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Jorge Luis Roldán Ortiz

1° Teología
ARIAS, M. “El sacramento del perdón y de la reconciliación”, Liturgia y Espiritualidad, N°5, 2000,
240 – 244.

A todo aquel que se tome en serio su camino espiritual cristiano, es necesario que se pregunte por el
lugar que ocupa el sacramento de la Reconciliación en su vida. Es urgente renovar el sacramento, para
renovarse con el sacramento. Así también es urgente no solo recibirlo, sino recibirlo con el mayor
provecho espiritual posible. Hay que hacerlo, pero hacerlo bien. Es tanto por parte de los fieles que no
encuentran siempre quien les atienda, perdone y consuele. Aquel que lo recibe frecuentemente y bien,
se consuela y avanza en la perfección. De igual manera los sacerdotes tienen la necesidad de este
sacramento. Es un aprendizaje a raíz que el sacerdote comprenda la necesidad de un confesor. Con
ello se faculta a empatizar con los laicos y estará dispuesto a pasar largas horas en el confesionario.

Amar este sacramento comienza durante el Seminario, e inclusive antes. Es vital practicarlo bien no
solo por parte de los que lo reciben sino también por parte de los que obran como ministros de él, y
por parte de los que a futuro lo administrarán.

Todo parte de la llamada a la conversión y a la fe. Convertirse es retornar a Dios y se consolida en el


inicio de una vida de seguimiento, de seguir a Cristo. Cuando ha nacido ya el deseo de conversión se
inicia con el bautismo. Así el bautismo se establece como el inicio de una vida de conversión y de fe.
Toda nuestra vida cristiana es la realización de esta conversión primera, de este primer paso, de esta
apertura a Dios por la fe. Inicia la vida espiritual del cristiano. Su dinamismo es la conversión y la fe.
No debemos de olvidar que esta llamada a la conversión presupone la actitud de Dios de inclinarse al
hombre, presupone su misericordia divina.

En el momento en que se abandona este vida de conversión, Dios ofrece todavía su misericordia. De
esta manera, quienes han caído en pecado, quienes se han alejado de Dios, pueden reconciliarse con
Él.

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