manipulación de los elementos-beta por el me-
canismo Ps ~ D puede ser también considerada como un
estadio en el desarrollo de la conciencia de-sí-mismo ; por que
se siente que los elementos-beta contienen una parte de la
personalidad e.n su composición. Cuando reconsideremos qué
son los elementos del psicoanálisis, se verá que la significación
de lo anterior radica en la suposicíón de que poseen caracte·
rísticas tales como avidez, amor, odio, envidia, curiosidad. Loe
mecanismos implicados en estos fenómenos primitivos pueden
ser considerados, en su forma más simple, como Ps -E---+ D
{o fragmentación ~integración) y 2 ~ ( o expulsión
~ ingestión) . Describiré estos mecanismos ahora mediante
reformulaciones en términos de modelos.
Ps puede ser considerada como una mJbe de p artículas
capaces de unirse, D ; y D como un objeto capaz de fragmen.
..

~ W. R. BION

, ,u ., y (lispersa rse, Ps. Ps, las particulas, puede s~r considerada


eomo una "nube de incertidumbre". Estas partículas elemen-
ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS

la forma de oper.ar del otro. La descripción que he d ado de Ps


operando tomo si fuera una forma de ~ puede ser pensada
69

tales pueden ser consideradas como apr.oximandose a una par- .c omo .Fepresentando una s:ituacion en la cual el mecanismo
tícula elemental, objeto~ o elementos-beta un proceso que es Ps <t~ D se ha detenido en Ps, peto, para mantener su f un-
una instancia particular del movimiento general representado ción vital, asume la cualidad operativa mecánica de !t ~ y
por~ D. así retiene su cualidad dinámica. En forma similar !2 t puede
Se puede. considerar a b de distintas maneras ya sea como asumir la calidad de operar carapterísticas de Ps ~ D l .
un objeto integrado, como una aglomeración proclucida por En la parte final del capitulo VII y siguientes me ocur)é de
la convergencia de pa:r.ticulas elementales en una pa,rdcula o la mecánica del pensar·. Propuse que los pensamientos debían
elemento-beta, 0 como una instancia especial de un objeto ser considerados como anteriores al aparato para usar los
integrado~ a saber, o " ;;¡>. o 8. Puede aún ser considerado pensamientos y en el curso de la discusión modifiqué este
como .representando f.!]' universo pe las fragmentaciones dis- enfoque sugiriendo que "él pensar" debería ser usado como
persas o las parti.culas elementales de Ps. O sea, si el campo un término par.a describir los procesos mediante los cuales se
de las fragmentaciones es el rasgo significante entonces D producen los pensamientos y los procesos mediante los cuales
puede representar todo el campo de .las partículas elementales. ellos son posteriormente tratados. Si ''el pensar" debe ser
Se observará qu~ Ps es capaz de funcionar como si fuera empleado como un término que ·cubre tanto la manufactura
-u na fo.rma de li! • En la prácti.éa se puede observar una reali- como la utilización de los pensamientos debe sel;" diferencip.clo
zación que corr.esponde a esta abstracción cuando uri paciente -de modo tal q¡¡e las actividades de la creac).ón y la utilización
vuelca. una serie de asociaciones, incoherentes, desarticuladas, ,puedan ser consideradas por separado. Entonces, consideré a
desunidas destinadas a provocar en el analista un enunciado Ps ~ D y ~ e; en: forma separada como mecanismos que
que deberá cumplir la función de uno de los siguientes: 1) se ocupan de la elaboración y uso de los pensamientos. Final-
un hecho seleccionado que dará coherencia al todo (Una inter- mente ir¡.tenté mostr:a.r que Ps ~ D y Q ,éS no deben ser
pretación); 2) un comentario sig:nilica:tivo del cual se extraerá considerados como representando una realización de dos acti-
el significado; 3) un comentariü significativo al cual se han vidades separadas sino como mecanismos cada uno de los
de adherir las asociacione-s desarticuladas para destruír el
sig·
cuales puede, de ser necesario a;mmir las características del
nificado ("¿Y qué" puede responder el paciente .a la res-
otro. En todo ésto me he ocupado del contenido solamente
puesta que ha p:rovocado del analista); 4) un comentario sig-
en tanto contribuye a ilustrar los .mecanismos. Antes de que me
nificativo al cual se han de adherir las asociaciones desartic.u-
1 ocupe del contenido dehc seibln:r ur.a dificultad q:.:e pres~mta
ladas para poseerlo. (El paciente aparentemente no tiene nin-
el uso del término ''éontenido". Resulta claramente ápropiado
guna respuesta pero posterior-mente trae el pensamiento del
1 para las hip6tesi:.s del tipo repre.s entado por ~ S . Ya nQs
analista como p_ropio.)
En suma, cada uno de 1os dos :mecanismos puede operar en
su forma característica o en una. forma típica () evocadora de 1 ~
1 En particular. la ing~stión de t por f41 y la peuetrad6tl <li>
por é; reemplazan algun~¡¡ de las funcipnes dél hecho seleccioMdo.

...... ~ - --- ~.....~ ;.:--~ - -~ -


'fol. lt. DION '71
hrmn!i enfrentado con las diíicultaJes inheren tes al uso de de Tíresias. Por cont~.iguic nl~ no es po:«ihl1· ,., .•!." , 1 n•utp~
términos como "mecanismo" debido al modelo implícito y su nente sexual, o cualquier otro, sin distor sionar. Fl "~' , ~'11 '"
inadecuación para transmitir un significado cuando la vida es situación edípica, tiene una calidad 2 que sólo puctlc e t •t dll
un elemento esencial en el significado que deberá transmitirse. crita por las implicaciones que le son conferidas pox su incl u·
La dificultad que implica el uso del término "contenido" es sión en la historia. Si se lo saca de la historia pierde su
similar. Aunque hablaré de la situación edípica como si fuera calidad a no ser que su significado esté preservado con la
el contenido de los pensamientos resultará evidente que. los salvedad expresa de que "sexo" es un término empleado para
pensamientos y el pensar pueden ser considerados como parte representar al sexo tal cbmo es vivido en el contexto del mito.
del contenido de la situación edípica. Puede aplicarse el tér. Lo mismo es cierto de todos los otros elementos que pueden
mino "situación edípica" a: 1) la realización de las relaciones ser abstraídos de) mito 3 • En tanto mi interés es el de elucidar
entre Padre, Madre y niño; 2) una preconcepción emocional, los elementos del psicoanálisis consideraré la sucesión causal,
u 15ando el término "preconcepción" como lo he usado aquí tal como está expresada en el mito, como un elemento que
como aquello que se aparea con el conocimiento directo de podemos considerar necesario abstraer, pero también como
una realización para dar lugar a una concepdón; 3) una reac· subordinado a la función de vincular todos los elementos para
ción psicológica estimulada en un individuo por (l) aniba. conferirles una cualidad psíquica particular. En este sentido
Confío en que el contexto aclarará en cual de estos tres sen- los elementos sufren una modificación análoga a la de las
tidos estoy empleando el término. letras de un alfabeto ligadas en una combinación para dele-
La aplica~ión que hizo Freud del m~~o de Edipo esclareció trear rma palabra determinada. La combinación de los ele·
algo más que la naturaleza de las facetas sexuales de la per- mentos en la historia es análoga a la combinación de hipótesis
sonalidad humana. Gracias a sus descubrimientos es posible, en un sistema deductivo ciéntífico.
analizando el mito, ver que contiene elementos que no fueron Es necesario recurrir a la causalidad en cadena para ex-
subrayados en las primeras investigaciones porque fueron eclip- presar el sistema moral del cual es una parte integral. El
sados por el componente sexual en el drama. El desarrollo del enigma tradicionalmente atribuido a la Esfinge es una expre-
psicoa:nálisis hizo posible el pone1· de relieve otroS. rasgos. sión de la curiosidad del hombre dirigida hacia sí mismo. La
Primero, el mito e:n virtud de su forma narrativa liga los conciencia-de-sí-mismo o la curiosidad en la personalidad acerca
diversos componentes de la historia en forma análoga a la de la personalidad es un rasgo esencial de la historia: la inves-
fijación de los elementos de un sistema deductivo científico tigación psicoanalítica tiene por lo tanto orígenes de respetable
mediante su inclusión en el sistema: es similar a la fijación antigüedad. La curiosidad tiene el mismo status en los mitos
de los elementos en el correspondiente cálculo algebraico donde del jardín del Eden y la torre de Babel e.s un pecado. Dej ando
ocurre aquello. Ningún elemento, tal como el elemento sexual,
puede ser comprendido si no es en relación con otros ele· 2 Este punto se aclara más cuando analizo el U !O del contenido

mentes; por ejemplo con la determinación con que Edipo Heva ideacíonal de un enunciado como un método de expresar sentimiento.
Ver Capítulo XIX, et seq.
adelante su indagación del crimen a pesar de las advertencias
3 En particular la curiosidad - .e.1 vínculo K.
W. R. BION

ludn la continuidad narrativa de la historia salvo por ·su


v wr.;ulación de los componentes entre sí, yo aislo los siguientes
elementos:
l. El pronunciamiento del Oráculo de Delfos.
2. La advertencia de Tiresias, enceguecido por haber ata.
cado a las serpientes que había ohservadó en cópula.
3. El enigma de la Esfinge.
4. La mala conducta de Edipo al llevar adelante en forma
arrogante su indagación y ser por ello .culpable de
CAP.fTULO XI
arrogancia.
A estos se agregan una serie de desastres:
5. La peste que azota a la poblaci6n de Tebas. LA DISCUSIÓN del mito de Edipo como parte de] contenido d e
6. Los suicidios de la Esfinge y Y ocasta. la mente ofrece djficultades inherentes desde ei comienzo. La
7. El enceguecimiento y exilio de Edipo. primera está caracterizada por el empleo en este contexto
8. El asesinato del Rey. de una locución que implica el modelo de un continente. La
Es de destacar: segunda esta dada por el rasgo peculiar del mito según el cual
9. I.a pregunta pr'ilnera es formulatia por un monstruo, o los siguientes elementos parecen corresponder al eje numerado
sea, por un objeto compuestc de un número de rasgos de la tabla.
no correspondientes .entre sí. l. El pronunciamiento del oráculo define el tema de la
Con esto termina mi breve revisión del mito de Edipo a la historia y se puede considerar como una definición, o hipótesis
luz de la teoría psicoanalítica. Consideraré en que sentido definitoria. Se parece a una preconcepción, o a un cálculo
tiene pleno sign üicado el considerar al mito de Edipo como algebraico, en cuanto es un "enunciado no sat ura:do" que es
un componente importante óel contenido de la mente humana. "saturado" por el desarrollo de la histor ia; o una "incógn:ita",
en el sentido matemático, que es "despejada" por la historia .
Lo que debe revelarse es precisamente el enunciado del tema
de la historia; la descripción del criminal b,uscado.
2. Se puede considerar que Tiresias representa la hip ó·
tesis, que se sabe es falsa, que se mantiene para que actúe
como barrera contra la ansiedad anticipada como un conco·
mitante de cualquier hipótesis o teoría que pueda ocupar su
lugar.
3. El mito como una totalidad puede ser considerado coruo
el registro de una realización y por lo tanto cumpliendo la
función que Freud atribuyó a la notación.
W. R. BION ELEMEi"iTOS DE PSICOAN.WSIS 75
<t . La Esfinge estimula la curiosidad y amenaza con la dará la materia prima para dar sustancia a un sueño diurno.
muerte como la pena por haber fracasado, en satisfacerla. El sueño diurno de esta manera investido de realidad, es qn.e
Puede representar la función que Freud atribuyó' a la atención, él, el paciente, siendo extremadamente intuitivo, es capaz t~in
pero· implica una amenaza contra 1a curiosidad que est)mula. análisis, de ver donde están sus dificultades y asombrar y
5. Edípo representa el triunfo de una decidida curiosidad deleitar al .analista con su brillo y su actitud amistosa. El
sobre la intimidación y puede por lo tanto ser usado como un paciente informa, y e) analista lo cree, que el paciente ha
símbolo de 1a integridad científica - el instrumento investiga- tenido un sueño. El paciente informa, pero NO cree, que
torio. él ha tenido un sueño. El sueño, una experiencia de gnm
f.'uede parecer que estoy forzando el mito para hacerlo intensidad emocional, es experimentado por el paciente como
coincidir con -mis propias preconcepciones, pero se requiere una enumeración directa de los hechos que constituyen una
muy poco ingenio para ver estas facetas de significado. El experiencia que llena de horror 2 • El espera que el analista,
empleo psicoanalítico clásico del mito ayuda a la comprensión al tratárlo como un .sueño que requiere ser interpretado, va a
de la naturaleza de los vínculos L y H; asi como también del dar sustancia a su sueño diurno de que fue sólo un sueño.
vínculo K. Rasgos que pueden servir como súnbolos para la En resumen, el paciente está movilizando sus recursos, y estos
mecánica del pensar contribuyen a acentuar mi .s ospecha de incluyen los hechos del análisis, para mantener segura su con-
que es inadecuado considerar lá situación de Edipo como vicció~ de que el sueño no sólo :fue sino que es la realidad y
parte del contenido de la mente. Propongo dejar la discusión la realidad, como el analista la entiende, es algo que se puede
de la concepción de la mente según la cual ésta tiene· un apreciar sólo por aquellos elementos que son apropiados para
contenido en estado lat-ente para .cuando me haya referido al refutar el "sueño".
mito de Edipo en su función como una preconcepción 1 • Esta versión no es una nueva teoría de los sueños, sino una
Me ocuparé ahora de una experiencia clínica en la cual descripción de un estado, tal como se da en un paciente con
el analista y el analizado parec:en estar hablando el mismo serios trastornos, pero probablemente bastante común. El
" sueno
_, , ya sea descnto
. en forma correcta o no al incluirlo
lenguaje, tener muchos puntos de coincidencia y sin embargo
permanece sin ningún otro vínculo qt1e el hecho mecánico de en la categoría de sueño, es algp que surgirá en la sesión como
la asistencia continua a las sesiones analíticas. A medida que una alucinación si la capacidad del paciente para tener sueños
el análisis progrese surgirá una divergencia que la resumiré diurnos se debilitara.
así: La descripción no logra destacar una marcada peculiaridad
El analista está, y él piensa que lo está, en el consultorio de dicha situación y que es hasta que punte e1 émalis~a y el
conduciendo un análisis. El paciente considera el mismo hecho, paciente coinciden sobre los hechps. Pero el aéuerdo en J.os
su asistencia al análisis, como una experiencia que le brin- hechos es similar al acuerdo entre d:~s personas sobre la dispo-

L Véase al final del Capítulo XV y Capítulo XIX sobre la función (!el .11 Para la categorización de este fenómeno en términos de la tabla
mito de Edipo como una pre-concepción innata destinada a eqqipararse v_er. la discusi?n posterior sobre la aplicación de la tabla a los 'een:
con la reali<:ación de la relación !JarentaL hm1entos, Cap¡tu1o XIX.
W, 11 , ll 1 <> N r

l•u ""• lu y •umLra dt: un dihujo que ilustra la integración do la expeticncia ultc:rinr t~~ tN11¡wuti1u t•tt ll u i
¡ rt 11\'u ~ . ~vere lh l c. liHO
ve un florero mientras que el otro efectos. Esta suposición no resiste ll! l análisis -dg uHllln, eln •}
,f,¡, t nta!l: ¿cuáles son los hechos entonces en los que están qúe tiene que ser recibida con indulgencia para que Jlropor-
.r. u~uertlo? cione un significado de valor. ¿Es posihle encontrar alguna
En el ejemplo de la perspectiva reversible se puede suponer descripción en la cual el rigor científico pueda compensa¡· la
que son las impresiones visuales reales y que la divergencia ausencia de indulgencia? De la respuesta a esta. pregunta
se da en el dominio de las preconcepciones. Es posible que depende la posibilidad de detener los procesos de deterioro
ésto pt~eda de algún modo representar la. situadón con el pa- mental y de la personalidad tal como estos términos son con-
ciente, pero es una cuestión que debe ser determinada por la siderados médicamente. El primer problema consiste en ver
observación clínica de cada caso en el cual aparezcan dichos qué es lo que se puede hacer para aumentar el rigor científico
fenómenos. Prefiero no sentar una regla. general. El principio estableciendo la naturaleza de menos K (-K), menos L ( - L)
debiera ser que 1a observación clínica debe determina-r donde y menos H (-H). Comenzaré considerando la mecánica del
se encl\entra la intersección del punto de vista del analista con pensar. En mis consideraciones no iré más allá del mecanismo
el del paciente. ~ S porque no deseo agregar n ada más a lo que ya he dicho
La importancia del acuerdo entre analista y paciente reside acerca de la denudación de un componente por el otro. El
en el hecho de que el acuerdo es obvio y que se impone, pero mecanismo Ps ~ D puede ser brevemente dejado de lado :
el desacuerdo, que puede imponerse igualmente, no es de ningún en lugar de una interacción que implica la dispersión de partí-
modo obvio. Reside en el uso que hace el paciente de los culas con sentimientos de persecución (Capítulo VIII} y la inte-
hechos sobre los cuales se han puesto de acuerdo para negar gración con sentimientos de depresión tenemos en - Ps ~ D
lo que él está convencido son los hechos. El conflicto entre el desintegración, pérdida total y estupor depresivo, u, impacto
enfoque del paciente y el del analista, y el del paciente consigo intenso y violencia estuporosa degenerada. Aunque estas des-
m ismo, no es por lo tanto un conflicto, como el que vemos en cripciones de - ~ S y -Ps ~ D sean incompletas pueden
las neurosis, entre un grupo de ideas y otro, o tm grupo de servir hasta que se tenga otra experiencia. Debo ahora con-
impulsos y otro sino entre K y menos K {-K) o, para expre- siderar la natu1·aleza del mecanismo qutl he comparado a la
sarlo en térnlinos pictóricos entre Tiresias y Edipo, no entre perspectiva reversible.
Edipo y Layo. En términos clínicos el cuadro presentado resulta curiosa-
El enfoque que el sentido común tiene del desarrollo men· mente desconcertante. General:meute no hay d-udas ace1·ca de
tal es que éste consiste en un instrumento de la capacidad de la seriedad de la incapacidad del paciente, pero es difícil aún
aprehender la realidad y una disminución de la fuerza obstruc- para el paciente decir por qué acude al análisis. Puede tam-
tiva de las ilusiones. Los psicoanalistas suponen que la .expo- bién ocurrir que al comienzo se S)lbestime la seriedad de la
sición de las fantasías arcaicas a ser modificadas por una perturbación. Pero bien pronto la falta de contacto entre una.
capacidad mús compleja de aproximación a una serie de teo- lista y paciente y la falta de signos de conflicto común CO·
rías, que son consistentes y compatibles con la recepción e mienzan a dibujar un cuadro que es inconfundible. Hay evl·
W. R. BION

df' que el paciente es víctima de experiencias emocio·


1t
n.,tt""' extremadamente dolorosas: el analista generalmente tiene
que depender de lo que el paciente dice como la única
evidencia de estas experiencias. Si tienen lugar en sesión el
paciente invariablemente tiene lista una "explicación" de lo
que está ocurriendo. La explicación está a meuudo expresada
en términos que logran ocultar la naturaleza real de la expe~ CAP1TULO XII
riencia. Si el paciente ha estado en análisis por un •tiempo
están manipulados en forma tal que sugieren una interpreta-
ción en términos que el paciente ha aprendido a esperar del EL M ODELO de perspectiva reversible, cuando se lo aplica al
analista, conservándose así la intersección de "acuerdo". De análisis, revela una situación compleja. El paciente detecta una
esta manera se establece entre el analista y el paciente lo que nota de satisfacción e:h la voz del analista y responde con un
he llamado en otra parte 3 una barrera de contacto. ¿Es po- tono que transmite pesar. (El contenido de lo dicho es perti-
sible vislumbrar en los mecanismos implícitos en esta conducta nente para lo que .nos interesa aquí.) El paciente detecta una
algún material que ayude a la comprensión de los fenómenos suposición moral en una interpretación : su respuesta es signi·
menos ( -L, -H y -K) y de paso ayude a esclarecer el pro- ficativa por su rech&~o silencioso de uua suposición moral.
blema de establecer los elementos del psicoanálisis? Aquello que hace que una ·persona vea dos caras y otra un
florero permanece insensible, pero en el dominio de las impre-
sione.'? sensoriales hay coincidencia. La interpretación es acep-
tada, pero las premisas han sido rechazadas y otras reempla-
zadas silenciosamente.
En toda interpretación hay una suposición signüicante, una
de ellas es que el analista es el analista: esta suposición puede
ser negada en silencio por el padente. Aunque parece que el
paciente acepta la interpretación le niega su fuerza al haber
reemplazado una suposición por otra. Asociaciones p osterio-
res pueden demostrar cual es su suposición .
De este modo el debate entre el analizado y el anali!'ltn no
es ve:rbalizado 1 , lo que dice el analista aparece como acep tado
l El analista puede detectar esta situación si usa la tabla pan
catego.r izar las interpretaciones y las respuestas que ellas provocan y
luego compara la relación que ha.y entre las categorías de Ja tablá.
Véasc Capítulo XX.
3 Bion, W. R.: Aprendiendo áe la ' Experiencia. Paidós, 1966•

..__ - .. • 1¡ ~ '
IIU W. R. BIO N ELEMENTOS D E l'SH.OANÁ.T.!Sl~

por las dos partes del análisis, pero, es insignificante. Así se completamente las implicaciones de la interpretación, sino más
mantiene el conflicto fuera de discusión porque queda circuns- bien para establecer un punto de vista no expresado al ana-
cripto a un dominio que no es considerado como un problema Hsta, desde el cual la interpretación del analista, aunque en
entre analista y analizado. La suposición de que el anaHsta forma verbal no modificada ni cuestionada, tiene un signifi-
es el analista y el analizado el analizado no es sino uno de esos cado distinto al que el analista le dio. Cualquier incremento
dominios de desacuerdo que es dejado de lado en silencio. del insight depende del grado en que se ha forzado al paciente
Supongamos que ésto sea induido en el a11álisis: el pa- a digerir la interpretación para efectuar el cambio de su punto
ciente y el analista están en seguida de acuerdo, pues ¿qué de vista. Esta mala interpretación por parte del paciente difiere
proposición sería aceptada más fielmente por el paciente o le del tipo común de resistencias ; el paciente frecuentemente
resultaría más obvia? Pero el modo de aceptación indicará aprovechará a una ambigüedad en la forma de expresión del
que la significación, en la opinión del paciente, de la interpre- analista o en su entonación para dar a su interpretación un
tación del analista resi rua en las premisas del analista, sus giro qUe no estaba en la intenci ón del analista. Es difícil notar
premisas falsas. La naturaleza de la falsedad no es impuesta : la diferencia porque el paciente que revierte la perspectiva
reside en la implicació:u de que las premisas son de u_n tipo también emplea los modos habituales de "mal interpretar•• lo
que llevan a una persona a ver dos caras cuando podría con que dice el análisis con suficiente frecuencia como para obs-
igual validez haber visto un florero. curecer una condición más severa. Recibirá con agrado las
Una diferencia de opinión acerca de la significa6ón de interpretaciones de estos malentendidos si es que enfatizan
hechos conocidos difiere del fenómeno que estoy describiendo; los aspectos deliberados de su contribución; es un alivio creer
en tales ocasiones la diferencia es manifiesta y tiene que ver que su dificultad está baj o un control consciente. Lo que sigue
con los hechos. En la "perspectiva revertida" el desacuerdo es un ejemplo tomado del análisis de un hombre inteligente
entre analista y analizado es evídente sólo cuando el analizado que daba la impresión, sesión tras sesión, de estar cooperando
ha sido tomado desprevenido; hay una pausa durante la cual en forma amistosa e informada, siempre que sus respuestas
lleva a cabo un reacondicionamiento. no fueran examinadas muy estrictamente. "Mi secretario, dijo,
La pausa puede no distinguirse de la que buce un paciente se queja con amargura de su esposa: dice que el1a no lo
neurótico para digerir la interpretación que ha oído. Dudo de comprende. Dice que ella se queja constantemente de él: duras
que se pueda observar clinicamcnte la verdadera naturaleza críticas y hostilidad debido a su falta de comprensión, inca·
de la pausa; puede ser que una habilidad para diferenciar pacidad para amar, etc ... " Dentro del contexto de esta comu-
dependa siempre de la larga. expedencia en las pausas de1 nicación y otras simil~res en las que consistía su. análisis, era
ciente ha logrado un amplio conocimiento de las teorías del evidente que se podía discutir una amplia gama de fen ómenos
analista pero no el insight. No se usa la pausa para absorber transferenciales. En vista de la experiencia analítica del pa-
de muchos meses de un análisis aparentemente exitoso el pa- ciente, su indudable habilidad y sensibilidad, sería razonable
paciente y el descubrimiento, m~~ bien tardío, de que luego suponer que él observaba una relaci6n transferencia! entre su
W. R. BIO N

secretario y él mismo y que era capaz de comprender lo qué Esta última característica de estas comunicacion es c~1 t•n
la comunicación de este material implicaba acerca de sus sen- este contexto, particularmente desconcertante: si el paci ente n o
timientos hacia mí. En distintas ocasiones su m anera de comu- tiene perspicacia psicoanalítica, ¿cómo se explica la evidencia
nicar asociaciones me hizo sospechar que los episodios des- de una selección cuidadosa de acuerdo con los principios psico-
critos podían haber sido inventados por él para ilustrar una analítico::;? Si se admite la evidencia de la selección, ¿cómo se
teoría de la transferencia que había recogido en el curso de puede explicar el fracaso de comprensión?
su análisis. Exch~yo la hipótesis de una deliberada negacíó~ consciente
Interpreté ésta y otras comunicaciones sirnjlares y e$petaba o semiconsciente del trabajo del analista. La r azón, sobre lo
que fueran, todas, razonahle)Ilente yuxtapuestas y que tuvieran cual diré algo más luego, es la e-videncia ·del dolor. Había
suficiente convicción por el contexto. Sus respuestas variaban, amplia evidencia de la intensidad de su dolor u11a vez que las
iban desde un silencio casi estupefacto hasta el consentimiento interpretaciones habían establecido la realidad de la incapa·
apático seguido de más material - más ••asociaciones libres". cidad del paciente para comprender. En cada momento, la
A veces solía decir que había estado "pensando" durante el perspectiva que me permitió a mí, pero no al paciente, captar
silencio, " acerca de lo que usted h abía dicho". A veces solía el significado de las asociaciones, f ue la que b rindó la teoría
no estar de acuerdo éon la interpretación, o algún aspecto de de Edipo. En cada momento, lo que parecía llevar al paciente
ella y luego, como si tuviera que luchar para lograr una solu- a revertir su perspectiva, era el mito de Edipo. Digo mito, y
ción, consentía en aceptar que yo estaba probablemente, no no teoría, porque la distinción es importante: la teoría de
--con seguridad- en lo cierto. Otras veces, cuan,do yo sentía Edipo y sus diversas formulaciones, pertenece al área de la
que mi interpretación era del tipo que le debía resultar con tabla que cubre F. , G 4, F 5 , Gt;. El mito pertenece al área C.
seguridad familiar, aceptaba cortésmente como si fuera un La capacidad del paciente para aprender pero no para usar las
clisé que apenas podía provocar una agitación en sus pensa- teorías analíticas .representa un fracaso en aparear las precon-
mientos. No fue sino hasta cuando pude sugerir que él brin- cepciones con las realizaciones que se les aproximan. El ele-
daba esta clase de comunicación porque sentía que los episo- mento no saturado permanece no saturado.
dios mencionados eran completamente incomprensibles, que el Melanie Klein describió una situación en la cual la perso-
paciente respondió demostrando que era eso realmente lo que nalidad atacó a su objeto con tanta violencia que no solo se
le sucedía. Una inca_p acidad tan absoluta para comprender es consideró al objeto muy fragmentado sino a la personalidad
en todo momento notable, pero lo es doblemente en un hombre también. En la situación que describe parece no existir un
que ha tenido tanta experiencia de análisis. No puede expli- splitting dinámico. E.s como si el splitting se hubiera detenido
carse por falta de inteligencia, o de sensibilidad, o de expe- en una pose estática y la acción no fuera más necesaria que
riencia, o por la ineptitud de mi análisis; ya que los ejemplos cuando se substituye a la realidad por una alucinación. El
que él comunicaba eran casi todos de un tipo que puede ser paciente no tiene por qué estar en desacuerdo con el analista
elegido para ilustrar las teorías psicoanalíticas. o experimentar conflictos edípicos dentro de sí: él revierte la
IJ. W. lt. n10N

ver s:¡.>ectiva. Es importante considerar en fóñna más detenida


lo que esto significa 2 •
El revertir la perspectiva no es lo mismo que evacuar ele-
mentos-Beta. Que es un proceso activo y la conducta del pa-
ciente en en análisis aporta evidencia de que es, para no darle
más importancia, perfectamente compatible con una teoría de
que él está tomando la acción para "liberar a la psique de acre- - ..,.
centamiento de estímulos" tal como Freud lo describiera 3 •
Hasta donde yo puedo ver el paciente consideró las interpreta·
CAPíTULO XIII
ciones del analista como evidencia de que él, el pacíente, había
evacuado elementos-beta, un estado mental más cerca de nnn
alucinación que de un delirio. La búsqueda de elementos LA PERSPECTIVA reversible es evidencia de dolor; el paciente
implica una investigación más profunda del dolor, la perspec- revierte la perspectiva para convertir una situación dinámica
tiva reversible y el mito de Eclipo. en estática. La tarea del analista consiste en restituir lo diná-
mico a una situación estática para posibilitar de este modo el
desarrollo. Como he dicho en el capítulo último, el paciente
maniobra en forma tal que las interpretaciones del analista
son aceptadas; de este modo se convierten en el signo externo
de una situación estática. Dado que las interpretaciones del
analista probablemente no permitan que ésto ocurra y que es
probable que el paciente no pueda siempre manejar un grado
tal de agilidad mental qu.e le permita aparear la interpretación
con un viraje que revierta la perspectiva desde 1a cual se mira
la interpretación, el paciente hace uso de u.na coraza que es
reforzada por delirios y alucinaciones. Si no puede revertir la
perspectiva inmediatamente puede ajustar su percepción de los
hechos "oyendo-mal y comprendiendo-mal", de modo de dar
fundamento a la visión estática: se está creando un delirio.
Si ésto no es suficiente para mantener estática la situación
2 Se comprenderá mejor el splitting "estático" y el fracaso para el paciente recurre a la alucin~ción. Para simplificar, puedo
aparear una pre-concepción con una realización si se lo relaciona con reformular ésto como una alucinación para conservar, tempo-
lo que se discute en la primera mitad del capítulo XIX.
a Freud, S.: Two Principies of Mer~tal Functioning. (Los dos prin- rariarnente, la capacidad de revertir la perspectiva ; y la pers-
cipi.o:s del suceder psíqu.ico, E. Rueda; tomo XIV). pectiva revertida para preservar una alucinación estática.
86 W. R. BION ELE~Ji;NTOS DE PSlCOANÁLisrs
87
El recurrir en forma prolongada a la perspectiva reversible La lección que se debe extraer d e esta d iscusión es la
está por lo tanto acompañada de delir ios y alucinaciones que necesidad de deducir la presencia de un intenso dolor y la ame·
son difíciles de detectar porque son estáticas y evanescentes. naza que representa para la integración mental. Po r lo tonto
Además, dado que su propósito es el de conservar los eQ.un- consideraré el dolor * como uno de los elementos del psic<)l:ttlá·
ciados del analista (interpretaciones) como una expresión ma- lisis.
nifiesta de que está de acuerdo y una defensa ante el cambio, El dolor no puede estar ausente d e la personalidad. Un
la verdadera significación de la conducta del paciente como
un signo de delirio o de alucinación no resulta evidente a
análisis debe ser doloroso, no porque :1
dolor tenga nc:ces<-t-
riamente algún valor, sino porque un análisis en el cual n<>
meno-s que el analista esté alerta a esta posibilidad. Los pen- se observa el dolor ni se lo trata no puede ser con~ i rletaJo
samientos exP.resados del analista corresponden al área F 5, G5 como enfrentando una de las principales razones por las que
y G6 : la misma fonnulación es aceptada por el paciente pero ei paciente está en análisis. Se puede desechar la i mpotLRncia
como una expresión del perlsarniento que pertenece a F 1> G1 del dolor por considerarlo como una cualidad secundaria, algo
y G2. q~e debe desaparecer cuando los conflictos se resuelven ; p 1n
Un análisis. que esta siguiendo este curso parece ser curio- c1erto que la mayoría de los pacientes se adherirían a esta
samente insatisfactorio porque la ausencia de un progreso real opinión. Además puede apoyarse en el hecho de que un an á-
sólo se va imponiendo lentamente y entonces, se forma estable, lisis exitoso lleva a la disminución del sufrimiento; sin emb argo
pedestre y monótono. En realidad la situación es inestable y oculta la necesidad, más obvia en algunos casos que en o tros,
peligrosa. El indicio de lo que está pasando se da en lo que de que la experiencia analítica amnente la capacidad del pa·
mencioné al comienzo del capítulo, el dolor. Las maniobras ciente para sufrir aun cuando el paciente y el analista pu edan
del paciente parecen carecer de un objetivo porque, aunque la desear disminuir el dolor mismo. La analogía con la medi-
pronta aceptación de las interpretaciones despierte sospechas, cina somática es exacta; destruir la capacidad para el dolor
no es demasiado evidente que están dirigidas contra el cambio, fisico sería desastroso en cualquier situación salvo aquelill en
cualquier cambio, y el dolor. Es la calidad dinámica de la la cual un desastre aún mayor -o sea la muerte misma-
interpretación lo que provoca reacciones evasivas. O sea que es seguro.
la objeción a la interpretación consiste en que cualquiera que En la perspectiva reversible la aceptación por parte del
sea el contenido, tiene las cualidades que pertenecen a los colum- analista de la posibilidad de un deterioro de la capacidad par a
nas 5 y 6 de la tabla.. el dolor puede contribuir a evitar errores que pueden llevar aJ
La referencia a la tabla nos podría hacer sospechar que si desastre. Si el problema no es tratado, la capaGidad del pa·
el paciente maniobra para cambiar toda 1 al área de las colum·
nas 1 y 2, con la posible adición de 3, debe tender a hacer lo • Bion utiliza el ténnino "dolor" (pain) tomado de la tr aducci6n
de Two Principles of Mental Functioning en C. P. en lo q ue l o q u<l
mismo con sus propios tenómenos /. Esto es en realidad lo que c?n.oceremos como ··~~incipio de placer-displacer", tr;ducido como " ¡ 1t"in·
ocurre y ayuda a explicar algunos elementos de sus sneños, mp10 de placer-dolor . La Standard Edití<m lo traduce como " principio
de placer-displacer" (pleasure-unpleasure [lust-unluse] principle)
preconcepciones y teorías. [N. de la. T.]
W. R. BfON
ELEl\d:ENTOS DE PSICO.A NÁLrSIS 89
/lit
t . Su dependencia de la capacidad para mantener los com-
ciente para mantener una situación estática puede dar lugar
ponentes sociales y narcisistas ae la situación edípíca implica
a una experiencia de dolor tan intensa que derive en una
un análisis más profundo del m ito de Edipo, e] míto de Babel
crisis psicótica.
(Génesis XI, l-9) y la primera versión del mito de] Eden (Gé-
Las razones para aceptar el dolor como un elemento del
nesis II, 8·3 passim) . Los modelos primitivos para el creci-
psicoanálisis estan reforzadas po:r: la posición que ocupa en las
miento mental son el Árbol del Conocimiento, la Torre y .la
teorías de Freud del principio de placer-dolor. Es evidente que
ciudad de Babel y la Esfinge. Los mitos (hilera C en la tabla )
el predominio del principio de realidad, y por cierto su esta-
nos proveen de un enunciado sucinto de las teorías psicoann·
blecimiento, se ve en peligro si el paciente adopta la evasión
líticas que tienen que ver con la ayuda que le brindan al ana-
del dolor :m tes que su modificación: sin embargo la modifi-
lista para percibir el crecimiento y también para alcanzar
cación resuelta trabada si la capacidad deL paciente para el
interpretaciones que iluminen aspectos de los problemas del
dolor está ~fectada. Como · ya he considerado la relación entre
paciente que pertenecen al crecimiento.
el establecimiento del principio de realidad y la psicosis en
"Ap rendiendo de la Experiencia" no di:ré nada al respecto
aquí.
Él dolor po puede ser considerado como un índice fiel de
los procesos ·patológicos en parte debido a su relación con el
desarrollo (reconocible en la frase comúnmente empleada "do-
lores de crecimiento") y también porque la intensidad del
sufrimiento no siempre es proporcional a la seriedad del tras-
torno. Su grado y significación dependerá de su relación con
otros elementos.
En la discusión de la perspectiva reversible como un medio
para conservar una defensa contra el dolor ~tá implícito el
concepto de crecimiento. El crecimiento es un fenómeno que
parece ofrecer dificultades peculiares a la percepción ya sea
por el objeto en crecimiento o el objeto que lo estimula, por-
que su relación con los fenómenos que lo preceden es oscuro
y separado en el tiempo 1 • La dificultad en observarlo contri·
huye a la ansiedad de establecer .. resultados", o sea del aná·
lisis. Será necesario rastrear su relación con Ps ~ D, ~

l Una de las ventajas de referirse a la tabla consiste en que la


categor ización de la tabla de la respuest~ del paciente a la interpreta-
ción debería revelar el crecimiento.

,1 -., , ,
"" - - . - .
T

CAPíTULO XIV
EN EL CAPÍTULO lil describí el mito personal como un instru-
mento importante en el trabajo psicoanalítico. En los Capítulos
XI y XII atribuí u'na impo.r tancia similar aunque aumentada
al mito de Edipo porque tiene status público y racial como
opuesto al privado. Las ventajas de pasar del mito privado al
racial son análogas a la transición de la comunicación privada
a la pública 1.
El mito de Edipo podrá ser leído en forma distinta por
gente distinta, pero en la medida en que exista un grado de
acuerdo posibilita que se l o emplee como un canal de comu-
nicación pública tal .como lo ha demostrado el uso que Freud
le dio. Usaré los mitos del jardín del Edén y de la Torre d e
Babel para reforzar la expresión, ya introducida por la Esfinge
en el mito de Edipo, de las actitudes de un dios que es hostil
a la adquisición de conocimiento por parte de los seres hu-
manos y cuya búsqueda es vivida como un peligro para su
supremacía.
En el jardín del Edén, que es poses1on del Padre, estab a
prohibido el comer del Árbol del conocimiento del bien y del

1 Comparar con Scientific Explanation, R. B. Braithwaite, pág. 6,


y su referencia a Heinrich Hertz en la página 910.

,_.:...._: ...:.... . ... . ~ •'• a_.. •


W. R. BlON ' .\
noal. La serpiente, o Satán disfrazado, incita a la mujer a · represeulada pór eJ. orÚculo y cJ etlllrlcittdo !lC ~HJ:-1 fl' loJH'JallOI
desafiar la ordenanza del Todopoderoso. El descubrimiento tal como está expresada en la frase "conslruyámouos unu <'iu·
de la desobediencia está asociada con la culpa y la desnudez. dad y una torre". La fuerza represiva ejercida por la fórmula
El desenlace es el destierro tal como en el mito de Edipo. En empleada en columna 2, por Tiresias o el dios del destino del
el mito de Babel el uso de la torre es para efectuar una in· cual, él es el representante. La acción, colwnna 6 está repre-
cursión en los dominios eonsiderados por Jehová como propios, sentada por el desenlace, el exiHo o la dispersión.
el cielo. El desenlace es el exilio, tal como en el jardín del No es n1i propósito establecer una correspondencia exacta.;
Edén y el mito de Edipo, pero un precursor importante es la sugerí en el Capítulo XI, que estos mitos actúan como un
destrucción de un lenguaj e en común y la diseminacíón de correlato primitivo de las formulaciones complejas cuya apli-
La confusión de modo tal que fuer a imposible la cooperación. cación en el trabajo científico he ubicado en el eje horizontal
Los componenle::; de estos mitos que quiero usar son aque- de la ta'bla. Dado que son primitivos y representaciones vi.-
llos que permiten visualizar, en el sentido de representaciones suales son vitales pero carecen de precisión, de allí la necesidad
visuales internas o símbolos que hacemos para nosotros, rasgos de contar con formulaciones complejas como en la ciencia.
que pueden convertirse en los elementos psicoanalíticos que Por lo tanto hacer parecer como exacta la correspondencia en-
busco. tre el eje horizontal y los. elem.entos del mito sería una falsi:fi.
l. Hay un dios o destino, omnisciente y omnipotente aun- cación que afectaría la naturaleza del mito. Una igual inca-
que modelado antropomórficamente. Este dios pertenece a un pacidad para ver que esta correspondencia existe afecta el
sistema moral y parece ser hostil a la huroanidad en su bús. valor del mito como instrumento que posibilita el encontrar
queda de conocimiento, aun el cor10cimiento moral. hechos. Quisiera devolverle el lugar que le corresponde en
2. En todos ellos, la penetración dentro, o la ingestión nuestros métodos de modo tal que pueda desempeñar el rol
dentro o la expulsión de, un lugar o estado de goce supremo vitalizante que ha tenido en la historia {y en el descubrimiento
es prominente. El conocimiento y placer sexual es un rasgo por Freud del psicoanálisis) y es por esta razón que la he
predominante del conocimiento buscado y prohibido. introducido en el Capítulo III. Es también un objeto de inves-
3. En los mitos del Edén y de Edipo hay una estimulación tigación en un análisis como parte del aparato primitivo del
de los deseos prohibidos - la serpiente incita al deseo de la bagaje de aprendizaje del individuo.
fruta: Edipo instiga la búsqueda del criminal: en el mito de Si además del lugar que ya ocupa en la teoría analítica se
Babel hay una variación significativa - la gente se junta y reconoce al mito de Edipo como una parte esencial del aparato
es disp.ersada, el lenguaje que es uno es reemplazado por una de aprendizaje en los estadios primitivos del des.an-o1!c, ::::::.:-
serie de lenguajes. L a Esfinge incita la curiosidad por su chos elementos discerníbles en los restos de un yo desinte-
enigma. Usando estos mitos como una fuente para la repre- grado asumirán nueva significación.
sentación pictórica de los elementos en el eje horizontal de la En pacientes muy perturbados, el paciente según Melanie
Tabla l, la función definitoria de ~na formulación puede estar Klein ataca a su o·hjeto con tanta violencia que no sólo se

··- -----------------------
W. R. BION ELEMEN'l'OS DE PSI COANÁl. lM~ l)i)

siente que el obj eto se desintegra sino también la personalidad Ps ~ D como lo he descrito al comienzo del Cupítulo X .
que efectúa el ataque. Esta desintegración es característica del Las verhalizaciones del paciente, y la conducta asoci ada con
paciente que no puede tolerar la realidad y por lo tanto ha ella..<¡, parecen variar desde algo incoherente y sin sentido hasta
destruido el aparato que lo capacita para tener conocimiento formulaciones que aparecen como débilmente invitando al co-
directo de ~sta. El mito privado, que corresponde al mito de mentario, a veces hasta sugirielido el comentario que están
Edipo, capacita al p aciente para comprender su relación con proponiendo.
los padres. Este mito privado, en su rol investigatorio, si se La búsqueda de los elementos del psicoanálisis queda res-
ve afectado o mal desarrollado o sujeto a una sobrecarga tringida a aquel aspecto de los mismos que coincide con lo
demasiada marcada, se desintegra; sus componentes se dis. que el analista debe discernir. No puede ser representados,
persan y el paciente se queda sin el aparato que lo capacitarla por signos abstractos, tales coko he sugerido, ni por narra-
para comprender la relación parental- y de ese modo adaptarse ciones mitológicas que evoquen un conjUllto de imágenes vi-
a ell~. Los res.tos edípicos en estas circunstancias contendrán suales, de modo tal que nadie que no sea un psicoanalista con
elementos que son componentes del mito de Edípo que de- formación y práctica puede reconocer la realización que se
bieron haber operado como una preconcepción. ¿Cómo se. aproxima a la representación. En este capít ulo espe1·o q ue
reconocerán los componentes dispersos de un yo desintegrado? mostrando una correspondencia entre el mito y los ítems del
En este caso e1 analista que busca esclarecer los fragmentos eje horizontal de la tabla a los analistas, que están acostum-
del aparato de aprendizaje del paciente puede llegar a reco· brados a observar los pacientes a la luz de las preconcepciones
nocerlos al notar fragmentos aislados 2 del mito de Edipo (y con que los provee la teoría edípica psicoanalítica, les resulte
los mitos con los que lo he asodado) . más fácil efectuar la transición de un background teórico a
El mito privado tiene este rol importante en el intento del los fenómenos del consultorio. El hiatus persiste y sólo puede
individuo de aprender de la experiencia que es análoga al ser superado media:1te el estudio formativo y la experiencia
que tienen los mitos públicos como sistemas de notación y y, en cíe:t:ta medida, mediante la interpolación, entre el con-
registro en el desarrollo de los grupos. La convicción su'rge cepto de "componentes edípicos'' y los sucesos del consultorio,
solamente de la experiencia clínica en la cual aparece mate- de la descripció.n vívida y exacta de dichos sucesos. Tal des-
rial que se asemeja a los componentes edipicos, siendo los cripción pondría a prueba el talento de un escritor y por lo
componentes dispersos y de una tendencia evocativa. tanto representaría un grado de particularización inadecuada
Se puede esperar que el mito aparezca en una versión salvo para algunos pasajes breves y relativamente poco comu.
nes dentro de un análisis total.
privada. La operación sigue e1 modelo de los fragmentos en
A pesar de que mi p ropósito e.s el de aislar elementos de
2 Tales fragmentos aparecen, particularmente en el material psicÓ· la realidad de la práctica psicoanalítica y no de la teoria,
tico, en forma muy dispersa en el tiempo analítico. Uno de los pro· tengo q ue representarlos con signos y mitos que ~erten ecen
blemas al interpretax· consiste en seiialar que est.os fragmentos tempo-
l'almente dispersos están relacionados.. al dominio de la representación de abstracciones e hipótesis a
W. R. BION

alto nivel del sistema deductivo científico. Esto no debe ocultar


l
l
el hecho de que cada signo está destinado a representar fe.
nómenos que un psicoanalista puede experimentar en las se-
siones analíticas. Los signos elegidos para representar los
elementos han de ayudar en la elaboración y el pensar acerca
de la experiencia del análisis.

CAPíTULO XV

EN ES'l'E CAPÍTULO consideraré la transferencia nuevamente. Se


pueden encontrar los elementos de la transferencia en ese
a~peclo del comportamiento del paciente que revela su cono-
cimiento directo de la presencia de un objeto que no es él
mismo. Ningún aspecto de su comportamiento puede ser des-
cuidado; y deberá, evaluarse su importancia central en rela-
ción con el hecho cent:ral. Su saludo, el no saludar, las refe-
rencias al diván, o los muebles o el tiempo, todo debe ser
visto en términos de aquel aspecto que se relaciona ~on la
p:resencia de un objeto que no es él mismo; la evidencia debe
. ser considerada nuevamente cada sesión y nada debe d arse por
supuesto ya que el orden en el cual los aspectos de la mente
del paciente se presentan para la observación esta dado por el
período transcurrido en el análisis. Por ejemplo, el paciente
puede considerar al analista como una persona que debe ser
tratada como si fuera una cosa; o como una cosa hacia la
cual su actitud es animista. Si 1{1 (~) representa el estado men-
tal del analista vis a vis con el analizado, el elemento no
saturado (g) es el más importante en cada sesión.
La peculiaridad de una sesión psicoanalítica, ese asp~:.;to
que establece que es un psicoanálisis y que no pu~dc seJ; ol.ra
cosa, reside en el úso que hace el analista de todo material
98 W. R • .i'li O N EL.E:MENTOS DE PSICOANÁLISIS 99
para esdarecel' una relación K. La. interpretación transferen. era una preconcepción y conesponde.tfa a la clase rep resentada
cial es pe.cu1iar en tanto se refiere a todo material sin discri- en la hilera D.
minación~ pero es altamente selectiva en la apreciación de su
S.u pongamos no obstante que el enunciado f ue posterior
significación. El paciente comunica informacjón que tiene s~g­ a una int.expretación crítica que podría haber si do interp retada
nificación en virtud de sus propios criterios: el analista está por el paciente como una expresión de hostilidad ; p odr ía en-
limitado a aquellas interpretaciones que son una expresión de tonces ser apropiado considerarlo como desde el p unto de
relaci&n K con el paciente. No deben ser expresiones de L vista del paciente, el apareamiento de una preconcepci6n con
Ó Hw una realización.
Comúnmente el analista no pensaría e<t,amin~r una serie
No puede ser considerada dentro de la hilera H ; p odúa
de especulaciones conscientes sobre l<t naturaleza de los enun- no obstante, ser cbnectamente ¡:¡tribuido a la hilera G, pero
ciados si,mples. Pero si desea hacer ·~'los deberes" *, es decir
para que esto fuera. apropiado al analista necesitaría p oder
una meditadón extra-analítica, sobre· una sesión,. ya sea para
reunir un número de circunstancias concomitantes que lo lle -
eja:rcitar y amplificar su capacidad para la deducción intuiti:v.a, varan a suponer ~e el enunciado representa la consolidación
0 porque tiene algunas dud·a s sobre la exactitud del trabajo de una creencia 'e n una idea f:ija algo .más permane~te.
que ha. estado ~aciendo, puede referir su material dudoso a la
Consideremos ahora el eje hQrizontal. Las columnas en
tabla. Supongamos que el paciente ha d~clw "Yo sé que ús· este eje representan las funciones que les están haciendo de-
ted me· odja" : sus especulaciones podrían tomar la siguiente sempeñar al enunciado. El enunciado puede· s.e r u n p ronun-
.f orma: Aparen temente la oración es gramática y semántica- ciamiento profético, un anuncio del tema de la sesión, una
mente direc'ta pero es. menester e.x a:minarla críticamente para definición a la luz de la cual el resto d~ la sesión debe se:r
determi~ar cual de las categorías tabulares se puede aplicar. entendido. Resumiendo puede considerarse dentro de la ca te-
El contexto del enunciado, tomado juntamente con el goda representada por la columna l.
demento (~) de y; (g).; que representa el estado mental del Si parece más b ien estar dentro de la cat<;:goría de la
paciente, podrían hacer posible qQe el significado resida en columna 2, esto significaría q:ue se sabe que el ent~nciado es
que era para el paciente una expulsión disfrazada de flato: falso pero provee. al paciente cort una teoría que actuará como
en ese caso el analista evaluará la posibilidad de que fuera un una barrera defensiva contra sen.timié.ntos e i.deas que podrían
elemento Beta perte,neciente a la hilera A. ree~plaz·ado. 1

La sesión podría indicar que la fra,se estaba relacionada Si. parece estar comprendido en las columnas 3,, 4 ó 5, es
con ·u n sueño que el paciente había tenido o que era parte de nn enunciado de expio:raéión y es perfectamente compatible con
un a fantasÍa. En ese caso pertenecería a las filas 13 Ó C. la cooperacfon en la inv.e stigación analític¡¡.
E n otro contex?to podría ser más apropiado sospechar que Si :p ertenece a la columna 6 es una advertencia d e acting-
out., en la cual incluyo el 'USO del análisis mismo com o una
• En inglés. home·w ork o sea deberes escolares. [N. de la T.) .f orma de acting-out, Para ilustrar el valor de la tabla como
lOO W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS
101
un instrumento para ayudar al analista a pensar un problema , Consideren el enunciado "Sé que me odia" como aparece
analítico, es decir, como un iristrumento de notación que pro- en otra categoría; supongan que pertenece a las cateaorías que
vee uil registro de los hechos y Iin signo que pued:e sér mani- está~ dentro de. la hilera e, porque el paciente dijo que lo
pulado de una manera análoga a un número de matemáticas h~1a soñado. O podría ser parte de una fantasia 0 s ueño
contrastare A 6 y F 6 oonsíderando el significado de cada uno. diurno : en tal caso las características de las imá"'enes visuales.
As indica que el enunciado "yo sé que usted me odiau debe o quizás del mito, se destacarían. La intensifi;ación de est~
ser considerado como un elemento Beta usado como un acto. elemento va indefectiblemente a afectar los elementos expre-
Si el analista juzga que el enunciado está comprendido en sado~ por los encabezamie~tos d.e l eje horizontal de la tabla.
esta categoría, ésto solamente puede significar que la sesión Tal mterrelación está implicad~ por la tabla. Consecuente·
debe ser considerada como un acting-out más que una se- mente las columnas 1·6 tienden a representarse plásticamente
sión analítica común. Los movimientos musculares necesarios y personificarse en la manera que he sugEü·ido cuando los con-
para expresar las palabras, ya que están destinados a descar. sideré. a cada u~o de ellos como equivalente de un personaje
ga~ a la psiqtte de las acumulaciones de estímulos, deben ser del m.1to de Ed1po. Por ejemplo, si el enunciado parece ser
considerados de fundamental importancia, las palabras indican ap!op1ado en Ce cuando una interrupción en el análisis es
que el paciente tiene un sentimiento (que él aparentemente :inminente, la interrupción se relacionará con el exilio y el
considera bajo aproximadamente la mism.a forma que una per- anallsta deberá anticipar la aparición, de. otros rasaos de la
sonalidad normal consideraría un objeto concreto) que era situación Edípica. Acentúo la importancia de reconoc:r la cate-
, parte d~ su personalidad (también considerada como un ob- gor.ía. a la cual el material pertenece como un paso para
jeto concreto) que él puede ,p or su movimientos musculares antw1par Y luego reconocer los fenómenos relacionados en el
apartar y expeler. El producto final de esta maniobra es que material. Si el material se aJ·usta a la cate,.ona'
o s uno espe· e
él ha alcanzado un estado mental en el cual él ya no está raría una intensificación de la determinación con la cual la
cargado del sentimiento que el analista lo odia. Está ahora, curiosidad fue seguida: si pertenece a la categoría c2 implicaría
supuestamente, libre para sentir que el analista es su amigo. una intensificación de la resistencia ante la aparición de nuevo
Volviendo ahora !1 F 6• Si ésta es la categoría a la cual el material. Dejaré para el próximo capítulo la significación de
enunciado pertenece esto ahora significa que el paciente está la emoción expresada, "Sé que usted me odia" 1.
convencido que el analista es su enemigo. Significa además, 1 . La descri~ción que he dado no es un proceso del pensn·
en virtud de su pertenencia a la columna .6, que el paciente ya
está actuando, o está por actuar, basado en esta suposición.
El significado analítico del enunciado del paciente es muy dife-
¡ miento apropzado para el contacto
sesión analítica es una ono.rTu,
r ,.. .,..,.1·.J.,,.:J
!J.,_ ._.
real con el paciente. La
;¡,.,..,.,e;.,,.¡~ .,PL~.Lv
oe-..,...,.,,.._,...::J..,._....,V
que la observación resulte afectada por preocupaciorles del
--.,~: .;:)a
- para

rente en los dos casos; es una cuest~ón muy importante dis· tipo que mi descripción implica; el tema de este libro es nn
tinguir las dos categorías y decidir a cual de las dos pertenece
1
el enunciado. Y en la última parte del capítulo XIX donde considero
sentimientos. los
W. R. BION

csque]lla que facilite el pensar. sobre el trabaj~ analítico ~era .


de las sesiones mismas. El obJeto de tal trabaJO extra-sestonal
es el de substituir las .anotaciones trabajosas y frecuentemente
carentes de sentido por el pensamiento creador; provee práctica
análoga a las escalas y ejercicios del músicot para afinar Y
desarrollar la intuición. Es cada vez más posible llegar ins·
tantáneamente a conclusiones que son al prineipio los frutos
CAPíTULO XVI
de una intelectuaüzación trabajosa.

Los PROBLEMAS del instinto y de la emoc1on pertenecen al


cuerpo principal de la teoría psicoanalítica y deben ser con·
sidera:dos para su inclusión entre los elementos del psicoaná-
lisis tal como aparecen en la práctica psicoanalítica.
La emoción a la cual se presta especial atención debe ser
obvia para el analista, pero pasar desapercibida para el pa-
ciente; una emoción que es obvia para el paciente es gene-
ralmente dolorosamente obvia y el evitar todo dolor que sea
innecesario debe ser un objetivo en el ejercicio de la ,intuición
J analítica. Dado que la capacidad del analista para la intui-
ción le permite señalar una emoción antes de que se haga

l dolorosmente obvia esto ayudaría si nuestra búsqueda de los


elementos de las emociones estuviera dirigida a hacer que
las deducciones intuitivas resulten más fáciles. El instinto
sexual es una parte integral de la teoría psicoanalítica, pero
el elemento del sexo en~ el sentido de algo que tengo que
buscar no es el sexo sino aquello de lo cual puede deducirse
la presencia del sexo. Mas para mi prop-ósito el término
"demento" no puede ser empleado correctamente para denotar
algo que parecerá ser una propiedad de algo más fundamental
cuya presencia está denUI;lciando. En consecuencia el elemento
que elijo no es un signo de sexualidad sino un precursor de la
sexualidad. Entre los elementos que busco debe estar el pre-
cursor de la emoción, no una ro:noción misma a menos que
l()4 W. R. BION
'1 ELEMENTOS DE I"SICOAN.ÁLISIS 105
fuer á el p,rec)lrsor de algwa otra ernoc1on que no sea e!Ta
misma. Así, si el odio que el paciente está experimentando
j palabras él piensa ·que las teoría& edípicas de Freud darán
.. sustancia y orientación a su curiosidad indagatoria. Vol-
es un precursor del amor su valor como un elemento ~·eside
viend·o a .la significación de los impulsos emocionales que están
en su cálidad de un precursor del amor y no en ser odiO. Y 1 en acción en el transcurso de la experiencia analítica y el ca-

l
así para todas las demás e.'lloeiones.
m{no para su elucidación; cuando un ·pac.iente viene a la
Estoy bosquejando, en el dominie de la emoción, algo que
primera consulta sus premociones brindan información sobre
es r~miniscente de la relación entre la préconcepciÓíl Y la
sí mismo qt.Ie no encontraríamos en otros factores. De ellos
concepción.
se puede obtener alguna ideu del uso que probablemente hará
S.i Ias interpretaciones anticipan el desarrollo de .las emo· f del análisia.
ci<mes al esclarecer sus ptecursores se desprende que lo sexual J
J
El término •'premoción" tal ce:m:d yo propongo usarlo,
y otros sentimientos no deben ser considerados como elerr.en- 1
representa estadios emocionales antes que un contenido idea-
tos. El equivalente de la preconcepción es la premoci'ón. Los i cional, dejando así que el término preconcepción represente
estados emocionales observados. directamente son significativos
esto último. No disocio a la "pre-moción" de su asociación
sólo como premociones. 1 con. cierto sentido de advertencia y ansiedad. El sentimiento
De:finí a la preconcepción como nh elemento pr-opio del j de ansiedad resulta valioso para guiar ~ analista a reconocer
individuo, posiblemente no consciente; lo mismo es cierto de
la premoción.
~ ]& premoción en el material. Por lo que se puede rep.re.s entar
1 a la premoción por (Ansiedad [~]) cuando (e) es un elemento
, Por temor de que pudiera parecer confuso el empleo del
no saturado.
térmitw. prec.o ncepción como algo que se distingue de un sis-
tema deductiv·o científico, y luego es referida a una teor1a El análisis debe llevarse en torma tal que cree las condi-
anal.ltica como la preconcepción de un analista, usaré el tér- ciones que per-mitan observar las pre·mociones, conclusión
minó pre-concepción para distinguirlo de una preconcepción. ést.a que eS. compatjble con la definición de Freud de la situa-
La pre·concepción puesto que la he ubicado en la hilera D de ción analítica como aquella .en la que predomhJa una atmós·
la tabla, es un t~rrnino que representa 1,m ·estadio en el desa- fera de privación 1 .. Si no se pueden eY.perhnentar p remo-
rrollo del pensar; la preconcepción, en el sentido de Ias precon- dones resulta difíciÍ para el analista el dar una interpretación
correc~a y difíciL para el analizado el comprenderla; es probable
cepciones teóricas del analista se refiere al uso de una teoría
y por lo tanto corresponde a las columnas 3 y 4 de la t~bla. que surja el dolor innecesario al cual ya me he referido.
Por ejemplo, el analista puede tener el pálpito de que algo de La distinción entre la pre·concepción y la premoción fa-
lo cual no es totahnente con~ciente está ocu1·riendo en la sesión. ciH~.a b e:readón de u::1 sistema para pensar .sobre la práctica
Este estado p trede represe:ntarse por Ds. A medida que está analítica; no es más falsificación que la ~epa.z:ación, implícita
más seguro del desarrollo, su estado mental cambia hasta que, en el uso del término "sexo~' o '' 'temor';, de una emoción de
digamos, c.o ncibe que está snrgiendo material edípíco; su esta· otra. Freud demostró que en cier~as parálisis y anestesia his-
d~ mental está ahora representado • por G~ o G11. En otras
t Ver Capítulo IV, pág. 35.
106 W. R. BION

téricas las distribuciones correspondían a ideas de la estructur~


1
anatómica, antes que a la distribución nerviosa tal como la
conoce el amltomista. El anatomista puede usar el concepto
de mano siempt·e que no permita que su criterio sobre las
estructuras anatómicas se vuelva confuso por usarlo en inves-
tigaciones para las cuales no es apropiado. Un paciente dice
que siente miedo pero no sabe a qué tiene miedo. Nosotros
también suponemos que el hombre puede sentir temor pero no CAPíTULO XVII
sexo. ¿Cuál es el modelo que está implícito en el enunciado
que un hombre siente miedo, pero no sabe por qué? Una
posibilidad es la que deriva del modelo de sí mismo que le han
dado sus padres. Parecería sugerir que el "sentir miedo"· y "el
l Es OBVIO QUE la tabla puede ser categorizada según sus propias
categorías. Por lo que el eje horizontal puede ser descrito
saber por qué" o ''el sexo" y 40 el temor" son cosas diferentes. El 11 como una serie de definiciones de usos diversos. En tanto se
tratamiento correcto depende del criterio que tengamos de un
paciente que ha perdido todo sentimiento "en su mente". Por
analogía es importante saber cuales son las premisas en las l lo emplea para definir, el eje horizontal pertenece a las cate·
gorías de la columna l. Pero tal como es, so uso lo calificaría
para ser incluido en la hilera F. Pero supongamos que se
cuales se basa el criterio de que "el sexo" y el "miedo" o "el
sentir miedo" y ''el saber por qué" difieren. La suposición de quisiera probar el valor que tienen algunas de las sugerencias
que en este tipo de análisis se debe distinguir entre la pre- hechas en este libro; en ese caso el eje horizontal puede ser
concepción y la premoción y su implicación de que existe una considerado como una pre-concepción a la cual uno desearía
similitud entre los objetos así distinguidos me lleva a la cues- encontrarle una correspondiente realización. Como objeto de
tión que quiero formular, especialmente que la categorización la investigación sería comprendido dentro de la categoría ele
del contenido ideacional que la tabla facilita es igualmente una conjunción constante ligada, una hipótesis definitoria que
significante si se la aplica a una experiencia emocional. Por formule que ciertos elementos están en conjunción constante.
ejemplo podemos considerar que el enunciado "siento que Como objeto de una investigación ulterior será tratado de un
usted me odia" es significante por la idea que expresa. Esta modo tal que le confiera significado o ponga al descubierto
idea puede entonces ser ubicada en una de las categorías tahu· cualquier significado que pueda tener.
lares. O podemos considerar al enunciado como significante Como lo he dispuesto en la tabla, el eje h orizontal está
por ser expresión de una emoción. Por lo que la emoción (o representado por signos abstractos~ de un modo tal que como
premoción) puede ser ubicada en una de las categorías tabu- lo he dicho antes, pueda calificarse como perteneciente a una
lares. Esta cuestión será considerada en forma más detallada de las categorias de la hilera F . Pero, siguiendo 11na suge-
luego que hayamos analizado el problema de los "sentimientos" rencia implícita en la tabla, tomaré los "usos" fiel ej e h ori-
que se plantea en el Capítulo XIX. zontal y sustituiré las personificaciones, reformulándolo usí de

~ . ~ : ;r ~· ¡. . .• -4 .._______ • • - ,._ -· • -

. . 1'
108 W. R. BION

paso en términos que lo edificarían para ser c ategorizado en de los compartimentos Cl, C2 , C 3 , ele., o cualquier pon;onaj c.
e
la hilera 1 • que simbolice l-6 puede ser ubicado en todas las columnas 1-6
Podría ser conveniente sustítuir cualquier signo o símbolo en la hilera C. Por lo que Tiresiast simbolizando la columna
que elegí, por ejemplo, el signo t{l para la columna 2 . Siguien- 2, puede ahora aparecer en las colunmas l, 3, 4, 5, 6. Si se
do asi puedo completar h línea con signos y símbolos que lo usa en la columna 2 representará un símbolo que representa
tienen significado para mi y de este modo sentar las bases
para la comunicación prhada, o sea, para la comunicadón
privada conmigo mismo. En vez del signo tf; puedo usar el
signo "Smith" un nombre que conozco que tiene importancia
¡ una idea que se mantiene con el propósito de negar el surgi·
mjento de una idea más precisa pero que produce más temor.
En este caso representará la adhesión a un mito de tma fuerza
represiva., para ser usada como una fuerza represiva.

l
sólo para mí. Dado que de todos modos estas consideraciones Dado que Tiresias es un símbolo del uso representado por
tienen por finalidad ser públicas, emplearé signos que repre- la columna 2 puede parecer que sería más breve y simple decir
sentan símbolos que ya son públicos y son por lo tanto más que cualquier uso representado en las columnas 1-6 puede ser
propicias para efectuar un;l comunicación pública. Puedo ha-
j ubicado en cualquier otra columna y en la propia. Pero en

cerlo usando elementos de un mito que es conocido para el realidad no es asi: un uso no puede actuar como un uso; C2
público al cual quiero lleg,s r. Debe ser apropiado por un lado 110 puede tener significado si se lo coloca en C2 a. Pero un

a k cuestión que será simbolizada y por otro a la cultrua del símbolo que representa un modo de pensamiento, tal como
grupo al cual me dirijo. Dado que este trabajo está destinado "Tiresias"'' representa el sueño o el mito o el modelo, puede,
principalmente a los psicoanalistas usaré el mito de Ed.ipo, tal si se lo ubica en la colwnna 2, representar un sueño o pen·
como lo he indicado al final del Capítulo XV, la versión jeho- samiento mitológico usado para inhibir otro modo de pensa-
vista (la segunda en el Génesis) de la creación y la versí.)n mientos aún cuando este otro modo de pensamiento está siendo
en Génesis XI de la construcción ele la Torre y de la Ciudad usado para inhibir. Por lo tanto un sistema deductivo usado
de Babel. Ambas versiones son jehovista y antropomórficas, para inhibir la aparición de otros pensamientos puede ser él
esta última característica contrihuTe a que sea de valor para mismo inhibido por un sueño de pensamiento mitológico usado
estas consideraciones. con este propósito. Tiresias, o un símbolo privado correspon-
Dado que estoy usando un mito para mis símbolos la sus- diente, puede s~r usado para inhibir el uso de una teoría
titución es ella misma un uso artificial 2 de los elementos de cie·n tífica para inhibir pensamientos más profundos. Formu-
la hilera C antes que de los de la digamos, G o H . Puedo lando ésto en forma abstracta, en términos tabulares, se puede
elegir personajes que correspondan a las columnas separadas usar a C2 para inhibir a G 2• 3
1, 2. 3, etc., o puedo ubicar la totalidad del mito en cada uno
3 "C•" representa a un enunciado abstracto. Pero la categoría e~
1 Las sugerencias precedentes son ejemplos del u.so de la tabla está destinada .a contener pensamientos oníricos y no enundados com-
para elegir el modo de empleo pa,ra un concepto. Contrasta con el uso plejoe. e, en c. significaría _por lo tanto que c2 o lo que representa
de la tabla para encontrar la categoría para un objeto psicoanalitico j fue enóneamente categorizado, o, lo que es lo mismo, que C2 sólo
que ya ha s1do empleado, l parece ser un concepto ciet!tfC.ico p ero es urt mito.
2 Ver nota anterior.
l
~'
no W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 111
La reformulación de los usos que pueden darse al pensa. para una visión macroscópica del material anaütico. Si sólo
miento mediante la sustitución de símbolos sacados del mito se usa un componente del mi1o, en lugar de todo el mito, la
h.a expresado a los U$08 en forma tal que los ubica en la lectura de la tabla representa un instrumento que brinda una
categoría indicada por la hilera C. Por lo tanto la nueva visión del material más restringida, una visión análoga al exa-
formulación debería posibilitar el someter el enunciado refor- men microscópico. El movimiento -+ A disminuye la comple-
mulado al tratamiento o al proceso, cualquiera que éste sea, que jidad del componente representado, pero el movimiento -+ H
gobierna la transición de los elementos del eje vertical desde el lo aumenta, esto último se aproxima a un preludio de una
inmediato inferior, un proceso que l1e descrito como de creci- interpretación.
miento, positivo o negativo. Los usos, formulados en términos La tabla como representación de un instrumento que es
de_mito, hilera e,
pueden ser disminuidos en calidad sucesiva- usado por el analista al examinar al paciente es también una
mente hasta que se conviertan en objetos analíticos represen- representación del material traído por el paciente com(' un
tados por los elementos-beta de la hilera A, o pueden estar instrumento para examinar al analista. Pero si el analista exa·
estimulados a carecer de modo tal que puedan representar signos mina el material (la realización) para ver a qué categoría de
apropiados para los elementos de las h:ileras D, E, F, G y H . la tabla pertenece la represent.ación a la cual la realización se
La categorización de la cual partimos, o sea aquella que aproxima, entonces la tabla es un instrumento y no simple-
está expresada por !os signos usados para representar los osos mente su representación ü, la realización hacia la cual su aten-
que se le pueden dar a un enunciado (los números que repre- ción (Col. 4) se dirige es la realidad de la pre-concepción y la
sentan a las columnas) puede ser considerada como pertene· premoción.
ciendo a la hilera G. Los números son empleados únicamente Hasta aquí me be ocupado de las manipulaciones de los
como formas de notación. Por lo que se los puede considerar signos de la tabla. ¿Es posible decir que estas manipulaciones
como clasificables bajo la columna 3. coinciden con la dinámica de las realizaciones representadas
La sustitución de personificaciones corno símbolos por los por las lecturas de ta tabla? No hay problema en suponer que
"usos" puede ser descrito como efectuando una transición en se da el crecimiento pero, tal como se deducen en las observa-
el eje vertical desde abajo hacia arriba -desde la hilera G ciones en el consultorio, ¿se aproximan los procesos d el cre-
hasta la hilera C- una cuestión de manipulación de signos y cimiento, a las reglas de manipulación de los signos en la
distribución topográfica en la tabla. tabla? Se puede decir que los movimientos representan los
Si se ubica a todo el mito en cada uno de los comparti· resultados del crecimiento o la disminución ~no me estoy
mentes de la hílera e,
los compartimientos representan un refiriendo a la adquisición o despojo relacionados con la
4
instrumento científico primitivo para registrar el material voracidad o la envidia- pero por el momento no debe con-
analítico. Puede ser representado por F o O" un instrumento siderarse que la manipulación de símbolos representa en sí
misma al crecimiento o la disminución. Este problema se
4 Cf. Capitulo XIX. El uso del mito .de Edipo como una pre-con-
discutirá nuevamente luego de COilsiderar ul eje vertical.
cepción d estinada a aparearse con la realización parental para producir
la comprensión de la relación parental. 5 Ver Hauson, N. R.: Pattems of /Ji3c011ery, pág. 100, S (d).
·~, .
l

112 W. R. BI ON t ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 113


En la versión jehovista de la creación un rasgo del mito seleccionado para dar coherencia a los elementos una vez que
de la expulsión es e1 conflicto evidente entre la sed de saber son reintegrados en el proceso del análisis. La reintegración
y la voluntad de la divinidad. En la historia de Babel, el dios no es algo que ocurre de una vez y para siempre; en el traos·
también se opone a la voluntad de [a gente; parece estar en 1 curso de un análisis el analista ve los elementos del material
conflicto con su derecho de mantener al cielo tranquilo. En
ambos mitos el dios es antropomórfico a la manera típica de i analitico agrupados en forma :ina.p ropiada y sus jpterpretacio-
nes permiten la elucidación que posibilita la cohesión y una
las fuentes J. En el mito del Edén el dios se opone a que se
coma aquello que confiere el con ocimiento del bien y del mal:
~ nueva integración. El hecho seleccionado que da coherencia
puede ser una idea o una emoción. Del examen de las premo-
en el mito de Babel se opone al lenguaje porque el lenguaje ciones se deducirá cuales aon las emociones que dan lugar a
en común confiere a la gente la capacidad de cooperar en la
construcción de una ciuda.d y una torre, esto último facilita
j ]as integraciones y desintegraciones del paciente.

la entrada en c1 reino del dios. El castigo en el E;dén es la 1


~
t
expulsión del jardín: en la historia de Babel se destruye la in·
tegridad del lenguaje, cada fragmento se convierte en un len·
t i

guaje nuevo, reina la confusión y los distintos grupos de


lenguaje se d)spersan. El tema del exilio, común a ambas
hlstorias es visible en el exilio de Edipo. En las tres está im-
plícito el sexo. El conocimiento está relacionado con el comer
en el Edén y la moralidad en tanto ello posibilita la discrimina-
ción entre el bien y el m al. En ei mito de Babel el conoci-
miento parece referirse más bien af de tipo científico que al
moral, aunque )a posesión de dios del cielo es una cuestión
"moral".
Los elementos en cada uno de estos tres mitos guarda se-
mejanza con los elementos de los otros dos; de ellos se puede
obtener fácilmente representaciones simb.ólícas de sexualidad
oral y dU.J>ersión, un superyo represivo, vinculación a través
del lenguaje, aprendizaje y auto-conocimiento, sexualidad ge-
nital (por ejemplo, la torre y la ciudad). La diferencia en el
contenido manifiesto se debe a la forma de la narrativa me·
diante la cual se vinculan los elementos en cada historia. La
.relativa importancia de los elementos dependerá de la natu-
raleza de la exploración para la que s.o n empleados y el hecho
l CAPíTULO XVIII
.EL EJE VERTICAL {A-H), relacionado con una exposición de
carácter genético antes que sistemático, involucra una premisa
de crecimiento que depende de a) la psicomecánica, b) una
alternancia entre la particularización y la generalización (la
concretización y la abstracción) , e) sucesivas saturaciones, y
d) impulsos emocionales.
a) La relación entre los mecanismos de identificación pro-
yectiv a y la alternancia de las posiciones paranoide-esquizoide
y depresiva en K ofrece dificultades que parecen deberse a
lUla incompatibilidad. Nos podemos acercar a una solución
mediante la investigación clínica de los ataques disociadores
destructivos que transforman ~ en fragmentos que no obs-
tante retienen en su forma fragmentada una asociación entre
sí suficiente como para permi:tir la penetración de un proble-
ma. La fragmentación similar de ~ deja una asociación de
fragmentos que siguen desempeñando la función de ingestión
e introyección. La objeción a atribuir prioridad al splitting se
basa en que no otorga cualidad primaria a la alternancia entre
las posiciones paranoide-esquizoide y depresiva: sin embargo,
ambas, la identificación proyectiva ( ~ 5 ) y las posiciones
paranoide-esquizoide ~ depresiva deben ser consideradas co-
mo potencialmente primarias.
116 W. R. BI0 :-1 ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 117
b) La ''alternancja entre la particularízación y la abstrac- Introduzco la idea del crecimiento negativo como un mé-
ción" como método para describir a una teoría puede ser todo de enfoque de un aspecto del aprendizaje de la expe-
objetado porque la ''abstracción" es un término que implica riencia; no me refiero a la denudación que yo asocio con
la remoción de una cualidad de algo. Es más probable que la impulsos hostiles y destructivos tales como la envidia. La denu-
teoría armonice con las realizaciones si la formulación de u.na dación implica el empobrecimiento de la personalidad. Se pue-
abstracción o generalización aparece como el rasgo significa- de ejemplificar aquello a lo que yo me refiero con la refor-
tivo de una transacción y no como la extracción de cualidades mnlación del eje horizontal de la tabla en simbolismo mito-
de una representación conocida o su correspondiente realiza- lógico antes que en términos apropiados a un sistema deductivo
ción. La generalización (o la abstracción ) debe ser t:econo- (la hilera C antes que la hilera F o la G). Se necesita una
cida como un prQceso mediante el cual la saturación de un Cajlacidad para el crecimiento negativo en parte para revivi-
elemento no saturado se hace necesaria para consolidar el ficar u na formulación que ha perdido su significado, en parte
logro. La abstracción , o la form ulaci ón , de una generalización para establecer un vínculo al hacer público el conocjmiento
consiste el! denomit1ar l a una nueva entidad. Lo que ha sido privado , pero tal vez lo :más importante sea para log1·ar inge-
consjderado como un estado dinámico en el cual l os elementos nn idad de enfoque cuando un problema está ta11 sobrecargado
de una realización son abstraíd os selectivamente para formar de experiencia que sus contornos se han vuelto borrosos y sus
una abstracción, generalización o, en :forma aún más abstracta, posibles solu.Qiones oscuras. Una de las ventajas de la tabla
un cálculo algebraico, debiera ser considerado como el apa- consiste en q ue su uso para pensar acerca del material que
reamiento de una pre-concepción con una realización para for- surge en la práctica psicoanalítica estimula a la reconsidera-
mar una concepción y así una reformulación: la reformulación
ción de fenómenos familiares, tales como los sueños o el mate-
es una denominación de la constelación total de la pre-con-
rial edípico y sus correspondientes formulaciones teóricas psi-
cepción y la concepción para evitar la pérdida de la experien-
coaualíticas. La habilidad de un analista para conservar lo
cia por la dispersión o la desintegración de sus componentes.
eseucial de su formación psicoanalítica y experiencia y aún
El proceso conocido por abstracción está relacionado con la
así lograr una visión ingenua de su trabajo le permite des-
notación (tal como fue descrita por Freud) y la ampliación
cubrir para sí mismo y de modo propio el conocimiento que
de la memoria. Correspondería aquí el considerar con mayor
alcanzaron sus p redecesores.
detalle la idea del crecimiento positivo y negativo {Capítulo
XVII, pág. 111) . e) La t eoría implícita en la representación de una pre-
concepción p or una constante .¡; junto con un elemento no
Comparar la teoría de Ccndillac que. la ideü. s~ fija. al, ser
1
asociada con un signo o una palabra! ( Etienne Bonnet de Co:ndJllac. saturado (~) tiene sus ventajas siempre que se 1·ecuerde que
Essay en the arigin of Human Krw wledge): H ume aceren de Ia con· el signo .¡; ;i es una r epresentaci ón de una realización compleja.
junci6n constante y Freud a c~ca d el p ensar ." r esultó _inv~stid~ con
ulteriores cualidades que eran perceptibles a l a consc1enc1a solo a No con ocem os la naturaleza d el proceso de saturación ni tam-
tnvés de su ccutexión con los ¡:e¡;lo!;l ro.p.érrdcus verh4les". ( F1·eud, S.~ poco como se determina el grado de impregnación de la psjque
Two Princ~pl~s o/ ll'l'ental FurLctioning, 19U) . Los dos principios del
suceder p.nqutco. ante el estimulo de una nueva experiencia. Encuentro que es

. .. .. - - ~ ~- -------- - ----- - .... - -- . ------


118 W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 119


una representación útil hasta que se la pueda descart~r por una. cualidad de una pre-concepción; los diferent~s términos en el
mejor. eje vertical expresan diferencias en los grados de complejidad
d) A lo que ya he dicho acerca de los impulsos emocio- antes que diferencias de función. Si enunciamos lo mismo de
nales agrego la aclverte11cia de que el interés del analista debe otro nwdo podemos decir que los términos en el eje vertical
estar centrado en lo~ aspectos premonitorios de estos impulsos vaTían pero todos ti.enen el mismo uso mientras que en el eje
y que deberá tenerse presente la naturaleza política del ser horizontal todos los términos son lo mismo pero los "usos"
humano al estimar la fuerza y dirección de estas premoni- varían. La importancia de la formulación que postulo radica
ciones. Los factores determinantes aun en las manifestaciones en su uso para establecer In teoría de que todo término corno
íntimas del sexo o la agresión pueden existir fuet·a de la per.
«
perro ,,, (,.mconsc1ente
• ,, ,, - "
, sueno , ' 'mesa·.., , apa1ece cuan do se
sonalidad y dentro del grupo 2 • reconoce que un grupo d e fenómenos tiene una coherencia
Un eje vertical relacionado con una exposición genética cuyo significado se desconoce.
depende de un concepto de crecimiento; la formulación de Un objeto no es percibido y denominado "perro" porque se
este eje ha estado gobernada :fundamentalmente por la idea abstraiga la cualidad "perruna" del objeto percihid()1 Se usa
, .
e1 t ermmo ,,perro, ( ,.mcoltSClente
. • . .., " sueno
- ., , " mesa' ' , etc.
1 )
cuan-
de la pre-concepción. Hasta aquí ha servido para suponer que
las abstl-acciones y las generalizaciones son extraidas o abs· do y debido a q-ue se reconoce que un conjunto de fenómenos
traídas de un concepto ya existentes. Con aquellos pacientes están conectados aunque sean desconocidos. Se lo usa para
en los cuales los trastornos del pensamiento son marcados este evitar la dispersión de los fenómenos. Habiendo encontrado el
enfoque de las abstracciones y la generalización no explica la nombre, y en consecuencia habiendo ligado a los fenómenos,
naturaleza de sus pensamientos. El defecto está en el modelo el resto de la historia, si se lo desea, puede estar dedicad<.> a
implícito en el término "abstracción". El término que yo determinar lo que significa - lo que un perro es; el nombre
necesito deberá expresar en el dominio del psicoanálisis lo. es una invención para posibilitar el pensar y hablar acerca de
que se expresa en matemáticas cuando se dice que una fórmula, algo antes de que se conozca !o que eso es. Postular un ele-
ya descubierta, ha sid·~, y puede en un momento futuro, ser mento-alfa o una función-alfa corno yo lo he hecho, es, según
aproximada por una realización. Este significado es inherente esta teoría, simplemente una compleja extensión consciente del
al término ''pre-concepción" como es mi propósito usarlo. Es procedimiento espontáneo nonnal que siempre ha existido y es
el significado que yo quiero expresar ' en términos tales como inherente al desarrollo del lenguaje. El término "perro" o el
"generalización" y "abstracción". El sistema deductivo cien- término función-alfa surgen, uno en forma espontánea e incons-
tífico (G) y el ~álculo (H) pueden también compartir la ciente, el otro por premeditación y artificio, porque los fenó-
menos carecen de significado y necesitan ser ligados de modo
2 Freud, S . : lrtstinctis and Their Vicissitude.s. (Versi6n castellana:
tal que sea posible pensar acerca de ellos. Una vez que se
"Los Instintos y sus Destinos", en lVIetapsicología, B1lenos Aires, Ed.
Rueda, Obr{ls Completas, tomo IX, 1953.) los ha denominado evitando así la dispersión, puede comcnz~r
8 Ver Capítulo I. la acumulación de significado. La facilidad y espontaneidad

~ 1 \>o'lli..: ~ .... . ., ,.'""" "'" ·:.• •• .~~.::.~- - ;IH"-~----~-------------------- -- ...Jo...:


' . .
ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 121
120 W. R. BlON
idea de lo concreto. El término "perro" y todos los otros tér-
con que esto puedt! ocurrir está ilustrado por la observación 4 minos que aparentemente poseen un significado definido, de-
de que los intentos de inventar un término desprovisto de una ben corlsiderarse corno sin significado hasta que lo adquieran
penumbra de asociaciones que distorsionen fracasa ante la ve- a tra''és del acrecentamiento de experiencia. La teoría de que
locidad con la que dicho término sin significado recoge un dichos términos deben ser considerados como fenómenos de
significado. Resumiendo: la pre-concepción necesita su reali- ligamiento contribuye a disipar las contradicciones inherentes a
zación para producir una concepción: el término "perro" ne- la teoría de que una abstracción es algo que se ha sacado de
cesita de un perro real para darle significado. El cálculo al- algo. La postulación de Hume de la conjunción constante es
gebraico necesita una realización para aproximarse al signifi- 'Perfectamente compatible con una. teO:TÍa de que el término
cado. De este mono los matemáticos que sostienen que las '"perro" surge pa:r:a ser un signo de que ciertos fenómenos dis-
matemáticas no tiene significado están justificados. Las fór- continuos y previamente incoherentes están en conjunción cons-
mulas matemáticas son análogas a las pre-concepciones, tal eomo tante. No surge ninguna dificultad si se mantiene a este hecho
yo empleo el término, y necesitan que una realización se les claramente separado de toda idea de que el térmi1o implica
aproxime antes de que se pueda decir que tienen significado. que los elementos están en conjunción constante. Da génesis
La tabla misma tal como lo he bosquejado aquí, comparte las del término "perro" queda por lo tanto· adecuadamente expli-
cualidades que atribuyo a la pre-concepción. cada como un producto de mecanismo PS Dep. P ero
Se observa que esta teoría del nombre como aquello que sólo una vez que el término ''perro" ha servido para señalar y
impide que los fenómenos se dispersen de modo tal que puedan perpetuar la conjunción puepe surgir la cuestión del significa-
funcionar como una pre-concepción no está de acuerdo con do. Puede enunciarse así: "Estos fenómenos están en conjun·
la teoría, que ya he usado, que sostiene que la geometría Eucli- ción constante. Registro este hecho y ligo a los fenómenos
diana, por ejemplo, es abstraída de la realización del espacio y entre si de modo tal que permanezcan en conjunción cons-
por lo tanto tiene su realización en el espacio. La teoría de la tante a través del signo 'perro'. Ahora _!;{Ue he ligado los fe-
pre-concepción que estoy formulando erige una readaptación nómenos puedo intentar averiguar lo que su conjunción cons-
de nuestros criterios de concretización, particularización y ele- tante significa. Así llegaremos al significado del término
mentos-beta. El término "pre-con~epción" es ambiguo porque 'perro'".
denota a un instrumento, la ftinción P.ara la que existe y el El mecanismo ~ ~ entra en juego y el producto de su ope·
uso al que se le puede dar; estos dos últimos pueden por su- ración es el significado.
puesto ser lo mismo. La naturaleza de la relación entre PS < > Dep. y
~ 0 es de este modo clariÍiéacia en parte. De la operac¡on
El enfcque genético de una abstracción difiere de la con-
cepcwn de una abstracción como nna representación de algo PS < ) Dep. depende el delineamiento del obj eto total: de la
que ha sido sacado de algo. Es necesario readaptar nuestra operación exitosa de 3 9 depende el significado del objeto
total
4 Popper, K. R.: La ló{;ica de la investigación cienti.fica. Ed. Tecno-
l ógica. Estructura y Función, Madrid. ·

' - ~ ~----·--·- -·- _ ..............__


j

CAPfTlJLO X IX
LA ELECCIÓN de los ejes. puede pare<::er arbitraria si no se dan
mayores razones; ella. part.e de la. situación analítica misma.
La actividad del paciente que mas se evidencia en el aná-
lisis es el pensar. El analista pt,tede ver el uso que hace de la
süuadón anali~ica. Puede ped'ir ayuda, explotar las posibili-
dades de cruelda·d con el analista, buscar una salida para el
a:mor y la generosidad, etc. Esto puede h.a cerlo pensando en
silencio, hablándole al analista, pensando en voz alta y ocasio-
nalmente mediante la acción. Hace enunciados dasificables
bajo los encabezamientos del eje vertical A-H. La información
disponible. para la comun'icaci6n es seleccionada, retenida, o
expresada según el uso que le quiera dar. Dado que esto es
así, se puede estimar la importancia del contt.mido de la comu-
nl:caci.ón según .e l uso, sólo une d~ los rasgos de la contribu- ¡1
dón del paciente, ;pero es tm rasgo que es continuamente sig-
nificante y mereee por lo tanto atención, singularización y
prominencia como el eje 1-6 de la tabla.
1 1
Ppesto que el autoconocimiento es un objetivo del proce-
dimiento psicoanalítico, el equipo para lograr. el conocimiento,
1
la :función y el aparato de la pre·éoncepción, debe ser corres-
pondientemente importante. El crechni:ento y una capacidad
para el crecimiento son iguftlmente .fundamentales. El eje ver-

~ ~- ~":.ti•~---------· - . . ~---..:_......
. . . . .- . 1 ••

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'
' ' - ..._ _ ..,_ _

'
W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 125
t•ei<l (A-H) representa las etapas del crecimiento y la función con el m:ito edípico. Cuando la cuestión es la capacidad para
de la pre-concepdón. el pensamiento esto también es válido para los mitos de Edén
La representación de un proceso, tal como la continuadón y Babel. Por consiguiente, los analistas deben considerar que
del crecimiento, por los encabezamientos A-H de la impresión el material edípico puede posiblemente ser evidenciada de un
equívoca de entidades discontinuas, nítidas; por falta de evi- primitivo aparato de la pre-concepción y por lo tanto poseer
dencia, se supone que la transición de una a la otra probable- una importancia adicional a la que ya tiene en la teoría clá.
mente sea gradual. sica. Estoy postulando un precursor de la situación edípica no
La elección del mito de Edipo como un reservorio del cual en el sentido que dicho término puede tener en ias considera·
extraer símbolos para reemplazar e! eje horizontal (l-6) me ciones de Melanie Klein de Estadios Tempranos del Conflicto
permite ilustrar un rasgo del mito como una pre-concepción. Edípico (1928) (Bs. As., "Contribuciones al Psicoanálisis",
El mito de Edipo puede ser cons~derado como un instrumento Honné, 1964), sino como algo que corresponde al yo como
que sirvió a Freud en su descubrimiento del psicoanálisis y el parte de su aparato para el contacto con la realidad. Para
psicoanálisis como un instrumento que. posibilitó a Freud des- abreviar, postulo una versión elemento-alfa de un mito de Edi-
Cl.lbrir el complejo de Edipo. Me ocuparé ahora del papel des- po privado que es el medio, la pre-concepción, gracias al cual
empeñado por el mito, o sus equivalentes los. elementos-alfa el lactante es capaz de establecer contacto con los padres tal
y beta, en el crecimiento de la psique. como existen en el mundo de la realidad. El apareamiento de
El mito puede ser considerado como una forma primitiva esta pre-concepción edípica elemento-alfa con la r ealización de
de la pre-concepción y una etapa en la pubHcación, o sea, en los padres reales da lugar a la concepción de los padres.
la comunicación del conocÍluiento privado del individuo a su Si debido a envidia, voracidad, sadistl}o u otra causa, el
grupo. Toda teoria científica debe en última instancia estar lactante no puede tolerar la relación parental y la ataca en
representada por un medio que facilite la publicación. Los forma destructiva, según Melanie Klein, la personalidad que
procesos según los cuales se comunica el conocimiento privado ataca resulta ella misma fragmentada debido a la violencia de
dentro del individuo no están claros y su elucidación depende los ataques fragmentadores. Enunciando esta teoría en térmi-
de los avances que los analistas deb,en todavía realizar. El sue- nos de la pre-con~epción edípica: la carga emocional de la
ño tiene un significado nuevo si se lo considera como un mito pre-concepción edipica· eleme)nto-alfa privada es tal que des-
privado. El material edípico en un sueño requiere la aceptada truye a la pre-concepción edípica misma. Como resultado de
teoría clásica que pone de manifiesto la situación edípica tal éste el lactante pierde el aparato esencial para alcanzar una
como la da el inconsciente bajo el impacto cle la investigación concepción de la retación parental y en consecuencia para la
analítica, pero en ciertos casos este material debe también ser resolución de los problemas edípicos; no es que no pueda re-
considerado como una evidencia de un mecanismo primitivo de solver esos problemas sino que nunca los aborda.
la pre-concepción, una versión privada de lo que más tarde se La importancia de esto en la práctica consiste en que ptules
hace públicamente comunicable a t~avés de su correspondencia que parecen ser material edípico deben ser tratadas con cnute-

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126 W. R. D t ON ELDlENTOS DE PSICOANÁLISIS 127

la. Si la evidencia se relaciort<l con un Jaño al Yo, la destruc- · CIOn, análoga a la de la formulación matemática, de fijar la

ción de la pre-concepción y en consecuencia de la capacidad conjunción constante que representaba. En este sentido la fi·
para pre-concebir, las interpretaciones basadas en lá suposidón jaci6n de los elementQs que dan coherencia es igual al aparea·
de que material edipico fragmentado es evidencia de un objeto miento de la preconcepción con la realización para producir
destruido serán sólo parcialmente exitosas. Se deberá orientar una con~epción. Debemos ahora considerar el proceso por el
la investigación hacia la diferenciación entre los elementos deJ cual el nombre atumula significado a través de la operación
mat~rial edípico de aquellos que son fragmentos de la pre- de ~ ~.
concepción edipica y los que son frag-mentos de la situación Y a he considerado el rol desempeñado por el modelo del
edípica fragmentada. Puesto que la experiencia de aprendizaje canal alimentario en la comprensión del pensar. Si se introduce
ue la cual el paciente es de este modo privado, es la de la rela- un cambio de énfasis en nuestro examen de los :fenómenos
ción parental, la importa~cia que tienen en el desarrollo del representados por el eje vertical (A-H) de la tabla, ello con-
paciente Y en un re~ultado exitoso del análisis que dependen tribuiría a un análisis más detallado de los mecanismos y diná-
de la resolución del complejo edípico, resulta seriamente afec- mica involucrados en el desarrollo del significado. Representa-
tada. ré este cambio de énfasi~ usando el término "sentimiento" en
Dejo el desarrollo de este tema para considerarlo en un lugar del término "pensar". Esta sustitución se basa en el uso
futuro en el que espero mostrar con mayor detalle la forma de frecuente, en la práctica analiticn, de frases tales como "Siento
usar la tabla pa1·a penetrar en una percepción y comprensión que tuve un sueño anoche", o, "Siento que usted me odia", o
más clara del material clínico. La naturaleza de los elementos "Siento que voy <i tener una crisis". Dichas locuciones impli·
está d_e terminada por su posición en relación a los dos ejes can una experiencia emocional y son por lo tanto más apro·
(1.6) y (A-H). piadas para mi propósito que la austera implicación de "Pien-
Lo que puede llamarse la psicomecánica del pensar, repre- .so ... ,. Las comunicaciones introducidas por términos tales
sentado por la interrelación entre ~ y- $ y entre las posiciones como "Siento ... " son frecuentemente métodos de expresar emo·
paranoide-esquizoide y depresiva (PS < ) Dep. y hecho se- ciones o premociones. Es en su función de expresiones de
leccionado) provee el vinculo entre hilera e hilera. emoción que deseo considerar estos fenómenos. Propongo no
modificar la tabla; las categorías representadas por las coorde-
Al comienzo de este capítulo se dieron algunas razones para
la elección de los "usos" del eje l-6. En el eje genético a nadas de la tabla se pueden aplicar igualmente a "Pienso ... "
los psicomecanismos representados por Ps < ) D y ~ ~ les y "pensamientos, como a "Siento ... " y "sentimientos". Para
indicar el énfasif$ en el contenido emocio'rJal hablaré del "sen·
fueron acordados una importancia que exige ulterior conside-
tir" y no del "pensar\ pero la tabla no se modificará para la
ración. Al final del capítulo XVIII dije que cuando mediante la
categorización de "pensamientos" y "sentimientos".
operación PS < > S se descubría que elementos que hasta ese
momento estaban desconectados eran coherentes, su conexión Considerando los enunciados cuyo desarrollo está represen-
quedaba fijada por la nominación. El nombre tenía una fun- tado por el eje vertical {A-H) como expresiones de sentimien·
W. R. BION ELEMENTOS DE PSICOAN.tLISIS 129

1 '• el mecanismo ~ <S mediante el cual se efectúa el cambio· Dado que podemos usar las categorías de la tabla para
de una hilera de la tabla a otr~ puede ser representado por representar sentimientos, gran parte dependerá del contexto
otros m odelos que no sean el q ue nos brinda el tracto digesti- analítico en el cual los enunciados son ·emitidos. El analista
vo. Entre ellos los más sugestivos son: l) el sistema respirato· . debe decidir si la idea expresada tiene el propósito de ser un
rio. con el que está vinculado el sistema olfatorio; 2) el sistema instrumento mediante el cual se comunican sentimientos o si
auditivo, con el que se vinculan transfonnaciones tales como los sentimientos son secundarios a la idea. Pueden perderse
mus tea < > ruido, y 3) el sistema visual. Cada uno de ellos muchas expresiones sutiles de sentimiento si 1as ideas mediante
brinda modelos para el mecanismo ~ ~ que representa la iden· las cuales se las expresa son. consideradas, en forma equivoca-
tifícación proyectiva tal como es empleada para los propósitos da, como el t ema principal de la comunicación. La facilidad
en K. El sentido del tacto es generalmente empleado como an- con la cual matices sutiles de sentimiento pueden ser expresa-
tídoto para la confusión gue puede ser concomitante al empleo dos hace que la comunicación de lo que parecen ser ideas sea
de ~ ~ . Su uso para establecer la confianza obteni.da del sen- un vehículo ideal para la comunicación de las premociones ;
tir que hay una barrera entre dos sujetos, un límite que está según esto se examinaran las "ideas".
ausente en la relación continente < > c ontenido caracterís- Si las categorías de la tabla son tan apropiadas para los
tico de los modelos 1). 2). 3), produce el efecto paradójico ''sentimientos" como para las ''ideas", debiera existir una con-
de que la más cercana relación topográfica implícita por el t raparte emocional de elementos-beta. Dentro del campo limi-
contacto táctil, es menos íntimo, por lo tanto menos confuso, tado al cual lo he circunscripto hasta aquí sugerí que el tér-
que la relación más distante implícita en los modelos 1), 2) y mino ~'elementos-beta" debería ser usado para cubrir e.l área
3) 1 • Vale la pena señalar que las manifestaciones clínicas del de los fenómenos tales como los "pensamientos" que algunos
asma tienen psicoanalíticamente más significado sí se reconoce pacientes psicóticos consideran como indiíerenciados de las ''co-
su relación con el modelo respiratorio para pensar-sentir.. sas". En el dominio de los sentimientos y aquellos aspectos
Se p ueden reformular nuevamente los criterios acerca del del pensamiento en los cuales predominan los sentimientos, el
pensar y el sentir enunciados en términos apropiados para la término "elementos-beta" debiera ampliarse para comprender
hilera G, usando est,o s modelos del tracto digestivo, sistema res- los fenómenos análogos. No estoy seguro de lo que estos fe-
piratorio, sistema auditivo y sistema visual en términos que nómenos análogos son, si es que existen. Pero los mismos
.
pacientes que cons1. deran a 1os " pensamientos
. " como " cosas,,
corresponden a la hilera e y viceversa.
presentan todas las evidencias de considerar lo que yo estoy
El mecanismo PS < i) D conjuntamente con el mecanis-
psicoanalíticamente acostumbrado a llamar fantasras como "he-
mo ~ $ es por lo tanto responsable del crecimiento de la pre-
chos". P or lo que sugiero en forma provisoria que las cate-
concepción ya sea orientada hacia la ingenuidad o la com-
gorías elemento-beta de la tabla no se desechen de antemano
plejidad.
como no ex1stentes, sino que se p iense en ellas, dentro del
1 Un paciente psicótico puede tener una relación sexual genital
dominio de las expresiones de sentimiento, como conectadas
sin confus.ión pero 1), 2) y 3) lo confundirían mucho. con fan tasías que se viven como indiferenciadas de los hechos.
í
130 W. R. BION

Estas fantasias que son indiferenciadas de los hechos deben ·


ser consideradas como la contraparte emocional de los "pensa-
mientos" elemento-beta, que son indiferenciados de las ''cosas".
En otras palabras, las categoría elemento-beta de la tablá de-
hieran ser consideradas como representaciones a las cuales
alguna realización, descubierta psicoanalíticamente, puede apro-
ximar.
CAPíTULO XX
ANTES Dl!: .RESUMIR los tem.as principales de este libro, debo
aclarar qne la tabla, aunque genéticamente relacionada con va-
rias .teorías analíticas, difiere del objeto que el término "teo-
tla;' generalmente representa. Su naturaleza queda mejor se-
ñalada si se la describe como una convención para construir
fenómenos psicoanalíticos 1 • Pero sj el analista usa esta con-
vención cuenta con una pre-con~epción de la cual la tabla, im-
presa o escrita, es una representación. Así el estado mental del
analista, que se aproxima a la representación, la tabla impresa
o escrita, puede ser clasificado bajo una de las categorías ta-
bulares según el uso q~e se le está dando y la posición que
ocupa en el desarrollo genético del .equipo científico del ana-
lista. Dado que la tabla y Iaa teorias asociadas pueden ser
usados para cualquier motivo que el analista elija, podrá ser
usada para mantener el conocimiento a cierta distancia (co-
lumna 2) así como para también promoverlo (columnas 1, 3 ,
4, 5, etc.) Del mismo modo, ya que el uso de la tabla significa
que el analista tiene una pre-concepción, es posih!e categorizar
su uso en Íorma más precisa si empleamos el eje vertical para
este propósito y consideramos la cat~goría tabular apropiada
en la hilera D. Si, luego, el ·lector no quiere que su estado
mental resulte perturbado, .no empleará la tabla o la usará
''
1 Obsérvese las Ct)nsideraciones al comienzo del Capítulo XVII
11 1

ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 133


132 W. R. BION
ciente, el analista puede ubicar el epunciado en una categoría
como un medio ,p ara expresar sentimientos que pueden ser
que, a la luz del conocimiento posterior, piensa pertenecer. Tal
representados por D.2. Si por el contrario está dispuesto a
meditación está relacionada con la notación y la memoria. Es
emplear la tabla para una ulterior investigación, la estará erri-
semejante a. registrar lo que tuvo lugar y es un ej emplo de
pleando como un medio paTa expresar sentimientos y pensa-
uso de la tabla y las teorías que representa a los propósitos
mientos que pueden ser repi·esentados por D (o, según el grado
de la notación. Aún si el analista no deja sentado su trabajo
de compLejidad que sustente F (o G) 4.
en el papel está haciendo algo que grabará el episodio en su
Me doy cuenta que la tabla no sólo puede, sino que debe
memoria.
ser mejorada. He pensado que la columna 2 podzía ser susti-
tuida por un sentido negativo imp.Útido al eje horizontal. Es 2. El analista puede ubicarlo en forma especulativa en
plausible y concordaría con agradable similitud con el sistema cualquier categoría tabular que elija. Puede luego orientar sus
de las coordenadas cartesiánas, tal como son usadas en el des- especulaciones considerando cuáles serian las implicaciones si
arrollo de l.a geometría algebraica. Además, algunas dificulta- en realidad el enunciado perteneciese a la categoría en la cual
des se sii:n_plificarian si 1 en lugar del ordenamiento presente, el lo ha ubkado en forma provisoria y especulativa. Esto signifi-
eje horizontal se leyera ca que ha "ligado" varios elementos y puede proceder a descu-
bl"ir el significado de su supuesta unión. I.a tabla contribuye
-(n), - (n-1} ... -5, --4, -3, -2, - 1,
a orientar sus especulaciones.
1, 2, 3, 4, 5, . . . (n·l) (n)
3. En el transcurso de 1 y 2 considerará la posibilidad de
la columna 2 representando lo que, en la tabla actual, repre-
otras categorías en las cuales el enunciado podría ser ubicado
senta la columna 3. Luego se podría decir que los "usos"
con propiedad. Tal actividad es un estimulante para la capa·
1 ~ ) n pueden ser usados en forma negativa, como una
cidad de atención del analista.
barrera ante lo desconocido o conocido pero que no gusta.
Peto mi interés principal es el de. delinear los usos a los cuales 4. El analista puede examinar sus interpretaciones some-
¡;;e pone los fenómenos representados por el eje vertical y no tiéndolas a un p rocedimiento semejante al que ha sometido las
el de embarcarme en las complejidades de los "usos" que se asociaciones del paciente en 1, 3 y 4.
pueden dar a los "usos'', considerando esto último corno una 5. El analista puede ubicar la asociación -y su interpreta-
extensión que es mejor dejar para la investigación clínica. ción real, o propuesta, en las categorías apropiadas y así exa·
Consideraré nuevamente l~ usos de la tabla. Este resumen minar la pareja, asociación e interpretación. De este modo
no pretende ser exhaustivo. puede comparar y examinar no la relación de la asociación
con la interpretación, sino de la categoría de la asociación con
A. Revisión meditativa. l. Supongamos que al final del
la categoría de la interpretación. Así se contará con una base
dia de trabajo el analista quiere revisar algún aspecto de su
para la investigación .del valor de desarrollo de la interpreta-
trabajo sobre el cu al tie:ne dudas. Supongamos también q!le la
ción y asociacion según la naturaleza de la relación de sus
preocupación se centra en alguna frase del paciente. Recordan-
categorías.
do la sesión, el contexto del enunciado, la entonación del pa-
134 W. R. BI ON E LEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 135
6. El analista puede tomar enunciados que están en con. · En el capítulo Ill sugerí que el objeto psicoanalítico tenía
flicto en las asociaciones del pacientes, ubicarlos según sus tres "dimensiones'', sensorial, mitológica y la de la teoría ana-
respectivas categorías tabulares y luego examinar la naturaleza lítica. Traduciel)do esto en términos de las categorías tabula·
del conflicto mediante una comparacion _de las categorías de res todo objeto analítico antes de calificarse como tal debe
los enunciados en r:onflicto. Será posible entonces ver en qué evidenciar rasgos categorizados en las hileras B, C y G. Un
contribuye al conflicto, la naturaleza de las categorías de los objeto analítico no es lo mismo que un elemento pero "e lo
en unciados en conflicto. puede considerar como teniendo una relación con un elemento
análogo al que existe entre una m oléculas y un átomo. El
B. El juego píscoanalitico. En A. he p ropuesto usos para
objeto analítico no es necesariamente una interpretación, aun-
la tabla estrechamente aso~jados con experiencias analítica~
que una interpretación es un objeto analítico. Una interpreta-
reales. La tabla puede, n o obstante, ser usada en forma pro-
ción debe basarse en la evidencia de obJetos analíticos y es
vechosa en un tipo de artificio analítico en el cual el elemento
de la experiencia es mucho menos predominante. Tal ejercicio
en sí misma un objeto analítico compuesto de objetos analí-
ticos. El objeto analítico surge com o" el resultado de la ope-
imaginativo está más próximo a la activid ad del músico q ue
ración en el observador de PS < > D y ~ t . Para el
p ractica escalas y ej ercicios, que no están directamente rela-
observador analítico el material debe aparecer como una can-
cionados con una pieza musical, sino ~ue con los elem entos de
tidad de partículas disueltas *, desconectadas y no coherentes
los cuales toda pieza musical está compuesta. Esto me retro-
trae· a l os elementos del psicoanálisis y su elucidación. Defino
(PS < > D). El paciente puede estar describiendo un sue·
ño, al que sigue el relato de alguna dificultad en la familia de
los elementos del psicoanálisis como aquellos fenómenos cuyos
sus padres. El relato puede ·dorar t res o cuatro minutos más.
aspectos diversos pueden considerarse, pertenecen a las catego·
La coherencia que estos hechos tiene en la mente del paciente
rías tabulares aun cuando algunas categorías deben por el mo-
n o debe ser problema del analista. Su problema --lo describo
mento permanecer vacías.
en etapas- consiste en no tener en cuenta tal coherencia de
Dichos fenómenos son:
m odo tal que se enfrente con la no coherencia y experimente
a} Las ideas como son descritas en los capítulos !-XVIII. incomprensión ante lo que le es presentado. Su propio análisis
b) Los sentimientos como sou descrit os en el capítulo X IX, debió haberle permitido tolerar esta experiencia emocional aun-
incluyendo el dolor. que involucra sentimientos de duda y tal vez h asta de p erse·
e ) Asociación e Interpretación. cución. Este estado debe persistir, posiblemente por un período 11
corto p ero probablemente se extienda h asta que s.urja una nue-
d) La pareja (asociaci ón e interpretación ) .
~
1111
va coherencia; en este punto ha alcanzado--')> D, el estado aná·
e) P ares en conflicto (uso el término "par " para dejar el Iogo a la nominación o "ligadura" como lo he descrito . A
término ''pareja'' disponible para los fenómenos de d) partir de este punto sus propios procesos pueden ser repre·
arriba). 11 . 1
• "Discr eto": término matemático que significa ..no continuo".
f) Los dos ejes de la tabla ( co,mo casos especiales).
[N. de la T. 1
1
11
W, R. BJON ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 137

sentados por ~ 6 - el desarrollo del significado. Ha sido he tomado el rnito en la categoría D 2 representa un sentimien·
necesario hacer esta descripción algo esquemática de la activi· to de presentimiento y es una premoción de una clase especial
dad mental del analista para introducir una discusión de ciertas empleada para excluir algo. (Incidentalmente la totalidad de
anomalías evidentes que retomo ahora. Tomaré el enunciado las. consideraciones .precedentes pueden ser tomadas como un
que he hecho (Cap. XVII) de que todo el mito de Edipo puede ejemplo del uso de la tabla para un ejercicio destinado a des·
ser ubicado en una sola categoría, o alternativamente, que par· arrollar una intuición y la capacidad, para la discriminación
tes del mito puede ocupar un solo compartir.rtiento en la tabla. clínica). Para concluir: lo!'! elementos del psicoanálisis son ideas
Puede parecer que esto no es compatible con la distinción que y sentimientos tal como son representados por su encuadre e~
he hecho entre un objeto psicoanalítico y un elemento del psi- una sola categoría tabular; los objetos psiC(lanalíticos son aso-
coanálisis. La anomalía desaparece sin embargo si se nota que, ciaciones e interpretaciones c on extensiones en el dominio de
en el contexto en el cual el mito es mencionado, es la represen· los sentido, el mito y la pasión (ver Cap. III ), que neces:itart
tación m ás breve y compacta que puede idearse para expresar, de tres categorías tabulares para su repre.sentación. Se des-
digamos, cierto sentido de presentimiento de una cualidad prende que las clases a·f arriba mencionadas son elementos sólo
part]cular. En este caso la importancia del mito reside en que si pertenece.n a una sola categoría tabular. La importancia
r epresenta un sentimiento y como tal su lugar en una categoría práctica de esto radica en que si son elementos, a pesar de
tabular denota un elemento psicoanalítico. Considerado con parecer lo contrarjo, es necesario saber de qué obj eto psicoana-
otros elementos psicoanaliticos similares el mito y los otros ele- lítico son parte.
mentos forman el campo de elementos nó coherentes en los cua-
les se espera surja el hecho seleccionado que da coherencia
y conecta lo hasta ese momento no coherente y desconectado.
Así, "nominado", "ligado", el objeto psicoanalítico ha emergi-
do, y nos resta por discernir su sign:i.fi.cado. Este mito, verbal-
mente igual puede luego · set· un objeto psicoanalitico que es
instrumental al dar significado a la totalidad de los elementos,
uno de los c-uales fue el sentimiento representado por el mito
en su categoría tabular. La interpretación correcta de este
modo dependerá de que el analista sea capaz, por virtud de la
tabla, al observar que los enunciados verbalmente idénticos soD 11
psicoanalíticamente diferentes. Para reiterarlo, un enunciado 1

verbal, que se ha observado tiene aspectos que pertenecen a


las hileras B, C y G, representa un objeto psicoanalítico. Un
enunciado verbalmel)-te idéntico que se ctmsidera pertenece, di-
gamos a D 2 es un elemento psicoan~litico . En el ejemplo que

" : . . "' -~--~~~~~......_·- -


. -- ------· ··-- · ·--- ·-
. .
lNDICE Al.'lALlTICO

y G~ comparadas, 47
Abstracción
y conjunción constante, 120-21
concepto, reconsideraci.ón,, 119·20
formulado y no abstraída, 116
formulación, para representar una realización, 17
Acción,
corno modelo para una clase de enunciado por parte del analista
o el paciente, 40
Aislamiento,
y privación en la sesión analitica, 34
Alucinación
y perspectiva revertida, 85
Anotaciom::s,
frecueotemente fatigosa$ y sin sentido, 102
Asma
y model o respiratorio para el pensar, 128
Asociaciones.
comparadas con la interpretación a la luz de las categorías tabu·
lares, 133
Atención.,
corr<'!spondenda e:on et ensu~ño, S9
interpretaciones como representación de la, 39
Braithwaite, R. B.
"La Explicación Cient.ífica", Ed. Teenos, Madrid, 46.
Cálculos,
como üna etapa en la exposici6n genética del pensamiento, 46
¡r~

W. 11. O I ON ELEMENTOS DE PSICOANÁLISIS 141


1

Cateqorlas, Decisión
de las teoría:~ empleada.!' por los analistas, 3(·40 e introspección, 37
en relación con las categorías de los "usos" .de los pensamientos, 41 Definición,
Clasificaciones genéticas, como una clase de inter pretación, 38
de los procesos de pensamiento, 4346 Dt!n.udación,
Columna 2, en contraste con ei crecimiento n egat ivo, 117
bajo la cual no están comprendidas las interpretaciones del a na· Depresión,
lista, 53 perseguido por y viceversa, 63
representando negac1on, 38 Dimen-siones,
Comunicación. verbal, de los elementos y objetos psicoanalíticos, Cap. 3, 135
contrastes con la incoherencia, 62 Dispersión,
Concepción, Y destrucción .de la pre·concepción ed:ípica y las consecuencias, 126
como etapa entre la p¡·e-concepción y el concepto en el desarrollo Dolor,
del pensamiento, 45 como elemento, 8.8
Conceptos, ¿estarían los sueños compuestos de, antes que de imágenes vi·
conectados con hipótesis en un sistema deductivo científico, 45 suales?, 44
severidad d e y perspectiva reversible, 83
Continente,
Edipo,
y contenido, 19
y la arrogancia,
y contenido r epresentados por 9 ~ , 54
E¡e horizontal,
y contenido r esponsables de lo!; desarrollos de A a H. 57
d e la tabla, justificación, 123
y el temor a morir, 47-48
de la tabla, visualización, 65
¿un elemento del psicoanálisis, o un componente en un sistema de
Eje sistemático,
elementol!?, 25
transformaci_ón de 1-6 en conexión con el placer y el dele:::, 53
~ ~ y Ps. D, 67
Ejercicios,
~ 8 modelos p8l'a, 127-128 necesidad de la tabla para promover el af inamiento de la in·
introyectado, mo~elo de, 54
tuición, 102
Contratra~feren cía,
Eje vertical,
su participación en l a negación. 38 de la tabla, y crecimiento, 118
Correlación, de la tabla, justificación, 124
de los sentidos, 28 Elemento,
Cosas, Hgado por combinación a otros elementos, 71
y pensanúentos equiparados, 22 ~ ~ y la identificación proyectíva, 19
Crecimiento Ps. ~ D y las posiciones parauoid~:-esquizoide y depresiva. 20
y dolor, 88 representado por su instalación en una sola categoría tabular, 137
observación del, 88 no saturada (e) , 45
Curiosidad, Elementos-alfa,
status, 71 en un agrupamiento genético de enunciado, 43
Datos Empíricos. Elementos-beta,
descripción insatisfactoria de, 17 y definición, 47
W. R. n1ON ELEM ENTOS DE PSICOANÁLISIS 143
su cohesi6!l para fomuu 9 ,{ , t'i ~ Fnnciones de la personalidad,
sü evaluación difer ent11 dt< In lli:Hil l' r "liT" 1 """lllcJ¡,, 11;¡ uso del término, 27
e.n un agrupnmi,nt•• ~wnl • t." •l• 11 He en.o seleccionado,
su posibih•h•tl rn rl 11• tlllt,l. •l descripto por Poincaré, H, 63
p uede ser una idea o una emoción, 112
Hume,
"A Treatise of Human Nature", 21 (Nota al pie 12)
l.
n ln lllltlltloción de, 78 susceptible de ser $ para ~ y \liceversa, 55
y pensamiento, 20
19-23 la t abla usada para la totalidad o parte de, 51
11•• • f''l:prr-"*1\r worías psicoanalíticas, 18 en relación a las clases de interpretaciones, 41
en relación a los elementos-beta, 47
• <ltt q ul; apa rece en el análisis, 25 ldentificaciim proyectiva,
y ~ ~. 54
1 •linBw.
y modelos de sonido, 62
7 • 1"' lmlmno, 89
y Ps. ~ D, 65
f'U Ífl.lllll , 71
eu relación a los elenientos-beta, 47
q u" esrimula la curiosidad, 74
ldeocrama,
l.tliJ!If~.
sus defectos comparables a los defectos de la teoría analítica, 18
del d esarrollo .del eje del pensamiento en la expresión genética, 46- lmpulJo,
Euidencia, y satisfacción, 21
no disponible pa.r a apoyar la realidad de los elementos alfa y beta, 44 Impresiones sensoriales,
Fantasías, de acuerdo con, contratadas con el desacuerdo sobre interpretación, 79
en la psicosis son como los h echos tal como los ..pensamientos" son 1ngenuidad,
"cosas", 129
de enfoque, ll7
Freud, S .,
ln.stinto.s de 1.'ida,
''Los dos principios del suceder psíquico", 21
e instintos .de muerte, 60
elementos en la teoría de Edi po a las que oto:rga un valor cons·
tante, 23
Interpretaciones,
su concepto de la atención, 39 examen de las mismas 'l>Jando fa tabla, 133
"Los Instintos y sus Destinos", 118 Jaques, Elliot,
"notación" y "atención", 57 el retículo, 64
sobre la notación, 39 Juego.
principio del placer-dolor, 88 uso de la tabla para el juego psicoanalítico, 134
Fuentes, Kant,
y la visión antropomórfica de b divinidad, 112 cualidades secundarias, 24
Función alfa. la cosa-en-sí-misma, 26
madre, como la del lactante, 49 primaria y secundaria, 27
144 w. t't. aro N ELEMENTOS DF. f 'SICO AN Ü.J:U:~

Klein, Melanic, Modelos,


concepto d e la ide ntüicación proyectiva, 19 del paciente para representar · estados men t ll.lt"•, lOS 10(1
"Estadios tempranos _del conflicto Edipico", 125 su uso para suplementar sistemas teórico:~, l fl
sobre l a p osición depresiva y la simbolización, ·61 Monstruo,
sobre las posi ciones paranoide-esquizoide y depre$iva, 58 el enigma planteado por, 72
sobre el .splitting violento comparado con la perspectiva reve.rsi- Negación,
ble, 83-93 de una realización como una clase de interpr etación, 38
Lenguaje, Nomb rar,
y el objeto psicoanalítico, 136
su destrucción, 92
liga objetos que están en con,junción constante, 121
L, H, K,
u na nueva e.atídad como origen de u.na abstracción, 116-117
y las pasiones, 20-31
Notación.,
esclarecidas por el uso psicoanalítico Jiel mito, 74
y representación de una realh:adón pasada, 39
ttecesidad de establecer -K, -L, -Fl, 77 en relació·n a la abstracción, 116
Ligamien(o. Obfetos,
de objetos en conjunción constante, 121 psicoanalíticos y dimensión, 29
Ló'g ica, Onians, R. B.,
frustra las pasiones, 60 "Origins of European Thought", 64
Madre, Orácrdo de Delfor,
actuando como función-alfa, 48 pronunciamiento como definición, 73
M an.ipulación, pronunciamiento, 72
¿de signos tabulares, corresponde a procesos del crecimiento?, 111 Paranoide-esquizoide,
posiciones paranoide-esqtrizoide y depresiva, y hecho seleccionado, 20
Mecanismos,
relación . entre la posición paranoide-esquizoide y la identificación
uno .reemplazado por otro, 68-69
proyectiva, 115
Mito, Pasiones,
y crecimiento, 88 como una dimensión, 29
como una dimensión, 29 su dis4::usión, 31
como registro, 73 en r elación a L, H, K. 31
disminuido en calidad, llO la razón al servicio de, 20
del Edén y Babel en relación a la capacidad para el pensamiento, 124 Pensamiento,
Mito de Edipo, y el pensar, relativa prioridad, 59
abstraído por Freud para formar la teoría psicoanalítíca, 40 extra-sesional, sobre el trabajo analítjco, y uso d.~ la tabla para
negaci6n mecüante la perspectiva reversible, 83 facilitarlo, 102
ubicado en una .sola categoda tabular, 136 fracasos en el desarrollo, 53
revisión psico!lnalítica, 70 ordenado en contraste con el pskóti.co, 54
Mitología, translación en la acción; o de v ariable~; en constantes, 37
como término usado peyorativamente para descri.bi1r una teoría Pensamientos ol'líricos,
mala, 30 en la exposición g;enética, 44
r
146 11 I u N ELEMENTOS DE PSICOA~ÁLISIS 147
Personalidad, R,
insegurld,,<J "ll 1 r laclt'ln 11l examen de la ruistna, por si misma, 35 razón, notación para, 20
Perspectiva reue1 sible, como esclava de las pasiones, 60
como modelo para un tipo de desacuerdo entre analista y anali- Resultados,
zado, 75 del psicoanálisis y dificultad para detectar el crecimiento, 88
en la práctica, 79-84 J<evi.sWn meditatitla.,
en términos de las categorías tabulares, 86 del trabajo, uso de "la tabla para, 132
Poincaré, H., Segal, H.,
"Ciencia y método", 20 sohre la simbolizac\ón y la posición depresiva, 61
"hecho seleccionado", 63 Sentido común,
Pre-concepción, y los elementos del psicoanálisis, 28
como una etapa del d esarrollo del pensamiento, 45 Sentidos,
Predicción, en relación con los elementos-alfa, 43
necesidad de detectar precursores de la emoción para evitar dolot su relación con la mitología y la t~orío., 135
innecesario, ros Sentimientos,
uso de la tabla para facilitar la predicción, 101 expresables en términos tabulares, 106 y capitulo 19
Premonición, sustitución de l.o$ sentimientos por pensamientos, 127
analogía con la pre·concepcic>n, 104
Sexo,
o agresión, factores que Io determinan, puede estar en un grupo, 118
como término para representar precursores de estados emociona-
les, 105 s:•pti/icado,
P rocetlimiento cten.tífico. relación con la conjunción constante y la denominación, 121
en el psicoanálisis requiere el mito, 30 Signos,
Proclo, posiblemente preceden al pensar, 62
usados para posibilitar el pensar acerca de objetos no presentes, 62
citado por Sir T. L. Heath, 18 (Nota al pie S)
ProgreSQ, Símbolos,
uso de símbolos privados y públicos, 108
falta de progreso analítico en relación a condiciones inestables
religiosas, 86 Sistema deductivo científico,
l'S ~D, lógicamente vinculado a los enunciados, 45
Y 2 t en operaciones del analista, 135 Sistema digestivo,
como generador de pensamientos, 61 como modelo para el pensar reemplazable por otros sistemas, 128
contemporáneo de ~ ti , 63 Situación edípica,
instalación de significado para .ps~ D, "17 destrucción de su función como una pre-concepción, 125-126
su mecanisl,llo, 58·59 distin~os i13vS. 69-70
PS susceptible d e funcionar como, 12 , 67 relación con elementos del mito, 28
en relación al mito de Edipo p.tiyado fragmentado, 94 debe diferenciársela de la pre-concepción, 126
:;u relación con ~ ti y la conjunción constante, 126 usada como una pre-concepción, 124
/'u blicación, Sueños,
análoga a la transición del mito privado al público, 91 evidencia que apoye los, 44
ES' l'l~~LlBHO Dl H
1•" ~ LA lJ L l ll\1 ,\ l•
S uperyó,
represivo y dlviuultel<'l rn ll'ls ll.Liloi!, 112 ll3
Tabla,
como un ÍllStl'umenco para r:egistl'ar el material. llO
como combinación de las exposiciones genéticas y sistemáticas, 46
categorizada según sus propias categorías, 107
su naturaleza como parte del método cientifico, 131 1.1, 111.11 111> ' 111'11
representada por I, 51 <·1 C llli ll lllt ' lr nH IIMICl 1111 '11 1 JI
sugerencias para su mejoranúento, 132 lllroll l•t .t di 1-1 t'\' 111 il , , ' 11111 r l jj l
usada p ara representar el pensamiento del analista, 104 lo1s pc1lut h.1t " '"' ¡j,., ~ " , 1., '" th 1.
usada para rept·esentar el crecimiento, 89 conilic I(J '> "''·''"'"'·y el de 11 ~~ ~(J H t
usada para x·epresentar la transferencia, 101 sá ndo,(~ <' 11 '>11 l'" ill<lit) rf1 1"~ ' 1r ' " ¡1,
Teoría del Pensamiento, Una, · la vic.l::t l uu11.1f111S, •" \ o11 11Íil.• l 1· lllt::tl,,
Congreso Internacional de Psicoanálisís, 1962, 42 básica5 y 1~1 :; dl'l)d ldctdl.. ~ '1111' '•t 11 tlh
Teorías P.sico analíticas, mlten de gCll 1e r11Ció11 t''' Hf)f1L'I il~ 11111
criticadas de no científicas, 1 oar<1 constn;ir Gsf ilt1ulnwrlle un put•r,L•
Tire.~ias, ~ntre 1-t observación ano3 httc n tlr· l,t ll ' rt
como símbolo de una bancra contra la ansiedad, 73 lidad y la acLua liLl.'ld histónca DF~ t>>t,,
advertencia cont:ra la indagación, 70 manera. Ettkson logr<~ iluminnr 5reas ele
TransfereT>cia, extraordinari a importancia para '• X li -
algunos aspectos y K , 97·98 prender l<t conducta del hombre Este
uso de la tabla para representarla, 98 iibro trasc tende, pues, 111 esp. ' i.d,dad.
Uso$, y :;us "implicancias" tocr1 1,, acJual i·
t•omo eje en una exposición sistemática, 46 dad histórica, polític<~ , ~· ,, to ' uhura:,
J' (lfor COflstante, ccot1ómica y psicobioló¡;tra d 1ser hu-
r •c·ndnl pan los elementos en la descripción de un hecho p asado; mano, bnndando de Pste modo los es-
dc·sventaja de lo mismo, 23 bOlOS de una cienci;¡ "tcl<~ l " • ~1 hom-
1'u~ru/()s, bre.
L, H, y K, 20 Erik H. Erikson e~ u11<• d l. t má~
11'/,tftm, ]. 0., preminentes figurds de l.t .Klu,llidJd en
''Cumparacíón y d esarrollo de las teorías psicoanal:íticas de la me· el campo del ps i c0,1nált ~b y rlt• las
lnu rolía", 17 <Nota al pie 1) ciencias de la cond11t t.1 !:>lo~ r unou-
mtentos abarcan de~cle el li .Ütli1 tento
Se terminó de Jmprimir en el mes de mayo óe 2000 de níños hasta 1o' prOCP">C>' ' l~l "i'CI
en el es tablecimiento gráfico LIBR!S S. R. t. miento en una mu lti¡,Ji, ld.1cl dt· ,lhllJi-
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