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Un nuevo personaje pasea su Lo primero fue la pelota, el potrero y dos equi- las multitudes junto con la singular escuela o esti-
pos que defendían un barrio, la casaca y el honor lo argentino. Desnaturalizaron nuestro fútbol
sombra por los tablones y se deportivo en 90 sacrosantos minutos. Y después el
suma a los protagonistas fútbol-espectáculo o fútbol-negocio. Hace más de el sacrificio en la cancha
Lres décadas que el fútbol perdió la inocencia
domingueros, para dejar de ser aplastado por la estructura del "no perder'' y del "A m( que no me vengan con la ley jugando al
solamente una cifra (el fervor mercenario: las barras bravas. El fútbol
nuestro de cada día con núllones de dólares en
cuco, porque nwica, ningún gobierno, le bajará la
cortina al fúLbol", sentenció Valentín Suárez, pre-
jugador número 12) y ocupar, danza es noticia de primera plana. Inserto en lo re-- sidente de la AFA, en 1967. Ese mismo afio, el 9
en muchos casos, el centro del al, parte de la realidad, el juego que apasiona al
país entero desborda lo específicamente deportivo
de abril, Héctor 'Tito" Souto, 15 afios, estudiante,
era asesinado en la cancha de Huracán por "Cin-
espectáculo. Espejo de la para involucrarse en otros espacios: económico, ·co Dedos". miembro de la barra brava local. El
sociedad, pasión ilimitada, político, sindical, filosófico, psicológico, y tam-
bién criminal. Los jugadores de San Lorenzo
muchachito había cometido un delito: defender a
un amigo como él hincha de Racing, atacado por
bronca acumulada, agredidos por la barra brava deJ club, Zacarías vivar al "equipo de José" durante una típica ac,.
fomentados antagonismos, víctima de un atentado ocurrido en los camarines;
30 detenidos durante la trigésima fecha del cam-
ción bélica de las barras bravas conocida como
"de dülracción" (simular pertenecer al equipo
desestabilizad ores peonato de primera división, Veira acusado de vio- contrario para atraer a sus simpatizantes y luego
profesionales; la pelota rueda lar a un menor, futbolistas enredados en el tráfico
de drogas; son algunos de los titulares que escan-
atacarlos en patota). Días después, el juez que dic-
taba prisión preventiva a los principales culpables
de análisis a análisis sin que dalizan a 1a opinión pública A lo largo de los últi- del asesinato de Tiro, precisaba jurídicamente a la
finalmente pueda erradicarse mos treinta años la violencia del fútbol ha cobrado
más de un centenar de víctimas: una cada tres me-
barra brava como una "manifestación de delin-
cuencia social organizada." . Quedaron también de-
la violencia. La nota que sigue ses y fracción. finidos los objetivos de dicha organización: "de-
tiende a desentrañar los El deporte más mimado, organizado y consa-
grado por la historia mundial , que puede detener
predación, provocación de desórdenes, agresión y
lucha con barras bravas rivales o atentados con-
numerosos interrogantes del la producción de un país tanto como una huelga tra pacíf1eos espectadores que pueden presentár-
caso, a la vez que desnuda las general, tiene entre nosotros todas las característi- seles como oposüores a sus ideas" . V>ceros poli-
cas de la pasión. A saber: produce milagros. Co- ciales y del Club Huracán, pretendieron adjudicar
relaciones de la AFA con los mo Maradona, reclamándole mayor justicia -social la muerte de Souto a un apretujarniento producido
gobiernos de turno. para los argentinos al propio Presidente de visita por una avalancha En los vestuarios de Huracán,
por Italia, y otra vez el Pibe de Oro como eje de el doctor Roberto Paladino dejaba constancia de
Finalmente, un recuadro se conversación entre Alfonsín y la cúpula del poder que el cadáver de Tito no mostraba signos exterio-
ocupa del fervor y creatividad japonés en Tokio. En fin, que el mundo entero nos res de golpes y que la muerte podía deberse a asfi-
identifique por nuestra carne y por el fútbol. Co-
de la hinchada: esos tipos que mo toda pasión, la del fúLbol es una inclinación
xia. Souto había recibido dos manoplazos de
"Pinky" -barra brava de Huracán- uno en la
prefieren el uso de la garganta muy viva, una afición vehemente. De ahí que los nuca y otro en la sien, en medio de una lluvia de
a la cadena. hinchas y fanáticos puedan dirimir diferencias po- golpes. Desmayado, la patota lo dio vuelta cara al
líticas, sociales y económicas durante un partido cielo y "Cinco Dedos" -mecánico, 23 años, 80
jugado por su club. Pero, como toda pasión, es kilos- enterró sus ocho dedos sanos sobre el
también una perturbación, un efecto violento o de- alambrado, y apoyando un pie sobre el pecho y
sordenado, prevención en favor o en contra. Co- otro en el abdomen de Souto, comenzó a flexionar
mo en el Evangelio: el relato de una condenación, rítmicamente mientras, al borde del paroxismo, el
agonía y muerte. Las banas bravas y su violencia, resto lo alentaba: "maJalo, dale, mmalo". registra
los trasfondos del fútbol-empresa, del oportunis- Amílcar Romero ensayista y escritor, en su libro
mo y la demagogia, crucificaron el entusiasmo de Violencia en el fútbol 1958-'8S.
el corporativismo en el fútbol .
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Ni acumula liDajea nncioa como la Sociedad acx:edieron a la cdspide instibJCional del f6tbol y Desde su surgimiento y huta la aparición del
Rmal. ni tiene d poderío financiero de la Asocia- quienes llegaron a la cúspide gubernativa de la peronismo, la AFA fue presidida predominanrc-
ción de Bancos. Di ~ miedo como d Ejéreito. Nación. Cada color que pntó la Casa de Gobiemo mente por dirigentes emergidos de la oligarqufa
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"Jan.,oco le hace falla. ArgumenlDS p1>pios y aje- tilló sinm11'ncamenre la sede de la AFA Como si portella. Erme ellos estuvo Eduardo 8'ncbez Te-
nos la roman una cmponción 18D indiscutible co- fuera un ministaio mú, la mayoría de los respon- rrero. quien condujo la entidad en 1937., 1938,
mo cualquiera de las oau. Se podrá agregar que . 1

sables del Poder Ejecutivo procuro ubicar a un mientras su suegro Agustín P. Justo era pr:esidente
es una OO!p(Dción muy peculiar. Ea probable. Pe- hombre de su confiall7.a a la cabe7.a de una enti- de la República. Su gestión poseyó el númo ma-
ro. próxima o disl8Dte de las particularidades, la dad esratutariamcnte utónoma. No resul~ una tiz que la de su sucesor. el abogado Ac:bün Esco-
Asociación del Fútbol Argentino (AFA) es la cor- casualidad que de los 29 individuos. que coman- bar, un político del Partido Demócrata Nacional
poración del fútbol daron la AFA, 20 se hayan deseff\. ~fiado en otras que fue diputado durante 24 aftos. Como ademú
Generada para expresar los intereses de los clu- áreas de la función pública. Formalmenre, la elec- de presidir la AFA ejercía la dirección de Cmeos
bes que practican fútbol. la AFA traspaSó desde su ción del presidente es un derecho que los clubes y Telégrafos, a Escobar se lo conoció popularmen-
nacimiento el límite que separa .a una simple orga- ejercen por intermedio de sus represenrantes. En te como "el presidente cartuo". Hombres como
nii.ación nuclearue de un espacio institucional de la práctica. esos mismos representantes acogieron Sánchez Terrero y Escobar gozaban del aprecio
peso propio, firme~nte vinculado con el poder y sin demasiadas protcsras las sugerencias emana- pleno de los dirigentes de fútbol. Sus múltiples y
la política Prácticamente todos los grupos gober- das desde el Estado o escogieron un mediador encumbradas relaciones les permilíall conseguir
nantes del país en los últimos cincuenra aftos pa- adecuado para acercarse a este. fondos subsidiarios y exenciones impositivas, que
saron también por la conducción del fútbol. La AFA fue fundada el 3 de noviembre de conformaban contribuciones importantes para 1as
Miembros de la clase alra tradicional. militares, 1934. Su creación foe el paso final de una larga instituciones que estaban en expansión.
políticqs radicales y peronisw, dirigentes surgi- marcha transitada entre las fusiones y los cismas El mismo sentído tuvo la designación de Ra-
dos del mundo sindical y del mundo empresario, que signaron la vida de las asociaciones que la an- món S. Castillo (b) enl941. ¿Qué mejor canal pa-
todos, de acuerdo con sus modos de concebir y de tecedieron. Esas primeras asociaciones tuvieron .ra vincular al fútbol con la política que el hijo de
ejecutar la política. se ligaron con la entidad cwn- pc¡>r presidentes a ciudadanos de alto prestigio ~ quien entonces era jefe de Estado? La idea fue
bre del fútbol nacional. cial como el ruralisra Florencio Martínez de Hoz, buena hasra el 4 de junio de 1943. Ese día Castillo
La figura a través de la cual se estableció el ne- el político bloquista Aldo Cantoni, el ministro padre debió abandonar con1ra su volqntad la Casa
xo entre la AFA y los sectores de poder fue, por lo Adolfo Orma o los abogados Ricardo Aldao. V.ir- Rosada y, poco después. Castillo hijo también tu-
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general. la de su presidente. Un seguimiento de gilio Tedín Uribmu y Alejandro RU7.0. Atenra a la vo que dejar su sitio en lo que constituyó algo así
los ñtulares de la AFA permite observar un cmre- incidencia q_ue tenía el fÚlbOl sobre la población como el ·primer golpe de Estado en el interior de
lato casi inintemunpido entre el perfil de quienes local, la clase dominante no caviló en gobernarlo. laAFA
La indignación popular, expresada durante el antemano a la gente con condiciones que se Las investigaciones de Romero las encuentra ya
multitudinario entierro de Souto, presionó a través acerquen a la felicidad cotidiana. Y cuando ese oficializadas a comienws de los sesenla. River, en
de la prensa. Clarín aprovechó para pedir por hombre está en la tribuna no le importa el fair 1962, anunció la incorporación rentada de hinchas
"una policía especial, la brigada.moralizadora play porque ha dejado de ser hipócrita: desnuda que acompailarían al equipo a todos lados para
que viene reclamando este t.iario" . Decía también: su pasión y descarga la agresividad que no pudo que no aflojaran en instantes fundamentales. El
"/aAFA debe planiftear con la policla un plan de soltar en la semana. Emonces, eso le sirve, por- comisario Alberto Villar, tras asunúr la jefamra de
acción. Gente adiestrada que se meta donde es- que la catarsi:,f es saludabk" . Así, 1967 culminaría policía en 1974, llamó a su despacho a los líderes
tán los delincuentes, que vista como ellos, y que con dos campeonatos -un torneo promocional y de las barras bravas para prevenirles "sobre el
use la misma ley fuera de código, pero que tiene otro para el descenso-, con partidos adelantados peligro de la i,ifiltración exuemista". Una adver-
una aplicación muy anligua: ojo por ojo y diente los viernes para televisión, y con el maratón- de la tencia innecesaria ya que desde sus inicios conta-
por dien.te". Par su parte, la AFA sancionó por Copa Libenadores. Cinco, de los siete días de la ban en sus filas con policías en actividad, además
cinco fechas a Huracán; entonces la prensa. en semana, con fútbol. de abierta protección uniformada. Durante los
fonna sorpresiva, dio un giro de ciento ochenta años de apogeo de la represión, muchas barras
grados: Huracán debía apelar ante los estrados ju-
diciales para quitarse el papel de cómplice de ase-
el discreto encanto bravas formarían parte de los "Grupos de tarea" .
Un cuerpo de elite, encabezado por el "Negro"
sinato que le había colocado la suspensión de la de la pelota Thompson -barra brava de Quilmes- buscó en
AFA. Finalmente, la sanción fue levantada. 1982 el apoyo de la AFA, Adidas, Cervecería
El fiscal que atendió el caso Sooto postuló una Fue para 1978 cuando los estadios comienzan a Quilmes y de la viuda de Fortabat para viajar a
criminología del deporte estableciendo una rela- rodearse de autos y a encontrar un lugar para esta- Espaffá acompaffando a la selección de Menotti,
ción entre éste, el espectador y la inada_ptación, ya cionar en varias cuadras a la redonda, formaba con un doble objetivo: alentar los colores patrios y
que "¡xrecerla que estos espectáculos generan un parte de la emoción snob. Un ano después, Julio "pararle la man.o a los zurdos". La guerra de las
tipo espec(fico de criminalidad con caracteres Lagos y Mónica D'Anvers alentaban desde la tele- Malvinas impidió su concreción. El president.e de
etiológicos definitivament.e propios". Sin embar- visión la gira del seleccionado por Europa para la AFA les dijo que no era momento para viajar.
go, su conclusión fue que en esta sociedad "to- que todo el mundo supiera que los argentinos Igualmente el "Negro" Thompson siguió siendo
dos somos culpables", por lo que solicitó la abso- "somos derechos y hwn.an.os". Había que borrar mimado por la superestrnctura futbolística y por
lución de los condenados. El caso Souto se antici- impresiones que el exilio sembró durante el Mun- la policía. Durante un dificil encuentro de Quil-
paba en muchos aspectos a la historia del país. En dial. Después, la clase media descubrirla la vieja y mes en cancha de Boca, los uniformados lo escol-
tanto, Suárez -llamado el "Hombre esperado" violenta trayectoria del fútbol junto con los horro- taron hasta la misma tribuna. Tiempo después, el
por todo el ambiente deportivo- seftalmía que res del Proceso. Pero esas barras bravas que su- "Negro" sería acusado por el asesinato del para-
con el fútbol "se trata de difundir enlusiasmo en puestamente irrumpían porque habían aprendido guayo Raúl Servín Martínez, a pocas cuadras de
las masas; per. W; l oflrar..lo ,-•....._.. ,..,.. • d ·e ·w...,.,.,.,,.,.,_,_ La ipbp e 1 i d fe cr pública-
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La marea del Grupo de Oficiales Unidos Bullricb. forma estatutaria impulsada por López Rega. Mit-
(GOU) quedó impresa en la AFA en 1945. Ese El periodo que va desde 1956 (la inar.rvención jans dmó poc;o en la cima y cedió su lugar a Da-
afto alcamñ la piesidenda de 1a entidad el .general de Bullrich fue muy breve) a la inupción de On- vid Bracutto, UD médico esttecbmrente relaciona-
Eduardo Avalos, quien efectuó su gestión asistido ganía, fue cubierto casi en su toralidad por UD solo do con el sindicalista Lmmzo Miguel.
por otto mifüar del GOU. el coronel Tomás A. hornme. Raúl Colombo, de él se tmó, sobrevivió El Proceso adicionó una etapa que es más amo-
Ducó. En realidad. Avalos debió pccesitar bastante a las críticas durante poco menos de una década 9da. El Ente Aµlárquico MUDdial '78 (EAM '78)
de la ayuda de sus colaboradores en tazón de que como consecuencia de sus conexiones politicas. y el almirante Carlos Alberto Laooste fueron los
otras responsabilidades le insumf'an mucho traba- Al principio le bastó con ser anliperonista, des- amos de los días negros. La AF.A, presidida pcr
jo. Octubre de 1945. por ejemplo, fue un mes con- pués lo auxilió su anústad con Arturo Frondizi y Alfredo Cantilo y Julio Grondona, obsequió su rol
vulsionado en la A°rgentina, un país enel que Ava- posum~nte se mantuvo gracias a sus coruactos central de otros momentos. Los militares de Vide-
los era ~nistto de Guena, ministro interino del con el gobierno de Jost María Guido. Dirigente la evitaron la intervención pero sólo por una cues-
-Interior y comandante ile Campo de Mayo. Como de larga trayeclDria en el fútbol y en el radicalis- tión de forma. Anos más talde. tras la expiración
resulta presumible, no le quedaba demasiado mo, fue el símbolo de un tiempo de crisis. Sólo de la dictadura. Grondona aseguró su continuidad
tiempo para ocuparse del fútbol. abandonó el cugo en 1965 para depositarlo en mereed a su lazo personal y polítioo con el presi-
Con el peronismo en el poder las situaciones manos de otto metical: Francisco Pereue. hermano denre Raúl Alfonsín y, desde emonces extendió su
implícitas adquirieron carácter apreso. La AFA de quien era vicepresidente de la Nación. tarea basta el presente.
fue abiertamente peronista. Tuvo cinco -presiden- El golpe de 1966 desplazó a Perettc e intervino Ni 1a Sociedad Rural, ni la Asociación de Ban-
ies y todos fueron miemmos del partido en el go- a la AFA por segunda vez. La nueva intervención co, ni el Ejército. Dicho está., tampoco hace falta.
bierno. Al administrador general de Cmeos y Te- se extendió hasta 1974 y constituyó uo proceso La AFA tiene lo suyo. U na historia protagonizada
légrafos Osear Nicolini, el presidente de la Supre- confuso que lideraron ocho interventores, algunos por políticos y poderosos así lo testirronia.
ma Ccxte de Justicia bonaerense Cayetano Giar- tan singulares como el empresario y ex. presidente
dulli, d director nacional de Trabajo y Acción Di- de la Unión Industrial Argentina, Juan Martín
reaa Valentín Suá:rez, el presidente de la Cámara Oneto Gaona, que asumió declarando que no sa- Los datOII ven.ido& en esta noca integran la investigación
de Apelaciones en la Justicia del Trabajo Domin- bía nada de fútbol. El peroois~. que en 1973 he- F{dbol~parió,c tú ,,,_,.fliliulu y tú ~ efectuada por lf6ctor
go Pduffo, y el sindicalista y .rector de la Univer- Pal!lJllinO y eJ 1111« en el Centm de Investigaciones Sociales
redó la intervención, nombró ~ a Baldome-
~ e l Estado y la Administración (CJSEA).
sidad Obrera Nacional Cecilio Conditti se suce- ro- Gigán .-vinculado con Raúl Lasti.ti y José Ló-
dieron basta 1955. Luego, la Revolución Liberta- pez Rega- y luego a Femando Mitjans -el es-
dora se propuso "desperonizar" la institución y de- cribano _personal de Perón-, quien finalmente
cidió intervenirla, poniendo al frente a Arturo normalizó la instirucrón &obre la base de una re- ariel scher
mente, hasta días antes que recibiera la condena
del juez.
Romero. seftala que "desde 1958 hay decenas
de muertos por las barras bravas, en realidad .pa-
radeportivas, grupos que tienen capacidad opera-
tiva propia, que protegen a sus jugadores y a la
poca genJe que puedan llevar, pero que excepcio-
nalmenle se enfrentan con sus iguales. Sus vícti-
mas son clasemedieros: estudianles, trabajadores,
aquellos que manJienen la ideología de un pro-
gresismo indefinido. Las muertes en nuestras
canchas, la violencia, son prenunciadas. Forman
parle de un escalada interna que, para quienes se
hallan fuera del discurso, resultan sorpresivas e
impactan" .

los mercenarios del fervor


Vd en 1950 se propicia la creación de un cuerpo
corporativo -socios representantes de socios-
para ocupar el vacío existente en.tte los directivos
y los espectadores. El proyecto iba a consolidarse
en forma espontánea primero, luego institucional-
mente. Una década después, las barras bravas se
aceptan públicamente y se las financia como gru-
po de choque. Implantada.la dictadura militar, ten-
drán injerencia en la formación de los equipos, en
las decisiones sobre los cambios de técnicos, com-
pra de jugad res y resencia 1 e ttenamien-
tos. Las barras. ¡g c!i
uy, uy, uy, uy, que papelón
Podr.ía empezar recordando que, cuando la atonneDió m adolescencia. Hubo otto: "la geille ella.siempe.
marchita estaba prohibida, sus acordes (justo ya no comdp<>r ve.r a Walter G6mez" que hizo fe- El desafío, el menoscabo, están simpre pre-
aquellos que correspondían al "Perón/Perón.") re- liz mi infancia Pasarían muchos anos y rrwcbos senres. A veces basta coo dejar constancia de una
sonaban en los cánlicos- de las hinchadas acompa- impudores para. que llegara el más liberado y ro- superioridad histórica del equipo propio .sobre el
ftando al cl~íco y esperanzado "dale campeón.". cundo "al que no le guste Scottalque ~ cluq,e otro, lo que se sintetiza sabiamenre mediante la
O acaso las veces que escuché la propia marcha las pelotas" . expresión "hijos nuestros". Se alude a no dudarlo,
en las canchas. O la emoción que sentí cuando los a una perversa relación paterno filial connotada
muchachos del tablón comenzaron a corear "se En eso de enaltecer apellidos los muchachos por marcados visos autoritarios ... pero se entiende
• \IQ acabar la dictadwa mililar" allá a rnedíados del y hu.milla a punto tal que la réplica usual ("hijos
han progresado. Cuando Lanusse comenzaba a
'82. No es la cuestión. No trato de descubrir un de puta") suele resultar ineficaz y reveladora de
flaquear, la hinchada de Boca le ponía esca letra a
elevado nivel de coociencj.a donde tal vez no lo debilidad. "Y llora/y llora/y lloral(el que sea) llo-
la música de "úes cosas tiene la vida": "tres co-
hubo. Para peor, tunpoeo sé si el "dale campeón rá' gozan los salvajes cuando la hinchada contra-
sas tiene la Boca/Potente, Ferrero y Cambón/el
"se acompasaba con la marchita eomo sabia de- que tenga esas tres cosaslq~ le dé gracias a ria perdídosa eruolla sus bandeias y se va o recla-
fenderse de un patrimonio histórico y cultural o ma por un penal no cobrado. Al equipo amena7.a-
Dios". No puedo onútir el homenaje sincero de
simplemente por lo pegadizo de la música. do por el de.scenso se lo atmnenta con "se van
los hinchas de Argentino J uniol's a Maradona
Quiero, apenas, tentar una antología módica, cuando éste aún vestía su camiseta: "Marado,ea para la B" o con el levemente más sutil "van a
no se vtnde/Maradona ,w se va/Maradona es del jugar/van a jugar/con Sqcac}úspas y Ar~nat•. No
antojadiza y de memoria de los cantitos de la can-
cha. Si mal no recuerdo, allá por los ·so no teman barrio/del barrio la Paternal'. Claro Mar:adona se faltan consignas más ingeniosas como aquella que
mocha variedad. Surgió entonces el célebre "Sí, fue y a tantas partes ... pero quien les quita a los Caloi definió como surrealista: "La Bocana Bo-
sf señores/yo soy de Boca/s{, si señores/decora- muchachos haber soffado que Dieguito no iba a ca/la Boca/se inundó/y a todos/los de Boca/la
zón/porque. este aíi.oldesde la Boca/salió el nuevo dejar el barrio. Termino recordando come enalte- mierda los trJp6". ¿Qui decir de és1a. que sugiere
campeón" que perdura hasta nueSIJOS días. Exist(a, cían los de Huracán a un ídolo a quien querían un destape futuro y no menos surrealista?: "Ra-
el homenaje al jugador o al juego eximio pai.enti- más que a 'sus futbolistas: "Somo' del barrio/del cing va salir campe6n/Racing va a salir campe-
zado en el canto exigencia "al Colón" que recla- barrio de la Quema/somo' del barrio/ele Ringo ón/el dia que la Merello aparezca en bolas por
maba el magno Coliseo lírico para los ídolos ~ televisión". El enfrenramíento sabe ser más direc-
Bonavena" .
pulares y que -acaso- condicionó futuras deci- to. La pesada de Vélez precisa el reto a duelo fi-
No prerendera que las hinchadas se dedican jando lugar y hora: "Van a cobrar/ya van a verla
siones de Pacho O 'Donnell.
sólo a endiosar jugadores. Su misión básica es la salidden el puente ~ Linier" (sin "s' por fa-
Había pocos, sencillos, pareados honrando al- confrontar con la contraria Gastarla, si se gana. vor). Los de Huracán profetizan su victoria final:
gún apellido: "tin, tin, tinlgol de Valentln" que Amenazarla si se pierde o hay ganas. Burlarse de "ya lo veo/ya lo veo/ya lo veo/ya lo veo/ya lo
namiento en base al autoritarismo. Por eso sus
cantos no son casuales: "los vamos a hacer jabón
por el callejón" , les vocean a los de Atlanta por
penenecer a Villa Crespo, clásico barrio judío. O
aquel que le dedicaron recientemente a Veira: "te
la pongo, te la dejo, el Bambino se coge a los
penae.jos". Como no son casuales los símbolos na-
zis, ni el "aguante". Porque el "aguanJe" es gritar
sin parar, pese al desenlace del partido,~ "ban-
córsela'', ir a la pelea aunque la mano esté dura.
Los líderes son segregados natwalmente por las
barras bravas. siempre que los galones sean obte-
nidos con actos de vandalismo y coraje, enfrenta-
mientos con la policía y conexfones políticas.
Conforman un clan que se une no exclusivamente
por lo que Freud llama protección del tabú con el
tótem presidiéndolo como emblema sino que se
agluúna frente al peligro externo. Según Ezequiel
Fcmández Moores, otro especialista e investiga-
dor de la esttuctura futbolísúca, la permeabilidad
de las barras bravas hacia una ideología fascista se
produce porque poseen códigos de violencia, de
incondicionalidad. A esto se une la protección que
les brindan los dirigentes, -ya sea por acción u
omisión- y la falta de compromiso, el "no te
metás" arraigado en nuestra sociedad. Es necesa-
rio -advierte- distinguirla de la hinchada co-
mún. "Las barras bravas son asalariados que en
muchos clubes van a porcentaje en compra y
yent de ·u r . Protegen a det,erminados per-
}n'; cantitos del tablón
veo/a los • Choco/disparando por Caseros". La galtierismo?. Los lugares comunes del periodismo clones peronistas. Y de las canchas, aAade uno. La
pesada de Nueva Chicago anuncia so presencia o de la enseftanza pirnaria pueden ser capi1ali7.a- comunidad cultural --<00 ral.Ón- celebra conx>
belicosa con la meta invocación de su origen ba- dos por barritas aeativas. La hinchada de San Lo- un avance que el lenguaje se libere en los anos o
rrial "Maltllkros/MaltJlkros/M<Uatleros" .: Hábil ren1.0 glosaba así una goleada contra un ignoto la lclevisión. Nadie asume que e,l despirpajo llegó
explotación de un vocablo icónico. Acaso bagan equipo boliviano: "q~ se vayan para el Altipla- mucho antes a las canchas, al borde de la verde
prosa sin saberlo y evoquen en sos interlocutores nolqlll! acá hay afano/qlll! acá hay afano". gramilla, como diría Muftoz. Payadores de lo efi-
las ominosas imágenes trazadas por la pluma. de El talento emerge .sobre todo en los duelos de mero, chi.caneros de primera, los cancbautaes no
Esteban Ecbevenía consignas. En enfrentamientos consistentes en es- aspiran a la peiduración de sos nombres. Apenas a
Abundan también las proclamas -de virilidad y perar la situación propicia o el cantito del otro y ser glorificados con el reconocimiento de los ~
coraje ¡Con cuántas palabras rima "huevos"! Al replicar rápida, conwndentemente. Algunos ya es- pios. ¡Cuántos buJOOristas mve detrás en los tabl~
derrotado se lo increpa: "ahora, ahora/nos chu- tán estereolipados, pero los hay buenos. River so- nes o el cemento!, ¿quién no los escuchó alguna
pan bien las bolas". Machismo puro; no ex.t:rafle porta el estigma de ser "gallind' ttras haber perdi- vez?
que áflos ha la hinchada de San LoJ:cnzo tocara el do un tmgico encuentro con Peffarol allá por 1966. Un cachito de nuestra cultura popular pasó
cielo cuando (durante una gira) su centro delante- Cuando los contrarios increpan: "qué dicen las por la cancha Lo supo Discepolín quien compuso
ro Doval fue acusado de manosear el aasero a una gallinasllará aá lará" los imllonarios acuden a 110 para el cine un hincha arquetípico. También Calé
82afata. El ídolo ref0!7.Ó su condición. Los "san- retruécano digno de Alberto Olmedo: qMe nos que transformó una cuarteta ingenua y meritoria
tos" tomaban "van a bailarlvt111 a bailarl con la chupen los lwevosllará lará lorá''. (ganamo/perdemo/pero a River lo queremó), en
azafalal • Doval". aerta vez se excluyó a Hou- A veces, ka:fkíanamente, las hinchadas de otra más arnterialista (g~molmejor que
seman y a un compaftero de la Selección. invocán- equipos "grOlldú" comienzan a corear aliento al ganemo) y ttazó para siempre la caricatura del
dose borrosamente una equívoca relación entre equipo COIIIQrio y socoarronamente alladen "c-0- hincha ("el segllidor y f,d'' en las revislas Rico
ambos. La hinchada de Huracán no trepidó en de- mo no tienen hindUlddles hacemos la gaw:hoda". Tipo y River. ¿Qué decir de Caloi y Cemente, li-
finir esas relaciones y el rol que le cupo a su .. lo- Menosprecian así a las ínfimas bams conirarias. gados a las dos victorias mundialisl8S de nuestta
co" Houseman; "el loco/el loco sablalqru (eJ Una vuellll escuché a la de Argentino Junimi re- Selección.,
otro) era comü6nl el loco se lo cogfalen la con- trucar con orgllllo y desafio "Somos P"'lllitoslso- Salute, vates del tablón y del cemento. Una
centración". Casi nada. mos los M siemprelpá los • Boca somos s,ti- sociedad modernizada quiere olvidarse de los mu-
Sobraban machismo y chauvinismo en esta cientu". Torná mate. · chachos en todos los órdenes. Ustedes pagan el
cuarteta pergeftada cuando Ja ,elección argentina No es justo negar a los cantitos alegría. inge- paro. Dios sabe que eso no es justo y que usíedes
perdió injosaamente con la inglesa en el mundial nio menudo y mmbóo. creatividad. Un pueblo al y sus cantitos merecen de esta sociedad mucho
del '66: "Y si la reindse pone en cuatro patas/el qoe le es dificil cantar a coro (lo dijo Jauretche) más que el olvido o la crítica simplista y banal
ronco Onegalle clava la bata1a''. ¿Anticipo del pudo expresarse a gritos a partir de las -concentra- mario wainfeld
sonajes. recibe_n dinero para que los demás gri- ción de la sociedad porque su única ideología do- luchas. Un derecho que secularmente estuvo re-
ten, o por llevar gente a la cancha porque son minante es la posibilidad del ataque externo: to- servado a las minarlas: el derecho al ocio conquis-
'punJeros políticos'. Cuando Menotti eslaba en dos los demás son enemigos. tado por los IIabajadores con las batallas por las
Boca y el club ganaba, el entusiasmo no era Fuera del terreno de las especulaciones, el ale- "ocho horas". La reaparición de multitudes en las
compartido por los barras bravas de La Bombo- jamiento de las mayorías de las canchas, es testi- graderías para asistir a los eventos deportivos
nera porque el direcJor técnico no es un hombre monio del repudio popular hacia la violencia de -ausentes desde la Roma de los Césares- crea
de ellos. En muchos casos, son financiados por los barras bravas. La época de oro de nuestro fút- una espiral ascendente en la que el deporte ali-
dirigemes opositores a la conducción de turno". Y bol convocaba multiwdes en los estadios, curiosa- menta al espectador y este al deporte. Por eso,
otro detalle para tener en cuenta: los paradeporti- mente sin útulos mundiales a excepción del sub- cuando algunos intelectuales critican las prácticas
vos protegen a los jugadores que son uniforma- campeonato mundial de 1930. La incorporación deportivas masivas, cuando hablan de los supues-
dos. Junto a la de todos los uniformados, el depor- del "no perder', la "media europt!d'. el "calenac- tos "opios del pueblo''. es probable que a sus li-
te ha sido una de las formas más conocidas de la cio'' italiano y las banas bravas, genera una es- bros de consulta les faltaran algunas páginas. Por
impunidad. "No sería grosero --observa Rome- tructura viciada que asfixió a la pasión netamente eso también. cuando el tablonero concurre cada
ro- la inclusión de los deportistas dentro de ese popular. Dante Panzeri definió alguna vez al fút- dolJÚngo a una cancha de fútbol, afinna ese dere-
privilegio uruformado en la Aygentina". bol-espectáculo como "un negocio de pocos cho aunque desconozca la gesta que su memoria
que viven con él ml!rced a ,ma mayoría qUI! hu- histórica defiende. Lo que cabe es la denuncia de
manamente muere con if'. En esto fue premonito- esa minoría, cuyos intereses coercitivos están des-
rio. truyendo los legítimos derechos de la mayoría.
la desnaturalización De treinta millones de argentinos, apenas un Como la ejercida por los ttibuneros de Mandiyú
del fútbol cuano de millón concurre anualmente a las can- --Corrientes- que individualizaron al que había
chas. Se apela a los precios de las entradas para arrojado una piedra y obligaron a la suspensión de
El fútbol se anticipa muchas veces a la realidad. justificar el ausentismo. Lo cierto es que la vio- un partido hasta que no fuera re.tirado de la tribu-
Observan los especialistas, que fue en la cancha ·1encia ejercida por una minoría, el temor a ser la na: como el paro nacional dispuesto por los juga-
donde volvieron a oírse los acordes de la marcha proxima víctima, el desinte~s por una modalidad dores de fútboJ, un hecho absolutamente inédito
peronista. los primeros cánticos contra Martínez futbolística cada vez más deslucida, aumenta la en el país, tras el atentado del que resultó víctima
de Hoz y los represores militares. Hace más de deserción de la tribuna. Y esto conforma también Zacarías; como el intento de los padres de las víc-
medio siglo Ezequiel Martínez Estrada advertía la una violación a los derechos humanos. Porque timas del fútbol por constituir una asociacióo si-
peculiaridad portcfta de dividir la ciudad en clanes desde hace más de u.n siglo, el depmte como tal, milar a las de las Madres de Plazo de Mayo para
a través de los clubes de fút . La barra brava. el d recho a su ejercici y contefl1)lación, es tm q~ no que4en impunes los asesinalD& de sus bi-
bien podrf s e ~ ~,!~!!';::;r·"e rq ~ erba: q p 1
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cris u73crisis

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