Libro, Libro,

socialismo socialismo

y vida y vida

José Javier León José Javier León

serie sumak kawsay serie sumak kawsay

Librillo artesanal Librillo artesanal

editado en abril de 2011 editado en abril de 2011
Coordinación de Investigación Coordinación de Investigación
en el Taller Editorial Urgente en el Taller Editorial Urgente
de la Universidad Bolivariana y Estudios Avanzados de la Universidad Bolivariana y Estudios Avanzados
de Venezuela, Sede Zulia de Venezuela, Sede Zulia
En el marco del Día del Libro Editorial Urgente En el marco del Día del Libro Editorial Urgente
y la Lectura y la Lectura
 2011

http://
http://

Disponible en
José Javier León

lia.blogspot.com/
Serie Sumak Kawsay

socialismo-y-vida.html
editorialurgenteubvzu-
editorialurgenteubvzu-
Universidad Bolivariana

Taller Editorial Urgente

Montaje: José Javier León
Libro, socialismo y vida

PFG. Comunicación Social

de Venezuela—Sede Zulia

Estudios Avanzados (CIEA)

editorialurgente@gmail.com
http://cieazulia.blogspot.com/
Coordinación de Investigación y

lia.blogspot.com/2011/04/libro-
«Los niño
sq
más consc ue crecen en una fa
ientes de
porarse a las razone milia cuya historia
un proyec s ha
ros de su to de futur que los han llevado sido contada por su
lug o for a ci s pa
racistas, m ar en el mundo, y m mulado por el padr ertas orillas, más de dres son (….)
ás orientad e e o por am
bos proge
cididos a
i
os hacia u jor preparados para
na actitud
pragmátic el en cuen
nitores, m ncor-
ás
Catherine a de inserc tro inevitable con p segu-
Delcroix,
citada por ión en la s r
Michele P ociedad» ejuicios
etit, en su

15
extraordin
ario libro
Leer y Lia
r
2011

http://
http://

Disponible en
José Javier León

lia.blogspot.com/
Serie Sumak Kawsay

socialismo-y-vida.html
editorialurgenteubvzu-
editorialurgenteubvzu-
Universidad Bolivariana

Taller Editorial Urgente

Montaje: José Javier León
Libro, socialismo y vida

PFG. Comunicación Social

de Venezuela—Sede Zulia

Estudios Avanzados (CIEA)

editorialurgente@gmail.com
http://cieazulia.blogspot.com/
Coordinación de Investigación y

lia.blogspot.com/2011/04/libro-

«Los niño
sq
más consc ue crecen en una fa
ientes de
porarse a las razone milia cuya historia
un proyec s ha
ros de su to de futur que los han llevado sido contada por su
lug o for a ci s pa
racistas, m ar en el mundo, y m mulado por el padr ertas orillas, más de dres son (….)
ás orientad e e o por am
bos proge
cididos a
i
os hacia u jor preparados para
na actitud
pragmátic el en cuen
nitores, m ncor-
ás
Catherine a de inserc tro inevitable con p segu-
Delcroix,
citada por ión en la s r
Michele P ociedad» ejuicios
etit, en su
15

extraordin
ario libro
Leer y Lia
r
 14
Don Quijote vivía un sueño vívido
en un espacio real, La Mancha sin
nombre pero España; el cibernau-
ta vive un sueño artificial en un
espacio virtual sin nombre y en
ninguna parte.
El libro que necesitamos nos ne-
cesita. Nos necesita vivos, aman-
do, construyendo en colectivo.
Necesita contextos, es decir, sue-
ños y realidades individuales y
colectivas.
No importa si leemos en ordena-
dor o en papel, eso es lo de me-
nos, importa que advirtamos que
no podemos dejar de construir las
relaciones, las redes del sentido
que son las redes de la vida. Im-
porta que advirtamos y luchemos
para que nuestra vida sea la que
reproduzca nuestras relaciones
azarosas y necesarias con la vida
toda y entre todos, no la generada
por defecto en las máquinas de la
realidad virtual, que tanto se pare-
ce por cierto, a la famosa no-vida
de los humanos convertidos en
cosas luego de ser robotizados y
que comparte con aquella su este-
rilidad y su nada.
La lectura y el libro no pueden ser
sino sociales, en tanto que requie-
ren de nosotros y de la vida. La
lectura además siempre será un
acto de libertad, porque toda co-
acción –es decir, toda forma prefa-
bricada de realidad y contexto- es
opresión y esclavitud
Libro, socialismo
y vida
U U
n debate sobre el
“Libro Socialista” no
puede soslayar el debate sobre el
libro como tal y su destino. El li-
bro es un artefacto cultural que
cuenta con más de 5000 años de
antigüedad. Nació en Mesopota-
mia, hoy el sur de Irak, una
“oscura región del mundo” según
el anterior presidente de los Esta-
dos Unidos. En la llamada era di-
gital se ha puesto en el tapete una
vez más el tema de la “muerte del
libro”, especie en la que han parti-
cipado primero la TV y más re-
cientemente el computador y su
memoria virtual. Se dice pues que
el libro sencillamente desaparece-
rá desplazado por las nuevas tec-
nologías.
Palabras más palabras menos eso
es lo que finalmente se concluye,
lo cual expone los límites del aná-
lisis, dado que se considera del
libro sólo su cobertura física, ma-
terial y no las operaciones intelec-
tuales y sensibles que propicia y
sugiere.
14
Don Quijote vivía un sueño vívido
en un espacio real, La Mancha sin
nombre pero España; el cibernau-
ta vive un sueño artificial en un
espacio virtual sin nombre y en
ninguna parte.
El libro que necesitamos nos ne-
cesita. Nos necesita vivos, aman-
do, construyendo en colectivo.
Necesita contextos, es decir, sue-
ños y realidades individuales y
colectivas.
No importa si leemos en ordena-
dor o en papel, eso es lo de me-
nos, importa que advirtamos que
no podemos dejar de construir las
relaciones, las redes del sentido
que son las redes de la vida. Im-
porta que advirtamos y luchemos
para que nuestra vida sea la que
reproduzca nuestras relaciones
azarosas y necesarias con la vida
toda y entre todos, no la generada
por defecto en las máquinas de la
realidad virtual, que tanto se pare-
ce por cierto, a la famosa no-vida
de los humanos convertidos en
cosas luego de ser robotizados y
que comparte con aquella su este-
rilidad y su nada.
La lectura y el libro no pueden ser
sino sociales, en tanto que requie-
ren de nosotros y de la vida. La
lectura además siempre será un
acto de libertad, porque toda co-
acción –es decir, toda forma prefa-
bricada de realidad y contexto- es
opresión y esclavitud
Libro, socialismo
y vida
n debate sobre el
“Libro Socialista” no
puede soslayar el debate sobre el
libro como tal y su destino. El li-
bro es un artefacto cultural que
cuenta con más de 5000 años de
antigüedad. Nació en Mesopota-
mia, hoy el sur de Irak, una
“oscura región del mundo” según
el anterior presidente de los Esta-
dos Unidos. En la llamada era di-
gital se ha puesto en el tapete una
vez más el tema de la “muerte del
libro”, especie en la que han parti-
cipado primero la TV y más re-
cientemente el computador y su
memoria virtual. Se dice pues que
el libro sencillamente desaparece-
rá desplazado por las nuevas tec-
nologías.
Palabras más palabras menos eso
es lo que finalmente se concluye,
lo cual expone los límites del aná-
lisis, dado que se considera del
libro sólo su cobertura física, ma-
terial y no las operaciones intelec-
tuales y sensibles que propicia y
sugiere.
 4 tales libros y tales lecturas, como 4 tales libros y tales lecturas, como
de hecho existen; lo que nos debe de hecho existen; lo que nos debe
advertir sobre el crecimiento, la advertir sobre el crecimiento, la
Se habla del libro en franca oposi- Se habla del libro en franca oposi-
avanzada, la extensión de la muer- avanzada, la extensión de la muer-
ción al CD o video, en otras pala- ción al CD o video, en otras pala-
te. te.
bras papel y celulosa contra crista- bras papel y celulosa contra crista-
La escritura y la oralidad se en- La escritura y la oralidad se en-
les de silicio. Espacio físico contra les de silicio. Espacio físico contra
cuentran, creo que quedó dicho, cuentran, creo que quedó dicho,
espacio virtual. Pero no entra en espacio virtual. Pero no entra en
en la libertad, en las relaciones, en en la libertad, en las relaciones, en
cuestión o se hace a un lado una cuestión o se hace a un lado una
las infinitas conexiones que lecto- las infinitas conexiones que lecto-
discusión crucial: las formas de discusión crucial: las formas de
res y lectoras y escritores y escri- res y lectoras y escritores y escri-
ver y entender la cultura, implíci- ver y entender la cultura, implíci-
toras establecen en la minuciosa toras establecen en la minuciosa
tas en la era digital en oposición a tas en la era digital en oposición a
vida. Se encuentran, en otras pala- vida. Se encuentran, en otras pala-
la cultura del libro. Es allí donde la cultura del libro. Es allí donde
bras, en los contextos, hechos bras, en los contextos, hechos
yo creo que está localizado el ver- yo creo que está localizado el ver-
siempre de azar y necesidad, co- siempre de azar y necesidad, co-
dadero problema, y no en el dadero problema, y no en el
mo lo descubriera para siempre mo lo descubriera para siempre
hecho de si guardamos o archiva- hecho de si guardamos o archiva-
Demócrito. Demócrito.
mos memoria, saberes y conoci- mos memoria, saberes y conoci-
Si un sistema comienza a generar Si un sistema comienza a generar
mientos en “libros” digitales o en mientos en “libros” digitales o en
el contexto, un único contexto el contexto, un único contexto
papel. papel.
(necesariamente finito aunque (necesariamente finito aunque
Son indudablemente muchas las Son indudablemente muchas las
con una capacidad combinatoria con una capacidad combinatoria
ventajas de una biblioteca digital, ventajas de una biblioteca digital,
humanamente incalculable), en- humanamente incalculable), en-
y quienes argumentan en esta di- y quienes argumentan en esta di-
tonces comienza a acecharnos la tonces comienza a acecharnos la
rección se extienden en los valores rección se extienden en los valores
nada, la inercia de la irrealidad, la nada, la inercia de la irrealidad, la
propios de la modernidad: com- propios de la modernidad: com-
parálisis absoluta. El contexto de parálisis absoluta. El contexto de
presión, economía, velocidad. La presión, economía, velocidad. La
un libro –socialista, social- es la un libro –socialista, social- es la
biblioteca digital, además, es biblioteca digital, además, es
vida; el contexto del libro digital vida; el contexto del libro digital
aséptica y postula un mundo sin aséptica y postula un mundo sin
es la muerte. Podemos leer sin es la muerte. Podemos leer sin
polvo, sin bacterias, inodoro e polvo, sin bacterias, inodoro e
caer en ello, esto es, sin caer en la caer en ello, esto es, sin caer en la
insípido. El libro, en cambio, nos insípido. El libro, en cambio, nos
trampa del cibertexto, si leemos trampa del cibertexto, si leemos
ha hablado largamente de olores, ha hablado largamente de olores,
en la pantalla del ordenador sa- en la pantalla del ordenador sa-
de texturas, de suavidades y aspe- de texturas, de suavidades y aspe-
biendo que la vida nos aguarda, biendo que la vida nos aguarda,
rezas. El libro necesita un manejo rezas. El libro necesita un manejo
que los amigos, que el amor, que que los amigos, que el amor, que
muy distinto del espacio, pues muy distinto del espacio, pues
la vida con su totalidad nos espe- la vida con su totalidad nos espe-
puede acontecer que en una casa puede acontecer que en una casa
ran más allá, al apagar la compu- ran más allá, al apagar la compu-
literalmente no quepan los libros, literalmente no quepan los libros,
tadora, al desconectarnos, al no tadora, al desconectarnos, al no
de ahí la necesidad de espacio que de ahí la necesidad de espacio que
confundir la realidad mediática confundir la realidad mediática
una biblioteca convencional trae una biblioteca convencional trae
con la realidad real. con la realidad real.
de suyo. Las bibliotecas virtuales de suyo. Las bibliotecas virtuales
existen en todas partes y en nin- existen en todas partes y en nin-
guna, es decir no ocupan espacio guna, es decir no ocupan espacio
sino ciberespacio, ese locus mate- sino ciberespacio, ese locus mate-
mático cuyos ladrillos son el 0 y mático cuyos ladrillos son el 0 y
el 1, combinados infinitamente. El el 1, combinados infinitamente. El
espacio virtual es económico, espacio virtual es económico,
flexible, elástico, invisible, se pue- flexible, elástico, invisible, se pue-
den portar cada vez más unidades 13 den portar cada vez más unidades 13
 12
virtuales comienzan a proliferar
en la red. En la soledad de mi
habitación establezco relaciones y
conexiones con un número inde-
terminado y creciente de personas
(¿pero son personas?... no necesa-
riamente, porque en la interfaz
del otro lado puede haber una
máquina), creando un nuevo con-
cepto de vecindad, pues están en
un aquí y ahora sin más tiempo
que la velocidad de la conexión y
sin más espacio que la pantalla del
ordenador. No necesito de la rea-
lidad para vivir la ciber-realidad,
en esa medida leer prescinde radi-
calmente del contexto que duran-
te 5000 años hemos necesitado.
Está naciendo un nuevo contexto,
el propio de una realidad virtual.
Una realidad que tendenciosa-
mente prescinde, eso sí, de los
seres humanos, que no los necesi-
ta para existir, para producirse.
Estamos ante una realidad que en
términos humanos no necesita de
los humanos. ¿Para quién o para
qué se está produciendo realidad?
La pregunta es escalofriante pero
más lo es la posible respuesta:
para nadie.
Salir de esta lógica de la muerte es
lo que nos ofrece, desde siempre,
el libro. Y un libro socialista es
casi una redundancia, pues no hay
libro que prescinda de la sociedad
o que pueda prescindir de ésta a
menos que elija la muerte. En ese
caso la lectura y el libro se tornan
profundamente irracionales, actos
y productos que adolecen de una
carencia radical de sentido. No
obstante esta irracionalidad no
borra el hecho de que “existan”
de ciberespacio en unidades mate-
riales cada vez más y más peque-
ñas, cada vez más y más versátiles.
Son muchas pues las ventajas que
ofrece la biblioteca digital, y resul-
ta ocioso comparar de manera
proporcional, uno a uno, las ven-
tajas del libro físico o de papel
frente a las ventajas del libro digi-
tal. Cuando esto se hace el libro
(en tanto que objeto que podemos
tocar y oler) tiende a perder, des-
plazado por las ventajas compara-
tivas del cibertexto.
Dos formas del mundo quedan al
descubierto: una ergonómica y
fundamentalmente analógica, otra
digital, fundamentalmente econó-
mica, sólo que con esa acepción
ultramoderna que combina velo-
cidad (la de la luz, ese instante
que nos mantiene interconectados
en las redes digitales del mundo)
y ligereza: mundo free flow.
Advierto entonces que el debate y
la oposición no están planteados
en lo esencial, esto es en la forma
de leer. Hasta ahora la discusión
se ha centrado fundamentalmente
en los tipos de soportes, pero no
en algo más sutil, como es la re-
cepción de los contenidos. La lec-
tura es siempre un acto integral-
mente semántico, y lo que se ha
obviado en la discusión es precisa-
mente la lectura. No me refiero
aquí al acto de leer un libro físico,
de cartón y papel, y la lectura de
un libro digital, en la pantalla de
un computador. Me refiero a las
operaciones de lectura que están
implícitas en nuestra forma de
leer.
5 obstante esta irracionalidad no
12
virtuales comienzan a proliferar
en la red. En la soledad de mi
habitación establezco relaciones y
conexiones con un número inde-
terminado y creciente de personas
(¿pero son personas?... no necesa-
riamente, porque en la interfaz
del otro lado puede haber una
máquina), creando un nuevo con-
cepto de vecindad, pues están en
un aquí y ahora sin más tiempo
que la velocidad de la conexión y
sin más espacio que la pantalla del
ordenador. No necesito de la rea-
lidad para vivir la ciber-realidad,
en esa medida leer prescinde radi-
calmente del contexto que duran-
te 5000 años hemos necesitado.
Está naciendo un nuevo contexto,
el propio de una realidad virtual.
Una realidad que tendenciosa-
mente prescinde, eso sí, de los
seres humanos, que no los necesi-
ta para existir, para producirse.
Estamos ante una realidad que en
términos humanos no necesita de
los humanos. ¿Para quién o para
qué se está produciendo realidad?
La pregunta es escalofriante pero
más lo es la posible respuesta:
para nadie.
Salir de esta lógica de la muerte es
lo que nos ofrece, desde siempre,
el libro. Y un libro socialista es
casi una redundancia, pues no hay
libro que prescinda de la sociedad
o que pueda prescindir de ésta a
menos que elija la muerte. En ese
caso la lectura y el libro se tornan
profundamente irracionales, actos
y productos que adolecen de una
carencia radical de sentido. No
borra el hecho de que “existan”
de ciberespacio en unidades mate-
riales cada vez más y más peque-
ñas, cada vez más y más versátiles.
Son muchas pues las ventajas que
ofrece la biblioteca digital, y resul-
ta ocioso comparar de manera
proporcional, uno a uno, las ven-
tajas del libro físico o de papel
frente a las ventajas del libro digi-
tal. Cuando esto se hace el libro
(en tanto que objeto que podemos
tocar y oler) tiende a perder, des-
plazado por las ventajas compara-
tivas del cibertexto.
Dos formas del mundo quedan al
descubierto: una ergonómica y
fundamentalmente analógica, otra
digital, fundamentalmente econó-
mica, sólo que con esa acepción
ultramoderna que combina velo-
cidad (la de la luz, ese instante
que nos mantiene interconectados
en las redes digitales del mundo)
y ligereza: mundo free flow.
Advierto entonces que el debate y
la oposición no están planteados
en lo esencial, esto es en la forma
de leer. Hasta ahora la discusión
se ha centrado fundamentalmente
en los tipos de soportes, pero no
en algo más sutil, como es la re-
cepción de los contenidos. La lec-
tura es siempre un acto integral-
mente semántico, y lo que se ha
obviado en la discusión es precisa-
mente la lectura. No me refiero
aquí al acto de leer un libro físico,
de cartón y papel, y la lectura de
un libro digital, en la pantalla de
un computador. Me refiero a las
operaciones de lectura que están
implícitas en nuestra forma de
leer.
5
 6 nos fabrican el contexto que es
como decir que nos fabrican nues-
tro pasado, nuestra memoria, es
La cultura del libro (en papel o decir, el acumulado de experien-
digital) requiere la existencia de cias de vida que nos hacen sentir
un mundo secuencialmente orde- que vivimos, que estamos vivos.
nado, un mundo histórico, que Pero ante el texto digital no esta-
transcurre y que requiere del mos vivos, sino que somos fantas-
transcurso, del paso del tiempo, mas de nosotros mismos.
de las épocas, de los años, del El libro digital con su contexto
tiempo que pasa y se acumula, tiende a borrarnos el contexto que
que luego se salva, se protege, se nosotros -lectores- nos hacemos
preserva, en un andar invisible cuando relacionamos, cuando
que deja sin embargo huellas en establecemos conexiones de
forma de vestigios, de ruinas, de acuerdo a nuestros reales saber y
polvo. La escritura se opone como entender, soñar e imaginar. Con-
sabemos al mundo oral en tanto texto prefabricado, enorme y vas-
que ofrece una forma alternativa to y cada vez más y más enorme,
de conservar la memoria de los pero jamás infinito, aunque el
antepasados. En efecto, la orali- número de combinaciones no
dad ofrece un pasado que se ac- quepa en ninguna cifra humana,
tualiza en el presente; la escritura, pues siempre será infinitesimal-
un pasado que reposa en el siste- mente pequeña frente a Dios, esa
ma de la lengua, esté viva (existan hermosa metáfora de los límites
hablantes) o no. Incluso (como en humanos.
el esperanto) pueden nunca haber Lo que quiero decir es que el libro
existido hablantes. La escritura digital nos ofrece si no un futuro
entonces, distinta de la oralidad, deshumanizado, al menos una
puede prescindir de los seres metáfora muy concreta de lo que
humanos para durar en el tiempo. significa no tener otro contexto
Que los signos sean descifrados o que el prefabricado, otros sueños,
descifrables es otra cosa. otras relaciones y conexiones, que
La escritura entonces supone un las que arroja el sistema. Exacta-
sistema, una serie de normas que mente hablamos de “memoria
actúan sobre la forma de ordenar virtual”, “realidad virtual”, reali-
los signos, las cuales quedan al dad pre-diseñada, pre-existente,
descubierto con la lectura. Leer que bien puede prescindir de no-
entonces siempre ha sido un acto sotros, como ocurre en las ficcio-
profundamente hermenéutico. nes recientes que postulan un
Pero lo que también queda implí- mundo sin humanos.
cito es que la lectura supone un La realidad virtual nos prepara
orden, dominado por una raciona- entonces para una “sociedad vir-
lidad que requiere de la secuencia, tual”, y sociedades y comunidades
de los órdenes, de grados y jerar-
quías, de valor y posiciones. La
lectura que conocemos está basa- 11
6 nos fabrican el contexto que es
La cultura del libro (en papel o
digital) requiere la existencia de
un mundo secuencialmente orde-
nado, un mundo histórico, que
transcurre y que requiere del
transcurso, del paso del tiempo,
de las épocas, de los años, del
tiempo que pasa y se acumula,
que luego se salva, se protege, se
preserva, en un andar invisible
que deja sin embargo huellas en
forma de vestigios, de ruinas, de
polvo. La escritura se opone como
sabemos al mundo oral en tanto
que ofrece una forma alternativa
de conservar la memoria de los
antepasados. En efecto, la orali-
dad ofrece un pasado que se ac-
tualiza en el presente; la escritura,
un pasado que reposa en el siste-
ma de la lengua, esté viva (existan
hablantes) o no. Incluso (como en
el esperanto) pueden nunca haber
existido hablantes. La escritura
entonces, distinta de la oralidad,
puede prescindir de los seres
humanos para durar en el tiempo.
Que los signos sean descifrados o
descifrables es otra cosa.
La escritura entonces supone un
sistema, una serie de normas que
actúan sobre la forma de ordenar
los signos, las cuales quedan al
descubierto con la lectura. Leer
entonces siempre ha sido un acto
profundamente hermenéutico.
Pero lo que también queda implí-
cito es que la lectura supone un
orden, dominado por una raciona-
lidad que requiere de la secuencia,
de los órdenes, de grados y jerar-
quías, de valor y posiciones. La
lectura que conocemos está basa-
como decir que nos fabrican nues-
tro pasado, nuestra memoria, es
decir, el acumulado de experien-
cias de vida que nos hacen sentir
que vivimos, que estamos vivos.
Pero ante el texto digital no esta-
mos vivos, sino que somos fantas-
mas de nosotros mismos.
El libro digital con su contexto
tiende a borrarnos el contexto que
nosotros -lectores- nos hacemos
cuando relacionamos, cuando
establecemos conexiones de
acuerdo a nuestros reales saber y
entender, soñar e imaginar. Con-
texto prefabricado, enorme y vas-
to y cada vez más y más enorme,
pero jamás infinito, aunque el
número de combinaciones no
quepa en ninguna cifra humana,
pues siempre será infinitesimal-
mente pequeña frente a Dios, esa
hermosa metáfora de los límites
humanos.
Lo que quiero decir es que el libro
digital nos ofrece si no un futuro
deshumanizado, al menos una
metáfora muy concreta de lo que
significa no tener otro contexto
que el prefabricado, otros sueños,
otras relaciones y conexiones, que
las que arroja el sistema. Exacta-
mente hablamos de “memoria
virtual”, “realidad virtual”, reali-
dad pre-diseñada, pre-existente,
que bien puede prescindir de no-
sotros, como ocurre en las ficcio-
nes recientes que postulan un
mundo sin humanos.
La realidad virtual nos prepara
entonces para una “sociedad vir-
tual”, y sociedades y comunidades
11
 10 da en una lógica secuencial y li- 10 da en una lógica secuencial y li-
neal del tiempo y el espacio. No neal del tiempo y el espacio. No
podemos sino leer de izquierda a podemos sino leer de izquierda a
todo su afuera, su contexto, es un todo su afuera, su contexto, es un
derecha, un signo después del derecha, un signo después del
estar dentro, es decir, su contexto estar dentro, es decir, su contexto
anterior, uno tras otro, hasta los anterior, uno tras otro, hasta los
es un texto cibernético. En otras es un texto cibernético. En otras
límites de la página, hasta los bor- límites de la página, hasta los bor-
palabras, no hay afuera. De modo palabras, no hay afuera. De modo
des que fijen la estética, el diseño. des que fijen la estética, el diseño.
que imaginar en las márgenes, que imaginar en las márgenes,
Un pasaje, un fragmento de un Un pasaje, un fragmento de un
soñar en las afueras, se cuestiona soñar en las afueras, se cuestiona
libro nos puede llevar a hacer rela- libro nos puede llevar a hacer rela-
profundamente ante la lectura del profundamente ante la lectura del
ciones y conexiones con otros pa- ciones y conexiones con otros pa-
texto digital, porque su contexto texto digital, porque su contexto
sajes y fragmentos del mismo, o sajes y fragmentos del mismo, o
es de la misma naturaleza que el es de la misma naturaleza que el
bien, sacarnos fuera de sus límites bien, sacarnos fuera de sus límites
texto, de modo que no hay con- texto, de modo que no hay con-
y llevarnos a otro, a nuestros re- y llevarnos a otro, a nuestros re-
texto sino texto únicamente, sin texto sino texto únicamente, sin
cuerdos, a nuestras sensaciones o cuerdos, a nuestras sensaciones o
principio ni fin, un presente que principio ni fin, un presente que
experiencias. Leer es una metáfora experiencias. Leer es una metáfora
se hace de pulsiones instantáneas, se hace de pulsiones instantáneas,
de la palabra metáfora, que signi- de la palabra metáfora, que signi-
sin más continuidad que el mo- sin más continuidad que el mo-
fica “ir o llevar más allá”. Es decir, fica “ir o llevar más allá”. Es decir,
mento presentificado de la lectu- mento presentificado de la lectu-
podemos salir de las relaciones podemos salir de las relaciones
ra, siempre sometido a la posibili- ra, siempre sometido a la posibili-
lineales y secuenciales y arribar a lineales y secuenciales y arribar a
dad de saltar a otro texto, que será dad de saltar a otro texto, que será
un espacio-tiempo no lineal, co- un espacio-tiempo no lineal, co-
el mismo, porque la unidad de el mismo, porque la unidad de
mo el de los recuerdos o la imagi- mo el de los recuerdos o la imagi-
producción está en los lectores, no producción está en los lectores, no
nación. En otras palabras, pode- nación. En otras palabras, pode-
en quienes escriben. en quienes escriben.
mos salir de una racionalidad del mos salir de una racionalidad del
Pero a diferencia de la lectura a Pero a diferencia de la lectura a
medio-fin y llegar a la racionali- medio-fin y llegar a la racionali-
partir de libros de papel y cartón, partir de libros de papel y cartón,
dad circular de la vida. dad circular de la vida.
la lectura digital fabrica los con- la lectura digital fabrica los con-
Debemos recordar aquí la otra Debemos recordar aquí la otra
textos, convirtiéndose en un si- textos, convirtiéndose en un si-
diferencia esencial de la escritura diferencia esencial de la escritura
mulacro de memoria universal. El mulacro de memoria universal. El
con respecto al mundo oral, pues con respecto al mundo oral, pues
contexto se construye en base a contexto se construye en base a
la oralidad responde a la circulari- la oralidad responde a la circulari-
nuestra memoria y cuando dije nuestra memoria y cuando dije
dad de la vida real, opuesta como dad de la vida real, opuesta como
que se lee mejor mientras más se que se lee mejor mientras más se
sabemos a la secuencia lineal de la sabemos a la secuencia lineal de la
vive es porque vida y memoria van vive es porque vida y memoria van
escritura, como producto cultural escritura, como producto cultural
de la mano. La intensidad de la de la mano. La intensidad de la
e histórico de la racionalidad me- e histórico de la racionalidad me-
primera tendrá mucho que ver primera tendrá mucho que ver
dio-fin occidental. Sobre esta dife- dio-fin occidental. Sobre esta dife-
con la intensidad de la segunda, con la intensidad de la segunda,
rencia se sostiene un antiguo de- rencia se sostiene un antiguo de-
de ahí el hermoso título de las de ahí el hermoso título de las
bate, que subyace a este plantea- bate, que subyace a este plantea-
memorias de Gabriel García Már- memorias de Gabriel García Már-
miento sobre el libro socialista. miento sobre el libro socialista.
quez Vivir para contarla. quez Vivir para contarla.
En efecto, lo que está en discusión En efecto, lo que está en discusión
El problema de la lectura digital es El problema de la lectura digital es
son las formas de la racionalidad, son las formas de la racionalidad,
que el contexto es exactamente que el contexto es exactamente
sea ésta de medio-fin, cuando una sea ésta de medio-fin, cuando una
cibertexto, de modo que no existe, cibertexto, de modo que no existe,
cosa lleva a la otra, la racionalidad cosa lleva a la otra, la racionalidad
como ya dije, contexto sino que como ya dije, contexto sino que
de la causa y el efecto, o la circu- de la causa y el efecto, o la circu-
todo cuando leemos frente al or- todo cuando leemos frente al or-
lar, en la que todo se hace presen- lar, en la que todo se hace presen-
denador conectado a esa memoria denador conectado a esa memoria
virtual del mundo que es Internet, virtual del mundo que es Internet,
es texto. Internet o el libro digital 7 es texto. Internet o el libro digital 7
 8 nes que siempre van más allá de 8 nes que siempre van más allá de
las palabras. La escritura y la lec- las palabras. La escritura y la lec-
tura son siempre (o pueden resul- tura son siempre (o pueden resul-
te en el presente del sujeto, de los te en el presente del sujeto, de los
tar) un pre-texto para saltar fuera tar) un pre-texto para saltar fuera
sujetos, la infinita presencia de la sujetos, la infinita presencia de la
de la racionalidad medio-fin. Por de la racionalidad medio-fin. Por
vida. La oralidad no puede por vida. La oralidad no puede por
eso un libro siempre nos dirá algo eso un libro siempre nos dirá algo
ello hacer un valor de la actuali- ello hacer un valor de la actuali-
distinto, porque no somos los distinto, porque no somos los
dad, como sí lo hace la escritura, dad, como sí lo hace la escritura,
mismos siempre. Nos movemos mismos siempre. Nos movemos
que oscila entre el prestigio del que oscila entre el prestigio del
en el tiempo y nuestro mundo en el tiempo y nuestro mundo
pasado, el arrebato del presente y pasado, el arrebato del presente y
sensual e imaginario se mueve con sensual e imaginario se mueve con
la imaginación del futuro. No obs- la imaginación del futuro. No obs-
nosotros, nuestros contextos son nosotros, nuestros contextos son
tante, es esta secuencia y lineali- tante, es esta secuencia y lineali-
pues flexibles, ágiles, vivos. Leer pues flexibles, ágiles, vivos. Leer
dad, aristotélica por demás, la que dad, aristotélica por demás, la que
siempre es más gratificante mien- siempre es más gratificante mien-
está en crisis. El mundo de la es- está en crisis. El mundo de la es-
tras más relaciones, mientras más tras más relaciones, mientras más
critura está siendo sometido a una critura está siendo sometido a una
conexiones, variadas, ágiles, poda- conexiones, variadas, ágiles, poda-
alternativa que cuestiona su prin- alternativa que cuestiona su prin-
mos hacer, esto es, mientras más mos hacer, esto es, mientras más
cipio ordenador. La escritura que cipio ordenador. La escritura que
diversificada, variada y viva sea diversificada, variada y viva sea
postula el ciberespacio responde a postula el ciberespacio responde a
nuestra vida. Lee mejor quien vive nuestra vida. Lee mejor quien vive
una lógica, tradicionalmente una lógica, tradicionalmente
más, por eso es particularmente más, por eso es particularmente
hablando, no escritural que dibuja hablando, no escritural que dibuja
estéril esa imagen de la lectura estéril esa imagen de la lectura
una estructura circular y aleatoria, una estructura circular y aleatoria,
que nos muestra a un lector soli- que nos muestra a un lector soli-
abstracción de la oralidad. En abstracción de la oralidad. En
tario y encerrado, aislado viviendo tario y encerrado, aislado viviendo
otras palabras, la lectura digital otras palabras, la lectura digital
en un mundo que deviene aluci- en un mundo que deviene aluci-
(no siempre la escritura) está más (no siempre la escritura) está más
nación. La locura del Quijote no le nación. La locura del Quijote no le
cerca de la oralidad que la lectura cerca de la oralidad que la lectura
vino de leer demasiado, sino de vino de leer demasiado, sino de
sobre papel. Leemos, para decirlo sobre papel. Leemos, para decirlo
vivir lo que leía, con una intensi- vivir lo que leía, con una intensi-
de otro modo, en soportes digita- de otro modo, en soportes digita-
dad que borró los límites entre la dad que borró los límites entre la
les con unas técnicas que semejan les con unas técnicas que semejan
vida y la escritura, de modo que vida y la escritura, de modo que
a las formas orales de producción a las formas orales de producción
no era locura lo suyo sino metáfo- no era locura lo suyo sino metáfo-
de lenguaje, que semeja a la diva- de lenguaje, que semeja a la diva-
ra llevada al límite de la lectura ra llevada al límite de la lectura
gación, al cambio de tema, al fan- gación, al cambio de tema, al fan-
fuera del libro, de la lectura circu- fuera del libro, de la lectura circu-
taseo de la conversación. taseo de la conversación.
lar, hecha de contextos vitales, lar, hecha de contextos vitales,
Para la cultura del libro he aquí Para la cultura del libro he aquí
vivos y vívidos, lectura que sueña vivos y vívidos, lectura que sueña
un límite, acaso una vuelta de un límite, acaso una vuelta de
la vida y que vive la vida como si la vida y que vive la vida como si
tuerca determinante. Pero en lo tuerca determinante. Pero en lo
fuera un sueño, como lo confirma fuera un sueño, como lo confirma
que he dicho reside una sutileza, que he dicho reside una sutileza,
el hecho de morir lúcido cuando el hecho de morir lúcido cuando
cual es que al leer desde la cultura cual es que al leer desde la cultura
ya el cuerpo no pudo llevarlo por ya el cuerpo no pudo llevarlo por
del libro las relaciones que esta- del libro las relaciones que esta-
los caminos de La Mancha desfa- los caminos de La Mancha desfa-
blecemos en los contextos visibles blecemos en los contextos visibles
ciendo entuertos por el puro amor ciendo entuertos por el puro amor
o invisibles del libro, de la página, o invisibles del libro, de la página,
de Dulcinea. de Dulcinea.
responden a la lógica circular de responden a la lógica circular de
La lectura digital y de los llamados La lectura digital y de los llamados
la vida. Se trata de una lectura que la vida. Se trata de una lectura que
cibertextos ponen en crisis la lec- cibertextos ponen en crisis la lec-
reproduce las formas de hacer reproduce las formas de hacer
tura fuera de la página porque tura fuera de la página porque
presente el pasado y el futuro. En presente el pasado y el futuro. En
otras palabras, cuando leemos otras palabras, cuando leemos
imaginamos, construimos imáge- 9 imaginamos, construimos imáge- 9