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ARTE RUPESTRE GUANE BAJO LA MIRADA DE GILBERT DURANT

DOCENTE LEONARDO MORENO

ÁNGELA MARÍA SUÁREZ

KIMBERLLY GALVIS MANTILLA

MARÍA CAMILA VERA RINCÓN

NICOLÁS ÁLVAREZ

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER

ESCUELA DE HISTORIA Y ARCHIVISTICA

ETNOLOGIA DE COLOMBIA

BUCARAMANGA

2020
A modo de preámbulo, y antes de realizar un análisis de los vestigios dejados por los Guane
en términos artísticos; quisiéramos remitirnos someramente a lo que ha sido el estudio del
arte rupestre, y lo que en la mayoría de los casos se tiende a observar. Así pues, dentro de
este marco, primero hemos de considerar el espacio en el que se han descubierto los
vestigios, esto debido a que la función que entran a desarrollar las imágenes es la de ayudar
a singularizar el espacio, es decir, que ayudan a determinar o asociar el espacio como
propio o semejante de una cultura1. Ahora bien, por lo que se refiere puntualmente a la
imagen, a esta se le han atribuido diversas significaciones las cuales giran en torno a las
formas, pero más precisamente, se ha tendido a relacionar su origen con las prácticas
religiosas por una razón principal, trasmitir conocimiento; explicado de otra forma, era la
necesidad de trasmitir las visiones que tenían los chamanes o brujos/as a las que se llegaba
por medio de un proceso de éxtasis, que era alcanzados mediante de la ingesta de bebedizos
hechos a base de diversas hierbas. En este sentido, lo que se buscaba principalmente era
generar una serie de símbolos que reflejaran y/o trasmitieran los significados, ya que el
lenguaje no era suficiente, debido a que cuando moría el chamán se iba con él la
experiencia y la visión que se había compartida con la comunidad sufría degradaciones2.

Así pues, tenemos que las imágenes-pictogramas encontradas principalmente sobre


superficies rocosas dentro de cuevas o cavernas, ambiente que propicia su conservación,
son el resultado de una necesidad de trasmitir conocimientos, en este caso los entregados a
los chamanes, brujos/as o sacerdotes por sus deidades, dioses o espíritus, al momento en
que estos viajan al “otro mundo”.

Hacia un análisis pictográfico de la cultura Guane

Por lo que se refiere a los Guane, el arte rupestre que estos hicieron ha sido poco explorado,
por lo que la información que se puede encontrar con respecto al tema es realmente escasa,
atreviéndonos a decir que nula. Por lo que realizar una interpretación de estos, sin tener los
conocimientos apropiados en el campo podría llevar al establecimiento de significaciones

1
Rocchetti, Ana María. “Arte rupestre: imagen de lo fantástico”. Boletín del museo chileno de arte
precolombino 20, nº 1 (2015): 39-49
2
Vargas Arenas, Iraida. "Análisis del llamado "arte rupestre" en la cuenca del río Caroní desde la perspectiva
de género." RET. Revista de Estudios Transdisciplinarios 2, no. 1 (2010):55-66.
erradas. En este contexto, alejándonos de un análisis puntual de las imágenes, pretendemos
realizar una reflexión acerca del valor de estas imágenes y el modo en que quizá podrían ser
analizadas.

Así pues, debemos iniciar por mencionar que los estudios que se han llevado a cabo hasta la
actualidad con respecto a la cultura Guane son muy escasos, razón por la que en aspectos
como lo es el campo de las creencias aún no cuenta con registros que se puedan considerar
‘apropiados’, y que, para este caso, ayuden a aproximarse de modo más certero a la
significación de las imágenes. No obstante, dentro de este campo de lo ‘trascendental’ se
han realizado algunos estudios que competen específicamente al campo de los rituales
fúnebres3, sin embargo, a pesar de que estos estudios nutren el conocimiento respecto a la
cultura, no arrojan precisamente información acerca de las creencias míticas o de las
concepciones que tenían los Guane sobre el entorno en el que se encontraban.

Pese a no encontrarse estudios en este campo, por medio de investigaciones realizadas


desde la antropología que buscan encontrar las posibles significaciones de los símbolos;
como es el caso de las obras presentadas por el antropólogo Gilbert Durant 4, en las que se
busca recuperar principalmente el valor de lo imaginario y en este sentido, también lo
simbólico, como parte fundamental del ciclo vital del ser humano. En este mismo camino
Raquel Pisi, presenta un libro denominado El simbolismo en las figuras circulares, en el
cual tomando como base a autores como Lévi-Strauss y Mircea Eliade, este último
especialista historia de las religiones, hace un análisis con respecto al círculo como una
realidad trascendente del ser humano, y que se encuentra presente en la mayoría de las
culturas alrededor del mundo5.

Lo que se busca por medio del apoyo de los estudios realizados por los autores
anteriormente señalados, es tratar de establecer un modo propio y adecuado de análisis que
se adapte a esta cultura específica. A este respecto, cabe señalar que los estudios llevados a
cabo por Mircea

3
Ejemplo: Moreno, Leonardo. “Una aproximación a la sociología religiosa de la cultura prehispánica Guane:
muerte y prácticas funerarias”. Anuario de Historia Regional y de las Fronteras. n°17 (2012): 13-25.
4
Durant, Gilbert. Las estructuras antropológicas de lo imaginario. Madrid: Ediciones Taurus, 1981.
5
Pisi, Raquel. El simbolismo de las figuras circulares. Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo, 2008
Eliade podrían sugerir o brindar aportes al proceso de investigación de la religiosidad del
mundo Guane, y de este modo generar vínculos con los pictogramas que se han encontrado
en lugares como la Mesa de los Santos, los cuales como se presenta en las siguientes
imágenes, son muy ricos en cuanto a su contenido.

Estas imágenes son asociadas a representaciones de seres de la naturaleza, objetos y


escenas de la vida cotidiana, siendo referentes de experiencias, pensamientos y creencias
elaboradas a lo largo de varias generaciones. Este tipo de evidencia arqueológica se valora
porque constituye el testimonio más claro de la capacidad humana para abstraer y
representarla realidad.

Para Durand, la imagen imaginaria o simbólica se encuentra conformada por símbolos y


arquetipos que tienen un desarrollo en el trayecto antropológico, por lo que si se desean
tomar representaciones Guanes que son rastros del pasado, habría que interesarse y adentrar
en el trayecto recorrido por este grupo indígena. Esto se entiende con la tesis del autor que
señala que el poder de simbolizar es una característica que constituye al ser humano y que
desarrolla a lo largo de su vida.

La imagen Guane, al igual que todas las imágenes, contiene un significado inagotable que
no podría reducirse a la mera interpretación de la adoración a dioses, sino que es una
interpretación distinta y constante con diferentes sentidos.

Análisis Figura: Potrero.


En el potrero se percibe un patrón que se hace con las figuras triangulares, en el que parece
buscarse una proximidad hacia el centro, la cual es asociada en algunas culturas con el
retorno del ser humano a la madre tierra. Un ícono asociado que se relaciona con la vida
cotidiana previamente mencionada. De igual manera, podrían ser símbolos asociadas al
régimen diurno. Y a su vez de orden positivo dentro de esta estructura. El imaginario guane
se movía en la estructura de oposición entre el cielo y la tierra.

Análisis Figura: Sol.

En esta figura podemos ver uno de los símbolos más frecuentes en los pictogramas que dejó
el pueblo Guane. Esta figura podemos encontrarla en su textilería, en sus murales rupestres
etc., En esta imagen podemos encontrar el sol, junto a la luna, fueron sus deidades más
veneradas, puesto que era de ellos de donde se desplegaban las grandes fuerzas de la
naturaleza. Así bajo este supuesto, de vital importancia que este pueblo precolombino de la
región de Santander asignaba al sol, es que pretendemos hacerlo objeto de análisis de
Gilbert Durand dentro del primer régimen, es decir del “diurno” del que se ocupa en su
libro: “Las estructuras antropológicas de lo imaginario”.

Como sabemos, los Guane adoraban al sol porque era considerado como portador de vida,
lo que nos ayuda a entender lo simbólico del mundo guane y su relación con el régimen
diurno. En este imaginario, el sol representa el día y la luna la noche, donde podemos
relacionar que los diversos rayos emitidos, pueden en parte relacionarse con el denario que
va a simbolizar la repetición infinita. En otras palabras, el dominio cíclico del devenir.

Dicho lo anterior, diremos que, esa imagen simbólica del sol quería evocar en el imaginario
del pueblo Guane, estímulos y reacciones de tipo espiritual, donde insertando este valor de
la imagen solar, podemos notar en Durand que aquello, en las estructuras diurnas del
imaginario, apunta bien a la configuración del “poder” que se sobrepone al desorden y caos
que deviene del adversario del sol: las tinieblas.

Entonces, volviendo sobre el supuesto del símbolo del sol en los Guane, como un icono
representativo del tiempo, ya que según parece, esa figura ha hecho pensar también en la
posibilidad de representar un calendario, podemos someter esta figura al análisis en
Durand, en la medida que lo entendemos como uno de los dos símbolos cíclicos que este
autor propone: Denario y bastón. Entre estos dos, el que más se ajusta a la idea del sol en
los Guane como una representación temporal - la del calendario específicamente hablando-,
es la del Denario, debido a que, como elemento natural propio del día, podría significar su
poder de repetición infinita y demarcar así, los ritmos temporales, que se contienen dentro
del calendario.

Finalmente, hemos de señalar que el sol Guane como símbolo diurno, representa también
en el pensamiento de Durand, una clara afinidad a la idea de que los cánones mitológicos
de un pueblo esencialmente descansan en la posibilidad de Repetir el TIEMPO. y es que si
entendemos que en la cosmología mítica de la creación adquiere suma relevancia en un
colectivo que comparte un ideario cultural reiterarla con frecuencia como parte de una
explicación originaria, notamos que en ese ejercicio se inmiscuyen los dos elementos
básicos de Durand para la sustentación del simbolismo cíclico del denario: lo “Annulus”
que indudablemente nos remite a la capacidad de regeneración del tiempo y la capacidad de
contener esa facultad dentro del segundo elemento, es decir el calendario que instituye la
liturgia de una cultura.

Análisis Figura: Anfibio


Este tipo de símbolos zoomorfos, nos dan ya una idea de la importancia que para los Guane
tenía la madre tierra, sus labranzas y valores como el trabajo6. Sin embargo, yendo ya de lo
representativo a lo cognitivo, es necesario señalar que este símbolo dentro del pensamiento
de Durand, podemos analizarlo bajo la cuarta estructura “mística de lo imaginario” que ese
autor postula para el régimen nocturno, es decir, la de la miniaturización. Otro rasgo que
nos da entonces la impresión de que este símbolo zoomorfo, es perfectamente acuñable a la
cuarta estructura del régimen nocturno, es decir la de la miniaturización.

Entonces la impresión de que este símbolo zoomorfo, es perfectamente acuñable a la cuarta


estructura del régimen nocturno, es decir la de la miniaturización, se enraíza, en la
deformación de la rana en relación de cómo es percibida en el régimen diurno, o cómo sería
según Durand, su forma «correcta», así, bajo esta condición solo resta preguntarnos: ¿por
qué? y es que si nos adentramos más en la conceptualización que Durand nos da respecto a
esta cuarta estructura mística de lo imaginario, es decir la de la miniaturización,
prontamente nos damos cuenta de que en el régimen nocturno no importa la forma, sino, la
materia, es decir, la mera estructura del objeto representado, es así que cobra en este punto,
validez lo que el antropólogo Julián Baracaldo, señalaba respecto al carácter en cómo
podrían ser definidas las pinturas Guane: “ejecuciones de carácter abstracto”7.

6
Evidentemente, nos referimos acá no solamente al trabajo humano, sino al que ejecuta la rana en el ambiente
y es que, estos anfibios son fundamentales para cualquier ecosistema, puesto que su función está ligada al
control de plagas y benefician también al fortalecimiento del suelo porque transportan nutrientes que
fortalecen los diferentes espacios. Las ranas, además, son indicadores de ambientes sanos.
7
CÉPEDES GARCÍA, Isabel. Homenaje a los pintores Guanentinos, p. 3.
De esta manera si notamos, de manera detallada, la rana Guane, es una figura en donde
impera el plasmado en forma geométrica, pues en su estructura, destacan líneas rectas,
oblicuas, paralelas, diagonales, finas o espesas, y además de ello, es posible encontrar
dentro

de su dibujo triángulos, rombos y rectángulos, figuras y trazados que en conjunto dan forma
al símbolo zoomorfo, en el cual se refleja entonces, la mera importancia de lo estructural y
no de su forma, es decir que el imperante en este símbolo es la abstracción.

El arte rupestre en Colombia ha jugado un rol importante en la investigación arqueológica


y en la construcción de un conocimiento sobre los antiguos pobladores con el fin de mostrar
la necesidad de una revaloración sobre el arte rupestre, ya que es necesario proyectar como
en el análisis del «arte prehispánico», herramientas que permitan aproximaciones diversas a
las relaciones involucradas en el saber ancestral materializado en las manifestaciones
rupestres, en este contexto se erige como la como principal evidencia arqueológica que
permite hablar de la «culminación de un proceso trascendental en la vida humana»: la
consolidación de la mente como es percibida hoy, dan cuenta de una configuración
particular de la mente humana, que para el caso de la expresión artística, son la
consolidación de un número de factores que confluyen en la capacidad metafórica, en la
fantasía que es expresada en formas artísticas cargadas de valores culturales.

Así mismo, se busca mostrar las transformaciones en las perspectivas de análisis


antropológicos, haciendo visibles nuevos espacios reflexivos que son producto de la
renovación crítica a lo largo del devenir de la disciplina. Durant desarrolla la idea
pragmática según la cual los signos, independientemente de su poder de significar, informar
o evocar, tienen también la capacidad de ligar y desligar a los hombres, propone aquí la
imaginación como vertiente fundamental de un pensamiento que busca superar
contradicciones aparentes. Su revolución antropológica busca afirmar que el imaginario es
el conjunto de imágenes interrelacionadas que constituyen el pensamiento del hombre, así
como el denominador central en el que se acumulan los otros mecanismos de dicho
pensamiento.

El término arte rupestre se presenta como un concepto ambiguo que requiere ser matizado y
sus diversas materializaciones se insertan de forma activa en las dinámicas de
establecimiento y organización social, recibiendo significados particulares al ingresar en los
circuitos sociales, políticos, económicos y rituales, dentro de los cuales el arte y sus
expresiones adquieren particularidad: su singular materialización y valoración en los
contextos socioculturales. Muestran como el arte se integra en la vida social como un
elemento que, por un lado, puede exhibir y ratificar un orden social y por otro, puede
manifestar inconformismos y tensiones particulares contextualizadas en un momento
histórico. De ahí que se diga que el arte es una forma de «cosificar códigos culturales»,
códigos que se singularizan o se estudian bajo las formas de objetos suntuarios, objetos de
poder, indumentaria, etc.

No obstante, no consideramos que las figuras puedan ser únicamente vistas desde una
perspectiva, que es la presentada anteriormente, sino que pueden ser vista desde una
perspectiva económica; recordando aquí que estas culturas a pesar de ya haber desarrollado
un sistema económico de intercambio, aún conservaban prácticas de cazadores-
recolectores, además de que se encontraban continuamente enfrentándose a un entorno, de
algún modo hostil, que requería del desarrollo de habilidades que garantizarán su
supervivencia. Por este camino, sería posible hacer una revisión de las imágenes, tomando
en consideración el entorno y sus costumbres. Se notó el potencial al abrir un campo
reflexivo, que vislumbra las relaciones del arte con respecto a fenómenos particulares de la
vida social

Por último, y para cerrar esta reflexión, este trabajo además de relacionarlo con lo visto de
Gilbert Durand, Marc Augé en su texto 'El tiempo en ruinas', muestra una importancia
especial porque nos aporta una buena reflexión en base nuestro oficio como estudiantes de
las humanidades. Gracias a este texto, podemos aclarar nuestro pensamiento reflexivo ante
lo que observamos. En base a esto, de Augé se puede tomar la importancia del paisaje y los
lugares que hacen que el tiempo se detenga ya que nos transporta a una experiencia inédita
que sólo se presentan en estos espacios específicos. Gracias a esto podemos entender la
pureza del tiempo del que se habla en El tiempo en ruinas y que es complejo de explicar ya
que una cosa es leer o escuchar sobre algo y otra cosa es experimentarlo propiamente, en
carne y hueso.

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