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El 17 de agosto de 1848 se presentan ante Carúpano las goletas “Constitución” y

“Restauración”, al mando del Capitán de Navío José Celis y leales a la rebelión conservadora de
Páez. Tras atacar infructuosamente la plaza, las dos goletas conservadoras se retiran, y
navegan luego a Maracaibo, donde comienza a concentrarse una escuadrilla rebelde. Sabiendo
esto, el Gobierno ordena la concentración de fuerzas navales en La Guaira, con el fin de
organizar una expedición naval contra las fuerzas conservadoras que se concentran en
Maracaibo.

En octubre de 1848, se procede a la organización de la Escuadra Nacional en Puerto Cabello,


con el objeto de hacer frente a los revolucionarios. Zarpan entonces a Capan (Edo. Falcón),
donde se culmina el apresto de las embarcaciones. El general Monagas desinó al General Justo
Briceño como Jefe de Operaciones de Mar y Tierra para las acciones a seguir en Maracaibo. La
escuadra del Gobierno constaba de dos divisiones, una al mando del CN José María García y la
otra al mando del TN Antonio Gregorio Lion, y en total contaba con los bergantines
“Manzanares”, “Congreso” y “Presidente”, los bergantines-goleta “Ávila” y “Diana”, las goletas
“Independencia”, “Estrella”, “Forzosa”, “Fama”, “Democracia”, “Eclipse”, “Intrépida” y
“Boliviana”, y el vapor de guerra “Libertador”. El 6 de octubre zarparon hacia la entrada del
Lago de Maracaibo, al día siguiente reconocieron la barra y el 8 procedieron a remontarla. Seis
buques revolucionarios trataron de cortarles el paso, pero fueron dispersados y se refugiaron
bajo el fuego del Castillo San Carlos. Ocupada la Barra de Maracaibo, las fuerzas navales del
Gobierno exigieron la rendición de los revolucionarios, y éstos solicitaron un plazo de 48 horas,
que utilizaron para aprestarse a luchar.

En la madrugada del 13 de octubre los conservadores atacaron con 17 buques a las fuerzas
constitucionales, pero fueron derrotadas tras dos horas de fiero combate, en las que llegaron a
perder tres buques, teniendo que dispersarse al final. Tras este combate, los revolucionarios se
reconcentraron en la desembocadura del río Zulia el 23 de diciembre, donde se les unieron
fuerzas de tierra procedentes del Castillo San Carlos, protegiéndose con los buques que aún
quedaban, entre ellos el vapor “General Jackson”, armado con un cañón de 24 libras, otros de
8 y otro de 4. El General

Justo Briceño atacó a los rebeldes en esta posición el 31 de diciembre, derrotándolos


contundentemente, y capturando el vapor, siete faluchos y 30 piraguas. Tras este combate, la
Escuadra Nacional pasó a tener los vapores “Libertador”, “Tritón” y “General Jackson”, además
de la goleta “Intrépida”.

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