ANTITERAPIA®
rN
La idea de que hablar sobre nuestros sentimientos puede
ser un acto politico parece containtultiva. ;:No hablan
las personas sobre sus emociones hoy mas que munca? :Y
no coincide ese nuevo emocionalismo con el surgimiento
de lo que he llamado realismo capitalista, la vision pro-
fundamente incorporada de que el capitalismo es el inico
sistema econémico “realista"?
EL NUEVO LABORISMO Y EL NACINIENTD DE LA EMO-POLITICA
Para comenzar a responder esta pregunta, enfoquémonos
en uno de los nicleos centrales del realismo capitalist,
el Reino Unido. El Nuevo Laborismo de Tony Blair natu-
raliz6 lo que Thatcher tuvo que pelear para instalar: la
1 Este tera es a uansrpln de ua conference 2015 publeada en
lean con etl de“A-therape en Fl pote Fete Schiele
(et), Zon der estptimirang: Becht aut dr Lelungaeselachaf,
Bers, Mattes & See, 203idea de que no habia alternativa alcapitalismo neoliberal
En retrospectiva, hoy es claro que los primeros meses del
primer periodo de Tony Blair como primer ministro tam-
bign inauguraron un nuevo momento en la vida politica
britanica: el nacimiento de lo que podsiamos llamar la
emo-politca. Blair le dio al gobierno briténico un nue-
vo tono emocional. Se posicioné a si mismo como parte
de una Gran Bretafla que se sentia més comoda expre-
sando sus sentimientos que la generacion de sus padzes
Yy sus predecesores con su estereotipada sontisa forzads,
Para ello, fue fundamental la manipulacion de Blair y sus
consejeros de la extraordinaria celebracin de la afliecén,
que se produjo innediatamente después de la muerte de
Diana, la Princesa de Gales, ocurrida apenas unos meses
después de que el Nuevo Laborismo llegara al poder.
Su muerte, como es sabido, hizo tropezar a la monar-
aula con su viejo modelo de deber y restriceign emocional:
mientras que la forma de hablar de Blair en su famoso
discurso sobre “ta princesa del pueblo", escrito por el vo-
cero del Nuevo Laborismo, Alastair Campbell, no solo esta~
Dlecié su autoridad como primer ministzo, sino que inicié
luna nueva fase de gobiernos neoliberales en Gran Bretafa.
Gracias a Campbell y a los obedientes miembros de
los medios britinicos, pronto emergié una fuerte nariati-
va en la que la aparente apertura emocional de Blair era