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Historia de La Quimica
Historia de La Quimica
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El fuego fue la primera reacción química controlada por los seres humanos, aunque
su naturaleza permaneció siendo un enigma durante milenios.
La humanidad aprendió a transformar la materia en beneficio de su supervivencia y
el mejoramiento de sus condiciones de vida, en los periodos prehistóricos en pleno
paleolítico y antes del último periodo glacial la humanidad descubre la primera
reacción química de importancia que controlaron los seres humanos fue el fuego. Hay
restos datados hace alrededor de 1,600 000 años que atestiguan el dominio del
fuego,2 al menos desde los tiempos del Homo erectus. Este logro se considera una de
las tecnologías más importantes de la historia. No solo proporcionaba calor y luz
para alumbrarse, servía de protección contra los animales salvajes y después para
despejar los bosques para cazar o cultivar, y además sería la base para el control
de otras reacciones químicas, como las derivadas de la cocción de los alimentos
(que facilitaron su digestión y disminuían la cantidad de microorganismos patógenos
en ellos) y más tarde de tecnologías más complejas como la cerámica, la fabricación
de ladrillos, la metalurgia, el vidrio o la destilación de perfumes, medicinas y
otras sustancias contenidas en las plantas. Aunque el fuego fuera la primera
reacción química usada de manera controlada, las culturas antiguas desconocían su
etiología. Durante milenios se consideró una fuerza misteriosa y mística capaz de
transformar unas sustancias en otras produciendo luz y calor. Al igual que se
desconocían las causas del resto de transformaciones químicas, como las
relacionadas con la metalurgia, aunque se dominaran sus técnicas.
Metalurgia
Artículo principal: Metalurgia
El primer metal empleado por los seres humanos fue el oro, que puede encontrarse en
forma nativa, por lo que no necesitaba transformaciones químicas para su uso. La
plata y el cobre también se pueden encontrar en forma nativa en pequeñas cantidades
(además del estaño y el hierro meteórico que aparecen en cantidades exiguas)
permitiendo un uso limitado de objetos metalísticos en las culturas antiguas.4 Las
técnicas de esta metalurgia inicial se limitaban a fundir los metales con la ayuda
del fuego para purificarlos y dar forma a los adornos o herramientas mediante
moldes o cincelado. Pero los metales nativos son escasos, y hasta que se aprendió a
extraer los metales a partir de sus minerales no se pudo generalizar el uso de los
objetos metálicos, lo que sí implicó el control de reacciones químicas.
Además de sus usos cotidianos, los objetos de cerámica y vidrio formaron parte del
material de laboratorio desde la antigüedad. Alambique de destilación del siglo
XIII.
La cerámica y el vidrio
Artículos principales: Cerámica y Vidrio.
Además de la metalurgia el uso del fuego proporcionó a los seres humanos otras dos
importantes tecnologías derivadas de transformaciones físico-químicas, la cerámica
y el vidrio, cuyo desarrollo ha acompañado a la humanidad desde la prehistoria
hasta el laboratorio moderno. Los orígenes de la cerámica datan del Neolítico
cuando el ser humano descubrió que los recipientes hechos de arcilla, cambiaban sus
características mecánicas e incrementaban su resistencia frente al agua si eran
calentados en el fuego. Para controlar mejor el proceso se desarrollaron diferentes
tipos de hornos, y cada cultura desarrolló sus propias técnicas y formas.
En la Grecia Clásica alrededor del 450 a. C. Empédocles afirmó que toda la materia
estaba formada por cuatro sustancias elementales: tierra, fuego, aire y agua. En
sintonía con esta creencia la escuela hipocrática sostenía que el cuerpo humano
estaba formado por cuatro humores. Posteriormente Aristóteles añadió a los cuatro
elementos clásicos el éter, la quintaesencia, razonando que el fuego, la tierra, el
aire y el agua eran sustancias terrenales y corruptibles, y que como no se
percibían cambios en las regiones celestiales, las estrellas y planetas no debían
estar formados por ellos sino por una sustancia celestial e inmutable.20 En sus
obras Física y Metafísica Aristóteles desarrolla sus conceptos duales de «sustancia
y accidente», «esencia y forma», «acto y potencia» para explicar los cambios de la
naturaleza, incluidas las transformaciones de la materia. Sus ideas sobre la
composición y transformaciones de la materia, y el resto del funcionamiento de la
naturaleza, se convirtieron el las predominantes tanto en Occidente como en Oriente
Medio, influyendo en sus culturas durante dos milenios.
Tales de Mileto (624-547 a.C.), tenido por padre de la filosofía griega, intenta
buscar la explicación causal de los fenómenos naturales, consideró el agua como el
elemento primordial de donde se generan las entidades individuales idea que aparece
en el libro bíblico de Génesis. La sustancia material persiste, pero cambian sus
cualidades: lo húmedo, lo seco, lo frío y lo caliente. Dado que la sustancia
fundamental en sí misma no cambia, solo hay transformación y no cambio en un
sentido absoluto.21
La idea de que todo cambio está regulado por proporciones subyacentes es de origen
pitagórico, según Heraclito, el logos implica proporciones inmutables, de carácter
matemático, que regulan todas las tensiones entre los elementos que generan el
cambio21
Alquimia
Artículo principal: Alquimia
Emblema alquímico con los cuatro elementos clásicos además de los tria prima de
Paracelso y los astros conocidos.
La alquimia (del árabe [ الخيمياءal-khīmiyā]) es una antigua práctica protocientífica
y una disciplina filosófica que combinaba elementos de la química, la metalurgia,
la física y la medicina con la astrología, la semiología, el misticismo y el
espiritualismo. La alquimia fue practicada en Mesopotamia, el Antiguo Egipto,
Persia, la Antigua Grecia, el imperio romano, los califatos islámicos medievales y
en la India, China y Europa hasta el siglo XVIII, por una compleja diversidad de
escuelas y sistemas filosóficos que abarcaron al menos 2500 años.
Jābir ibn Hayyān (Geber), alquimista persa que puso los cimientos de la química con
sus experimentos.
Alquimia en el mundo islámico
En el mundo islámico se continuó la tradición clásica al traducirse al árabe las
obras de los antiguos griegos y egipcios y fueron la cultura más próspera en todos
los ámbitos científicos de la época.35 El desarrollo del método científico moderno
fue lento y progresivo, y el principio del método científico en química comenzó
entre los alquimistas musulmanes medievales, iniciado por el persa del siglo IX,
Jābir ibn Hayyān (conocido como "Geber" en Europa), que se considera uno de los
padres de la química.36373839 Él introdujo un enfoque sistemático y experimental a
la investigación científica en el laboratorio, a diferencia de los antiguos griegos
y egipcios cuyas obras se basaban en elucubraciones principalmente alegóricas y a
veces ininteligibles.40c También inventó el alambique tal como lo conocemos y de él
procede su nombre actual (al-anbiq), descubrió y analizó muchas sustancias
químicas, estableció la distinción entre ácidos y álcalis, y fabricó cientos de
medicinas.41 Además redefinió la teoría de los elementos clásicos, identificando
también como elementos al mercurio y al azufre.42
En 1317, el papa Juan XXII de Aviñón ordenó la expulsión de todos los alquimistas
de Francia por falsificar moneda. En 1403 se aprobó una ley en Inglaterra donde se
penaba con la muerte la «multiplicación de metales». A pesar de todo la alquimia no
desapareció, ya que parte de las clases privilegiadas y la realeza seguía creyendo
que se podía descubrir la piedra filosofal y el elixir de la vida en su provecho.47
Durante el Renacimiento la alquimia exotérica siguió siendo popular en la forma de
la iatroquímica de Paracelso, mientras que la alquimia espiritual también florecía
fiel a sus raíces platónicas, herméticas y gnósticas. Así que la búsqueda de la
piedra filosofal no fue abandonada a pesar de los escasos avances de la alquimia, y
siguió siendo practicada por eruditos y médicos respetados hasta principios del
siglo XVIII. Algunos practicantes de la alquimia de inicios de la era moderna
actualmente son reconocidos por sus grandes contribuciones a la ciencia como Jan
Baptist van Helmont, Robert Boyle e Isaac Newton.
En 1605, Francis Bacon publicó The Proficience and Advancement of Learning (La
capacidad y progreso del aprendizaje), una obra científico-filosófica que contiene
una descripción de cómo debería ser la práctica experimental que posteriormente se
conocería como el método científico.49 En 1605 Michal Sedziwój publicó el tratado
alquímico Novum Lumen Chymicum (La nueva luz de la química), que propone por
primera vez la existencia en el aire de un «alimento para la vida», que
posteriormente se reconocerá como el oxígeno (al principio aire desflogistizado).
En 1615 Jean Beguin publicó Tyrocinium Chymicum (La práctica de la química), el
primer libro de texto de química, donde aparece la primera ecuación química.50 En
1637 René Descartes publicó Discours de la méthode (El discurso del método), un
ensayo que basa la investigación científica en los cálculos matemáticos y la
desconfianza en los hechos no probados.
La obra del químico neerlandés Jan Baptist van Helmont, Ortus medicinae (El origen
de la medicina) publicada póstumamente en 1648, se considera la principal obra de
transición entre la alquimia y la química, e influyó notablemente en Robert Boyle.
El libro contiene el resultado de numerosos experimentos y enuncia una versión
inicial de la ley de conservación de la masa. Baptist van Helmont, que trabajó en
el periodo inmediatamente posterior a Paracelso y su iatroquímica, indicó que
existían otras materias «insustanciales» además del aire, y acuñó para ellas el
nombre de «gas» (del griego cáos). Además de por la introducción de la palabra gas
en el vocabulario científico y ser el fundador de la química neumática,
experimentando con reacciones entre gases, Jan Baptist van Helmont también es
recordado actualmente por sus ideas sobre la generación espontánea.
Robert Boyle
Robert Boyle, uno de los cofundadores de la química moderna por mejorar los métodos
experimentales que separarían la química de la alquimia.
Boyle también trató de purificar las sustancias químicas para obtener reacciones
reproducibles. Fue un defensor de la filosofía mecánica propuesta por René
Descartes para explicar y cuantificar las propiedades e interacciones de las
sustancias químicas. Boyle era un atomista, pero prefería la palabra corpúsculo a
átomo. Puntualizó que la división más pequeña de la materia a la que se mantenían
las propiedades era a nivel de los corpúsculos. Además realizó numerosas
investigaciones con una bomba de aire. Observó que al sacar el aire las llamas se
extinguían y se morían los animales situados dentro, y también hacía descender los
niveles del barómetro. Boyle repitió los tres experimentos de van Helmont, y fue el
primero en usar indicadores que cambiaran de color con la acidez. Por todo ello
Boyle ayudó a asentar los pilares de la revolución química con su filosofía
corpuscular mecánica.56
Se conocía desde la antigüedad que algunas sales metálicas podían ser transformadas
de nuevo en los metales de partida. Stahl explicó este proceso suponiendo que los
metales estaban formados por una cal y un principio inflamable carente de masa, el
flogisto, por lo que la calcinación, es decir, la formación de la cal, se podía
explicar, al igual que la combustión, como un desprendimiento de flogisto, el cual
se liberaba del metal y dejaba la cal al descubierto en las cenizas. El proceso
inverso, la reducción de la cal al metal, podía ser igualmente explicada como una
adición de flogisto. Si una sustancia rica en flogisto, como el carbón, era puesta
en contacto con una cal metálica, podía transferirle su flogisto y dar lugar a la
formación del metal.
La teoría del flogisto fue popular durante el siglo XVIII hasta que Antoine
Lavoisier la refutó en su obra Réflexions sur le phlogistique, pour servir de suite
à la théorie de la combustion et de la calcination (Reflexiones sobre el flogisto,
para formar parte de la teoría de la combustión y la calcinación) publicada en
1777. Según Stahl cualquier sólido liberaba flogisto bajo la acción del fuego,
luego tras la combustión perdería masa o la mantendría (según el flogisto tuviera
masa o no). Sin embargo, Lavoisier hizo experimentos calcinando metales y después
de la calcinación en algunos el peso del residuo (los óxidos) era mayor que el
cuerpo inicial. En estos casos el flogisto tendría un peso negativo, lo que
resultaba absurdo, y demostraba la inconsistencia de la teoría del flogisto.
Antoine Lavoisier
Artículo principal: Antoine Lavoisier
Lavoisier trabajó con Claude Louis Berthollet y otros para idear un sistema de
nomenclatura química que fue la base del sistema moderno de nombrar compuestos
químicos. En su Methods of Chemical Nomenclature (1787), Lavoisier inventó la forma
de nombrar y clasificar compuestos que se usa principalmente en la actualidad, que
incluye nombres como ácido sulfúrico, sulfatos y sulfitos. En 1785 Berthollet
determinó la composición elemental del amoniaco. Ese mismo año Berthollet fue el
primero en usar el gas cloro como blanqueante comercial, y en 1789 fue el primero
en fabricar lejía al burbujear gas a través de una solución de carbonato de sodio,
consiguiendo una solución de hipoclorito sódico. También estudió y fue el primero
en producir otro fuerte oxidante y blanqueante de cloro, el clorato de potasio
(KClO3), conocido como sal de Berthollet. Berthollet también es conocido por sus
contribuciones a la teoría del equilibrio químico a través del mecanismo de
reacción reversible.
Sin embargo como es lógico, en su obra no todo fueron aciertos. Lavoisier no creía
en el atomismo y pensaba que la existencia real de los átomos era filosóficamente
imposible. Lavoisier creía en la teoría de los radicales y pensaba que los
radicales funcionaban como un solo grupo que se combinaría con el oxígeno en las
reacciones. Creía que todos los ácidos contenían oxígeno. A pesar de ello, la labor
de Lavoisier fue fundamental para la ciencia química. Al impulso que se produjo en
la investigación basado en su ley de conservación de la masa, su teoría sobre la
combustión mediante el oxígeno, además de la teoría corpuscular mecánica, se conoce
como revolución química. Tras su obra la química adquirió una naturaleza
estrictamente cuantitativa, lo que permitiría hacer predicciones fiables. Su
contribución a la revolución química fue el resultado principalmente de su esfuerzo
consciente de encajar todos sus experimentos en el marco de una sola teoría.
Estableció de forma consistente el uso del equilibrio químico, usó el
descubrimiento del oxígeno para refutar la teoría del flojisto y desarrolló un
nuevo sistema de nomenclatura química. Lamentablemente su brillantez y autoridad
científica no evitaron que Lavoisier fuera decapitado durante la Revolución
francesa. Luego de su muerte, su esposa Marie-Anne Pierrette Paulze, conocida como
«madre de la química moderna»,72 se dedicó a reunir los apuntes y resultados de su
esposo, los ordenó y editó ella misma y en 1803 los publicó bajo el título de
Memorias de la química. 73
A lo largo del siglo XIX la química estuvo dividida entre los seguidores y
detractores de la teoría atómica de Dalton, como Wilhelm Ostwald y Ernst Mach. Los
impulsores más decididos de la teoría atómica inicial fueron Amedeo Avogadro,
Ludwig Boltzmann, entre otros, que consiguieron grandes avances en la comprensión
del comportamiento de los gases. La disputa sobre la existencia de los átomos se
zanjaría definitivamente con la explicación del efecto browniano por Albert
Einstein en 1905 y los respectivos experimentos de Jean Perrin. Muchos fueron los
investigadores que trabajaron bajo la hipótesis atómica. Svante Arrhenius intuyó en
parte la estructura interna de los átomos proponiendo su teoría de la ionización en
las disoluciones. Aunque su verdadera estructura no se vislumbraría hasta
principios del siglo XX, a partir de los trabajos de Ernest Rutherford, seguidos
por el modelo atómico de Bohr.
John Dalton
Artículos principales: John Dalton y Teoría atómica de Dalton.
John Dalton es reconocido tanto por sus obras sobre el atomismo, las presiones
parciales de los gases, y la percepción del color (daltonismo).
Pero la principal contribución de Dalton a la química fue una nueva teoría atómica
en 1803, donde afirmaba que toda la materia está formada por pequeñas partículas
indivisibles denominadas átomos. En 1808 Dalton publicó por primera vez A New
System of Chemical Philosophy (Un nuevo sistema de filosofía química, 1808-1827),
en la que desarrollaba la primera descripción moderna de una teoría atómica. En
esta obra identificaba los elementos químicos como un tipo de partículas, y rechaza
la teoría de afinidades químicas defendida por Étienne François Geoffroy e Isaac
Newton, entre otros. Dalton explicó su teoría formulando una serie de enunciados
simples:78
La materia está formada por partículas muy pequeñas llamadas átomos, que son
indivisibles y no se pueden destruir.
Los átomos de un mismo elemento son iguales entre sí, tienen la misma masa y
propiedades. Los átomos de diferentes elementos tienen masas diferentes.
Los átomos permanecen sin división, aun cuando se combinen en las reacciones
químicas.
Los compuestos químicos se forman al unirse átomos de dos o más elementos
distintos.
Los átomos, al combinarse para formar compuestos guardan relaciones simples.
Los átomos de elementos diferentes se pueden combinar en proporciones distintas y
formar más de un compuesto.
A pesar de su utilidad y gran aceptación durante todo el siglo XIX, la teoría
atómica de Dalton tenía imprecisiones (los dos primeros enunciados no son del todo
ciertos) y presentaba muchas lagunas: no aclaraba nada sobre la estructura del
átomo, ni explicaba las propiedades de los elementos, ni cuáles eran las causas de
que se unieran para formar compuestos.
Por otro lado fue el químico francés Joseph Proust quien propuso la Ley de
proporciones definidas, que afirma que los elementos siempre se combinan para
formar un determinado compuesto lo hacen en proporciones de números enteros y
sencillos, basándose en varios experimentos realizados entre 1797 y 1804.79 La ley
de proporciones múltiples y la de proporciones definidas son la base de la
estequiometría. Estas dos leyes por sí mismas no prueban la existencia de los
átomos, pero son difíciles de explicar sin asumir que los compuestos se forman por
la combinación de átomos en proporciones constantes.
Davy y la electrólisis
Joseph Louis Gay-Lussac afirmó que la relación entre los volúmenes de los gases
reactivos los de los productos puede expresarse por números sencillos y enteros.
Artículos principales: Joseph Louis Gay-Lussac y Ley de Gay-Lussac.
El químico francés Joseph Louis Gay-Lussac compartía con Lavoisier el interés por
el estudio cuantitativo de las propiedades de los gases. Desde su primer periodo de
investigación 1801-1802, manifestó que todos los gases se expandían
proporcionalmente al aumentar la temperatura. A esta conclusión generalmente se la
denomina ley de Charles, ya que Gay-Lussac le concedió el crédito del
descubrimiento a Jacques Charles, por haber llegado casi a sus mismas conclusiones
en la década de 1780 aunque no las había publicado.92 Esta ley también fue
descubierta independientemente por John Dalton alrededor de 1801, aunque la
descripción de Dalton es menos meticulosa que la de Gay-Lussac.9394 En 1804 Gay-
Lussac hizo varios arriesgados ascensos en globo aerostático de hidrógeno hasta
alturas por encima 7000 metros sobre el nivel del mar que le permitieron investigar
otros aspectos de los gases, una proeza que nadie más realizó en los 50 años
siguientes. Tomó medidas de la presión, la temperatura, la humedad y muestras de
aire, que más tarde analizó químicamente, además de realizar mediciones magnéticas
a varias altitudes.
Amedeo Avogadro
La hipótesis de Avogadro fue ignorada durante medio siglo tras haber sido publicada
por primera vez. Se han citado muchas razones para este desinterés, incluidos
algunos problemas teóricos como el dualismo propuesto por Jöns Jacob Berzelius que
consideraba que los compuestos se mantenían juntos por la atracción de las cargas
positivas y negativas, lo que haría incompatible la existencia de moléculas
formadas por dos átomos eléctricamente similares, como el caso del oxígeno. Además
existía la barrera de que muchos químicos eran reacios a adoptar métodos físicos
(como las determinaciones de densidad del vapor) para resolver sus problemas. Sin
embargo, a mediados de siglo las figuras más prominentes empezaron a considerar
intolerable la diversidad caótica de sistemas de pesos atómicos y fórmulas de
compuestos en competencia, que proliferaron a causa de la incertidumbre. Además
empezaron a acumularse pruebas puramente químicas que indicaban que lo afirmado por
Avogadro podría ser cierto después de todo. A mediados de siglo, químicos más
jóvenes como Alexander Williamson en Inglaterra, Charles Gerhardt y Charles-Adolphe
Wurtz en Francia y August Kekulé en Alemania, empezaron a proponer la reforma de la
química teórica para que se ajustara a la teoría de Avogadro.
Por su parte Justus von Liebig realizó investigaciones que contribuyeron de forma
crucial en la agricultura y la bioquímica y trabajó en la organización de la
química orgánica. Liebig es considerado el padre de la industria de los
fertilizantes por su descubrimiento de que el nitrógeno es un nutriente esencial
para las plantas, y la formulación de la ley del mínimo que indica la influencia
individual de cada nutriente en las cosechas.
En 1855, Benjamin Silliman Jr. inició los métodos de craqueo del petróleo, que son
la base de la industria petroquímica actual.95 La importancia de los derivados del
petróleo hicieron que la industria derivada de la química orgánica adquiriera la
dimensión que tiene actualmente, con productos como los plásticos, los carburantes,
los adhesivos, etc. La industria de los plásticos se inició en 1862 cuando
Alexander Parkes mostró en la exposición universal de Londres la parkesina, uno de
los primeros polímeros sintéticos. Aunque el primer plástico comercializado a gran
escala (la baquelita) no empezaría a su distribución hasta el inicio del siglo XX.
En 1852, August Beer estableció la ley de Beer, que relaciona la intensidad de luz
absorbida por la disolución de una sustancia con su concentración y las propiedades
de dicha sustancia. Se basa parcialmente en una obra anterior de Pierre Bouguer y
Johann Heinrich Lambert. Esta fórmula será la base de la técnica analítica conocida
como espectrofotometría,97 el análisis de sustancias químicas mediante la
comparación del tipo y cantidad de luz que absorben.
Esquema del espectro de emisión del hidrógeno, con colores para diferenciar las
distintas series identificadas.
Los tubos de descarga consistían en tubos de vidrio en los que se hacía
parcialmente el vacío, por lo que en su interior quedaba un gas en concentración
muy pequeña (denominado gas enrarecido). Dentro se alojaban además dos bornes
separados (ánodo y cátodo) de un circuito eléctrico, y se estudiaba lo que ocurría
en el interior cuando se hacía pasar una corriente eléctrica a través del tubo. El
químico y físico inglés William Crookes fue el pionero en el campo de los tubos de
descarga, al inventar el tubo de Crookes, un tubo de descarga experimental en el
que pudo estudiar el comportamiento de los rayos catódicos que lo atravesaban.
Crookes destacó por estos estudios de los rayos catódicos al resultar fundamentales
para el desarrollo de la física atómica, puesto que ayudaron a desvelar la
estructura del átomo. Sus investigaciones consistieron en observar los efectos de
las descargas eléctricas en el espacio oscuro alrededor del cátodo, situado en el
interior de los tubos que tenían una atmósfera muy tenue de gas, actualmente es
denominado espacio oscuro de Crookes en su honor. Demostró que los rayos catódicos
se desplazaban en líneas rectas y producían fosforescencia al chocar con
determinadas sustancias (luego estaban formados por partículas materiales cargadas
negativamente). Además Crookes aplicó las técnicas espectroscópicas para estudiar
los compuestos de selenio. En 1861 Crookes usó el mismo proceso para descubrir el
talio en algunos depósitos seleníferos. Continuó trabajando con el nuevo elemento,
lo aisló y estudió sus propiedades, y en 1873 determinó su peso atómico.
August Kekulé.
En 1864, Cato Maximilian Guldberg y Peter Waage, a partir de las ideas de Claude
Louis Berthollet propusieron la ley de acción de masas. En 1865, Johann Josef
Loschmidt determinó el número exacto de moléculas que contiene un mol de sustancia,
posteriormente denominado constante de Avogadro.
Sin embargo, la tabla de Mendeléyev no era del todo perfecta. Posteriormente tras
el descubrimiento de varios elementos nuevos y de perfeccionarse los métodos de
determinación de las masas atómicas, se descubrió que algunos elementos no estaban
en el orden correcto. La causa de este problema la determinaría más adelante el
químico inglés Henry Moseley, cuando se conociera mejor la naturaleza del átomo,
quién descubrió que lo que determinaba un claro patrón periódico de las propiedades
de los átomos, es el número de protones que contiene cada elemento en su núcleo, o
número atómico, y no la masa atómica. Además no aparecía ninguna columna para los
gases nobles, pero en esas fechas no se conocía todavía ninguno.
Jacobus Henricus van 't Hoff ganó el primer Premio Nobel de química de la historia
por sus trabajos sobre la dinámica química y las disoluciones.
En 1873, Jacobus Henricus van 't Hoff y Joseph Achille Le Bel trabajando
independientemente desarrollaron un modelo de enlace químico que explicaba los
experimentos de quiralidad de Pasteur y proporcionaba una causa física para la
actividad óptica de los compuestos quirales.102 La publicación de van 't Hoff
Voorstel tot Uitbreiding der Tegenwoordige in de Scheikunde gebruikte
Structuurformules in de Ruimte (Propuesta para el desarrollo de las fórmulas
químicas estructurales de tres dimensiones), que constaba de doce páginas de texto
y una de diagramas, impulsó el desarrollo de la estereoquímica. En esta publicación
se trata del concepto de «átomo de carbono asimétrico» que explica la existencia de
numerosos isómeros, que no se podían explicar con las fórmulas estructurales
existentes hasta entonces. Además señalaba que existía relación entre la actividad
óptica y esta asimetría del átomo de carbono. Además, en 1884 Jacobus Henricus van
't Hoff publicó Études de Dynamique chimique (Estudios de química dinámica), un
influyente ensayo sobre cinética química.103 En esta obra explica la relación
termodinámica entre el calor de reacción y el desplazamiento del equilibrio como
resultado de una variación de temperatura. A volumen constante, el equilibrio de un
sistema tiende a desplazarse hacia la dirección que se oponga al cambio de
temperatura. Este principio sería ampliado al año siguiente por Henry Louis Le
Châtelier, incluyendo los cambios de volumen y presión. Esta regla denominado
principio de Le Chatelier, explica los efectos que ejercen las influencias externas
sobre la dinámica del equilibrio químico.104
En 1892, John Strutt descubrió que el nitrógeno que se encontraba en los compuestos
químicos tenía un peso menor que el atmosférico, y supuso que se trataba porque
estos compuestos incluían algún gas más ligero que disminuía el peso total. En
cambio el químico escocés William Ramsay atribuyó esta discrepancia a la presencia
de un gas más pesado todavía no descubierto mezclado con el nitrógeno atmosférico.
Usando dos métodos diferentes para eliminar todos los gases conocidos del aire,
Ramsay y Rayleigh consiguieron aislar un nuevo gas en 1894, y anunciaron que habían
descubierto un gas, monoatómico e inerte, que constituía casi el 1 % de aire
atmosférico, al que llamaron argón, el primero de los gases nobles en ser
descubierto. Al año siguiente Ramsay liberó otro gas inerte de un mineral llamado
cleveíta, que resultó ser el helio, cuyo espectro coincidía con el de la luz solar,
lo que demostraba su presencia en el Sol y determinó que se nombrara como la deidad
solar griega, Helios. En su obra The Gases of the Atmosphere (Los gases de la
atmósfera, 1896), Ramsay predijo que según las posiciones del helio y el argón en
la tabla periódica existirían al menos tres gases nobles más. En 1898 Ramsay y el
químico inglés Morris W. Travers aislaron estos tres elementos (el neón, kriptón y
xenón) a partir del aire licuado. Posteriormente (1903) William Ramsay trabajó con
Frederick Soddy para demostrar que las partículas alfa eran núcleos de helio que se
desprendían continuamente en la descomposición del radio.
Marie Curie fue la primera persona en ganar dos premios Nobel (y la única hasta la
fecha en dos disciplinas científicas distintas) por sus trabajos en el campo de la
radioactividad.
Artículos principales: Marie Curie, Pierre Curie y Henri Becquerel.
Pierre Curie y Marie Curie fue un matrimonio franco-polaco de científicos famoso
por su investigación pionera en el campo de la radioactividad. Se considera que la
investigación que realizaron ambos y Henri Becquerel fue la piedra angular de la
era nuclear. Marie quedó fascinada con la obra de Becquerel, el físico francés que
descubrió en 1896 que el uranio emitía rayos similares a los rayos X descubiertos
por Wilhelm Röntgen. Marie Curie empezó a estudiar el uranio a finales de 1897 y
teorizó, según un artículo suyo de 1904: «que la emisión de rayos de los compuestos
de uranio es una propiedad del propio metal, que es una propiedad atómica del
elemento uranio independiente de su estado químico o físico.» Curie continuó y
amplió el trabajo de Becquerel realizando sus propios experimentos sobre las
emisiones del uranio. Descubrió que las emisiones de rayos eran constantes, sin
importar la forma o las condiciones en que se encontrara el uranio, por lo que
supuso que se debían a la estructura atómica del elemento. Este descubrimiento
supondría el inicio de la física atómica. Los Curie acuñaron el término
radioactividad para describir el fenómeno.
En 1905, Fritz Haber y Carl Bosch desarrollaron el proceso de Haber para fabricar a
escala industrial amoniaco, un hito en la industria química con grandes
consecuencias en la producción de fertilizantes y de munición. Actualmente la
producción de alimentos de la mitad de la población del mundo depende de este
método para la producción de fertilizantes. Haber, junto a Max Born, propuso el
ciclo de Born-Haber para calcular la energía reticular en la formación de
compuestos cristalinos iónicos. Además Haber es considerado el «padre de la guerra
química» por el desarrollo de gases tóxicos que se usarían en la Primera Guerra
Mundial.
En 1911, Antonius Van den Broek propuso la idea que los elementos de la tabla
periódica se ordenaran según las cargas positivas de su núcleo, en lugar de por su
peso atómico. En 1911 se realizó el primer Congreso Solvay en Bruselas con la
asistencia de los químicos y físicos más prominentes de la época. En 1912 William
Henry Bragg y William Lawrence Bragg propusieron la ley de Bragg que creó el campo
de la cristalografía de rayos X, fundamental para estudiar la estructura cristalina
de las sustancias químicas. También en 1912 Peter Debye desarrolló el concepto de
dipolo molecular para describir la distribución asimétrica de carga de algunas
moléculas.
Experimento de Rutherford.
Arriba: el resultado previsto si hubiera sido válido el modelo atómico de Thomson.
Abajo: el resultado del experimento que demostró la existencia de un núcleo central
positivo en el átomo.
Ernest Rutherford y su modelo atómico
En 1906, Rutherford dirigió un experimento realizado por sus alumnos Hans Geiger
(posteriormente conocido por el contador Geiger) y Ernest Marsden en la Universidad
de Mánchester. En este célebre experimento, conocido como el experimento de
Rutherford o experimento Geiger-Marsden, se bombardeó una finísima lámina de oro
con un haz de partículas alfa, generadas por la descomposición del radón. El
objetivo del experimento era evaluar la validez del modelo atómico de Thomson. Si
los átomos de oro se ajustaban a este modelo las partículas α los atravesarían sin
desviarse o haciéndolo pocos grados. Pero los resultados reales sorprendieron a
Rutherford. Aunque muchas partículas α pasaban sin desviarse, un pequeño porcentaje
sufría grandes desviaciones, incluso de más de 90 grados. Esto demostraba que en el
interior de los átomos había una masa relativamente grande con carga positiva, a la
que posteriormente Rutherford denominó núcleo atómico, con la que chocaban las
partículas α; y refutaba por completo el modelo de Thomson. A partir de estos
resultados Ernest Rutherford desarrolló su propio modelo atómico, según el cual el
átomo estaba constituido por un núcleo central positivo relativamente grande con
electrones girando a su alrededor como en un sistema planetario, aunque la mayor
parte del átomo estaba vacía (la mayoría de las partículas α no encontraban nada
con qué chocar). Rutherford fue galardonado con el Premio Nobel de química en 1908
por sus estudios sobre la radioatividad y la estructura del átomo.
En 1931, Harold Clayton Urey detectó por primera vez uno de los isótopos más
destacados, el deuterio o hidrógeno pesado.116
Gilbert N. Lewis
Artículo principal: Gilbert N. Lewis
El físico químico estadounidense Gilbert Newton Lewis inició la teoría del enlace
de valencia. Esta teoría se basa en que los enlaces químicos dependen de la
cantidad de electrones que tengan los átomos en su capa más externa, o capa de
valencia. En 1902, mientras Lewis intentaba explicar la valencia a sus alumnos,
representó los átomos como si fueran cubos con los electrones en los vértices.
Estos «átomos cúbicos» servían para explicar los ocho grupos de la tabla periódica
y representaban la idea de que los enlaces químicos se formaban para que los átomos
se transfirieran electrones unos a otros con objeto de completar los ocho
electrones exteriores, un octeto, necesarios para alcanzar la estabilidad al
conseguir la misma configuración electrónica exterior que un gas noble.
Lewis desarrolló en 1923 la teoría del par de electrones libres para los ácidos y
bases. Lewis redefinió el concepto de ácido para ampliarlo a cualquier átomo o
molécula con un octeto incompleto capaz de aceptar un par de electrones. Y en
contrapartida, las bases serían cualquier sustancia con su octeto completo y un par
de electrones libres de enlace que pueda actuar como donante a un ácido. Los ácidos
y bases de esta teoría se conocen como ácidos y bases de Lewis. En 1923, G. N.
Lewis y Merle Randall publicaron Thermodynamics and the Free Energy of Chemical
Substances (Termodinámica y la energía libre de las sustancias químicas), el primer
tratado de termodinámica química moderno.
Mecánica cuántica
Artículos principales: Louis de Broglie, Wolfgang Pauli, Erwin Schrödinger,
Ecuación de Schrödinger y Ecuación de Dirac.
Paul Dirac, junto a Schrödinger, ganó el Premio Nobel de física de 1933 por sus
contribuciones a la teoría atómica.
En 1926, a la edad de 39 años, el físico teórico Erwin Schrödinger creó la obra
considerada el pilar de la mecánica cuántica ondulatoria. En esta obra describe su
ecuación de diferenciales parciales que es la ecuación básica de la mecánica
cuántica y que supone para la mecánica del átomo lo mismo que las leyes de Newton
supusieron para la comprensión del movimiento de los planetas. Adoptando la
propuesta de Louis de Broglie en 1924 de que la materia tiene una naturaleza dual y
que en algunas situaciones se comportan como las ondas, Schrödinger desarrolla la
teoría de este comportamiento plasmándolo en una ecuación de onda, actualmente
conocida como la ecuación de Schrödinger. Las soluciones de la ecuación de
Schrödinger, a diferencia de las ecuaciones de Newton, son funciones de onda que
describen la probabilidad de que ocurra un hecho físico. La secuencia de
trayectorias y posiciones fácilmente visualizables de la mecánica de Newton, en la
mecánica cuántica se reemplazan por una noción más abstracta de probabilidades, lo
que la hace más oscura y origina algunas paradojas. Por ejemplo a partir del modelo
atómico de Schrödinger los electrones ya no se describirán en órbitas alrededor del
átomo sino en orbitales.
El físico teórico alemán Werner Heisenberg también fue uno de los creadores clave
de la mecánica cuántica. En 1925, Heisenberg descubrió la manera de formular las
ecuaciones de la mecánica cuántica en términos de matrices. Por este descubrimiento
sería galardonado con el Premio Nobel de Física de 1932, y en el futuro facilitaría
el cálculo computacional. En 1927 publicó su principio de incertidumbre, en el que
basó su pensamiento y por el que es más famoso. Con él Heisenberg demostró que al
estudiar un electrón en un átomo se podía determinar su posición o su velocidad,
pero era imposible conocer las dos al mismo tiempo.
En 1928, Paul Dirac formuló la ecuación de Dirac, una ecuación de onda relativista
para partículas de espín ½, como el electrón, que es completamente consistente
tanto con los principios de la mecánica cuántica como con la teoría de la
relatividad especial, cuya aplicación a los átomos hidrogenoides da lugar al modelo
atómico de Dirac.
Al comprobarse que los átomos no hacen honor a su nombre (se dividen en partes), el
comportamiento ondulatorio de las partículas subatómicas y la potencialidad
energética de las reacciones nucleares se redefiniría el ámbito de la química (como
única ciencia que estudiaba la materia) quedando el estudio de la estructura del
interior de átomo en el campo de la física.
Química cuántica
Artículo principal: Química cuántica
Una vez asumidos los principios de la mecánica cuántica surge la química cuántica
para aplicarlos al estudio de los enlaces químicos y de las estructuras de las
moléculas y estructuras cristalinas. Algunos consideran que la química cuántica
nació en 1926 con la ecuación de Schrödinger y su aplicación al átomo de hidrógeno,
mientras que otros consideran que arranca en 1927 con el artículo «Wechselwirkung
neutraler Atome und Homöopolare Bindung nach der Quantenmechanik» («La interacción
de los átomos neutros y el enlace homopolar según la mecánica cuántica») de Walter
Heitler y Fritz London117118 Esta es la primera aplicación de la mecánica cuántica
a la molécula de hidrógeno y al fenómeno del enlace químico. En los años siguientes
se fueron acumulando progresos con los trabajos de Edward Teller, Friedrich Hund,
Robert S. Mulliken, Max Born, J. Robert Oppenheimer, Linus Pauling, Erich Hückel,
Douglas Hartree, Vladimir Aleksandrovich Fock, entre otros, que dilucidaron que las
propiedades químicas estaban determinadas por las estructuras electrónicas de los
átomos y sus compuestos.
Linus Pauling recibió el Premio Nobel de Química de 1954 por sus estudios sobre el
enlace químico.
En 1951, se publicó un artículo trascendental para la química cuántica «A Study of
Two-Center Integrals Useful in Calculations on Molecular Structure» («Un estudio
sobre integrales de dos centros útiles para los cálculos de estructura molecular»)
de Clemens C. J. Roothaan sobre las ecuaciones de Roothaan.120 que abrió el camino
para la solución de las ecuaciones de campo autoconsistente para moléculas pequeñas
como las del hidrógeno y nitrógeno. Estos cálculos se realizaron con la ayuda de
tablas de integrales que se calculaban con los ordenadores más avanzados de la
época. Los posteriores avances de la informática facilitarían la resolución y
representación de las complicadas ecuaciones de onda resultantes.
Mark Oliphant, en 1932, observó por primera vez la fusión de núcleos ligeros
(isótopos de hidrógeno).
1932, observó por primera vez la fusión de núcleos ligeros (isótopos de hidrógeno).
Gracias a los estudios de Ernest Rutherford de Transmutación nuclear conducidos por
Mark Oliphant. Posteriormente, durante el resto del siglo, Hans Bethe estudió las
etapas del ciclo principal de la fusión nuclear en las estrellas. La investigación
acerca de la fusión para fines militares se inició en la década de 1940 como parte
del Proyecto Manhattan, pero no tuvo éxito hasta 1952. La indagación relativa a
fusión controlada con fines civiles se inició en la década de 1950, y continúa
hasta el presente.
En 1937 Hans Adolf Krebs descubrió que todas las reacciones del interior de las
células conocidas involucradas en la respiración celular estaban relacionadas entre
sí, denominando a esta sucesión de reacciones ciclo del ácido cítrico, más tarde
conocido como ciclo de Krebs. Por este descubrimiento fue galardonado con el Premio
Nobel de Fisiología o Medicina de 1953.
Buckminsterfullereno, C60
Finales del siglo XX
En 1970, John Pople creó el programa Gaussian que facilitó enormemente los cálculos
de la química computacional, como la ecuación de Schrödinger molecular según la
teoría de orbitales moleculares.128 En 1971 Yves Chauvin presentó una explicación
al mecanismos de reacción de las Metátesis olefínicas.129 En 1975 Karl Barry
Sharpless y su equipo descubrieron las reacciones de oxidación estereoselectivas,
como la epoxidación de Sharpless,130131 la dihidroxilación asimétrica de
Sharpless,132133134 y la oxiaminación de Sharpless.135136137
En 1985, Harold Kroto, Robert Curl y Richard Smalley descubrió los fullerenos, una
clase de grandes moléculas de carbono con forma de poliedros con caras hexagonales
o pentagonales, cuyo nombre conmemora al arquitecto Richard Buckminster Fuller
famoso por usar diseños similares en sus cúpulas geodésicas.138 En 1991 Sumio
Iijima usó el microscopio electrónico para descubrir un tipo de fullereno
cilíndrico denominado nanotubo, aunque los primeros trabajos en este campo se
habían realizado en 1951. Este material es un importante componente en el campo de
la nanotecnología.139
Véase también
Historias y cronologías
Cronología de la química
Descubrimiento de los elementos químicos
Historia de la bioquímica
Historia de la cromatografía
Historia de la electroquímica
Historia de la energía
Historia de la física
Historia de la tabla periódica
Historia de la teoría molecular
Historia de la termodinámica
Premio Nobel de Química
Teoría atómica
Químicos eminentes
En orden cronológico:
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En la página 157, Gay-Lussac menciona los hallazgos sin publicar de Charles: Avant
d'aller plus loin, je dois prévenir que quoique j'eusse reconnu un grand nombre de
fois que les gaz oxigène, azote, hydrogène et acide carbonique, et l'air
atmosphérique se dilatent également depuis 0° jusqu'a 80°, le cit. Charles avait
remarqué depuis 15 ans la même propriété dans ces gaz ; mais n'avant jamais publié
ses résultats, c'est par le plus grand hasard que je les ai connus. (Antes de
avanzar, debería informar que aunque yo reconocí muchas veces que los gases
oxígeno, nitrógeno, hidrógeno, y ácido carbónico [dióxido de carbono], además del
aire atmosférico se expanden desde 0° a 80°, el ciudadano Charles se había dado
cuenta hace 15 años las mismas propiedades en los mismos gases; aunque nunca los
publicó, que por casualidad conocí.)
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