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ECONOMÍA, POLÍTICA Y FÍSICA CUÁNTICA

Ensayo

Algunos compañeros que actuamos en los movimientos alternativos, desde hace unos
pocos años hemos venido interesados por conocer la ciencia de la física cuántica que,
siendo para el pueblo y aun para muchos líderes políticos y sociales un ciencia
desconocida, novedosa y por demás extraña, no se la relaciona con el actuar de los
seres humanos en el campo de la ciencia política. Además, se considera que es de
muy difícil comprensión para quienes no están familiarizados con el lenguaje de esta
ciencia, la cual estudia los fenómenos invisibles del universo, los fenómenos
abstractos, que antes solo eran tema de religiones y metafísicos, de seres que
mentalmente consideraban y, no muy pocos, eran habitantes de un lugar por allá en las
nubes.

Gracias a científicos como Max Planck (1.900), Albert Einstein, Niels Borgh, Nicolás
Tesla y otros, la física cuántica fue descubierta. Es bueno aclarar que la física cuántica
no es un invento, porque este fenómeno, el de la física cuántica, ha estado presente en
la creación a través de eones (tiempo incontable), desde el comienzo de la historia del
universo. También ya en la actualidad gracias a científicos doctorados en física
cuántica como el francés Jean Pierre Garnier Malet, la española Sonia Fernández Vidal
y otros, hemos podido conocer cómo la física cuántica está presente en el
comportamiento humano y, además, cómo determina las actitudes de las personas y
agrupaciones que intervienen en las contiendas políticas. Entre otras cosas, nos
permite conocer porqué las organizaciones políticas de oposición solo se contraponen
a las políticas de los sucesivos gobiernos, olvidando el trabajo fundamental que es la
construcción de poder interno de los líderes y de poder colectivo entre las comunidades
para la prevalencia de su soberanía comunitaria. Esto ha ocasionado que las
organizaciones políticas de izquierda no lograron un sólido raigambre en las
organizaciones sociales de base.

La física cuántica nos ha permitido comprender que todo lo que existe en el universo, lo
visible y lo invisible, está creado a partir de partículas de luz. La luz es la totalidad de la
energía del universo, luz en diversos gradientes de manifestación. En lo visible se
manifiesta como luz atómica y en lo invisible como luz fotónica. La luz es una sola, pero
la diferencia entre estos dos tipos de luz es solo de nivel vibratorio; la luz atómica es de
baja vibración y por ello se vuelve visible y percibible al tacto y al ojo humano. La luz
atómica es visible desde la primera hasta la tercera dimensión -mundo material,
energía condensada- [reinos mineral, vegetal y animal].
La luz fotónica es muy sutil y por ello es invisible, siendo su unidad básica el fotón cuya
masa es cero, pero a la vez, es percibible desde la cuarta dimensión hacia arriba, en la
medida que se desarrolle la consciencia superior, cuando cada ser humano se interese
por el conocimiento y dominio ascendente de sus pensamientos y sentimientos. Una de
las manifestaciones de la luz llamada Dios, es la luz solar, la cual se hace visible, no
solamente cuando vemos las cosas que alumbra durante el día, sino porque está
manifestada también en los átomos que conforman la materia en primera, segunda y
tercera dimensión. Cada átomo que compone la estructura de los seres vivos es una
réplica en miniatura del sistema solar; por lo tanto en cada átomo hay movimiento y
energía lumínica igual que en el sol que nos alumbra cada día.

El científico ruso Alexander Gurvich, en 1923, descubrió la existencia de un tipo de


radiación por medio de la cual las células se comunicaban entre sí; desde
entonces los biofísicos de todo el mundo han estado a la caza de las partículas y
mecanismos implicados en este proceso de comunicación celular.

Entonces Gurvich atisbó con sus investigaciones que las células de todos los seres
podrían estar integradas de partículas de luz. Bernd Ruth, en 1.974, utilizando un
multiplicador fotoelectrónico, comprobó que realmente las células emitían
luminosidad, aunque de ínfima intensidad (hecho del que, desde 1960,
científicos rusos decían haber demostrado). Finalmente hace pocos años atrás
lo ratificó el científico bioquímico Fritz Albert Ppop: “Las células están constituidas de
partículas de luz”.

Corriendo el riesgo de que se pueda calificar de estar dando una explicación religiosa a
un hecho científico me atrevo a hacer la afirmación de que intuitivamente Jesús de
Nazareth reconoció este hecho al expresar: “Yo Soy la luz del mundo” y lo reafirmó el
evangelista Juan diciendo: “Dios es luz”. Es pertinente que el significado de la palabra
se corresponde con la etimología de la palabra dios, que proviene del latín, deus=día,
que hace referencia a la parte del día en que se manifiesta la luz solar. Los Chibchas
adoraron al sol como su dios, el dador de vida a la naturaleza; intuitivamente no
estuvieron equivocados.

Una forma muy sencilla de comprender que somos seres de luz es el conocido
fenómeno de la fotosíntesis; el sol transfiere energía lumínica a las plantas y las hojas
son su laboratorio, por ello cuando ingerimos los alimentos vegetales estamos
transfiriendo la luz primaria transformada por las plantas a nuestra estructura atómica.
Cuando nos alimentamos con alimentos cárnicos, la energía lumínica de la estructura
atómica de los animales ya ha sufrido un proceso, conteniendo así ciertos ácidos, como
el ácido láctico que es contraindicado contra ciertas enfermedades de las
articulaciones.

El lector podría preguntar: ¿qué relación tiene el fenómeno de las luz con las crisis
socioeconómicas y políticas? Pues con atención sostenida podemos entrar en la
comprensión de que cuando las clases dominantes del mundo, con sus multinacionales
y su banca multilateral que nos exprimen con la deuda externa y, los gobiernos lacayos
de los países del tercer mundo, niegan el derecho a la alimentación, a la educación y a
la salud, con nefastas y crueles políticas macroeconómicas, están interrumpiendo el
flujo natural de la vida en nuestro organismo, al obstaculizar la renovación de la luz de
nuestras células con una alimentación sana, nutritiva y constante. Con el ejercicio de la
economía extractivista se interrumpen los procesos de la vida en la naturaleza en todas
sus manifestaciones y esto no solo nos afecta a los seres humanos sino también al
resto de animales y a las plantas que son la reserva para reabastecernos de luz.

También hay que poner de presente que las crisis de empleo, de nutrición y de
violencia son factores desencadenantes de altos niveles de estrés en los sectores más
vulnerables de la sociedad. Esta patología afecta determinantemente los niveles
vibratorios de la energía lumínica de nuestra estructura atómica, porque constriñe la
emisión de radiación electromagnética entre las células y, de esta manera, se
ralentiza el flujo de los electrones de oxígeno en el sistema sanguíneo, se acidifica la
sangre, proliferan los radicales libres, los cuales privan a las células de la debida carga
de oxígeno y las mata y una de sus consecuencias es el cáncer. Éste es el escenario
perfecto para que los genocidas laboratorios productores de los medicamentos,
realicen sus mega negocios de la muerte, extremadamente lucrativos y reductores de
la población mundial.

Para finalizar es pertinente sugerirle a todos los líderes de la revolución molecular


(expresada en las formas organizativas que los jóvenes han adoptado durante este
paro nacional y a las que Uribe les tiene pánico), que aportando su grano de arena,
arriesgan sus vidas y sus familias para conseguir la libertad de nuestra sociedad, se
auto comprometan a adquirir el debido conocimiento de cómo lograr el flujo de energía
lumínica de la estructura atómica de su cuerpo mediante una alimentación adecuada,
una respiración consciente y una vigilancia cuidadosa de los procesos de pensamiento
y sentimiento. Los líderes no debemos ser cajas de resonancia del odio que eructa este
régimen de gobierno narcoparamilitar y fascista por las redes sociales y los medios
tradicionales de comunicación comprados; no podemos seguir siendo solo
contestatarios a la verborrea de las fuerzas oscuras del uribismo. Tenemos que
ponernos muy creativos porque los métodos de la vieja izquierda ya no son efectivos;
es más. Los jóvenes ya nos pusieron un mensaje contundente en este paro: no creen
en estructuras orgánicas políticas burocráticas e inmóviles y debido a ello ya hace rato
se declararon como ciudadanías libres. Tenemos que ponernos cuánticos; tenemos
que ponernos en modo cuántico para poder coger este “trompo en la uña”.

Ricardo Pantoja
Profesional en Estudios Políticos y Resolución de Conflictos
Universidad del Valle

Referencia de consulta:
https://elpais.com/diario/1982/11/23/sociedad/406854008_850215.html

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