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ORACIO
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Ke,rn.tl., Ii. HaQin


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El Arte
de la
ORACION
Kenneth E. Hagin
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lbdsBJ,.s áGitüras citad,as er est€ übm, a no ser que sea de otla
ma¡ere irdirsdo, sod.de la Bülia de Casiodoro de R€ina Revisión
de 19«). -

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P¡imera Imprcsión 1998

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C.rtiatrt O 1g DÍsvl h:ba. Cbñh


úrá¡..ü ArEIi¡¡di.B
C@tablú¡Ét-Edd
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EDtúbIb BD d Cs.oadá escriba a:


.ñi5. - Emáh Hagin Ministdes
Ken¡..üE-irEÉ P O. Bor 335, Station D
P. O- Bdsoli¡ Ei¿r.hL. (lbonto), Ontario
I\¡lss, Of ?4úOOri C.D.ada. MgA 4X3

El Esilo(F- g)--Ertarü
de F. ile RHIMA Bi¡le chu¡ch
¡e E¡Éi.' h, E nrl*
Ke@th H¡ei¡ á L DiÉción de Pat€ntes de
IGEE.tru- te¡i@do.Ctdd¡-.Éah-.t .diión¡€senados.
Contenido
Prefacio
Reconocimientos
1. ¿Por qué orar? . . . . ..................1
2. Diversas clases deoración.... ................, .7
3. Definicióndelasúplica....... . . . . . . . . . . . . . . . 11
4. Deñnición de la int€rcesión . . . .......17
5. La necesidad del homb¡e de un intercesor . . . . . . . . 27
6. La vida de oración del creyente....... .S
7. Amor: El fundar¡ento para u¡a oración entosa r .i41-
8. Conociendo el aÍüor de DioB. . . . . . . . . . . . . . . . . .,, 51
9. Denuedo . . . . . . . . . . .........57
10. Elementos de la vida de oración del creyente. . . . . . 67
11. Et Espíritu Santo: Nuestro Ayrdador en la oración 77
12. El Espíritu Sarito y nuestras debilidades. . . . . . .,, 81
13. La oración por los enfermos. . ...... .. .. . . . . . . . . 85
14.,,,Qué es orar en el Espíritu?. . - . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
15. Oración silenciosa .......,.103
16. Oración no tan Bilenciosa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
1i. Gemidos en el Espíritu... .. ..,,. . . . . . . . . . . . . . 119
16.l,a iglesia que ora ...........725
19. Hasta que Cústo sea foÍnado en usted . . . . . . . . . 131
20 Oración por aquellos que estrán en pecado . . . . . . . 13?
21. Oración por liberación ............... - -......141
22. lnte¡cesión por los perdidos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
23. P¡evaleciendo en oración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
24. Orando por su nación... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
25- E¡cesG. ............... - 199
26. Reliiiendo el arte .......20i
/

Reconocimientos
El Reverendo Wilford H. Reidt, de Kennewick,
\\-ashilgton. era un maestro bíblico sobresaliente.
la espo-.a de \f ilford, Gertrude, fue la hija de John
G. Lake. apóstol de fe muy conocido de los
plime¡os dÍas del presente siglo. Los Reidt fueron
gra¡demente usados por Dios durante muchos
años en el área de la oración, antes que ambos
partrera¡ hacia el hogar celestial, para estar con el
Señor.
. §¡ eo:eña¡rzas de \\ ilford sobre el tema de la
orú -';¿ia¡r un profundo conocimiento que sólo
pib b:e: srC,r aic,¡:ridc., por años de experiencia
e¡ l¿ ::::--,:, Queie :a:- inpresionado con su
bcc:e; i. =.-;ü i -l: ::,=Érr:¿t_ia: sobre el tema,
au. .. - :-:. --:-J_:-,,:-. :-::r -:--¡ .l¡. materialeS en
es-re 1i:-, ;;:: ;- .:--: :¿ D-,:
Crt==:s:;= ]-:. .:=:_¿ ¿::¿.lbro para levan-
tar r .-:-=:s: ..::- -:¿: :-:r: ti. personas que
S(p-a, tr-=- ::i- i :-: ¿:--¿i-::.: .-: van¡ruardia de
la ob:_¿ i:- -::: :: -_:. s-:::: . i:,a-.. El hermano
Reid: re i: -: :::.::-::,:, ::a: J¡ar su material
\':Ui:':.:-:::-::::-:.:: i i.librO en Una
i-p."a,.a. :=ii: ::!--:-a
Capítulo 7
¿Por qué orar?
Hace años leí una declaración que hizo John
Wesley, la cual permaneció conmigo. \fesle¡'
afrrr¡ó: "Parece que Dios está limitado por nuestra
r.ida de o¡acion que El no puede hacer nada ¡o-r
la humanidad. a menos que aJguien se lo pida"- .'
Un poco más tarde, en 1949, estaba leyendo
otro autor que hizo esa misma declaración. Pero
este amigo agregó: "Por qué es asi, no lo sé".
Pregunté: "¿Por qué no lo sabe?". Luego encon-
tré que yo tampoco 1o sabía.
Pero si la declaración de Wesley es corecta y
parece serlo a medida que se lee la Biblia -
entonces los que tenemos que orar deberíamos
.aber más sobre eso.
Comence a examinar la Biblia para averiglar
c,:r qué, si Dios quiere hacer algo a favor de la
r:r¡oanidad, no puede a menos que alguien se 1o
pti¿. Encontré la respuesta por medio del estudio
de ia Palabra de Dios.
L-sred re. que aunque algunos han construido
-ca-.ullo¡ espirituales en el aire" Acerca de que Dios
esta ¿ c¿¡go de todo en este mundo. El no lo esta.
El Arte de la Oracion

Dur.ante Ia grrerra de \¡ietnam un columnista


sindicado nacionalmente, aI comenzar [La
columna, falta espacio afirmó que é1 no era Cris-
tiano. Dijo que tampoco era ateo, porque el ateo
dice que no hay Dios.
"supongo que ustedes me ciasificarán como
agnóstico", escribió. 'EI agnóstico dice que puede
hab-gr un Dios, pero si lo iu¡-. no lo sé. En realidad,
estoy inclinado a creer que ha¡'un Ser Supremo'
No creo que todo aqur sucedió espontáneamente.
Creo que en alguna parte hay'.m Creador".
"Pero nunca he leído ia BibLia. No asisto a la
iglesia. Una razórt para no hacerio. es que 1o que los
Cristianos dicen acerca de Di,s. no está de acuerdo
con lo que yo pienso que debe -r un Creador, ni con
lo que yo puedo ver de ÉI en la natu¡aleza".
"Inclusive los minist¡os ücen: 'Dios tiene todo
bajo su control. ÉI está dirigie¡do todo'".
"Bueno, si lo está dirigieodo. seguro que tiene
Ias cosas en desorden. Las personas se están
matando entre sí; los niñitos están muriendo; los
niños tienen hambre, las mujeres suÍien, hay guer-
ras por todas partes".
Si Dios tiene todo bajo control. ¿Quiere eso decir
que Dios dirige esas guerras'.r-.
Hasta un columnista no nacido de nuevo sabía
que eso no era correcto.
Dios no gobierna este mundo. No gobierna en la
tierra.
¡Gracias a Dios, 1o hará algún díal
Pero ahora mismo Su voluntad no se l1eva a
cabo en la tierra. excepto en las l'idas de aquelos
que se rinden a El. ..:tl '
Eso es muy fácil verlo, si usted acepta lo qu.é la
Biblia dice. La Biblia ahrma que Dios no desea que
ningu¡o peiezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Es obvio que Su vo-
luntad no se cumple, en referencia a la salvación
de todos los hombres.
Cuando las personas aceptan al Señor Jesu-
cristo como su Salvador, sí se cumple en sus vidas.
Pero si Dios dirigiera todas las cosas y empujara a
ia gente a hacer su voluntad. ya qu. Él no quierc
que nadie perezca, haría que todos se salvaran hoy
]' entraríamos en el Milenio mañana.
-\ rñedida que examinaba la Palabra de Dios ¡'
bu:c¿ba el "por qué" tras la afirmación de John
§esie¡. r-i una verdad que no había visto antes.
aulque habia estado en el ministerio por muchos
aios.
El -\rle de ld Oracion

Cuando pregunté al Señor sobre esto, El me


dijo: 'Vuelve al Libro de los Comienzos".
§upe que quería decir el Libro del Génesis. Lo
vohií a leer. Lo había leído muchas veces; me Io
erls€ñaron cuando era niño en la Escuela Domini-
cal. Pero esta vez 1o ü con una luz diferente.
\i que Dios hizo e1 mundo y su plenitud. Hizo a
§rilEmbre. -\dán.
ilego ü-io: --{dán. te do¡' dominio sobre todas
las obra-. de mis mano:- Go. l:26-27 . Sa1. 8:6).
D.'-E:, -e ::-'¡: -\-,r-a doni¡ar por medio de ti".
l-e D-¡ -Ta i'-,¡- i:-.--'. sobre todas 1as obras
de m¡-.
==:.-;- P:: :¿::.,. -{i¿: ¡ur-o todo dominio
sobre ¿=:; :r:::: j- ==:¿ :'::i.,:'. Originalmente, y
en ur -::i: ¿:: =- i:= i= =s:¿ =¡¡do.
Pe:,- S::¿:¿s ;::: '. :::¿:¡ a -{dán. Adán
CometiL., a-- :-..c--,:: :; -¿ e:-:¡Ega todo a SatanáS.
Luego S::a-:: :i :::;::::: ¿n el dios de este
mr¡¡do.
Segu:i: a -,-e (1.::--::,s i { ":ma a Satanás "el
dios de e=re =::i.-- C:-,::¿.. trene dominio.
¿Dónde.'] En e-.¡e=-;:i -

Tendrá ese dc¡orc:¡ r' =ere el dios de este


mundo. hasta que ei ar¡eni.amrento de Adán se
termine.
I

Legal y justamente Dios no puedá


aoá y quitar ese dominio de las ma¡os
El diablo tiene dominio aquí. fiene un
legal porque tiene el arrendamiento ¿le
Dios no puede hacer nada, a meDos que
aquí se lo pida.

L.
Capítulo 2
Diaersas clases de oración--
Ordtudo en todo tiempo cotl toda ordtion ]
súplica en el Espírítu. t telando en ella con
toda perseuerancia y súplica por todos los
sdtutos.
*
Efesios 6:ff -

Nótese que dice: "Orando (...) con toda oración

La versión Amplificada dice: "O¡e (...lcon


TODA [FORMA del oración (...)".
En otra versión se lee así: "Orando con TODAS
l-AS CLASES de oración (...)".
Pero Ia versión que en realidad trae una nota
en mi propio espiritu es la de Goodspeed. Dice:
"Use TODA CLASE de oración y de súplica, y en
cada oportunidad ore en el Espiritu (...)". La Biblia
enseña varias clases de oración - y las diferentes
reglas que las gobiernan.
La lglesia mundial comete un error al no dife-
rencia¡ entre esas distintas categorías de o¡ación.
Simp)emente. colocamos Lodas las oraciones en ..
mismo saco y las sacudimos todas juntas. \Iuchas
El Arte d.e la Oracion

oraciones no están obrando porque Ias personas


están usandg las reglas y leyes incorrectas.
.Por ejemplo, en ei campo de los deportes hay
baloncesto, fútbol, béisbol. golf, tenis, etc. Estos
son deportes de todas las clases - pero no se juegan
con las mismas reglas.
¿No sería confuso jugar un partido de béisbol
codlas reglas del Íiitbol. o riceversa?
:g^ =Eárazón por la que la gente está confusa y tiene
iiroblemas en la oración. es que tienen sus reglas y
leyes revueltas. Toman las reglas que gobiernan
una clase de oración y tratan de aplicarlas a otras
clases de oración.
Hablando ilustrativamente. supuestamente
toman las reglas de fútbol. tÉi-.bol. baloncesto, golf
y tenis obrando todas junta-r. Están confundidos. Y
así es su vida de oración.
Una interpretación incorrecta común que las per-
sonas tienen, es que piensan que deben concluir toda
oración con las palabras: "...si es Tu voluntad". Dicen
que así es como oró Jesús. Sin embargo, Jesús oró de
esta manera sólo en una oportunidad que está
registrada en la Escritura. Eso fue en eI huerbo de
Getsemaní cuando hizo la oración, de consagración.
Cuando intentan hacer la oración de fe (la
oración de petición, la oración para cambiar las
DiYersas clases de oració 9

,:i
cosas), concluyen con "si es Tü voluntaitt Y su
oración es obstaculizada, porque no tienen seg¡rri:
dad de Su voluntad - Su Palabra.
Pueden decir: "No entiendo por qué no obrif.
Eso sería como decir en un juego de fttbol: "No
entiendo por qué nadie hace u¡ home-n¡¡".
No se conñrnilan; ¡vayan al libro de las
Vayan a la Biblia y vean cómo orar
Registraré aquí varias clases de
Ia Biblia enseña. Sin embargo, no puedo entral'en
detalle sobre todas ellas en este libro (tengo libros
sobre oración que tratan con ellas en más detalle).
*La Oración de Fe: la oración de petición, la
oración para cambiar Ias cosas (Mt. 2Lt22l Mt.
ll:24). Esta oración, siempre debe estar basada en
la r,oluntad de Dios revelada en Su Palabra, nunca
cmtiene un "si es tu voluntad".
'Lo Oración d,e Consagración: la oración ile
rcgración y dedicación de nuestras vidas al se¡-
ri¡ de Dios, - para ir a cualquier parte y hacer
.--h€r cosa. En esta oración oramoÉ: 'ei es tu
, Lucas 22:42).

-.d-'Lo Oroción d.e Entrega: echando todas las


aIida4E sob¡e el Señor en nuestra oración
, I ftlo 5:?,
10

Hechos 13:1-4).
.d;.pa Oración Aaatdo: (Mateo 18:18-20).
de
4iLo O"ación en el EspÍritu: orar en lenguas
(1 Co. 14¡f,a-15).
xla Ciración U¡tido: Glecüc 4:23-31).
Oración de Sriplia-
Ordción Intercesota-
rlltimos doe tipos de oración se tratarán
itariamente en los siguientes rbe capítulos.
(Para enseñanza adicioual sobre loa diferentes
tipos de oración, favo¡ consultar el libro del Her-
mano Hagin: La oración que prevalcce).

,
Capítulo 3
Definición d.e la súplica
La naturaleza de la súplica es mucho más sen-
tida del corazón que ulra petición casual. La palabra
súplica signifrca un n¡ego o pedido humilde y serio.
Si una petición no es hecha de una manera sent!{a,
ferviente y profunda. no sena súplica. l-'¿"
¿Por Quién Se Puede Suplicar?
Primero, hacemos la oración de súplica por
nosotros mismos en relación con las necesidades
naturales y espirituales.

FILIPENSES 4¡6
6 Por na¿ta estéis afaüosos,
siro sean coúocidas
vu€stras peticiones delante de Dios eü toda
oración ] RUEGO. cob accion dc gyaciab.

Segundo, hacemos la oración de súplica por el


or,eblo de Dios - por los creyenles o por todos los
sartos.

EFESIOS 6¡1E
18 orando en todo tiempo con toda o¡ación I
SUPLICA e¡ e1 Espíritu, y vela¡do er ello coD toda
7

t2

persev€rancia y SL'PLICA pó¡ TODOS LOS


SANTOS .

Tercero, debemos hacer la oración de súplica


por todos los hombres y por aquellos que están en
autoridad. Esto l,ambien incluye a los inconversos.

r TIMOTEO 2:r.2
1 Exhorto ante todo, a que se hagan ROGATMS,
ors.iones. peli.iooe" y acciobes de grscias, por
i rooos l-os nomnrs,
2 por 106 reyes y por todos los que están en emi-
úercia, pa¡a que r-isamos quieta !- ¡eposadame¡ie
e¡ toda piedad y honestidad.

¿Por Qué Cosas Se Puede Suplicar?


Una de las cosas por las que se puede suplicar
es por obreros para que sean enriados a la cosecha
de Dios.

MAIDO 9:37,38
37 E¡tonces üo a sus discÍpulos: -t la verdad la
Dies es muchá" ms los ob¡eros ptros.
38 ROGAD, pue6, aI Señor de la mies, que ervíe
obreros a su mies._

La palabra traducida como rogad en el versículo


38 implica Ia idea de una solicitúd urgente y nece-
saria presentada con fervor y anhelo.
Definición de la súplica 13

La súplica también se puede hacer para que la


lluvia del Espíritu de Dios sea derramada sobre la
tierra.

ZACARIA§ 10:l
I PEDID a Jehová lluvia eD la estación túdía.
J€hová hará reláDpagos, y os deá Iuvia abuE-
dante, y hierba ve¡de en el campo a cada uo.

La palabra rraducida como 'pedir- .n este &i-


sículo significa anheiar, rogar ardientemente!
requerir.

SANTIAGO 5:7,16-18
7 Por tanto, hemaros, tened pacieDcia hasta la
ve¡ida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el
precioso fruto de la tierr&, aguardando cor
paciencia hasta que reciba la tluvia tempra¡a y la
tardía....
16 CoDfesaos vuestras ofe¡sas unos a otrcs, y orad
unoE por otrcs, prra que seái§ sanados. La oració¡
eñcaz der jüsto pr¡ede mucho.
17 Ellas era hoñbre sr\ieto a pasior€ seDejs¡r¿s
a lás nuetrs, y oFó ferviéntem€nt€ pa¡a que ro
tloriese, y lro lowió sobrc la tier.s r»r tres años y

l8 Y otra vez oró, y el cielo dio lluüa, y la tierra


Fodujo su fruto.

SA-\TL{GO 5:16 Amp¿iñcoda)


16 Po¡ tá¡to, coDñéÉense unos a otros sus fsltas,
r' rcshlones, sus pasos en falso, sus tropiezos.
1,1 EL A e de la Oracion

süs ofersas, sus pecados¡ y [también] ore¡ unos


po. otros, para que puedan ser enados y re§t¿ura-
dos - a un toro espiritual de la mente y del
@tzóD. La oración srdiente (ferorosa. cortínua)
de u justo, hace disponible un t¡emendo poder -
<lid¡íúico en su obrar.

Observe las características de la súplica en


estos pasajes - es ardiente, fervorosa, que sale del
ccazón. y contínua. Una oración como esa, ¡hace
i{qnnible un tremendo poder!
También podemos ofrecer la oración de súplica
p¿:_:= ¿Lcanzar perdón.

D-§tEL 912,3,17,18
: en el año primero de su reiDado, yo Daniel ¡ri¡é
¿réDteente e¡ los libros el nriúero de los años de
que bEbIó .Iehová al profeta JereDías, que habian
dÉ clmplirse ras desolaciones de Je¡usalén en
-r€nrá ános.
:] r rolví mi rostro a Dios et Señor, buscáDdole en
oÉcio¡ \ RUEGO, en ayuno. cilicio J cedza . , . ,
1; -Lho¡a pues, Dios nuestro, oye la oración de tu
neno. ¡' sus RUEGOSi y haz que tu rost¡o resplan-
dezca sob¡e tu sa¡tua¡io asotado, po. amor det
-Éo¿
:a l¡cli¡a. oh Dios Erio, tu oído. ¡_ o}-ei alr.e tus
:::: r Dira nuestras desolscioDes. y la ciudad
r:;:- :a cual es invocado tu DoDbre; porque no
aE-. Duestros BUEGOS a¡te ti coDñados en
-.€ rEriciac.
!É_-=. sino en tus Eu(hás disericor-
Définición de l¡ sri¡li.a

Aquí vemos cómo Daniel seriamente confiesa


sus propios pecados y las transgresiones de su
pueblo. El arrepentimiento y la confesión de sus
pecados se pueden hacer por medio de la oración de
súplica.
Poi último, hacemos la oración de súplica para
levantar las necesidades espirituales de los demás.
Las palabras "oración" u'orar" en los versículos
siguientes, lite¡almente significan súpliqfl u
oracidn lerviente.

EFESIOS r:16
16 ro ceso de dar gacias po. vosotros, hacierdo
ñéñoria de vósot¡os en mis ORACIONES-

FILIPENSES 1:9
I Y esto pido en ORACIóN, que vuestro amo¡
abunde aú¡ más y más en ciencia y en todo

COLOSENSES r:9
I Por lo cüal tambié¡r nosotros, desde el día que
lo oímo6, ¡o cesamos de ORAR por wosohos, y de
pedir que seáis llenos del conocimiento de su vo-
lutad en toda sabidúía e iúteligencia espiritual.
COLOSENSES 4:12
r2 Os saluda Epahas, el cual es uno de vosotros,
rieño de Cristo, §iempre rogaúdo erca¡ecida-
wdte por vosotros eD sus ORACIONES, para que
es¡éis fimes, perfectos y corpletos en todo lo que
16' ,.

iE¡ estas oraciones que Pablo ord y registro


en'1as'épísto1as, é1 estaba haciendo referencia a la
suÉrca.
i :r-
Capítulo 4
Definición de la intercesión
El propósito de defrnir la intercesión o cualquier
otro tipo de oración no es el de limitar o confinar
ésta a un juego de reglas ¡. regulaciones, sino eI de
dar una mejor comprensión de lo que la Biblia
enseña sobre cada tipo de oración. Equipado ¿nn
tal conocimiento, ei creyente puede cooperar üás
plenamente con el Espíritu Santo, porque eI
Espíritu Santo siempre obra conjuntamente con la
Paiabra.
Muchas personas han perdido eI verdadero
espíritu de Ia oración por haberse vuelto legalistas
y mecánicas en sus oraciones. Es más importante
reconocer y aprender a fluir con eI Espíritu Santo
en oración que simplemente saber la terminología
correcta de la oración.
Durante mucho tiempo, casi toda oración era
llamada "intercesión", o se pensaba que la interce-
sión era Ia única clase efectiva de oración. Pero en
realidad, la más efectiva es Ia que el propio
Espíritu Santo inspira cuando se necesita en el
momento - ya sea Ia oración de acuerdo, Ia oración
de fe, Ia oración de alabanza y adoración o a1gún
otro tipo de oración. Con cierta frecuencia 1as
18 Ll Atte de la Orucion

diversas clases de oración obrarán juntas, en forma


muy semejante a como lo hacen los dedos de una
mano. Por ejemplo, la súplica, que es un ruego
ardiente, hecha con el corazón, se utiliza en la
intercesión.
Para definir brevemente, la intercesión es
ponerse en la brecha en oración, entre una persona
o personas, que han provocado sob¡e sí mismas eI
juicio mediante su maldad, y la ejecución efectiva
é,bse juicio. O para usar términos más simples, la
i¡tercesión es u¡ra oración para refrenar el juicio.
Para que sea efectiva y ehcaz, la intercesión nece-
sita ser hecha al impulso y bajo la dirección del
Espiritu Santo.
Para que podamos entender mejor la intercesión,
exami¡emos en las Escritu¡as algunos ejemplos en
que se hizo intercesión.

GE\-ES§ rE:1Gsii
16 Y 16 ssEns se levantaron de allí, y miraron
hacü Sodoñ-s. r Abrahá¡n iba con etlos acompañáD-

r7 Y Jehoyá dijo: ¿Eacubriré yo a Al,raham lo qüe

r8 hsbierdo de ser Ahaham u¡ra nación grande y


tuerte, .'- babierdo de rer beDditás en él todas las
¡¡cioDes de 1a tierra?
l9 Porque yo sé que nandará a sus hijos y a su casa
d€spués de sí, que guald€n el camiúo de Johová,
haciendo justicia y juicio, para que haga venir
Definición de lB iñtercesión 19

Jehová sbre Abraham lo que ha t¡ábtado acelq de


éL
20 Ent úces Jehová le dijo: Por cuDto el clamor
contn Sodoira y Gomorra se ar¡¡nerta ñrG y más, y
el pecado de ellos* ha aglavado en ext¡eDo!
2r desc€nderé ahora, y ve¡é si han codsmado su
obra segrim el clañor que ha lcnido b6tá mr y b¡

apartm¡ de atli los va¡ones, y tue¡oD hacia


22 Ys€
Sodoma; pe¡o Ab¡aham estaba aún delarte de

23 Y se acercó -¡üEhsh y dijo: ¿Destruinís también ;


al juto
con er ihpío?
2,1 Quizá haya cincuenta justo€ dentm de la ciudÁdt
¿destroi.¿ás t¡mbiéd y no perdonarás át lugd po¡
aDor a lc cin@eDtá justos que e§trín dertro de él?
25 IzjG de ti el h¡cer t¡|, que hasás morir al júto
con el ihpío, y que sea el justo t¡at¡do como el
ii¡pío; üurca tal hagas. Et.Iuez de tóda ra tiena, ¿no
ha de hacer lo que es justo?
26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en
Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, per-
donaÉ a todo este lugar por ahor a ellos.
27 Y Abrahm replicó y dijo: H€ áquí ahora que he
comeMado a hablar a mi Sۖor, auque soy polvo y

2a Quizá faltará¡ de cincuenta jusi.os cinco:


¿destroirás por aquellos cinco toda ta ciudad? Y
dijo: No ta d61rui¡é, si hallarc allí cua!.etrLa y chco.
29 Y wolüó a hat larle y diio: Quizi * hrlláñín alli
cu¡renta. Y iespondió: No lo haré por amo¡ a los

30 Y d¡o: No se enoje ahora mi Señoa si hablúe:


quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No 10
haré si hal}¡re allí heinta.
El Arte de lcl OtacLon

31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el


hablar a mi Señor: quizá se hallavrán allí veinte. No
la deétndré, respondió, por arnor a los veinte.
32 Y volüó a deci¡: No se enoje ahora rni Señor, si
hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí
diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
33 Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a
Abraham; y Atrraham volvió a su lugar.

La oración de Abraham por Sodoma y Gomorra


9§r1un claro ejemplo de Ia oración de intercesión.
Háy una cosa importante que necesitamos notar en
este relato bíblico. En los versículos 20 y 2l- Dios
, menciona un clamor que se levantó contra Sodoma
.,: y Gomorra.
Smith Wigglesworth üjo una vez que hay algo
sobre la fe que hará que Dios deje de lado a un
millón de personas sólo para ilegar a aquella que
esté en fe. Usted ve, el clamor de fe traerá a Dios a
la escena. El clamor de fe i¡r-oca una bendición. La
palabra "invocar" significa traer a la existencia,
poner en operación, o causar que suceda.
Pero eI pecado también llama la atención de
Dios y lo hace entrar en escena. En lugar de invo-
car a Dios, el pecado provoca a Dios. Aquí el tér-
mino "provocar" signifrca incita¡ a la cólera, traer a
Ia existencia, hacer que ocurra. agitar a propósito.
EI pecado provoca a Dios y Ie hace entrar en ira y
juicio.
Definición de la inte¡cesión 21

Una y otra vez en las Escrituras leemos dónde


Israel provocó la ira de Dios, y el juicio üno. Dios
no se deleita en ver al pueblo recibir juicio. De
acuerdo con Miqueas 7:18, Dios se deleita en la
misericordia.

MIQUEAS 7:r8
18 ¿Qué Dios coño tii que perdona la Baldad, y
olvida el pecado del ¡edanente de su heredad? No
retüvo para siempre su enojo, porque se deleita en.l:.
mise.icordia. 'rl::

EZEQUIEL 33rlt
11 Diles: Vivo yo, dice ,Iehová el Señor, que no
quiero la muerie del impío, sino que se vuelva et
impío de sn c¡Úiro, y que viva. Volveo§, volveos de
v¡¡estros ñalos caninos; ¿por qué moriréi6, oh
casa de Israel?

Sin embargo, si aquellos que han pecado y


provocaron el juicio sobre sí mismos, no se \,1relven
y se arrepienten, la única esperanza para evitar el
juicio consiste en que alguien se ponga en la brecha
en lugar de ellos y que haga intercesión.

EZEQUIEL 22:30,31
30 Y busqué entre ellos hombre que hiciese valado
y que se pusiese e¡ la brecha delante de mi, a favo¡
de la tiena, para que yo no la destruyesei y ro lo
hallé.
22 El Arté dP la Oracbn

3l Poi t3nto, derramé sobre ello8 mi irar co¡ el


ardor d€ mi ira los consuflíi hice volver et camiDo
de ellos sobre su propia cab€za! dice Jehová el
Sۖor.

En estos versículos podemos ver cómo Dios


¡]1ismo buscó que alguien se pusiera en la brecha a
favor de la tierra. Y cuando nadie fue hallado. el
juicio se derramó. Es importante notar cuál era la
voh.atad de Dios en este aspecto. La voluntad de
Diós era que alguien se pusiese en Ia brecha para
que la tierra no fuese destruida. Necesitamos
equipamos con una comprensión de la voluntad de
Dios cuando vamos ante El para interceder en
falor de otros. Lo más alto y mejor de Dios consiste
en que la gente se vuelva a El y viva.
Segunda de Pedro 3:9 además refuerza la vo-
luntad de Dios respecto a todos los hombres.

2 PEDRO 3¡9
9 El Senor ro retarda su promesa, co¡no alguros
la tieD€n po¡ tardanza, sino que es paciente para
coD nosotros, no queriendo que ni¡gu¡o perezca,
süo que rodos procedaD aI a¡repentimienro.

Hubo dos ocasiones en que \loisés tuvo que


ponerse en la brecha. o i¡te¡ceder por los hijos de
Israel que habiaa prosocado a Dios con su idolatría
y su pecado.
Definición de la iniFr.csión ti

NUMEROS 14:11-19
u y Jehová diio a Moisé§r ¿Hasta cuáDdo ne ha
de irritar este pueblo? ¿Hasta cuárdo Do me
creerán, coD todas las señales que he hecho eD

12 Yo lor herir¿ de mortaDdad ] lo\ destruire. ¡ a


ti te pon&é sobre gente m¡is g&de I úis ñ¡erte

rg Pero Moisés ¡espoDdió a Jehová: Lo oi¡áD


luego los egipcios, porqúe de en ñedio de ellos
Éacaste a este pueblo co¡ tu poderi
14 y lo dirán a los hal¡itantes de está tie¡¡a, lo§
cuales han oido que tú, oh Jehová, estabas en
medio de eÉte pueblo, que ca¡a a cara aparecías tú,
oh Jehová, y que tu nube estaba sob¡e ellos, y que
de día ibas delante de elloE er coluñra de ¡ube, y
de noche er colu]ma de fuegoi
15 y que has hecho morir a este pueblo como u¡
solo homb¡e, y la6 gentes que hubieren oído tu
lama habla¡án, diciendo:
16 Por cúárto no pudo Jehová meter este pueblo
en la tiena de la cual les había jurado, los mató en

t7 Ahora, pues, yo te rueeo que sea magnifrcado el


podea del Señoa coDo lo hablaste. diciendo:
I8 Jehová, tardo para la ira y g?andc eD úi.eri-
cordia, que perdona la iniquidad y la rebelión,
aunque de ningún modo tendrá por inoce¡te al
culpablet que visita la maldad de los padrs sobre
los hijos hasta los terce¡os y hasta los cuartos.
19 Perdona ahora la iniquidad de este puetllo
6e8:in la grandeza de tu misericórüa, y coúo has
perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
24 El A¡te de la Oracion

EXODO 32r.14
7 E;rtonces Jehová dijo a Moisés: Anda,
desciende, porque tu pueblo que sacaste de la
tierra de Egipto se ha corrompido.
8 Pronto se han apartado del cami¡ro que yo les
mandé; se han hecho un becerro de fu:rdición, y lo
han adorado, y le han ofrecido sacriñcios, y han
ücho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron
de la tierra de Egipto.
9 Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este
pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz.
lO Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en
ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación
grande.
11 Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su
Dios, y diio: Oh Jehová ¿por qué se encenderá tu
furor contra tu pueblo. que tú sacaste de la tierra
de Egipto con gran poder y coo maao fi¡erte?
12 ¿Por qué han de habla¡ los egipcios, diciendo:
Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y
para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete
del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal con-
tra tu pueblo,
13 Acuérdate de Abraham" de Isaac y de Israel tus
siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les
has dicho: Yo nultiplicaré r-uestra descendencia
como las estrellas del cielo; y daré a vuestra
descendencia toda esta tierra de que he hatrlado, y
la tomarán por heredad para siempre,
14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo
que había de hacer a su pueblo.

EI salmo 106 da una comprensión adicional de


Ia importancia de las oraciones intercesoras de
Definición de Ia inter.esió^ 2a

Moisés para retener el juicio a los hijos de Israel.


Note especialmente el versiculo 23:

SALMO 106:23
23 Y trató de destruirlos. de no haberse inter.
puesto Moisés su escogido delaDte de é1, a ñn de
apartar su irdignación para que Do los destrurese.

Podemos ver de este versícufo, que si Moisés no


se hubiese puesto en la brecha en favor de Israel,
seg!ramenrc habna sido destruido en juicio.
Sin embargo, el ejemplo más precioso y sobre-
saliente de un intercesor es nuestro Señor Jesús
quien se puso en la brecha por nosotros y quien
ahora intercede por nosotros a 1a diestra del Padre.
En los dos capítulos siguientes estudia¡emos e1
papel intercesor de Cristo a favor nuestro.
Capítulo 5
La neeesidad del hotnbre de
un intercesor
Porque no es ho¡nbre como )o, para que
yo le responda. ) Lengamos juntamente a
juicio- No halt entre nosotros árbitro que
pongtL su mano sobre nosotros dos.
- Job 9:32,33
Una referencia dice: "uno que aboga o discute'.
En otras palabras, no hay nadie que discuta el caso
a favor de ambos lados.
La siguiente versión, es clara:

S,nz,il3 \Ampli fi c ddd )


,J OB

32 Porque tDiosl no es un simple hombre, como lo


8oy yo, para que yo le puedá respondea a fir de
que po.rmo6 ir jurtos a la corte.
3S No hay árbitrc ertre nosotrcs qüe pueda poDer
su ñano sob¡e ambos (ime gustaría que lo

Jñh rF., -,ro uro I ¡p luera ctip¡7 dc uul' uar unJ mxno
sobre él J un¿ mano sobre Dios. Ne.esitaba uno que
pudiora pone$e entre él y n,u", nbo"n,
"., "."o. _
O",0,

Dios l'io que no hubo intercesor.


'{*.'"¡..

I El A¡r¿ d2 ld Oftriai

ISAIAS 6*16
16 Y vio que ro habla hombr€, y se maraviuó qu€
Tolñiiera quien se interpusi€se; y lo salvó .u
haa r le añ,mó su ¡nt!¡aa juBticia.

Dios üo que no había intercesor, entonces É1


suplió esa necesidad. Envió a Jesús.

Jesús. Nuestro Intercesor


-' Jesua vino pará cenar la brecha ent.e Dios y eI
hoEbr€ pécador Et hombr€ necesitaba que alguien 3€
t coloc¡ra en la brecha de tsl maDera que pudiem Égre_
§ar a Dios. El hombre necesit¡ba un IDt€rcesor El 6acri-
6cio de Je$¡s lo estableció como el único lnteEesor dig[o
F de toda conffa¡zá a favol dé lá humatddad. El es el único
Intercesor para loB hombrcs de este pl6neta.
- Reidt.

l TIMOIEO 2:5
5 Porque hay uD solo Dios, y UN SOLO
MDDIADOR ENTRE DIOS Y LOS EOUBBES,
Jesucristo hombE

El ent¡ó al cielo páÉ apÁrecer en la pr$encia ds


Dios a favor nuestIo.
-Réidt..
mBR.EOS 9¿4
Porque no ent¡ó Cristo GIr €l sútt¡trio hecho
de hano, figu¡a del verdadero, sitro elt el cielo
Eirño p¡¡a pre*¡rtarle ahora por DGotroa a¡te
Dios.
La necesidad del hómbr d. nñ intérésór

El es ¡uest¡o intercesor a la diestrá del Pa&e.


Reidt.

ROMANOS 8|34
34 ¿QuiéD es él que condenárá? Cristo es é1 que
mu¡ió; más aun, él que iarnbién ¡esucitó, é1 que
adcúas Fstá a ls dieslrü dr Diu-. El QLT T.l\t-
BÉN I\"fERCEDE POR \OSOTROS

El sá]ra !€rpetua¡renle Su poder dlino no puede


cesá¡ ni po. un momenio.
Reidt

HEBREOS 7¡25
25 Por lo cual puede también salvar perpetua-
mente a los que po¡ él se acercán a Dios, viviendo
siempre púa intercede¡ por eltos.

Allí fluye de Jesús al Padrc una incesante


coraiente de oración y amor por todas las personas y
por quienes le han aceptado como Salvador y Señor
En el sentido opuesto, allí fluye del Padre a
Jesús la respuesta para nosotros. Por tanto, alli
fluye de Jesús a todos los miembros de Su Cuerpo
gracia abundante para cada necesidad en su
momento oportuno.
tsl petfnanece parc siempre. Sin tener cn cupnt¿
las circunstancias. sin tener en cuenta cuán oscuras
parezcan las cosas, sin tener en cuenta cómo nos
senl imos. EL permanece en nosotros para siemple.
si continuamos en su bondad (Ro. 11:22).
El Arte de ld Ordcion

Él es nuestro Sumo Sacerdote para siempre a la


diestra del Pailre.
-Reidt

HEBREOS 7:16,17
16 No constituído conforme a la ley del man.
damiento acerca de la descendencia, sino segríur el
poder de una üda indestructible.
17 Pues se da testimonio de éL Tú eres sacerdote
para siempre, segrin el orden de Melquisedec.

¿Por cuánto tiempo Jesús es nuestro Sumo Sac-


erdote? ¡Por siemprel
t,.
HEBR,EOS 8:I
I Al¡ora bien, el punto priDcipsf de lo que veni-
mos diciendo es que teneEos tal sumo sacerdote,
el cual se sentó a la dieska del trono de la Majes-
tad en los cielos.

Como nuestro Sumo Sacerdore. El ejerce todas las


funciones de su oficio en el Poder de u¡a Vida sin fin.
Este poder de una vida indestructible ja-más cesa por un
instante. Nuestra fe y experiencia de esa necesidad de
intercesión nunca falla, porque su flujo es interminable.
- Reiclt

I JUAN 2:l
I Ilijitos
míos, estas cosas os escribo para que no
pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para co¡r el Padre, a Jesucristo el Justo.
La Decesid¿d del hombre de ún iñf.r.csnr 31

En la ideá de ta lntercesión se incluye el hecho de


que JesúB es nuestro Abogado. AboAado aquí significa
'inierceso¡. conBolador".
- Reidt

La obra de WE. Vine "Diccionario Expositivo de


las Palab¡as del Nuevo Testamento" dice del tér-
mino griego PARAKLETOS que se tradujo como
"abogado" en Primera de Juan 2:1 que: "Se usaba en
una corte de justicia para denotar un asistente
legal, consejeria para la defensa, un abogado; por
tanto, en general, es uno que aboga la causa de otro,
un intercesor, abogado. En el sentido más amplio
sigrifrca alguien que socolre, un consolador".

Cuando una persona (cristiana) peca, Jesús inier-


cede y entonces hay consuelo en eI hecho de que se per'
dona el pecado y que ]a sanqrc dc C¡isto lava tanto el
pecado como su úáncha dejando a la persona pu¡a y
limpia. Sin embárAo, la voluntad de Dios es que la per-
so¡a deje de pecár (I Juan 2:1i 5:3).
Reidt

Primera de Juan 2:1, no está escrita para alen-


'iarnos a pecar. Dios quiere que dejemos de pecar.
Pero gracias a Dios, que no se detuvo al decir:
-Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no
pequéis(...)". Si El lo hubiera hecho, entonces
cuando cayéramos podríamos pensar: "Ahora esta-
:nos fuera: este es el hn de todo".
32 El Arte dP ld Oftnión

No; esa es apenas la mitad del versículo, pues


luego dice: "(...)y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo eljusto".
¡Tenemos un Intercesor ! ¡Tenemos Consolador!

r JUAN 5:3
3 Pues este es el amor a Dios, que guardernos sus
mandamientos; y sus mandamientos no son
gravo§os.

La ley del amor en Ia familia de Dios es: "Un


,
mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a
otros; como yo os he amado. que también os améis
i.r
unos a otros" (Juan 13:34 r.
,{
Tbdo paso fuera del amor. es pecado.
Tendemos a fijar nuestras mentes sobre los síes
y los noes, pero muchos cristianos que se ciñen per-
fectamente a los síes y noes están pecando todavía.
¿Cómo? Por no andar en amor.
Sus actitudes son erradas. Ustedes necesitan
mantener una actitud de amor hacia eI prójima. Si
no lo hacen pecan.
Gracias a Dios por Su intercesión. Gracias a
Dios por estar en ese lugar hoy, para ministrar a
favor nuestro.

Jesús pasó aproximadamente tres años y medio


enseñando y entrenando a sus discípulos. Desde su
La necesidad del hombre ile un inte¡ceso¡

a8cenEió¡ ha estado intefteüsndo po? casi 2000 años por


laÉ peBonas de esta ti€na. ¡Cuánta diglidad aSrega

-n;¿t
Jesús ha estado intercediendo 2000 años por la
gente de esta tierra - ¡Do solaEent€ poi la lglesia!
Notemos Heb¡eos 7:25 de nuevo: "por lo cual
puede también salvar perpetuameDte a los que por
é1 SE ACERCAN A DIOS, lEsto habla acerca de
que la geDte üene a Dios.l üviendo siempre para
interceiler por ellos".
!tr'
El ministerio intercesor de Jesús incluye ser
nuestro Media¿lor, nuestro Sumo Sacerdote, ,§
nuestro Abogado, nuestro Consolador y Aquel que
ora por nosotros a la diestra del Padre.
/

a--.
Capítulo 6
La vid.a de oración d.el
creyente
Erhorto ante tod.o, a que se hagan rogati-
vas, oraciones, peticíones y acciones de gra-
cias, por todos los hombres; por los reyes y
por todos los que están en eminencia, para
que uiuamos quieta y reposadamente en tod,a
pied.ad I honestid.ad.
- I Timoteo 2:1,2
El Espíritu de Dios, por medio del apóstol ,i
Pablo, exhortó a los creyentes a poner algo en
primer lugar en sus vidas de oración - no en
segundo, no en tercero, sino en primer lugar.
Ante todo, rogativas (súplicas), oraciones, peti-
ciones y acciones de gracias (gratituil; el lenguaje
grato a Dios como u¡ acto de adoración), se deben
hacer por todos los hombres; por los reyes (o presi-
dentes), y por todos los que están en autoúdad.
¿Con qué base podemos hacer esto?
¿Con qué base podemos suplicar, orar, hacer
peticiones y dar gracias por otros?
Podemos hace¡lo legalmente porque somos rmo
con Jesús el Gran Intercesor y la oración es parte
de Su ministerio intercesor.
35
f

t \.:. tl. iú Orntio»

ünidad Con El Gran Intercesor


\¿ hablamos sobre Jesús como Interceso¡ .,

,1.'¿ r.rnos que como somos uno crrn El. sore -


irrú crn el Gran Intercesor

1 CORINTIoS 6:17
li Pero el que se une at Señon un espÍ¡itu es con
e1.

EFESIOS 5¡30
:I, porque somos miembros d€ su cu€rpo, de su
came !' dc sus hucsos.

: PEDRO l:.t
r po¡ medio de las €uales nos ha dado paeciosas y
sÉndísiñas proñe6as, para que por ellas llegaseis
a .e¡ participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido dc la corrupción que hay en el
oundo s cauba de la concupiÉccncia.

I CORINTIOS 12:27
27 \'osotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y
Diemb¡os cada mo en púticula¿

C¡'isto. es la Cabeza. Nosotros somos el CuerT.:


. ,=¡¿za I el cuer'po son uno. Somos uno con E.
. --:::--rdo su obra en Ia tic¡ra.
-, =: ¡1 Gran Intercesor. Por tanto, somos n:
::: :. -:: -.u ministerio intercesor que inclu¡e -.:
La vida de oración del creyent¿

Somos uno con Él en Su ministerio de recon-


ciliación.

2 CORINTIOS 5:18-20
la Y todo esto proviene de Dios, quien nos
recorcilió consieo mismo po¡ Cristo, y ros ¿lio el
ministe¡io de reconciliációr:
19 que Dios estaba en Cristo recoDciliando con-
sigo al mrDdo, no tom¡hdoles eD cuenta a los hom-
bres sus pecados, y Dos encargó a nosotros la
patab¡a de la reconciliación.
20 Así que, somos embajado¡es en nombre de
Cristo, como si Dio6 ¡ogase por ñedio de nosotrcs;
os rcgamos en nombre de Cristo¡ Reconciliaos coD
Di.s.

Wilfo¡d Reidt comprime esto así: "Ét es nuestro 'r'*


G¡an Intercesor El es el Gran Intercesor de toda la
humanidad. Como miembros de Su Cuerpo, la Igle-
sia, participamos en esa intercesión".
Por tanto. nuestra vida de oración encontrará
su patrón en É1.

Identificación
Debemos identificarnos con aquel por quien
ütercedemos.
Jesús se identificó con Maria y Marta en la
muerte de Lázaro. Ellas estaban gimiendo y llo-
¡a¡do. El Señor gimió en su interior y lloró. Fue a
ia tumba y Ievantó a Lázaro de entre los muertos.
38 El Arte de la Oracion

Romanos 12:15 enfoca Ia idea de la identifi-


cación con los demás: "Gozaos con los que se gozan;
llorad con los que lloran". EI creyente verdadero
puede ir de Ia casa de regocijo... a la casa de
sufrimiento y llorar con quienes lloran.

Pablo se identihcó con los Judíos para poder ganar-


los. Pablo se identiñcó con los que estaban sin ley, como
si él estuviese sin ley (no estando sin ley ante Dios, sino
bajo Ia ley de C¡istor. para que pudiera ganar a los que
no tenían ley. Ante Ios débiles se hizo débil, para poder
ganarlos. Dijo que se había hecho de todo a todos los
hombres, para que por todos los medios pudiera salvar a
algunos ( 1 Co. 9:19-22 ¡.
_Reidt

La identificación de la que estamos hablando


aquí, es aquella identiflrcación con el objeto que
produce liberación.
Jesucristo, el Gran Intercesor. es nuestro ejem-
plo. Se identificó con el hombre, cuando É1, que
había existido desde siempre en la forma de Dios,
se despojó a Sí mismo y tomó la forma de sierwo:
"(...)hecho semejante a los hombres; y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz" (Fi. 2:7-8).
Jesucristo se identificó con ei hombre caído
para nuestra liberación.
', ^i i,lg i

La vida de oración clel creyente 39

Por medio del amor y la compasión nos


camos con aquellos por quienes oramos.
i:.
*'f.
af
¿'
.
Capítulo 7
Atnor: El fandamento para
una oración exitosa
El amor - la clase de amor de Dios, "ágape" - es
eI requisito in'icial para una exitosa vida de
oración. Y si usted es un hiio de Dios, usted tiene
esta clase de amor.

ROMANOS 55
5 ... et a.nror lásapel de Dios ha sido denamado
en auestros corazones por er E8píritu Santo que

Cuando usted nació de nuevo, Dios se convirtió


en su Padre, Ét es un Dios de amor. Usted es un
hijo de amor de un Dios de amor. Usted ha nacido
de Dios, y Dios es amor, por tanto, usted nació de
amor. La naturaleza de Dios está en usted. Y Ia
naturaleza de Dios es amor.
La nuestra es una familia de amo¡. Cada uno en
Ia familia tiene el amor de Dios der-ramado en sus
corazones o, si no, ellos no están en la familia,
Ahora, ellos pueden no estar ejercitándolo.
Pueden ser como aquel del talento, quien lo
envolüó en un pañuelo y lo entenó. Pe¡o la Biblia
.1i
42 El A* dz la Oro¡ion

;4.'
que el amor de Dios ha sido derramado en
corazones por el Espíritu Santo. Eso sig-
lde la clase de amor de Dios ha sido derra-
nuestros espíritus.
.f Esta es una familia de amor. El amor es Ia base
para toda actividad del Cuerpo de Cristo en la
'
tierra.
I IESALOMCENSES 4:9
I Pero acerca del amor fratornal no tenéis
necesidad de que os escriba, porque vosotroa mis-
mos habéis aprendido de Dios que os améis unos a
otroa.
,*
La ley del amor en la fa¡nüa de Dios es:

JUAN 13:34
84 Un mandamiento nueyo oe doy Que os anéis
unoa a otroa; como yo os he aoadq que también oe
améis unos a otros.

Asimismo se nos ha ordenado arnar a nuestros


enemigos.

MAfEO 5:44,45
44 Pero yo os digo: Amad a vueatros enemigos,
bendecid a loe que os malüceu, h¡ced bien a los
que os abonecen, y orad por los que os ultrqian y
persiguen;
Anor: Dl fundanento para una oración cxitosa 43

45 para que seáis hijos de vuestro Padre qu€ e6tá


en los cielos, que hace salir su sol sol,re malos y
buenos, y que hace lover sol,re justos e i¡tjustos.

La razón por Ia que podemos hacel esto - amar


a nueslros enemigo.. bendcc'r'a qulenPs nos
maldicen, hacer bien a quienes nos abolrecen, y
orar por quienes no- ultrajan \ nos perslguen se
debe a la forma de amor que el Padre ha puesto
sobre nosotros.

I JUAN 3:l
¡ Mi¡ad cuál amor nos ha dado er Padre, para
que seamos llamados hijos de Dios; por esto el
mundo Do nos coñoce, porquc no le conoció a é1.

Su Voluntad Y El A¡nor

Este amor ágape - esta clase de amor de Dios, -


implica la elección de su voluntad.
Si usted nació de nuevo, ese amor está dentro
de su espÍritu. Pero usted es el único que tiene que
desear ponerlo en práctica. Usted escoge permitir
¡ue ese amor se libere desde su intcrior
Podemos elegir amar a todas las personas
:nclusive a nuestros enemigos. Casi cualquiera
¡uede amar a quienes los aman, pelo la Biblia nos
_Jrdena amar a nuestros enemigos.
44 El Arte de la Oracion

... . Elegimos amar a todo el mundo aun a log que no se


'.i puetle amar. Amamos como Dios ama. Esto implica el
dar nuestras vidas en beueñcio de Ia humanidad. Esto
:- no se ¡ehere tan sólo al morir físicamente. Se refrere
principalmente a nuestra disposición de renunciar a
nuestra propia voluntad y costumbres y a que tomemos
"
tiempo para orar e interceder por todos los hombres.
-R€id!

iIUAN 16:13
13 Nadie tieue mayor amor que este, que uno
f ponga su vida por sus amigos.
Ir
i

I Dios nos amó cuando aún éramos pecadores y


,i ;
. envió a Cristo a morir por nosotros. Debemos amar
i '. de la misma manera. Debemos dar nuestras vidas
I por la humanidad.
Una de las formas como damos nuestras üdas
{
i por Ia humanidad es entregándonos a la oración.
Esto involucra sacrificio. Involucra sacrificar
nuestros propios deseos para el beneficio de la
humanidad.
Hay sacrificio en renunciar a su propia volun-
tad y tiempo para orar por los demás.

Compasión
El amor es la base para todas las actividades Cris-
tianas. La compasión es un ingrediente del amor diüno.
- Reidt
Amol El fundamento pdá üna oración eiirosa -a:

¿Cómo sabemos que esto es asi?


Porque Dios amó de tal manera al mundo que
dio a Jesús. Y Jesús nos amó tanto que se dio a Sí
mismo por nosotros. Y en su mini-rterio terrenal.
una y olra rez vemos la compa.ior
Cuando consideramos esa lerdad ma¡avillosa.
recordemos que Jesús dijo: -r ... rel que me ha risto a
mí, ha visto al Padret...)' tJuan 14:9). Si usted
quiere ver a Dios, mire a Jesús. Jesús es 1a volun-
tad de Dios en acción. Jesús es e1 amor de Dios en
acción. Y en su ministerio ter"renal. El fue movido a
compasión.

II-¡ITEO 9:36'38
36 Y al ver las multitudes, tuvo compasióü de
ellas¡ porque estaban desamparadas y diÉpersas
como ovejas qu€ no tienen pastor
37 EDtonces dijo a sus discípulos: A la verdad Ia
mies es mucha, mas los obreros pocos.
38 Rogad. pues. al Scñor de la mics. que cD\ t"
obre¡os a su mies.

Ja"L" rJ\o 'ompa-,o. d. lá- !"'..ñn".I no, !'¿


participar €n esa compasión, orando para que el SÉ¡ir'
de la x{jes enríc obrcros al campo.

Jesús fue movido por la compasión ¡ :ar,: -.. .


enfermos.
5 El Arte de La Oñ¡ion

, '- M,¡$EO 14:14


, 14 Y salie¡¡do Jsi§, vio ua gl.¿r rnuttitud y tuwo
- compasió¡r de e[os, y ránó a los que de ellos esta-
..:baaenfermos.

. La compasión de Jesrfu Io condujo a alimentar a


los cuatro mil:

MAIEO 16:32
S2 Y .Iesis, Iañándo a süs disclpulo6, dijo: Tengo
compasión .le la gert€, porque ya haca tres dias
que están coDmigo, y ¡o lien€n qué comer; y
enviarlo8 er¡ ayunas Áo quie¡o, no sea que ¿les-
m¡yen en el cami¡lo.

En Su compasión, Jesús sanó a los ciegos:

I&IIEO 20:3{
34 EntoEce3 Jesús, €ompad@ido, les tocó los ojo+
y éD seguida recibieron la üsla¡ y le sigüieron.

La compasión le condujo a la sanidad del lep-


ro§o:

MARCOS 1:{0,41
40 Vino a 6l ün leproso, rcgándole; e hircada la
rodila,ls d¡jo: Si q¡¡ieres, puedes liñpiárme,
41 Y Jesrts, tedendo miserico¡diá de é1, ext€ndió
la laano y l€ toc4 y le dijo: Quiero, sé liml,io.

En su compasióD, Jesús cu¡ó a toda persona que se


lo É¿ta. Mt.4:z\,z4 iMr.6:56itc.6:19 .

\
Añor: EI fun¿áñenio para uná or¿ción exitosa 47

Jesús enscñó a sus discipulos a pa.ticipár en Sü


compasión cu¿ndo envió a los docc (Lucas 9:16l y a los
setenta (Lucás 10:1"19).
Su com!asión había dc continuar des!ués dc Sü
Ascensión, .uándo El hizo de ]a saridad una de t¿s
scñales del oeycntc (Marcos 16:16 1E .
Su compasió. füe de¡rostrada d.:pu¿: de Su as.en-
sión rHechos 5:15.161 19r11.1::2E !.9
En .ada ocasión en doDde Jesú! erañolido a com-
pasión, la lersona lersonas
o eran liberadas.
La sinipatÍa hunaña dice: ''Sé cómo te sientes; Io
lañento mucho'.
La coñlasióñ dili¡a dicc: "Siento Io mismo que tú"
y t¡ac liberación.
Jesús siútió lo mismo que Marta y M¡.ía, pues
rmro d"r r.o Ja ,J e.p,.i'u j r.'nbr'n t.oro.
- Rcid

;ruAN U:3Ai5
33 ;Iesús entorccs, al verh rromndo, y a ]os judios
que la acompañabar, taml,ién lloran¿o, se
estremeció en espíritu y se conmovió . . . .
35 Jesús 1lo.ó.

La compasión de Jesús trajo liberación. Si


tenemos la compasión divina de Jesús, habrá
liberación. Pero, creo que la mayoría de las veces
hemos tratado de traer liberación, sin la compasión
divina. Al1í es donde intervienen la oración v la
i¡tercesión.
Llorar bajo la unción del Espíritu Santo con
aquellos que lloran trae liberación (Ro. 12:15).
El Arte ¿¿ la Oracion

El Dr. John G. Lake es conocido por su ministe-


rio, bien marcado con ideales apostólicos. Justo
después del comienzo de este siglo hizo un
maravilloso trabajo en Sur Africa.
Tantas sanidades se vieron en su tabernáculo
de Johannesburg que el informe de las mismas
llegó a los lÍderes de esa nación. Algunas de las
personas más eievadas del gobierno lo buscaron
para que orara en favor de la esposa de un alto
funcionario ofrcial.
Cuando Lake llegó a su casa, la encontró
postrada con un cáncer terminal. Se dio cuenta que
era una mujer cristiana. Entonces comenzó a da¡le
versículos para enseñarle sobre la sanidad divina y
hacer que su fe se activara.
Ella hizo la decisión de confliar en Dios para su
sanidad. Los médicos la habían desahuciado, y le
daban sólo calmantes para mantenerla aliviada.
Pero ella decidió suprimir todos los medicamentos.
Dijo: "Si voy a confrar en Dios para mi sanidad,
entonces me voy a arroja¡ completamente en su
misericordia".
''Esta mujer estaba en tal dolor", contaba el Dr
L.-ke. "que uno de los ministros de la iglesia y yo
.¿=xanecíamos todo el tiempo al pie de su cama,
!. aración. Mientras estábamos orando. ella se
Amor, Xl lündañe¡to para una omción exitosa 49

Una mañana, después de haber orado toda la


noche, Lake fue a su casa con tiempo suflciente pa¡a
bañarse y afeitarse. Luego volrió a donde estaba.
Lake contó: "...cuando estaba a dos cuadras de
la casa, la oí que gritaba de1 doior. .Al sonido de sus
gritos, de alguna manera. me pareció entra¡ e¡ la
compasión divina...".
Lake entró en 1os sufrimientos de Jesús.
Comenzó a sentir tal como Jesús siente. Pues
Jesús puede compadecerse de nuesfas debilidades
(Hebreos 4:15).
Lake dijo: "...me encontré a mí mismo corriendo
esas dos últimas cuadras sin siquiera pensar lo que
estaba haciendo. Sin pensarlo me precipité a la
habitación. me senté a1 borde de la cama, levanté
ese cueapo demacrado entre mrs brazos, como si
fuese un bebé, y comencé a llorar. Mientras estaba
llorando, esta mujer fue sanada perfectamente".
De alguna forma, 1a misma compasión de Jesús,
el amor de Dios. pudo saturar su corazon. su
espiritu.
Los creyentes dedicados pueden entrar.en esa
área de compasión de una forma: y no se puede
e¡rtrar allí de ninguna otra forma só10 por la
comunión con Dios.
Usted no puede tener comunión con Dios, usted
no puede sentarse en la Presencia de1 gran Dios de
50 El Arte de la Otacion

este universo sin que Su amor inunde su ser y sin


que Su compasión fluya dentro de usted.

.Y es cuando usted llega a este punto, que será


capaz d,e hacer como Jesús dijo en Juan capítulo
t4.
JUAN 14:12
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree,
Ias obras que yo hago, él las hará tambié$ y aun
mayores hará, porque yo voy al Padre.

Las obras que el Señor hizo, nacieron del amor


y la compasión. Las obras que los creyentes harán,
inclusive Ia oración, son producto de participar en
su ministerio de amor y compasión.
Capítulo 8
Conociend.o el annor de Dios
Y d,e conocer el arnor dp Cisto, que ercede
a todo conocimiento, para que seóis llenos cle
tod.a la plenitud. d.e Dios

- Efesios 3:19
Para i¡terceder efectivamente, usted debe cono-
cer el inmenso amor que Dios tiene por toda la
humanidad-

El envÍa la lluvia sobre justoE € iqiustos (Mateo


5:45).
El hÁ@ salir el Bol sobre el malo y el bue¡o (Mateo
5:45)
EI e benigno para con los inSratos y Balos {Lucas
6:35).
- Reidt

Como el amor de Dios está en nosotros, y el


amor de Dioe ha sido derramado en nuestros co¡a-
zones, debemos ser benignos como Dios lo es con
los ingratos y con los malos.

Para Todo El Que Quiera


Jes¡tu @úpró el don de la salvación pa¡a todo el que
quie¡a acept lo (E¿ 2:8; Ap. 22:17). Dios o¡dem que
todm los homb¡es se arrepientsn (Hechos 17:30). Su
51
52 El Alte .l¿ la Orad¡)n

mano de misericordia se ha extendido a toda la


hmanidad.
Nuest¡a interccsión por rodor los hombres no cs
ta¡to para que Dios extienda su misericordia. E] ya lo
hizo por meüo de Jesús.
Nueslra intercesión p¡incipalnente es para ¡o¡lper
las ataduras quc el diabto tiene sob¡e los homb.cs.
El diablo ha cegado a los homb¡es 12 Co. 4:3,4,.
Debemos libe¡ar al pecador de esa ceguera pa¡a que
pueda ler la Lu,.
tReidrl

Una tarde hace algunos años, estaba recostaalo


a Io lalgo de mi cama y descansaba en mi cama
entre los señicios de la mañana y Ia tarde. Tbnía
. la Biblia s otro libro t estudiaba. A mi espíritu - no
a mi mente - rino una comprensión de algunas de
I

estas cosas que nunca habÍa tenido antes. Vi este


pasaje en una forma en que jamás lo habÍa visto
antes. hasta ese momenro:

2 CORINIIOS 4:3,4
3 Pero si nuestro evogelio es¿á aún encubierto,
ertre los que se pierde¡ esiá encubieñoi
4 en los cuales el dios de este siglo cegó el
eDtendimiento d€ los incrédulos, para que no le6
resplandezca la luz del evang€lio de la gloris de
Cristo. el cuales la iDagen de Dios.

Vi cómo 1o habíamos pasado por alto, al rogar


por los perdidos.
No quiero decirlo duramente, pero decir simple-
mente: "Señor, salva al tío Juan y a la tía Lucy",
Conociendo el amo¡ de Dios 53

-ceneficia
tanto como lo hace el cruzar los dedos y
decir: "Titila, titila, lucerito". Dios ya hizo todo lo
que debía hacer para salvarlos.
No supe eso - hasta esa tarde. Había estado
ürando asÍ por algunos de mis propios parientes.
Esa tarde, oí al Señor decir a mi espí¡itu:
-Ningún humano en su sano juicio. conduciría su
carro por la autopista a cien millas por hora,
pasaría las luces rojas de adyertencia, pasaría los
avisos que dijeran: '¡Peligrol iPuente fuera de ser-
ricio!', y se arrojaria a Ia eternidad. Pero un borra-
cho Io haria alguien drogado, lo haría; lo mismo
es cierto espiritualmente. Ningún hombre en su
sa¡o juicio salta¡ía a la eternidad sin Dios. Pero el
dios de este mundo ha cegado sus mentes".
Él me dio este pasaje: "(...)en los cuales el dios
de este siglo cegó el entendimiento(...)" (2 Co. 4:4).
Pude oÍr al Espíritu de Dios retándome: "Te has
aproximado a esto incorrectamente. Has trabajado
en el lado erróneo del asunto. Has ayunado y orado
para que Yo haga algo, y he hecho todo lo que voy a
hacer. La sangre ya se ha derramado. El Evangelio
¡a ha sido dado. La luz ya está aquí. No puede
brillar por io que el diablo ha hecho. Lo que tienes
que hacer es quebrantar el poder del diablo sob¡e
ellos".
La intercesión no cambia a Dios Dios m¡nca
cambia.
54 El Ar¡r 11¡ ln Ora.ion

La oración no cambia a Dios. La oración lo cam-


bia a usted y a 1os demás. No cambia a Dios.
Vi lo que debía hacer por mi hermano, Dub.
Durante quince años había estado ayunando y
orando para que Dios Io salvara y si eso algulla vez
trajo algún beneficio, no sabría decirlo. Dub era la
oveja negra de la familia. Cualquier cosa que
ustedes puedan mencionar, él la habia hecho. Supe
que si quebrantar el poder del diablo obraba sobre
é1, obraría sobre cualquiera.

Me leranté de la cama con Ia Biblia en una


mano y la otra elerada a lo a1to, y dije: "En eI nom-
bre del Señor Jesucristo. ¡ompo el poder del diablo
sobre la vida de mi herma¡o Dub, y reclamo su lib-
eración (Eso signiflcaba que reclamaba su lib-
eración de la ceguera y de esa esclavitud en que lo
tenía Satanás). Y reclamo su salvación total en el
Nombre del Señor Jesucristo".
En e1 curso de tres semanas. mi hermano había
nacido de nuevo.
Aquí es donde Ia intercesión entra debemos
soltar al pecador de la ceguera, para que pueda ver
la luz.
Si podemos hacer que 1a gente vea a Dios como
es en realidad, ellos querrán amarlo.
Somos uno con eI Gran Intercesor en Su minis-
terio de reconciliación.
Conociendo el amor de Dios 55

Miremos esta Escritura de nuevo en la traduc-


ción Amplifrcada:

2 CORINTIOS 5¡19 (Amp¿;fcado)


19 Era Dios estaba (presente perso¡alhe¡te) en
Cristo, reconciliando y ¡estaurando al mundo a
favo¡ consieo mismo, no llevañdo la cuenta, ni
imputándole ta los homb¡esl sus pecados tsi¡o
ca¡rcelándolosl; y nos erca¡gó el mensaje de la
reconciliación - de restauació¡ a favor con é1.

¿A quién reconcilió consigo mismo? ¡A1 mundo!


¿Los pecados de quién fueron cancelados? ¡Los
del mundol
Eso es lo que será tan te¡rible Ia gente irá al
hfremo y cuando ileguen allí, hallarán que no les
habíamos dicho la verdad. No les habíamos dicho
que todo estaba cancelado.
Los pecados de los que no son salvos han sido
cancelados por Jesús. Así es como Dios es benigno
con el ingrato y el malo. Y El nos ha dado ese men-
saje, esa palabra de !'econciliación.
Pero hemos predicado así: "Dios te va a agar-rar
si no tienes cuidado. Él está trás de ti".
La gente ha entrenado sus hijos, diciéndoie-.:
-No hagas eso. Jesús no te amará si lo haces".
Eso es una mentira. Puede que E1 no quiera que
Io hagan, pero los amará de todas maneras.
I 56 El Atte dP lo Orauon

Decir a los niños: "Dios ¡lo te amara si haces


eso"..., cauaa que ellos crezcan con sus mentes cie-
gas a la luz de Su amor. Y es muy diffcil lograr que
esa:¿lase de enseñanza, salga de las personas.
El nos ha dado el ministerio de la recon-
ciüación.
Sollamos pensar que le tenlamos que predicar
condenación a la gente. Así que salíamos y los
golpeábamos en la cabeza, por así decirlo,
¡No! El Espíritu ile Dios los convencerá.
El nuestro es el ministerio de la reconciliación.
Cuando podaroos lograr que 1as personas vean a
Dios como El realmente es, querráa amarlo.
Capítulo I
Denued.o
Acerquémonos, pues, CONFIADA-
MENTE al trono d.e la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el opor-
tuno socorro,
!
Hebreos 4:16.
La oración efectiva implica denuedo.
Llegamos ante el trono de Dios con confranza.
¿Dónde conseguimos el denueilo? ¡En Jesús!

EFESIOS 3:11,12
ll corforrñe al propósito et€rno que hizo en
Cri6to Je$ts nue6t o Seño¡,
12 eD quien tenemos seguridsd y I
conñaüza por ¡nedio de la fe en é1. i
Hay muchas cosas por las que usted no necesita
orar pero sí está bien orar por denuedo. De
hecho, debeía.
Por ejemplo, no se nec€sita orar por fe. En
efecto, la Biblia dice: "(...)la fe es por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios" (Ro. 10:17).
Así que, ya sabe usted cómo conseguir fe. La fe se
incrementa al alimentarla con Ia Palabra de Dios y
5'.¡
58 El Arte de la Oracion

al ejercitarla. No necesitamos orar por fe. En cambio,


la Biblia nos enseña que podemos orar por denuedo.
Pedro y Juan fueron osados cuando usaron el
Nombre de Jesús para ministrar al cojo en la
puerta que se llamaba la Hermosa. Fueron osados
cuando proclamaron el nombre de Jesús ante la
multitud que se reunió.
Las autoridades Judías observaron su denuedo
y los detuüeron para interrogarlos (Hechos 4:13).
Les ordenaron que no predicaran ni enseñaran
más en el Nombre de Jesús.
Dejados libres, fueron a los miembros de su
propia compañÍa e informaron todo lo que los prin-
cipales sacerdotes y los ancianos 1es habían dicho.
Entonces, todos los creyentes levantaron su voz en
una oración de acuerdo ante Dios.

HECHOS 4:29,30
29 Y ahora, Señor, mira sus ameuazas, y concede a
tus siervos que CON TODO DENTEDO hablen tu
palabra,
30 mientras extieudes tu Dano para que se hagan
sanidades y señales y prodigios media¡te el nom.
bre de tu santo Hijo Jesús.

¡Esa oración recibió respuesta!

HECHO§ 4:31
3l Cuando hut¡ieron orado, el lugar en que esta-
ban congregados tembló; y todos fueron llenos del
59

Espíritu Santo, y hablaban cor DENUEDO la


palabra de Dios.

Pablo le pidió a la iglesia en Efeso oración por


é1. Este gran hombre de Dios, este apóstol de la fe,
este hombre que escribió la ñitad del Nuevo Testa-
mento, dijo: "Orando en todo tiempor...l por todos
los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca
me sea dada palabla pala dar a conocer con
DENUEDO el misterio del evangelio, por el cual
:oy embajador en cadenas; que con DENUEDO !
hable de é1, como debo hablar" (Ef. 6:18-21). I

La oración de la iglesia de Efeso en favor de


I
Pablo, fue una oración de súplica.
J
.i
Denuedo Para Obrar
Necesitamos denuedo para actuár. A leccs, durantc
la intercesión, el EspÍritu Santo nos manda ir a aquel j
por quien inie¡.edeúos. Aho¡¿ ref'e¡i¡é uú incidcntc cn
la vida dc un g'i-an intcrccsor, Charlie Hollandss,orth de
Slok"np Un dr" én rñ p, i,,pr.p.'.n !^, ¡;LiÉ : ,o
'
sabía por quién int.rcedia. Dcspuós dc uD ticmpo de ago
n al Pue¡ie de la
nizar en el EspÍritu, éste le urgió a
(lalle Monroc. Sc apresuró al puente sin demora.
Cuando llegó. el EspÍritu Santo le ostró u. hoñb¡e en
ñedio del puente que tcnía una piema sobre la baranda.
listo para saltar a ]a rnuerte. Charlle detuvo sú car. ..¡
rapidez, y agarró ál hoñb¡e. Él persuádi,j ál ¡o¡,br.
para que eúi¡ara ¡l \.ehiculo.
60 El Artt dF lú Ora.n)h

Condujo al hombre al campo. dondé puüeran esl.ár


soios. Le lomó dc dos a tres hor¿s coDseguir que el hom-
bre acept¿ra al SeñDrJesÍrs.ono su Salvádor
Rcidt

Podemos no saber aquello por lo que oramos,


pero gracias a Dios, el Espíritu Santo sÍ sabe.
Necesitamos denuedo para actuar con base en la
Palabra de Dios. Nccesitamos denuedo para actuar
en Io que el Espíritu de Dios pueda decirnos.
Puedo percibir ai Espíritu de Dios buscando en
-: Iglesia tratando de encontrar personas en
:-r:enes él pueda confiar para orar y actuar con
i:ruedo. Los necesita.
lluchas personas tienen empleos y obligaciones
que no les permiten entregalse de todo corazón a
interceder. Pero he hallado que a medida que usted
está haciendo 1o que debe hacer, puede estar
orando en su interior.

nios ño lé pond"¿ una ua|s" d,. rn,cr,'¡srnn. ¡ no $c'


que usted csté disponible para mole¡Be El podrÍa
mov-rqe sobrp úsred p.,ra or.,r p^" algui.n. mr"ntr's
usted t¡abajá, si el irabajo ,r, 0,"," p""-t,n ,ll;.,n.,
""

Hay cmpleos donde sería muy difÍcil orar mien-


tras se trabaja. Por lo cual Dios tendrÍa que buscar
a alguien más.
Pero hay algunos oficios - particularmente, si
Llsted no está trabajando con la mente, sino con las
manos donde es posible entregarse a la oración,
aun mientras usted está trabajando.
No deseche esa carga de o¡ación cuando venga.
Tenga denuedo para actuar en ella.
Un día, mientras toda\'ía esiaba pastoreando,
iba manejando por ahí a ñn de atender algunos
asuntos y de ¡.isita¡ a varias personas. Repentina-
mente, experimenté e) impulso de orar por mi her-
mano menor. EI se había apartado en ese tiempo y
no estaba caminando con el Señor Una alarma se
disparó en mi interior
Entonces me puse a orar dentro de mí, aun
mienhas estaba hablando con otras personas en
mi interior algo estaba llegando a Dios a su favor.
Llevé ese asunto conmigo por todas partes dos o
tres dÍas hasta que sencillamente desapareció. No
supe 1o que motivó eso.
Más tarde, en una conversación, mi hermano
me dijo: "Te diré algo; ciertamente el Señor me
a].udó el otlo día".
En ésa época, él era un hombre de negocios, y
tenía un rancho. Me dijo que estaba en el rancho,
cuando una caneca de cinco galones de gasolina
que tenía en la mano explotó. No fue herido en lo
más mínimo.
62
,i#i'. El Arte de la Oracion

Agregó que todos los que 1o vieron quedaron


asombrados.
El administrador del rancho dijo: "Eso
sobrepasa todo Io que he visto en mi vida. No
puedo creer lo que vi".
Pero tres días antes que sucediera, yo estaba
orando. Estoy convencido que si yo Ia hubiera
desechado y no me hubiera rendido a ella, él podúa
haberse quemado gravemente y quizás haber
muerto.
Ustedes ven, Dios no quiso dejarle salir de aquí
en esa condición fuera de comunión.
¿Qué si no hubiera orado?
¿Qué si Charlie Hollandsrvorth no hubiese sido
sensible al Espíritu de Dios? ¿Qué si él no hubiese
intercedido cuando no sabía por quien lo hacia?
¿Qué si éI hubiera estado demasiado ocupado o
insensible a la dirección del Espíritu para correr
hacia ese puente, sin siquiera saber por qué estaba
yendo? .
Con toda seguridad, aquel hombre habría ido al
infrerno.
Es un pensamiento tremendo que cuando los
hombres estén ante el estrado del juicio de Dios,
pueda haber algunas personas en el infrerno que
nos señalen y digan: "Tú eres responsable".
63

Denuedo Ante El Tlono


ISAIAS 43:25,26
25 Yo. yo soy el que botm (uF nebeüones por amor
a mí mismo, yno me aco¡daré de tus pecados.
26 Házl¡le recordar, entremos eE juicio junta-
ment¿i habla tlt pa¡a justifica¡te.

Aquí hay un reto del Dios guardador del pacto


con Israel. También es un desafio para la lglesia.
Porque si Dios guardó su pacto con ellos, El
guardará Su pacto con nosotros.
El creyente tiene, en la oración, derechos del
pacto, así como otros derechos de pacto.
Pero hay un gran problema que derrota a los
Cústianos en su vida de oración. Cuando venimos
ante Dios, tenemos una sensación de inferioridad,
un sentimiento de conciencia pecaminosa. porque
sabemos que hemos fallado. Tenemos un complejo
de culpa.
Algunos comienzan sus oraciones con: "Soy tan
débil, Señor; soy tan indigno", y luego hablan per-
sistentemente sobre su debilidad e indignidad
durante toda la oración.
Y cuando entran en la presencia de Dios dicién-
dole eso, hablando se sacan a sí mismos de la fe y a
la condeuación. No saben si Dios les oye o no. Todo
1o que hacen es mendigar por migajas,
a 1-.¿ ¡|P la Otdr:ion

Per¡ ¡riremos lo que Dios dijo:'Yo, yo soy el que


-c,:¡¡o
¡:: rebeliones por amor de mí mismo, y no
pecados" (Is.43:25).
=e ac,lrdaré de tus
¿Por qué dijo que borrarÍa nuestras transgre-
:iones? Por amor de sí mismo - para poder bende-
rrmo:. No habrra podido bcndecirnos sin eso.
Cuando sabemos q..e Él va borró nuestro
pecado y que ni siquiera recuerda que hicimos algo
malo. podemos acelcarnos a Él con confianza.
Podemos venir con fe. Perdemos la concicncia de
pecado - y ¡ahora tenemos la conciencia de Hijos!
No tenemos que sentarno,r sobr'e la acera, al
frente de nuestra man:ión. a mendigar favores.
Podemos venir confiadamente por la puerta frontal
y eni ra r al sa]ón del trono pa|d r ene| comunlon con
Dios.
Somos hijos de Dios. -iomos coherederos con
Jesucristo, somos el pueblo del pacto. Tenemos un
derecho legal, un derecho aI Evangelio, un derecho
de hijo, un derecho de familia. EI derecho de
Cuerpo para entrar al salón del trono.
Cuando Jesus lue - 1.1 P)esencia del Padre. r,
entró con sólo Su cabeza dejando fuera Su dedt
meñique diciendo: Oh. estoy arergonzado'. ;Nol E
no tenÍa ningrna condenación ni aún en Su ded,
meñique.
Denuedo 65

Somos el Cuerpo de Cristo, ¡Eso significa que eI


Cuerpo puede entrar a la Presencia de Dios Padre
cou la miema confianza y con la misma seguridad
que la Cabeza! ¡Confiadamentei

ii
Capítulo 70
Elementos d.e lct aid.a de
oración d.el creyente
Miremos los elementos de una ¡ida de oración
efectiva.

Ferwor
SA¡ITIAGO 5:16.r8 (Woretr)
16 La súplica del interior del hombre justo puede
togr.ar mucho.
17 Elías fue u¡ hombre que tuvo la misma natu.
raleza nuestla, y rogó leNorosahente para que ¡o
Ioviera y no ovió sobae la tierra po¡ u¡ periodo
de tres años y seis mcses ;
18 Yoró de nuevo, y el cielo dio la [uvia y la tiera
prodqio su fruto.

La oración efectiva involucra fer-vor


La Biblia ensena quc debemos scr siempre:
"(...)feruientes en espíritu(...)" (Ro. 72:77).
W.E. Vine dice que la palabra traducida fer-
vientes" en Romanos 12:11 significa, eslar
calíentes, heruir. La Concordancia Ethaustit¡a de
la Biblia Strong' agrega que figurativamente sig-
nifica un sentimiento muy profundo.
67
El Artc rL la Oruion

Epafras estaba "rogando encarecidamente" por


los Colosenses en sug oraciones (Col. 4:12). El tér-
mino griego agonizomai traducido "rogando encar-
ecidamente", indica un esfuerzo, uña lucha.

Afecto
2 CORINTIOS ?:6,7
6 . . , Dios . . . nos consoló con la v€nida d€ §to!
7 y ¡o sólo con su venida, sino tambión con Ia
consolaciór cor que él hsbía sido coDsolado en
cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro
GRáN A¡.ECTO, luest¡o IIaEto, restrá SOLICI-
TUD por mi. dc bábera que De regtrijé atu más.

El "intenso afeclo- de iú: Corintio. rue reconocido


por Tito y coúunicado a P¿blo.
Algo succde cuando el t€rdadero clanor de Dios, la
verdudera ora¿ión de Dior \ el lerdaderc anhelo de Dios
se apoderan de ¡uesrró esprnru.
Dios poDe en :u corazón intercedc¡j luego esto lla
ca¡ga o cualqüiera oÚa cosa quc Dios haya puesto en sü
corazónl debena ser el supremo asmto de su corazón.
Cúando el deseo dc ler la ¡espuesta vent se in@nsi'
fica. tanto que ab.orbe todás las energias. enionces el
Liempo para el cumplimiento no está lejos.
Este es e] deseo que irae Ia ¡cspuest¿. Es un deseo

- lteidt

En el invie¡no de 1942-1943, me encontré


tomado por un deseo de que Dios se moviera. No lo
llamé - fue puesto allÍ, sin duda, po¡ Dios.
ElementoÉ de la lida dc omció¡ del créy(¡ic 69

Mire usted, lo que sucede en el mover del


EspÍritu de Dios - avivamientos y todo lo demás -
no viene como resultado de la oración de alguien
ayer o inclusive la semana pasada. Es el lesultado
de las oraciones de años atrás.
Ese inüerno del 42 al 43 ]'o era pastor de una
iglesia en el oriente de Tesas cuando me encontré
tan absorto y tan cargado orando por ciertas cosas.
Durante aquerlos años de guerra. parecia como
si muchas de nuestras iglesias se hubieran secado.
La gente estaba ocupada yendo a la guerra o traba-
jando en las fábricas de eleméntos bélicos, y así por
el estilo. En nuestras iglesias Pentecostales
teníamos abundancia de lenguas e interpretación,
pero rara vez, si acaso, veíamos algunos otros
dones o manifestaciones del Espiritu.
Me encontré que oraba casi inconscientemente:
"Querido Señor, permite que las manifestaciones y
Ios dones más poderosos deJ Espíritu vengan en
manifestación y operación...el don de la fe espe-
cial...el realizar milagros...los dones de sanidailes...".
Estaba tan absorto en aquello, que me des-
pertaba en Ia sala a las tres o cuatro de la mañana y
de rodillas, orando eso. Noche tras noche, esa era
una ocur.rencia comrin. Muchas veces había sido des-
pertado más temprano en la noche, salía del dorr¡ito-
úo para no molestar a mi esposa. (Con frecuencia oro
l0 El ArtP dr. ld Otuc¡an

bastante, suave y privadamente, pero no podÍa estar


en sifencio acerca de esto. Parecía como si me fuera a
reventar). Pero otras veces, no recordaba haberme
levantado. Me encontraba a mí mismo fuera en la
sala orando y me decía'. "¿Cómo llegué aquí?".
Muchas veces me despertaba y me encontraría
orando inconscientemente: "Permite que estas más
grandes, y más poderosas manifestaciones de tu
Espíritu vengan en operación...".
Luego, el 23 de feb|ero de 1943, despuós de orar
du¡anle cinco hor'as ¡'cuarenta y cinco minutos,
Dios comenzó a decilme algo. Tomé un lápiz y
escribí. El dijo: "Cuando telmine la II Guerra
Mundial. vendrá un avitamiento de sanidad divina
sobre los Estados Unidos .

Eso sucedió más de dos años antes de que la


guerra terminara. La guerra no acabó hasta agosto
de 1945: esto aconteció en 1943.
Diecinueve meses más tarde, en septiembre de
1944, estaba hablando en la reunió¡ de los Emba-
jadores de Cristo de las Asambleas de Dios.
Empecé con otro tema pero, debido a que esto me
estaba qu"mando por dentro. lermine con esle
tema y conté lo que el Señor me había comunicado.
Dije: "Quiero darles un anticipo de lo que va a
suceder cuando la guerra termine. Va a venir un
ar.ivamiento de sanidad divina en América".
Elenentos de la lida de oración del crc)€nte 1-l

Cuando pronuncié eso. el poder de Dios cayó


sobre esa multitud. Cada ministro, tal como si
alguien les hubiera dicho (]'o no lo hice), se puso de
pie y corrió al altar. Cada pelsona se fue al piso.
Nunca habÍa visto ta1 cosa en ¡ni rida.
Gracias a Dios por ei Espíritu de Dios. Gracias
a Dios por la oración.
Ese avivamiento de sanidad divina llegó.
Comenzó en 1947. Pero no vino porque alguien
había orado la semana anterior en 1947. Vino
porque personas - no sólo yo, también otros - esta-
ba¡ orando desde 1943.
Cuando oraba por eso, era un deseo consumidor.
No me interesaba o siquiera sospechaba que Dios
me usaria cn ello. Realmente ni siquiera querra
que me usara. Me venia perfectamente bien estar
derr¿is del escenario. donde pudiera orar y que
nadie me viera jamás.
Dios lleva a cabo su voluntad sobre la tierra por
medio de la lglesia.
¿Qué si las personas no hubiesen respondido a
esa carga?
De todas formas, ¿de dónde vino? ¿Acaso la
invocamos nosotros mismos? ¡No! Dios la puso en
luestros corazones. Era un deseo consumidor
¿Qué si no hubiéramos respondido? \o
teníamos que hacerlo. No somos robots.
72 El ;¡í¿ de h Oracion

Dios no nos hace hacer nada. Tenemos nuestra


propia voluntad. Debemos quererlo para responder
al EspÍritu de Dios. El Espíritu de Dios no usa 1a
fuerza. Si 1o hiciera, podría conseguir que todos
fuésemos satvos hoy, y mañana entraríamos en el
Milenio.
Es eI diablo y los demonios quienes fuerzan y
obligan a las personas. El Espíritu Santo guía y
dirige; E1 dará un gentil impulso.
Dispóngase a responder al Espíritu de Dios.
Atienda esos impulsos de orar. A veces hay cieria
di¡ección; otras vecesl¡na carga.
Sean sensibles a EI.
Algunas veces somos insensibles a Io que El
esta diciendo en nueslros esprritus. porque üvimos
demasiado en el plano mental. Y descuidamos esas
cosas.

Algunos pueden objetar al llesa¡ a tener algo que


venga a se¡ el deseo sup¡emo del corazón por un tiempo.
Drceñ que su deBeo Bupre-" u"0".". r-. ",."Ti*,ou

Cuando Dios pone ese deseo en su corazon, ese


es su ileseo supremo para el Señor. Dios mora den-
tao de usted. Y E1 es el único que activa el deseo. El
deseo supremo de Dios es que 1a gente sea
liberada.
Llpñer,rur d, tc fldx d" o.!..nr dpl . reyanre

El deseo supremo de Dios fue que ese hombre


ien el CapÍtulo 9) no saltara del puente y cometiera
suicidio. Sucedió que ei hombre estaba donde Dios
pudo encontrar a alguien que comenzara a orar
alguien lo sufrcientemente ce¡ca como paia respon-
der a1 Espíritu de Dios. en¡ra¡ en :u carro !-Ilegar
hasta allí. La vida de ese hombre se salró 1' nació
de nuevo, porque un hijo de Dios pemitió que el
en su propio
deseo supremo de Dio-
"e con\iniera
deseo supremo.

Dios no es de poco .o¡azón pa¡á náda. Como ese es


su deseo supremo, también csc nismo viene ¿ se¡ el
deseo supreño de uno llamado a interceder. Es coo-
peracióD con Dios. 'Porque nosotros somos colaboradores
de Dios(...)" l1co.3i9).
RFt.lr

Persewerancia
EFESIOS 6:18
1a Orando en todo tiempo con toda oración y
súplica en el Espí¡itu, y v€lando en ello con toda
persew€rarcia y §úplica pol todo§ Io" "^.r-"

La oración efectiva debe incluir el elemento per-


severancia. Wilford Reidt lo resume bien:
Cuando el Espíritu Santo pone en el corazón de
una persona interceder, la intercesión no se debe
detener sino hasta cuando se obtenga la respuesta
74 El Añ. de la Otucion

o hasta que la carga sea quitada. En mi experien-


cia, en la que casi nunca sé por qüén estoy interce-
diendo, he teni¿lo cargas que duran horas y aun
dÍas. He tenido que hacer mi trabajo habitual, pero
todo el tiempo hubo ese gemir interior en mi
espíritu. En las ocasiones en que tuve oportunidad
de estar a solas con Dios, la carga se int€nsificó. No
hay regla a seguir. Cada persona hará como Dios
dirija.
El motivo por el que Ia "persistencia" es un
ingrediente de la intercesión, es que es fácil
deshacerse de la carga y olvidarla. Es una
tremenda responsabilidad sentir que la vida de
alguien puede depender de su intercesión. No
muchos creyentes están dispuestos a aceptar eso.
Así que aquellos que tienen voluntad usualmente
son mantenidos rnuy ocupados.

.§¡uno
r SAMUEL 1o:7
7 Y cuando t€ hay¡n sucedido est¡s.eñales, haz
lo que te viÍiere s la rna¡ro, po¡qué Dior est¡í cor-
tigo.

La oración efectiva, a veces, implica el a5runo,

En olsuros cásos el ayuDo puede ser necesario- No


hay regla rÍaida e irrevocáble. EI guerero de orációr lo
Elemcntos de la üda de oración d;l creyent¿ 75

ha¡á en la medida en que las ocasiones lc sirqm- Si éi


estima que ayünar es necesario, ento¡ces ayune.
(Reidt)

En todas las epístolas - los libros del Nuevo


Testamento escriios a la Iglesia ni una sola vez
se le dice a la Iglesia que ayune.
Eso no sigrrifica que no debamos. Se hace men-
ción del ayuno, pero no se ñjaron reglas, ni se
alienta a la Iglesia a a)¡unar.
La razón es: No hay reglas rígidas e irrevoca-
bles al respecto - se debe hacer como la ocasión
surja.
El ayuno no cambia a Dios. El es el mismo
antes que usted ayune, mientras usted está ayu-
nando, y cuando usted termina el ayuno.
Pero a¡rrnar lo cambiará a usted. Le arudará a
mantener la carne bajo control. Le ayudará a ser
más susceplible al Esprritu de Dios.
El Señor le puede hablar a usted para a¡runar.
Me ha hablado a mi para ayunar en ocasiones
especiales. Sin embargo. puedo mencionar que no
me ha guiado a al,unar más de t¡es días a la vez.
(Para más iñformación sobre el tema, se puede leer
el libro del hermano Kenneth Hagin: Una Guía
Sensata para el Ayuno).
Capítulo 17
El Espíritu Santo:
Nuestro Ayudador en la
oracLon
El Espíritu Santo intercede por nosotros.
El Espíritu Santo también nos a¡rrda a orar.

ROMANOS a:26.27
26 Y de igual mane¡a €l Dspíritu nos ayuda en
nresira debilidad¡ pues qué heúos de pedir cono
conviene, ¡o lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotlos con semidos indecible§.
27 Mas el que escud ña los corazones sab€ cuál es
la irterciór del Espíritu, porque confo¡m€ a la
voluntad de Dios intercede por106 sartos.

El Dr. T.J. McCrossan, que fue un notable profe-


sor de Griego, incluyó este concepto aclaratorio a la
palabra Griega traducida "ayuda", en su libro
"Sanídad Corporal 1la Expiací<in" (ahota
disponible en la Librería de Fe de Kenneth Hagin):

...nótese hien ta palabra aquí traducida 'ayuda"


(sunantilambanetai). Este es el tiempo prcsente, ter.era
persona sinsul¿., del verbo depone¡te sunantilam-
ba¡oñai, y ücnc de sun, junto coni anti, coDtrá; y lam-
bano, asumir o tomar pa¡a si lla iareal. ?or
71'
El Arte de la Oracion

consiguiente, esta palabra signiflrca "asumir o tomar


para sí, contra, junto con".
De esta manera, en Romanos 8:26 se nos dice que el
Espíritu Sarto asume o toma pa¡a sí ua tareal contra
nuestra debilidad junto con alguien. ¿Con quién? Pues,
con nosotros, mismos...
-McCrossa¡

EI Dr. McCrossan se refería sóIo a un aspecto de


Ia debilidad (la debilidad del cuerpo, enfermedad),
pero claramente vemos que el Espíritu Santo
ayuda asumiendo o tomando para sí [Ia tarea]
junto con nosotros, en contra de nuestras debili-
dades o toda forma de desventaja.
Si dijera desde el púlpito: "Algunos de ustedes,
hombres quédense después del servicio y ayúden-
nos a quitar el piano de Ia plataforma", significarÍa
que deseo que ellos asuman o tomen para sí [a
tareal, junto con algunas otras personas, en contra
del peso del piano.
El Espíritu Santo ayuda. EI asume o toma para
sÍ lla tareal junto con nosotros en contra de Ia
debilidad. Si nosotros no la asumimos o tomamos
para junto con, contra algo - El no tiene nada que
hacer. Primero debemos asumir o tomar para [a
tareal junto con - entonces eI Espíritu Santo nos
ayudará.
Alguien me dijo una vez: "Desde que descubrí
que e1 Espíritu Santo hace mi oración por mí, ya no
hago demasiada oración".
El EspÍritu Santo: Nuestm Avudador eD la oración 79

Romanos 8:26 no dice que el Espíritu Santo


hace nuestra oración por nosotros. E1 nos arrda. Si
el Espiritu Santo hiciera nueslra oración por
nosotros, eso le haría a El responsable de nuestra
vida de oración, y eso está en desacuerdo con la
Biblia.
Lea 1o que Jesús dijo en los Cuatro Evangelios
respecto al Espíritu Santo. Por ejemplo: "Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolado¡ para que
esté con vosotros para siempre: el Espíritu de ver-
dad, al cual el muldo no puede recibir, porque no le
ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y esta¡á en vosotros. No os alejaré
huérfanos; vendré a vosotros...Mas el Consolador, el
Espíritu Santo, a qüen el Padre enviará en mi nom-
bre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho" (Juan 14:16-18,26).
La palabra gtiega ParacLete traducida aquí
como "Consolador" significa lrtetalmer\le "uno ll@-
mad.o al lad.o para ayudor".
La Versión Amplíficada de la Biblia da siete
sigrrificados de la palabra: Consolado¡ Consejero,
Ayudador. Intercesor, Abogado. Portalecedor. Com-
pañero.
El Espíritu Santo no es enüado para hacer el
rrabajo de los Cristianos en su lugar: Él es enüado
para a¡'udarles a hacerlo.
Ll A . ¿¿ Ld Ord.ion

Jesús le ordenó a los discípulos que per-


manecieran en Jerusalén hasta que fueran bauti-
zddos con cl Eqprriru Sanro. El l¡s dijo:
"(...)recibiréi.' poder, cuando haya ueni.do sobre
uosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos(...)"
lHechos l:8).
Un sigrificado del término griego que se traduio
aquÍ como poder es "habilidad". Otra manera de
decirlo es: "Después que el Espíritu Santo venga
sobre vosotros, recibir'éis habilidad". ¿Habilidad
para hacer qué?: Para se1'testigos.
Ahora, el Espíritu Santo no va a dar
testimonio - ustedes van a dar restimonio con Su
habilidad.
De manera semejante e1 E:piritu Santo no hará
sus oraciones por usted. sino que usted será capaz
de orar con Su habilidad. El lo a¡l:dará a hacerlo.
Nosotros somos los respoo-.ables de nuestras
vidas.
Nosotros somos ios respon:ab1es de extender el
evangelio.
Nosotros somos los responsables de orar. El
Espíritu Santo es nuestro -\'udador.
Capítulo 72
El Espíritu Santo y nuestrcrs
d.ebilidades
Y d,e igual manera el Erpír¡tu nos aluda
en nuestra DEBILID)D...
- Romanos 8:26
¿Qué significa la palabra "debilidad" en este
lugar? El Diccionario Expositivo de palabras del
Nuevo Testamento de WE. Vine, define este tér-
mi¡o griego así: "falta de fuerzas, debilidad, indi
cando incapacidad para producir resultados".
Nuestras debilidades impedirían que nuestra
oración produjera resultados, si no fucse por
nuestro A¡rudador Diwino: el Espíritu de Dios.

Ignorancia
"La ignorancia es una debilidad", señala Reidt.
"No siempre conocemos".
El enemigo se aprovechara de nosotros en las
áreas en que tengamos ignorancia. Dios dice: "Mi
pueblo fue destruido, porque le faltó
conocimiento(...)' lOseas 4:61. Asimismo, nos es
imposibie orar con exactitud, cuando no sabemos
a2 El Ane de la O.d.ion

por qué orar. Por eso es que necesitamos que el


Espíritu Santo nos "ayude" en esta debilidad.
Pablo oró para que los Colosenses supieran (Y en
su oración encontramos una clave sobre cómo orar
por los hermanos Cristianos).

COLOSENSES r:9
I Por lo cual tañbién nosotros, dssde el día que
lo oímos, NO CEsAMos DD ORAE por vostros, y
de pedir QUE SEAIS LLENOS DEL
CO\OCI}IIENTO DE SU VOLUNTAD EN TODA
SASIDL?L{ E INIELIGENCIA ESPIRITUAI .

La volu¡tad de Dios ¡ la Palabra de Dios están


conectadas.
Dios nos ha de-iado Su Palabra escrita para
revelarnos Su volu¡rad. Debemos renovar nuestras
mentes con Su Palab¡a de marera que la primera
cosa que llegue a nuestra mente en una situación
dada, sea 1o que Dios tenga que decir sobre el
tema.

ROMANOS 12:2
2 No os €onforhéis a este siglo. §ino transfor-
m¿os po¡ medio de la ¡e¡osació¡l de vuestro
entendiñie¡¡to, pá¡a que coúprobéis crxál 6ea la
bueDa voluntad de Dios, agriadable r- perfecta.

Dios nos ha dado Su Palabra. EI Espiritu Santo


toma esa Palabra y la trae a nuestra memoria-
El Espr¡jtu Sdto y nuestras debilidades 83

Entonces conocemos la voluntad de Dios si conoce-


mos la Palabra de Dios.

JUAN 14¡26
26 Mas el Consotadoa el Espíritu SDto, a quien el
Padre enviáñá er úi ¡ombre, él os eBeñará todas
las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho.

Entonces, gracias sean dadas a Dios, por que en


cosas que Ia Palabra no cubre, tenemos una unción
del Santo.

l JUAN 2'O
20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y
codocéi! todas las cosas.

Percepción Sombna
La percepción soDbria es una debiiidad. Jesús se
refirió a esto en Lucas 2.r:25 cuando dijó: ";Oh inscn-
satos, y tardos de corazón pará crée¡ todo lo que los pro-
fetaB han dichol".
- Reidl

Pablo oró, para que la iglesia en Efeso no fuera


tarda para percibir.

EÍ'ESIOS 1:16-18
16 yo no ceso de dar gracias por wosotros,
haci€ndo memoria de vosotros en mis omcion€s,
. El Arte de la Oraa,on

17 para que el Dios de uuestro Señor Jesucristo, el


Padre de gloria, OS DE ESPIRITU DE SABIDIIRIA
y de REVELACIO\ en el CONOCIMIENTO DE EL,
18 ALUMBRANDO LOS OJOS DE VUESTRO
ENTENDIMIENTO, P-{R{ Qt'E SEPAIS cuál es la
espera¡tza a que él os ha llamado, y cuáles las
riquezas de la gloria de s¡¡ herencia en los santos.

(De nuevo, como en su oración por los


Colosenses, Ia oración ungida por el Espíritu Santo
de Pablo, nos muestra cómo podemos orar por
i
nosotros mismos y por otro: cre]'entes, para vencer
t, la percepción sombría con respecto a las cosas del
Ir Señor).
I
El Espíritu Santo es dado para enseñarnos
todas las cosas (Juan 1-1:26,. \os enseña directa-
I mente en nuestros propios espÍrirus. Pero también
nos enseña por medio de maestros que conocen Ia
I Palabra de Dios. Dios puso maestros en su Iglesia
(Efesios A:lL,l2). No limiten la cantidad de
conocimiento que ustedes pueden adquirir de Dios.

ROMANO§ 15:14
14 Pero estoy seguro de vosot¡os hermanos míos,
de que vosotros mismos estáis llenos de boudad,
I ¡.nNO§ DE TOD|O CONOCIMIEI{TO, de tal manera
que podéis amonegtaros los r¡nos a los otros.

¡Así es como Dios quiere que estemos!


Capítulo 73
La oración por los enfermos
Otra definición de la palabra que se ha tra
ducido "debilidad" en Roma¡ros E:26 es: debilidad
del cuerpo. f'ragilidad. "1'"- edad-.
A menudo es necesaria Ia olación contra esta
debilidad.
Cuando enseño sobre la fe y 1a sanidad en las
cruzadas y seminarios, sólo puedo cubrir un lado
de ello. Las reuniones no son lo suficientemente
largas para abarcar todo el cuadro. Por tanto,
tengo un propósito en mente llevar a las personas
a creer en Dios ahora y a recibir de Dios ahora.
Gracias a Dios, un cjerto porcentaje de ellos
pueden y quieren.
Sabemos porque tenemos la Biblia, la cual nos
imparte el conocimiento de Dios que la sanidad
ha sido provista para cada uno. Sabemos que la
tas clta y perlecta voluntad dc Dios es que ningun
creyente esté enfermo, sino que viva todo su
tiempo aquÍ, hasta que su cuerpo se desgaste y
duerma en Jesús.
Tenemos que presentar la voluntad perfecta de
Dios o la gente no la conocerá. Pero también sabe-
mos desde e1 punto de vista natural que por cierta
E: t¡t. de ta Ordció¡l

cautida¿l de razones eso no sucede con todas las


personas - inclusive con todos 10s hijos de Dios,
rsi [o sucede, eso no significa que la gente no
fue salva. No significa que las personas no fueron
al cielo).
Sabemos por el Antiguo Testamento que Dios
hizo un pacto con Israel.

DXODO 23:25.26
25 Mas á Jchová \'uest¡o Dios seryircis, y él ben-
decirá tu pan y tB aSuas; y yo quitaré tode eDfer.
medad dc en medio de ti.
26 No habrá ñuje¡ quc aborte, ai estéril er¡ tu
ti€¡rai y yo cotnpletáré el núnero de tus días.

¿No era esa la roluntad perfecta de Dios? ;SÍi


Pero noten que era condicional.
¿Cuál era la condición? Que el pueblo caminase
en Sus estatutos y guardase Sus mandamientos,
Mientras Israel guardó el pacto, no hubo enfer-
medad entre ellos. Ni los niños, ni los jóvenes
murieron.
Pero luego la eufermedad y las dolgncias los
atacaron y el pueblo comenzó a morir joven. ¿Por
qué? Porque no guardaron el pacto con Dios.
Inclusive en la casa del rey David, su niño se
enfermó y el profeta predijo que el niño moriría (2
S. 12: l4 ).
Ld uracron par lus cnfermos 8?

¿Cómo supo el profeta eso? Por el Espíritu de


Dios.
La muerte del niño no era la voluntad perfecta
de Dios, pero por causa del pecado. e) pacto se
rompió. El EspÍritu de Dios dijo lo que sucedería,
bajo esas circunstancias.
Lo mismo que aconteció con Israel, sucede hoy
con las personas. Tenemos que decirle a las per-
sonas cuál es el plan de Dios, cuál es el pacto de
Dios, y qué es 1o que les pertenece. La sanidad es
nuestra, la sanidad está en la expiación. Pero no
todos están caminando en sus derechos del Nuevo
Pacto.
A veces -
si son bebés Cristianos auténticos
usted puede ejercer su fe en favor de ellos. Los
puede llevar con su fe, durante cierto tiempo.
A veces es posible hacer que ellos estén de
acuerdo con usted. Usted puede unú su fe con la de
ellos en la oración de acuerdo (Mt. 18:19). Obra.
Pero hay algunos que no saben y que no com-
prenden por quiénes la oración debe ser hecha.
Un ministro denominacional que todar.Ía pas-
toieaba su iglesia, me diju cómo su esposa había
sido sanada maravillosamente por el poder de
Dios, después que la ciencia médica la había
desahuciado. Su sanidad les trajo al Movimiento
Cari sm áti co.
118 El Aúe ¿e ]a OfrLion

"Después que mi esposa fue sanada", dijo.


"comenzamos a abrir nuestros ojos al bautismo en
el Espíritu Santo". Fueron lienos del EspÍritu y
eran relativamente nuevos en las cosas del
Esprritu cuando cu csposa tuvo una experiencia en
la oración en pro de la sanidad de alguien más.
Una joven esposa y madre de tres niños que
asistía regularmente a la iglesia de este pastor,
tenía que ser operada a corazón abierto. Murió en
la mesa de operaciones. Después de algún tiempo
fue resucitada, pero no recobró el conocimiento.
Los médicos dijeron que nunca recobraría el
conocimiento, y que además. estaba bien así,
porque su mente jamás estaría bien; había estado
sin oxígeno en el cereb¡o durante mucho tiempo.
El pastor me dijo: "Consolamos al joven esposo
y oramos con el todo lo que pudimo" pero eramos
tan nuevos en esto. Sin embargo, la esposa de este
joven persistía en vivir".
El pastor me dijo: 'La telcera noche me des-
perté y me di cuenta que mi señora no estaba en la
cama. Después de un rato me levanté para bus-
carla. Or clgunos ger- do. que renian de la sala.
Pensé, se levantó, se ca]'ó, !' está herida. La encon-
tré echada en el piso de 1a sala gimiendo".
El se puso al lado de ella y le dijo: "Cariño, ¿qué
es lo que te pasa?" Ella Ie respondió: "No sé. No
La oración n.r los e¡fermos

entiendo, pero simplemente no puedo dejar que


ella muera; simplemente, no puedo dejarla".
Durante tres noches, cada noche, ella estuvo en
el piso y gimiendo y orando en voz alta durante
tcda la noche.
En el cuarto día después clue la esposa del pas-
tor había orado por tres noches. súbitamente, esa
joven señora en 1a cama de1 hospital, volüó en sÍ.
Los médicos estaban admirados. Su mente estaba
ciara. Estaba perfeciamente bien. Fue devuelta a
su esposo e hijos.
Aunque Ia esposa de este pastor era nueva en
eslo. ella comenzo a orar por la joven mujer. mas
que todo porque el Espiritu de Dios 1e dio eso - no
porque ella lo inventara.
Cuán dependientes somos de1 Espiñtu Santo en
nuestra vida de oración.
AI tratar con los enfermos, encuentro que
mLrchas veces el Esprritu de Dios se une conmigo y
ora a través de mi.
Y hay veces que he tratado de influenciar al
Espíritu Santo, pero El no 1o permite. Usted no
puede ,ograr que el Espirilu Santo haga nada. En
lugar de usar al EspÍritu, permÍtale al Espíritu que
10 use a usted.
Hace treinta años fui al pie de la cama de un
hombre para orar por su sanidad. Ni siquiera pude
l

90 El Arte de la Oracion

decir la palabra "sana". Yo decía : "Oh, Dios" y


luego en vez de decir "sana" decía: "Bendice a este
hombre". Procuré hacer que mi lengua dijera
"sana" y no me fue posible. No podía controlar mi
Iengua.
Dije: "Señor, ¿por qué no puedo orar por la
sanidad de este hombre? No es lo suficientemente
viejo como para morir. Tú nos prometiste un
mínimo de 70 u 80 años".
(En el Salmo 91, El dijo en realidad: "lo saciaré
de larga üda". Si no estamos satisfechos al frnal de
70 u 80 años, podemos seguir hasta que estemos
satisfechos).
Pero el Señor me dijo: "Sí, pero él nació de
nuevo hace 36 años. He estado esperando durante
esos 36 años que deje de pecar" [¡Piensen en la
paciencia de Diosll. EI nunca r.ivió en rectitud por
dos semanas seguidas en esos 36 años. Así que Io
juzgué y lo entregué a Satanás para Ia destrucción
de la carne para que su espíritu pueda ser salvo en
eI día del Señor Jesús".
(Eso está en la Biblia. Lea el quinto capÍtulo de
Primera a Corintios, y la última parte del capítulo
onceavo).
Luego el Espíritu Santo me dijo: "No puedes
orar por su sanidad, pero puedes hacer esto. Dile
que vas a imponerle manos para que sea lleno del
L¡ oráLi¡n por los edermns

Espíritu Santo y sus últimos días serán mejores


que los primeros".
Le dije lo que el Señor me manifestó. Cuando
impuse mis manos en su fTente. instantáneamente,
comenzó a hablar en lenguas.
Me despedí y seguí mi c:mino Cua¡do ¡egresé
después de un mes. estaba mue¡to )'. enterrado.
Pero me dijeron que se habÍa sentado en el lecho y
cantaba y hablaba en lenguas durante tres días y
tres noches. Luego tuvo una gloriosa ida a casa.
Esa no era la voluntad perfecta de Dios para é1.
Pero, en verdad, escapó de ir al inlierno.
Salí y fui por la autopista en mi carro, llorando
y cantando: "Gracia, gracia, la gracia de Dios. La
Gracia que es más grande que todos nuestros peca-

A veces he tratado de orar por personas y pare-


cerÍa como si couiera velozmente contra un muro
en blanco, o por un cal1ejón sin salida. No llegué a
ninguna parte, porque el Espíritu Saúto no me
tomaba.

Identificación
A veces al orar por otros! en contra de enfer-
medades físicas, parecerá en el espíritu - literal-
mente, físicamente no es así pero parecerá en el
92 El AttP dP la Ordci.n

espíritu que la misma cosa se aferra a su cuerpo.


Como ve, usted ha tomado la necesidad de otro y la
a llevado ante Dios.
A veces me duele igual que a ellos. Si están
enfermos de sus estómagos, me enfermo del estó-
mago. Si no pueden respirar, lucho por respirar Me
estoy identifrcando con ellos- Por supuesto, esta es
una operaclón del Espíritu y no algo a ser buscado
en su nida de oración. Esta clase de manifesta-
ciones solamente ocurren como le plazca al
Espíritu Santo no como nosotros lo queramos.
Desde 1949. con sóio una excepción, cada vez
que he orado en esa forma por ios enfermos y he
tomado sus síntomas. siempre han recibido su
sanidad. Y en el caso de esa única excepción, Jesús
apareció en escena y dijo: -He renido para curarle,
pero é1 no me lo peimitió-.
Capítulo 14
¿Que es orqr en el Espíritu?
Como orar en el EspÍritu es tan importante,
quise incluir este capítulo para e\plica¡lo más com-
pletamente.
La oración efectiva en ei Espíritu se puede
hacer de dos maneras:
1. Con su propio idioma.
No se ha dicho mucho acerca de orar en su
idioma conocido como una forma de oración en el
Espíritu, pero es un plano de la oración que toma a
una persona un paso más allá orando con su propio
entendimiento.
O¡ar en el Espíritu en su idioma conocido
ocurre cuando usted se hace más consciente de
Dios y de las cosas espirituales, que de 1o que lo
está de su ambiente natural. Los veteranos acos-
tumbraban a llamarlo estar "perdidos en el
Espíritu", En el curso de tales momentos una per-
sona puede ser tomada en oración hasta el punto
de poder orar durante dos o tres horas y pensar
que sólo han pasado diez minutos.
También es posible, que mientras o¡a en el
Espíritu en su propio lenguaje conoci¿lo, diga cosas
93
9{ EL A¡re de ld Orucion

en oración que de otra manera nunca se le hubieran


ocurrido. En realidad, usted está hablando bajo la
inspiración divina, algo muy parecido a la
inspiración que ocurre en el don de la profecía.

2. En otras lenguas.

¿Qué es orar en el espíritu?

EFESIOS 6¡r8
18 Orando en todo ti€Dpo coú toda oración y
súplica EN EL ESPIRITU. r. velardo en ello cotr
to¿Ia p€rseveÉrcia y súplica por todos los sa¡tos.

¿Qué significa este versiculo?: "Orando(...)en el


Espíritu(...)"? (Ef. 6 : 18).
Hace muchos años me edrenté a este interro-
gante, cuando era pasto. Bautista. De alguna
forma supe dentro de mí que cualquier cosa que
fuese, yo no la estaba haciendo.
Quería saber. Pregunté a todo el que podía
encontrar, qué significaba eso.
¿Saben ustedes lo que casi todos pensaban que
era orar en el Espíritu? Simplemente creían que era
orar con un poco más de energía, vigor y vitalidad.
Luego, también, Ia declaración escrita por
Judas a los creyentes, me dejó perplejo.
¿Qúe es orar en et Espiitu?

.II]DAS 20
20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre
vuestra sa¡tisima fe. ORANDO EN EL ESPIRITU
SA]VTO.

Yo mismo me pregunté: "¿Qué es o¡ar en el


EspÍritu Santo?".
Cualquier cosa que fuese. senti que no 10 estaba
haciendo.
Ahora mi cabeza me dijo que yo "estaba orando
en el Espiritu" y "orando en el Espíritu Santo".
Pero mi corazón me afirmaba: "No lo estás
haciendo".
Por tanto, me dediqué a encontrar lo que sig-
nificaban en realidad esas expresiones.
Reflexioné: Pablo está escríbiendo aquí en Efe-
sios donde él habla de "orar en el Espíritu".
¿Algutua uez dijo él olguna casa etu cu@lqu¡er otra
parte acerca de orar en el Espíritu? Si lo hizo,
entonces dondequíero, que lo menciotue, tietue que
hablar de la misma cosa.
Así comencé a recorrer las referencias sobre
esta frase en los escritos de Pablo. Ellas me l1e-
varon al capítulo 144 de Primera a Corintios-
Ahora, yo no había entrado mucho al capítulo
14! de Primera a Corintios. El primer domingo de
cada trimestre, predicaba sobre el capítulo 11a, pre-
cisamente antes que tomáramos la Cena del Señor.
96 El Att¿ de la Oñcion

Luego saltaba el capítulo 120 y predicaba sobre el


amor en el capítulo 13'. Después, saltaba al capí-
tulo 14e y predicaba sobre la Resurrección, en el
capítulo 15e. Estaba casi asustado de los capítulos
72e y 74e.

Pero pude ver que si iba a enterarme acerca de


orar en el Espíritu, tenÍa que ir allí, pues es allí
que Pablo dijo algo sobre el particular. Encontré lo
que dijo.

I CORINIIOS 14:2
2 PoIque el que habla en lensuas no habra a bs
hombre§, sino a Dio§: pues nadie le entiende,
aunqüc por el Espiritu habla nisterios.

¡En el Espíritu! ¡En el EspÍritul iEn el Espíritu


habla misterios! ¡Allí estaba de nuevo!
Ahora note algo adicional siguiendo por el capí-
tulo:

1CORINTIOS 1!t:14.15
14 Porque si yo oro en lengua desconocida, m;
espíritu ora, pero mi erteEdiüiento queds sin

15 ¿Qué, pues? Oraré coE el espíÍitu, pero oraré


también con el entendimiento! cantaré con el
espíritu, pero cantaré también co¡ el
entaDdimiento.
¿Que es orar eD el Ispí¡itu? 97

Leamos esos mismos dos versículos de la Bíblía


-\mpli.fícadcL:

1CORI¡{TIOS 1,1:1.1,15 lAñplificd¿a\


14 Pues si oro en una lengua ldes.oDocidal, mi
espí¡itu tpor el Espíritu Santo que está deDt¡o de
mí] ora, pero mi mente está improducrila - ¡o
Ile\a ninglin f¡!ro, no ¿r ud¿ ¿ n"iU..
l5 Entonces, ¿qué haré? Oraré con mi espí¡itu -
por el Espí¡iiu SaDto que hora e¡ míi pero tañ-
bién oraré intelige¡te mi mente y ñi
entendimientoi cantá¡é co¡ mi eÉpíritu - po. el
Espiritu Santo que está dentro de mí; pero caftaré
(inteligentemente) con mi ñente y tañbiér con ñi
entendimiento.

Pablo dijo: "Oraré con mi espíritu, y oraré con


mi entendimjento". Si orar en lenguas no fuese
para nosotros hoy, entonces estañamos extremada-
mente limitados al orar en el Espíritu.
Y sin embargo, somos seres espirituales. Nece-
sitamos orar en nuestros espíritus y no tan sólo en
nuestras cabezas.
Pablo está hablando en estos versículos acerca
de dos clases de oración: oración mentai v oración
espiritual.
La oración mental con el entendimiento es orar
con nuestras mentes. Mientras que esto es bueno y
efectivo en muchas situaciones, parece que la Igle-
sia mundial, en su totalidad, ha procurado por
mucho tiempo sobreüvir con sólo la oración mental.
96 El Arte de ln Oracion

Con todo, no podemos tener éxito apenas con la


oración mental. ¿Por qué no? La Palabra de Dios
nos da la respuesta en Romanos 8:26.

ROMANOS 8:26
26 Y de isual msnera el Espíritu nos ayuda e,¡
nuestra debilidad; pues qué her¡roE de pedir como
conviene, ¡o lo sabei¡ros, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos ir¡decibles.

Hay veces en que no sabemos por qué orar. En


esas oportunidades ser'ía imposible con la sola
o¡ación mental conseguir hacer el trabajo. Se
requiere la oración espiritual.
La oración espiritual es orar desde su espíritu
con la expresión que da el Espíñtu. Puede ser
expresión en su idioma conocido, o en una lengua
desconocida para usted o a veces en gemidos.
No siempre podemos entender toda la situación
que rodea el asunto sobre el cual estamos orando.
Pero el Espíritu Santo sí. Cuando le permitimos a
El orar a través nuestro, para ayudarnos en nues-
tra vida de oración, podemos ver sorprendentes
respuestas a nuestras oraciones.
Todo creyente lleno del Espíritu puede esperar
que el Espíritu Santo le ayude a orar en ei
Espíritu.
A medida que cierro este capítulo, deseo concen-
¡rarrne en una de las dos formas en que podemos
¿Que es orar én el EspÍrittr? 99

orar e¡ el Espíritu, y esa es la de ora¡ en ot¡as


Ienguas. Me gustarÍa compartir algunos ¿le los
beneficios y usos especÍfrcos de o¡ar en el EspÍritu
y en ohas lenguas.
Orar en lenguas para Magnificar a Dios

HECHOS 10r.16
46 Porqu€ los oíú que hablabar en lenguas, y que
magrrificabar a Dios.

Orar en lenguas es un modo con el que podemos


magnifrcar a Dios.
Por años como ministro, había orado y tenía
tiempos marawillosos en oración. Acostumbraba ir
al granero, y subir al pajar para orar y allÍ tuve
momento¡ ma ra üllosos de oracion
Pero salía de esas ocasiones desilusionado,
aunque bendecido. Procuraba dccirle a Dios cuánto
le amaba. Usaba todos los adjetivos descriptivos a
mi disposición, para decirle a Dios cuán maravilloso
es El. Agotaba mi vocabulario y dejaba ese sitio de
oración, con mi espíritu sintiendo que no había
dicho todo 1o que querÍa decir. Mi espíritu se sentía
engañado.
Ahora una de las cosas que mas aprecio
respecto a se¡ lleno del Espiritu Santo es orar en
lenguas. Desde ese día en 1937 cuando fui lleno del
Espíritu por primera vez, hasta hoy, he adorado y
100 El Arte d¿ la Oracion

me he comunicado con Dios, orando y cantando en


lenguas, cada día. Y nunca he dejado ese lugar de
oración sintiendo no haber dicho lo que quería
decir. pues mi espíritu era capacitado por el
EspÍritu Santo, que mora dentro de mÍ, para decir
lo que quería ilecir.
Si ustedes aún no lo están haciendo así, les
in!.ito a entrar y comunicarse con Dios sob¡enatu'
lalmente. Dios quiere hacer mucho más por
ustedes. El quiere comunicarse con usiedes en una
folma mucho mejor. Conozcan el gozo de Ia comu-
nión con el Señor en el Espiútu.
Orar en lenguas para Edificarse a si mismo.

,ruDAS 20
20 Pero vosotros. amados, edificándoos sobre
vuestra santísina fo, orsndo en el Espí¡itu Santo,

I CORINTIOS ¡4:{
4 El que habla en lcngu¡ extra¡ia. a 3í misño *
ediñc¡.

Hay una fase de hablar en lenguas en nuestra


vida de oración, que no es orar por alguien más; no
es interceder por alguien más. Es simplemente un
medio de edificación espiritual personal. Eso nos
a¡'uda espiritualmente. Nos edifica. Nos const¡'uye.
Todos necesitamos esta clase de oración. No pode-
mos ayudar a otrosi no podemos edihcar a otros, a
,Que eB orar en el Esprñtu: 101

menos que nosotros mismos hayamos sido edifrca-


dos.
Ttrmen ustedes tiempo para edificarse a sí mis-
mos orando mucho en el Espiútu Santo con otras
lenguas.
Las cosas espirituales son sirila¡es a las cosas
naturales. Jesús usó las cosas natu¡ales para
explicar las cosas espirituales.
En lo natural, nadie será experto y hábil en
algún área en la que no trabaje. En béisbol, por
ejemplo, el buen bateador no consiguió su posición
sin práctica de bateo.
De la misma forma, las cosas espirituales no
caen §obre nosotros como las cerezas maduras caen
del árbol. No seremos expertos en las cosas espiri-
tuales, a menos que les dediquemos tiempo.
Orar en lenguas le aJ,.udará a usted a estar bien
sensible a las cosas espirituales.
Orar en lenguas para Reposo

ISAIAS 28:11,12
11 porque eú lengua de tartamudoÉ¡, y en extrañá
lengua hablará a 6te pueblo,
12 a los cuales él dijo: Este eB el leposoj dad
reposo al caDsado: y es(e es el refrigerio: mas no
quisieron oír

Orar en lenguas, es un reposo.


102 El bte dz h Oruian

.,:'l Howard Carter, que fue uno de los más recono-


-
cidos maestros del munclo Pentecostal dijo que orar
en lengr;4s es una experiencia contínua para al¡u-
darnos 6n la adoración a Dios. Es un maoantial
fluyendo que nunca se ¿lebe secar. Enriquecerá su
üda espiritualmente, y le capacitará para a¡rudar a
otros y para trabajar con Dios mismo en la con-
sumación de su obra en la tierra, por medio de la
oración.
Capítulo 75
Oración silenciosa
Cierto año mis dos hijos. Ken ¡ Pat. estudiaban
por correspondencia y mi familia \iajaba conmigo.
Jeníamos una casa mór-il de cuarenta ¡ tres pies de
longitud por ocho pies de ancho que remolcábamos
con una camioneta "pickup'.
Estábamos en California para una serie de
reuniones, cuando una noche me desperté repenti-
namente. Me levanté y verifiqué las puertas de1
trailer pensando que alguien había entrado a la
casa. Ellas estaban cerradas.
Observé a Pat. Ella dormía profundamente.
Observé a Ken. Él estaba dormido. Regresé a
nuestro dormitorio y mi esposa estaba durmiendo
profundamente.
Entonces me ¿cosTe y comencé a orar en
lenguas. No lo hacía en voz alta pero sí le daba
expresión.
La Biblia habla de no molestar a otros en el ser-
vicio de la iglesia. 'Si habla alguno en lengua
extrcLñd, sed esto por dos, o a lo mds tres, y por
turtuo; ! uno íntetprete. Y si no hay intérprete, cdlle
en lo iglesia, y hable para sí mismo y para Díos"
(7 Co. L4:27,28).
103
l0.l El A¡¡¿.le 1a Om.ion

En otras palabras, que no hable en voz alta.


sino que hable para sí mismo y para Dios. Usted
puede sentarse allí y hablar para usted mismo y
para Dios, sin molestar a nadie. Se puede susurrar
calladamente o bien orar en su interior.
Esa noche. hice sonidos audibles. pero eran más
bien un susurro.
Comencé a mirar en mi interior. Recogí de mi
propio espÍritu - mi espíritu está habitado por el
Espíritu Santo J' sabe cosas - que algo estaba mal
con alguien en mi familia.
Dije: "¿Quién es, Señor?: ¿Qué está mal?".
Luego. por una inturcron rnlerior. no una \oz
sino por Ia intuición interior que todo Cristiano
debe tener, supe que la rida de un miembro de 1a
familia estaba en peligro. \-e usted, la Biblia dice
que todos los que son guiados por el Espiritu
Santo, son los hijos de Dios. Y el Espíritu de Dios
nos da testimonio a nuestro espírítu; por lanto,
debemos ser guiados por el restimonio del Espíritu
Santo en nuestro espíritu. el cual nos hace conocer
Ias cosas sobrenaturalmente
Dije: "Señor, no sé quién sea. No sé cómo orar
como conviene. Pero lol a confiar en que el
Espíritu Santo me ayuda a interceder". Reposé allí
y oré por más de una hora en otras lenguas-
Luego tuve una nota de victoria. Supe que
cualquier cosa por la que estaba orando, se había
105

solucionado. Muy silenciosamente, canté en


Ienguas. y rer: después volvi a dormir.
Ahora esto no sucede mu¡ a menudo, pero jus-
tamente antes de despertarme a1 día siguiente,
tuve un sueño.
(Dios le habla a usted a leces en sueños. Pero.
para que nadie se confunda. permítanme decir lo
siguiente. Cada vez que he tenido un sueño donde
Dios me ha hablado. en el momento en que des-
perté, supe exactamente lo que él me estaba
diciendo. Si usted piensa que Dios le habló en un
sueño y tiene que ir coriendo por todo el país, para
encdnt¡a¡ alguien que lo interprete, olvidelo. No fue
Dios. Dios es un ser inteligente. Usted es una per-
sona inteligente. Si él no puede hacerle comprender
lo que está tratando de decirle, olvidelo. Algunas
personas piensan, que todo sueñito que tienen, es
Dios tratando de decirles algo. Y están todo eI
tiempo en confusión, tratando de resolver algo).
En este sueño supe que estaba en Shreveport,
Louisiana. Estaba parado fuera de un hotel; ü el
aviso que indicaba el nombre del hotel.
Repentinamente, estaba dentro del. hotel. Mi
hermano menor, Pat estaba allí (Ahora aunque él
había sido salvo y aun lleno del Espíritu, se había
apartado y no estaba vivicndo para Dios). Vi que se
enfermó, después de media noche, hacia las
primeras horas de la mañana,
i06 Fl Atta d" la Ord.ion

Llamó a Ia recepción para decirles que estaba


enferrno. Luego se desmayó. Vi venir una ambulan-
cia con luces rojas prendidas para llevarlo al hospi-
tal.
La escena cambió. Estaba de pie contra 1a pared
del corredor de un hospital. Al otro lado del pasillo
habÍa una pueúa. Estaba cerrada, pero supe que
mi hermano se encontraba tras ella y supe que un
médico estaba con é1.

El médico salió ¡ cerró la puerta tras sí. No me


miró, pero se acercó f¡ente a mí y dijo: "Está
muerto".
En el sueño, le dije: -\o: no lo está".
Luego el médico me miró )'dijo: "Bueno, lo sé
bien. He declarado a muchas per*ona. muertas. Él
está muerto".
Yo le Respondí: "No; no lo está .

Él me contestó: "¿Cómo lo sabe?".


Le respondí: "El Señor Jesús me lo dijo".
"Oh" me dijo é1: "Usted es uno de esos locos,
Ahora mismo le most¡a¡é".
Giro rápidamente y abrio Ia puerta. Le segrr al
interior. Sobre la mesa yacÍa el cuerpo con una
sábana encima.
El médico jaló rápidamente la sábana y me dijo:
"Mire ahora".
t0?

Miramos. ¡Y mi hermano parpadeó! El doctor


miró más de cerca. Mi hermano estaba respirando.
El doctor me miró y me dijo: "Usted debe haber
sabido algo que yo no sabía".
Le contesté: "Con toda seguridad que sí".
Me desperté sabiendo que eso era por 1o que
habia estado intercediendo.
Eso sucedió en ma¡'o. Seguimos predicando en
California y terminamos en agosto. Al final de
agosto, volvimos a nuestro hogar en Texas, después
de haber estado quince meses por fuera.
No habíamos regresado ni 15 minutos de
hecho, Ken y yo aún estábamos estacionando e1
trailer en el patio trasero de la casa - cuando mi
hermano, Pat, estacionó en la entrada.
Él me dijo: "Casi me muero mientras estabas
fuera".
Le contesté: "Sí, lo sé. Fue este mayo, ¿no es
así?
tJl
Le respondí: "Estabas en un hotel en Shreve-
port. Te enfermaste en la noche. Llamaste a la
recepcionista y luego te desmayaste. Te llevaron
rápidamente al hospital. Estabas inconsciente. El
médico te dijo después que por uÍ momento pensó
que estabas muerto, ¿no fue así?".
r08 EI A e de lú Orocíon

"Sí", me respondió. "¿Quién te lo clijo? ¿Mamá?".


Le contesté:'No. No he visto a mamá. No he
visto a nadie. Acabamos de llegar aquí hace veinte
minutos".
Me preguntó: "¿Cómo lo supiste?".
Le conté mi experiencia.
Él dijo: "Eso es exactamente 1o que sucedió".
¡Gracias Dios por e) orar en lenguas! Esta
forrna de orar nos pertenece. Esta forma de orar es
importante. Es importante para nuestras propias
vidas espirituales ¡- físicas. Es importante en la
intercesión por otros ¡- por la obra de Dios en la
tierra. Y no pe¡tenece sólo a Ios predicadores.
§ veces la gente piensa que por tener que estar
ta¡i callados en cuanto al orar, en algunos sitios,
eso no es tan exprcsivo, o tan bueno, o tan
poderoso, o tan productivo, como lo seria de lo con-
trario. Pero sí lo es.
Oro en lenguas en los aviones. Oro muy callada-
mente, pero eso me edihca. Y hace mucho por mi
espíritu. Ahora bien, usualmente no estoy interce-
diendo por nadie, sino simplemente adoro a Dios y
me edifico espiritualmente. Aunque 1o hago
calladamente, es muy efectivo.
De la misma manera, mi oración intercesora
por mi hermano fue igualmente efectiva mientras
109

reposaba alli en Ia cama, a1 lado de mi esposa, esa


noche en Califor¡ia, orando tan calladamente que
no molestaba.
En otra ocasión estábamos predicando en
Oregón. En Ia noche me desperté. Pensé que oí un
porlazo. En esta oporlunidad mi erposa y yo
estábamos en un tiailer de riaje más pequeño. Me
levanté y verifiqué jas puertas: estaban cerradas.
Volví a acostarme y comencé a examinar al inte-
rior de mi espÍritu. Sabía que se necesitaba
oración, pero no tenía ninguna clase de intuición
respecto a quién o por qué.
Dije: "Señor, no sé 1o que es. Pero cualquier cosa
que sea, o quienquiera que sea, alguien necesita
ayuda. Tú dices en Romanos 8:26 que el Espíritu
üos aJ,rda. Poa tanto, ayúdame a hacer intercesión".
Me acosté allí y oré muy calladamente por casi
dos horas. Mi esposa dormía a mi lado. Luego,
comencé a reír y a cantar en lenguas. Recibí una
nota de victoria. Supe que cualquier cosa que fuera,
había alcanzado la victoria. Me volví a dormir.
En esta oportunidad no tuve sueño, No tuve
idea qué fue.
Tles días más tarde, alguien vino de la oficina
del estacionamiento de trailers diciendo que
tenÍamos una llamada telefónica de urgencia de
larga distancia.
EL Arte de ld Otucion

Era mi hermana, Oleta, que llamaba desde


Texas. Al principio, lloraba tanto que no podia
entender lo que estaba diciendo. Por último, la
tranquilicé y así pude saber lo que era.
Dijo que Dub, nuestro hermano mayor, se habÍa
roto la espalda. Una mujer la había llamado desde
un hospital en Kansas. El esposo de la mujer
estaba en Ia misma habitación con Dub y se iba a
casa- A ella le preocupaba que nadie estuüera allí
para atender a Dub. Él había tenido un accidente.
Le habían puesto un chaleco de yeso debido a Ias
fracturas de la columna l'estaba en muy mal
estado fisico, Los médicos dijeron que no sabÍan si
iba a tener éxito o no.
. Oleta me dijo: '1/o¡' a procurar ir allá, pero no
puedo quedarme. ¿Qué vamos a hacer?, ¿Puedes
venir?".
Me di cuenta ltue eso era por lo que había
estado orando. Y supe que tenía la respuesta.
¿Cómo lo supe? Simplemente lo supe. No tuve
ningún don del Espíritu en manifestación. Simple-
mente 10 supe por un testigo interior.
Le Dije: "Oleta, simplemente olvídalo. Ni
siquiera vayas a verlo. Va a tene¡ éfito. Su
columna vertebral quedará completamente bien.
Ya he recibido la respuesta, De hecho, estará en Ia
casa en unos cuantos días".
111

Y eso es 1o que sucedió. Con los médicos dicién-


dole que no podÍa tener éxito, Dub se levantó tres
dias después, y se fue a Texas. Estaba en nuestra
casa cuando regresamos.
Ni siquiera sabia por quién olaba aquella noche -
pero el EspÍritu de Dios lo sabía.
No sabía que había de orar.
Ahora me despierto cada noche y paso algún
tiempo hablando en lenguas. Pero no estoy orando
por alguien más. Simplemente estoy en comunión
con el Señor. Simpiemente estoy teniendo comu-
nión con el Señor. Simplemente estoy adorando al
Señor. Simplemente estoy ediñcando mi espíritu.
Simplemente estoy edificándome a mí mismo. Pero
cuando me despierto para hacer intercesión, sepa o
. no sepa de qué se trata, lo sé.
Habitualmente, me quedo ailí calladamente y
oro como les he indicado.
Algunos han preguntado: "¿Puede usted orar en
ienguas con la mente, y nunca decir nada?".
En realidad, eso no es orar en lenguas - eso es
pensar en lenguas.
Usted tiene que decirlo para orar. Usted puede
dpcir la oracjdn dentro de u.ted mismo. pero eso no
es decirla en su mente, es decirla en su espíritu.
Usted puede decirla muy calladamente. pelo
todavía, la está diciendo. Y es efectiva.
Capítulo 76
Oración no tant silenctosa
Hay momentos en la oiación en que usted se ve
casi oblioado a decirla en voz alta. Tai presión crece
desde el interior, y parece como que si no la dice,
usted eslallará.
Mi esposa y yo nos casamos en noviembre de
1938. Yo pastoreaba una pequeña iglesia del Evan-
gelio Completo. No tenia residencia para el pastor.
Yo había estado alquilando un cuarto y tomando
alimentos. en casa de uno de los miembros.
Mi suegro, uno de los granjeros en la comu-
nidad, diio: "Cuando se casen, trasládense aquí.
Tenemos mucho espacio y no tendrán que pagar
por el alquiler ni por la comida. Esto les ayudará a
iniciar su nueva üda".
Cuarro diar despue. dp cacarnos pase mis
pertenencias a la enorme casa de la hacienda.
Más o menos a las nueve y media de esa noche,
mi suegro dijo: "Tengamos nuestra oración
familiar".
Eran Metodistas. Asistían a 1a iglesia del Evan-
gelio Completo cuando vine a pastorearla, aunque
no eran "Pentecostales".
tt¡
E1 lrle do la Ordciotu

Todos orábamos en voz alta en Inglés. Ellos no


eler-aban mucho el volumen. Y yo estaba tratando
de esta¡ callado.
\b seguía teniendo un "impulso" de orar en
lenguas y no sabía si les iba a gustar o no. Pero eso
iba creciendo y creciendo y creciendo dentro de mí,
hasta que finalmente eché a los vientos toda pre-
caución; levanté mi voz y oré en voz alta en otras
lenguas tan fuer-te y rápido como pude.
Mantuve mis ojos fuertemente cerrados porque
no quería verlos. Sencillamente proseguí con eso.
GemÍ y oré en lenguas.
Sé que pude haber evitado que empezara, pero
una vez que usted se rinde al Espíritu, entra a un
fluir sobrenatural y es difrciJ parar.
Después de orar de esa maoera, du¡ante 45
minutos, el Señor me habló. Sólo que no supe que
era el Señor.
Vean ustedes, yo habia sido lleno del Espíritu
Santo menos de dos años antes. En aquellos dÍas
todo lo que nos enseñaban en los círculos Pente-
costales e¡a: Sé salvo y sé bautizado en el Espíritu
Santo. Luego, lo dejaban a uno solo. Necesaria-
mente teníamos que tropezar en cualquier cosa
más allá de eso.
Pero ahora me doy cuenta que fue el Señor
quien me habló estas palabras: "Impón tu mano
sobre tu esposa y la llenaré con el Espi¡itu Santo".
Oráción no tán silenci.s, 115

Pe¡sé'. "Bueno pero, ¿qué si yo impongo mi


mano sobre ella y nad,a suced,e?".
Así que me mantuve orando, pensando que eso
desaparecerÍa.
Y vino otra vez: "Impón tu mano sobre tu
esposa y la llenaré con el Espíritu Santo'.
Lo ignoré y continué orando.
La tercera vez: "Impón tu mano sobre tu esposa
y la llenaré con el Espíritu Santo".
Abrí mis ojos y vi a mi suegto arrodillado a mi
d.erecha, y luego a mi esposa postrada a mi
izquierda, y después a mi suegra al otro lado de mi
esPo§a.
Sé que lo que hablé es incredulidad, pero Dios
tolerará un poquito de incredulidad en usted
cuando no sabe algo mejor. Pero usted no puede
continuar así más tarde. Esto era nuevo para mí
Dije: "No hará ningún daño ensayarlo".
Entonces estiré mi mano izquierda y la puse
sobre su cabeza.
EIla no había sido enseñada. Nunca buscó el
bautismo del Espíritu Santo ni un solo día de su
vida. No le dije que hiciera nada. Sólo puse la
mano sobre su cabeza, y al instante que la toqué
levantó ambas manos automáticamente y comenzó
a hablar fluídamente en lenguas.
116 El Art¿ de la Orucion

Miré el reloj para ver la hora. Habló en lenguas


durante una hora v media v cantó tres canciones
en otras lenguas. ¡Tuvimos Pentecostés en ese
hogar Metodista!
Alrededor de la medianoche e1 Espíritu de Dios
me habló con la misma voz y me dijo cómo traiar
con mi suegra para que fuera sanada. Ella tenía un
bocio doble. HabÍa alistado su maleta para entrar
al hospital a 1a mañana siguiente para someterse a
la cimgía.
No tenía fe para sanidad. Eso era obvio. No
hubiese tenido lista la maleta para ir al hospital si
estuviese expectante a ser sana.
Pero el EspÍritu del Señor me dijo qué hacer
para que fuera sana.
Lo hice. El obró, Y ella lo fue. Nunca tuvo la
operación.
Después me di cuenta de lo que en realidad
sucedió aquella noche. Lo que estaba haciendo en
el Esprritu era orar por mi esposa y por mi suegra.
El Espíritu de Dios me guió a orar por ellas.
Or'é en otras lenguas y con gemidos indecibles, tan
rápido y tan fuerte como pude durante 45 ó 50
minutos. Concluí cantando en lenguas y riendo en
mi espiritu. Más o menos en ese momento el Señor.
Dor el Espíritu, dijo: "Impón tu mano sobre tu
Oración no tan Eilencio6a 117

esposa y Ia llenaré". Luego me dijo cómo proceder


con mi suegra, y aquella parte del bocio en el exte-
rior bajó como cuando usted mete un alfiler en un
globo.
Capítulo 17
Gemid.os en el Espíritu
Una fo¡ma en la que el Espíritu Santo nos
ayuda en la oración es con gemidos -\'también
mediante la oración en otras lenguas.
Las personas citan con mucha frecuencia
Romanos 8:26,27, co¡ respecto a la parte del
Espíritu Santo en la intercesión. Sin embargo,
citar estos dos versículos solos, no da su significado
completo. Ellos están ligados a los versículos que
les anteceden.
Transcribiré el pasaje completo aquí, con
mayúsculas para mostrar continuidad:

ROMANOS 8:22-27
22 Polque sabeños que toda la creación GIME a
üna, Y A t NA ESTA CON DOLORES DE PARTO
tl{a¡tenga e6o en me¡tei todos estos lersicüloB habla¡)
de semidoslhasta ahora¡
23 y no \ólo ella, SINO QUE TAMBTÉN
NOSOTROS MISMOS. quc tcDcm6. lab primicias
del E§píritu, NoSoTRoS TAMBIÉN GEMTMOS
DENTRO DE NOSOTROS MISMOS, esperando la
adopción,lá redenciór de nuestro cuerpo.
24 Porque e¡ esperadzá fuimos salvos; pero la
espe¡anzs que espéranza; po.que lo
qüe alguno ve, ¿a qué espera¡lo? lEsto no está
hablando dcl nuevo nacimiento. Es escrito lara personas
lt9
120 El Atte dt: la O.acion

ra nacida. nuelo Esrá hablando de la esperáDz¿ de lfl


de
plenitud de la ¡edención cuando tengamos ún cüerpo

2i Pero si esperamos 1o que bo vebosi con pácien-


cia to aguaIdaño3.
26 Y DE IGUAL MANERA to cn la misma f¡rma, ()l
EspÍriiu Santo nos al da con semidosl EL ESPIRITU
NOS AYUDA EN NUESTRA DEBILIDADj pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemo8,
pero et Espíritu r¡ismo INTERCEDE POR
NOSOTROS CON CEMIDOS INDECIBLES.
27 Ms el que escudrüa los corazoDcs sal,e cu¡ál €§
Ia intención del Espiritu, PORQUE CONTORME A
LA VOLI]NTAD DE DIOS INTERCEDE POR LOS
SA.¡ITOS.

Toda ]a creación sime i suJre con dolores de parto.


Lá máxim¿ concienci¡ del dolor reslde en Dios a causa
dp su pcíecto ámór Por nrcdio de n,F-r.a cumunron uol
Dio$ somos traídos a comunión con la cre¿ció¡ que sulie.
Nuestr¿ conciencin del semido de la .reacjóñ és mucho
más asnda que cus¡do cslábamos fuera del reino de
Dios, lorque estAmos unidos a Dios por mcdio de
nuest¡o Seño¡Jesucústo (Jud 15:5 .
E] Esplritu Ssnto i¡Le.preta para uosotms l¡ con-
ciencia de Dios del sufrimiento I hace intercesión ¿ón
semidos indecible§.
- Reidt

El difunto PC. Nelson fue un notable lingüista.


Hace algo así como 30 años, una revista secular le
llamó la autoridad más grande de ese día en
Gemidos en el EspÍritu t21

Griego y la segunda autoridad en Hebreo. Podia


leer y escribir 32 idiomas.
Nelson dijo que el tén¡ino Griego en Romanos
8:26 en realidad siglifica: "con gemidos que no se
pueden decir en un len$iaje anicxlado".
Ellos salen de la boca pero no en un hablar
articulado. El lenguaje aniculado es su forma nor-
mal de hablar. Esos gemidos - y lo conozco tanto
por la Biblia como por la experiencia - salen de su
interior, de su espíritu, pero para que sean efec-
tivos deben salir de sus labios.
De nuevo es el Espíritu Santo ayudándole a
orar Es sólo que usted no puede expresarlos en sus
propias palabras.
Ld Núeüa Versión Inglesa de la Bíblía lo fta-
duce: "(...)por medio de nuestros gemidos inarticu-
lados el Espíritu Santo mismo está rogando por
nosotros".
La traducción de Phillips 1os llama "(...)anhelos
agonizantes que nunca encuentran palabras".

Podemos no saber cómo o qué pedir en olación de


mane¡:r que nuestra oración co.responda a nuestras
necesidades vedaderas. E] Espi¡itu SanLo nos mueve
.on gemidos que no podcmos expresar en palabms y nos
alada a diúsir nuestros deseos hacia los objetivos ade-
.úados. También, como una parte de los semidos, nos
alrda a ser eslecíficos. Esl,os geñidos, suspiros, cstán
El A¡te ¡le la Oraciot

de acuerdo coD la voluntad de Dios y expresaD Su


cuidado haciá nosotms. Aunque no podemos entendcr los
aemidos (Griego: suspiros), so¡ intelisjbles para Dios. El

En circunstancias o condicioñes adversas, eI


EspÍritú Santo intercedo con gemidos.
Réidl:

He notado en mi propia vida que a veces


transcurre tiempo y no tengo mucho de esto. No
ha1.'una necesidad particular de ello en el
momento. Pero luego, en tiempo de circunstancias
o de condiciones adrersas. esos gemidos comienzan
a crecer dentro de mÍ - ese es el Espíritu Santo
alrrdándonos a orar.
Usted se rinde al Esprritu en oración y El lo u6a
a usted en este respecto.
Tome nota de las palabras: "de igual manera"
en Romanos 8:26. Eso significa "en la misma
forma".
¿En la misma manera como qué? En la misma
manera como lo que fue dicho antes.
En otras palabras, tal como toda la creación
gime y está con dolores de parto; inclusive nosotros
gemimos dentro de nosotros rr'ismos, "DE IGUAL
MANERA el espíritu tlos ayudq en nuestra tlebili-
dad.(.,.) e intercede por nosotros con gemidos
ind,e cib le s (Ro. 8:26).
Geeidc§ €n eI Espftitu 123

Hasta que todo esto llegue a estar en arnonía


completa con Ia voluntad de Dios, como dijo Wii-
fo¡d RBidt:

Sisnpr€ habrá lá Decs8id¡d de que sl E8pÍritu Sarto


hterceda con g€mido8. Podemos conocer la voluüt¿d de
Dios, pem sólo el Espftitu SaDto cono.e oóúo p¡éseDt3r
efsctivamerte la rcce8idad. Hay circuDstaacüB er las
cüales no estamG seSu¡os de cóDo o¡ar. Necesit5mos el
gemido de1 Espíritu Santo en l,a i[t€Icesiór
- Rlidt
Capítulo 18
La iglesicr. que ora.

De manera que si un miembro padece,


todos los miembros se duelen con él . . . .

- 1 Cori¡tios 12:26
La oración efectira trae liberación. Somos
miembros los u¡ros de los otlos. Como el Cuerpo de
Cristo y como miembros, debemos participar en las
sanidades de los demás. Debemos llorar con
quienes lloran -luego regocijarno" con quienes se
gozan (Ro. 12:15).

ROMANOS 15rl
I Asi que, los que somos tuertes debemos sopor-
tar las flaquezas de los dét iles, y no agyadarnos a
nosotros ñisño6.

¿Cómo llevamos las flaquezas de los débiles? Para


contestar este iDte¡rogante, debemos tambié. pregnnt¿r
e] significado de "solorta¡" y de "i1aque2a§".
"Soportal' quie¡e decir levantar, pero con la idca dc

"tr'laquezás" en este contexto tiene que ver con "un


escnipulo de.oncien.ia'. Por t¿ñto, ro es algo fiBico, sino
also e,'¡óneo en sus crccncias.
Reidt

En los pasajes cercanos, Pablo discutía el hecho


de que algunos sentÍan que estaba mal come¡
125
r26 El Aúe de la Orolion

carne, porque a veces la satgre de animales que se


vendía en el mercado como carne, había sido ofre-
cida a los ídolos.
Pablo dijo que sólo hay un Dios y que estas
carnes no fueron ofrecidas a nuestro Dios Padre.
Pero si aún comer came ofrecida a los ídolos hacía
que su hermano se ofendiera, él no Ia comería
mientras el mundo permaneciera. Luego él da
Romanos 15:1.
Un escrúpulo de conciencia está involucrado.
Ellos eran hermanos, pero eran débiles. Nuestras
oraciones en falor de ellos pueden aj¡udar a traer-
los a que se den cuenta de la verdad.

Las Oraciones En Efesios


Efesios 1:17-23 ¡ 3:14-21 son o¡aciones dadas
por el Espíritu Santo que se aplican a la Iglesia en
todas partes.
El punto clave en mi \ida vino cuando las oré
mil o más veces por mí mismo. Me arrodillaba,
abrÍa la Biblia, y decia: "Padre, estoy orando estas
oraciones por mí mismo. Por ser dadas por el
Espíritu, deben ser T\ voluntad para mí, así como
füeron 1\r voluntad para la iglesia de Efeso--.".
Luego seguía con las oraciones tal como dicen
excepto que donde Pablo decía, "vosotros", la cam-
biaba por "mí" en esta forma:
La islesia que ora 127

Dios de nuestro Senor Jesuc¡isto, cl Padrc de Alori¿,


Dame espiritu de sabidurÍa \, de relelacióD en el

álumbrando los ojo,: de ml enrendjruienro.


para que sepa c¡rál es ia espera¡za a que El me ha
llmado, y cuá]es las ñqueza-! de la slcna d€ :u hereDcia

y cuál lá supereminer:¿ 3.-¿Ed¿4 de su pode¡ pe¿


coñmiso que c¡eo. segun ia operacion del poder de su

que obró en Cns.o. al resucitarle de los muertos y


scDrúle a ru .he!rra en lor lusares celes(ialFs...

Después de más o menos seis meses, la primera


cosa por la que oraba comenzó a suceder. Comenzó
a veni¡ la revelación de la Palabra de Dios-
Ahora asi es como obraron esas oracionea
cuando las oré por mÍ. El tema de este libro es
oración - tanto por uno mismo como poi ohos. En
consecuencia, también he orado estas mismas ora-
ciones al inlerceder por Cristianos que no ven cier-
tas verdades Bíblicas.
Oro estas oraciones por ellos, cada mañana y
cada noche. Uso sus nombres así:

Señor. haso csta oración por Pepe. Dios de nuestro


Señor Jesuc¡isto, Padre de gloriá, dale a Pepe espíriiü de
sabiduía y de revelación €n cl conocimicnto de EL
Te suplico que áluñbres tos ojos del enlendiñiento
de Pepe, pa¡a que sepa (!ál cs la cspcranza a que El lo
ha llamado. y cüáles las riquezas de Ia sloria de su
herenciá en los saDtns
r28 El -1rt. d¿ la Oracit t

Oré diez días por un pariente, mañana y noche.


Sin ningtín maestro humano que le enseñara (el
era un Cristiano lleno del EspÍritu), me escribió:
"Es sorprendente cómo las cosas han comenzado a
abrirse para mÍ. Estoy empezando a ver aquello
sobre lo que has estado hablanilo".
Vean ustedes, ya Dios nos ha bendecido con
toda clase de bendiciones espirituales en los
lugares celestiales en Cristo Jesús, (Ef. l:3).
Algunos Cristianos simplemente no lo saben, de
modo que no pueden tomar ventaja de ello. Sufren
la debilidad de no saber.
Podemos hacer estas oraciones en Efesios por
ellos. Es necesario permanecer con ella - mañana y
noche, y más a menudo si es posible.

Llevando Uno Las Cargas De Otro


GAJ-ATAS 6¿
2 Sobreúevad lqs unos las ca¡ass de tos otros, y
cuinptid asf la l€y dé Cristo.

La oración es involucrada en llevar las cargas


unos de otros.
Recordemos que "sobrellevar" significa levantar
con la idea de quitar. La oración es una forma en
que podemos levantar, con la idea de quitar las car-
gas que lleva la gente.
La iglesia qüe ora 129

IIEBREOS 12:1-2
I Por tanto, nosoúos también. t€nierdo en deñe-
dor ruestro táD glaDde nube de t€stigos, despojé-
moüos de todo peso r- del pecado que nos asedia, y
paciercia la car¡e¡a que tenemos

2 puestos los ojos en Jesús. el autor y con-


sumador de la fe, €l cual por eI gozo puesto
delante de éI suñió la cruz. ¡nenospreciaEdo el
oprobio, y se sehtó a la diestra del tro¡ro de Dios,

Esto habla de dos cosas que estorba¡ a los Cris-


tianos en la carrera que estamos corriendo - carga
y pecado (Lo que puede ser carga para alguien,
puede no ser carga para otro).
Podemos a¡rudar a otros compañeros creyentes
para que col?an mejor sus carreras, al a¡-udarlos a
levantar esas cargas por medio de la oración. No
necesitamos criticarlos; necesitamos orar por ellos.
Cuando tomamos nuestros lugares en 1a oración
el uno por el otro estamos ayudando al cuerpo
entero a llegar a la madurez.
Capítulo 19
Hasta que Cristo sea
formado en usted
Híjitos míos, por quienes cuelto a sufrir
dolores de porto. hosta que Cristo sco for-
mado en t¡osotros ":
Gálat.as 4:19
Pablo habÍa sufrido dolores de parto - gemido y
orado en otras lenguas por estas personas, y
¡acieron de nuevo (Dolores de parto lleva la idea
de una mujer que está de parto, con dolor, agonía, y
gemidos).
Ahora Pablo dice que está sufriendo dolores de
parto otra vez, hasta que Cristo sea formado en
ellos.
T[vo dolores de parto por el]os, como pecadores,
para que nacieran al Reino de Dios ahora é1 está
sufriendo dolores de parto por ellos como Cris-
tianos, para que puedau llegar a madurar, para
que puedan crecer y no ser bebés Cristianos.
Hay una semejanza entre el crecimiento espiri-
tual y el crecimiento físico. Nadie nace como un
humano totalmente desarrollado, En lo natural, las
personas nacen como bebés y crecen. Nadie nace
131
lil: El Arte Íle ld Omcia¡t

como un Cristiano maduro. Nacen como bebés.


Luego deben crecer espiritualmente.
La Biblia dice: "d,esead,, co¡llo niños recién naci-
dos. la leche espiritual no adulterada, pqrq que por
ella crezcdis para salvación" (l Pedro 2:2).
Estas iglesias de Galacia estaban tratando de
ret¡oceder hacia Ia ley, en lugar de andar en gracia.
Pablo estaba alarmado. AsÍ que él estaba orando, y
su&iendo dolo¡es de parto, para que maduraran y
creciera::l.
Epaña. r':izo 1o mi:mo por los Cristianos de
Colosas ¡ por ios que estaban en Laodicea y
Hierápohs.

COLOSE¡iSES !t:12.r3
12 Os saluda Epafráq el cual es u¡ro de vosotros,
siervo de Cri6to, siempre ¡ogaúdo enca¡ecida-
mente por vosotlos en sus oracio¡es, para que
estéis fimes, p€rfecto€ Imaduroel y comptetos eE
todo lo que Dios quie¡e.
grar
13 Porque de él doy testimonio de que tien€
soticitud por vosotro§, y por los que están en
Laodicea, y los que es&in er¡ Hierápolis.

La Versión Centenary del Nueuo Testamento tta-


duce el versículo 12 así: "Les saluda Epafras, uno
de ustedes, esclavo de Cristo, que siempre está en
agonia por ustedes en sus oraciones, para que
ustedes se puedan mantener firmes, madurar, y
H.sr¡.u. Crisfo s.a f.rmádo.¡ üst.d

estar completamente seguros en todo 10 que es la


voluntad de Dios-.
Recuerdo particularmente 1a experiencia
maravillosa que úna joren tu!'o con Dios, cuando
pasó al altar du¡ante ura re'-rión de a\itamiento
que estaba dirigiendo- El a -:¿ .¡l-' ¿ :]oriosamente
y gloriosamente bautizada e: .l E-.liritu Santo.
¡Oh , Qué brillo el que había er.:r r:,':ro.
Un poco menos de u¡ año d..ar-::. regresé a
esa área y pregunté por el1a. i:r do a 1a muy
inusual y marawillosa experienci¿ ¿-:ie había tenido
con Dios.
Contestaron con 1as caras la-a:ea. \'fiuncidas:
"Oh; ella se ha apartado".
Comcnte: iOhl. Aborr" 'c,: .., -
Respondieron: Nosotto- L"¡ r ,'-.
Luego, mu¡r claramente. É1 Espíritu de Dios
habló en mi interior y dijo: -Sr: f ia iglesia es culpa-
ble por eso. La iglesia es respoa.able de ello".
No pude entender eso por muchisimo tiempo.
¿Cómo pudo la iglesia ser responsable por el
apartaise alguien?
Entonces lo vi en Gálatas 1:19: "Híiítos míos,
por quienes uueLuo a stLfrir dolores de porto, hasto'
que Cristo sea formdclo en uasotras".
l:l Art. d¿ ln Oration

L'stedes ven, esa iglesia simplemente la vio que


fue saila ¡-bautizada en el Espíritu Santo.
Entonces dijeron: "Bueno, ahora ella lo ha logrado".
Pero ella era bebé. Ellos debieron haber
conrinuado sosteniéndola en oración. Como no lo
hicieron, cuando llegue el Día del Juicio, Dios
imputará responsable a esa iglesia. EI va a
¡equeril de cada una de las iglesias, responsabili-
dad por los bebés nacidos en sus altares.
La pregunta será: "¿Qué hicieron con ellos?;
¿Les enseñaron?; ¿Siguieron en oración por ellos?;
O- si cometieron algún enor, ¿los derribaron al
suelo y les dijeron: ¿'Tú gallinazo renegado, una de
dos, te pones bien con Dios o te vas de aquÍ'?".
Mientras las personas son bebés espirituales,
alguien tiene que guiarlos. Alguien tiene que ali-
:xentarlos. Alguien tiene que cuidarlos.
Este es un lugar donde la oración entra.
Los c¡eyentes más antiguos, necesitan sostener-
los en oración mientras están aprendiendo a cami-

Cuando mis hijos o mis nietos caían, mientras


comenzaban a anda¡ no los golpeaba. Los sostenía,
los amaba, y les decía: "Cariño, solamente insiste.
Aprenderás".
En muchos casos, al orar por los Cristianos, tal
trabajo de parto no es necesario, porque no están
Hasta que Cristo Bea fomdo en Bted

tan fuertemente atados como la iglesia de Galacia


parecía estarlo.
Aprendan a escEcha¡ al Espíritu de Dios y a
orar como -tjl drflta-
Capítulo 20
Oración por aquellos que
estd,n en pecad.o

Que cuando tuelt-a. me humille Dios


entre uosotros, J'quízá tenga que llorar por
¡nuchos de los que antes han pecado, y no se
han arrepentido de la inmundicia y forni-
cación y lasciuia que han cotnetido.
- 2 Corintios 12:21
Ya hemos visto que debemos volver a tener
dolores de'parto cuando sea necesario para que
Cristo sea formado en los creyentes.
Pablo dijo aquí que "tendrÍa que llorar" por
muchos que han pecado y no se han arrepentido,
Necesitamos hacer intercesión por aquellos que
han pecado y no se han arrepentido.
Corinto era una de las ciudades más licenciosas
e inmorales en aquella parte del mundo. Los mis-
mos espíritus que prevalecían.en la ciuilad,
entraron en la iglesia. Cuando Pablo citó Ia
in¡nundicia, fornicación y lascivia, estaba hablando
de impurezas sexuales. Personas en la iglesia
habían hecho estas cosas y no se habían arrepen-
tido.
137
El b¡e de la Oraú)n

La palabra Griega que se tradujo "llorar" tiene


el signifrcado de afligirse; es el sentimiento o el
acto de afligirse. AquÍ llorar las incluye ambas, el
sentimiento y el acto de afligirse. El acto de afli-
girse es una respuesta en Ia oración intercesora.
La versión de Worrell arroja luz sobre 1o que
Pablo da a entender:

2 CORINIIOS 12:2r (WoD¿¿¿)


21 A frn de que, cuando vuclva, mi Dios me pe¡-
Eita humillarEe aDte usted€s, y lamentaré por
muchos de esos qu€ hasta ahora han pecado y ¡o
se hm mpentido de Ia impureza, la ford@ción
y la lasciwia que practica¡oD.

Vivimos en un mundo t una época de permisivi-


dad e inmoralidad. Nfuchas cosas como la
homosexualidad, vivir juntos sin matrimonio, y
toda de esta clase. han salido de Io oculto.
Parece que 1a lglesia ha guiñado el ojo a algu-
nas de estas cosas. Pero debemos sentir por e1
pecado Io mismo que Dios siente.

81 pecado es uha üolación de la voluntad de Dios.


Dios está perpetuamente on guerra contra cl pecado.
Nosot os usamos pecado en su ser¡tido más amptio que
incluye Ia iniquidad y la transAresión (l Juan 3:4; á:17).
EI pecado conduce a la muertc (Santiago 1:13-15). La
ñuerte es sepa¡ación de Dios. No cstamos hablando dc
O¡ación por aquellos que están en pecado 139

El pecado es siempre horrible. Alsunos hombres de


Dios, han expresado sü: seDtiñie¡tos ácerca de él en un
le¡suqie tueñ€ Cri.¡jsrono 317 407 D.C.) dijo: "Predico
y c¡eo que es más aná¡so pecar conEa C¡isto que sufrir
los tomeDtos del i¡ñe¡Do- .{-L:elmo siglo 11j exp.esó:
"Si el i.fie¡Do esturiera en lln lado. r el pecado en el
otro, prefe¡iria mejo¡ salra al i¡6emo que rotuÉna
ñente pecar coDt¡a di DiG_.
¿Dónd€ est:á¡ lG hérúes -que ha¡ ¡esistido hastá la
sa¡ele, combatiendo coErra el pecádo? (Heb¡eos 12:4).
...Só1o conoceños la ap¡eciación del pecado por Dios,
por ta magnitud det sac¡iñcio que Et ha provisto pa¡a
expiarlo: iSu Hijo!
Reidt

2 CoRINTIOS 5:1oJr
10 Porqo€ es necesario que todos nosotros com-
parezcamot ante el túbunal de Crbto, para que
cada uno r€ciba segrin lo que haya h€cho mientras
$rába en el cuerpo. É€a bueDo o Eca malo.
11 Conociendo, pues, et temor d€l S€ñor, persuadi-
rtros a los hombreq pem a Dios I€ es tuniñBto lo
que somoq y e§pero que también lo sea a !'r¡estras

Dios es amor. Yo predico fe - y la fe que obra


por el amor - así que tengo que predicar amor.
Pero si no somos cuidadosos, predicamos de tal
modo que la gente olvida que Dios es también u¡
Dios de juicio. Él también es Dios de juicio Ei
pecado tiene una penalidad.
1tm El A¡te d.e la Oracion

Pablo se afligía por 1os Cristianos de Corinto


que habían pecado y no se habían arrepenti¿lo. No
es extraño. Deberíamos afligirnos por aquellos
entre Dosotros que están en la misma situación.
Wilford Reidt escribió: "Lo horroroso del pecado
y sus consecuencias nos deberían motivar a inter-
ceder por los hombres".
I,uego, además, entre 1a categoría de pecado,
Dios suministró una lista en Apocalipsis 21:8. El
registró el temor y 1a incredulidad, en el comienzo
ile la lista - au¡ a¡tes del homicidio.
É1 ver a nuestros hermanos cautivos en estas
redes de temor, incredulidad, duda, falta de
perdón, preocupaciones, etc., debería hacernos
interceder por el1os.
Capítulo 21
Oración por liberación
Por lo demás. hermanos. orad por
noaotros, pdra que la palabra del Señor
corra y sea gloríficada. así como lo fue entre
uosotros, Y PARA qüE SEAMOS LIBRA-
DOS de hombres pet.-ersos y malos; porque
no es de todos La fe. Pero fiel es el Señor, que
os afirmaro y guardard del mol,

- 2 Tesalonicenses 3:1-3
Este versículo dice: "ORDN por Nosotros (...)
para que seamos librad.os (...)".
Para poder realizar el pedido de oración ile
Pablo, los Tesalonicenses habrían tenido que orar
por la liberación y protección de Pablo.
Son muchos los relatos que conozco de primera
mano algunos de mi propia experiencia y otros de
personas que conocemos en donde debido a la
oracidn, gente fue liberada.
Wilford Reidt conoció personalmente a una
señora a quien Dios desperto un día a las 2 de la
madrugada pa¡a orar por su hijo. Sabía, por la
urgencia del Espíritu, que algo estaba seriamente
mal. No desechó esa urgencia, sino que se rinüó a
141
742 El Arte de la Oracion

ella. Se entregó ardientemente a la intercesión


hasta que la carga desapareció. Más tarde supo
que en el momento en que Dios la llamó a inter-
ceder, eI barco en el que estaba su hijo fue alcan-
zado por un rayo. Los médicos del barco de guerra
dieron por muerto a su hijo - y colocaron su cuerpo
junto con otros en un lugar para muertos. El los
sorprendió poco tiempo después al revivir. El está
r.ivo hoy porque su madre oró.
Oí aI Hermano T., un antiguo ministro y
misionero Pentecostal, relatar algo que pasó
cuando él y su esposa Blanche, estaban en Africa
como misioneros.
Los padres de su esposa vivían en una granja
en los estados de Nueva Inglaterra. Su padre, eI
Hermano G., había sido un alcohólico perdido,
muriéndose de cirrosis en eI hígado, cuando fue
llevado a una de Ias reuniones de Ia Hermana
Woodworth-Etter y maravillosamente fue sanado,
fue salvo y lleno del Espíritu Santo.
En el momento de este suceso, Blanche, Ia hija
del Hermano G., y el esposo estaban en Africa,
como misioneros. Una mañana, antes de la salida
dei sol. el Hermano G., iba aI establo para ordeñar
las vacas. A Ia mitad del camino entre eI establo y
la casa, alrededor de las cinco de la mañana dejó
Oración por libemción 143

en el suelo las cubetas para la leche y regresó a la


cocina.
La esposa io miró desde donde preparaba el
desal.uno. "¿Qué esiá mal?r Te r-es pálido. ¿Estás
mal?".
Respordio: -lio. 'o. .-- ,\ -u-ermo-.
Ella dijo:'¿Cuá) e: e p:cblena?-.
Contestó: -\o sé qué e-.. pero algo está mal con
Blanche. Su rida e::¿ er peligro. Oremos".
Cayó sobre el piso de la cocina y comenzó a
gemir en el espÍritu \ a orar e¡ lenguas.
Dieron las seis. El continuaba orando.
Llegaron las siete. Él continuaba orando.
Ya eran las ocho. Las vacas gemian. Las galli-
nas cacareaban: los cerdos chillaban: ellos no
habían sido alimentados. Todavía oraba, gimiendo
y agonizando.
Las nueve. Las diez. Las once. El padre de
Blanche, el viejo Hermano G., de 82 años, todavía
no se levantaba del piso.
Las doce. La una. É1 todavÍa oraba.
Dos de la 1arde. Nucvc horaq sin parar.
gimiendo, llorando, y orando. Luego, a las dos, la
carga se levantó. É1 rió v cantó en lengrras.
11+ EL Arte de la Oraci¡rt

''Cualquier cosa que sea", le dijo a la esposa que


olaba con é1: "¡Lo hemos conseguido!".
Las comunicaciones no eran 1o que son hoy. Con
el paso del tiempo, llegó por barco una carta desde
Africa.
Oí a1 Hermano T., contar lo que é1 le había
escrito en esa caita a los padres ile su esposa.
"Les escribí para contarles que Blanche contrajo
-.ura fiebre tropical . dijo.
Era la clase de fiebre que cuando usted Ia con-
rrae. no sobrevive.
Contó cómo Blanche había en r.erdad descen-
dido al lugar de lo muer¡os. De hecho, fue dada por
muerta. Pero, súbitamente. ;se levantó bienl
Finalmente, los padres de Blanche y el Her-
mano T., compararon notas. Teniendo en cuenta 1a
diferencia de Ia hora, el n or pnro p"eciso en que
Blanche se levantó, fue a las dos de la tarde,
cuando la carga dejó a su padre.
El padre de Blanche. el Hermano G-, había
luchado con esta carga de oración por nueve horas.
Eso es peisistencia. El había rehusado rendirse
hasta que la carga desapareciera.
Ahora - aquí hay algo en Io que muchos han
fallado- Di.os ct.t,tid¡Ln.os cL uerlo-
r)racion por liherBLiun t45

Permítanme decirlo otra vez, enfatizamos la fe


y la oracion de fe esforzándonos para consegarir que
las personas le crean a Dios "ahora" por su propia
sanidad individual. Pero no queremos dejar Ia
impresión de que esa es la única clase de o¡ación.
En las cruzada. o en los se¡oi¡arios. por ejem'
plo, procuramos dirigir a las personas a la posición
de fe "ahora misrno- para recibir sus propias
necesidades inmediatas. T!atamos con persona§
que se hallan allÍ para que sus propias necesidades
individuales sean satisfechas.
Las leyes que gobiernan la operación de la
oracíón d,e fe no rigen la operación de la oración
intercesora.
La oración de fe se ora sobre todo por ustecl
mismo-
No es frecuente que usted pueda orar - la
oración de fe por alguien más a menos que se trate
de genuinos bebés en Cristo, Usted pueile llevarlos
temporalmente con su fe, en algunos casos.
Si el Hernano G., no hubiese sabido algo sobre la
oración que prevalece 1a oración que persiste hasta
que la victoria es ganada - si él simplemente hubiese
oído sobre la oración de fe, que es correcta y legítima.
podría haber dicho a su esposa: "No sabemos qué es.
1.16 EL Art. d. la Ordcian

Pero cualquier cosa que sea, simplemente pongá-


monos de acuerdo en que Blanche estará bien".
Eso no habría obrado. Su hija, Blanche, habría
muerto.
La oración de fe no siempre obra en cada
ocasión. No está diseñada si lo fuese, sería 1a
única oración que necesitarÍamos orar siempre. No
necesitaríamos todas las demás clases de oración a
que el Espiritu de Dios anima a la gente a orar por
medio de la Palabra.
Siempre puedo hacer 1a oración de fe por mí
mismo. Y yo hago eso. Pero no puedo hacer siempre
1a oración de fe por otra pe¡sona.

A veces puedo si logro que esté de acuerdo


conmigo. Y si é1 no está presente, ¿cómo puedo
hacer que se ponga de acueldo conmigo?
Por medio de la oración se han alcanzado
grandes victorias.
Se han perdido grandes batallas porque no
tomamos tiempo para orar
En 1965 preclique en ,rna reunion de seis
semanas en Oklahoma. Luego regresé a mi casa,
cerca de Da1las, para resoiver algunos asuntos antes
de seguir a Kansas City para hablar en un banquete
de los Hombres de Negocios del Evangelio Completo.
Oración por libemción t17

Cuando llegué a mi hogar, tuve una carga de


orar por alguien. T[ve la impresión de alguien
siendo lanzado de un automóvil. Pero tenía que
atender a tantas cosas en un tiempo tan corto que
me puse a pensar: "Tengo que hdcer esta, y aquello,
y lo demás", y dejé que eso pasara de largo.
Oré silenciosamente. Pero debí haber tomado
algo de tiempo para aquietarme, y estar a solas con
Dios para cerc'orarme '¿Por que me uiene
esto?, ¿Qué es esto?". Debí haber tomado tiempo
para adentrarme al reino espiritual más allá del
reino natural.
LlovÍa cuando partimos de Dallas el viernes.
Teníamos cinturones de seguridad en el carro, pero
nunca los usaba. Esta vez, me abroché el cinturón
de seguridad.
Mi esposa dijo: "¿Qué es eso?". Ella sabÍa que
nunca hacia eso.
Respondí: "No sé. Thve Ia sensación que alguien
salía anojado del carro, y pensé que podríamos ser
nOsOLTOS'.

Oramos de una manera general y reclamamos


protección.
Pasamos la noche en T\rjsa con amigos. Cuando
salimos el sábado en Ia mañana, aún llovía.
El Aúe ¿.,1o Orn.ion

De nuevo, volví a ponerme el cinturón, porque


no podía apartar esa sensación. DebÍ haber tomado
tiempo para orar sobre ello, pero no lo hice.
Estábamos en Kansas City el sábado en la
noche comiendo en el banquete, precisamente
antes que tuviera que hablar, cuando alguien llegó
con el mensaje que yo tenÍa una llamada de larga
df,stancia.
Fui al tplefono. Nueslro hijo me cumunico que
:::sobrina habia tenido un accidente y que fue lan-
¡.da del carro a través del parabrisas. Los médicos
: ie dieron posibilidades de r-ida.
Eso era lo que Dios estaba tratando de decirme.
Hablamos sobre las veces que escuchamos -
::ro hay veces que no. ¿Por qué yo no había
:,=-ado tiempo? Estaba muy ocupado para
=:irentar la responsabilidad. ¡Qué aterradora
::.ponsabilidad!A veces las vidas dependen de
:rest¡a oración.

-Qué habrÍa sucedido si hubiese tomado tiempo


: --. --::erceder? Ella habría evitado ese accidente.
--:- -.ucedió? EIla murió a Ios 25 años.
:: .:: :r. dños, de 3 y 5 años de edad.
: :::. ¡ti esposa y yo habíamos aceptado
-:
: -r:: r:ir l nos habíamos trasladado, pero
OrrcLoL por libcrüdon 149

estábamos de regreso al área donde vivíamos


antes, para visitar a mis suegros.
Fuimos con ellos a visitar un granjero vecino. El
habÍa estado muy enfermo, pero no habían descu-
bierto exactamente qué estaba mal. E11os sabían
que era glave.
Las mujeres estaban en 1a casa. Este granjero,
mi suegro y yo estábamos sen¡ados en e1 pórtico del
frente, hablando.
Dentro de mÍ, experimenté una caiga, en reali-
dad una agonía, de orar por este granjero. Mien-
tras él y mi suegro hablaban, el hombre abrió Ia
puerta por algo que dijo de ta1 manera que pude
entrar directamente y decirle algo a é1 sobre el
Señor Pero no lo hice. Mantuve el silencio. Luego,
la conversación cambió. Y no pude volver a ese
punto. No le dije nada sobre su bienestar espiri-
tual.
Pasamos otro día o dos con los parientes de mi
esposa, y luego regresamos a nuestra casa. LIn par
de dÍas después, mi suegra 1lamó y dijo que este
hombre había muerto.
Lamenté por cierto tiempo no haber seguido la
guía del Señor y no haberle dicho algo. Luego no
volví a pensar sobre ello.
150 El Art¿ d¿ td (» acian

El domingo en la noche, como era nuestra cos-


tumbre, nos reunimos al pie del altar para orar
durante quince mirutos arle. del s"r\,,tcro.
Di un paso fuera de Ia plataforma, me arrodillé,
y apeÍas habia cerrado los ojos ya estaba en e1
Espíritu. Vi ese hombre. Nunca Io olvidaré. Me
tomó semanas olvidarlo. Me despertaba en la
noche y 1o veía. Vi a este hombre en el infierno. Vi
las llamas del infierno que her-vÍan alrededor de é1.
Oía sus gritos. Le oí clamar como lo hacía el rico
cuando pedÍa agua para reliescar su lcngua.
Luego vi a Jesús. ]Ie señaló y dijo: "Te hago
responsable de é1. Te di una carga de oración y no
oraste. Abrí Ia puerta para que hablaras y no
hablaste".
"¡Oh, Dios mío1". clamé. Con lágrimas y de
rodillas por más de hora ¡' media, me arrepentí, llo-
rando: "Oh Dios. Permite que eso se aparte de mí".
Esa noche no pr"drqu". Los demas no supieron
qué estaba pasando.

Nunca dcberÍamos tomar un impulso para ora¡


liseramente. Puede mar.¿r ]a diferencia entrc Ia vida y
la muerie pam alerin oiro soldado de la cruz.
Reidt
Capítulo 22
Intercesión por los perdid.os
¿Quién oyó cosa senejqnte? ¿quiét1 Lio tal
cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Na'
cerá una ndcíón de una tez? Pues en cuanto
Sión estuuo de parfo, dío a luz sus hijos.
IsaÍas 66:8
Muchos han visto este versículo y han pensado
que se refería tan sólo al renacimiento de Israel
como nación. Sin embargo, la mayoría de las pro-
fecías del Antiguo Testamento, tienen una apli-
cación doble - primero en lo natural, luego en lo
espiritual. IsaÍas está profetizando que Israel rena-
cefia como nación en Io natural, y que en lo espiri-
tual, Sión estaría de parto, para dar a luz sus hijos.
¿Quién es Sión?
El Nuevo Testamento nos dice que el crcyente
del Nuevo Pacto no ha venido al monte Sinaí donde
Moisés recibió los Diez Mandamientos bajo el
Antiguo Pacto - sino que hemos venido al Monte
Sión. Llama a ta Iglesia, Monte de Sión.

HDBREOS 12:18-24
18 Porque no os habéis acercado al morte que se
podía palpar, y que a.día en ñ¡eso, a la oscüridod,
a las tinieblas y a la tempۤtad'
l5l
'\52 El Arte dP la Om.ion

19 al sonido de la trompeta, y a la voz que


hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no
se les hablas€ ¡Diás,
20 po¡que no podía¡ sopo¡tú lo que se ordenaba:
Si au una bestia tocare el monte, será apedreada,
o pasada coD dardo;
21 y taD terrible era to que se veís, que Moisé6
dijo: Estoy eÉpantado y temblaDdo;
22 SINO QUE OS IIABEIS ACERC{)O AL MONTE
DE SION, á la ciudad del Dios vivo, .Ier.usalán la
celestial, a la compáñfs de muchos millares de

23 .¡. L{ CO}-GREGACION DE LOS PRIMOGENI.


TOS qEe esráD insc¡itos eE los cielos, a Dios el
Jo., de ¡ode a lG espiritB de los justos hecho6
2{ a J€s¡is el yediado¡ del Duelo pacto, y a la san-
gre rria.la que háblá ¡nejo¡ que la de A¡el.

\oten que aquí se llama a la


Congregación de
los primogénitos, "Monte de Sión". Y nuestro texto
en Isaias 66:8 dijo que; f..)e¿ cuanto Sión estuuo
de parto, d,io a luz sus hijos".

GALATAS 4:19
rg Hijitos míos, por quieneE vuelvo a suf¡ir
dolores de parto, hasta que Cristo sea fomado eD

Pablo está escribiendo a las iglesias de toda


Galacia (Ga. 1:2). EI menciona que tuvo dolores de
parto para que ellos fueran salvos, al principio.
Intercesión po¡ 1os pcrdidos

(Ahora, "de nuevo" él está sufriendo dolores de


paúo).
Hablamos de hacer conversiones. Dios no men-
cio¡1a conversiones Él quiere nacimienlos. ¡Llsted
debe nacer de nueto!
Usted no puede tener nacimientos. sin tener
dolores de parto. E1 cuadro aquÍ es el de ula mujer
1en iendo un bcbe.
(A}1ora, no qüero expresar que uno debe llegar
al altar y tener un dolor de parto para nacer de
nuevo. El bebé no se da nacimiento por sí mismo.
Pero para que verdaderos nacimientos salgan del
reino de las tinieblas y entren al Reino de la luz,
alguna persona, en alguna parte, ha estado en
dolores de parto).

Páblo tuvo dolores de paño. Eso era una actividad


espiútua]. Es un suftimienio jnlenso en el hombre inte
rior Es .oñp¿rable con los dolores dcl nacimiento úatu-
ral. Esto implica una lnte¡ceiióñ verdadem. Yo tenÍa un
amigo, ahora esiá con el Senor, que tenía dolores de
parto €n oración e iniercesióñ hasta que usted pensaba
que su corazón litemlmente se iba a romler Con segu.i-
d.d a. d,,.ñ pn plhnnhr-, ,,"riñ.
R.idL

Yo mismo he estado alli, una y otra vez. Podría


dar un buen número de ejemplos; sin embargo, este
es uno de los más sobresalientes.
754 El Arte de la Oracion

Sucedió el primer viernes por la noche de


diciembre de 1953 en Phoenix, Arizona, donde
estaba realizando una reunión.
Durante Ia reunión, me alojaba en eI hogar de
una de las familias de Ia iglesia. Después del servi-
cio del üernes en Ia noche, ellos invitaron a sus tres
hijas casadas, y a sus esposos. a venir a casa para
tomar refrescos y para tener un tiempo de visita.
Nosotros, Ios hombres, estábamos sentados en
la sala charlando. Las mujeres estaban en Ia
cocina. preparándose para servir los alimentos.
Repentinamente. tuve deseo de orar. Ahora no
me mal entienda¡: naüe me mor.ió a hacerlo, pero
había una carga al respecto. Un deseo intenso de
orar simplemente pareció caer sobre mí.
Supe que estas personas entenderían tal cosa
(Si ellos no Io hubieran entendido, me habría dis-
culpado y me habrÍa ido a Ia privacidad de mi dor-
I mitorio para orar). Entonces dije a nuestro
anfitrión: "Tengo que orar, y tengo que orar ahora".
EI hermano F. llamó a las damas en Ia cocina:
"Olvídense de Ia comida en este momento. EI Her-
mano Hagin tiene una carga para orar. IJnámonos
todos con éI ahora".
Me arrodillé aI lado de una gran silla en la sala.
En el momento que mis rodillas tocaron eI suelo.
lnterceBión por los perdidos 155

estaba en el Espíritu. Levanté mi voz orando en


Ienguas con gemidos.
Parecía como si en lo más profundo de mí estu-
viera tan adolorido que fuera a tener un bebé. En
el parto hay dolor hay gemidos.
Sabía que estaba intercediendo. Cuando ese
espíritu de inteicesión por los perdidos está sobre
usted, sentirá dentro de su propio ser que está per-
dido. Usted sabe que no lo está. Usted sabe que es
un hijo de Dios. Pero toma sobre sÍ 1a condición en
que está la otia persona. Esa persona está perdida,
AsÍ que usted se siente perdido.
He tenido perconas que se me acercan muchas
veces y me dicen algo así como: "Hermano Hagin,
sé que soy salvo y lleno del Espíritu Santo, pero a
veces en eI servicio, cuando Dios empieza a
moverce, comienzo a senltr pn m' inle"ior como si
yo mismo estuviese perdido. Cuando se hace el lla-
mado al altar, me pregu¡to si debo ir al alta¡. Me
pregunto si quizás no estoy bien con Dios".
"Eso es intercesión", les explico. "Eso es el
Espíritu de Dios tratando de echar Ia carga de un
alma perdida sobre alguien. El estaba buscando en
1a congregación para encontrar a alguien que
pudiera usar".
"Cuando eso suceda otra vez, si usted no se
puede contener, y el serwicio continua, Ievántese y
156 El Arte de la Ordaion

vaya a un lugar de oración. De lo contrario, sién-


tese allí calladamente y gima en su interior, hasta
que la persona por quien usted intercede, responda
al llamado de Dios".
En esta área hay algo que necesitamos volver a
aprender. El arte de la intercesión es un arte per-
dido entre nosotros. En verdad nunca tendremos
toda la profundidad del mover del Espíriüu de Dios,
sino hasta que tengamos esa clase de intercesión.
Oré ese viernes por la noche en Phoenix con
gemidos y lágrimas, ¡, en otras lenguas por aproxi-
madamente una hora. Sabía que estaba intercedi-
endo por alguien que estaba perdido. Y sabía que
debía continuar hasta que tuviera una nota de vic-
toria.
(Una nota de victoria - es cuando la carga se
levanta y usted se siente, Iiviano, maravilloso y
bendecido. O, cuando usted empieza a cantar en
otras lenguas. O cuando usted empieza a reír en
lugar de gemir. En otras palabras, usted obtiene lo
que sea por Io que está orando).
Muy de vez en cuando, eI Señor me permitirá
saber por qué o por quién estoy orando. Ese viernes
por Ia noche, Él me lo de.jó saber. Me dio una
risión.
\ri Ia iglesia donde estaba celebrando la
reu-uión. llena de gente.
Intercesión por los perdidos 157

Me vi predicando en el púlpito.
Me oí a mí mismo predicar un sermón que
jamás había predicado antes. Me oí dar cuatro
punloc a este sermon lTenra un sprn 04 ruevo que
prediqué el domingo siguiente por la nochet.
Me vi terminar el sermón. luego inclinarme
sobre el púlpito y señaIar a un homb¡e sentado en
la segunda sil1a desde el frente.
Me oí decirle. mientras lo señalaba: "Amigo,
Dios me muest¡a que usted tiene más de 70 años y
que ha sido educado para creer que no hay
inñe¡no. Pero El me ordena decirle que usted iiene
un pie en el inñerno, y que el otro está deslizán-
dose allÍ también".
Vi a ese hombre dejar 1a banca, venir y arrodil-
larse ante eI altar y ser salvo. Supe que estaba
haciendo intercesión por é1. Supe que estaba
teniendo dolores de parto en oración por é1.
Las personas presentes se dieron cuenta que
había visto algo. Así que me 1o preguntaron. Les
conté. Les describÍ al hombre. Les describi cómo
estaba vestido.
El domingo siguiente por la noche todo sucedió
exactamente como lo había visto el viernes anterior.
Esas personas que habían orado conmigo me
dijeron después del servicio: "Hermano Hagin,
i
I

158 El Arte d.c la Oracion

teníamos ese hombre localizado antes que usted


entrara al servicio. Estaba sentado donde usted
dijo que estaría sentado. Estaba vestido en Ia
misma forma como usted Io üo. Jamás lo habíamos
visto antes". Nadie en esa iglesia lo había visto
nunca. Por tanto, no habrían sabido por qué orar.
Pero el Espíritu Santo sí lo sabía.
EI hombre fue salvo junto con otras personas.
Después del servicio se acercó para abrazarnos al
pastor y a mí. Le dijo al pastor: "Este predicador
dijo que yo pasaba de los 70. "Iengo 72 años. Esta
es Ia primera vez qlte he entrado en el edifrcio de
una iglesia. El predicador dijo que fui criado para
creer que no hay infrerno. Mis padres eran Univer-
salistas. Me enseñaron que no hay infierno".
"Este predicador me dijo que Dios le había orde-
nado decirme, que tenía un pie en el infrerno y que
el otro estaba deslizándose allí también. Sé exacta-
mente lo que El quiso decir. Esa es una razón por
Ia que vine a Phoenix. Soy de arriba en el norte,
donde es frío. Pero tuve un severo ataque cardíaco
y mi médico pensó que venir aquí ayudaría mi
salud".
Alguien dijo: "É1 fue salvo ese domingo en la
noche". Sin embargo, en verdad sucedió desde el
viernes anterior en la noche. cuando estaba
teniendo dolores de parto.
Intcrcesión por los perdidos 159

¿Saben por qué bebés no nacen en las iglesias


hoy? (Oh, algunas tienen una cantidad de conver-
siones, pero pocos nacimientos). Es porque no hay
dolores de parto - no hay gemidos.
Y cuando algunas personas comienzan a tener
dolores de parto y a gemir en oracióo. otras están
listas para expulsarlas.
Hace años, minist¡é en una iglesia del Evange-
lio Completo que tenia yarios cenienares durante
los se¡vicios del domingo en la mañana. Y en las
noches del domingo, el templo casi se llenaba.
Tenían una querida anciana, 1a adorable abuelita
Greer, que por aquella época pasaba de los 80 años.
Ella había estado en los Pentecostales desde
comienzos del siglo. Bien atrás al¡ededor de 1906
había recibido el bautismo en el Espiritu Santo.
Sabía algo sobre tener dolores de parto y esperar
en Dios (Los veteranos 1o sabían). ElIa oraba ante
el altar, gimiendo y orando en otras lenguas, en el
espíritu de palto - llevando toda la cosa, probable-
mente, sobre sus propias espaldas.
Tles años más tarde, regresé a esta misma igle-
sia. En lugar de esrar el templo Ilcno durante los
servicios del domingo en la mañana, tenían alrede-
dor de 80 o 90 personas. En las noches de domingo
tenían de 35 a 50.
Pregunté a alguien: "¿Qué sucedió?".
1m fl A¡t¿ dz Ia Oreion

Uno de los miembros me dijo: "¿Se acuerda de


la abueüta Greer?'.
'sr.
Bueno, ella estaba ant€ el altar c¡mo siempre
lo hacía, y el nuevo pastor se levantó y dijo: 'No
vamos a tener nada de eso por aquf".
Él le puso l¡n alto a eso. No tuüeron más bebés
nacidos, porque no había dolores de parto. Cuando
Sión está de parto, da a luz sus hijos.

ji
t
Capítulo 23
Prea a,leciend,o en oración

Para prevalecer efectivamente en oración, su


oración debe esta¡ basada en la Palabra de Dios.
La fe sólo puede comenzar donde Ia roluntad de
Dios es conocida. ¡ la Palab¡a de Dios es Su volun-
tad. En el capítulo noseno de Daniel r-ersÍculo dos,
vemos que Dariel se üo cuelra. al leer la Palabra
de Dios, que el cautireio de setenta años de
Jerusalén, el cual había sido profetizado por
Jeremías, estaba )'a proDro a ser cumplido.

DANIEL 9:2
2 En el año priDerc de su rei¡ado, yo Daniel
miré atentañente e! los ribros el número ¿e los
años de que habló Jeho'á aI p¡ofeta ;Iereúías, que
habiu de cuptiÉ Ias d6olacio¡res de.lerusalén
en setentá añ6

Como resultado de lo que Daniel leyó en la Pa-


labra de Dios, él üspuso su rostro para buscar a1
Seño¡ con a¡arno y oración. Sin embarpfo, pasaron
tres semanas completas antes que un ángel viniera
con la respuesta que Daniel estaba buscando.
La oración de Daniel fue oida el primer dia en
que oró. El ángel le dijo:
t6l
EI AtP ¡b 1i Ora.i.¡

DANIEL 10:12
12 Desde el pdmer día que dispusiste tu corazón a
eDterder y h¡millarte en ta presencia de tu Dios,
fue.on oidas tus palabrasi y a causa de tu6
pslabras yo he venido.

En el siguiente versículo, el ángel reveló el


secreto de por qué tomó tanto tiempo para que la
oración de Daniel fuera contestada: "Mos el
príncipe del reíno de Persia se me opuso durante
t-eíntiún días: pero he aquí Míguel, uno de los prin-
cípales príncipes, Dina para dyudarm¿(...1" ( v. 13).
Vayamos al primer versículo de este capítulo:
"En el año tercero de Ciro rey de Persia fue reuelacla
palabra a Daniel(...)". Por tanto, estos sucesos son
fechados como que sucedieron durante el tercer año
del reinado de Ciro, rey de Persia. Ciro fue un hom-
bre que se sentó en el trono del reino de Persia.
Pero en el versículo 13 el ángel dijo: "(...)el
príncípe del reino de Persia se me opuso(...)". Este
príncipe de Persia luchó en los lugares celestiales.
contra e1 ángel mensajero de Dios. ¡El arcángel
Miguel tuvo que venir como refuerzo para ayudar
al ángel en llevar ese mensaje a DaniellEste
príncipe de Persia era un ser espiritual.
\-emos, de este pasaje, entre otros, qtle ho1 un
:i-.;enta de d,oble reino.
Sobre la tierra hay un reino ulsióle con gober-
nan¡es humanos. Pero, detrás de ese reino
P¡evaleciendo eñ or,.ióñ 163

(o nación) terrenal está un reino i¿uisióle con un


gobernante satáoico.
Esto explica algo acerca de Ia tentación de
Jesús:

LUCAS 4:5,6
5 Y le llei-ó la
Je:E el ¿Ii.blo a u¡ al¡o EoDt€, y le
mostró eD u.¡ EoEeDto todos los ¡eiDos de la

6 Y le dijo el diablo: A ti te dsré toata esta potes-


rad. y la sloria de ellos: PORQUE A Mi ME HA
SIDO ENTREGADA, y a quien quierc la doy.

¿Qué poder está siendo discutiilo aquí?; ¡E1


poder de las naciones de este mundo!
Algunos han sugerido que el diablo no tenía ese
poder o autoridad. Si así fuese, ¿Jesús no habría
sabido eso y se 1o habría dicho?
La Biblia afrrma que esto fue una tentación. Si
el diablo ¿o ¿e¿i¿ ese poder y autoridad, no podía
haber sido una tentación - y el Hijo de Dios había
sido participante de una mentira y un fraude. Pero
fue una tentación erdad,era,
¿r

Entonces, ¿De dónde consiguió Satanás esa


autoridad? ¿Se la dio Dios?
Dios hizo el mundo y su plenitud. Luego hizo a
Adán, Su hombre. Y esto es lo que muchas per-
sonas - incluyendo ministros - no han entendido.
El Añe Íl¿ ld Ord¿iotu

Dios dijo: "Adán, te doy dominio sobre todas las


obras de mis manos" (Sal. 8:6). En un sentido, Dios
1e estaba diciendo: "Adán, tú eres el dios de este
mundo. Gobiérnalo". ¡Dios le dio el mundo a Adó.n!
Pero el Nuevo Testamento llama a Satanás el
dios de este mundo (2 Co. 4:4). ¿Cuándo se conür-
i:ó Satanás en el dios de este mundo? Cuando
.\dán pecó. Fue cuando Adán cometió alta traición
I vendió a Satanás.
se
Observe lo que Satanás dijo a Jesus "(...) A ti te
daré toda est.l potestad, y la gloria de elhs; []os
reinos de todo el mundol PORQUE A MI ME HA
SIDO ENTREGADAI..T'' llucas 4:6). ¿Quién se la
entregó a Satanás? Dios no fue. Adán lo hizo.

Got¡ernadores De Las finieblas


El ángel le dijo a Daniel: "Desde el primer día
fueron oídas tus palabras" (Dn. 10:12). Y Dios nos
oye desde el primer día que oramos, pero a veces
debemos estar filmes antes que llegue la
respuesta.
No es Dios quien retiene la respuesta a nues-
tras oraciones, El envía Ia respuesta en el minuto
en que oramos. Pero hay fuerzas en los cielos que
se esfuerzan por interceptar esas respuestas.
Tratamos de pelear, luchar y afrontar situa-
:rones que vemos; cuando en realidad, hay un
Prevaleciendo en o¡ación 165

poder invisible detrás de Ia situación. Cuando


entendamos eso. seremo§ exitosos en nuestra
oración.
Primera de Juan 5:19 declara: "(, .)el mund'o
entero está bajo el maligno". La traducción Anrpli
ficada dice: "1... ) y todo el mundo lque nos rodea]
está bajo el poder de1 maligrto-.
Si todo el mundo esta bajo el maligno y en
tinieblas, entonces el diablo está gobernanilo el
mundo entero. Satalás gobierna a todo el que no
es salvo. ¡Y él gobiernal
Sin embargo, el diablo no nos gobierna a
nosotros, porque la Biblia dice que aunque estamos
ez el munáo, no somos d¿l mundo (Juan 17:16) Los
creyentes son hijos de la 1uz, no de las tinieblas'
El Espíritu Sant¡ es un caballero El no tomará
más terreno que el que usted le rinda El no lo
dominará. Él no lo forzará.
En cambio, Ios demonios utilizan la fuerza'
Leemos en la Biblia acerca ile ellos empujando o
forzando a la gente.
Aquí hay algo de Io que necesitamos §er muy
cuidadosos: Todo aquel que quizra empujar, forzar
y domítuar gente esta motiuad,o por eL espírítu del
d.iablo. Vemos esto en los círculos religiosos'
Colosenses 1112,13 nos muestra que hemos sido
liberados de las tinieblas.
E¡ ArtP .le la Omr:n ¡

COL,o6E\-SES lrl2
r, CoE gozo dsndo gra€ias al Padre que nos hizo
ápr¡6 pda participar de la he¡eacia de los §antos

\oten esa expresión "¡en luz!".


Ahora, observen el versículo siguiente:

COLOSENSES 1¡13
t3 el cual nos ha ribrado de la potestad de las
tini€blas...,

La Biblia Amplificada dtce "lEl Padrel nos ha


liberado y nos ha atraído a sí mismo fuera del
control y dominio de las tinieblas y nos moülizó al
reino del Hijo de Su amor".
Usted ve, el Padre nos ha sacado de bajo el con-
t¡ol de Ia oscuridad y de los gobernadores de las
tinieblas el diablo, los demonios, y los espíritus
inmundos en el reino de Satanás. Efesios 6:12 nos
señala el ámbito en que opera el relno de Satanás.
Dice: '(-..) sino contra principdd,os, contra potes-
t(rdes, contr.t los gobernadores d,e las tínieblas d.e
este síglo, CON?RA HUESTES ESPIRITUALES
DE MALDAD en las rcEiones celestes".
üna nota marginal en mi Biblia KinE James
dice: "espíritus malos en los lugares celestiales".
E¡ la Biblia se habla de tres cielos.
Preválériendo Pn orá.ión 167

Los e¡uditos Bíblicos concuerdan en que el


apóstol Pablo hablaba de si mismo er Segunda a
Co¡intios 12:2 cuando dijo: "Conozco a un hombre
etu Cristo, que hace catorce años kí en el cuetpo, no
lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabd fue
arrebatado hasta el tercer cielo'.
El primero de jos t¡es cielos. justo sobre
nosotros, es lo que lla]raao: e1 cielo atmosférico.
Más allá de ese. en el espacio. están las estrellas
los cielos estelares. Luegú más allá de eso está el
tercer cielo el Cieio de los cielos donde se
encuentra el trono de Dio-..
En el cielo armosíérico, sobre nosotros, hay
espÍritus malig]los -en ios lugares celestiales".
Tenemos otra perspecriva de este hecho en el capi-
tulo 28 de Ezequiel.
Los primeros diez versículos son una "palabra
del Señ0r", un mensaje profético, dado por medio
de Ezequiel al principe de Tiro, que se levantó en
orgullo. Dios le dijo a través de Ezequiel: "1...1
siendo tú hombre(...)" (82.28:2). Por tanto, este
príncipe de Tiro era un hombre. Los ángeles no son
hombres. Los espíritus malos no son hombres.
En los ve¡sículos 11-19 del mismo capítulo, otra
palabra profética es dada por medio de Ezequiel.
pero ésta es dirigida al rey de Tiro, un ser que no
podía ser el príncipe de Tiro, a quien Dios habia
168 El Arte ,l.e ld Ordcion

identiñcado antes como un hombre. El rey de Tiro,


por tanto, debe ser un ser, un poder espiritual, un
poder de la oscuridad. detras de este reino.

EZEQUIÉL 2a:1r'r5
1r \4no a ml palabra de ,rehová, dicietrdo:
12 Hijo de hombre, leva¡lta endecha6 §ob¡e el rey
de Tiro, y dite: Así ha dicho ilehovó el Seúor: Tú
eras el s€llo d€ la perf€.ció¡, tleno de sabiduía' y
aebado de hemosura.
13 En Edén. en el huerto de Dios estuwiste; d€
toda piedra preciosa era iu vestiduraj ... lo§ pri'
mores d€ tus tambo¡iIes y flautas estuvieron
prepúadoÉ para ti en el ¿La de lu creacióD.
14 Tti, querübin gr.á¡rde, protcton yo te puse e¡ el
santo monte de Dios, allí estuvist€; ea medio de la§
pie&as de fuego te paseabas.
15 Perfecto e¡as en todos tus camino§ desde et día
que tuiste creado, hasia que se háIó er ti maldad.

Dios estaba hablando acerca del diablo -


Lucife¡ - cuando el dijo: "En Edén, en el huerto d,e
Dios estuuiste(...)". El príncipe de Tiro, un hombre ,
no pudo haber estado allí. El aún no había nacido.
No; este "r'ey de firo" no es un hombre; es un ser
creado ll'v. 13.15).
En estos dos seres - el príncipe de Tiro, un
i-ombre: y el rey de Tiro, Lucifer mismo. un ser
e.piritual - la Biblia da Ia idea de un reino natural
s¡'o¡e la tierra dominado por un reino espiritual
:¡r ei mi:mo nombre.
Prevaléciendo én óD.ióñ 169

Ttrdo en este mundo - todo hombre, todo ser -


está dominado, gobernado, o influenciado por
espíritus en el mu¡do invisible. Aun nosotros como
C¡istianos somos influidos y guiados por el
Espíritu de Dios. Romanos 8:14 üce'. "Porque tod.os
los qu,e son guíados por el Espírítu de Dios, estos
son hijos d,e Dios'.
Si la gente pudiese entender algua vez acerca
de este otro mu¡do - este mundo espiritual - que
existe y comprendiera que es el mundo en el cual
Dios vive - un mundo que no tiene comienzo ni fin -
la fe llegaría a ser algo fácil; algo natural.
La razón para que podqntos confiar en lds cosd.s
hechas antes que se materialicen, es que ya se
hicieron en el reino espiritual. Si usted creyera que
ya están hechas en este reino, entonces ellas se
manifestarán,
Esa es Ia razón por Ia que Jesús üjo .(...) todo
lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
uend.rd." (Marcos 17.24).
Ahora deseo que noten algo que quizá no
nolaron antes. Volvamos a Efesios 6:

EFESIOS 6:r0-18
l0 Por lo dem¡ás, herma¡lo8 mío§, fodaleceos er €l
Señor, y en el poder de su ñ¡erza.
rl Ve3tlo6 de toda la arlaadura de Dios, para que
podáis e8ta¡ frrmes coEtra la! asechanzas d€l dia-
blo.
1?0 El .trte dz la Oracion

12 Porque Eo tenemos lucha €ontra sangre y


carne, sino contra principados, contra potestade§'
contra los gobemsdores de lss tinieblas de est€
siglo, contra huestes espirituales de maldad e¡ las
regione8 celestes.
13 Por tanto, tomad tod¡ Ia armadura de Dios,
pa¡a que po¿Áis resistir en el día malo, y habiendo
acalado todo, estar ñmes.
14 Estad, pues, ñrmes, ceñidos vuestros lomos con
laverdad, yvestidos co¡ la coraza dejuÉticia,
15 y calzados lós pies con el apresto dcl evangelio
de t¡ paz.
16 Sobr€ todo, tomad el escudo de la fe, con que
podáis apaga! todos los dardos de fuego del
maligno.
17 Y tomad eI yelDo de la salvacióú, y ls espada
del E6píritu, que es la palabra de Diosi
18 ORANDO er todo tieEpo coD toda oración y
súplica er el Espiritr,. ]- §elando en euo con toda
peEeverancia y §úplica por todos los sántos.

Usualmente detenemos Ia lectura con el ver-


sículo 17. Al hacerlo así- hemos sacado estos ver-
sículos del contexto. Ha]-más verdad ahí que la
que hemos visto.
¡El objeto de vestirnos con toda la armadura de
Dios es poder entra¡ en 1a rida de oraciónl
¡Ponernos la armadu¡a de Dios y /?o entrar en
oración, es prácticamente inútil!
Los Cristianos que entran en oración, nunca
deben olvidar este hecho: ¡En el Nombte d.e Jeais
Préval.ciendo en ora.ió¡ t?l

tenemos autoridad contr.r toclos los poclercs de kLs


tinieblas!
En estos muchos años desde que realmente
aprendí a orarj nunca he orado una simple oración
relacionada conmigo o con mis necesidades perso-
nales, sin que obtenga la respuesta casi inmeüata-
mente.
¿Por qué? Porque sé cómo orar. Sé lo que me
pertenece. Sé cómo tomar autoridad sobre el dia-
blo. Sé cómo hablarle y decirle: "¡Detenga sus
maniobras ahora mismo!".
La Biblia nos llama ciudadanos del Cielo. Sé
como exigir mls derechos: sin embargo. no siempre
puedo exigir los derechos de otra persona en su
lugar. Como ciudadano Americano, puedo ejercer
mi derecho al voto, pero no puedo ejercer su derecho
al voto. Usted tiene que hacer eso por sí mismo.
Muchas veces las personas co¡ren de un lado
para otro lratando de encontrar alguien que ore
por ellos. No siempre obra. Eso es porque no tienen
la autoridad.
Aquí es donde entra Ia oración. Tenemos que
orar por personas que no collocen sus derechos.
Pueden ser honrados, sinceros, salvos por años, y
hasta llenos del Espíritu, pero las cosas espiri-
tuales 1es permanecen ocultas.
172 Fl Att. ¿. ld Oro.i.h.

Cuando oramos por otros, puede que tengamos


que tomdr más tiempo para perseverar en oracion.
porque pueden estar rendidos a los espÍritus del
maI. Algunas veces los Cristianos se rinden a
espíritus malos y les permiten que los dominen.
A1 orar por mis propios parientes, he tenido que
tomai tiempo para perseverar en oración, paráÍ-
dome firmemente en la Palabra de Dios. Usual-
mente he orado por mis parientes privadamente,
secretamente; a ellos nunca 1es he dicho nada.
fEsa es nuestra dificultad: Procuramos tratar
con el indiüduo cuando deberÍamos estar tratando
con la potestad detrás del problema).
Simplemente digo: ";Rompo el poder del diablo
sobre fulano y ftllano!".
Efesios 6:18 habla de hacer súplica por "todos
los santos" (Ustedes ven: El1os no siempre saben
cómo orar por si mismos).

At ogar El Caso De Otro


Estoy convencido que tenemos autoridad y
poder en la oración que aún nunca hemos usado.
§gunos de nosotros nos hemos acercado al borde
de ello.
En 1947, mi superintendente de la escuela
dominical. un bombero en un campo petrolero, cayó
P¡evaleciendo en o¡ación 173

desde lo alto de la casa de bombas a la máquina. El


reporte que me llegó fue que él había muerto.
Cuando llegué a Ia escena, él yacía sobre la
tierra, cerca a la casa de bombas. Una ambulancia
estaba estacionada cerca. La gente estaba alrede-
dor. Me ar¡odillé al lado dei Dr. Garrert.
Él me susir¡ó: -.{ principio pensé que estaba
muelto. Todalía no lo está, pero morirá pronto y no
lo podemos moser Si lo hacemos lo mataremos".
Luego el médico dijo: "Reverendo Hagin, lleve a
su esposa a ul lado y prepárela para esto".
La tomé por un brazo y la conduje a un lado
sin embargo. no para prepararla. sino para orar
con ella.
A metlida que nos apartábamos de la multitud,
ella me dijo: "Hermano Hagin, el Dr. Gairett no
cree que Papi viva, ¿no es así?".
Le contesté: '.Así es, hermana. No lo cree".
Ella contestó: "¿No es maravilloso que usted y
yo tengamos información interior? (¡Quería decir
informacion dentro. de Ia Biblialr.
Yo le dije: "Sí; gracias a Dios la tenemos.
Oraremos y vivirá'.
Bueno, él continuaba üvo, envr¡elto en frazadas,
recosLado en el suelo. El Dr, Garrett perúanecra a su
lado. Por último se decidid a arriesgarse a
1;1 El -\ne ¿e ld Otd.ion

traslada¡lo al hospital. Creo que debe haber sentido


que 10 estábamos sosteniendo allí, pues me dijo:
"Estoy seguro que no lograremos llegar a \ler con éi
vivo, pero lo pondremos en la ambulancia y 1o
i¡tentarcmos. Reverendo Hagin, suba y vaya con é1".
Para acortai una larga historia, sobrevivió al
viaje. T}es médicos lo estaban esperando.
Fui al hospital y me quedé con é1 por la noche.
Su esposa permaneció con é1 día y noche.
La tercera noche. a eso de las 8 p.m., uno de 1os
médicos me dijo: "Reverendo Hagin, seré franco con
usted. Esta es la terce¡a noche 1'él aún está en
shock. No sabemos siquiera el alcance de las
lesiones. No podemos llelarlo a rayos X para
averiguarlo. Si lo molemos. 1o mataremos. Hemos
hecho hasta ahora todo cuanto sabemos hacer Se
está yendo rápido ahola. ,1'precisamente no hay
nada que podamos hacer' .

AI regresar a la habitación vi que la esposa del


hombre estaba cada vez más cansada (El espÍritu
está dispuesto, pero la carne es débil. Cuando
aumenta fisicamente e1 cansancio, es difícil para su
espíritu, su hombre interior, seguir en el dominio,
especialmente cuando usted mira directamente a
la situación). Vi que su fe se estaba debilitando.
Supe que tenía que sacarla de allá, que él moriía
si ella se quedaba.
Prevaleciendo en oracióD 175

(¡La razór, por la que muchas personas han


muerto es que sus paúentes han permanecido con
ellas! Y he hallado por qué Jesús a veces sacó de la
habitación a las personas cuando iba a sanar al
enfermo).
No Ie mentí a ella, pero no le conté lo que el
médico me habia comunicado. Le dije: "Ahora, vaya
a descansar. La llamaré si hay algrin cambio aquí.
Pero él estará bien".
Tüve que hacer algo de lucha espiritual esa
noche. Eso es, tuve que tomar una posición hrme y
confiada en las promesas de la Palabra de Dios.
Mientras estuve despierto y alerta, mi superinten-
dente de la escuela dominical estaba bien. Pero
esta era la tercera noche que me había quedado y
cuando cabeceaba en la silla, él comenzaba a morir.
La enfermera especial de turno me despertó
cuando camincj alrededor de la cam¿ para erami-
narlo bajo la tienda de oxigeno. A1 principio,
cuando 1o miré, pensé: "jEsta muerta!; ¡Me quedé
d.ormid.o y permítí tll hombre morir precisamente
entre mís manos!".
Agitadamente pregunté a la enfermera: "¿Está
muerto?".
176 Fl ArrP ¡L la Oraú)n

Me contestó: "No; pensé que estaba. Pero no


vivirá hasta que salga de turno a las 7 a.m.". En
ese momento eran las 2 a.m.
al corredor, y oré. Muy calladamente inter-
Sa1Í
cedí por é1. Abogué su caso; mi¡e usted, Dios dice:

ISAIAS 43:26,26
25 Yo, yo soy el que borro ttE rebelione§ por ¡úor
de mí mis!¡ro, y no úe aco¡daré de tus p€cados.
26 Hazm€ ¡ecordar, eniremos en jüicio junta.
mentei habla tú para j ustifrcarte.

"Haztne record.ar". Dios nos ordena que le


recordemos lo que ha dicho. Esto está hablando
acerca de oración. "Habla tú". Una nota marginal
en la Versión King James lo traduce: "Expón tu
causa". En otras palabras, el propio Dios nos
invita: "Defiende tu caso".
Así simplemente dije en un susurro a las 2 a.m.
en el conedor del hospital: "¡Señor, simplemente no
voy a dejarle morir!". Y alegué mi caso en frente de
É1.

"Número uno", dije: "Es mi superintendente de


la Escuela Dominical. Quizá no sea e1 mejor en el
mundo, pero es el mejor que jamás haya tenido. IIe
a¡'uda. Visita a los ausentes. Trabaja en eso
durante toda la semana. Y ayuda en muchas otras
lorma-._.
Prevaleciendo en om.ión llt-

"Segundo, entrega 30% de sus ingresos a la igle-


sia".
"Tercero, él es una influencia a favor de Dios y a
favor del bien. He hablado con hombres de negocios
de la ciudad. Creen en él; lo respetan".
"Lo necesito. Soy el pastor subalterno. ¡' Tú eres
el Gran Pastor de la Iglesia. Lo que ]'o necesito, Tú
1o necesitas".

"Cuarto, Ia Biblia muy claramente nos dice que


la muerte es un enemigo. No es de Dios. En reali-
dad es del diablo. Cuando el diablo sea finalmente
eliminado, la muerte será también eliminada del
contacto humano. iAsí simplemente reprendo a la
muede y Ie ordeno que lo deje! ¡No lo voy a dejar
morir!".
Regresé a su habitación, me senté y otra vez
volví a cabecea¡. Él comenzó a morirse. Me incor-
poré y segui de nuevo en ello, defendiendo su
causa. De hecho, lo hice en cuatro oportunidades;
1a cuarta vez a las 4 a.m.
A las 8 a.m. e1 médico entró; quitó la tienda de
oxígeno y comenzó a auscultarle el pecho. Después
de un momento se volvió hacia mí y exclamó:
"¡Salió de eso! ¡Salió de eso! ¡Sabe, él podrÍa
lograrlo ahora! ¡Traiga la camilla! Lo llevaré a
rayos X'.
178 El Atte de la Orucion

Cuando le regresaron de los rayos X, el mismo


médico me dijo: "Tiene 50% de posibilidades".
Yo estaba solo parado allí, pero por dentro brin-
caba al pensar: "¡Cincuenta por ciento, de posibili-
datles! ¿De qué habla usted, doctor?, ¡El tiene 100'/t
de posibilidtLdes de lograrlo!". ¡Y, en efecto, Io hizo!
Ahora bien, nunca le dije ni una palabra a mi
esposa ni a nadie más sobre la forma como habia
orado por este hombre. Pero en la primera oportu-
nidad. que estaba de regreso en la iglesia, testificó.
Primero ograoocro a rodos por sus oraciones.
Luego dijo: -\unca sientan pesar por alguien que
muere. La última cosa que recuerdo es que caía. Ni
siquiera recuerdo haberúe golpeado con las
máquinas".
"La siguiente cosa conscienie que supe fue
cuando desperté en el hospital. Y después de des-
pertarme, nunca tuve ningún dolor o molestia".
"Pero mientras estaba inconsciente, debo haber
muerto. Fui al cielo. OÍ un coro de ángeles. Ustedes
jamás han oído un canto igual en sus vidas".
"Vi a Jesús. Él vino hacia mí. Y estaba listo
para postrarme ante É1 y expresarle auanto Ie
amaba cuando E1 me dijo: 'Tienes que regresar'.
"Le RespondÍ: 'No quiero regresar"'.
Jesús dijo: 'Tendrás que volver a la tier.ra'.
'Yo le Respondí: 'No quiero regresar a la tier"ra"'.
Prcváleciendo én ora.ión 179

"La tercera vez Jesús contestó: 'Tendrás que ha-


cerlo. El Hermano Hagin no quiere clejarte uenir' ".
"Entonces Jesús se rolrió. ¡. como cuando
ustedes echan hacia arrás u¡a cortina de encaje de
una ventana, Él retiró u¡ra cor:he \ oÍ a1 Hermano
Hagin decir: '¡Señor, no 1o ro¡ a de-iar morir!"'.
"Jesús me dijo: 'Mira. é1 no ouiere dejarte

"La siguiente cosa que supe fue. c.¡ando me des-


perté en el hospital", concluyó mi -.uperi¡tendente
de escuela dominical.
Yo no 1e habia dicho que habia o¡ado de esa
manera. ¿Cómo 1o supo? El Señor le permitió
escucharme, y le dijo que, ¡esa era Ia razón por la
que no podía quedarse en el Cielol
Eso me hizo comenzar a pe¡sar. que desde
mucho antes en 1947, que tenemos autoridad para
defender nuestra causa la cual nunca hemos
usado.
A veces creo que sí hemos tomado nuestro
lugar, sin darnos cuenta, de nuestro pacto en el
nombre de Jesús y que hemos intercedido; sin
er.aminar la Biblia sobre el tema, hemos pensado:
Esa fue una gran experiencía que el Señor me
ayudó a tener. Jarruis podría tener otra como eso,.y
esa clase de pensamiento nos ha derrotado.
E¡ *i¿ de la Ordcion

T¡es años después, cuando mi suegro agonizaba


eo el hospital, me puse a pensar en la experiencia
que rure con el superintendente de la escuela
domi¡ical.
\[ientras estaba de pie al lado de su lecho - él
es¡aba inconsciente - dije: "Señor, creo que solo
reprenderé a la muerte y le ordenaré que lo ileje.
Creo que le ordenaré vivir en el nombre de Jesús".
Dios dijo en Isaías 43 26: "(...t entremos en
juicio juntamente(...)". Dentro de mi, el Señor me
habló por el Espíritu muy claramente: "No; no lo
hagas. No debes hacerlo".
;Eso significaba que tenía lct autorid,ad, pora
hacerlo!
Él dijo: "Déjalo solo y déjalo morir". Y el Señor
abogó su caso: "Primero, tiene setenta años. Tbdo lo
que les he prometido a ustedes es 70 u 80 años"
,Eso es un mínimo. Usted puede ir más lejos. Si
¡ieoe más fe, entonces, pida más. Pero no se con-
forme con nada menos).
É1 dijo: "Segundo, está listo para irse. Espiri-
tualmente, econóúicamente, está listo en todos los
aspectos. No siempre ha estado listo. Sus frna¡zas
están en orden; todo su negocio en orden, Nunca
tendrá un mejor tiempo para morir que ahora. Así
que déjalo solo v déjalo morir".
P¡es¿leciendo én .rá.ión tal

Contesté: "Nfu¡ bien. Señor. lo haré bajo una


condición y sólo una condición. Sácalo de esta
muerte; pemÍtele reririr ¡ dejar trn buen testimo-
nio de manera que todos -.epal a dónde fue. Luego.
lo dejaré ir".
No habian salido esas palabras de mi boca
cuando él abrió sus ojos:
"Kerleth" me dijo, 'me estoy muriendo".
Respondí: "Lo sé, Sr. Rooker".
Él Contestó: "Ahora bien; entre más pronto
mejor".
Le Dije: "Sé eso".
Él me respondió: 'Tas a traer esos niños hasta
aquí y me dejarás verlos antes que me vaya, ¿ver-
cla(la
Le Contesté: "Sí. señor Lo haré".
Nuestros hijos eran sus úaicos nietos. Telefoneé
a nuestro pastor en Garland, Texas, y le pedí que
trajera los niños al hospital en Sherman. Ent¡e
tanto, hablé con la Madre Superiora de ese hospi-
tal CatóIico y le pedí que me permitiera entrar con
los niños.
Ella me dijo: "No preste alencion a ninguna
regla. Ese hombre debería haber muerto hace dos
dias. No podemos entender cómo está vivo. Haga
182 El An¿ de la Ordcion

entrar a todos los que quiera - simplemente es un


milagro que haya retivido".
De esta manera su familia, incluyendo sus
nietecitos, se reunieron alrededor de su lecho- Y
usted había podido pensar que él iba a salir de
vacaciones al otro día. Nunca derramó una
Iágrima. Las enfetmeras eirderezaron la cabecera
de su cama y se sentó allí riendo y hablando.
AI día siguiente recayó en estado de coma y
comenzó a morir. Perrnanecí a los pies de la cama,
mientras la muerte frjaba sus lazos frnales eobre éI.
De pronto abrió sus ojos desorbitadamente. Me
§io y me dijo: "Dios mío, Kenneth, me estoy
muriendo!".
Respondí: "Lo sé, Sr. Rooker, pero usted no
tiene miedo de ir".
Contestó: "No; no tengo miedo".
Le dije: "Recuéstese sob¡e la almohada y déjese
ir".
Se recostó, sonrió, se relajó, y una luz relam-
pagueó sobre su rostro cuando expiró. ¡Alabado sea
Dios! (Usted debe tener fe para viür - pero tam-
bién debe tener fe para morir).
Es posible interceder y lograr repuestas, algu-
¡ras seces- 1as cuales no siempre son las más sabias
: la. meio¡es.
Prereleciendó en o.ación 183

Necesitaños utilizar la sabiduría porque


tenemos auto¡idad. He aprendido eso de 1a experi-
encia. Lo sé de la Palabra
De acuerdo con la Palab¡a. muchas ,¡eces 1o que
decimos, É1 lo ha¡á - porque hemos recibido la
autoridad aqui abajo.
Me satisface el hecho de que si andamos en la
luz de Ia Palab¡a de Dios y oramos, podemos cam-
hiar las vidas de nuestros seres amados v las situa-
ciones a nuestro alrededor
Hemos üsto en la vida de Daniel, que prevale-
ció en oración afrrmándose en la Palabra de Dios,
que el curso de una nación puede ser cambiado por
medio de la oración. También hemos visto ejemplos
de cómo podemos prevalecer en oración al emplear
la Palabra de Dios para defender el caso de otro.
No toda necesidad puede ser solucionada al
ofrecer una corta oración, una sola vez. Algunas
veces es necesario perseverar en oración al tomar
una posición fr¡me er la Palabra de Dios, rehu-
sando volverse atrás hasta que venga la respuesta.
Capítulo 24
Orando por su nclción
Efharto ante a.¡ir,- c c,-¿.z i-c3cr, rogati-
uas, oraciones. peitirrr-e; 1, tcrr.tres de gra
cías, por todc,s !,'s hornbres: por los reles,r'
por todo' lo: que e,tan en eminenrio. poro
que titamos quíeta y reposadarnerlte erL tod.a
píedad y honestidad. Porque esto es bueno y
agrad,able delante de Dios nuestro Saluador,
el cual quiere que todos los hombres sean
saloos y aengan .tl conocimiento de la uer
dad.
- Timoteo 2:1-4
Después del servicio final de nuestro campa-
mento del año 79, algunos de los conferencistas y
ot¡os subieron a la habitación de hotel de Kenneth
Hagin Jr.. para comer emparedados.
Mientras estábamos hablando de 1as cosas de
Dios, el Espiritu de Dios continuó moviéndose
sobre mí (En realidad. sólo tres veces en toda mi
vida el Espíritu se ha movido sobre mí en tal
medida).
Dije a los demás: "Oremos. El EspÍritu del
Señor continúa moviéndose sobre mí".
185
l:6 El -\rt¿ de ld Omdon

Oramos. Por el Espíritu, ministré a cada uno de


los presentes. Luego fui tomado en el espiritu de
o¡ación. A falta de un término mejor, estaba "per-
dido en el espíritu". No estaba incoüsciente - sino
que estaba más conscienle de las cosas espiri-
tuales. Las cosas espirituales e¡an más reales que
las naturales,
Mé senté con los ojos cerrados, orando en
lenguas, durante lo que se comprobó ser varias
horas (Era justo después de media noche cuando
empezamos a orar Cuando todo terminó, y abrí los
ojos, eran pasadas las 4 a.m. Pero parecía como si
sólo hubiesen sido 10 o 15 minutos).
EI Señor me habló. Entre otras cosas me dio las
instrucciones respecto a Ia Escuela de Oración y
Sanidad que ahora estamos dando todos los días de
trabajo en la sede Centro de Entrenamiento Bíblico
RHEMA.
Y vi algo. Obse é tres cosas que surgían del
Océano Atlántico. Parecian como tres ranas
negras, gigantes, tan grandes como ballenas. Una
estaba ya en el aire. Las otras dos apenas habían
sacado sus cabezas del agua, desde el oriente.
HabÍa visto algo parecido nueve años antes.
Jesús me dijo: 'Viste lo mismo en 1970. Te rev-
elé. entonces, exactamente lo que eran, pero no
hiciste lo que debiste habe¡ hecho al respecto. Te
ora¡do por ru nación 1t;

dije en 1970 que o¡ara: po:'los lÍderes de la nación.


Lo que sucedió l-¿¡e¡g¿te l demásl no es 1a cuipa
del hombre que er É-iÉ Élrrlrc¿-i era el P¡esidente.
Voy a hacer re:porsai e. i -s C.:¡¡¿no: de esta
nación. L'stedes sor- ¡Lrar-:a !ra:=::arrL Lo alue le
sucedio o :u p¿-n-. i : -:..'*- --: i: .¿ra¿-
habría acontecrdo. TÉ rrns:lé ,,-. que e:taba pror:lo
-.
a sLcede-. Regr.-" ' cumpruebillo ...
(NIás tarde rohí ¡ rerifiqué lo que el Señor me
había dicho en 1970 basado en grabaciones y
manuscritos de una reunión especial que tuvimos
en octrrbre de I970).
Jesús me dijo: "Allá, en 1970, viste trcs objetos
oscuros semejantes salir del Atlántico y saltar como
ranas a lo largo de la tierra. Si tú y los Cristianos
hubiesen hecho lo que debieron haber hecho,
ninguna de esas cosas Ie habría sucedido a la
nación. No habrían tenido esos desó¡denes. No
habrÍan tenido los disturbios políticos. El Presidente
no habría cometido los errores que hizo. De hecho,
hago a la Iglesia responsable por sus errores".
Comencé a llorar y a clamar: "¡Oh, Dios!".
"SÍ" dijo: "Te hago responsable a ti y a la Igle-
sia".
Luego agregó: "Cuando le digas eso a algunos de
los Cristianos, se reirán. Pero cuando estén de pie,
ante mi estrado de juicio y reciban 1a condenación,
El Añ¿ d¿ ld O.ú:inn

en lugar del hombre que entonces era el Presidente,


no rei¡án".
"Si los Cristianos hubieran hecho lo que les
ordené hacer en Ia Biblia * si hubiesen orado por
los dirigentes de su nación - habrían impedido la
obra de los espíritus malignos".
Después continuó: "Cosas semejantes - no las
mismas cosas - sino cosas semejantes están próxi-
mas a suceder de nuevo. Si ustedes no oran, ellas
sucederán. No voy a hacer que el Presidente sea el
responsable por Ia nación; voy a hacer
responsables a los Cristianos de la nación".
A¡ora bien, permítanme explicar algo - ustedes
tienen que saber cómo interpretar estas cosas. Vi a
aquellas tres criaturas sali¡ del Océano Atlántico.
Pero eso no significa que ellas se levantan del
océano. Desde Génesis hasta Apocalipsis "mares" y
"aguas" se refieren a multitudes de personas. De
las multitudes de personas, estas cosas se levan-
tarán. Los pecadores están dominados por el
diablo; se hallan en su reino.
Jesús dijo: "Allí se levantarán, a menos que los
Cristianos oren, no con el mismo propósito por el
cual los otros motines vinieron pero habrá motines,
tu¡iultos, y disturbios a través de toda la nación'.
-Segundo, algo está a punto de ocurrirle al
P¡esidente que no le debeúa suceder , y no tendrá
-'l-sar si ustedes oran".
O¡&do por su nación 189

"Tercero, algo esrá próximo a acontecer de


nuevo que traerá problemas adicionales al esce-
nario económico. a la estructu¡a fina¡cie¡a".
'Pero ustedes pueden detener 1ds fres cosas.
Ustedes pueden detener el tra-rrorno en la estruc-
tura social. L-stedes pueden para¡ ia p€rru¡bación
y la actiyidad del üablo en la escena política. Iist-
edes pueden impedir que el diablo ilesbarate la
escena ñnanciera de su nación".
"Ustedes pueden cambiar las tres cosas medi-
ante la oración intercesora. Ese es uno de los
propósitos prircipales de las clases que vas a ini-
ciar en el otoño".

Lo Primero, Primero
Dios nos dio instrucciones específicas para
poner lo primero, primero.
'Si, pero"; me han dicho personas; "le diré,
mientras los Demócratas estén adentio, nada va a
salir bien". Otrós añrman; "Mientras los Republi-
canos estén adentro...".
Si lo primero para usted es la mentalidad par-
tidaria, nunca signiñcará mucho como Cristiano.
Loe Cristianos deben poner primero lo primero.
La Palab¡a dice: "Erhorto cttute todo f...1" (1 T'i.
2:1).
a-.: E: \tu d¿ ld Ora.ión

,-{¡r€ todolA¡¡es que ore por sus hijos, antes


que o¡e por mí, antes que ore por ru:sled., "(...)Atute
r.Jdo. a que se hagan togdtiuas, ordciones, peti-
ciones ,'' acciones d,e grcrcicls, por tod,os ¿os hombres;
por los reyes y por todos los que están en emínen-
cia¡...f (7T\.2:1-2\.
Así que desearíamos saber quiénes son *toclos
los hombres"; pues díce: "por los reyes y por todos
los que estón en eminencia(...)" (y. 2).
Ante todo, tenemos que orar por nuestros
líderes - por todos aquellos que están en autoridad
en el gobierno nacional, estatal o provincial, y
hacia abajo hasta los gobiernos de las ciudades.
¿Por qué? Continúen leyendo.,,
"(...) para que uiuamos quieta y reposadament¿
en tod.o pied,ad y honestidadl.. )" (v 2). Para que
.

"nosot¡os" como Cristianos podamos llevar una


vida reposada y hanqüla. Dios está intereEa¿lo en
nosotro§.
Todos aquellos gobernantes y líderes por
quienes Pablo los instituyó a orar, no eran nacidos
de nuevo.
¿Bendecirá Dios a los líderes aunque no sean
salvos?
¡CiertamentelEl EspÍritu de Dios no nos diri-
giría a orar por algo que no podamos tener. Eso
selÍa estúpido.
Orando por su nación 191

¿Por qué los bendecirá? Por un lado El está


interesado en nosotros.
"Porque esto es buzno y agradnble delante de Dios
nuestro Sah¡ador" (1 Ti. 2:3). Es bueno ¡z agradable
ante los ojos Dios nuestro Salvador que oremos
primero que todo por todos los que esián en autori-
dad. Es bueno y agradable a ios ojos de Dios nuestro
Salvador que llevemos una vida qüeta y tranquila.
"Él cual quiere que todos los hombres sean
saluos y üengan al conocimiento d,el la oerdad,' (v,
4). Cuando hay guerra - cuando hay trastornos,
cuando hay disturbios - es dificil extende¡ el Evan-
gelio, Pero cuando hay paz - cuando hay tranquili-
dad - entonces somos libres para ir y propagar el
Evangelio.
No es exhaño que el diablo quiera atacar a los
Estados Unidos, por ejemplo. Usted puede ir
alrededor del mundo y encontrará que 90% de toda
la obra misionera se hace desde los EE.IfU. Si el
diablo pudiera paralizarnos, poilía parar el flujo
de las bendiciones de Dios.

¡Pero, alabado sea el Señor, él no puede hacerlo!


¿Cómo se nos dice que oremos por aquellos que
están en autoridad?
"1...) rogol¡uqs, oraciones, pptictones y acciones
de gracías(...)" (1T\. 2:7).
; .1:'¿ .ie lo Oñciot

Teoemos ejemplos en la Escritura de aquellos


quienes exitosamente oraron por ciudades y
DacioDes.
Iin ejemplo Bíblico como ta1 es Abraham quien
oró por dos ciudades - Sodoma y Gomorra. Lea ese
relato en Génesis capítulo 18.
El Señor dijo: '(...) ¿Encubriré yo a Abraha¡n lo
que ooy a hacer?" (v.17).
Él no destruiria esas malva¿Las ciudades sin
comunicarlo a Su amigo del pacto de sangre.
Abraham estaba apoyándose en sus derechos
del pacto de sangre, cuando respondió al Señor:
"(...)¿Destruirds también al justo con el impío?;
Quizó. haya cincuenta justos dentro de la ciuclad:
¿d,estruird,s también y no perdonaras al Lugar por
amor a los cincuenta justos que estén dentro d,e él?
Lejos d,e ti el hacer tal, que hagds morir aL justo con
el impío, y que seo el justo tratdd.o como el i¡npío;
nunca tdl hagas. El Juez de toda ld tierra, ¿no hd
d.e hacer lo que es justo?"
,vv.2ts-25).

EI Señor le dijo: "Sl hallare en Sod,oma cin-


cuentd justos d,entro de la ciuclad, perdonaré a tod.o
ese lug.lt por AMOR A ELLOS ' &.26).
Recordemos lo que dice P¡imera a Timoteo 2:2:
'(...)para que uiuamos quieta ! reposad,amente(,,,)",
Dios dijo que perdonaría a toda la ciudad por
amor a los 50 justos.
O¡ando por su ná.ión 193

Abraham conti¡uó bajando el número hasta que


le dijo al Señor: -,..., quízás se hallardn allí
diez(...)" (Gn. 78:32 '.
Y el Señor dijo: -,... -\-o ¡d destruiré,...1 por
amor a los diez' t¡. 32 '.
Consideren los terribles pecados que habÍa en
Sodoma - a pesar de iodo. Dios üjo que perdona¡ía
el lugar entero por amor a diez.
Sabe usted, este viejo mundo ya habrÍa sido
destruido si no fuese por nosotros, los Cristianos.
Jesús dijo: "Vosotros sois la sal d,e la ti¿rra(,,,)" (Mt,
5:13).
Soy Io suñcientemente viejo para recordar antes
que tuviéramos refrigeradores eléctricos. Mi abuelo
mataba cerdos y ponía sa1 en la carne para preser-
varla.
Este mundo es bastante malo - pero si no fuera
por nosotros los C¡istianos, ciertamente estaría
podrido.
Dios le dijo a Abraham que perdonarÍa las ciu-
dades por el amor hacia diez justos. Hay más de
üez personasjustas en América hoy.
Algunos dicen: "Nos vamos a arminar".
¡No; no nos vamos!
No escuchen tal forma de hablar.
191 El Art tl. la Omeiñt

Creo que en América hay personas hoy que,


como Abraham, tomarán su sitio en la oración.
Abraham no se sentó por todas partes y habló
sobre cuán malvados eran ellos y cómo se iban a ir
alL]:lfr.erno. ¡Él ínterced,ió a su fauor!
Si ocupamos nuestros puestos, podremos cam-
biar las cosas.
iTenemos un mejor pacto basado en mejores
promesas!
Estaba en la casa de un minisho del Evangelio
cuyo hijo de cuatro años se comportó tan mal que
me hizo avergonzar y aun hizo avergonzar a mi
hijo, quien también tenÍa 4 años. Ken me comentó
en el momento en que nos subimos al carro: "Ese
niñito es terrible, ¿no es cierto?".
Le hablaba horrorosamente a su padre. Cuando
su padre lo tomó en sus brazos mimándolo un poco
para calmarlo, el niño le abofeteó sus mejitlas y le
dijo: "Viejo mentiroso. Todo 1o que estás diclendo,
no es cierto. 1\¡ e¡es un mentiroso"
Este pastor - Evangelio Completo, lleno del
Espíritu - me dijo: "Bien, usted sabe, la Biblia dice
que en los últimos tiempos, los hijos desobedecerán
a los padres",
-Sí- le dije: "las Escrituras también dicen que el
a¡oor de muchos se enfriará, pero eso no quiere decir
OE¡do por su nación 195

que mi amor se deba enfriar. Ni tampoco significa


que mis hijos varr a ser desobedientes a sus pa¿lres".
Usted puede sentarse en cualquier parte y
decir: "Bueno, la Biblia añrma que hombres malos
y perversos serán peores y peores. engañando y
siendo engañados. Todo esto se va hundiendo. El
amor de muchos se enfuiará", y si usted permanece
en ese lado, uste¿l se enfriará. El diablo se apode-
rará de usted y de todos sus hijos.
Pero, usted no tiene que pensar de esa manera.
Despierten y dense cuenta quiénes son en
Cristo. ¡Las puertas del infierno no prevalecerán
contra la lglesia! Jesús es Ia Cabeza de la Iglesia -
no Sataná§. Jesús es mayor que el diablo. De
hecho, ya 1o ha derrotado. Él se levantó victorioso
sobre el - y Su üctoria es mi rictoria.
Piensen de acuerdo con la Palabra de Dios y
dense cuenta que sin importar la situación, pode-
mos hacer algo al respecto.

EZEQUIEL 22:30,31
30 Y busqué eotre eltos honbre que hicieee
vallado y que se pusiese en la brecha delante de
ñi, a lavor de la tierra, para que yo no la
destruy€sei y úo lo hallé.
31 Por taato, de¡ramé sobre ellos ñi irat con el
ardor de rni ira los co¡sumí; hice volver el camino
de elloe sobre su propia cabeza . . . .
196 EI Art¿ d? lo Ord.hn

Este es Dios hablando. Abraham intercedió por


dos ciudades. Aquí Dios está hablando de toda una
nación. Si El hubiera poilido encontrar a IJN hom-
bre que se hubiese puesto en 1a brecha, que
hubiera intercedido en favor de la nación, el juicio
no habrÍa venido.
"Bueno* alguien me podría preguntar; "si Dios
en realidad quería perdonar la tierra, ¿por qué
simplemelte no obró y lo hizo de todos modos? ¿No
es Dios, El? Si esa es Su voluntad, ¿Por qué El no
obra -"- Io hace?".
Regresen a Primera a Timoteo 2:4. Allí dice que
Dios quiere que todos los hombres vengan a1
conocimiento de la rerdad.
¿Por qué no simplemente EI sigue adelante y
los hace nacer a todos de nuevo? Si puede hacer
cualquier cosa que quiere hacer. ¿Por qué no lo
hace? ¿Por qué El espera que alguien interceda?
Discutimos esto en detalle en el Capítulo Uno:
'¿Por qué orar?".
Satanás se convirtió en el dios de este mundo
hasta que el arrendamiento de Ad¡ln caduque. El no
es mi dios - no soy de este mundo. Sin embargo, él
es responsable por las guerras entre naciones, los
asesinatos, la violencia que es hecha en el mundo,
Dios no quebrantará Su propia Palabra. Le
entregó la posesión a Adán. Adán se la dio al diablo.
Orando por su nación 197

Está venciéndose. Pero hasta ese momento, Dios


sólo puede inten'eni¡ a medida que los Cristianos
busquen Su rostro ¡- le pidan que se mueva.
La autoridad de Satanás sobre asuntos en la
tierra solamente puede ser lencida en la medida
en que los Cristianos oren en faso¡ de su país. Dios
está anhelando que ho¡- algrrien haga vallado y se
pongí en la brecha delante de El en favo¡ de la
tierra.
La oración puede ser ofrecida en su propia
lengua. También puede ser ofrecida en otras
lenguas, a medida que el Espíritu Santo le ayuda.
Pida al Espíritu Santo que lo ay]ud.e y continúe
orando-
Aquí es donde algunas personas fallan. No oyen
todo lo que usted enseña, captan un pedacito y se
alejan corriendo con é1. Hay algunas cosas por las
que usied puede hacer la o¡ación de fe y usted
hace una oración, y ese es el ñn del asunto. No
tiene que orar más; sólo agradece a Dios por la
respuesta. Usted puede hacer eso por salvación,
por eI bautismo del Espíritu Santo, por sarridad -
por cualquier cosa que Dios prometió ahora mismo.
Pero hay otras cosas por las que usted no puede
hacer la oración de fe. Una de e1las es este asunto
de orar por nuestra nación. Usted debe continua.r
orando por los líderes de su nación.
Capítulo 25
Excesos
En la Biblia, particularmente en los tiempos del
Antiguo Testamento. las personas eratr apartadas o
consagradas para un oficio sagrado. mediante la
unción con aceite. El aceite era rm tipo del Espíritu
Santo. El Espíritu Santo venía sob¡e hombres y
mujeres, para ulgirlos a fin de establecerlos en un
oficio particular. En el Nuevo Testamento, Dios
todavía está ungiendo a Su pueblo. \o todos en el
Cuerpo de Cristo son llamados y ungidos por Dios
para uno de los dones del ministerio quÍntuple.
Pero cada Cristiano es llamado ¡'rmgido de Dios
para reinar y gobernar como rey !' sacerdote en
esta üda.

APOCAI,IPSIS ¡S
6 y fDiosl ¡os hizo reyes y sacerdot¿s pá¡a Dios,
Eu Pad¡e; a él sea gloria € imperio po¡ los siglos d€
los siglos. Amén.

APOCALIPSIS 5:r0
10 Y lJesúsl ros hG hecho para nuestro Dios reyes
y sacerdotB, y rei¡¡mmos sobre la tieña-

Cuando usted piensa en sacerdotes, inmediata-


mente piensa acerca de un mediador. EI sacerdote
199
E¡ \.íe de ld Otacian

es u¡ 'intermediario"; uno que ora a Dios en favor


del pueblo, y allí es donde entramos en escena hoy.
Debemos entrar en la P¡esencia de Dios por
quienes están impedidos para ir a Dios, o aquellos
que no saben que pueden ir a Dios por sí mismos.
Debemos recordar que el diablo tiene éxito en la
ignorancia. Ignorantes de la Palabra de Dios,
algunos Cristianos caen en el error del orgullo
espiritual, pensando: 'Somos una clase especial de
personari. Tenemos un ministerío etpecial, y un lla-
mado especial; nadie es como ¿oso¿ros". Eso es
exactamente lo que quiere el diablo. Eso es en lo
que él pecó. Lucifer se lesantó en orgullo. En vez
de elevarnos por eso, necesitamos tomar la actitud:
"Gracias Dios, somos todos ungidos para ser sacer-
dotes; ¡vamos tras ellol'.

1 PEDRO 2:5,9
5 vosotros tambié[' coEo pied¡ás vivss, sed edi-
ñcados como casa espiritual y sacerdocio Éanto
t¡3omos todos nosot¡osr todo el Cuerpo de Cristo!],
pala ofrece¡ sacriñcios espirituales aceptables a
Dios po¡ medio de Jesucristo . . . .
9 Mas vcotros sois üa4e escogido, resr scerdo-
cio, nacióD sa¡ta, pueblo adquirido po¡ Dios, ps¡E
qu€ aúuúciéis las virtudes de aquel que os llarnó
de las tiniet las a su luz adEirable.

Vean ustedes cuán lejos la gente puede


desviarse en algunos de estos temas. En realidad,
I

201

la oración no es un lLamado especial - cada uno en


el Cuerpo de Cri:to debe orar porque Dios nos ha
ungido a cada uno de Do-:ouaos para ser sacerdotes
ante nuestro Dios. Todo e. Cuerpo de Cristo ha sido
llamado de las riniebla¡ a la 1uz ¡ e-. parte de este
sacerdocio ¡eal. no sólo uro: poco: e:cogidos.
Algunos han respondido más rápidamente a1
Espíritu Santo ¡ han entrado en ello más que
otros, pe¡o la oración le pertenece a todo Cristiano
nacido de nuevo.
Debido a que las personas piensan que tie[en un
llamado especial, creen que deben actuar. Asi que
procuran hacer algo en la came en lugar de esperar
en la r¡nción. La gente cae en error, cuando las cosas
esptituales se toman fuera de su contexto. Algunos
van por todas partes y dicen que ejercen en el "ofrcio
del intercesor". Dicen que este "ofrcio" 1os pone en el
mismo nivel que el minisho o el pastor ¡así que eso
1es da el derecho de decirle al pastor qué debe hacer!
En primer lugar, no hay tal cosa como "ofrcio" de
intercesor. Encontramos los oñcios quíntuples o
dones ministeriales que Dios estableció en la iglesia,
mencionados en Efesios 4:11,12:

EFESIOS 4:rr,12
11 Y él mismo corstituyó a uno6, apóBtoles; a
ot¡os, profetasj a otros, evangelistasi a otros, pas-
to¡es y maestros,
202 El Atte de Ld Otdción

12 a ñn de perfeccionar a los smtos para la obra


del ministerio, para ls edilicació¡ del cuerpo de
Cristo.

Con facilidad podemos ver que 1a oración no se


menciona aquÍ en Efesios. Eso es porque la oración
no es un don ministerial. Necesitamos mantener las
cosas espirituales en su lugar correcto, y no sacarlas
de lugar. También, necesitamos acla¡ar lo que quer-
emos dar a entender cuando decimos que la oración
es un ministerio. Si estamos usando la
palabra "ministerio" en un sentido general, eso es
u¡ra cosa. Hablando generalmente, todo lo que usted
hace para Dios es un ministerio. En ese caso, la
oración puede ser considerada como u¡ ministerio,
tal como todo 1o que hacemos para Dios es un minis-
terio - un servicio - para Dios. Pe¡o si estamos
hablando específicamente, usando la palabra
"ministerio" como uno de los dones del ministerio
quÍntuple dados a la Iglesia, entonces, no; la oración
no es un ministerio. Orar no es un don minist€rial.

1 CORINTIOS 1228
28 Y a uo6 puso Dios €n la iglesia, pri¡nerame¡te
apóstole§, lúego profetas, lo tercero ma€stros,
luego los que haceD milagros, de6pués los que
5anan, los que avt DAN, los que admiristran, los
que tietreD don de lenguas.

Si estamos usa¡do "ministerio" en un sentido gen-


eral. entonces la oración tendría que venir bajo el
203

ministerio de a¡r.rdas. Los santos no son perfecciona-


dos por medio de la oración. Sí: podemos orar por las
personas, al.udarlas ¡ bendecirlas. pero eso no las
perfecciona. Efesios 1:11-12 dice que 1os oficios de
apóstol, profeta. er-algeiisia. ¡asior t maestro son
para el perfeccionamienr,s rie io-. sanro-.. Si -.e
requiriera 1a oración para perfrrionar a los sa¡tos- 1a
Biblia había mencionado la oración o el ora¡ como u¡
don ministerial. No, la oración ayrrda a la gente.
En segundo lugar, el ministerio de ayudas no
está en el mismo nivel que los dones del ministe¡io
quíntuple. EI ministerio de a¡'udas incluye todo 1o
que auxilia o asiste a aquellos en el ministerio
qurntuple para [unc¡onar como deberian.

Intercesión Con Gemidos


ROMANOS 8:26
26 Y ¿e igual Eanera el Espí¡iiu nos ayuda en
nuest¡a debiüdad; pues qué hemos de pedir como
corviene, ro lo sabemos, pe¡o el Espíritu Dismo
intercede po¡ nosot¡os coÍ gemidos indecible§,

Otro exceso que se ha levantado en la oración es


el punto de los gemidos. Muchas veces las personas
tratan de efectuar las cosas espirituales en lo natu-
ral y en la carne. Dios unge a su pueblo para que
lleve a cabo su voluntad y sus propósitos, pero
cuando la gente se deja dominar por la carne,
El Arte ¿e la Otucion

entran en problemas. Una cosa es gemir bajo la


unción de1 Espíritu Santo, pero por otra pade,
usted puede gemir todo lo que quiera en la carne,
mas sin la unción, usted no va a producir nada.
Cuando el Espíritu Santo lo mueva a orar con
"gemidos indecibles", ¡habrá resultadosl El
problema es que la gente está tratando de remedar
e imitar al Espíritu Santo, y caen en el error.

Preguntas Y Respuestas
§gr.:los har preguntado: "¿Es posible gemir en
el Espíritu. como un acto de la voluntad?". No hay
ningrir paiaje Brb'co e, cu¿¡ro a gemir como un
acto de la r-oluntad. La Biblia üce: "(...) el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos"
(Ro.8:26). Algunas veces, las personas simplemente
gimen en 1o natural porque esián cargados, y no es
de ninguna manera el Espí¡itu Santo. Pero es otra
cosa cuando el Espíritu toma el control. He hallado
que alabar y adorar a Dios muchas veces conduce a
este reino donde el Espiritu de Dios comienza a
asumir o a tomar para sí la tarea junto con su
espíritu en gemidos. Pero usted simplemente no lo
puede hacer por sí mismo - ese es el punto que
estoy tratando de resaltarles.
Algrrnas personas preguntan: ¿Puede una per-
sona tener dolores de pafto como un acto de la vol-
u¡tad?
205

Pablo dijo en Gálatas 4:19: "Hijitos míos, por


quienes vuelvo a sulii¡ doiores de parto, hasta que
Cristo sea formado en losotros'. Pablo usa el
mismo término como el de una mujer con dolores
de parto para dar a luz un niño. ¿Puede una mujer
tener dolores de parto para da¡ a hlz como u¡ acto
de su voluntad? ¡No! Si no hay ningrin bebé por
nace¡ ella podría hatar de tener dolores de parto,
pero nada vendría de eso. El Espíritu de Dios nos
lrae a dolores de parro. porqr" Él sabe que hay
algo allí para hacer nacer. Por ejemplo, algunas
personas son salvas porque oyen 1a Palab¡a de
Dios y la creen. Pero hay otros que nunca serán
salvos, a menos que alguien entre en dolores de
parto por ellos. No sabemos quiénes son; solamente
el Espíritu de Dios 1o sabe.
¿Puede usted tener dolores de parto para dar a
luz en cualquier momento que usted quiera?
Bueno, ¿podría una mujer dar a luz un bebé en
cualquier tiempo que ella desee? No: debe esta¡
embarazada primero. ¿Pueden desatarse dolores de
parto sobre las personas mediante la imposición de
manos? No, eso es imponer manos vacías sobre
cabezas vacías. ¿Es el gemir más efectivo que e1
orar en lenguas? Ciertamente no. Mucho de lo que
hacemos, si no somos cuidadosos, ¡es en la carne! Y
algunas veces es una mezcla de la carne y e1
Espíritu.
El he de la On.¡óh

Por supuesto usted puede avivarse a orar en


coalqüer úomento. Y hay veces en que 1a oración
leqüere un esfueizo extenuante. Yo me he avivado
para buscar a Dios, y luego el EspÍritu Santo
asumió o tomó la tarea para sí conmigo. Y tenemos
una base escñtural para esto porque la Palabra de
Dios dice: "(...) avives el fuego del don de Dios que
está en ti(...)" (2 Timoteo 1:6).
),iecesitamos recordar que requerimos de todas
las clases de oración, y no tan só1o una clase. No
me malinterprete; gracias a Dios por la intercesión.
Pero la Biblia dice: "orando en todo tiempo con
toda oración y súplica(... t" (Efesios 6:18), o como
u¡a traducción expresa: "(... ) Orando con todas las
clases de oración (...)". Así que necesitamos todas
las clases de oración. Aprendamos a ser sensibles
al Espíritu Santo, y a ver por cuál camino se está
moviendo en el momento y qué dirección quiere
tomar. Luego, ¡simplemente sÍgámoslol
Capítulo 26
Reuitsiend.o el arte
El arte de Ia oración, que incluJ'e la intercesión
y la súplica, virtualmente ha sido perdido en la
Iglesia. Ios primeros Pentecostales sabíal algo al
respecto. Los Pentecostales de la segunda
generación supieron un poco al respecto. Y los Pen-
tecostales de te¡cera generación no saben casi nada
al respecto.
Pero para que Dios cumpla Io que desea
realiza¡ en los '90s el arte de la oración tendrá que
ser reviüdo.
Al principio, cuando recibí el bautismo en el
Espíritu Santo y me pasé a los pentecostales,
acepté el pastorado de una iglesita del Evangelio
Completo en Ia tiena negra de la región central del
Norte de Texas. La ma¡'or parce de la congregación
eran agdcultores.
En el otoño del alo en que cosechaban algodón,
suspendimos todos los senicios. con excepción del
sábado en la noche, domingo en la mañana y
domingo en Ia noche. Los domingos en la ta¡de
traíamos algo para comer y nos reunÍamos en la
casa de alguien para comer juntos.
Este domingo particular nos congregamos en el
hogar de mi futura esposa. A1lÍ estaba una
207
208 El Arte de la Oracion

adorable dama. Había oído de eIIa pero nunca la


había saludado. Todos Ia llamaban Madre Howard.
Se referían a ella como "una madre en Israel".
Comió. Pero tan pronto como terminamos de
comer, y estábamos charlando, pidió que Ie dieran
un cuarto donde pudiera retirarse a solas. Se
arrodilló sobre el mismísimo suelo (Sabía que a
veces ponía un periódico en eI piso y descansaba la
cabeza en él mientras oraba toda la tarde del
domingo, sin moverse).
Era viuda. TenÍa su propia casa en una comu-
nidad vecina. Un pastor a quien conocí vivía al
lado de su casa con su esposa e hijo.
El me contó: "Ella hace de Ia oración una ocu-
pación. Se levanta a las 4 a.m. Cada mañana ora de
4 a 8. Luego, cocina algo para comer. Después de
eso invierte otras dos horas orando. Toma un
almuerzo ligero, luego pasa a nuestro lado de la
casa s nos visita por un rato. A eso de las 2 o 3 de Ia
tarde regresa a la oración. A veces ora hasta Ia
medianoche. Si la carga está allí, ora toda la noche".
Había nacido de nuevo hacia muchos años en
Dallas. Luego ella y su familia se habían
trasladado a un pueblo donde no había iglesia del
Evangelio Completo. De hecho, no había iglesia del
Evangelio Completo en ninguna ciudad o pueblo de
los alrededores.
20s

Uno por uno, pueblo por pueblo, ciudad por ciu-


dad ella los tomó y oró hasta que una iglesia era
construída allí. Luego tomaba el pueblo siguiente,
y oraba hasta que otra iglesia era construida alli.
La Madre Howard, esa ancia¡ita. esa hermosa
sa¡ta de Dios, oró por una iglesia en cada pueblo,
en cada aldea, en cada rincón del Norte de Texas.
He pensado en cómo podrá ser cuando todos
lleguemos al cielo y las recompensas sean entre-
gadas. Los pastores que edificaron las iglesias
estarán listos para salir al frente ¡- recibir su
recompensa, ¡pero Jesús va a llamar a la Madre
Howard allÍ!
¡EI suyo fue el trabajo que logró hacer Ia ob¡a!
Nadie la vio. DifÍcilmente supieron que ella existía.
Pero no gastó ociosamente su liempo visitando y
charlando las tardes de los domingos. Estaba en su
labor. Literalmente dio su r-'rda por 1os demás.
Eso es lo que hizo Jesús. Y Él está Ilamando a
aquellos que se entreguen a si mismos hoy a Ia
oración.
La Oración del pecador
para recibü a Jesús
cono Salwador
-A¡aito Pailre Celesti¿I,
vengo a ii enel Noñbrc de Jesús.
1\ Parabú dice: "..r ¿l qu¿ ¿ mí uie e, na lo echa frpru" lJún 6:31).
A¡i que yo 3é que no ñe echarás fuer¿,
sino que me recibe8, y te aeradez@ lol ello

Tu üjiste en Tu Pala¡ra: '...que si co¡rfesarcs con tu baca qu. Jesús.s El


Señ¡r, ! creleres en tu corazón que Dias le lerontó.L los ñ@¡rú, SERAS
sAlvo_..
Paryue tarl¡ aquel que inu..are e¡ hóhbre d,l Señor, seró s¿luú" (R.. 10:9,13).

Creo que El fue levurádo de 1a Duert€ pm ni jGti6cación.


Estoy invo.ddo Su Nombre
- €1ñomb¡e de Jesús ásí que sé, Pádre, que
me salvas a¡on nisDo.

Tu Palab.a dice: '..oa.r .o¡d.óh s¿ .r¿¿ pd/d.jlsricia, pero cot Ld boca se


confi$d pdrd idludción' (Ro. 10:L0).
isi creo con mi coruón y onfieso a Jesús ahorá.oño mi Senor Por lo tanto
Sobre el Autor

El ministerio de Ken¡eth E. Hagin ha abarcado


mas de 60 años desde que Dios le sanó milagrosa-
mente de un corazón deformado y de una enfer-
medad incurable en la sangre a la edad de 17 años.
Hoy en día el alcance de los ministe¡ios de Ken-
neth Hagin es mundial. El programa de radio,
"Faith Seminar of the Air" , Seminario de Fe al
Ai¡e), es oído de costa a costa en los Estados
Unidos y alcanza más de 100 naciones. Otros
alcances incluyen: The \lbrd of Foith La Palabra
de Fe), una revista mensual gratuita en inglés;
Seminarios del Espíritu Santo llelados a cabo a
través de todos los Estados L-nidos: RHEMA
Correspondence Bible School rElcuela Bíblica por
Correspondencia RHEMA); RHEIL{ Bible Tlain-
ing Center (Centro de Entrenamiento Bíblico
RHEMA), RHEMA Alumni -\ssociarion rAsociación
de Ex-alumnos de RHEILA. . RHIIL{ Ministerial
Association International, Asociación Ministerial
lnternacional RHEIL{ : 1 un ministerio de pri-
siones.
Algo irnprescindible para toda
iglesia y gflrpo de oración
I a.te de la oración, conocido por
los p mercs PentecosLalas, vfu-
tualmente se ha perdido durantc los
últimos años. Sin embargo, para que
Dios lleve a cabo lo que El des€a, el
vedadero arte de la omción debe ser
reviüdo en la Ielesia.
El libm de Kenneth E. Hagin, Zl
Art¡. ¡l.p l.o O¡¿.tiz. muestra cómo
puedc ser hecho esto y refleja el mate-
rial nüevo y actualizado del Rev.
HaFn sobre este tema. El Rcv. Hagin
anota: "C¡eemos que Dios va a utilizar este libro para levantar y
Fntreñal un gran numpro de p"r.,,ra" quc sepan ñm. ^rrr y que
esta¡án a la vanguardia de la ob¡a dcl Señor en estos últimos días"
Este texto es imprescindible para toda iglesia y para todo grupo de
oración.
Los capÍtulos en esta importante guía sobre el afte perdido de la
oración, cubren temas como: Oracióü por su pahia, intercesjón por
los perüdos, oración por liberación, gemidos en el Espíritu, a)'uüo y
ora, roD por aquellos que csr¿n
"n p"t¡do.
En este libro usted dcscubdrá:
. Los varios tipos de oración
. La difercncia entrc la súplica y la intercesión
. ¿Qué significa orar en el Espíoritu?
. Cómo interceder por los inconvemos

@ 92 761344
ISIIN 0 a9276 lta 5

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