“HOGARES” MODULO 1

LECCION 2: Cimentados en su amor

Todos tenemos algo para dar, ya que la esencia de Cristo es lo que portamos.
Nuestra identidad como familia, nuestro ADN tiene que ver con amar. Nuestra familia
está arraigada y cimentada en el amor.
Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con
poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en el
corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor
de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. Espero que puedan comprender, como
corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán
profundo es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando
es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda
la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios. Efesios 3:16-19 NTV
Queremos compartir tres puntos o características acerca del amor que hemos
descubierto, intencionalmente, de caminar en él.

Amor revelado
El apóstol Pablo nos anima a que busquemos comprender las dimensiones del amor de
Dios que es alto, profundo, ancho, inmensurable. Esto no podemos hacerlo a través de
lo natural; tal vez conocemos un amor terrenal, pero el amor del Padre viene del cielo,
es sobrenatural y eterno, solo puede conocerse a través de la revelación del
Espíritu. Necesitamos esa revelación, el ministerio de Espíritu que nos conduce a
esas profundidades, nos lleva a comprender el amor de Dios y poder darlo a todos
los que nos rodean.
Es preciso sacarnos todo preconcepto de lo que es el amor, sacarnos la idea que
tenemos, que es del amor terrenal. Abrirnos al verdadero amor, el del Padre, con
ayuda del Espíritu.
Es revelado porque no es un concepto romántico o abstracto. Conocer la profundidad
de Su amor no es información, es revelación.
Amor que se entrega
Si vemos el diseño original vemos que Dios es amor y Él se entregó siempre, una y otra
vez. El amor que se entrega es la persona de Jesucristo revelándose; lo práctico
comienza en casa, dejando toda actitud pasiva donde espero que alguien me sirva sino
que me entrego a mí mismo, todos los días. Me entrego a mi familia cercana, me
entrego a la tarea de que en mi casa gobierne un ambiente de amor. Eso parece algo
tan básico, pero puede cambiar incluso la historia de nuestra familia cuando dejo toda
actitud pasiva, cuando dejo de ser el centro. Podemos ver en Cristo cómo el amor de
Dios siempre se entrega, Él mismo lo dijo:
Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos. Mateo 20:28
Su ADN siempre fue dar, servir, amar, entregarse.
Muchas personas dicen: “Me caso porque quiero ser feliz”, ese es un pensamiento
errado, porque, al casarnos, debemos hacerlo pensando en que nuestra pareja
sea la persona más feliz todos los días, no pensando egoístamente. Eso es un amor
que se entrega. Jesús resume toda la ley y los profetas en dos grandes mandamientos:
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas. Mateo 22: 37-40
Lo primero en la vida de un hijo de Dios, es Dios y luego es mi prójimo, que significa
próximo. ¿Cómo puedo manifestar el amor? ¿Cómo puedo entregarme a mi prójimo
de tal forma que eso derribe todo protagonismo de mi ego? Es bueno reflexionar en
quién es mi prójimo. Te sugerimos que puedas hacer una lista de personas con quienes
puedes practicar el amor que se entrega, pídele al Espíritu Santo que te traiga a la
memoria quiénes son tus próximos y qué puedes hacer para demostrar el amor que se
entrega, en alguna forma práctica.
Una pareja de siervos contaron: Una vez, orando Dios nos habló de un diseño de amor
y nos guio a visitar un hospital de niños, no nos dio una palabra de que todos se iban a
sanar al orar por ellos, su consigna fue: “Amen”; con unos amigos cocinamos unos
pancitos y nos fuimos a las orillas del hospital de niños. Los resultados nos
sorprendieron, cuando uno va con un simple deseo de amar todas las cosas comienzan
a suceder, nos dimos cuenta que las personas necesitan tener un contacto con el amor
verdadero, al amor del Padre.

Amor que transforma

El amor de Dios cambia ambientes, transforma realidades, esto lo hemos podido
experimentar en nuestro hogar, familia, relaciones. Su amor lo cambia todo, es el
único que tiene el poder para hacerlo.

Sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que
no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan 4:18

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de

dominio propio. 2Timoteo 1:7

El amor de Dios expulsa y echa fuera de nuestra vida, los temores. El temor
paraliza, no permite avanzar, desarrollar y que Cristo se pueda ver en la
persona. Recién cuando se comprende a dimensión del amor de Dios y que en el
amor de Dios no hay lugar para el temor, porque su amor lo llena todo, cuando
nos sentimos llenos de su amor entonces somos libres. Cuando le damos lugar al
amor revelado los temores se disipan. La sociedad moderna nos quiere llevar a estar
encerrados, temerosos, inseguros, con timidez de expresión, pero su amor nos
afianza en nuestra identidad y cuando abemos quiénes somos en Él no hay nada que
temer. El amor del Padre nos abraza y lo llena todo. A través del amor se ven cambios
concretos. La ministración del amor de Dios nos saca de toda timidez, temor, encierro,
comencemos a ministrarlo en los hogares y veremos los cambios que, en nuestras
fuerzas, no podemos lograr.

Ante el diseño de Dios, el enemigo trata de levantar un antidiseño. Lo contrario al

amor es la violencia, la indiferencia y otros, pero Cristo derriba el antidiseño
llevándonos a tener raíces profundas en su amor.

Vivimos días convulsionados en nuestras sociedades, hay situaciones que nos afectan
con ansiedad, es tanta la información que nos genera estrés, aun ataques de pánico;
por eso es clave hablar del amor en estos tiempos, no solo hablarlo sino vivirlo, que se
exprese en nuestras vidas.

Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido
tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:6-7
NVI

Una vez más es su amor rodeando y cuidando.

Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda

como león rugiente, buscando a quién devorar. 1 Pedro 5:8 NVI

Lo primero es humillarnos y entender que Dios tiene el control, aquello que se escapa
de control e insisto en controlarlo, produce estrés y ansiedad. Es necesario
humillarse ante Aquel cuya voz escucha la tormenta y le obedece, decirle:
“entregamos toda ansiedad, toda preocupación, porque tú cuidas de nosotros”.

Actividades sugeridas

 Hablen en familia acerca de qué piensa cada uno que es el amor y comparen sus
definiciones con las del Padre (pueden leer 1 de Corintios 13). Tomen tiempo para
renunciar a conceptos equivocados y pedir la correcta revelación de lo que es el
amor.
 Haz una lista de personas a las que les puedes demostrar el amor práctico, tal vez
tomar el compromiso de hacer algo constante hacia alguien.
 Toma tiempo para reflexionar acerca de los temores que todavía no has podido
vencer, ora acerca de ello y deja que el Padre te ministre su amor y cuidado en ese
aspecto. Pueden hacerlo también en familia.

MATERIAL DE APOYO PARA EL LIDER:

Primero Ingresa al Enlace: https://ttl-training.com/courses/428645/lectures/9491187
Segundo: INICIAR SESION CON: gruposdeconexionaguavivaperu@gmail.com
Contraseña: AviPeru2019
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