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180 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO
LA BRECHA . 181
Fracción del PNB mundial, 1700-1890
Fracción del producto industrial mundial, 1750-1900
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182 x LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO LA BRECHA
' nes por las cuales no sólo China e india, sino tambien la mayor par—
Población de India, China y Eumpa, 1400-2000
te del resto de Asia, África y América Latina, se empobrecieron
1400... , .4 _. m Mi A. . em.
cada vez más en relacidn con Europa y Estados Unidos en el trans-
------ Europa
curso del siglo XIX.
En este capítulo también veremos de qué manera el opio, las ar-
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1200- India
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1000* mas de fuego, las hambrunas provocadas por el fenómeno natural
de El Niño y las nuevas tecnologías industriales favorecieron las
empresas coloniales europeas, especialmente las relativas al ferro—
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184 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO LA BRECHA 185
y
za y poder para algunas naciones sino para algunos de sus naciona» opio estaba impulsada por las necesidades de cuarenta millones de
les: los propietarios de los nuevos medios de producción. Por otro consumidores adictos, no por las necesidades del estado para sa—
lado, a los mineros y los obreros de las fábricas, la industria les near su economía. En cualquier caso, la demanda de opio en China
ofrecía nuevos empleos, pero también nuevas formas de trabajo, durante el siglo XIX estimuló la actividad económica mundial.
experiencias urbanas y formas de pobreza. Las mujeres y los niños Pese a la derrota que infligieron los británicos a China en la pri‘
pasaron a formar una parte importante de la nueva fuerza de trabajo mera guerra del opio (1839—1842), Gran Bretaña no forzó a China a
industrial, sobre todo en la industria textil, pero también en las mi- legalizar la venta y la distribución de opio. No obstante, la nueva
nas de carbón: fuera de sus casas aquellas mujeres se situaron en un posesión colonial británica, Hong Kong, le brindó una oportuna
escenario histórico donde sus voces podían oírse con más claridad; base de operaciones libre del acoso de los chinos. Durante las dos
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LA BRECHA 187
5.1 El mundo entorno a 1900
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LA BRECHA . 189
fue perdiendo su posición central porque
los navíos británicos y es”
tadounidenses comenzaron a comerciar que si bien los chinos tienen una parte de responsabilidad
directamente en los puertos mitir que la plaga de la droga cayera
por per—
chinos abiertos al mercado. A medida sobre ellos, fueron los cañones
que se desarrollaron nuevas británicos los que abrieron las puertas
fuentes de opio en India y también allí a la droga; después China e
se abrieron mercados, los CO- India adoptaron
merciantes sus prOpios y peculiares papeles
persas, indios y chinos fueron en la economia
entrando en el negocio, global como productOres y consumidores
En la década de 1870, los propios de opio.
chinos comenzaron a cultivar la
adormidera y a manufacturar opio,
sobre todo en las provincias del
interior que con anterioridad se habian
mantenido mal conectadas India
con el floreciente comercio de las
zonas costeras. Curiosamente,
esta «sustitución de importaciones»
se produjo en muchos de los La mayor parte del Opío consumido
mismos lugares en que anteriormente en China provenía de lndia,
los campesinos chinos habian donde las políticas COIOniales británicas
decidido libremente cultivar algodón combinadas con la deman»
En muchos de estos lugares, da china de esa droga habían generado
el cultivo comercial de la adormidera una industria agrícola para
creció a expensas de las tie- la exportación. El opio producido
rras dedicadas a cultivos de alimentos, en India se convirtió en una de
de modo que los campesinos sus principales exportaciones en el
disponían entonces de mayores ingresos siglo XIX, en un proceso que for—
monetarios, pero a costa ma parte de una historia más amplia
de un riesgo mayor de que fallaran
sus suministros de alimentos.
de la transformación de India
de ser uno de los prinCipales centros
A finales de siglo XLX, en China entraba industriales del mundo en los
O se producía tanto opio siglos XVII y XVIII a SGI una economia
que el diez por ciento de su población, eminentemente agrícola a
unos cuarenta millones de mediados del Siglo XIX. De hecho,
personas, eran consumidores, y la mitad, la industria textil del algodón en
«fumadores empedemi- India estaba tan acabada en la década
dos». A principios del siglo XX, China de 1820 que todos los histoe
consumía el noventa y cinco, riadores hablan de un proceso de <<desindustrialización>>
por ciento de la Oferta mundial de de india.
opio, cuyos efectos sociales, eco— aunque continúen debatiendo sus causas.
nómicos y políticos fueron fáciles de predecir.5 ,
Prácticamente cada Como hemos tenido ocasión de observar
ciudad tenía su fumadero y la venta y
el uso del opio habían pene- en capítulos anterio—
res, los bienes de algodón producidOS
trado en la propia urdimbre de la vida en India gozaban de un mer—
diaria de los chinos. Aunque cado mundial, pues tanto africanos
el hábito de fumar opio habia comenzado como europeos e incluso escla-
en las élites, se convirtió vos americanos compraban y vestían
en un articulo de consumo más. De hecho, tejidos indios. A principios
ya bien entrado el siglo del siglo XVIII, como ya hemos visto, los
XX, el cultivo dela adormidera y el procesado británicos levantaron ba-
del opio en China rreras al comercio para impedir la entrada
continuaban proporcionando rentas a de los tejidos indios. És-
los gobiernos y una fuente de tos, sin embargo, encontraron otros
ingresos a los campesinos.6 ' mercados, de manera que los
distritos textiles de Bengala, Madrás y Otras
Después de examinar lo acaecido en India ciudades continuaron
y el proceso de indus- ocupados en la producción textil destinada
trialización en Europa, volveremos a considerar al mercado global. Pero
la gran importan— dos acontecimientos cambiaron este panorama.
cia que tuvo el consumo de opio en China ,
para la economía mun- En primer lugar, en 1757, la Compañía
dial de finales del siglo XIX. Por el momento, Británica de las Indias
baste con Observar Orientales (EIC) adquirió su primera
plaza colonial en Bengala y,
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c ¿ova unJUnl‘ínb un}. MUNDO MODERNO
LA BRECHA 191
,
en 1765, obtuvo del derecho
a recaudar impuestos en casi todas tratara!
las arte y los artesanos habían perdido su empleo. El huso de las muje-
tierras de Bengala. Este éxito inesperado
proporcionó a la compa— res ya casi nunca giraba en el suelo cubierto de algodón»_7
ñia privada EIC ingresos que utilizó
para incrementar sus compras En lugar de exportar bienes acabados, India comenzó a exportar
de textiles indios y para algo más ominoso:
armar y pagar su propio algodón en rama, primero a China y más tarde a an—
ejército de sepoys, indios alistados
en una tropa comandada por ofi— tiguos tejedores de algodón emigraron o cambiaron Inglaterra. Ipos
ciales británicos. La EIC se sirvió de de mu—
ese ejército para extender su chos se dedicaron a la agricultura y tuvieron que cultivarofrcro;
control a otras regiones de India. El algun pro—
caos politico en India, las ma- ducto que pudiera venderse, pues la Compañía Británica de las
niobras para hacerse con el poder de
sus príncipes, el poder incierto Indias Orientales (EIC) recaudaba impuestos en dinero, no en arroz
pero sin duda en declive del emperador
mogol y las ambiciones de o algodón. En consecuencia, tanto los nuevos
los príncipes guerreros hindúes crearon indios
un clima en el que las intri- como los antiguos cuitivaron productos de fácil campesinos
gas de la EIC, que actuaba respaldada comercro como el
por su ejército, hicieron que índigo, la caña de azúcar, el algodón y las adormideras
terminara dominando la mayor parte que se
de los territorios indios en la con
preparaba el opio. Así la «ruralización de India» ya se habia
década de 1830. Más guerras, costosas com-
y a gran escala, dieron a la pletado,
EIC el control de las regiones de , ,
Punjab y Sind —en 1947 consti— Quizá esta historia del declive de India hasta lo que
tuirían Pakistán“. A mediados
del siglo XIX, los británicos hoy'llama-
bían colonizado la India.
ya ha— ríamos un país tercermundista ———un pais que produce materias pri—
En segundo lugar, la revolución
mas para exportarlas y así poder importar bienes fabricados en el
industrial produjo una gran re« mundo «desarrollado», quedando de este modo atrapado en el «sub»
ducción de los costes de los
bienes fabricados en Gran
concretamente de los tejidos de algodón,
Bretaña, desarrollo»—— parezca una historia puramente «económica», pero
que nosólo comenzaron a no es así. Muy al contrario, fue un proceso planeado por Gran Breta—
ganar una cuota en el mercado mundial
a costa de los tejidos indios, ña, especialmente después de que el monopolio de la EIC sobre el
gracias a sus precios más bajos,
sino que la propia India se convirtió
en un importante mercado para bomercio en Asia fuera abolido en favor de los principios del libre
los tejidos de algodón británicos. mercado defendidos originariamente por Adam Smith en 1776 en su
Mientras que en el siglo XVIII los
aranceles británicos habian impe-
dido la entrada de los tejidos indios celebre obra La riqueza de las naciones;
en Inglaterra, la politica colo— En combinación con el concepto de «ventaja competitiva» que
nial británica en India eliminó las
barreras arancelarias contra los
tejidos debemos a David Ricardo, los principios de libre mercado y mini-
manufacturados en Gran Bretaña.
Con precios mas bajos, ma intervención del gobierno en la economía se utilizaron con el
las manufacturas textiles británicas
' inundaron el mercado indio. propósito de transformar india en un productor de alimentos y
Entre lSOO y l8 lO, la producción y
la exportación de tejidos de al— terias primas para la exportación. ina-
godón indio siguió cayendo mientras Abolidos los aranceles, obvra-
la importación de manufactu— mente el gobierno colonial no haria nada para proteger a los tejedo—
ras británicas a India crecía. En 1820,
millones de tejedores indios res de algodón ni para promover una politica de industrialización
habían perdido su trabajo, sus telares
habían quedado en silencio ique resultaría «excesiva» y competirïa con la industria británica
sus casas vacías: «En 1833, el proceso y
de “desindustiialización” de desde luego, los mercados «libres» se aseguran’an de que la India y,
Bengala había llegado bastante lejos. India
había perdido un gran enviase a Gran Bretaña alimentos y materias primas, y de que los
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indios comprasen productos industriales británicos. De hecho, des» extender su sistema índuStrial a un ritmo todavía más rápido. Como
de mediados del siglo XIX, India consumió de manera regular de un ya hemos visto para el caso de India, ei «libre mercado» global se
veintinco a un treinta y cinco por ciento de las exportaciones britá- convirtió en el programa de acción británico. Pero si la imposición
nicas.8 Los principios de «libre mercadoywaplicados por el gobierno de los principios de «libre mercado» habían contribuido a la tercer—
colonial empujaron a la India a convertirse en un país del Tercer mundialización de India, Gran Bretaña no pudo hacer lo mismo con
Mundo. Veremos más adelante en este capitulo de que modo esta otros paises europeos ni con su antigua colonia, Estados Unidos
situación, junto con los efectos de las sequías de El Niño, completó a El sistema europeo de estados, definido como estaba por la fre—
la transición de India a una nación del Tercer Mundo. cuencia de guerras entre estados europeos y, desde su independen-
Baste con decir aquí que la desindustrialización de India, unida cia, también Estados Unidos, impulsó la competitividad a fin de se—
a la demanda de opio en China, proporcionó a los británicos y a su guir el ejemplo de Gran Bretaña, especialmente en la búsqueda de
sistema capitalista global inmensos réditos. Tan grandes fueron los - nuevas posesiones coloniales. A medida quecrecr’a el imperio ul—
beneficios derivados del opio que se invirtieron los patrones de la tramarino británico, otros estados europeos intentaban desespera—
estructura entera del comercio mundial. De 1500 a 180€), los euro- damente mejorar sus ejércitos para competir en Asia, África y
peos habian logrado acceder al comercio asiático gracias a la plata América Latina. Por mucho que los británicos intentaron impedir la
del Nuevo Mundo que había fluido en grandes cantidades de India a transferencia ola exportación de sus tecnologías industriales, Fran-
China, pero el opio inclinó esa corriente en el sentido opuesto y la cia, Estados Unidos y Alemania pronto comenzaron a industriali—
plata terminó fluyendo hacia manos británicas. Sin el opio, sostiene zarse, Y en la segunda mitad del siglo XIX, otros dos países, Rusia y
el historiador Carl Trocki, «seguramente no habria existido un im— Japón iniciaron un rápido proceso de industrialización, motivado
perio británico».9 en gran medida por el deseo de mantener su independencia de los
países europeos occidentales. Si la industrialización de Gran Breta-
ña habia surgido en una Coyuntura de fuerzas que nadie podía haber
LA INDUSTRIALIZACIÓN EN OTROS LUGARES predicho. una vez se produjo, sus resultados podian ser facilmente
reproducidos. con una adecuada planificación, por gobiernos fuer—
Al ser el primer país en industrializarse y en aplicar los frutos de tes obligados a competir con Gran Bretaña y entre si. Así pues, sal—
la industrialización a sus ejércitos, Gran Bretaña se impuso como la vo contadas excepciones, el estado desempeñó un importante papel
nación más poderosa del mundo y, mientras mantuvo su liderazgo en la industrialización de otros países.
industrial, su poder militar también fue indiscutible. En 1830, Gran
Bretaña tenia de facto el monopoliode la producción industrial de
hierro. motores de vapor y textiles, del que se sirvió para vender sus Francm
productos en todo el planeta y construir el mayor imperio del mun—
do que, además de India, comprendía también Otras partes de Asia. Ya en los primeros estadios de la industrialización de Gran Bre—
Su posición suprema lO llevó a levantar las barreras arancelarias a. taña, el gobierno francés y otros gobiernos intentaron acceder al sa—
la importación de alimentos y otras materias primas con el fin de ber hacer industrial de Gran Bretaña robando información, chanta—
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194 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO
ferrocarril trans-
jeando a fabricantes o contratando a industriales británicos. De este eales de ferrocarriles, y cuarenta años después, el
la demanda de
modo comenzó Francia su industrialización de textiles, hierro y continental atravesaba toda la nación, de [manera que
guerra de Se—
hierro, acero y locomotoras de vapor fue enorme. La
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uo í Los ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO W
LA BRECHA 197
destrucción de la producción textil
alemana hacia la década de
1830. La unión de las aduanas en esa misma ticulos de lujo que consumía la nobleza rusa Rusia poseía también
década, seguida de la
abolición de la servidumbre en la década grandes recursos naturales (bosques, carbón, mineral de hierro) que
de 1840 y la construcción
de ferrocarriles en la década de 1850, proporcionaron atrajeron a inversores de EurOpa occidental; quienes los extraían
la unidad su—
ficiente para que comenzara la industrialización para venderlos a los países en proceso de industrialización. Pese a
de algunas áreas,
en particular el Vallejdel Ruhr, rico en tener un gran ejérCitO Y ser considerada una de las «potencias» de
carbón y hierro.
Al industrializarse más tarde que Gran Europa, debido a su tamaño y población, en el siglo XIX comenzaba
Bretaña, Francia y Esta—
dos Unidos, Alemania partía con una a adquirir características propias del Tercer Mundo:
desventaja competitiva y no exportaba ali-
pudo hacerlo siguiendo el mismo proceso mentos y materias primas, apenas contaba con industria e importa—
(es decir, de los produc—
tos textiles al hierro y el acero). Asi ba bienes manufacturados.
pues, tras su unificación, que“
tuvo lugar en 1870, Alemania centró sus Todo esto comenzó a cambiar en la década de l880, cuando el
esfuerzos en la industria
pesada (hierro y acero) para sustentar su Ministerio de Finanzas, encabezado enérgicamente desde 1892 por
programa nacional de fe—
rrocarriles y apoyar el crecimiento de el conde Serguéi Witte, inició un ambicioso programa de construc-
su ejército. El desarrollo del
proceso Bessemer para 1a producción de ción de ferrocarriles seguido de industria pesada (carbón, hierro,
acero, unido a las innova—
ciones introducidas en la gestión de negocios acero y petróleo). Rusia, que contaba con menos de mil doscientos
a gran escala promo-
vidas por la metalurgia Kmpp y la fabricación kilómetros de líneas férreas en 1860, en 1894 ya tenia treinta y tres
de armamento, proa
movieron una rápida industrialización mil seiscientos, y en 1900 casi alcanzó los cincuenta y ocho mil ki—
de Alemania en las décadas
de 1870 y 1880. Además, los alemanes lómetros, cuyas largas líneas se dirigían al este hacia Siberia. enla-
vincularon sus universida—
des a la investigación industrial, lo que zando esa vasta región y sus enormes recursos con las regiones más
dio como resultado nuevas
industrias químicas y eléctricas, la primera industrializadas y necesitadas de ellos del pais. Al igual que en Ale—
aplicación explícita de
la ciencia al desarrollo industrial. " mania y Franciafue el gobierno ruso, y no el capital privado, el que
desempeñó el papel principal en los primeros estadios de la indus-
trialización de Rusia, mediante la creación de bancos, la contrata-
Rusia ción de ingenieros extranjeros y la imposición de altas barreras
arancelarias a fin de proteger a su nueva industria de la competen-
En la lista de países europeos con mayores cia exterior.
obstáculos para in-
dustrializarse, Rusia iba a la cabeza. El conde Witte tenia muy claras sus razones para emprender la
Profundamentc rural, sus cama
pesinos habían sido siervos de los nobles rápida industrialización de Rusia: evitar relaciones de sesgo colo—
propietarios de la tierra
hasta que tuvo lugar su emancipación avprincipios nial con Europa occidental. '
de la década de
1860, proceso que condujo a una nueva
forma de sociedad rural en
la que los nobles todavía eran los dueños de Rusia es aún hoy un país esencialmente agricola. Paga sus Obli-
la tierra y los antiguos
siervos les pagaban rentas por trabajadas. gaciones con el extranjero exportando materias primas,
sobre todo
Durante siglos, Rusia ha-
bía exportado cereales a Europa occidental agrícolas y principalmente cereales, Satisface su demanda de bienes
y había importado ara
manufacturados importandolos del extranjero. Las relaciones
eco—
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W.»
A diferencia de Rusia, Japón apenas tenía los recursos naturales Esta estrategia Obtuvo sus buenos dividendos Su ejército fue lo
necesarios para una economía industrial, concretamente carbón y bastante fuerte como para derrotar a China en una guerra que tuvo
mineral de hierro. Además, a mediados del siglo XIX todavía seguía lugar de 1894 al 895 y, una década más tarde, a Rusia. Reconocien—
una política de «país cerrado» implantada doscientos años antes. La do la potencia militar en que Japón se había convertido, Gran Bre—
entrada del comodoro estadounidense Matthew Perry en la bahia de taña firmó en l902 un pacto militar con Japón y en l9l l las poten-
Tokio, en 1853, para exigir a Japón que se abriera al comercio in— cias occidentales rescindieron los tratados desiguales que habían
ternacional normal («0, en caso contrario...») fue un golpe terrible limitado la capacidad del país para controlar sus propios aranceles.
para los dirigentes japoneses. Sabiendo lo que había ocurrido en En 1910, Japón poseía ya la capacidad industrial y el saber hacer
China a manos de los ingleses con la guerra del opio, los dirigentes tecnológico para producir el mayor navío de guerra del mundo, el
de Japón decidieron negociar para abrirse a Occidente, lo que llevó Sam/(ma. Mientras China e .lndia continuaban su declive respecto a
a un mayor comercio y contacto entre japoneses y occidentales, Occidente. la industrialización de Japón en 1900 era una señal tem—
pero también a la caída del antiguo régimen en l868. prana de que Occidente no continuaría dominando el mundo me—
El régimen que lo reemplazó fue la era denominada Meiji por el diante el monopolio de la producción industrial y de que pronto co-
título de reinado de su nuevo y jovencísimo emperador Meiji (reino menzarían a verse las antiguas pautas de vitalidad asiática.
de 1868 a 1912), quien tras unos principios renqueantes se propuso Como este breve repaso deja entrever, uno de los requisitos para
desmantelar el antiguo régimen feudal para establecer en su lugar la industrialización era un fuerte estado decidido a crear los princr—
un estado fuerte y centralizado que se arrogó la tarea de industriali— pales requisitos materiales para hacerse con un ejército poderoso,
zar Japón después de que el capital privado no se aviniera a afrontar Por razones distintas y en diferentes momentos, Francia, Alemania,
el reto. Pero con pocos recursos naturales y con unos aranceles li- = Rusia y Japón lograron construir estados fuertes. Aquellas
zonas
mitados por los tratados impuestos por Estados Unidos, la indus— del mundo cuyos estados eran débiles (por ejemplo, casi toda Arne-
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200 Los ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO LA BRECHA 201
rica Latina y el imperio otomano), se estaban debilitando (China) o etcétera. Y, naturalmente, también al contrario. Aunque el clima y
habían sido colonizados (India, la mayor parte del sureste asiático sus caprichos tenían sin duda un gran impacto en la agricultura, el
y, como veremos, África) e incluso pueblos sin estado que pertene— ingenio humano, la organización social y el trabajo duro podían mi-
cían a imperios de los que pretendían independizarse (lo analizare— nimizar los efectos climáticos adversos. Aun así, el antiguo régi—
mos a continuación), estaban condenados a permanecer en el anti-
men biológico marcaba el ritmo al que bailaban las economías
guo régimen biológico y su máxima aspiración se limitaba a la agrarias.
capacidad de exportación de materias primas o alimentos al mundo No ocurría ni ocurre lo mismo en las nuevas economías indus-
A ,
industrializado. triales. Tras escapar a las restricciones del antiguo regimen biológiw
co y a su dinámica, las nuevas economías industriales entraban en
aguas ignotas que se fueron haciendo más inciertas a medida que
LA NUEVA DINÁMICA DEL MUNDO INDUSTRIAL Europa se industrializaba. Así, en el siglo Xix, el mundo industrial
comenzó a experimentar un nuevo tipo de regulador de la actividad
En 1900, un ochenta por ciento de la producción industrial mun- económica: la expansión y la quiebra. A medida que se iban cons-
dial procedía de Europa y Estados Unidos, Japón aportaba otro diez truyendo más y más fábricas para producir los mismos bienes, es-
por ciento, China contribui’a con un siete por ciento e India con un pecialmente en distintos países, había ocasiones en que la oferta
dos por ciento, suma que da un total de noventa y nueve por ciento global superaba sobradamente la demanda, provocando una caída
de toda la producción industrial. Así pues, en los cien años transcu— de los precios a fin dercducir las existencias. Para bajarlos precios.
rridos de 1800 a 1900, la situación se había invertido, de manera que los competidores recortaban los salarios, lo que deprimía todavía
Europa y Estados Unidos habían pasado a ocupar el lugar de honor más la demanda, al menos de los bienes deconsumo, y provocaba
que anteriormente habían ocupado India y China. Parte de la inmen- una «recesión» o, dependiendo de lo que durara, una «depresión».
sa brecha abierta entre las regiones más ricas y las regiones más po- La primera recesión se produjo en 1857, pero duró poco y enseguie
bres puede explicarse, por tanto, por la industrialización y la libera— da se reanudó la expansión económica, que llegó hasta principios de
ción de algunas partes del mundo (en Europa. Estados Unidos y la década de 1870. Entonces, en 1873, comenzó otra recesión que
Japón) de las restricciones impuestas por el antiguo régimen bioló— en este caso duró, en Opinión de varios historiadores, hasta l896: en
gico. Por supuesto, es más correcto decir que la producción indus- esos veinte años, los precios en Gran Bretaña cayeron un cuarenta
trial procedía de determinadas regiones, no depaíses‘ enteros: partes por ciento.
de Nueva Inglaterra en Estados Unidos, Renania en Alemania, Mi- Hasta la década dc 1870, la mayoría de los países industriales.
lan en el norte de Italia, etcétera, pues incluso dentro de los países siguiendo el ejemplo de Gran Bretaña, había favorecido el libre
que se industrializaban seguía habiendo regiones empobrecidas. mercado internacional, pues todos se habían beneficiado de él de
En el antiguo régimen biológico, el tamaño y la calidad de las una manera u otra. Pero todo eso cambió con la depresión económi—
cosechas agrícolas determinaba la salud económica, la riqueza y el ca de l873, tras la cual Alemania e Italia aumentaron sus aranceles
bienestar de la sociedadz'cuanto mayor era la cosecha, había más para proteger su industria textil, países a los que siguieron en la dé—
alimentos, los salarios eran más bajos, la industria más competitiva, cada de 1890 Francia, Estados Unidos y, como ya hemos visto, Ru!
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1 N I24
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202 LA BRECHA 203
Los ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO
sia. Japón tenía prohibido por tratado aumentar sus aranceles. Las consecuencias sociales de la índustríalizacion
Como era de esperar, a consecuencia de los nuevos aranceles, las
exportaciones británicas a Estados Unidos y a las regiones más in— La revolución industrial transformó, y todavía transforma, las
dustrializadas de Europa disminuyeron, desequilibrando grave—
' pautas de la vida. Al igual que trece mil años antes la revólución
mente la balanza de pagos en Gran Bretaña y alimentando en ese agricola había transformado las relaciones entre los seres humanos
pais las peticiones para que se instauraran aranceles proteccionis— y de éstos con su ambiente, la revolución industrial transformó
todo. El modo de producción industrial cambió el trabajo, la fami-
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204 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO LA BRECHA 205
cedido cambios en la agricultura que habían expulsado a un gran hombres. El lugar dela mujer se redefinió en la casa, donde se ocu—
número de campesinos fuera de la tierra antes de que se produjera paba de las tareas domésticas, aunque podía aceptar trabajos de la—
la revolución industrial, de manera que en Londres, por tanto, vaga— vandería y otros semejantes para ayudar a llegar a fin de mes. Tras la
'
ba mucha gente pobre o con empleos precarios dispuesta a trabajar prohibición de trabajar antes de los doce o trece años de edad, la ta—
en las fábricas aunque los salarios apenas cubrieran sus necesidades rea de los niños pasó a ser la de recibir una educación escolar ele-
básicas. mental, de manera que fueron considerados no ya una fuente de in—
A causa de las miserables condrcrones de trabajo, una de las
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206 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO LA BRECHA . 207
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Un espectro ronda por Europa, el espectro del comunismo La mentado en el capítulo 4, tuvo como resultado, comose recordará,
historia de todas las clases sociales existentes hasta ahora es la his— estados con territorios bastante grandes que tenían tanto lamp‘Obla-
toria de la lucha de clases Nuestra época muestra este rasgo ción como la riqueza para soportar las presiones de la competencia
distintivo: ha simplificado los antagonismos de clase. La sociedad entre estados. En este sentido, los estados más prósperos durante
en su conjunto se divide cada vez más en dos grandes campos hosti- a 'los siglos XVII y XVIII fueron los construidos en Gran Bretaña y
les, en dos grandes clases directamente enfrentadas: la burguesía 6i
i
Francia.
[la clase capitalista] y el proletariado [la clase trabajadora] Lo
En el siglo XIX, los estados sufrieron nuevos cambios, más seme-
que la burguesía produce es, sobre todo, a sus propios sepulture-
jantes en forma y función a los estados del siglo XX, y se vincularon
ros. La caída y victoria del proletariado es igualmente inevitable.H
a otra fuerza: la construcción de naciones, o nacionalismo, proceso 7,
w
Y durante algunos meses de 1848 pareció que las predicciones que dio como resultado las actuales naciones—estado. A diferencia
de Marx fueran a cumplirse. En toda Europa occidental las revuel— del concepto de estado moderno, la definición del concepto de na-
“
tas de la clase trabajadora derribaron gobiernos en Francia, en los ción es más esquiva, pues parece que siempre se encuentran excep-
«Ms». estados italianos, en el imperio Habsburgo y en Suiza, amenazaron ciones. Pero comencemos por definir el estado moderno como un
el orden establecido en España y Dinamarca e hicieron que se tam— territorio (normalmente contiguo) a cuyos habitantes el gobierno
mv,tüh‘mwí balearan en irlanda, Grecia y Gran Bretaña. Aunque las demandas administra por medio de burócratas asalariados, y no mediante in-
políticas de los rebeldes se dirigían sobre todo a una ampliación de termediarios o representantes como por ejemplo aristócratas con su
los derechos democráticos de los trabajadores, la acomodada clase propia base de poder. a fin de hacer cumplir disposiciones adminis-
media y especialmente la clase capitalista de propietarios de fábri— trativas e institucionales uniformes y escuchar a sus súbditos o ciu-
cas se sintieron amenazadas y apoyaron la represión de las revuel- dadanos generalmente a trave’s de representantes (electos o no).15
tas. En cualquier caso, la creciente división de la sociedad en clases Especialmente importantes en la génesis del estado moderno fueron
enfrentadas, o siquiera la amenaza de que eso pudiera ocurrir, plan— la Revolución francesa de 1789 y la difusión a Otras partes de Euro—
teaba un grave problema a los gobernantes de los estados europeos. pa de algunas de sus ideas, en concreto el derecho de las personas a
“
ser «ciudadanos» políticamente activos en lugar de simples «súbdi-
tos» de su soberano. la necesidad de códigos administrativos uni—
NACIONES Y NACIONALiSMO versales y el contacto directo entre estado y ciudadanos; ideas que se
extendieron gracias ala política expansionista de Napoleón a princi—
Los estados o aquello a lo que hoy solemos referirnos como pios del siglo XIX (el Código napoleónico).
«gobiernos» han adoptado un gran número de formas a lo largo de La idea de «nación» y «nacionalismo», por otro lado, surgió
la historia. En este libro hemos hablado sobre todo de imperios sólo después del nacimiento de los estados modernos y la sociedad
agrarios y conquistadores, especialmente en Asia y Mesoamérica, y industrial ¡6 Los estados se enfrentaban al dilema, especialmente
sobre las diversas monarquías y principadOs de Europa y sus trans- agudo después de que la Revolución francesa cuestionase todas las
formaciones en estados centralizados bajo la presión de la guerra. fuentes tradicionales de legitimación del estado (orden divino, su-
El proceso de «construcción de estados» en Europa, que se ha c0— cesión dinastica o derecho histórico) y la garantía de lealtad al esta-
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LA BRECHA . 209
do y el sistema de gobierno. Esta cuestión se tornó
crítica cuando la e irlandeses. El imperio ruso fue expañdiéndose durante los siglos
industrialización creó nuevas clases sociales,
la clase capitalista y la XVIII y XIX hasta el punto de llegar a conocerse como «la prisión de
clase trabajadora urbana, cuyas revueltas a principios
del siglo XIX las nacionalidades». LOS Balcanes eran un lugar especialmente es—
“culminaron en las revoluciones de 1848. Ante
los gobernantes de pinoso para el imperio Otomano, pues contaba con eslavos,
los estados europeos del siglo XIX se estaban abriendo serbios,
grandes cis- croatas, bosnios, albaneses y macedonios bajo un gobierno turco.
mas entre sus pueblos y entre el pueblo y el estado
que hacían peli— Una solución posible a este problema de las múltiples identidades O
grar la propia existencia de los estados. Y
naciOnes dentro de un mís'rno estado era el aportado por Francia y
Además, la industrialización creó nuevas formas
de comunica— Estados Unidos, países que en lugar de definir el «pueblo» en te’r-
ción, sobre todo el ferrocarril y el telégrafo,
que a su vez dieron Ori— minos étnicOs, religiosos o lingüísticos, lo definieron en términos
gen a necesidades económicas y emocionales
entre las personas políticos: «Son estadounidenses quienes deseen ser. [estadounidenv
que parecían compartir Vinculos comunes de
lenguaje y cultura ses]» y «La nacionalidad francesa es la ciudadanía francesa: la et-
pero no poseían un estado unificado, caso de los
diversos estados nia, la historia, la lengua 0 dialecto hablado en cada casa, son irrele-
alemanes e italianos. Así surgió la idea de que
una «nación», es de— vantes para la definición de “la nación”»,18
cir, un «pueblo» que comparte un lenguaje y una
cultura comunes, Esta forma de nacionalismo multie’tnico, multilingüi’stíco y mul—
’ ÉÏ.
debe tener un estado propio y unificado. Este tipo
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210 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO
LA BRECHA y 21 1
pansión imperialista contra asiáticos y africanos durante los últi—
‘tividades de los europeos que participaban en la trata de esclavos a
mos treinta años del siglo. La mayor de las guerras entre estados eu— algunos enclaves costeros libres de la enfermedad. En el siglo XIX,
ropeos fue la guerra de Crimea de 1854-1856, que enfrentó a Rusia
í los barcos de vapor permitían acceder al interior de Africa a través
contra una alianza de Gran Bretaña, Francia y Turquía, cuyo resul- de varios ríos, pero la malaria todavía mataba a la mayoría de los ex-
tado fue la muerte de más de seiscientos mil soldados de ambos ploradores. Aunque la causa de la malaria y el medio de transmisión
bandos. La derrota de Rusia contribuyó a su decisión de eliminar la
a través del mosquito no se descubrió hasta 1880 y 1897 respectiva—
servidumbre e industrializarse. La guerra de Secesión de Estados
mente, un proceso de ensayo y error llevó a descubrir a mediados
Unidos (18604865) acabó con la vida de otros cientos de miles de
del siglo XIX que la corteza de la quina, un árbol sudamericano, con-
hombres. Por último, las unificaciones nacionalistas de Italia y Ale»
tenía un sustancia, la quinina, que preventa el contagio de la mala-
mania animaron otras cuatro guerras europeas que culminaron en la
ria. Los militares británicos plantaron con éxito semillas de quina en
guerra franco-prusiana de 18704871. Así pues, el nacionalismo
india y hacia la década de 1870 habían logrado aumentar enorme-
formaba parte de las tensiones existentes entre los estados euro-
mente el suministro de quinina para sus tropas La subsiguiente «lu—
peos, ayudaba a reclutar a jóvenes para sus ejércitos y contribuía
cba por África» entre los europeos debió de comenzar en la década
además al desarrollo de ideas racistas sobre la superioridad de los
de 1870, impulsada por la inseguridad de los franceses tras haber
europeos y la inferioridad de otros, sobre todo africanos y asiáticos,
sido derrotados por los alemanes en 1871, por un extraño y secreto
plan del rey Leopoldo II de Bélgica20 y por la determinación británi-
ca de proteger sus intereses coloniales en India, pero todas estas ra-
LA LUCHA POR ÁFRICA Y CHINA zones no habrían sido relevantes si no se hubiera descubierto que la
quinina prevenía la malaria, si no se hubieran perfeccionado barcos
Después de la guerra franco-prusiana, los europeos casi dejaron
de vapor capaces de remontar ríos o si con las nuevas tecnologías de
de librar guerras entre sí mal menos hasta que estalló la primera
armamento no se hubiera podido matar más y mejor. Las nuevas
guerra mundial en l914»—- y dirigieron su poder militar contra Chi-
tecnologías fueron decisivas.
na, el sudeste asiático, Oriente Medio y África.19 La competencia
En capítulos anteriores hemos hablado de algunas mejoras tec—
entre potencias europeas se desplazó, pues, hacia lo que hoy llama—
nológicas del armamento, que se mantuvo bastante estable desde
mos Tercer Mundo, contribuyendo así a un declive que lo
condujo principios del siglo XVI hasta principios del siglo XIX y cuyo prota-
a su situación actual.
gonista era el mosquete que se cargaba por la boca del cañón Vol-
ver a cargarlo requería varios minutos echaba grandes bumaredas
cuando disparaba y era poco preciso incluso a pocos cientos de me-
África
tros de distancia. Las tácticas militares tenian en cuenta todas estas
deficiencias, pero obviamente disponer de armas de fuego más pre—
Durante siglos a los europeos les había resultado casi imposible
cisas de másalcance y que no mostrasen la posición desde donde
penetrar en África: diversas enfermedades endémicas de las
regio— sehabra disparado supondría una gran mejora
nes tropicales del continente, sobre todo la malaria, limitaban las ac-
Esas mejoras se produjeron con rapidez después de 1850: pri-
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mero se grabaron estrías (en inglés, rifle) en el alma del fusil para Tras cinco horas de fuego, los ingleses habían perdido veinte solda-
mejorar la precisión del tiro; más tarde se fabricaron cartuchos, pri— dos y habían muerto diez mil sudaneses?‘ Como decía el refrán:
mero de papel y después de cobre, que prendi’an con pólvora, explo—
* sivo que no humeaba al
disparar, 'y que se insertaban en una reca— Pase lo que pase,
mara, y finalmente se idearon mecanismos para efectuar disparos nosotros tendremos la Maxim y ellos, no.22
de repetición. La guerra de Secesión de Estados Unidos y la carrera
"armamentista europea entre las décadas de 1860 y 1870 revolucio— Con tamaña ventaja tecnológica, en 1900 la mayor parte de
naron las armas de fuego y aumentaron enormemente la capacidad África ya estaba repartida entre un puñado de potencias europeas,
de los soldados europeos de matar con rapidez, a una distancia de concretamente entre Gran Bretaña, Francia, Alemania y Bélgica,
hasta dos mil metros y bajo cualquier condición meteorológica. El mientras Portugal se aferraba a su colonia de Angola, tomada en el
no va más de la perfección se alcanzó en la década de 1880 con la siglo XVII. Sólo Etiopía, bajo el extraordinario liderazgo del rey
'
invención de una ametralladora fiable a la que se dio el nombre de Menelik, derrotó al estado más débil deEurOpa, Italia, y mantuvo
su inventor, Hiram Maxim. su independencia.23 (Véase el mapa 5. l .)
Así pues, hacia la década de 1870, los europeos disponían de los
«instrumentos del imperio» con los que enfrentarse a los africanos
en su propia tierra y derrotarlos. Los africanos resistieron con tena— China
cidad y coraje, pero su tecnología no podía competir con la Maxim.
El caso más tristemente célebre y quizá con mayores bajas se pro- Si lo que alimentó los sueños imperialistas en África fue el sue-
dujo en la batalla de Omdurmán en 1898, cuando las tropas británi- ño de grandes yacimientos de materias primas, el acceso al merca-
cas se enfrentaron a cuarenta mil hombres del ejército de rebeldes do chino animó los sueños imperialistas en China. Los industriales
mahdistas sudaneses. Tal como lo describió Winston Churchill, el del algodón británicos soñaban que «si pudiéramos añadir ni que
futuro primer ministro británico, el ataque rebelde fue pronto re— fuera una pulgada ala camisa de cada-chino, mantendríamos las fá—
chazado por ametralladoras Maxim montadas sobre la cubierta de bricas de Manchester en marcha para siempre». Aunque el mercado
cañoneras en el río: «Los derviches que cargaban se hundían en maÏ de «cuatrocientos millones de clientes» Siempre consiguió eludir a
rañas confusas. Las masas de la retaguardia se paraban sin saber; los europeos, insistieron en su búsqueda de una China «abierta» du—
qué hacer. Era demasiado peligroso, incluso para ellos». En la ribe- rante tOdO el siglo XIX, culminando en la «lucha por las concesio—
ra, «la infantería [británica] disparaba sin parar y sin perturbarse, nes» a finales de siglo.
sin prisa ni agitación. pues el enemigo estaba lejos y los Oficiales Después de la guerra del Opio 0839-1842), China quedó desga—
eran prudentes». A los sudaneses «del Otro lado, las balas les atra- rrada por una brutal guerra civil, la rebelión Taiping (l850-l865).
vesaban la carne, les rompían y astillaban los huesos; la sangre les Alimentada por Campesinos empobrecidos y trabajadores desplaza-
salía a borbotones de las terribles heridas; hombres valientes se- dos y dirigida’por un hombre que creía ser el hermano menor de Je-
guían luchando en un infierno de hierro silbante, explosiones de sucristo con la misión de instaurar el Reino Celestial en la Tierra,
obuses y estallidos de polvo: sufrimiento, desesperación y muerte». los taipings estuvieron a punto de barrer del escenario de la historia
l945m
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a los gobernantes manchúes del imperio chino. Con unacornbina— creía ostentar, estalló la guerra entre China y Japón. Para sorpresa de
ción de proclamas a favor de un nuevo orden social más justo que la mayoría de los observadores, Japón derrotó con bastante facilidad
descansara en la reforma agraria, la igualdad universal (entre pue- alos chinos en una importante batalla naval que puso fin a la guerra.
blos, clases sociales y sexos) y la expulsión de los gobernantes Decidido a aprovechar su ventaja sobre un oponente debilitado
manchúes, los taipings avanzaron desde el sur hasta tomarla capital y desmoralizado, Japón arrancó a los chinos numerosas concesio-V
meridional, Nanjing, a orillas del Yangtzé. De no haber sido por las nes, entre ellas una sustanciosa indemnización de trecientos millo-
disputas, los comportamientos extraños y las malas decisiones es- nes de dólares, la isla de Taiwan y la península de Liaodong en
tratégicas tomadas por los líderes del movimiento taiping, la histo— Manchuria, la «independencia» de Corea u—así Japón pudo ejercer
ria moderna de China podría haber sido muy distinta. Pero los terra- en ella su propia influencia—y el derecho de los ciudadanos japo—
tenientes conservadores crearon su propio ejército, derrotaron a los neses a abrir fábricas y explotar sus propias minas en China. Rusia,
taipings y salvaron el régimen mancha. que se Oponía a los intereses de Japón en Manchuria, pues allí tenía
Debilitados por la guerra civil —-se calcula que murieron veinte sus propios intereses por su expansión hacia Siberia, convenció a
millones de personas—, renqueantes por culpa de los tratados im— alemanes y franceses para que juntos Obligaran a Japón a devolver
puestos por los británicos tras los dos guerras del opio y comprome- Manchuria a la soberanía china.
tidos con la restauración del antiguo régimen agrario para satisfacer Tras conseguirlo y humillar así a Japón, los regentes chinos se
las demandas de los terratenientes que salvaron la dinastía, los lo agradecieron a los rusos otorgándoles concesiones para desarro-
mancliúes pusieron en marcha un programa de limitada moderniza- llar un ferrocarril en Manchuria. Los alemanes, que deseaban un
ción militar denominado «autofortalecirniento» para protegerse de puerto naval en China para igualarse a los británicos, los franceses
agresiones extranjeras. Aunque China logró levantar con algún éxi- y los rusos, pidieron a China una base como recompensa por haber
to un ejercito aparentemente moderno, seguía estando sujeta a una contribuido a rechazar a los japoneses, pero se la negaron, si bien
constante presión exterior, no sólo británica, sino también rusa, más tarde, en l898, excusándose en el asesinato de dos misionarios
francesa, alemana y, a medida que se fue industrializando, japone— alemanes en China, Alemania tomó unpuerto en la península de
sa. Estos dos últimos fueron los responsables de encender la chispa Shandong y forzó a China a cedérselo en régimen de concesión du-
de la «lucha por las concesiones» que condujo al reparto de China rante noventa y nueve años. Esa mala jugada alemana desencadenó
entre «las potencias» en 1900. , la «lucha por las concesiones»: el resto de potencias arrancaron
Pese a haberse industrializado tarde, Japón también albergaba concesiones por noventa y nueve años al gobierno chino, «rebanan-
sueños imperialistas de expansión y dirigió su atención a Corea y a la do China como un melón», según una expresión de aquella época.
isla de Taiwan. Aunque China consideraba Corea parte de Su sistema Hacia lQOÜ parecía que China también iba a ser dividida en tantas
tributario y, por tanto, subordinada a ella, Corea tenía su propia polí— posesiones coloniales como África.
tica. Cuando las tensiones internas se avivaron y se sucedieron varias Sin embargo, Gran Bretaña necesitaba «comercio abierto» en
insurrecciones en las décadas de 1880 y 1890, los japoneses aprove- China para mantener en ¡marcha su imperio global. Por fortuna para
charon la oportunidad para apoyar el bando que se Oponía a los chi- los británicos, después de vencer en la guerra de 1898 contra España,
nos. En 1894, cuando China intervino, ajustándose al derecho que Estados Unidos ya tenía presencia colonial en Filipinas, así que no re-
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LA BRECHA 217
sultó difícil de convencer de que portara la antorcha del «comercio En América Latina, otros procesos condujeron a una deforesta—
abierto» para todas las potencias en China. Estados Unidos articulo ción masiva. Allí fueron las potencias coloniales las que talaron los
entonces la llamada «política de puertas abiertas» (1900) que, bosques, decididas a extraer materias primas y a transformar sus
por va-
rias razones y de manera bastante sorprendente, fue aceptada por tierras en plantaciones de azúcar o cafe. En Brasil, los grandes bos—
las
Otras potencias, y cuyo Objetivo era impedir la colonización de China ques de la costa atlántica desaparecieron primero para abrir paso a
y mantenerla abierta a fin de que pudieran explotarla en igualdad de plantaciones de azúcar y, pmás tarde, a principios del siglo XIX, los
condiciones todas las potencias, entre ellas Japón y Estados Unidos. propietarios brasileños decidieron transformarlas en cafetales. En
principio, el arbolillo del cafe (que no era autóctono, sino que proa
cedi’a de Etiopía) podía plantarse y replantarse en la misma parcela
LAS HAMBRUNAS PROVOCADAS POR EL NIÑO Y LA FORMACIÓN siempre que se mantuviera fértil el suelo, pero los terrateniente pre—
DEL TERCER MUNDO ferían agotarlo y, cada treinta años, más o menos, talaban Otra par—
cela de bosque virgen. «De este modo, elcafé fue avanzando por
Aunque la industrialización, las mejoras en la tecnología mili— las tierras altas, generación tras generación, dejando a su paso nada
tar, las maniobras estratégicas entre «las potencias» y la recesión más que colinas desnudas_>>25 En las islas caribeñas, los colonos
económica que comenzó en la década de 1870 explican en buena franceses y británicos del siglo XVIII convirtieron tantos bosques en
parte el dominio de europeos, estadounidenses y japoneses sobre plantaCiones de azúcar que incluso los observadores de la época ad-
africanos, asiáticos y latinoamericanos, la formación del vertían con preocupaCión que el clima de las islas estaba cambian—
Tercer
Mundo y de la brecha entre las partes industrializadas y no indus— do, haciéndose más seco Con cada parcela de bosque taladofió
trializadas del mundo también tuvo una dimensión ecológica. Todo ello llevó a que hacia el último cuarto del siglo XIX, gran—
Si en China fue el propio éxito de la economía durante el anti- des áreas de Asia y América Latina experimentaran daños ambien-
guo régimen biológico lo que comenzó a presionar las reservas fo— tales importantes provocados por la deforestación y el agotamiento
restales hacia 1800, provocando una grave deforestación a media» de la fertilidad del suelo? Al tratarse de sociedades agrícolas, estos
dos del siglo XIX, en otras partes de Asia y de América Latina la cambios supusieron una presión adicional sobre el antiguo régimen
deforestación se debió a otros procesos. En India, los bosques de la biológico, de manera que fueron más susceptibles a los extremos
península se talaron mucho antes de que la población comenzase a climáticos y a sufrir grandes hambrunas.
crecer a mediados del siglo XIX. Los. príncipes indios enfrentados Generalmente las malas cosechas tenian alcance local, pero a fié
talaban los bosques para impedir que se ocultaran en ellos sus ene— nales del siglo XIX, un fenómeno climático que hoy conocemos
migos. una política de «guerra ecológica» que los británicos adop— como El Niño (O. en su denominación más científica, oscilación me-
taron con gusto durante la colonización. Ademas, los campesinos ridional de El Niño) se intensificó hasta alcanzar una magnitud des—
desplazados también talaban bosques para roturar la tierra y, en las conocida en quinientos años que afectó a amplias zonas del planeta.
regiones más septentrionales, se comerciaba con madera. Todo ello Mientras que El Niño trae lluvias excesivas al cinturón de trigo de
contribuyó a que India quedara extensamente deforestada a finales América del Norte y no afecta a Europa, en grandes regiones de
del siglo XIX.24 Asia, regiones del norte y oeste de África y del noreste de Brasil pro—
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mi;qw iyswum
.i
voca sequías y, en Argentina, inundaciones. En tres ocasiones pia, Sudán y Brasil, las sequías provocadas por El Niño contribuye-
(1876—1879, 1889—1891 y 1896—1902), las sequías provocadas por ron alas hambrunas que debilitaron a esas sociedades y asus gobier—
El Niño afectaron profundamente al futuro Tercer Mundo. El parti— nos, lo qUe invitó a que llegaran nuevas oleadas de expansión y
cular modo en que El Niño afecta a‘ Asia, África, América Latina y consolidación imperialista.28 La brecha abierta entreel mundo in—
América del Norte, unido a una economía global concebida para be— dustrializado y el futuro Tercer Mundo ya había cristaliza‘do.
neficiar a las zonas industrializadas de EurOpa y América del Norte Aunque pueda parecer un accidente histórico que El Niño de fi-
y a la agresión del «nuevo imperialismo» contra asiáticos y africa- nales del siglo XIX golpeara con fuerza a asiáticos, africanos y lati-
nos se combinaron en una coyuntura histórica de proporciones mun— noamericanos mientras mejoraba las cosechas en el Medio Oeste de
diales que llevó el hambre y la muerte a millones de personas. Estados Unidos y pasaba de largo en Europa, la verdad es que su
Se estima que en conjunto murieron de treinta a cincuenta millo— impacto socioeconómico fue el resultado de los procesos históricos
nes de personas como consecuencia de las terribles hambrunas que - que se han discutido en este capítulo y el anterior. Todos ellos afec—
asolaron Asia y zonas de África y América Latina, pero estas muer- taron de forma adversa a regiones cuyos estados eran débiles ——y
tes no tuvieron su origen simplemente en los efectos naturales de El normalmente debilitados por la agresión imperialista—, que se
Niño, por fuertes que éstos fueran a finales del siglo Xix. Como bien mostraban incapaces de industrializar O proporcionar ayuda a su
describe el historiador Mike Davis en una obra reciente, estas tre— población para paliar la hambruna, o cuyos gobiernos coloniales
mendas hambrunas de alcance global se produjeron por la conjun— ——concretamente el británico en lndia— siguieron políticas que ob-
ción de El Niño y la nueva economía mundial dominada por Europa, tuvieron los mismos resultados. En cualquier caso, a principios del
cuyo resultado fue el empobrecimiento de vastas regiones del mun- siglo XX grandes partes del mundo y de sus pueblos estaban conde—
do y la conversión de gran parte de Asia, África y América Latina en »nadas a defenderse lo mejor que podian de los peores efectos del
«Tercer Mundo». En Asia, los gobiernos no fueron capaces o no es— antiguo régimen biológico. No debe sorprender entonces que la es—
tuvieron dispuestos a actuar para aliviar los desastres. Los gober— peranza de vida y las Oportunidades de sus habitantes fuesen muy
nantes coloniales británicos de India tenían más interés en garanti- inferiores a las de quienes vivían en las partes industrializadas del
zar el «libre mercado» y los réditos de la colonia que en impedir el mundo. «La brecha» era, y sigue siendo, una cuestión de vida o
hambre y la muerte por inanición o enfermedad. La gente moria muerte.
mientras los ferrocarriles se cargaban de trigo destinado a ser consu—
mido en Gran Bretaña, y las autoridades coloniales rechazaban las
ayudas contra el hambre por considerar que debilitaban el «carác— EL DARWINISMO SOCIAL Y EL EUROCENTRISMO PAGADO
ter» y promovían la pereza y la desidia. En China, el gobierno man- DE si MISMO
chú, tras redirigir sus recursos y su atención de las zonas de interior
a las costeras, donde la presión extranjera era mayor, no disponía ni Hacia 1900, los europeos y sus descendientes norteamericanos
de la capacidad ni de los recursos para llevar cereales a la aislada controlaban, de forma directa o indirecta, la mayor parte del mundo
É y no
provincia de Shanxi, donde la sequía y el hambre eran más graves. sólo eran conscientes de ello sino que concretamente los brita—
De igual modo, en Angola, Egipto, Argelia, Corea, Vietnam, Etio— nicos lo celebraron en todo su imperio con ocasión del quincuagesr-
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220 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO
LA BRECHA _ 22l
mo y sexagésimo aniversario del reinado
de la reina Victoria en Para los darwinistas sociales, los pobres, los asiáticos,
1887 y 1897, justo cuando asolaban las los afri-
hambrunas de finales del si— canos y los indígenas americanos merecían sus
glo XIX que acabamos de comentar. tristes destinos: era
Con los avances de la ciencia «lo natural». En un mundo en el que se hacian dolorosamente
desde mediados del siglo XIX, la facilidad evi—
con que las ametrallado- dentes las brechas que se abrían entre ricos y pobres en
ras Maxim mataban sudaneses y las las socieda-
muertes por hambrunas de mi— des europeas y norteamericanas y entre las regiones más
llones de asiáticos, algunos europeos ricas y las
creían tener una explicación más pobres del mundo, el darwinismo social era una ideología
científica para el ascenso de Occidente re-
y el «retraso» de asiáticos, confortante para quienes disfrutaban de estar en la cima
africanos y latinoamericanos: el determinismo del mundo.
social y la eugenesia En América Latina, sobre todo en México y en Brasil,
o racismo científico. paises
gobernados por descendientes europeos de raza
En su famosa obra de 1859, El orígen blanca, resultó
de las especies, Charles atractivo eXtender la idea del darwinismo social de una determinada
Darwin habia argumentado que por
selección natural unas especies manera: la eugenesia, que en su origen era la propagación
evolucionan, aparecen otras nuevas y selectiva
sólo sobreviven las más ap— de plantas y animales para producir las mejores razas, se aplico
tas. Darwin extendió sus argumentos a la
a los seres humanos, cuyos creencia de que las condiciones de los seres humanos
on’genes buscó en las familias de los podian mejo-
simios. Más tarde, a finales del rarse únicamente por medio de la manipulación genética,
siglo XIX, las ideas de Darwin sobre la incre—
evolución vegetal y animal mentando los rasgos valiosos asociados con los europeos
se aplicaron a las sociedades. El darwinismo del norte
«social» pretendía ex— y eliminando los rasgos asociados con los pobres y los
plicar por qué algunos pueblos eran de raza no
ricos y otros pobres (virtud blanca. Así, para «mejorar» sus poblaciones, los gobiernos
contra desidia) y por que algunas sociedades de Mé-
eran «avanzadas» y xico y Brasil se embarcaron en programas incentivaban
otras <<retrasadas>>.29 Ante la evidencia que la mi—
de africanos que parecían gración de europeos de raza blanca a sus paises, con la intención
caerse muertos a la vista de los europeos, de
de indios (de India y de «aclarar» el color de sus poblaciones como quien añade
América del Norte) y chinos que morían un poco de
a millones de enfermeda- leche al café. En Europa y en Estados Unidos,
des durante las hambrunas de El Niño, la eugenesia contri-
la idea de que la evolución buyó a fijar ideas racistas sobre la superioridad natural de
podía aplicarse a la sociedad y a las relaciones los blan—
entre distintas razas cos y la inferioridad de los europeos del sur y del este y,
ganó crédito entre muchos europeos y estadounidenses. natural—
Según Her— mente, delos asiáticos, los africanos y los indigenas americanos.
bert Spencer, el más destacado defensor Y,
del darwinismo social, la por supuesto, en el siglo XX este tipo de seudocieneia se convirtió
selección natural podía explicar igual
a los millonarios que alos eu- en genocidio en las manos del dirigente nazi Adolf Hitler.
ropeos, sobre todo los blancos del norte:
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i
.«wm
atar-yaris;
222 LOS ORÍGENES DEL MUNDO MODERNO t
las zonas más ricas y poderosas del mundo aceptaban como «la ver—
dad». Por supuesto, hoy podemos ver que esas ideas (discutidas con
mayor detalle en la introducción) son más ideología que verdad his—
tórica. Y es que el ascenso de Occidente es más el relato de cómo
algunos estados y pueblos se beneficiaron de eventos históricos
contingentes y de la geografía para, en momentos clave de la his—
toria (las coyunturas históricas), dominar a otros y acumular rique—
za y poder. Ésa es toda su miseria y, si asumimos la naturaleza con— i
tingente de la riqueza, el poder y el privilegio de Occidente, quienes Capítulo 6 i
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