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Entre Anáhuac y Europa, o la forma de

(re)presentar el yo frente a los otros


Julia Preciado Zamora

 , 


Visiones de Anáhuac. Reconstrucciones
historiográficas y etnicidades emergentes
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en el México colonial: Fernando de Alva 
Ixtlilxóchitl, Diego Muñoz Camargo
y Hernando Alvarado Tezozómoc
Universidad de Guadalajara, Guadalajara,  pp.

Primeras palabras do a “iniciados” y por un iniciado, es


decir, alguien más que un especialista

E l libro Visiones de Anáhuac. Re-


construcciones historiográficas y
etnicidades emergentes en el México
en historia colonial. La búsqueda del
doctor Salvador Velazco no pretende
sólo establecer un diálogo con otros de ellos nobles indígenas y otro mesti-
colonial: Fernando de Alva Ixtlixóchitl, historiadores especialistas en la des- zo) a manera de situ estratégico de
Diego Muñoz Camargo y Hernando cripción de la meseta central mexica- investigación para analizar un proble-
Alvarado Tezozómoc, de Salvador Ve- na. Salvador Velazco está lejos de esto. ma general: la forma en que, dentro
lazco, no es para neófitos. Está dirigi- Él utiliza la obra de tres autores (dos de una sociedad en transición (que
pasaba por el difícil lance de una so-
ciedad conquistada a otra hegemóni-
  : Archivo Histórico del Municipio de Colima. ca), los tres autores citados se autoe-
julia_preciado@yahoo.com valuaban y se presentaban frente a sus
Desacatos, núm. , enero-abril , pp. -. lectores.
 Desacatos - 

En el marco de la literatura sobre Es decir, buscó viajar a través de añe- biológica, mientras que transcultura-
estudios poscoloniales, Velazco pro- jas páginas en la compañía de Alva ción se refiere más bien a interaccio-
pone un término nuevo, el vocablo Ixtlilxóchitl para instalarse en Texcoco; nes culturales entre miembros perte-
necientes a culturas diferentes (p. ).
indígena nepantla, para definir (y lo con Muñoz Camargo en Tlaxcala y
digo en términos muy prosaicos) el con Alvarado Tezozómoc en México-
estar a caballo entre dos culturas. Ne- Tenochtitlan y así mirar y remirar esa El término transculturación remite a
pantla significa estar en medio, es el zona. Velazco quiere dejar en claro que un proceso dinámico, según el cual el
equivalente al concepto de in between el suyo no es un trabajo que retoma la sujeto se encuentra justo a la mitad de
que emplea Homi Bhabha, especialista obra de los tres cronistas como “fuente dos culturas, oscilando entre una y la
en estudios culturales, originario de histórica”. otra. Por lo tanto, dentro del discurso
India. Entonces, Salvador Velazco A cada uno de los tres historiadores transcultural de los cronistas, su pos-
analiza cómo en la situación de ne- le concede un capítulo de su libro. Ini- tura no es de disidencia, y esto lo
pantla, o in between, Anáhuac y Euro- cia presentando al cronista para ense- identifica Velazco. Los tres autores que
pa repercutieron en la obra misma de guida proceder a examinar su obra se encuentran nepantla buscan reposi-
los tres autores que seleccionó. historiográfica y amarrar el final del cionarse entre los dos mundos que les
Velazco cita un pasaje de la Historia capítulo con sus conclusiones. Debo toca vivir. Sin duda que ellos tres y el
de las Indias de Nueva España y Islas de decir que quien decida ingresar a las grupo étnico al que pertenecían per-
Tierra Firme, escrita por Diego Durán páginas de esta publicación se verá dieron mucho con la conquista. Sin
alrededor de . Fue a propósito forzado a analizar con detenimiento la embargo, en sus crónicas no expresan
de la reprimenda de Durán a un indí- información complementaria que resistencia cultural: la posición de los

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gena que conocemos el significado ofrecen los extensos y documentados colonizados es compleja, contradicto-
de nepantla: pies de páginas. Es allí donde se en- ria. Pareciera que se dejan asimilar,
cuentra una historia que corre paralela para poder resistir.
y así riñendole el mal que había hecho al texto principal.
me respondió Padre no te espantes
pues todavía estamos nepantla y como
Desde mi punto de vista, la contri-
entendiese lo que quería decir por bución de Visiones de Anáhuac radica Negociar con la palabra
aquel bocablo y metáfora que quiere en que el autor se acercó a la obra de
decir estar en medio torné á insistir los historiadores desde la perspectiva Negociar con el lenguaje escrito y rea-
que medio era aquel en que estaban de los estudios transculturales: formu- comodarse en la sociedad que recién
me dijo que como no estaban aun bien
ló preguntas nuevas y encontró nue- emerge es el cometido de la obra de
arraigados en la fé que no me espanta-
se de manera que aun estaban neutros vas respuestas. Contrario a lo que mu- los tres cronistas. Tres lugares diferen-
que ni bien acudían á la una ley ni á la chos estudiosos hicieron antes que él, tes, e igual número de estrategias para
otra ó por mejor decir que creían en Salvador Velazco se negó a caracterizar convenir con los colonizadores. En-
Dios y que juntamente acudían á sus como mestizas las crónicas de los tres seguida enumero lo esencial de cada
costumbres antiguas y ritos del demonio historiadores que analizó. Para su es- uno del terceto de cronistas según lo
y esto quiso decir aquel en su abomina-
ble escusa de que aun permanecían en
tudio propuso el concepto de trans- analiza Salvador Velazco.
medio y estaban neutros (p. ). culturación, que es más extenso y neu-
tral que el de mestizo. Al utilizar el a) “La imaginación historiográfica”.
Salvador Velazco quiso, a través de la concepto de transculturación, explica Fernando de Alva Ixtlilxóchitl escribe
letra escrita de tres cronistas del Méxi- el autor, desde la óptica de la nobleza indígena.
co colonial, tener una perspectiva par- se evita la connotación más inmediata Hace una historia ensalzadora de Tex-
ticular de Anáhuac, no necesariamen- que tiene la de “mestizaje” que remite coco para que la “burocracia” española
te viciada por la cultura hegemónica. inmediatamente a una mezcla racial, considere los derechos de dicha no-
-  Desacatos 

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Simone E. Schumann, La ventana , , óleo s/tela.
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bleza indígena. De Alva Ixtlilxóchitl nico, los cronistas buscaban mantener dados por Hernán Cortés, “sino un
pretende que la historia de Texcoco se el lazo entre ambas culturas y así per- coloquio de conversión que sella el
“empalme” en la historia “occidental der lo mínimo en el regateo cultural: pacto de la alianza con Cortés”. El dis-
cristiana”. Al negociar de esta manera “El discurso historiográfico de Alva curso que desarrolla Muñoz Camargo
y aceptar al nuevo dios pone en mar- Ixtlilxóchitl representa el advenimien- descansa en dos de los elementos que
cha una maniobra: resalta el pasado to del cristianismo como un suceso legitiman la dominación hegemónica
prehispánico para reposicionarse. La profetizado por sus antepasados para española: la idolatría y el culto diabóli-
colonización no es una ruptura, sino la realización del más alto destino co. Como se pronuncia contra ambos
una preparación para el futuro. El dis- indígena: recibir la luz de la verdad elementos por considerarse español,
curso historiográfico es el arma con evangélica” (p. ). su obra se inscribe dentro de una co-
que negocia para volver a retener, al rriente que alaba la divinidad cristiana
menos, una parte de los privilegios b) El “discurso etnográfico e historio- y agradece a Felipe II por su labor
que ve parcialmente perdidos. La pa- gráfico” evangelizadora. Pero la dualidad de
labra clave es el acomodo. Un acomo- Diego Muñoz Camargo se conside- Muñoz Camargo no se detiene allí.
do al nuevo orden social, sin perder ra autor español y rechaza su identi- Considera a los indígenas (o “natura-
las raíces indígenas. De entre las pági- dad “indígena”. Muñoz Camargo es- les”) seres inferiores pero no puede
nas enmohecidas Salvador Velazco cribió su obra pensando en el rey evitar describir con asombro la visión
rescató un punto básico que confirma Felipe II como destinatario. En ella que ante sus ojos despliega la sierra de
su tesis central: de que lejos de querer asevera que no se dio una guerra entre Tlalocan, dentro del área de Texcoco.
cortar de tajo con el pasado prehispá- los indígenas y los españoles coman- Con su autodefinición como español,
 Desacatos - 

drama de ser indígena y ser cristiano.


Era difícil para alguien como Alvarado
Tezozómoc el glorificar por una parte
el pasado indígena en su totalidad,
dado que su presente cristiano se opo-
nía a ciertas prácticas que iban contra
sus creencias. Me refiero en particular
a la costumbre indígena de realizar
sacrificios humanos. Así lo explica
Salvador Velazco: “Surge la paradoja
de que al mismo tiempo que [Alva-
rado Tezozómoc] hace una apología
de la historia antigua de México-Te-
nochtitlan condena la práctica sacri-
fical de sus antepasados. Juzga la
cultura de sus antepasados desde la
perspectiva religiosa que le impone
el colonizador” (p. ).
Por ello la historiografía de Alvara-
do Tezozómoc pretende rescatar cier-

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tos aspectos indígenas al tiempo que
impugna otros que van contra su nue-
va identidad religiosa. No busca nece-
sariamente la ruptura sino entender
cómo puede alcanzarse una transición
hacia el nuevo mundo cristiano en
donde prácticas cristianas reemplacen
las prácticas profanas.

Los tres cronistas, como puede verse,


imaginaron y reconstruyeron muy a
Simone E. Schumann, La silla y el tiempo, , óleo s/tela (detalle). su manera la historia de sus antepa-
sados glorificando ciertos aspectos y
Muñoz Camargo busca justificar la la de los bienhechores y civilizados suprimiendo otros. Al hacerlo, en el
labor “civilizadora” de los españoles y peninsulares. proceso mismo de la hechura de sus
abre ante sus ojos la extraordinaria crónicas, moldearon sus identidades
belleza —aún por explotar— del valle c) “El nacimiento de una nación” propias: no sólo buscaban que el pasa-
del Anáhuac. ¿Quiénes mejor para Hernando Alvarado Tezozómoc do indígena fuera aceptado con sus
realizar tan excelsa tarea que los pro- construyó una historiografía desde el “asegunes”, sino que ellos mismos
pios españoles? Muñoz Camargo da la punto de vista de la nobleza indígena, —con su vaga, inestable y cambiante
bienvenida al proyecto de la Corona basada en la oralidad. Su propósito era identidad— acabaran también acepta-
de imponer un imperio regido por el de acomodarse entre dos mundos, dos para luego ser admitidos en el
una sola fe, una lengua y una cultura: porque Alvarado Tezozómoc vivió el mundo exclusivo de los colonizadores.

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