Está en la página 1de 9

ESSAY 2

HOW YOU EXPLAIN THE EFFECT OF


FOOD CRAVING AFTER MARIHUANA
INTAKE?
Bryan Josue Gualotuña Vásquez
Introducción
Desarrollo

Si consumes marihuana es posible que puedas experimentar antojos los cuales te lleven a

consumir diferentes tipos de carbohidratos ya sea salados o dulces, así como también grasos. Si

alguna ves te ha dado curiosidad fumar un poco de marihuana te habrás preguntado el ¿por qué

fumar marihuana produce hambre? Ramos & Fernández (2000) explican que la marihuana posee

un componente activo denominado tetrahidrocannabinol (THC) el cual es el responsable de los

antojos después de consumir la droga pues al momento de consumirlo este pasa de los pulmones

al torrente sanguíneo, para luego pasar a diferentes partes del cuerpo como es el cerebro. Es

importante conocer que el tetrahidrocannabinol es una sustancia química preparada a base de

tallos y hojas obtenidas de la planta denominada cannabis la cual posee más de 100 químicos

relacionados al THC.

Volkow (2015) comenta que las funciones del cerebro están compuestas por diferentes

regiones, algunas de ellas como el sistema límbico regulan las emociones, otras como el

hipotálamo regulan el hambre y la sed. Cuando se consume una droga como la marihuana, el

THC actúa de manera casi inmediata dentro de estas zonas afectando al sistema límbico lo que

produce euforia en el individuo, mientras que si el THC invade el hipotálamo este estimulara a la

persona a comer de manera desproporcionada. Ochoa & Muñoz (2014) han revelado que el

tetrahidrocannabinol estimula a un sistema denominado endocannabinoide el cual regula

funciones esenciales en nuestro cuerpo como son la temperatura corporal, la presión sanguínea,

frecuencias respiratorias e incluso los niveles de glucosa. Este sistema es un sistema complejo

que además de lo descrito con anterioridad también regula el comportamiento relacionado a la

alimentación, así como también el equilibrio energético.


Así como el THC estimula al sistema endocannabinoide también libera diferentes

hormonas como son la grelina en donde Morales & Poveda (2017) explican que se trata de una

hormona gastrointestinal que posee un potente regulador relacionado a la alimentación y control

del peso corporal. El consumir THC también permite la secreción de dopamina, la cual actúa

como un neutro trasmisor de placer que se activa en momentos agradables o de relajación la cual

también aumenta el placer de comer en grandes cantidades.

El consumir marihuana puede provocar problemas relacionados con el peso el cual puede

afectar a personas tanto obesas como no obesas, sin embargo, aquellas personas obesas serán

mucho mas propensas a presentar atracones ya que su sistema de dopamina se elevará en mayor

nivel que el de una persona que no presenta obesidad. No obstante, se han buscado soluciones

alternas para bloquear los receptores del apetito producidos por el THC, uno de ellos es una

droga denominada rimonabant la cual según Moreira & Crippa (2009) tiene como objetivo actuar

de manera antagonista contra el receptor cannabinoide para poder reducir el apetito del

consumidor después de la ingesta de drogas como son la marihuana. Actualmente esta droga se

encuentra fuera de casi todos los mercados del mundo debido a que investigaciones expuestas

por Moreira & Crippa (2009) determinaron que no era seguro bloquear todos los receptores

endocannabinoides pues muchos de ellos además de controlar la alimentación también controlan

los estados de animo los cuales al ser bloqueados pueden producir estados de animo negativos

como la depresión y la contemplación del suicidio.

Cabe recalcar que existen ventajas medicas respecto a la estimulación del apetito pues

muchas personas que padecen de enfermedades suelen perder sus ganas de alimentarse por lo

que el consumir marihuana de forma medicinal puede resultar una practica terapéutica para

estimular el apetito de manera gradual. (Abrams & Guzman, 2015).


Conclusión
Referencias

Abrams, D. I., & Guzman, M. (2015). Cannabis in cancer care. Clinical Pharmacology &
Therapeutics, 97(6), 575-586.
Morales Basto, J. P., & Poveda Espinosa, E. (2017). Efectos del consumo de marihuana en
adultos sobre la ingesta y el metabolismo de los nutrientes: una revisión. Revista
Española de Nutrición Humana y Dietética, 21(3), 280-292.
Moreira, F. A., & Crippa, J. A. S. (2009). The psychiatric side-effects of rimonabant. Brazilian
Journal of Psychiatry, 31, 145-153.
Ochoa, C., & Muñoz, G. M. (2014). Hambre, apetito y saciedad. Revista Cubana de
Alimentación y Nutrición, 24(2), 268-279.
Ramos Atance, J. A., & Fernández Ruiz, J. (2000). Cannabinoides: propiedades químicas y
aspectos metabólicos. Monografía cannabis, 41.
Volkow, N. D. (2015). Marihuana. National Institute on drug abuse, advancing addiction
science, 47.

También podría gustarte