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Yo optaría por utilizar una manta de alta resistencia en conjunto con anclajes hincados con una

frecuencia y profundidad definidas, para desempeñar tres funciones de gran importancia. Los
anclajes son utilizados como refuerzo pasivo para así aumentar la resistencia del suelo ante la
presencia de las fuerzas impulsoras. La manta de alta resistencia funciona para distribuir la
carga a lo largo de los anclajes para una mayor resistencia de las fuerzas impulsoras y actúa para
establecer y reforzar la vegetación del talud, mejorando la estabilidad de largo plazo del talud e
impidiendo la erosión. Todo esto teniendo en cuenta que me dio un margen de corrección de
0,923

La instalación de anclajes involucra el uso de un martillo percutor y una guía de acero


específica para instalar los anclajes a lo largo de la manta y en el suelo a la profundidad
adecuada de la incrustación. Una vez guiada, el anclaje debe ser tensionada para generar su
bloqueo y fijación definitiva. Éste proceso hace que la cabeza del anclaje rote y quede paralela a
la cara del talud, bloqueando con ello el anclaje. Dicho bloqueo crea un cono de resistencia
compresora sobre la cabeza del ancla, conocido como bulbo de presión. 
El uso de una solución conformada por una manta de alta resistencia y un sistema de anclajes
para la estabilización de suelo puede ser una solución económica y estética a un problema real
en nuestra infraestructura del día a día. Mediante el uso de un manto de alta resistencia para
promover la vegetación y el control de erosión y a la vez el uso de anclajes para mejorar la
estabilidad del terreno, se logra una solución altamente ingenieril.

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