CIAN MAGENTA AMARILLO NEGRO

Se descubre «petróleo» en Uruguay

Dentro de pocos días la Intendencia
Municipal de Paysandú pondrá en funcio-
namiento lo que puede considerarse
como el primer pozo petrolero del Uru-
guay. Dicho emprendimiento generará, en
una primera etapa, 200.000 litros de com-
bustible diesel por año, y al menos una
docena de puestos de trabajo.
No se trata de una perforación hacia
las entrañas de la Tierra, ya que el com-
bustible se encuentra en superficie, al al-
cance de la mano, y es renovable. Se tra-
ta más bien de aprovechar lo que siempre
ha estado disponible, solo que se ignora-
ba que pudiera usarse como combustible.
Con este emprendimiento la comuna
sanducera se convertirá en la primera
entidad gubernamental del continente
americano en aprovechar materia prima
disponible en su territorio, para elaborar
con ella combustible diesel.
Además de ser renovable, esta nueva
sustancia tiene otras ventajas: su altísima
lubricidad prolonga la vida útil de los mo-
tores, no contamina ni genera lluvia ácida
o compuestos cancerígenos, es biodegra-
dable, reduce la formación de carbonillas
en el motor, y posee un número de ceta-
nos un 10% mayor al del mejor gasoil.
Este combustible, que químicamente
se denomina «alcoholester de ácido gra-
so», es más conocido por su nombre uni-
versal: biodiesel. Se elabora a partir de
cualquier aceite vegetal o grasa animal,
reemplazando a través de un proceso
sencillo, la molécula de alcohol pesado
que contienen los aceites y las grasas,
por una molécula de alcohol liviano.
El resultado es un combustible que
sustituye con ventaja al gasoil, puede
mezclarse en cualquier proporción con
éste o utilizarse puro, y cuyo costo de-
A partir de la planta piloto de Paysan-
dú, esta ecuación económica cambia: El
biodiesel allí generado reemplazará igual
cantidad de litros de gasoil, y el dinero
que se hubiera tenido que girar fuera de
la economía sanducera en pago de di-
cho gasoil, se incorporará ahora a la eco-
nomía local, generando mayor actividad
y bienestar.
En la medida que se popularice la ela-
boración de biodiesel, el productor san-
ducero tendrá por primera vez en su vida
la posibilidad de elegir el destino de su
cosecha, e influir sobre su valor. Si sube
el precio del gasoil, podrá optar por ela-
borar biodiesel a menor costo, y si baja
(lo cual dudo) tendrá la opción de vender
su grano, y comprar gasoil.
De hecho, cada chacra del departa-
mento se convertirá en un potencial
«pozo de petróleo».
Como escribí anteriormente, el biodie-
sel no requiere de mayores conocimien-
tos, ni de costosas inversiones. Tampo-
co necesita de un tamaño mínimo de ins-
talación, o de oneroso asesoramiento.
Es más fácil hacer buen biodiesel, que
hacer buen queso; y una planta integra-
da de 200.000 litros/año, que transforma
el grano en biodiesel, cuesta menos de
la mitad de lo que cuesta una sembrado-
ra de siembra directa.
El biodiesel no responde a la econo-
mía de escala. Si se lo elabora con acei-
te vegetal se lo puede fabricar casera-
mente en una licuadora de cocina, o en
un tambor usado de 200 litros. Solo se
requiere aceite vegetal, y éste puede ser
tanto virgen como usado.
Los otros componentes —alcohol
metílico y soda cáustica— son de libre
disponibilidad, y su precio no influye en
el precio del biodiesel, dado que el
subproducto de la elaboración del mis-
mo, llamado glicerol, cubre con su venta
el costo de todos los insumos, la mano
de obra, y la energía eléctrica que inter-
vienen en el proceso.
Los medios y la tecnología para ha-
cer biodiesel están disponibles, y al al-
cance de todos.
Solo se requiere ahora que cada uno
de nosotros tenga la visión que lo impul-
se a adoptar aquello que hoy es quizás
una novedad, pero que en el futuro se
transformará en la herramienta de cam-
bio que necesitan nuestras golpeadas
economías regionales.
Ingeniero Ricardo G. Carlstein (*)
(*) Es uno de los principales especialistas del
mundo en biodiesel y construye las plantas BIO.
Este artículo fue especialmente redactado para su
publicación en QUINTO DIA.

pende únicamente del valor de la produc-
ción primaria nacional, independiente-
mente de los avatares de una guerra en
el Mediano Oriente o de la codicia de un
conglomerado petrolero.
La planta piloto que pone en marcha
la Intendencia de Paysandú no necesitó
de costosos estudios de factibilidad, ni de
gravosas inversiones en complejos equi-
pos. Solo requirió la decisión política de
impulsar una tecnología que beneficiará
a todos por igual, y que al multiplicarse
en el tiempo significará una mejora sus-
tancial para la economía local.
De todas las variables que afectan la
economía uruguaya, el combustible es
quizás la más gravosa. Todo el combus-
tible que consume el país es importado;
lo que significa que el trabajo de los orien-
tales, girado al exterior para provecho de
otras economías, solo recibe a cambio un
bien cuyo precio es fijado arbitrariamen-
te por un reducido grupo de empresas,
sin que el consumidor uruguayo pueda
influir en dicho precio.
Un litro de biodiesel
No resulta muy difícil industrializar biodiesel. En verdad, puede hacerse en
la cocina de cualquier hogar.
Obviamente, hay que considerar un problema de escala, por lo que posi-
blemente hacer un litro de biodiesel sea algo más caro que adquirir un litro de
gasoil. No obstante, es una experiencia apasionante, que demuestra clara-
mente que la dependencia con las multinacionales de hidrocarburos es en
verdad generada por los grandes poderes, pero no necesaria.
La forma de hacer un litro de biodiesel es la siguiente:
Materia prima: aceite de soja comercial 500 cm3 (puede ser cualquier
otro, pero éste es más económico).
Reactivos: 100 cm3 de metanol y 1,7 gramos de soda cáustica (NaHO).
Técnica: Calentar el aceite a 30 grados centígrados y agregarle lentamen-
te y removiendo, la mezcla de metanol/soda cáustica. Elevar la temperatura a
50 grados y remover durante una hora. Dejar reposar para en el fondo del
recipiente se deposite la glicerina. Filtrar y separar el biodiesel, lo que es
sencillo pues la glicerina es más pesada. Mezclar con agua, decantar y sepa-
rar. El agua tiene por objetivo arrastrar las impurezas, tras lo cual queda listo
para usar.
Si cree que este último paso es muy difícil, puede obviarlo, pero la calidad
del combustible no será óptima.

6/Quinto Día