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El problema de la demarcación

¿Cuál es el criterio por el que se diferencian las teorías científicas de aquellas que no lo
son? El verificacionismo y el falsacionismo son dos concepciones opuestas que han
aspirado a solventar este problema.

Verificacionismo

El verificacionismo es una concepción defendida por los integrantes del positivismo lógico,
corriente empirista aparecida a principios del siglo xx. Según estos pensadores, la verdad
de una afirmación se establece cuando se verifica y confirma mediante experimentos y
observaciones. Si se acumulan confirmaciones que verifican la afirmación, eso significa que
el enunciado es verdadero, de modo que se puede incorporar en el cuerpo de
conocimientos científicos.

Según Moritz Shlick , uno de los principales representantes de esta corriente, preguntarse
por el significado de un enunciado es equivalente a preguntar por el método para verificarlo.
Si es inverificable-es decir, si ningún método permite corroborarlo con la experiencia
sensible-, entonces es una noción absurda para la ciencia. Por ejemplo, en la frase «un
unicornio vive en el castillo» no puede comprobarse de ninguna manera, de modo que hay
que concluir que, para la ciencia, carece de significado. Mediante esta definición, los
verificacionistas establecieron una manera de distinguir los enunciados científicos de los
que no lo son.

Falsacionismo

El filósofo de la ciencia Karl Popper consideró que el es imposible comprobar todos los
casos concretos de un enunciado universal porque por definición son infinitos. Esto significa
que buena parte de los enunciados científicos son de facto inverificables y quedarían, por
tanto, excluidos de la ciencia. Popper propuso en su lugar la concepción falsacionista,
según la cual lo que caracteriza a los enunciados científicos es la posibilidad de ser
refutados. Los científicos deducen predicciones precisas de sus teorías, de modo que tales
predicciones pueden contrastarse con la realidad mediante experimentos u observaciones.
Cuando la predicción no se corresponde con la observación o el resultado del experimento,
hay que descartar la teoría. Las teorías científicas, por tanto, pueden refutarse

Un ejemplo de teoría científica es la relatividad de Einstein: a partir de la teoría de la


relatividad general se pueden derivar pruebas experimentales muy arriesgadas, como, por
ejemplo, que la luz se tendría que desviar al pasar cerca de un cuerpo de gran masa como
una estrella o una galaxia. Se han diseñado experimentos precisos para medir este desvío.
Hasta el momento la teoría de la relatividad ha superado todas las pruebas experimentales.
Sin embargo, Popper defiende que esta teoría hace predicciones muy arriesgadas, de modo
que se expone a ser refutada.

Las teorías pseudocientíficas, por el contrario, son vagas y muy flexibles. Se caracterizan
por poderse amoldar a cualquier hecho y por ser capaces de explicarlo todo . Por esta
misma razón son irrebatibles. Popper cita como ejemplo el psicoanálisis . En el
psicoanálisis, la misma teoría es capaz de adaptarse para explicar tanto una conducta
heroica como un suicidio. Son teorías que reciben innumerables verificaciones empíricas,
pero son incapaces de arriesgar predicciones precisas y concretas que puedan contrastarse
con la realidad.

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