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Tema VIII-

Estudio de la Bancarrota Fraudulenta


En el artículo 591 expresa quienes deben declararse bancarroteros fraudulentos.
En cuanto a la bancarrota fraudulenta no hay casos facultativos y casos obligatorios, pues el
quebrado debe ser siempre condenado si los elementos de la bancarrota fraudulenta están
caracterizados.
El primer caso es la sustracción de los libros o la ocultación o disimulación del activo. De
manera que se trata de una especie de robo en perjuicio de la masa.
No es necesario que todos los libros hayan sido sustraídos, siendo suficiente que hayan hecho
desaparecer todos aquellos que puedan servir para establecer la situación del comerciante
quebrado.
Diferentes casos que se presentan:
Libros irregularmente llevados: son los caos en los cuales los libros se llevan irregularmente
de modo de cometer fraude.
Ocultación y Disimulación del Activo
La bancarrota fraudulenta constituye un crimen. Se dividen en dos casos: la bancarrota
fraudulenta propiamente dicha y la bancarrota de los agentes de cambios y corredores.
Los elementos constitutivos de bancarrota fraudulenta:
1ro. Es preciso, como en el caso de bancarrota simple, que el sujeto activo sea un
comerciante. 2do. Que este comerciante haya cesado en sus pagos mercantiles. 3ro. El
elemento esencial es como lo indica su clasificación, es el fraude, ya la bancarrota no es
imputable a negligencia o imprudencia, lo que se castiga es la estafa y el robo. Y 4to. El
comerciante debe hallarse en unos de los casos de bancarrota previsto por la ley. Estos casos,
conforme a los términos del art. 591 del cód. De com. Son los siguientes:
A).- cuando el comerciante quebrado ha sustraído sus libros;
B).- cuando ha cometido fraude en escritos, actos auténticos o bajo firma privada, o por su
balance, o cuando se constituye deudor de sumas que no debiere;
C).- cuando ha ocultado o disimulado parte de su activo;
D).- cuando no ha llevado los libros que la ley le ordena llevar o cuando los ha llevado con
irregularidad; y
E).- cuando no ha formado con exactitud el inventario, o cuando no ofrezca en sus libros su
verdadera situación activa y pasiva.
Persecución: el crimen de bancarrota fraudulenta prescribe por la expiración de un plazo de
diez años, cuyo punto de partida queda establecido como en materia de bancarrota simple.
Penalidad: la bancarrota fraudulenta se castiga con la pena de reclusión (2 a 5 años). Además,
la publicidad y la fijación de la sentencia de condenación se harán en la forma establecida por
el artículo 42 del código de comercio.
Bancarrota fraudulenta de los agentes de cambio y corredores
Consiste en hacer por su cuenta, en nombre propio o ajeno, algún acto u operación de
comercio distinto de los de su profesión. Art. 404, cód. P. "los agentes de cambio y los
corredores que hubieren quebrado, se castigarán con la pena de reclusión menor; y con la de
reclusión mayor, si la bancarrota fuere fraudulenta". Los arts. 85 y 86 del cód. Com. Prohíben
expresamente a los agentes de cambio y a los corredores, comerciar por cuenta propia, así
como también garantizar la ejecución de los contratos en que intervengan. Si sobreviene la
quiebra por el incumplimiento de las obligaciones que el ordenamiento mercantil vigente
impone a dichos agentes, esta quiebra se reputará, cuando menos, bancarrota simple. Es muy
importante señalar que mientras el comerciante culpable de bancarrota simple sólo se le
impone la pena de prisión correccional de quince días a un año, al agente de cambio se le
castiga, en el mismo caso, con la pena de reclusión, esto es, una pena aflictiva e infamante. El
art. 86 del cód. Com. Introduce una presunción de fraudulencia para cuando el agente de
cambio o el corredor se constituya en garante de dichas operaciones, habida cuenta de que la
ley conjetura que dicha garantía encierra un acto u operación comercial efectuada por cuenta
propia.

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