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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio para la Educación Universitaria en Ciencias y Tecnología


Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”
Núcleo - Monagas

Facilitador: Participantes:

Jesús Maza
María Amaiz C.I.: V– 25.661.254
Eryuska Luna C.I.: V-24.865.064
José Veliz C.I.: V-19.876.594

Sección “K”

Maturín, Abril de 2017


ACUERDOS ALCANZADOS DE VENEZUELA CON PAISES
INDUSTRIALIZADOS (1830-1852)

En 1826 se entablaron las negociaciones con el Imperio de Brasil para


definir los límites entre ambos Estados, pero no se llegó a resultados positivos. El
gobierno colombiano estaba consciente de que los portugueses habían rebasado
la línea estipulada en el Tratado de 1777, es decir desde el Yapurá o Caquetá
hasta el Río Negro, y por otra parte, que Brasil no estaba dispuesto a reconocer el
Uti possidetis juris.

Brasil partía de la base de un Uti possidetis facti, legitimando el avance


territorial por la sola fuerza de los hechos. Las relaciones diplomáticas entre
Venezuela y Brasil se iniciaron en 1842, con la designación de Miguel María
Lisboa como encargado de negocios por parte de esta nación.

Entre 1844 y 1852, 3 tratados fueron sometidos al parecer del Congreso


venezolano: uno de amistad, otro de navegación fluvial y un último de extradición
de reos prófugos. Estos tratados no obtuvieron las ratificaciones correspondientes,
y el gobierno brasileño declaró formalmente que no estaba dispuesto a ratificarlos,
si no eran aprobados conjuntamente con el de límites, tal como había sido
negociado por los respectivos plenipotenciarios. No obstante, las negociaciones se
iniciaron en Caracas encabezadas por Luis Sanojo (representante de Venezuela)y
Felipe Pereira Leal (por Brasil). El 5 de mayo de 1859 se firmó el Tratado de
Límites y Navegación Fluvial, el cual obtuvo la aprobación legislativa el 6 de julio
de 1860.

El Tratado de 1859 estableció las fronteras actuales entre los 2 países, los
acuerdos fueron alcanzados, y los limites fueron fijados definitivamente quedaban
para nuestro país los territorios pertenecientes a las cuencas del Esequibo, Cuyuní
y Caroní, y para Brasil los bañados por los afluentes del río Branco. A pesar de
haberse firmado el tratado, se inició un período tenso en las relaciones entre
ambos países lo cual cambió favorablemente a fines de la década de 1860. El 21
de abril de 1880 se reunió por vez primera la Comisión Mixta en la villa de Maroa,
en la margen izquierda del río Guainía, iniciándose posteriormente los trabajos de
demarcación. Una vez claro el criterio de reparto de las cuencas hidrográficas, las
cuestiones limítrofes entre Venezuela y Brasil quedaron reducidas a problemas
técnicos relacionados con la fijación del divorcio de aguas.
Los trabajos de demarcación se llevaron a cabo dentro de un ambiente de
cooperación y estimación, culminado felizmente en 1973, año en el que se inicio el
proceso de densificación de hitos, proceso que continúa aun en nuestros días.

Con respecto a lo fronterizo la situación es otra, sufriendo Venezuela


actualmente la explotación de su riqueza aurífera por parte de mineros brasileños,
quienes en número significativo ocupan el territorio, contaminando el medio
ambiente y creando problemas a las comunidades indígenas, por sólo mencionar
2 situaciones. En fechas recientes se hizo un reajuste en la fijación de linderos
fronterizos con el Brasil, lo que represento para nuestro país la recuperación 4300
kilómetros cuadrados de territorio que habían quedado afuera del dominio
venezolano debido a errores de medición. La forma como se establecieron los
acuerdos con Brasil y las negociaciones sostenidas con este mismo país
demostraron que hay muchas posibilidades para establecer relaciones con países
limítrofes, aunque aun haya muchos problemas por resolver.

El origen de los problemas limítrofes entre Venezuela y Colombia fue la


separación de la Gran Colombia en 1830. Esto causo varios conflictos ya que la
constitución de 1830 consagro el UTI POSSIDETIS donde se definía el territorio
Venezolano como el mismo que el de la antigua Capitanía general. Como la
Corona no había establecido la dicha frontera estas dos naciones tuvieron que
resolver este problema.

En 1833, el delegado de Venezuela Santos Michelena y el de Colombia


Lino de Pombo concretaron un proyecto pero este fue rechazado por el Gobierno
de Venezuela.

En 1881 los dos países deciden consultarle a la Corona de España para


concretar el asunto. Diez anos después la Reina dicto un Laudo Arbitral donde se
establecían límites que las comisiones de ambos países debían marcar en el
territorio pero esto era imposible ya que estos territorios no se encontraban en
ninguno de los dos países. Las comisiones de Colombia y Venezuela decidieron
buscar la ayuda del presidente del consejo suizo.
Tratados celebrados y Acuerdos alcanzados

El tratado Michelena-Pombo.

El tratado Michelena-Pombo fue rechazado por el congreso Venezolano ya


que Pombo le quería reducir el territorio de Venezuela. Según el tratado la costa
no debía estar en el cabo Chichivacoa pero si en el cabo de la Vela Wque que se
encuentra 40 millas al oeste de Cabo Chichivacoa.

Pero en este tratado se le reconocía a Venezuela la mitad oriental de la


Península Guajira en el norte y al sur del Río Meta las tierras situadas al oeste del
Orinoco hasta la frontera con Brasil con lo cual el Orinoco y parte del bajo Meta
quedaban íntegramente en el territorio venezolano.

Limite propuesto en el tratado Michelena-Pombo en 1833

Laudo Arbitral de 1891.

En 1844 comienza un periodo de negociaciones que fracasa ya que el


gobierno de Colombia no acepta la línea convenida situada al sur del Meta hasta
el Orinoco. Esto origina fracasos y problemas diplomáticos. Y es en 1881 cuando
deciden someterle este problema al arbitraje del rey de España.

Pertenecía a Venezuela la mitad oriental de la península de la Guajira y las


extensas regiones bañadas por los ríos Menta, Vichada y Guañía situados al oeste
del Orinoco, pero el Laudo Arbitral de 1891 modificó esta línea fronteriza y
estableció otra a partir del Mogote de los Frailes, en la costa occidental del golfo
de Venezuela, y el Orinoco, de río integrante venezolano pasó a ser río fronterizo
en una buena extensión de su curso medio. Cuando las comisiones de ambos
países tuvieron que demarcar las fronteras, esto fue imposible por las divergencias
que existían entre lo mencionado en los documentos y la realidad geográfica.
Tratado Michelena-Pombo

Tratado de amistad alianza, comercio, navegación y límites firmado en


Bogotá entre el ministro plenipotenciario de Venezuela Santos Michelena y el
secretario de Relaciones Exteriores de Nueva Granada (actual Colombia) Lino de
Pombo. Una vez lograda la separación de la Gran Colombia y la reconstitución de
Venezuela como Estado independiente y soberano, el gobierno del presidente
José Antonio Páez se propuso normalizar sus relaciones con la Nueva Granada
en torno a 2 objetivos fundamentales: la redistribución de la deuda de la Gran
Colombia y la celebración de un acuerdo que sellara de manera definitiva la
amistad entre ambos países, reglamentara su comercio y fijara formalmente sus
fronteras. Para tramitar estos asuntos, Páez designó el 6 de mayo de 1833, a su
secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores Santos Michelena con el carácter
de ministro plenipotenciario en Bogotá, quien se convirtió en el primer
representante diplomático venezolano con sede fija. Al llegar a la capital
neogranadina Michelena presentó sus cartas credenciales al presidente Francisco
de Paula Santander el 29 de agosto de 1833. Por su parte, Santander designó
como ministro plenipotenciario a su secretario de Interiores y Relaciones
Exteriores Lino de Pombo.

Las negociaciones entre Venezuela y la Nueva Granada comenzaron el 9


de diciembre de 1833 y culminaron el 14 de diciembre del mismo año. Con
relación al aspecto fronterizo entre ambos países, el artículo 27 del llamado
Tratado Michelena-Pombo especificaba lo siguiente: la línea limítrofe comenzaría
en el cabo de Chivacoa, en la costa del Atlántico y, siguiendo la línea Chivacoa-
teta de la Guajira dividiría la península en 2 partes, la occidental para Nueva
Granada y la oriental para Venezuela; desde allí seguiría rectamente por las
alturas de las montañas de Oca y las cumbres de Perijá hasta encontrar el origen
del río Oro; luego, bajaría por sus aguas hasta la confluencia con el Catatumbo;
seguiría por las faldas orientales de las montañas y, pasando por los ríos Tarra y
Sardinata,iría rectamente a buscar la embocadura del río de La Grita en el Zulia;
desde allí, por la curva reconocida como fronteriza, continuaría hacia la quebrada
de Don Pedro y bajaría por este río al Táchira; por éste seguiría hasta sus
cabeceras; luego por las crestas de las montañas donde nacen los ríos tributarios
del Torbes y del Uribante, hasta las vertientes del Nula, continuando por sus
aguas hasta el desparramadero del Sarare; de allí se dirigiría al sur a buscar la
laguna de Sarare y, rodeándola por la parte oriental, seguiría con el derrame de
sus aguas al río Arauquita; por éste, continuaría al Arauca y por las aguas de éste,
al paso del Viento; desde este rectamente, a pasar por la parte más occidental de
la laguna del Término y de allí, al Apostadero sobre el río Meta; finalmente,
continuaría su dirección norte-sur, hasta encontrar la frontera del Brasil.

De acuerdo con la opinión de algunos historiadores, es posible que Santos


Michelena estuviera asesorado en materia limítrofe por el militar y geógrafo
Agustín Codazzi. Aprobado por el Congreso neogranadino en 1834, el Tratado
Michelena-Pombo fue sometido a consideración por el Congreso venezolano en
1835. La Cámara de Representantes designó para estudiarlo una comisión
integrada por Pedro Briceño Méndez, Manuel Felipe de Tovar y Valentín Espinal.
El 7 de abril de 1835, dicha comisión rindió un informe desfavorable a la
aprobación del tratado, alegando que la fijación del cabo de Chivacoa como
principio de la línea fronteriza le hacía perder a Venezuela 62 millas de costa que
medían de ese punto al cabo de La Vela; al mismo tiempo, sostenía la comisión
que el territorio de la Guajira pudo haberse dividido en partes iguales entre los 2
países y que finalmente, en el trazado hacia el sur, cuando se hablaba de la curva
que debía seguirse desde la desembocadura del río de La Grita en el Zulia hasta
la quebrada de Don Pedro, debían comprenderse tierras como el territorio de San
Faustino. No obstante, las modificaciones sugeridas por el cuerpo legislativo
venezolano al Tratado Michelena-Pombo no encontraron eco en la vecina
República donde se mantenía el principio de la aprobación del texto original tal
como se había negociado y ratificado por el Congreso neogranadino.

Hasta 1840, el Ejecutivo insistió en que el Congreso volviese a examinar el


Tratado con Nueva Granada. En tal sentido, en 1842 se reiniciaron en Caracas
negociaciones entre Nueva Granada y Venezuela para crear un nuevo Tratado de
amistad, comercio y navegación entre ambos países, el cual debía ser firmado el
23 de julio de este mismo año. Finalmente, el Congreso venezolano aprobó un
nuevo tratado el 29 de abril de 1843. No obstante, la resolución del problema del
trazado fronterizo quedó aplazada.
Bibliografía

 https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_1978_entre_los_Pa
%C3%ADses_Bajos_y_Venezuela
 http://www.venezuelatuya.com/historia/michelena_pombo.htm
 http://html.rincondelvago.com/venezuela_4.html

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