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Muiscas

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«Muisca» redirige aquí. Para otros artículos sobre este tema, véase Muisca
(desambiguación).
Muiscas
Museo Del Oro, Bogota (24976759882).jpg
La Balsa Muisca es una figura de oro que representa la ceremonia sagrada de El
Dorado, que tenía lugar en la Laguna de Guatavita. En la actualidad, esta pieza se
encuentra resguardada en el Museo del Oro de Bogotá y es considerada un símbolo
identitario de Colombia.1
Ubicación Altiplano Cundiboyacense
Flag of Colombia.svg Colombia
Descendencia 14 051 personas en el año 2005.2
Chibchas mestizos: 10.000.000 (aproximadamente, diez millones). 3
Idioma Muysccubun y español.
Religión Religión muisca y Catolicismo mayoritariamente, luego de la Conquista
de Colombia.
Etnias relacionadas Familia chibcha: arhuacos, kogui, tunebos, wiwa, chimila,
yukpa, barí, tayronas.
Asentamientos importantes
Cota
Suba
Bosa
Chía
[editar datos en Wikidata]

Ubicación del territorio muisca en el mapa de la República de Colombia.

Vista panorámica de Bogotá, capital de Colombia, ciudad ubicada en el territorio


muisca conocido por los indígenas como Bacatá.

Ofrendatorio cerámico muisca. (Museo del Oro de Bogotá).


Los muiscas (del muysc cubun: muysca; AFI: /mʷɨska/) son un pueblo indígena
amerindio que ha habitado el altiplano cundiboyacense y el sur del departamento de
Santander, en el centro de la actual República de Colombia, desde aproximadamente
el siglo VI a. C., y cuyos descendientes actuales viven en los departamentos de
Cundinamarca, Boyacá y parte de Santander. Una pequeña parte de su población está
organizada en forma de cabildos indígenas en la ciudad de Tunja y en localidades
del distrito de Bogotá como Suba, Bosa, Usme, Fontibón y Engativá, además de
municipios vecinos como Chía, Cota, Mosquera y Sesquilé. Buena parte de la
población actual de la Cordillera Oriental de Colombia es resultado del mestizaje
entre los muiscas y otros pueblos, principalmente españoles.

A los muiscas se los ha llamado también chibchas, aunque esa denominación no es


incorrecta, tampoco es precisa, pues chibchas son en realidad todos los grupos
pertenecientes a la familia lingüística chibchense, como los u'wa, los motilones-
barí o los kogui, entre otros.4

Índice
1 Etimología
2 Ubicación geográfica y situación climática
3 Historia prehispánica
3.1 Época premuisca
3.1.1 Período paleoíndio
3.1.2 Período Arcaico
3.1.3 Período Herrera
3.2 Poblamiento muisca
3.3 Orígenes míticos
3.3.1 Mitos de creación
3.3.2 Mitos de civilización
3.4 Confederación Muisca
3.4.1 El Zipazgo
3.4.2 El Zacazgo
3.4.3 Zybyn sagrados
3.4.4 Territorios autónomos
3.5 Gobernantes muiscas
3.5.1 Zipas de Bacatá
3.5.2 Zaques de Hunza
4 Costumbres y modos de vida
4.1 Agricultura y alimentación
4.2 Higiene y relación con el agua
4.3 Sexualidad
4.4 Vestimenta e indumentaria
4.5 Deporte
4.6 Arte
4.7 Arquitectura
4.8 Actividad económica
4.8.1 Actividad minera
4.8.2 Producción textil
4.8.3 Mercado
4.8.4 Pesos y medidas
5 Idioma
6 Calendario
7 Religión
7.1 Sacerdocio
7.2 Lugares sagrados
7.3 Ofrendas, libaciones y sacrificios
7.4 Ritos funerarios
7.5 Festividades
8 Ceremonia de El Dorado
9 Conquista española
10 Colonia española
10.1 Siglo XVII
10.2 Siglo XVIII
11 Siglo XIX
11.1 Teoría del influjo del clima
11.2 Teoría sobre la influencia del Tíbet
11.3 Primera síntesis histórica
12 Siglo XX
12.1 El Movimiento Bachué
12.2 Chigys Mie
13 Siglo XXI
13.1 El conflicto intra-étnico
14 Escudos de armas con simbología muisca
15 Estudios muiscas
16 Fuentes históricas
16.1 Siglo XVI
16.2 Siglo XVII
16.3 Siglo XVIII
16.4 Siglo XIX
17 Libros perdidos sobre los muiscas
18 Los muiscas en la ficción
19 Véase también
20 Bibliografía
21 Referencias
22 Enlaces externos
Etimología
La palabra «muisca» se deriva del muysc cubun (idioma muisca) como un término
autónimo, es decir, de denominación para sí mismo. La palabra en su pronunciación
original, transcrita como muysca, no era pronunciada con la «i» castellana, como en
la actualidad, sino con una sexta vocal que no existe en el idioma español, que ha
sido transcrita como «y», cuya pronunciación es intermedia entre la «i» y la «e»
castellanas, de modo que, en términos del Alfabeto Fonético Internacional (AFI), la
pronunciación correcta es /mʷɨska/, y el significado literal de la palabra es
«hombre», «persona» o «gente».5 Ese rasgo particular de la vocal «y» fue en parte
lo que confundió a algunos conquistadores, que entendieron «mosca» en lugar de
«muysca», aunque luego se diría que se les llamó «moscas» porque eran muchos.

Para precisar que se habla de una mujer, y no de un varón, se dice muysca fucha, o
muisca fuhucha, ya que fucha y fuhucha son términos que designan hembras o
individuos de sexo femenino.6

Por otra parte, una palabra muy similar en el idioma es la utilizada para designar
al mono, o simio (probablemente de la especie Platyrrhini), al que se designa con
el término muysco. Esta palabra podría estar relacionada con el origen de la
palabra «mico».7

Los hombres españoles eran llamados sue, que literalmente significa «ave» o
«pájaro», aunque también pudo ser en relación a la palabra sua, que significa
«sol», pues algunos cronistas relatan que los muiscas identificaron a los españoles
como «hijos del sol». A la mujer española se la llamaba sue fucha, o sue fuhucha,8
y para referirse a los africanos de raza negra, los muiscas decían suemza (de sue e
imza), que literalmente significaría «compañero de español».9

Finalmente, en el ámbito académico ha sido aceptada la idea de que el término


chibcha se emplea para designar a la familia lingüística de la que los muiscas
forman parte,10 aunque, en el ámbito popular, «muisca» y «chibcha» siguen siendo
términos sinónimos, de amplio y extendido uso. La palabra chibcha también puede ser
entendida como un autónimo plural, con el significado de: «nuestros» (chib),
«varones» (cha).[cita requerida] .Los muiscas (muyska: persona, gente) o chibchas
son un pueblo indígena que habitó el altiplano cundiboyacense y el sur del
departamento de Santander, en Colombia, desde el siglo VI a.C., y cuyos
descendientes directos viven actualmente en localidades del distrito de Bogotá como
Suba y Bosa, y en municipios vecinos como Cota, Chía y Sesquilé, al igual que en la
capital boyacense: Santiago de Tunja, la cual corresponde a mítica ciudad de Hunza,
la que fuera la ciudad principal de todos los Chibchas y principal centro político,
administrativo, económico y espiritual. Adicionalmente en la ciudad de Tunja se
encuentra asentado el reconstituido "Cabildo Mayor Chibcha - Muisca de Tunja" el
cual representa la autoridad indígena territorial del antiguo Zaque (Caciques -
Capitán principal) cómo principal organización nativoamericana de todo el centro
del país.

Aunque los descendientes de la civilización Chibcha, son en un 90% - 95% mestizos


entre europeo y nativoamericano, la fuerza cultural de lo indígena se manifiesta y
permanece en innumerables expresiones culturales, idiomáticas, folclóricas,
gastronómicas y hasta espirituales, logrando lo Chibcha ser evidente al comparar
regionalismos de otras zonas del país, frente a la zona Muisca - Guane, en donde se
presentan costumbres muy diferentes y en contraposición a la región caribe, o la
región amazónica o pacífica.

Ubicación geográfica y situación climática

Vista de la zona norte de la Sabana de Bogotá.


El territorio muisca comprende los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y una
parte del sur de Santander. El clima varía desde el frío implacable del ventoso
páramo de Sumapaz, pasando por planicies templadas, hasta los primeros
contrafuertes de la Sierra Nevada del Cocuy. El eje central de la región es el
altiplano cundiboyacense, conformado por una sucesión de planicies, valles y
elevaciones, y surcado por abundantes fuentes de agua que corren por ríos y
quebradas o se depositan en cientos de lagunas, pantanos y humedales. Con alturas
que oscilan entre los 2500 y los 2800 m s. n. m., y con montañas que pueden superar
los 5000 metros en algunos puntos, el clima es fresco y frío durante la mayor parte
del año. Las lluvias raramente pasan de los 1000 milímetros en promedio anual. El
agua y el tectonismo han sido los elementos decisivos en el modelado del paisaje.
Todas las planicies mayores son lechos de antiguos lagos pleistocénicos nivelados
por la lenta sedimentación en el curso de decenas de miles de años. La mayor de las
planicies es la de la Sabana de Bogotá, con más de 1200 kilómetros completamente
llanos, y surcada por el río Bogotá (antiguamente llamado «río Funza»). La más
joven de estas planicies es el Valle de Hunza - Tunja, dónde se asienta la ciudad
del mismo nombre y capital regional. En la actualidad, esta región es la de mayor
densidad de población en toda Colombia, y todo parece indicar que también lo era en
el momento de la conquista española. Las dos principales ciudades de este
territorio son Bogotá, capital de Colombia, y Tunja, capital del departamento de
Boyacá. Ambas ciudades fueron originalmente fundadas por los muiscas
aproximadamente 500 años antes de la llegada de los europeos.11

Paisaje del Altiplano Cundiboyacense.


La topografía del territorio Chibcha es montañosa incluso en la parte central
ocupada por los fértiles altiplanos de Simijaca, Ubaté y Tunja. Aproximadamente dos
terceras partes de su territorio están conformadas por tierras empinadas y
abruptas, y el resto por terrenos relativamente planos y poco accidentados. El
paisaje se ve enmarcado por gigantescas elevaciones que se encadenan
caprichosamente unas con otras formando valles, precipicios, suaves pendientes o
abruptos cortes en las rocas. Las variaciones del clima dependen de la altura.12

En el transcurso de milenios, las aguas se han abierto paso por medio de estrechos
desfiladeros, por donde el líquido fluye velozmente. A veces se despeña formando
inmensas cascadas y otras se desliza lentamente por los valles;13 puede alimentar
lagunas o arrasar de cuando en cuando las riberas aledañas; llega incluso a
represarse y luego desbordarse, acabando con todo lo que encuentra a su paso.14

Historia prehispánica
Época premuisca
La época premuisca abarca el período de tiempo anterior a la llegada de los muiscas
al altiplano cundiboyacense. Se estima que hace unos 18 000 años llegaron los
primeros habitantes a esta región. De acuerdo con los descubrimientos
arqueológicos, esta época comprende tres grandes períodos de ocupación humana: el
período Paleoindio, el Período Arcaico y el Período Herrera.

Período paleoíndio
Los primeros grupos llegaron hace aproximadamente 18 000 años, es decir, entre el
Pleistoceno tardío y los inicios del Holoceno que corresponde con el periodo
arcaico de América. En el yacimiento arqueológico de Tibitó (Tocancipá), a 47 km de
Bogotá, se ha hallado un sitio de matanza de megafauna pleistocénica. Estos grupos
humanos se asentaron principalmente al interior de abrigos rocosos, sobreviviendo
gracias a la caza del caballo americano, el venado gris, y especies menores como el
armadillo, el zorro cangrejero y el perro de monte.15

Período Arcaico

Petroglifo en Albán, Cundinamarca. No está demostrada su relación con los grupos


muiscas.
Con el inicio del Holoceno, hacia el 10 000 AC, se extinguieron los mastodontes y
el caballo americano. La temperatura y la humedad aumentaron, favoreciendo el
incremento de bosques de encenillo y roble colombiano, que desplazaron la zona de
páramo entre 300 y 400 metros, hacia alturas superiores a 3600 m s. n. m. En ese
momento, los grupos humanos empiezan a darle mayor importancia a la recolección, y
se inicia la domesticación del curí.16

El sitio arqueológico de "El Abra", entre Tocancipá y Zipaquirá, revela vestigios


de una cultura conocida como "abriense", de la cual se han hallado restos a lo
largo de una amplia zona geográfica, incluso hasta las riberas del río Magdalena.
Esta cultura, cuya antigüedad está calculada en unos 12.000 años, habitaba abrigos
rocosos, pero no de forma permanente, sino ocasional.17

Período Herrera
Este es el primer período de ocupación humana del que se tiene abundante material
arqueológico es el conocido como "Período Herrera". Se trata de un grupo humano
agroalfarero que ocupó un extenso territorio. De este período se ha encontrado
cerámica pintada con motivos geométricos y restos de pequeños caseríos sobre
terrazas artificiales. También se constata el progreso de las prácticas agrícolas,
en especial el cultivo del maíz y la domesticación del Pisco o Pavo americano.18 Se
encuentran grandes vestigios de la Cultura Herrera- Prechibcha en los alrededores
de la ciudad de Tunja y el valle de Hunza.

Poblamiento muisca

Arte rupestre en un abrigo rocoso de Sáchica (Boyacá). A pesar de encontrarse en el


área que ocuparon los muiscas entre los siglos IV al XVI, no ha sido posible
adjudicar estas expresiones a estos grupos indígenas prehispánicos.
Entre el 500 a. C. y el 800 d. C. llegó una nueva oleada de pobladores al altiplano
cundiboyacense, cuya presencia está indicada por cerámica pintada y por obras de
adecuación agrícola y de vivienda. Estos nuevos pobladores eran los muiscas,
pertenecientes a la familia lingüística chibcha. Al parecer los muiscas se
integraron a la población que ya habitaba el territorio. La familia de pueblos
chibchas incluye a los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogui, Ijka,
Wiwa y Kankuamo) y la vertiente de la Sierra Nevada del Cocuy (U'wa, o Tunebos, y
Guanes), además de los Laches, entre otros. El territorio del actual departamento
de Cundinamarca fue ocupado por una gran variedad de culturas: muiscas, panches,
tapaces (o colimas)19 y muzos, entre otros.20

La aparición de grupos humanos muiscas pudo derivarse de procesos migratorios de


pueblos pertenecientes a la familia lingüística chibcha, provenientes de
Centroamérica.21 La transición entre el "Período Herrera" y el poblamiento muisca
se dio de forma paulatina, ya que en algunas zonas coexistieron por algún tiempo.
Finalmente se generalizó la cerámica que se asocia con los muiscas, al menos en el
departamento de Cundinamarca, en un territorio mucho menos extenso, pero
eventualmente más densamente poblado que el del "Período Herrera", en particular
durante el período muisca tardío (1200 a 1600 d.C.).22 Este panorama, en el que el
territorio de Cundinamarca fue ocupado por varios grupos, coincide con el que se
registró en el momento de la llegada y colonización de los europeos en el siglo XV
y XVI.23

Orígenes míticos
Artículo principal: Mitología muisca
Mitos de creación
En el principio solo existía Bachué, la Madre Abuela originaria de Iguaque y que se
asentó en lo que hoy es Tunja. Entonces Bachué gritó, y aparecieron los dioses, la
luz, las plantas, los animales y los muiscas o chibchas. Luego los dioses llenaron
una olla con semillas y piedras, y sembraron luceros en el espacio. Tomaron las
migajas que habían quedado en la olla y las lanzaron muy lejos, y ese fue el origen
de las estrellas. Sin embargo, todo estaba quieto, nada se movía. Entonces los
dioses fueron a visitar a Bague, y le contaron su pesar porque nada se movía, ni
crecía, ni sonaba. La Madre Abuela preparó una bebida que los dioses tomaron hasta
quedar dormidos. Comenzaron a soñar y a tener visiones, y en sus sueños todo se
movía, las aves cantaban, las cascadas hacían ruido y los hombres se afanaban en
sus labores cotidianas. Cuando los dioses despertaron, la luz se esparció por el
universo, y todo tuvo movimiento, como en sus sueños.24

Mito de Chiminigagua

Cuando era de noche, antes que hubiera nada en el mundo, estaba la luz metida en
una cosa grande, llamada Chiminigagua, de donde después salió. Chiminigagua comenzó
a amanecer y a mostrar la luz que en sí tenía. Lo primero que creó fueron unas aves
negras y grandes, a las cuales mandó que tuviesen ser y fuesen por todo el mundo
echando aliento o aire por los picos. Y el aire que echaban era lúcido y
resplandeciente. Y luego que hubieron recorrido el mundo, quedó todo claro e
iluminado. Luego creó Chiminigagua todas las otras cosas que hay en el mundo, y
entre todas, las más hermosas fueron el Sol y su esposa, la Luna.25

Mito de los caciques de Sogamoso y Ramiriquí

Templo del Sol en Sogamoso durante una celebración de la Fiesta del Huán, que
conmemora los acontecimientos narrados en el mito de los caciques Sogamoso y
Ramiriquí.
En las provincias de Hunza (Tunja) y Sogamoso, existía un mito de la creación según
el cual, cuando amaneció el mundo, ya había cielo y tierra, y todo lo demás, menos
el Sol y la Luna, de modo que todo estaba en tinieblas, y no había más que dos
personas en el mundo: el Cacique de Sogamoso y el de Ramiriquí (o Tunja). Estos
caciques crearon a los seres humanos: a los hombres de tierra amarilla, y a las
mujeres de una hierba alta que tiene el tronco hueco. Después, para darle luz al
mundo, el cacique de Sogamoso mandó al de Ramiriquí, que era su sobrino, a que se
subiese al cielo y alumbrase la Tierra convertido en Sol. Pero viendo que el Sol no
era suficiente para alumbrar la noche, se subió Sogamoso al cielo y se hizo Luna.
Esto sucedió en el mes que se corresponde con diciembre, y desde entonces se
celebraba aquel suceso, sobre todo en Sogamoso, con una fiesta llamada Huan y en
Tunja con la ceremonia del solsticio de invierno en el "Santuario del Zaque"
(Cojines del Zaque) al oriente de la ciudad.26

Mito de Bachué

Bachué transformándose en serpiente, obra de Rómulo Rozo (1925).


De la Laguna de Iguaque, poco después de la creación del mundo, salió una mujer
llamada Bachué, también conocida como Furachogua, que quiere decir «mujer buena».
Traía consigo a un niño de la mano, de unos tres años de edad (el cual no era
familiar) y bajaron juntos desde la sierra hasta la sabana, más precisamente al
valle de Hunza, actual Tunja, donde hicieron una casa en la que vivieron hasta que
el muchacho tuvo edad de desposar a Bachué. Tuvieron luego muchos hijos, y era
Bachué tan fértil, que en cada parto paría de cuatro a seis hijos, de modo que muy
pronto se llenó la Tierra de gente.

Bachué y su esposo viajaron por muchos lugares, dejando hijos en todas partes,
hasta que después de muchos años, estando ya viejos, llamaron a muchos de sus
descendientes para que los acompañasen de regreso a la laguna de la que habían
salido. Cuando estuvieron junto a la laguna, Bachué les habló a todos,
exhortándoles a la paz, a vivir en concordia y a guardar los preceptos y leyes que
les había dado, en especial el culto de los dioses. Concluido su discurso, se
despidió en medio del llanto de ambas partes, convirtiéndose ella y su esposo en
dos grandes culebras que se metieron en las aguas de la laguna para nunca más
volver, aunque Bachué se apareció después en muchas partes.27

Mitos de civilización
Mito de Bochica

Artículo principal: Bochica

Monumento a Bochica, héroe civilizador (y/o dios) de los muiscas, en Cuítiva


(Boyacá).
Según este mito, desde los llanos del Oriente llegó a la Sabana de Bogotá, hace
mucho tiempo, un hombre desconocido, de piel blanca y ojos azules, con el cabello y
la barba larga hasta la cintura, cogida la cabellera con una cinta, con los pies
descalzos, y vistiendo una manta o túnica hasta las pantorrillas, atada con un nudo
sobre el hombro derecho. Entró por el pueblo de Pasca, y de allí pasó a Bosa, donde
se le murió un camello que traía, cuyos huesos conservaron los muiscas. Este
hombre, conocido como Bochica, recibió otros nombres, como Chimizapagua (que quiere
decir «mensajero de Chiminigagua»), Nemqueteba, Xué, entre otros.28

Bochica les enseñó a los muiscas a hilar algodón y tejer mantas, pues antes de
esto, se cubrían con unas planchas burdas de algodón en rama, atadas con
cordezuelas de fique. Desde Bosa fue a Fontibón, Funza, Serrezuela (actual Madrid,
Cundinamarca) y Zipacón, desde donde tomó rumbo hacia el Norte. En Cota duró
algunos días enseñando a un gran número de gente de todos los pueblos vecinos. Allí
habló desde un promontorio alto, al que le hicieron un foso alrededor de más de dos
mil pasos para que la gente no lo atropellase y pudiese hablar libremente. En ese
sitio hicieron después un santuario. Por las noches, dormía Bochica en una cueva a
las faldas de una de las montañas que circundan a Cota. Después prosiguió su viaje
hacia el Nordeste, hasta llegar a la provincia de Guane, en el actual departamento
de Santander, y desde Guane se volvió hacia el Este y entró en la provincia de
Hunza - actual Tunja en donde continuaría su labor de enseñanza y guía espiritual,
para luego dirigirse al valle de Sogamoso, en donde desapareció.29

Mito de Sadigua

Según los cronistas de Indias, a Bochica se le conoció como Sadigua en las


provincias de Hunza (Tunja) y Sogamoso. Sadigua querría decir «nuestro pariente».
También fue conocido en aquellas provincias como Sugumonxe («que se hace
invisible») y Sugunsua («hombre que se desaparece»).

Al primer pueblo que llegó en aquella región fue al de Ganza (actual Gámeza), en un
sitio llamado Toyú, donde estuvo tres días en una cueva. Allí le fueron a visitar
los cacique de Ganza, Bubanza (Busbanzá), Socha, Tasco, Guaquirá y Sátiva, en ese
orden, alcanzando grandeza para sus pueblos según iban llegando. Entre ellos,
Sogamoso fue superior a los demás. Cuando Sadigua llegó al sitio de Otga, salió
Nompanen, cacique de Sogamoso, a recibirlo con toda su gente.30

Sadigua enseñó a hilar el algodón y tejer mantas, además de preceptos morales y de


la vida en comunidad. Cuando llegó al pueblo de Iza, desapareció, dejando en una
piedra estampada la huella de uno de sus pies.31

Mito de Huitaca

Tiempo después de haber desaparecido Bochica, llegó una mujer de belleza turbadora,
llamada Huitaca, o Xubchasgagua, a veces identificada como la misma diosa Chía, o
como hija de Chía. Huitaca enseñó doctrinas contrarias a las enseñadas por Bochica.
Afirmó que se podía tener una vida relajada, dedicada a los placeres, juegos y
borracheras, y que no debían ayudar a los necesitados, ni aunque fuesen sus propios
padres.32
Mito del Tequendama

Salto del Tequendama, creado, según el mito, por el poder de Bochica.


Como los muiscas habían perdido el respeto por los dioses, ofendieron a Chibchacum,
que antes había sido el más querido de sus dioses. Este decidió castigarlos
inundando la sabana, para lo cual hizo nacer los ríos Sopó y Tibitóc, que unieron
sus cauces al del Funza (antiguo nombre del río Bogotá). La inundación acabó con
muchos cultivos y vidas humanas, hasta que el pueblo clamó con ayunos y sacrificios
a Bochica que los librase de aquella calamidad. Finalmente, una tarde, en medio de
un gran estruendo, apareció Bochica sobre el arcoíris, con una vara de oro en la
mano, la cual arrojó hacia la sierra que trancaba el agua, abriéndose al instante
el Salto del Tequendama, que dio paso a las aguas. En castigo por la inundación
provocada, Bochica sentenció a Chibchacum a cargar el mundo sobre sus hombros, de
modo que cada vez que cambia de hombro para descansar, se produce un temblor de
tierra. A Huitaca la castigó Bochica convirtiéndola en lechuza.33

Confederación Muisca
Artículo principal: Confederación Muisca

Mapa de la Confederación Muisca a la llegada de los españoles. En los límites


fronterizos se muestran los pueblos indígenas vecinos.
Con el establecimiento de los grupos muiscas se registra un aumento de la densidad
demográfica y una organización sociopolítica compleja. Los muiscas se establecieron
bajo un sistema gubernamental conocido en la actualidad como Confederación Muisca.
Buena parte del territorio se hallaba bajo la administración de dos grandes
unidades políticas: al suroccidente se encontraba el Zipazgo, con capital en Funza,
cuyo gobernante supremo era el Zipa. Al nororiente estaba el Zacazgo, con capital
en Hunza (actual Tunja), cuyo gobernante supremo era el Zaque.34 Ambos señoríos
mantenían relaciones políticas y comerciales estrechas, dada la hermandad étnica y
cultural, aunque existían constantes rivalidades por el control del territorio,
sobre todo en las fronteras. También existían algunas diferencias dialectales en el
idioma muisca entre las dos regiones, sobre todo frente al dialecto duit, propio de
Duitama.4

Cada una de las grandes divisiones político-territoriales de la Confederación


Muisca estaba dividida en Clanes, conocidos en muysccubun como Zybyn. Cada Zybyn
era gobernado por un jefe de Clan, llamado Zibyntyba. A su vez, cada Zybyn abarcaba
a varias aldeas, o poblados, denominados Uta, que eran administrados por líderes
locales llamados Utatiba. Así, por ejemplo, el Zipazgo era gobernado por el Zipa;
dentro del Zipazgo existían múltiples Zybyn, o Clanes, como el de Guatavita,
dirigido por un Zibyntyba; el Zybyn de Guatavita abarcaba a varios Uta, como el de
Sesquilé, gobernado por un Utatiba.35

El siguiente esquema representa la división jerárquica del territorio de la


Confederación Muisca:

Zipazgo o Zacazgo: Territorio mayor, gobernado por el Zipa o el Zaque.


Zybyn: Territorio intermedio (clan), gobernado por el Zibyntyba.
Uta: Territorio menor (aldea, o poblado), gobernado por el Utatiba.
También existía otra jerarquía de poder: la de los Uzaques, o Ubzaques, que eran
nobles de sangre pura, pertenecientes a la familia del Zipa o del Zaque, con
amplias prerrogativas militares y territoriales.

El Zipazgo
En el altiplano cundiboyacense, en el área central del Departamento de
Cundinamarca, y en parte de las vertientes oriental y occidental de la Cordillera
Oriental, estaban asentados los muiscas sujetos al Zipazgo, es decir, bajo el
dominio del Zipa de Bacatá (Bogotá). Durante la Colonia española, prácticamente
todos los territorios sujetos al Zipa conformaron la Provincia de Santafé de
Bogotá,36 salvedad hecha de las áreas de Chiquinquirá y Saboyá, que entraron a
formar parte de la provincia de Tunja.37

Territorio del Zipazgo


Zybyn Uta38
Zybyn de Bacatá Bacatá, Chía, Funza, Engativá, Fontibón, Facatativá, Tenjo,
Subachoque, Tabio, Cota, Cajicá, Zipaquirá, Nemocón, Bosa, Zipacón y Soacha.
Zybyn de Guatavita Guatavita, Sesquilé, Guasca, Sopó, Usaquén, Tuna, Suba,
Teusacá (La Calera), Gachetá, Chocontá y Suesca.
Zybyn de Ubaque Ubaque, Choachí, Chipaque, Cáqueza y Usme.
Zybyn de Ubaté Ubaté, Cucunubá, Simijaca, y Susa.
Zybyn de Fusagasugá Fusagasugá, Pasca y Tibacuy.
El Zacazgo
Los actuales municipios de Lenguazaque y Villapinzón pertenecieron al territorio
del Zacazgo, y durante la Colonia española al corregimiento de Turmequé, en la
provincia de Tunja. A este corregimiento también perteneció el municipio de
Guachetá, pero existen dudas respecto a si antes de la Conquista española estuvo
sujeto al Zaque o al Zipa, o si era independiente.39

Territorio del Zacazgo


Zybyn Uta
Zybyn de Hunza Hunza, Ramiriquí, Tibaná, Guachetá, Icabuco, Machetá, Moniquirá,
Motavita, Toca, Tuta, Samacá, Sotaquirá, Lenguazaque, Turmequé.
Zybyn de Tenasuca Tenasuca, Tenza, Garagoa, Sutatenza, Somondoco, Soratá, Tibirita.
Zybyn de Saquencipá Saquencipá (Villa de Leyva), Ráquira, Sutamarchán, Sachica,
Sora, Cucaita, Chíquiza.
Zybyn sagrados
Además de las dos principales unidades políticas, Zipazgo y Zacazgo, los cronistas
refieren la existencia de dos territorios cuya importancia era más religiosa y
sagrada que política: se trataba del Zybyn de Iraca (con capital en Suamox, actual
Sogamoso), cuyo gobernante era el sacerdote denominado igualmente Iraca, a quien se
consideraba sucesor del Venerable Bochica (conocido también en aquella provincia
como Sadigua) y del Zybyn de Tundama (con capital en la actual Duitama).40

Zybyn sagrados
Zybyn Uta
Zybyn sagrado de Iraca Sogamoso, Bombaza, Busbanzá, Chusvita, Pesca, Pisba,
Tópaga, Toca.
Zybyn sagrado de Tundama Duitama, Tobasía, Paipa, Cerinza, Chitagoto, Ocavita,
Onzaga, Sativa, Soatá, Susacón, Topachoque, Tutazá.
Territorios autónomos
Los Clanes, o Zybyn muiscas considerados como autónomos o independientes, puesto
que no se habían centralizado bajo un mismo dirigente en particular,41 fueron los
siguientes:

Territorios autónomos
Saboyá, Charalá, Chipatá, Tinjacá y Tacasquirá.
Por otra parte, la confederación de Guanentá42 pertenecía a los guanes, y la del
Cocuy43 a los tunebos, pueblos ambos de lenguas chibchas, pero independientes.

Gobernantes muiscas
Artículo principal: Gobernantes muiscas
Zipas de Bacatá
Saguamanchica:
Artículo principal: Saguamanchica

Saguamanchica en un grabado de la Historia General de las Conquistas del Nuevo


Reino de Granada (1688), de Lucas Fernández de Piedrahíta.
Nemequene.

Tisquesusa.

Zaquesazipa, o Sagipa.
Saguamanchica (1470-1490) es considerado el primer Zipa histórico, puesto que los
datos sobre su vida son mucho más abundantes que los de sus predecesores. Buscó
extender los dominios del Zipazgo y emprendió constantes batallas contra los
sutagaos y los panches, acérrimos enemigos de los muiscas. Una de las primeras
batallas de importancia significativa la emprendió contra el poderoso cacique de
Fusagasugá, gobernante supremo de los sutagaos. Saguamanchica asaltó el territorio
fusagasugueño al mando de 30 000 güechas (guerreros muiscas), batalla de la que
resultó vencedor y en la que logró la captura de Uzatama, general de los ejércitos
de Fusagasugá. Posteriormente, Saguamanchica tuvo que enfrentar la rebelión de los
Zybyn de Guatavita y Ubaque, cuyos Zibyntyba intentaban aliarse con el Zaque
Michuá. Este, en un principio, les proporcionó una tímida ayuda, pero después
decidió no enfrentarse al Zipa. Durante los siguientes dieciséis años fueron
constantes las guerras contra los panches en las fronteras de Zipacón, y contra el
rebelde Zibyntyba de Guatavita, que constantemente atacaba los Uta de Chía y
Cajicá. Finalmente, el Zaque Michuá, tras haber reunido un ejército de 60.000
hombres, se decidió a atacar al Zipa, que en ese momento contaba con 50.000
güechas. La batalla, conocida como Batalla de Chocontá, tuvo lugar en los campos de
Chocontá y se prolongó por tres horas. Al final ganaron las tropas del Zipa, pero
murieron tanto Saguamanchica como Michuá.44

Nemequene:
Artículo principal: Nemequene
Nemequene (1490-1514) heredó de su tío Saguamanchica el trono del Zipazgo. Nombró a
su sobrino, Tisquesusa, como comandante de un ejército de 40.000 güechas, con el
que logró la derrota definitiva del cacique de Fusagasugá. Además, se aseguró de
tener a raya a los panches, que seguían en su intento por invadir las tierras de
Zipacón. También logró la rendición definitiva del Zybyn rebelde de Guatavita, cuyo
Zibyntyba fue ejecutado. Pero el acontecimiento más importante durante el gobierno
de Nemequene fue la promulgación del llamado Código de Nemequene, que fue un
compendio jurídico cuyas leyes se mantuvieron en parte vigentes hasta tiempo
después de la conquista española.44

Tisquesusa:
Artículo principal: Tisquesusa
Tisquesusa (1514-1537), sobrino y heredero de Nemequene, había sido Utatiba de Chía
en su juventud (como correspondía según la tradición, pues el linaje de los Zipas
provenía de Chía), y luego había asumido la dirección de los ejércitos del Zipazgo.
Cuando su tío murió en una confrontación contra el Zaque Quemuenchatocha,
Tisquesusa tuvo que retirarse del campo de batalla para cumplir con el protocolo de
la ceremonia de investidura de El Dorado, en la Laguna de Guatavita. Dejó el
ejército al mando de su hermano, Zaquesazipa, quien logró someter al Zibyntyba de
Ubaque, que se quería aliar con el Zaque. Al concluir la ceremonia de El Dorado,
Tisquesusa, ya ungido como nuevo Zipa, se apresuró a unirse de nuevo a su hermano
para emprender un ataque definitivo contra Quemuenchatocha, pero Sugamuxi, Iraca de
Suamox (Sogamoso), a quien se consideraba sucesor de Bochica, se interpuso entre
ambos bandos y les obligó a pactar una tregua.

La tregua estaba próxima a terminar cuando llegaron al territorio muisca los


españoles, al mando de Gonzalo Jiménez de Quesada. Algunos años antes, un chyquy
(sacerdote muisca) de Ubaque, llamado Popón, le había profetizado a Tisquesusa que
moriría «ahogado en su propia sangre» a causa de unos extranjeros venidos de
tierras muy lejanas. Esta profecía hizo que la primera reacción de Tisquesusa, al
enterarse de la llegada de los hombres blancos, fuera evitar su contacto a toda
costa, a la vez que ordenó que un escuadrón de opquabachua (espías) le mantuviera
al tanto de todo lo que hicieran los extranjeros. Tisquesusa abandonó la corte de
Bacatá y se dirigió a Nemocón, donde se sentía más seguro. Sin embargo, los
españoles ya le seguían el rastro. Las noticias de los espías del Zipa sobre los
misteriosos "truenos" que disparaban los extranjeros, preocuparon aún más a
Tisquesusa, que decidió trasladarse de nuevo, esta vez hacia la fortaleza militar
de Cajicá, pero al poco tiempo regresó a Bacatá y ordenó el desalojo total de la
población, de modo que cuando los españoles llegaron no encontraron a nadie y se
dirigieron al Norte, hacia el territorio del Zaque, al que sometieron.

Mientras tanto, Tisquesusa huyó a los bosques de Facatativá en busca de refugio


(probablemente en cercanías de las "Piedras del Tunjo"), pero cuando los españoles
volvieron a Bacatá se enteraron de su paradero y partieron de inmediato a
Facatativá, rodeando el bosque en el que se ocultaba el Zipa. Allí acamparon los
españoles, y una noche, mientras Tisquesusa intentaba huir, un soldado español, sin
saber que se trataba del Zipa, le atravesó el pecho con una espada, robó los
ornamentos de oro y esmeraldas que llevaba puestos, así como la rica manta de
algodón pintado que vestía, y lo dejó desnudo, tirado en el suelo, mientras
agonizaba ahogado en su propia sangre. A la mañana siguiente, los criados de
Tisquesusa encontraron su cadáver al ver volar gallinazos en la zona.44

Zaquesazipa:
Artículo principal: Zaquesazipa
Zaquesazipa o Sagipa (†. Agosto de 1538), fue el último Zipa, hermano y sucesor de
Tisquesusa, aunque la mayor parte de la nobleza muisca lo consideró un usurpador
del trono, ya que el sucesor legítimo era su sobrino, Chiayzaque,45 Utatiba de
Chía,46 quien se había aliado con los españoles. Chiayzaque denunció a su tío ante
Gonzalo Jiménez de Quesada, debido a que Zaquesazipa no había respetado las reglas
de sucesión matrilineal.

Entre tanto, Zaquesazipa asumió el mando del ejército muisca, pero al verse
acorralado por los españoles, pactó la paz con Gonzalo Jiménez de Quesada y le
pidió que lo apoyara en la contienda contra los panches. Luego de la rotunda
derrota de los panches a manos de los españoles, Jiménez de Quesada instó a
Zaquesazipa a que le revelara el lugar donde se hallaba un tesoro que Tisquesusa
había escondido cuando se enteró de la llegada de los españoles. El conquistador le
dio a Zaquesazipa un plazo para que llenara un bohío con oro hasta el techo, pero
como Zaquesazipa no pudo cumplir, fue sometido a toda clase de torturas hasta que
murió a principios de 1539, a causa de las lesiones recibidas.44

Zaques de Hunza
Hunzahúa:
Artículo principal: Hunzahúa
Hunzahúa, de cuyo nombre proviene el de Hunza (la actual ciudad de Tunja), capital
del Zacazgo, fue Zaque de Hunza, y el único gobernante muisca que logró la
unificación completa de la Confederación Muisca. El acuerdo entre todos los
gobernantes de la región se hizo por mediación del Iraca de Suamox, sucesor de
Bochica. La unidad fue rota por el Zipa Saguamanchica, debido, inicialmente, a
conflictos con el Zibyntyba de Guatavita.44

Michuá:
Artículo principal: Michuá
Michuá (1470-1490 aprox.) fue Zaque de Hunza cuando Saguamanchica ejercía como zipa
de Bacatá. El Zibyntyba de Guatavita le pidió ayuda para enfrentarse a
Saguamanchica. El Zaque envió un tyuquyne (mensajero) al Zipa para exigirle que se
presentara en su corte y le rindiera cuentas de lo ocurrido, pero Saguamanchica se
burló de la autoridad del Zaque y maltrató al mensajero. Ante este acto de
menosprecio, Michuá quiso atacar al Zipa, pero se abstuvo cuando se enteró del
numeroso ejército del que este disponía. Entonces Saguamanchica aprovechó para
atacar a los Zybyn de Guatavita y de Ubaque, pues este último también quería
aliarse con el Zaque. Dieciséis años después, Michuá, al mando de 60.000 güechas
(guerreros muiscas), decidió por fin enfrentar al Zipa, que contaba con 50.000
hombres. La batalla, conocida como Batalla de Chocontá, tuvo lugar en los campos de
Chocontá, y se prolongó por tres horas. Al final, triunfaron las tropas del Zipa,
pero tanto Saguamanchica como Michuá murieron en la batalla.44

Quemuenchatocha:
Artículo principal: Quemuenchatocha
Quemuenchatocha (1490-1538), cuando tenía 10 años, sucedió a su tío Michuá en el
trono del Zacazgo. Luego de la Batalla de Chocontá, en la que habían triunfado las
tropas del Zipa, siguió un período de paz entre el Zacazgo y el Zipazgo. Sin
embargo, años después le llegó la noticia de que el Zipa Nemequene estaba
preparando un ataque en su contra. Cuando los ejércitos de ambos bandos se
enfrentaron, Quemuenchatocha le propuso a Nemequene que, para evitar un
derramamiento innecesario de sangre, pelearan únicamente los dos, cuerpo a cuerpo,
pero el Zipa no aceptó. En la batalla, Quemuenchatocha resultó gravemente herido,
por lo que sus tropas emprendieron la retirada. A la muerte de Nemequene, su
sucesor, Tisquesusa, continuó con las hostilidades contra el Zaque. Sin embargo,
poco antes de la batalla definitiva intervino Sugamuxi, el Iraca de Suamox
(Sogamoso), a quien se consideraba sucesor de Bochica, quien obligó a los mandos a
pactar una tregua. Poco antes de terminarse la tregua, llegaron los españoles a
territorio muisca. Al enterarse de la llegada de los extranjeros, Quemuenchatocha
no se movió de su cercado y ordenó que por ningún motivo se le indicara a los
españoles su ubicación. Pero cuando los españoles estuvieron muy cerca, el Zaque
les envió regalos y emisarios de paz mientras escondía todo el oro que podía, pues
ya le habían informado de la increíble y desmesurada codicia de los extranjeros,
que querían apoderarse de todo el oro que encontraban. El 2 de agosto de 1537 los
españoles asaltaron el cercado del Zaque, saquearon la población y tomaron preso al
anciano Quemuenchatocha, a quien llevaron a Suesca para interrogarlo sobre el oro
escondido. Durante su ausencia, se designó como heredero a su sobrino,
Aquiminzaque. Posteriormente, Quemuenchatocha, gravemente maltratado por los
españoles, logró retirarse a Ramiriquí, donde murió poco después a causa de las
graves lesiones recibidas.44

Aquiminzaque:
Artículo principal: Aquiminzaque
Aquiminzaque (1537-1541) fue el último Zaque de Hunza. Asumió el gobierno del
Zacazgo cuando su anciano tío fue llevado prisionero a Suesca por los españoles.
Fue hecho bautizar al catolicismo, pero poco después, al intentar rebelarse junto a
otros gobernantes muiscas, fue descubiero por Hernán Pérez de Quesada, quien ordenó
su decapitación, junto a los demás participantes de la rebelión, en un acto público
en la plaza principal de la recientemente fundada ciudad de Tunja.44

Costumbres y modos de vida


Agricultura y alimentación

El maíz (aba) era el alimento básico en la dieta de los muiscas.


Los muiscas establecieron parcelas de cultivo dispersas en diferentes zonas
climáticas. En cada zona tenían viviendas transitorias, lo que les permitía
aprovechar los productos agrícolas de las zonas frías y templadas en períodos de
tiempo regulados. Este sistema de agricultura, denominado "modelo de
microverticalidad", era administrado de forma directa o mediante relaciones de
tributo e intercambio con otras etnias indígenas a las que los muiscas habían
sometido. Este modelo sería una respuesta adaptativa a los limitantes ecológicos,
puesto que la mayor parte de las cosechas eran anuales. Además, el riesgo constante
de las granizadas y de las heladas, a pesar de no implicar la pérdida total de las
cosechas, sí podía generar situaciones de desabastecimiento. Parte del problema se
solucionaba con las múltiples variedades de papa que existían, además de que la
mayor parte de estas variedades podía resistir las heladas luego de los cinco meses
de haber sido sembradas. Pero además, al disponer de productos de diversos pisos
térmicos, tenían pleno acceso a la batata, la yuca, el frijol, el ají, la coca, el
algodón, la ahuyama, la arracacha, el fique, la quinua y el hayo colorado, aunque
el producto básico en su dieta era el maíz.47

Como los muiscas no conocían el hierro, labraban la tierra con instrumentos de


piedra o de madera en tiempo de lluvias, cuando se ablandaba el suelo, y por eso
consideraban las temporadas de sequía como una gran calamidad. La papa, el maíz y
la quinua eran los principales productos de consumo, los cuales sazonaban con sal,
ají y una gran diversidad de hierbas aromáticas. Dos veces al año cosechaban la
papa, y el maíz una vez en las tierras frías, en donde estaba asentada la mayor
parte de la población. No se sabe si se servían del extracto dulce de la caña del
maíz, como los indígenas mexicanos, o solo de la miel de abejas, que abundaba en
los declives de la cordillera. La bebida por excelencia de los muiscas era la
chicha, una bebida alcohólica fermentada de maíz. Ejercían la caza y la pesca, esta
última en los ríos y lagunas de las planicies con pequeñas redes y balsas de junco
que siguieron fabricando hasta el siglo XIX.48

Consumían también abundantes proteínas vegetales como maní, frijoles y coca, y


proteína animal como curí, venado, conejo, pescado, hormigas, orugas, aves y
animales de monte. Las autoridades muiscas se encargaban de la redistribución de
alimentos en épocas de escasez.49

El cronista español Gonzalo Fernández de Oviedo contó que en los dos años que duró
la conquista, ningún día dejó de entrar en las bodegas de los cristianos todos los
bastimentos necesarios. Cuenta que hubo días de cien venados, otros de ciento
cincuenta, y el día que menos, treinta venados, conejos y curies, y hasta un día de
mil venados.50

Higiene y relación con el agua

Lago de Tota.
Los muiscas se bañaban varias veces al día, lo que generó sorpresa y rechazo por
parte de los españoles, para quienes bañarse tantas veces era innecesario y obsceno
(puesto que se bañaban en los ríos hombres, mujeres y niños a la vez). También
hacían ciertos baños rituales: para la madre y el hijo después del parto, en la
llegada de la menstruación, en el rito de iniciación masculino y en la coronación
de un nuevo Zipa en la Laguna de Guatavita, y en otras lagunas sagradas. Los
sacerdotes se bañaban al investirse luego de muchos años de preparación durante los
cuales solo podían lavarse la punta de los dedos. Bañarse en los ríos, hombres,
mujeres y niños a la vez, fue considerado por los españoles como un hábito
pecaminoso, por lo que esta práctica fue perseguida, censurada y erradicada por las
autoridades coloniales. Los muiscas consideraban que las lagunas y las fuentes de
agua eran lugares sagrados; por esta razón, muchas de las ofrendas a los dioses
eran depositadas en estos lugares. La diosa Bachué, madre mítica de los muiscas,
sale de la Laguna de Iguaque en compañía del niño con el que después se desposará;
tiempo después, regresan a la laguna transformados en serpientes. Otro mito muisca
relacionado con el agua es el de la chicha derramada de la que nace en Tunja el
mítico Pozo de Hunzahúa.51

Sexualidad

Falo lítico en el Parque Arqueológico de Monquirá.


Existía total libertad sexual antes del matrimonio y este poco tenía que ver con la
virginidad; por el contrario, la virginidad para la mujer muisca era una verdadera
desgracia; como lo relata Alonso de Zamora: «Reparaban muy poco en no hallar
doncellas a sus mujeres y en algunas era motivo de aborrecerlas, si las hallaban
con integridad: porque decían eran mujeres desgraciadas pues no hubo quien hiciera
caso de ellas».52

La poligamia era común entre la sociedad muisca. Los hombres podían tener el número
de tygüi (esposas) que fueran capaces de mantener, aunque la primera era la
principal, y se le daba el nombre de güi chyty (primera consorte). El incesto
estaba prohibido. El cronista español Lucas Fernández de Piedrahíta refiere que los
hombres pedían al padre de la novia (o a quien le sustituyese) el permiso para
casarse con ella, ofreciendo cierta cantidad de bienes. Si el padre de la mujer no
estaba conforme con los bienes recibidos, pedía más, y el novio aumentaba su oferta
hasta una tercera vez, pero si a la tercera tampoco era aceptado, desistía de la
proposición para siempre. Por el contrario, si su propuesta era aceptada, podía
tener a la mujer durante unos días en su casa, y si era de su agrado, se casaba con
ella.53 Por su parte, el historiador Ezequiel Uricoechea refiere que cuando alguno
solicitaba en matrimonio a una mujer, mandaba a los padres una manta; si no se la
devolvían a los ocho días, enviaba otra, y considerándose entonces aceptado, se
sentaba una noche en la puerta de la casa de la novia y daba a entender, aunque
indirectamente, que allí estaba. Entonces se abría la puerta y salía la mujer que
era pretendida con una totuma llena de chicha que probaba primero y le daba después
a beber al pretendiente. Los matrimonios se celebraban ante el chyquy (sacerdote
muisca), y los contrayentes debían entrelazar sus brazos durante la ceremonia.54

Falos líticos se encuentran todavía en Tunja, Ramiriquí y Villa de Leiva. Torteros


con monos apareándose se encuentran en los museos. En la sociedad muisca existía la
prostitución, y las prostitutas eran llamadas Chihizapquaza.55 Pedro Simón
relaciona la alta densidad poblacional muisca con su notable sensualidad, cuando
escribe: «Ni hay que espantar que hayan sido las mujeres de estos indios tantas,
por ser ellos tan dados a la sensualidad».56

Vestimenta e indumentaria

Algunos ornamentos de un gobernante muisca en el Museo del Oro de Bogotá.


Los muiscas fueron hábiles tejedores de algodón. El cronista español Lucas
Fernández de Piedrahíta cuenta que, a diferencia de los nativos de las tierras
cálidas, los muiscas siempre estaban vestidos. En la Historia general de las
conquistas del Nuevo Reino de Granada, Piedrahíta refiere que los muiscas tejían
unas camisas cerradas que les llegaban poco más abajo de las rodilla que podían ir
sin mangas o con estas, y encima se ponían unas mantas que comúnmente eran blancas,
pero que en las personas con mayor jerarquía estaban pintadas con figuras negras y
rojas. Los güechas (guerreros muiscas) llevaban en la cabeza cascos de oro,
mientras que los hombres del común se cubrían la cabeza con gorros de algodón, y en
ocasiones especiales con pieles de osos y tigrillos adornados con plumas de todos
los colores. Los hombres que pertenecían a la familia del Zipa llevaban sobre la
frente medias lunas de oro o de plata, con las puntas hacia arriba. Alrededor de
los brazos, solían llevar brazaletes con esmeraldas incrustadas, y la gente del
pueblo llevaba manillas con huesos de animales. La nobleza llevaba narigueras y
orejeras de oro, y todos se pintaban el rostro y el cuerpo con tintes naturales.
Las mujeres usaban una manta larga que ceñían a la cintura con una faja, y sobre
los hombros otra manta pequeña, sujeta al escote con un alfiler grande de oro o de
plata, que tenía un cascabel en uno de sus extremos, de suerte que los pechos
quedaban casi descubiertos. Los hombres llevaban el cabello largo hasta los
hombros, y las mujeres también lo llevaban largo y suelto, aunque las mujeres de la
nobleza lo llevaban recogido con una cofia de red. La mayor afrenta para un hombre
o una mujer muisca era que se le cortase su cabello, o que su cacique les rompiese
la manta, como castigo por algún delito menor.57

Pectoral muisca con figuras de seis aves con las alas plegadas y humanos en
cuclillas sobre sus cabezas. Museo del Oro de Bogotá.
Gonzalo Jiménez de Quesada refiere que usaban «mantas blancas y negras y de
diversos colores ceñidas al cuerpo que las cubren desde los pechos hasta los pies,
y otras encima de los hombros (…) andan cubiertos todos. En las cabezas traen
comúnmente unas guirnaldas hechas de algodón con unas rosas de diferentes colores
de lo mismo que les viene a dar en derecho de la frente. Algunos caciques
principales traen algunas veces bonetes hechos allá de su algodón (…) algunas
mujeres de las principales traen unas cofias de red».58

Juan de Castellanos refiere que los muiscas tomaron de Bochica el ejemplo de andar
descalzos, con el traje de algodón a su usanza y largos los cabellos, los cuales se
teñían de negro, pero a diferencia del mítico Bochica, señala que «barbas a muy
pocos ocupan las mejillas». Rasgar vestiduras y cortar cabellos «lo tienen por
afrenta grave».59

Ciertas pinturas, adornos y joyas, así como el derecho de llevar las orejas y la
nariz horadadas para ponerse en ellas joyas, eras símbolos del poder reservados a
las altas jerarquías, tanto civiles como sacerdotales.60

Deporte

Monumento al cacique de Turmequé jugando tejo.


El deporte ha tenido una importancia ritual y recreativa para los muiscas. En
tiempos prehispánicos, además de la lucha, también practicaban el zepguagoscua, que
consistía en lanzar un disco de oro hasta alcanzar un blanco; ese juego evolucionó
hasta el actual tejo, considerado el deporte nacional de Colombia. Este deporte ha
logrado bastante arraigo en la población, principalmente en la región andina del
país. Según la tradición, el tejo tiene su origen en el municipio de Turmequé, en
el departamento de Boyacá. Precisamente, el tejo también es llamado turmequé. Se
calcula que los muiscas lo practican desde hace más de 500 años.61

Arte
Las mujeres se ocupaban del hilado de las mantas de algodón, mientras que los
hombres las tejían y pintaban. Labraban la madera y del hueso hacían figurillas
para colgarse en collares u otros adornos. La paja les servía para el recubrimiento
de los techos de sus casas y para la fabricación de ciertos artículos pequeños como
canastos. La piedra la trabajaban de manera similar al hueso, y las personas de
alta jerarquía usaban pieles de ciertos animales como el oso de anteojos y el
tigrillo. Las plumas vistosas del papagayo y otras aves, que eran importadas de las
tierras cálidas, eran artículos de lujo muy apreciados.48

Arquitectura

Reconstrucción del Templo del Sol de Sogamoso.


Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el
barro para hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos
formas: unas cónicas y otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en
círculo hecho de palos enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se
sostenía de lado y lado un doble entretejido de cañas cuyo intersticio era tupido
de barro. El techo era cónico y cubierto de pajas aseguradas sobre varas. La
profusión de tales construcciones en forma cónica en la Sabana de Bogotá dio origen
a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a esta altiplanicie el nombre de «Valle
de los Alcázares». Las construcciones rectangulares consistían en paredes paralelas
también de bahareque, como las anteriores, con techo en dos alas de forma
rectangular.

Tanto las construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas
pequeñas. Al interior el mobiliario era sencillo y consistía principalmente en
camas hechas también de cañas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tendía una
gran profusión de mantas; las sillas, aunque las tenían, eran escasas, pues los
muiscas preferían descansar en cuclillas o de rodillas sobre el suelo. Por lo
general, las sillas eran utilizadas solo por la nobleza. Además de las casas
comunes existían otras dos clases de construcciones mucho más complejas: una para
los señores principales, probablemente el jefe de del clan, y otras para los jefes
de las confederaciones, como el Zipa, el Zaque o el Iraca.

Actividad económica

Esmeralda procedente de Boyacá, al Norte de la Confederación Muisca.

Utensilios usados por los muiscas para la elaboración de artículos de orfebrería.

Molde en piedra para la elaboración de tunjos de oro.


En la época precolombina, la actividad económica es principalmente la agricultura ,
cultivaban maíz, papa, quinua y algodón, entre otros productos agrícolas. Eran
excelentes orfebres, practicaban el trueque de mantas, sal, esmeraldas y otros
productos con los pueblos vecinos (muzos, panches, sutagaos, guayupes, tecuas,
achaguas, tunebos y lanches).

Actividad minera
La confederación muisca explotaba los siguientes productos minerales:

Oro (nyia):62 El oro era importado y llegó a ser tan abundante que fue el principal
material para la artesanía muisca común (orfebrería). A la llegada de los
españoles, en la Sabana de Bogotá se veían campanillas de oro colgando de los
árboles. El uso de este metal dentro del territorio de la confederación muisca,
unido a la tradición de la coronación del Zipa en la Laguna de Guatavita,
contribuirían para la creación del mito de El Dorado.
Esmeraldas (chuecuta):63 Aún hoy Colombia es el primer productor mundial de
esmeraldas, que son tenidas entre las más preciadas del planeta. Los principales
yacimientos de estas piedras preciosas se encuentran en el departamento de Boyacá,
y especialmente en el municipio de Muzo. Junto con el oro, las esmeraldas eran
ofrendadas a los dioses en las lagunas sagradas.64
Cobre (bahazca nyia):65 El historiador Ezequiel Uricoechea refiere que en los
combates y en las fiestas los muiscas usaban máscaras de cobre muy bien elaboradas,
y que en el intercambio comercial con otros pueblos también usaban pequeños
"tejuelos" de cobre.66
Carbón (gazpqua):67 Tanto vegetal como mineral. Hoy todavía se siguen explotando
minas de carbón, por ejemplo en Zipaquirá, y Samacá. En este producto Colombia es
una de las principales reservas mundiales.68
Sal (nygua):69 Extraída de las minas de Nemocón, Zipaquirá y Tausa, también llegó a
ser uno de los principales bienes de intercambio con otros pueblos.
Producción textil
De manera muy especial hay que mencionar la producción textil, pues las mantas de
algodón muiscas eran usadas también para el pago de tributos a las autoridades
indígenas, y en el intercambio comercial externo. Al respecto dice Paul Bahn que
las culturas andinas dominaron todas las técnicas de tejido y decoración, y ya para
el 3000 a. C. habían desarrollado los textiles de algodón y producían tejidos de
extraordinaria delicadeza, superiores en muchos casos a los contemporáneos.70La
arqueóloga Sylvia Broadbent —quien estudió tejidos pintados de algodón—, concluye
que las técnicas de los muiscas eran muy complejas para producir telas de una sola
pieza con innumerables entretejidos y una gran capacidad para resistir el tiempo.

Mercado
El mercado era sitio obligado de la economía de las comunidades muiscas, que
practicaban la compra-venta, y más comúnmente el trueque. Allí se cambiaban
productos de primera necesidad como maíz, sal, miel, frutas, granos y mantas, por
artículos de lujo como plumas de aves de las tierras cálidas, cobre, algodón, coca
y caracoles marinos. Los principales mercados en los que los muiscas intercambiaban
sus productos eran los siguientes:
El mercado de Coyaima, territorio de los Poincos, que habitaban ambas orillas del
río Magdalena, hasta donde los muiscas llevaban mantas pintadas, artículos de oro
manufacturado, sal y esmeraldas, que cambiaban por oro en polvo, guacamayas, loros
a los que enseñaban a hablar, y algunos productos alimenticios propios de las
tierras cálidas.
El mercado que se hacía en terrenos del cacique de Zorocotá, en lo que hoy es el
municipio de Puente Nacional, en el que se hacían intercambios con los Guanes,
Chipataes y Agataes.
El mercado de Turmequé, que probablemente era el más concurrido por los muiscas, en
donde además de los artículos ya mencionados, se veía gran cantidad de esmeraldas
provenientes de las minas de Somondoco.
Pesos y medidas
Para los intercambios comerciales los muiscas usaban por lo general unos «tejuelos»
redondos de oro, plata y cobre, fundidos en moldes sin ninguna clase de sello o
señal, y que valoraban por su tamaño, aunque esmeraldas, sal, coca y mantas de
algodón también fueron usadas como equivalentes monetarios o para facilitar el
trueque. Los tejuelos metálicos eran medidos encorvando el dedo índice sobre la
base del dedo pulgar, o cuando eran más grandes, usando ciertos cordeles de algodón
que al efecto tenían para medir su circunferencia. En cuanto a las medidas de
capacidad, solo usaban la que servía para medir el maíz desgranado, y que llamaban
aba, lo mismo que a este grano. Las medidas de longitud eran el palmo y el paso.71

Idioma
Artículo principal: Idioma muisca
El muysc cubun (idioma muisca), es una lengua extinta que pertenece a la familia
lingüística chibcha.72 En la actualidad es considerada oficialmente como una lengua
extinta, luego de que el 16 de abril de 1770, mediante Real Cédula, el rey Carlos
III de España prohibiera el uso de lenguas indígenas en sus dominios. Sin embargo,
existen varios proyectos para revitalizarla, ya que se han conservado varias
Gramáticas y vocabularios (diccionarios) de los siglos XVII que dan cuenta de la
estructura del idioma.

Los indígenas tayrona y los Uwa, que pertenecen a la misma familia lingüística,
hablan un idioma relacionado, lo que permitió que los tres pueblos establecieran
fuertes nexos de intercambio económico y cultural. Pese a la imposición del
castellano (sucubun73), el muysc cubun como lengua de sustrato se adaptó a la
fonología del español y dejó su huella en el habla de gran parte de los habitantes
del Altiplano Cundiboyacence en relación con topónimos, antropónimos, verbos, y
sustantivos en general, que son los que ahora son calificados de muisquismos, entre
los que se pueden destacar los siguientes:74

"Guarismos" muiscas según la descripción del Padre José Domingo Duquesne. Se


muestran las versiones de los glifos tal y como fueron publicadas en las obras
Compendio Histórico del descubrimiento y colonización de la Nueva Granada, de
Joaquín Acosta (1848), Sitios de las cordilleras y monumentos de los pueblos
indígenas de América de Alexander von Humboldt (1878) y El Dorado de Liborio Zerda
(1882).
Chisa (Larva de escarabajo) de zisa.
Cuba (Menor) de cuhuba (hermano menor).
Turmequé (Tejo).
Jute (Podrido) de futynsuca.
Tote, totear (Objeto que revienta, reventar) de tohotysuca.
Soco (Rápido, ligero) de supqua.
Pichar (Copular) de bchiscua.
Toponimia: Quyca significa «mundo», «pueblo» o «patria».75 Por otra parte, la letra
«r» no era muy común en el idioma muisca, de donde se desprende que el sufijo «-
quirá», tan frecuente en los nombres de pueblos y ciudades de origen muisca, debió
pronunciarse primitivamente «quyca», como en Zetaquirá (ciudad de la culebra),
Zipaquirá (ciudad del Zipa), Chiquinquirá (ciudad del Chyquy, o sacerdote) y
Sotaquirá, o Sutaquirá (ciudad de Suta) [cita requerida]. También es posible que la
pronunciación de la «r» fuera más común al norte de la Confederación Muisca, en el
territorio del Zacazgo, y menos común en el Zipazgo, pero que con el tiempo se
impusiera en la formación de topónimos.
Numerosos nombres actuales en el Altiplano Cundiboyacense tienen significado
concreto en la lengua muisca.76

Nombres naturales: la curuba y la uchuva, por ejemplo, son frutas, uba. La palabra
«chucua» para designar un humedal viene de chuppqua (pesquería).7778
Calendario

Exposición del sistema calendárico muisca según la investigación de José Domingo


Duquesne y Alexander von Humboldt.

El escudo de armas de Gachancipá tiene en su divisa el texto: «Gachancipá. Cuna de


la astronomía chibcha», debido a que fue en ese territorio donde el padre José
Domingo Duquesne, párroco de la iglesia de Gachancipá, descubrió y estudió la
piedra del calendario muisca.
Los muiscas contaban los días por soles y los meses por lunas. Los años eran de
doce lunaciones, que comenzaban en enero, con el inicio de las labores de labranza,
y finalizaban en diciembre, al término de las labores agrícolas. El mes muisca se
dividía en tres partes de diez días cada una. Durante los primeros diez días, los
hombres se separaban de las mujeres y mascaban hayo; los siguientes diez días
labraban la tierra, y finalmente, los últimos diez días, descansaban en compañía de
sus familias.79

En el solsticio de verano se rendía culto a "Xué" (el dios Sol), cuyo templo se
encontraba en Suamox (Sogamoso), sede del Iraca (sacerdote supremo de los muiscas)
y en el cercado grande de los santuarios en la ciudad sagrada de Hunza Tunja, al
igual que en el Santuario del Zaque, también en la actual Tunja.

El día:

El día completo de 24 horas era dividido de la siguiente manera:79

Sua (día):

Ozas: Madrugada.80
Aica: Desde la salida del Sol, hasta el mediodía.81
Sua Quychyquysa: Mediodía.
Sua Meca o Sua Mena: Desde el mediodía, hasta la puesta del Sol.82
Za (noche):

Zina: Poco antes de la noche.83


Zasca: Desde la puesta del Sol, hasta la media noche.
Zachina: Media noche.84
Cagui:[cita requerida] Desde la media noche, hasta la nueva salida del Sol.
La semana:

La semana tenía tres días. Al final de cada día, se celebraba un día de mercado en
Turmequé.79

El mes:

Diez semanas de tres días constituían una lunación, equivalente al mes, al que
llamaban Chie (igual que a la Luna),85 o también Suna ("gran camino").79
Los treinta días eran representados por los diez primeros números repetidos tres
veces, de modo que ata era el primer día del mes, el once y el veintiuno. La cuenta
comenzaba con la Luna Nueva.

El año:

El año era llamado Zocam.86 Los muiscas tenían tres tipos de años diferentes:

Año sagrado, o sacerdotal: Ciclo astronómico compuesto por 37 lunas, y empleado


para la observancia de las ceremonias religiosas.
Año rural: Compuesto por 12 o 13 lunas, se contaba de una estación lluviosa a otra.
Año vulgar, o civil: Compuesto por 20 meses o lunas.
El "siglo":

El equivalente al siglo entre los muiscas constaba de veinte años intercalares de


37 lunas cada uno, que corresponden a 60 años occidentales.87

Religión
Artículo principal: Religión muisca

Restos de un observatorio astronómico muisca en el Parque Arqueológico de Monquirá.

Bandeja sacerdotal muisca usada para la inhalación de yopo (Museo del Oro de
Bogotá).
Sacerdocio
Los chyquy:
Los sacerdotes muiscas eran llamados chyquy.88 Siempre eran hombres y no se les
permitía casarse ni tener ningún tipo de contacto sexual. Vivían recluidos en los
templos, y si se descubría que alguno no era casto, era destituido de su
ministerio. Comían y dormían muy poco, y hacían frecuentes ayunos. Pasaban la mayor
parte de las noches mascando hayo y hablaban muy pocas veces. La práctica del
mambeo era muy importante entre los chyquy, ya que los ayudaba a permanecer en
constante estado de vigilia. 89

El proceso de aprendizaje de los chyquy era muy riguroso. El novicio debía


permanecer desde su infancia recluido durante doce años en un templo destinado a la
enseñanza, llamado Cuca, donde era confiado a la tutoría de un chyquy anciano. No
podía consumir sal ni ají. Una vez concluidos los doce años de aprendizaje, se le
horadaban la nariz y las orejas para colocarle zarcillos y narigueras de oro. En la
ceremonia de iniciación era acompañado por toda la comunidad hasta una fuente o
quebrada de agua cristalina donde debía bañarse el cuerpo para luego vestirse con
mantas nuevas. Después se dirigía a la casa del gobernante civil de la localidad,
quien lo investía otorgándole un poporo de oro, la mochila para cargar el hayo y
algunas mantas nuevas. De este modo, el nuevo chyquy podía ejercer su oficio dentro
de los límites de su territorio, pues cada poblado tenía su propio chyquy.90

Los mohanes:
Los mohanes, o mojanes, eran sacerdotes libres e informales, alejados de los
templos y centros religiosos. Se asentaban sobre todo en cuevas y a orillas de los
ríos, entre los matorrales. Cargaban mochilas con hojas de coca, una escobilla y un
hueso de venado pintado con el que aspiraban el polvo de yopo. Se untaban el
cabello con ceniza y cubrían sus cabezas con pieles de animales cuando danzaban.91

Lugares sagrados
Además de los templos, los muiscas consideraban sagrados a muchos sitios naturales
como montes, cerros, peñas, lagunas, bosques, ríos, árboles y fuentes de agua,
entre muchos otros, a los que veneraban, no solo por considerar que allí habitaba
alguna divinidad, sino también porque creían que había lugares estratégicos para el
equilibrio de la naturaleza. También consideraban sagradas a ciertas avenidas por
las que decían que había transitado Bochica, y al territorio de Suamox, donde había
muerto y delegado su sucesión. Al igual que el "Cercado Grande de los Santuarios" y
los "Cojines del Zaque - Santuario del Zaque", ambos dentro de la ciudad de Tunja

Bosques sagrados:
Los muiscas consideraban a ciertos bosques como sagrados, de modo que no osaban
cortar ni un árbol, ni siquiera una rama de aquellos bosques, pues decían que
estaban consagrados a los dioses.92

Plantas y árboles sagrados:

Arbusto de Arrayán.
Algunas de las plantas y árboles sagrados para los muiscas son los siguientes:9394

Tyhyquy (Brugmansia sanguinea), planta conocida popularmente como "borrachero", y


cuya ortografía se ha castellanizado como "Tijiqui".95
Tabaco
Arrayán
Nogal
Guayacán
Lagunas sagradas:

Laguna de Iguaque.
Aunque todas las lagunas eran consideradas sagradas en algún sentido, las más
importantes son las siguientes:

Laguna de Iguaque
Lago de Tota
Las siete lagunas sagradas de la ceremonia de "Correr la Tierra":96

Laguna de Ubaque
Laguna de Teusacá
Laguna de Guaiaquiti
Laguna de Tibatiquica
Laguna de Siecha
Laguna de Guasca
Laguna de Guatavita
Tierra sagrada de Suamox:
Los muiscas consideraban que el territorio de Suamox (actual Sogamoso) es una
tierra sagrada, debido a que allí murió Bochica, quien además instituyó que el
chyquy de Suamox sería su sucesor y heredero de sus enseñanzas. Los chyquy de
Suamox hablaban una lengua secreta que solo ellos conocían, y que les había
transmitido el mismo Bochica.97

Avenidas sagradas:
Los muiscas tenían ciertas calles o avenidas a las que consideraban sagradas, pues
decían que por allí había caminado Bochica. Nadie podía pisar esas avenidas, sino
solo los máximos dignatarios. Al pueblo solo se le concedía ese honor durante los
días de algunas ceremonias religiosas. El cronista Alonso de Zamora cuenta que una
de esas avenidas, ubicada en el Valle de Sogamoso, tenía cien leguas de longitud.98

Templos:
Los templos muiscas eran construcciones circulares con techo de paja, paredes
recubiertas con esteras, algunas veces pintadas, y el suelo cubierto con paja seca
y blanda. Las construcciones estaban sostenidas por troncos de guayacán traídos de
los Llanos Orientales que eran hincados en grandes huecos a los que se arrojaban
esclavos vivos; la parte del tronco que se adentraba en la tierra tenía forma
cónica. El interior de los templos era muy oscuro, ya que el único acceso que
tenían era una puerta baja. Por fuera estaban rodeados por una cerca de madera
provista de varias puertas de cañas delgadas asidas por cordeles de cabuya.99

Los muiscas distinguen tres tipos de casas ceremoniales: los Qusmhuy, los
Tchunsua,100 y la Cuca.

Tchunsua: Casa ceremonial de naturaleza solar


Qusmhuy: Casa ceremonial de naturaleza lunar.
Cuca: Seminario donde se impartía instrucción a los futuros chyquy, y en algunos
casos también a las autoridades civiles.
Ofrendas, libaciones y sacrificios

Tunjo muisca.
Ofrendas con tunjos:
Las ofrendas ofrecidas a los dioses por los muiscas consistían principalmente en
tunjos de oro, plata y cobre con formas antropomorfas o de animales como
serpientes, ranas, lagartijas, mosquitos, hormigas, gusanos, tigrillos, monos,
mariposas y aves, entre otros, además de diademas, brazaletes, vasos y casquetes,
muchas veces adicionándoles esmeraldas.101

Libación de agua y sahumerios:


Una forma de ofrendar a los dioses era libando agua al interior del templo, y
encendiendo sahumerios. Esto se hacía en determinadas horas, que se consideraban
propicias, y cada hora era cantada por el chyquy.

Sacrificios de animales:
Los animales usados para los sacrificios eran principalmente aves. La sangre era
derramada sobre el suelo del templo atando todas las cabezas de las aves y
dejándolas colgadas.

Sacrificios humanos:
Los sacrificios humanos se daban bajo dos condiciones:

La primera era que si en guerra contra algún pueblo enemigo capturaban a un


muchacho por cuyo aspecto se presumiera que era virgen, a este lo llevaban luego a
un templo donde era sacrificado en medio de aclamaciones y cánticos.

La segunda condición bajo la que se permitían los sacrificios humanos era que el
sacrificado fuera uno de los muchachos a los que llamaban moxas, o mojas. Cada
cacique tenía un moxa, y algunos dos. Estos eran jóvenes comprados a treinta leguas
del territorio muisca, en un lugar llamado "Casa del Sol". Se compraban siempre en
edades de 7 a 8 años, a precios muy altos, pues se creía que podían hablar con el
Sol y recibir sus respuestas. Eran tenidos en gran veneración, y siempre se les
cargaba en hombros. Cuando llegaban a la pubertad, eran sacrificados y su sangre
ofrecida a los dioses, pero si habían tenido relaciones sexuales, se los dejaba
libres, pues se pensaba que su sangre ya no valía para nada.102

En ambos casos, el modo de sacrificio era el siguiente:

Antes del amanecer, se conducía al joven a la cima de una montaña mirando hacia el
Oriente. Llegados al puesto de sacrificio, se iniciaba una ceremonia en la que se
cantaban himnos a los dioses. Al joven se lo tendía en una manta sobre el suelo, y
allí era degollado con un cuchillo de caña. La sangre era recogida en una totuma y
luego untada en unas piedras sagradas en las que debían dar los primeros rayos del
Sol. El cuerpo del difunto era enterrado algunas veces en cuevas o sepulturas, pero
otras veces era dejado a la intemperie para que se lo "comiera" el Sol.103

Ritos funerarios

Momia muisca en el Museo del Oro de Bogotá.


El cronista Pedro Simón relató cómo los muiscas: «No desamparaban sus enfermos como
lo hacían otras naciones cuando estaban en el artículo de la muerte, pues antes se
juntaban muchos a verle morir, hasta que había expirado». Por otra parte, «tenían
por dichoso al que moría de algún rayo o por accidente o muerte repentina, porque
había pasado sin dolores esta vida».104 Este cronista describe además diferentes
formas de enterramiento. Unas veces se secaban los cuerpos de los difuntos a fuego
lento sobre fogones; otras, eran enterrados dentro de templos o bohíos; y otros
eran enterrados directamente en los campos, envueltos en una manta, y sobre su
sepultura se sembraba un árbol. Juan de Castellanos agrega que en señal de duelo,
durante los entierros se ponían mantas pintadas de color rojo, e incluso muchos se
teñían también los cabellos con bija roja.105

El duelo continuaba seis días con encuentros familiares, en medio de cantos a la


memoria del difunto, música, coca, chicha y bollos de maíz, como refiere Pedro
Simón: «La gente más honrada lloraba sus difuntos otros seis días después de
enterrados, y aun les hacían por algunos tiempos sus aniversarios, convidando para
éstos sus deudos y parientes que juntos lloraban al difunto al son de unos tristes
instrumentos y voces que cantaban en endechas los grandes hechos del difunto.
Alegrábanse al último con chicha y mascando hayo (...) La gente ordinaria convidaba
para estos llantos, y con bollos de maíz que daban al fin de ellos a los
convidados, quedaban acabadas las exequias».106

Festividades
Las festividades muiscas estaban asociadas principalmente al ciclo agrícola y al
ciclo de la vida. Gonzalo Jiménez de Quesada cuenta en su Epítome de la Conquista
del Nuevo Reino de Granada: «Es gente muy perdida por cantar y bailar a su modo y
eso son sus placeres».107 Según el cronista Juan Rodríguez Freyle, en las fiestas
muiscas no podía faltar la chicha: «La mayor prevención era que hubiese mucha
chicha que beber para las borracheras que se hacían de noche».108

Sobre sus cantos, música y bailes donde se mezclaban risas y llantos, ritmos
tristes y alegres, dice Lucas Fernández de Piedrahíta: «gastaban mucha cantidad de
chicha; danzaban y bailaban al compás de sus caracoles y fotutos; cantaban
juntamente algunos versos o canciones que hacen en su idioma y tienen cierta medida
y consonancia, a manera de villancicos y endechas de los españoles. En este género
de versos refieren los sucesos presentes y pasados y en ellos vituperan o
engrandecen el honor o deshonor de las persona a quienes los componen; en las
materias graves mezclan muchas pausas y en las alegres guardan proporción, pero
siempre parecen sus cantos tristes y fríos, y lo mismo sus bailes y danzas, mas tan
acompasados que no discrepan un solo punto en los visajes y movimientos, y de
ordinario usan estos bailes en corro, asidos de las manos y mezclados hombres y
mujeres».109

Fiestas de la siembra y de la cosecha:

Trompeta de oro.
Lucas Fernández de Piedrahíta, en su Historia general de las Conquistas del Nuevo
Reino de Granada, dejó una detallada descripción de las fiestas de la siembra y de
la cosecha que celebraban los muiscas: «Otra de las ceremonias más ostentosas que
hacían eran las procesiones, a que asistían sus reyes o caciques, respectivamente,
en ciertos tiempos del año, especialmente en el de las siembras o cosechas, y
formábanse éstas en ciertas avenidas anchas de a más o menos de media legua de
longitud. Las personas que salían en ellas (sin que entre en cuenta la innumerable
multitud de gente que concurría a verlas) serían de diez a doce mil, que la noche
antes se lavaban los cuerpos para ir el día siguiente más decentemente
adornadas».110

Pintados de rojo y negro y disfrazados de animales comenzaba el carnaval:


«Dividíanse en cuadrillas y parcialidades con diferentes trajes y disfraces,
arreados de patenas de oro y otras diferentes joyas que abundaban, aunque todos
convenían en llevar pintados los cuerpos de vija y jagua (rojo y negro). Unos iban
representando osos, otros en figura de leones (pumas andinos) y otros de tigres
(esto es, cubiertos con sus pieles), y (…) otras muchas representaciones de
animales diversos. Iban los sacerdotes con coronas de oro en forma de mitras, a
quienes seguía una prolongada cuadrilla de hombres pintados, sin disfraz ni joya
alguna sobre sí, y éstos llorando y pidiendo al Bochica y al Sol mantuviesen el
estado de su rey o cacique y le otorgasen la súplica y ruego a que había dispuesto
aquella procesión, para lo cual llevaban puestas máscaras con lágrimas, retratadas
tan a lo vivo que eran de ver». Le sorprende a Piedrahíta que después de los que
rogaban, pedían y lloraban seguía la procesión con otra comparsa de risas, bailes y
alegrías que celebraba los favores concedidos: «era lo más gracioso de todo, que
luego inmediatamente entraba otra caterva dando los unos grandes risadas y saltando
de alegría, y diciendo los otros que ya el Sol les había concedido lo que los
delanteros le iban pidiendo con lágrimas, de suerte que de las risadas, lloros y
gritos, se componía una barahúnda tal cual se deja entender (…) en pos de aquella
alegría desacompasada iban otros con máscaras de oro disfrazados y con las mantas
arrastrando por el suelo (…) pues les iba casi pisando las mantas otra gran
muchedumbre de ellos ricamente adornados, bailando y cantando al compás triste y
flemático de sus maracas y flautas, y tras ellos otros».111

Tunjos muiscas con formas de serpientes.


Cerraba la procesión el cacique, ataviado con los mejores adornos, el poder se
escenifica: «El último lugar llevaba el rey o cacique con el más costoso adorno y
majestad que le era posible, y aunque era crecidísimo el número de gentes que le
seguían y la diferencia de los trajes en que iban, denotaba ser parcialidades
distintas (…) y lo que no parecerá creíble (…) era la gran cantidad de oro que iba
en ellas en tan distintas joyas, como eran máscaras, mitras, patenas, medias lunas,
brazaletes, ajorcas y figuras de varias sabandijas (…) por muy de mañana que se
diese principio a esta fiesta no se hacía poco en volver a la noche con la
procesión a palacio, donde se gastaba de su chicha». Termina su relato el cronista
consignando la dificultad que tuvieron para acabar con esta popular fiesta muisca:
«Estas procesiones se continuaron por muchos años después de conquistado el reino,
y ninguna ceremonia se desarraigó de sus naturales con tanta dificultad como
ella».112

Fiestas de los caciques:


En los meses correspondientes (según el calendario occidental) a enero, febrero y
parte de marzo, tenían lugar unas festividades en las que se convidaban
alternativamente unos caciques a otros. En dichas festividades, según cuenta Pedro
Simón: «Asíanse de la mano hombres y mujeres haciendo corro y cantando canciones,
ya alegres ya tristes, al son de flautas y fotutos; tenían en medio las múcuras de
chicha de donde iban esforzando, duraba esto hasta que caían embriagados y tan
excitados de la lujuria del calor del vino, que cada hombre y mujer se juntaban con
el primero o primera que se encontraba porque para esto había general licencia en
estas fiestas, aún con las mujeres de los caciques y nobles (…) así pues por virtud
de la unión real de los seres humanos las plantaciones crecerían y fructificarían
mejor».113

Fiestas de la construcción de cercados:


Igual de festivo era el transporte de las piedras y de los grandes postes
necesarios para construir los cercados, donde tampoco faltaba la chicha, los
cantos, los adornos y la pintura corporal, como relata Piedrahíta: «juntando a un
tiempo la voz, los píes y las manos al compás de la voz de uno que les sirve de
guía, a la manera que saloman los marineros en los navíos, y es para ellos este
ejercicio de tanto gusto que lo tienen por fiesta, y para entonces se ponen
penachos de plumas y medias lunas; píntanse y arréanse, y llevan mucha cantidad del
chicha que beben».109
Fiestas de la inauguración de cercados:

Reconstrucción de un cercado muisca en el Parque Arqueológico de Sogamoso.


Pedro Simón relata que: «Después de acabado el cercado, convidaba el cacique a todo
el pueblo para una gran borrachera que duraba muchos días, en que había muchos
juegos, bailes y entretenimientos». Mientras dura la fiesta, y continuando con la
mezcla de tristezas y alegrías, de celebración de la vida y de la muerte entre los
muiscas, dos hombres mayores permanecían en la entrada, desnudos, cubiertos por una
red, ayunando y tocando una música melancólica que recordaba la inevitable realidad
de la muerte a los alegres festejantes: «estaban a la puerta del cercado, desde la
mañana hasta la noche, sin comer ni beber, dos indios, ya en edad mayores, desnudos
todo el cuerpo, en pie, cubiertos con una red grande de coger pájaros, tañendo con
unas flautas y haciendo una música melancólica y triste para significar con aquello
más al vivo lo que representaban estando allí con aquella postura, que era la
muerte. Porque decían que la red era instrumento suyo, pues mataban con ella las
aves; el estar desnudos representaba, cómo deja a los hombres cuando los acomete,
pues quedan desnudos de todas sus cosas de esta vida; y a lo mismo aludía el no
comer ni beber en todo el día, pues también los privan de eso. De lo que era bien
se acordasen en todos los juegos, fiestas y entretenimientos, y por eso estaban a
la puerta de la fiesta para que antes de ella, se le representasen a todos los que
se hallaban en ellas, que habían de morir». Risas y llantos siempre estaban juntas
alternándose en las ceremonias: «Y aun entre los regocijos de dentro había indios
con instrumentos que hacían músicas tan tristes, que incitaban a llorar a todos, de
rato en rato, en medio de los regocijos y bailes. Usaban todos los indios estas
fiestas siempre que estrenaban casas nuevas». De estas fiestas hacían parte
integral las carreras por avenidas que salían del cercado: «Para más solemnizar
estas fiestas de la dedicación de sus casas, los caciques ordenaban que algunos
mozos de buena disposición corriesen cierta distancia (…) algunas veces de más de
cuatro leguas (…) yéndose aventajando a los demás los más valientes, volvían más
presto a la casa de donde habían salido, donde les iba premiando el cacique su
valentía como iban llegando”.114

Ceremonia de El Dorado
Artículo principal: El Dorado

Laguna de Guatavita.
La ceremonia muisca de El Dorado, o Eldorado, tenía lugar en la Laguna Sagrada de
Guatavita. En dicha ceremonia, el Psihipqua (heredero del trono) tomaba posesión
del trono del Zipazgo, con lo que adquiría la dignidad de Zipa. La descripción que
en 1636 hizo el cronista Juan Rodríguez Freyle en su libro Conquista y
Descubrimiento del Nuevo Reino de Granada, más conocido como El carnero, recoge el
testimonio de algunos muiscas que habían vivido antes de la llegada de los
españoles.

Después del proceso previo por el que tenía que pasar el Psihipqua, heredero del
trono del Zipazgo, este debía ir a la Laguna Sagrada de Guatavita a ofrendar a los
dioses. En la orilla de la laguna estaba preparada una balsa de juncos, aderezada y
adornada de manera vistosa. En la balsa había cuatro braseros encendidos en los que
se quemaba mucho moque, que era el sahumerio de los muiscas, y trementina, con
otros muchos y diversos perfumes. Alrededor de la laguna permanecían, como
espectadores, toda la nobleza, los principales gobernantes y muchos vasallos, así
como los güechas (guerreros) y los chyquy (sacerdotes), adornados cada uno con sus
mejores galas y con muchas antorchas encendidas a la redonda. Cuando llegaba el
Psihipqua, lo desnudaban completamente, le untaban en todo el cuerpo aceite de
trementina y lo espolvoreaban con oro en polvo, de tal manera que su cuerpo quedaba
totalmente dorado. Luego se subía en la balsa, en la cual iba de pie, y a sus pies
ponían un gran montón de tunjos de oro (figurillas que representaban a los dioses)
y esmeraldas, como ofrendas para los dioses. En la balsa entraban los cuatro
principales Uzaques (nobles de sangre pura), también desnudos, y cada cual llevaba
su ofrecimiento. Una vez que partía la balsa, muchos hombres que estaban en la
orilla comenzaban a tocar instrumentos musicales: cornetas, fotutos, entre otros, y
todos los asistentes aclamaban al Psihipqua hasta que la balsa llegaba al centro de
la laguna. En ese momento, se alzaba una bandera, que hacía la señal para el
silencio. Entonces el Psihipqua hacía su ofrecimiento a los dioses, arrojando todo
el oro y las esmeraldas a la laguna, y los Uzaques que iban con él hacían lo mismo
con sus ofrecimientos. Después, el Psihipqua se sumergía en el agua para que el oro
en polvo se desprendiera también como ofrecimiento a los dioses. Cuando acababan,
se bajaba la bandera, que durante el ofrecimiento había permanecido alzada, y
partiendo la balsa de nuevo hacia la orilla, se alzaba un griterío con música y
danzas alrededor de la laguna, con lo que quedaba investido el nuevo Zipa.115

Conquista española
Artículo principal: Conquista española (Colombia)
Gonzalo Jiménez de Quesada partió de Santa Marta el 6 de abril de 1536, a la cabeza
de quinientos infantes, entre ellos Gonzalo Suárez Rendón, fundador de la ciudad de
Tunja, y con ochenta caballos, con el fin de explorar las montañas de las riberas
del río Magdalena.116El primer asentamiento al que llegaron fue a Tora de las
Barrancas Bermejas, actual Barrancabermeja, en donde tuvieron noticias de una
civilización que les llamó la atención debido al hallazgo de vasijas con sal y
mantas de algodón.116117Después de un año llegaron los conquistadores a tierras
habitadas por el pueblo muisca. Solamente ciento sesenta y seis hombres y unos
pocos caballos habían coronado la cumbre de los Andes colombianos; el resto de la
expedición había perecido a causa de las enfermedades.

Gonzalo Jiménez de Quesada a su llegada a la Sabana de Bogotá.


En febrero de 1537 salieron los españoles de las inmediaciones de Vélez, y
marcharon al sur, pasando por los poblados muiscas de Ubazá, Turca o Pueblohondo,
Sorocotá, Moniquirá, Susa, Tinjacá y Guachetá, adonde llegaron el 12 de marzo de
1537. Luego pasaron por Lenguazaque, Cucunubá, Suesuca, Nemocón y Busongote.118
donde se libraría el primer encuentro armado entre las tropas peninsulares y los
guerreros del zipa Tisquesusa. Resultado de ella hubo algunos muertos y pánico por
el desconocimiento absoluto de los muiscas sobre la naturaleza de las armas de
fuego y los caballos, también se sabe de los primeros intercambios de oro y cuentas
de vidrio registrado en las crónicas y confirmado por la arqueología. 119 El 5 de
abril llegaron a Chía, y acamparon en los cerros de Suba, desde donde vieron
numerosos bohíos y columnas de humo. Aquella sabana que divisaron desde Suba fue
llamada por Quesada el Valle de los Alcázares.117

Dos comisiones fueron enviadas a buscar un lugar donde asentar la tropa.116Mientras


la primera tomó rumbo hacia el occidente de Bacatá, en un principio llamada
"Facatá", sede real del zipazgo; la segunda se dirigió hacia el oriente, comandada
por Pedro Fernández de Valenzuela, quien encontró un caserío llamado Teusaquillo,
por donde pasaba una quebrada que luego se llamaría San Bruno, afluente del río
Vicachá, llamado San Francisco por los españoles.116

¡Tierra buena, tierra buena!


¡Tierra que pone fin a nuestra pena!
Tierra de oro, tierra bastecida,
Tierra para hacer perpetua casa,
Tierra con abundancia de comida,
Tierra de grandes pueblos, tierra rasa,
Tierra donde se ve gente vestida,
y a sus tiempos no sabe mal la brasa:
Tierra de bendición, clara y serena,
Tierra que pone fin a nuestra pena!
—Juan de Castellanos
Descripción de la llegada de los españoles a la sabana de Bogotá, en Elegías de
Varones Ilustres de Indias.
Existen tres momentos en la fundación de Santafé de Bogotá.117120El primero sucedió
cuando se creó el primer asentamiento español en la región de Bacatá, en la actual
carrera Segunda con calle Trece, no lejos del Chorro de Quevedo, que posteriormente
se llamó Pueblo Viejo, entonces conocido como Teusaquillo.117El historiador fray
Pedro Pablo Villamor, escribió en 1723, refiriéndose al origen de Santafé: «Su
primera fundación fue con nombre de villa y hecha en los alcázares donde estaba
fundado el lugar deleitoso recreo de los Reyes de Bogotá, llamado Thybzaquillo.»

Por su parte, el 6 de agosto de 1538, Jiménez de Quesada realizó una ceremonia


donde escogió el nombre y el lugar donde se desarrollaría la ciudad, proceso que se
desarrolló en la plaza de las Yerbas, actual parque Santander. La primera misa,
según versión de Juan de Castellanos, fue oficiada ese mismo día por fray Domingo
de las Casas.120

En marzo de 1539, Quesada tuvo noticias de tropas españolas provenientes de


Venezuela comandadas por Nicolás de Federmán y del sur por Sebastián de Belalcázar,
quienes acamparon en el valle de los Alcázares. El recibimiento por parte de
Quesada fue la organización de un festejo para los recién llegados. Este encuentro
entre conquistadores fue crucial para que se llevaran a cabo las ceremonias
oficiales de fundación. Así, se realizó la "fundación jurídica" el 27 de abril de
1539 junto con Nicolás Federmann y Sebastián de Belalcázar en la actual plaza de
Bolívar y se designaron los lugares para la iglesia principal, la casa de gobierno,
la cárcel, así como los solares para los primeros vecinos.116Esta situación implicó
una fuerte bipolaridad durante los primeros años de la ciudad, que se desarrolló en
torno al eje definido por esos dos extremos.120Los primeros expedicionarios que
llegaron a la sabana de Bogotá no iban acompañados de ninguna mujer española.
Quesada trajo los caballos, Federmann las gallinas y Belalcázar los cerdos.121

Por otra parte, fray Pedro Simón, en la Segunda Noticia Historial, capítulo 36,
después de referir cómo fueron construidos los doce bohíos o cabañas, dice:

«No se olvidaron los españoles de señalar solar y sitio el más principal entre los
bohíos para que se edificara iglesia, y fue en la misma parte de como está ahora,
porque no habiéndose mudado la ciudad de como se fundó con los doce bohíos, sino
que allí mismo ha ido teniendo su extensión y crecimiento hasta el que tiene ahora,
tampoco se ha mudado esa iglesia a otra parte del pueblo de como se edificó al
principio, en la mejor de todo él, como hoy se ve.»
Aunque el plano fundacional se ha perdido, se sabe que la división de los predios
se hizo mediante la asignación de solares de diferentes tamaños: los de 800 pasos
de frente y 1600 de fondo se llamaban caballerías mayores, los de 600 pasos de
frente y 1200 de fondo eran conocidos como caballerías menores, y las unidades más
pequeñas como peonías.122

Muertos los últimos soberanos muiscas, (Zaquesazipa y Aquiminzaque), los caciques y


el pueblo se alzaron tardíamente contra los nuevos dominadores hasta 1542, cuando
el conquistador Gonzalo Suárez Rendón finalmente sofocó los últimos movimientos de
resistencia. Inicialmente la confederación fue repartida por Bel-alcázar, Federmann
y Quesada hasta que la corona designó a este último como «adelantado de los
cabildos de Santa Fe (sic) y Tunja».

Colonia española

Vista de Santafé de Bogotá (detalle), por José Aparicio Morato en 1772. El original
se destruyó en un incendio del 9 de abril de 1948, durante El Bogotazo. Esta
reproducción es obra de Daniel Ortega Ricaurte. Desde el siglo xvii la traza varió
poco. La ciudad de Bogotá, capital de Colombia, fue construida sobre el territorio
muisca del Zybyn (Clan) de Bacatá, cuya capital, Funza, era a la vez la capital del
Zipazgo.
Siglo XVII
Desaparecida la estructura de la Confederación Muisca, el territorio fue dividido
por los españoles en las Provincias de Tunja, Santafé y Vélez, entrando así a
formar parte de las colonias españolas en América.123 El territorio de la
confederación muisca, ubicado en una de las regiones más fértiles de los Andes
colombianos, el Altiplano Cundiboyacense y que había dado como resultado una de las
civilizaciones más avanzadas de la actual Colombia, fue escogido por los españoles
como cabeza administrativa de una región mucho más grande a la que llamaron Nuevo
Reino de Granada. Ese hecho ocasionó que la clase alta, la nobleza y la casta
sacerdotal muisca fueran eliminados y solo quedaran las capitanías. También
posibilitó que los españoles más intelectuales se interesaran por la civilización y
registraran mucha información. Los mejores terrenos en cambio fueron para los
conquistadores y se constituyeron los resguardos indígenas para albergar a la
población muisca sobreviviente, que al mismo tiempo fue sometida a encomiendas o
sea a la obligación de trabajar en las haciendas apropiadas por los jefes
españoles. La época colonial contribuiría a dar una importancia creciente a
Santafé, la antigua Bacatá, que jugaría un papel primordial en las luchas de
independencia y de consolidación republicana. La guerra de independencia que
implicó la unidad de propósito político de los que serían tres naciones (Colombia
con Panamá, Venezuela y Ecuador), fue liderada por los criollos, es decir, los
descendientes de los conquistadores. En tal caso la participación de los
afroamericanos, indoamericanos y mestizos fue más bien como soldadesca, no menos
importante porque fueron los que pusieron el pecho a los poderosos ejércitos
realistas mejor preparados.

Siglo XVIII

El padre José Domingo Duquesne fue un pionero en la reivindicación del pasado


indígena. Aprendió muysccubun y fue el primero en realizar investigaciones sobre el
calendario muisca.
A finales del siglo XVIII comenzó un proceso de reivindicación del pasado indígena
que continuaría en el siglo XIX. Dicho proceso empezó a surgir a partir de la
publicación, en 1793, de una serie de artículos en el periódico capitalino Papel
Periódico de Santafé, dirigido por Manuel del Socorro Rodríguez, quien es
considerado como el padre del periodismo colombiano. En el Número 86 del periódico,
correspondiente al 19 de abril de 1793, se publicó una descripción de tipo
científico del Salto del Tequendama, lugar sagrado para los muiscas. En los Números
posteriores se continuó con varios estudios sobre la quina y elogios literarios al
Salto del Tequendama. Estos artículos condujeron a unos informes históricos en los
Números 91, 92 y 93, correspondientes a mayo del mismo año, en los que se elogiaba
a Sugamuxi, quien fuera el último Sumo Sacerdote muisca de Suamox (Sogamoso), de
quien se destacaban sus altos valores morales.10

Meses después, en el Número 121 del Papel Periódico de Santafé, correspondiente al


20 de diciembre de 1793, se publica otro artículo de elogio al pasado muisca,
específicamente dedicado al Zipa Nemequene, cuyo código jurídico (el Código de
Nemequene) es comparado al de las grandes civilizaciones de la Antigüedad. Dicho
análisis continúa en los Números 122 y 123 del periódico.124

En 1795, el padre José Domingo Duquesne, cura de la iglesia de Gachancipá, escribió


un ensayo titulado Disertación sobre el calendario de los muyscas, dirigido a José
Celestino Mutis, en donde le informaba sobre el hallazgo que había hecho de una
antigua piedra tallada en la que había logrado descifrar, gracias a la ayuda de
algunos ancianos indígenas, los símbolos del calendario muisca.124 Para completar
su investigación, el padre Duquesne aprendió muysccubun estudiando las antiguas
gramáticas del siglo xvii y practicando su vocabulario con los pocos ancianos que
aún hablaban la lengua, lo que lo llevó a escribir su propia Gramática Chibcha,
libro que se encuentra extraviado hasta la actualidad. Posteriormente, José
Celestino Mutis le comunicó al barón Alexander von Humboldt los resultados de la
investigación del padre Duquesne, material que le sirvió a Humboldt para sus
propias investigaciones sobre los muiscas. La labor del padre Duquesne es
considerada como de vital importancia para la historia de Colombia, pues constituyó
el primer intento de análisis científico sobre el pasado histórico y arqueológico
de los muiscas. El padre Duquesne sabía cinco idiomas, fue inicialmente realista,
aunque los españoles lo despreciaron por ser criollo y lo encerraron en una
mazmorra durante el proceso de Independencia; posteriormente se hizo
independentista, aunque siempre predicó en sus sermones a favor de la paz y la
tranquilidad. Por su labor científica, es considerado el padre de la arqueología y
de la antropología en Colombia.125

Siglo XIX
Durante el siglo XIX, luego del proceso independentista que llevó a la constitución
de la República de la Nueva Granada, los círculos intelectuales del país comenzaron
a pensar en los elementos que consolidarían la identidad nacional. Uno de esos
elementos era el factor indígena, al que se comenzó a considerar como equivalente
con la lucha que los criollos ejercieron contra la corona española. Desde ese
momento se habló de recuperar el pasado indígena. Sin embargo, este tipo de
discursos fueron exclusivamente retóricos e intelectuales, encaminados sobre todo a
justificar el nuevo Estado republicano. Así pues, aunque se llegó a glorificar el
pasado indígena, de forma paradójica no se incluyeron a los descendientes indígenas
en los proyectos de la nueva Nación.126 En 1850, el escritor Manuel Ancízar
postulaba que la conquista española no había traído para los muiscas más que
humillación y embrutecimiento, pues comparaba la amplitud de espíritu de los
antiguos muiscas, con el estado deplorable de sus descendientes.127

Teoría del influjo del clima


En 1808 se inicia la publicación del Semanario de la Nueva Granada, periódico
dirigido por Francisco José de Caldas. En un ensayo publicado en el Semanario,
titulado «Del influjo del clima sobre los seres organizados», Caldas pretendió
demostrar que los pueblos indígenas que se desarrollaron entre los 1.500 y los
2.600 m s. n. m., es decir, en climas fríos, alcanzaron el umbral de la
civilización, mientras que los pueblos de climas cálidos, desarrollados por debajo
de esa altitud, estuvieron condenados a la barbarie y el atraso. Otros
intelectuales de la época, como Francisco Antonio Zea y Jorge Tadeo Lozano,
expusieron argumentos similares.128

Teoría sobre la influencia del Tíbet

El científico y explorador alemán Alexander von Humboldt afirmó que Bochica era el
Buda de los muiscas, y que sus enseñanzas tenían asombrosas similitudes con la
cultura del Tíbet.
En 1810, el científico y explorador alemán Alexander von Humboldt publicó un libro
titulado Sitios de las cordilleras y monumentos de los pueblos indígenas de
América, en el que sintetizaba los resultados de sus investigaciones luego de
recorrer gran parte de América Latina.

Humboldt afirmó que el origen de los visitantes blancos que llegaron a América
antes que Colón, había que buscarlo más en el Asia oriental que en el Norte de
Europa, a pesar de que reconocía la presencia de asentamientos vikingos en América.
Además, para Humboldt, Bochica fue el Buda de los muiscas, y las enseñanzas que
dejó entre este pueblo indígena tenían asombrosas similitudes con la cultura del
Tíbet.129 Esta teoría ha tenido algunos seguidores, para quienes las similitudes
son las siguientes:

Así como los tibetanos creen que el dalái lama es la reencarnación de


Avalokiteshvara sobre la tierra, los muiscas creían que el Iraca (chyquy de
Sogamoso) era la encarnación viviente de Bochica, de quien heredaban su santidad,
virtudes y atribuciones.130
Así como Lhasa se convirtió en una ciudad sagrada y centro de peregrinación,
también Sogamoso era considerada una tierra santa a la que los muiscas acudían
masivamente en peregrinación, e incluso en medio de una guerra era permitido que
cualquier persona transitara por los caminos sin ningún impedimento siempre que
fuera a Sogamoso.130
Del mismo modo en que los monjes del Tíbet deben ingresar a los monasterios desde
niños, los chyquy (sacerdotes) muiscas debían ingresar a unas casas ceremoniales
apartadas llamadas cuca, donde eran bajo la tutela de un anciano chyquy. El
aprendizaje, al igual que para los monjes tibetanos, duraba muchos años, incluía
diversos niveles y especialidades, y estaba marcado por fuertes prácticas de
austeridad, abstinencias, ayunos y celibato.131
Así como en el Tíbet la primera autoridad religiosa era el dalái lama y la segunda
el panche lama, en la Confederación Muisca la primera autoridad era el Iraca
(chyquy de Sogamoso), y la segunda, el Tundama (chyquy de Duitama). Incluso el Zipa
y el Zaque debían obedecer al Iraca.
Uno de los aspectos que más se han relacionado estas dos culturas es el hecho de
que había lamas que para meditar se retiraban nueve años al interior de una gruta,
así como el heredero al trono del Zipa debía permanecer seis años al interior de
una caverna, sometido a un riguroso régimen de austeridades.
Primera síntesis histórica
En 1848 se publica en París el Compendio histórico del descubrimiento y
colonización de la Nueva Granada en el siglo décimo sexto, escrito por Joaquín
Acosta. Esta obra es el primer intento de síntesis sobre la historia de los
muiscas, debido a que el autor se basó en la recopilación y comparación de las
distintas crónicas de la conquista. En este texto, el autor quiso llenar el vacío
que existía en la historia nacional sobre este pueblo indígena, y buscó situar a
los muiscas al nivel de los pueblos civilizados de América. Analizó sobre todo las
características políticas del gobierno civil de los muiscas, el sistema de control
territorial y su código penal (Código de Nemequene), además de estudiar a fondo el
panteón de los dioses muiscas. La obra de Acosta ejerció una importancia
fundamental durante décadas, debido a la eficacia del método comparativo que
empleó. Muchos de los trabajos posteriores sobre la historia de los muiscas, se
basaron en la obra de Acosta.132

Siglo XX

Niño muisca fotografiado por Luis Benito Ramos en 1935.


El nuevo Estado propició la disolución de los resguardos indígenas. El resguardo de
Cota fue reconstituido con un lote de tierra comprado por la comunidad en 1916,
reconocido entre 1991 y 1998, cuando fue retirado el reconocimiento a la comunidad,
que lo recuperó en 2006. El de Tenjo, después de 1934, fue reducido a 54 hectáreas.
En 1940 fue repartido el cabildo de Tocancipá.133 El de Sesquilé fue recortado por
el concejo municipal, hasta quedar solamente el 10 por ciento de su tamaño
original.

En 1948 el gobierno nacional prohíbe la venta, producción y consumo de la chicha,


bebida sagrada de los muiscas, a menos que estuviera pasteurizada y embotellada en
envases de vidrio herméticamente sellados.134 Este fue un duro golpe cultural para
los indígenas y para el consumo de la bebida tradicional y sagrada de los muiscas,
que disminuyó los ingresos de muchas familias de origen indígena y se sumó a la
pérdida de las tierras de los resguardos. La prohibición rigió hasta 1991. El
Festival de la chicha, el maíz, la vida y la dicha se celebra actualmente en el
barrio bogotano de "La Perseverancia" (principal centro de producción de chicha en
la ciudad) como una reivindicación de la prohibición que rigió por tantos años.

En 1968 el Estado colombiano le retira el reconocimiento legal al resguardo


indígena de Sesquilé, pero en 1999 la comunidad logra la fundación del "Cabildo
Muisca de Sesquilé" con el objetivo de recuperar la memoria ancestral.135

El Movimiento Bachué

Niño muisca con el atuendo indígena fotografiado por Luis Benito Ramos en 1935.
Esta fotografía estuvo influenciada por los ideales del movimiento nacionalista
colombiano conocido como "Los Bachués", o "Los Hijos de Bachué".
El "Movimiento Bachué", conocido también como "Los Bachués", "Grupo Bachué" o "Los
Hijos de Bachué", fue una organización cultural de carácter nacionalista integrada
por intelectuales y artistas entre los años 1922 y 1940. Este grupo se opuso a las
corrientes de quienes pretendían establecer una idea de nación fundada
exclusivamente en el legado de España. "Los Bachués", por el contrario, defendían
que la expresión de la nacionalidad debía basarse fundamentalmente en el pasado
indígena. Cuestionaban la propiedad territorial en el campo por parte de los
terratenientes capitalistas y defendían que la propiedad debía basarse en el
trabajo, y no en la especulación económica. Promulgaron que la verdadera educación
radicaba en el contacto con la naturaleza, por lo que organizaban excursiones a
bosques, montañas, lagunas y lugares sagrados para los muiscas. Algunos de sus
integrantes fueron los artistas plásticos Luis Alberto Acuña Tapias y Rómulo Rozo,
el fotógrafo Luis Benito Ramos, y el escritor Armando Solano, quien fue el mayor
defensor de un nacionalismo colombiano basado en la exaltación del pasado indígena
y de los campesinos como máximos representantes de la patria. Algunos científicos
colombianos se mostraron afines al "Movimiento Bachué"; entre ellos, Juan Friede,
Guillermo Hernández Rodríguez, Antonio García y Gregorio Hernández de Alba. También
influenciaron la creación del Instituto Etnológico Nacional, en 1941.136

Como reacción a los ideales del "Movimiento Bachué" surgió el "Grupo Albatroz", de
ideas totalmente opuestas, que abogaba por el anti-nacionalismo, la defensa del
capitalismo extremo y la sub-valoración de lo indígena. En 1948, cuando el gobierno
nacional prohíbe la venta, producción y consumo de chicha (bebida sagrada de los
muiscas), los antiguos miembros del "Movimiento Bachué" alzaron su voz de protesta.
El artista Rómulo Rozo hizo un grabado titulado «El descubrimiento de la chicha»,
en el que exaltaba la tradición de la bebida ritual y recreativa de indígenas,
campesinos y obreros, en contra de los argumentos capitalistas que se excusaban en
que había que introducir bebidas "más modernas".137

Otros temas por los que se interesó el "Movimiento Bachué" fueron la música
campesina, las creencias populares, el fenotipo racial muisca, la fotografía de los
descendientes campesinos de los muiscas y la mitología muisca. A través de las
fotografías, quisieron capturar "el alma del pueblo"; definieron su propuesta
artística como el esfuerzo por mantener el vínculo con la tierra. Produjeron muchas
pinturas, esculturas, fotografías y murales, de los cuales los más afamados son los
que se encuentran en el Hotel Tequendama, realizados por Luis Alberto Acuña.138
También produjeron algunos documentos como la Monografía Bachué (1930), el cuaderno
programático titulado Cuaderno Bachué (1930-1931) y una publicación colectiva
titulada Los últimos caciques (1934), que fue su última producción escrita, debido
a que no contaron con apoyo institucional, aunque siguieron activos hasta 1940.139

Chigys Mie

Familia muisca de Boyacá en 1935.


En 1930, la condesa y exploradora alemana Gertrud von Podewils Dürniz publica en la
ciudad de Stuttgart, Alemania, un libro sobre la mitología muisca titulado Chigys
Mie, que en muysccubun significa "cosas pasadas". En 1922, la condesa había estado
en la tumba de Tutankamón, que acababa de ser descubierta en Egipto. En 1928 llega
a Colombia y de inmediato se pone en contacto con los miembros de la organización
nacionalista conocida como "Los Bachués", y con Gerardo Arrubla, director del Museo
Nacional de Colombia y miembro de la Academia Colombiana de Historia, quien
prologaría el libro producto de la investigación de la condesa. Además, muy pronto
fue nombrada Socio Correspondiente de la Academia Colombiana de Historia.140

La condesa fue asesorada también por el célebre historiador, y experto en la


cultura muisca, Miguel Triana. Para la portada de Chigys Mie se usó la fotografía
de un tunjo hallado en Boza. También se incorporaron pictogramas y petroglifos
muiscas con los que Triana había ilustrado, en 1922, su libro Civilización Chibcha.
Además, se encargó a la artista bogotana María Antonia Cuervo de Yepes la
realización de dibujos que complementaran las ilustraciones del libro. En cierto
modo, Chigys Mie, de la condesa Gertrud, es una continuación de Civilización
Chibcha, de Miguel Triana.141

En el libro se abordan los mitos muiscas de la creación, los dioses, los sacerdotes
y las fiestas, los mitos de las serpientes y la leyenda de El Dorado, entre otros.
También se hace una diferenciación entre los mitos de las tierras cálidas (caribes)
y los de las tierras frías (muiscas). Entre las múltiples historias que cuenta el
libro, es de resaltar la de la doncella de larga cabellera oscura de la corte del
Zipa que se desposó con un joven orfebre de Guatavita. También se esforzó la
condesa por reivindicar el elevado grado cultural de los muiscas.142

Para escribir el libro, la condesa no solo contó con la colaboración de "Los


Bochicas", la Academia Colombiana de Historia, Gerardo Arrubla y Miguel Triana,
sino que además visitó personalmente todos los lugares mencionados en las leyendas.
También se interesó por el estudio de los pictogramas y petroglifos, temas en los
que fue asesorada por el profesor Triana, quien fue un experto conocedor de la
materia.143

Siglo XXI

El ciclista colombiano Nairo Quintana, descendiente mestizo de indígenas muiscas,


fue campeón del Giro de Italia 2014, subcampeón del Tour de Francia 2013, 2015,
campeón de la Vuelta a España 2016, y campeón de la Tirreno-Adriático 2017. Nairo
nació en la ciudad de Tunja y vivió su infancia en el municipio de Cómbita
(Boyacá), que en idioma muisca significa «fuerza de la cumbre».144
Desde 1989 se ha dado un proceso de reconstrucción de los cabildos indígenas por
las comunidades muiscas sobrevivientes. Actualmente cuentan con Cabildo en
funcionamiento las comunidades muiscas de Suba, Bosa, Cota, Chía y Sesquilé. Los
diferentes cabildos se reunieron del 20 al 22 de septiembre de 2002 en Bosa en el
"I Congreso General del Pueblo Muisca" y constituyeron el Cabildo Mayor del Pueblo
Muisca, que se afilió a la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC. Se
propusieron la recuperación lingüística y cultural y la defensa del territorio
actualmente ocupado, frente al ordenamiento territorial que se quiere imponer para
planes urbanísticos y de turismo. También apoya a las comunidades muiscas de Ubaté,
Tocancipá, Soacha, Ráquira y Tenjo, para que defiendan su identidad y recuperen su
organización y derechos específicos.

Los muiscas de Suba se opusieron con éxito a la desecación del Humedal Tibabuyes y
lograron la recuperación del Humedal Juan Amarillo. También han defendido la
reserva natural del cerro de La Conejera, que el acta de disolución del resguardo
considera tierra comunal y por lo tanto inalienable. La revista Suati (‘canción del
sol’) divulga poesía y otros trabajos literarios y de investigación de autores
muiscas. La comunidad de Bosa ha logrado desarrollar con éxito un proyecto de
recuperación y ejercicio de la medicina tradicional, en conjunto con el Hospital
Pablo VI y con la Secretaría de Salud Distrital de Bogotá. la comunidad de Cota
adelanta un programa de soberanía alimentaria, ha reintroducido el cultivo de la
quinua y realiza periódicamente eventos de trueque de sus productos agrícolas,
pecuarios y artesanales, y participa de los mercados campesinos que en Bogotá
organiza el "Comité de Interlocución Campesino y Comunal".

Hacia finales del año 2006, este es el informe de la población muisca


contemporánea:

Tres cabildos muiscas: Cota, Chía y Sesquilé con una población de 2.318 personas.
En el Distrito Capital están censadas 5.186 personas pertenecientes a la etnia
muisca, principalmente en las localidades de Suba y Bosa.
En el informe no se tuvo en cuenta el mestizaje, es decir, a las personas que
tienen ancestros muiscas.
Desde algunas perspectivas políticas, la cultura muisca desapareció con el fin de
la estructura político-organizativa de las confederaciones de Hunza y Bacatá
durante el siglo XVI. Incluso se dice que el idioma muisca murió definitivamente
hacia finales del siglo XVIII. Pero dicha percepción es un desacierto histórico y
una negación cultural. Por el contrario, la cultura muisca vive, está presente en
la cultura nacional colombiana y en muchas comunidades campesinas.

El 27 de agosto de 2010 se fundó en Bogotá el jardín infantil "Uba Rhua" (Espíritu


de la Semilla), para los niños del Cabildo Muisca de Bosa, entre otros tres
jardines infantiles de los pueblos ingas, pijaos y huitotos. En los cuatro jardines
están presentes los usos, las costumbres y el pensamiento de los pueblos indígenas,
a través de la enseñanza de la agricultura, el tejido, la cerámica, la orfebrería,
la música, la danza, la medicina tradicional y la lengua muisca, entre otros
saberes y artes.145

En noviembre de 2015 el alcalde de Chía, Guillermo Varela, anunció que la plaza


principal del municipio sería remodelada para proteger la estatua de Chie (la diosa
muisca de la Luna). Sin embargo, el monumento, inaugurado el 12 de octubre de 1935,
y declarado patrimonio cultural de la Nación, sufrió severos daños cuando fue
manipulado por una grúa, que mutiló varios elementos de la estatua. El líder
espiritual muisca José Manuel Socha afirmó que la diosa se vengaría del alcalde
municipal por estos hechos.146

El conflicto intra-étnico
Entre los años 2011 y 2012, un grupo de investigadores sociales de la Universidad
Santo Tomás de Colombia fue asignado para apoyar el proceso de investigación del
conflicto intra-étnico entre dos grupos sociales auto-denominados muiscas: Por una
parte, el "Pueblo Nación Muisca Chibcha", y por otra, el "Cabildo Muisca de Suba".
Los dos grupos han experimentado fuertes roces y enfrentamientos por la disputa de
espacios de participación en las políticas públicas del distrito de Bogotá. Al
mismo tiempo, ambos grupos difieren en puntos sustanciales sobre aspectos como el
modo de la reconstrucción de la historia muisca, usos y costumbres, formas de
organización, entre otros.147

En el momento de la investigación, el líder del "Pueblo Nación Muisca Chibcha" era


el abuelo Suaga Gua, y la gobernadora del "Cabildo Muisca de Suba" era Miriam
Martínez. Uno de los motivos por los que los investigadores encontraron diferencias
entre los dos grupos en conflicto, fue el hecho de que el "Pueblo Nación Muisca
Chibcha" argumentó conservar prácticas ancestrales como la conservación del tabaco,
el hayo y los poporos en sus prácticas rituales, así como la aspiración de rape en
la medicina tradicional, mientras que el "Cabildo Muisca de Suba" permite, según
sus contradictores, prácticas que nada tienen que ver con "lo muisca", como la
pertenecía a tribus urbanas entre sus jóvenes. Sin embargo, los integrantes del
"Cabildo Muisca de Suba" argumentaban estar reconocidos por el Ministerio del
Interior de Colombia y contar con más de 5000 miembros. Otro de los aspectos
estudiados por el grupo de investigación fue el constante ataque que por medio de
redes sociales como Facebook se hacían entre los grupos en conflicto, de modo que
lo que publicaban unos era inmediatamente desvirtuado por los otros.148

Al inicio del año 2012 el abuelo Suaga Gua fue elegido gobernador del "Pueblo
Nación Muisca Chibcha" para adelantar el proceso de reconocimiento jurídico de su
Cabildo, mientras que en el "Cabildo Muisca de Suba" fue elegida Claudia Yopasá
como nueva gobernadora, en reemplazo de Miriam Martínez, lo que implicó el reinicio
de los diálogos que los investigadores buscaban propiciar.149

De acuerdo con los resultados de la investigación, el conflicto comenzó


aproximadamente en el año 2006. El "Pueblo Nación Muisca Chibcha de Bacatá",
liderado por Suaga Gua y Xieguazinsa, había surgido en la década de los años
setenta con el fin de propiciar la unión del pueblo ancestral. Sin embargo, los
líderes del "Cabildo Muisca de Suba" afirmaron que los integrantes del "Pueblo
Nación Muisca Chibcha" no eran muiscas, y por tanto no eran aptos para hacer parte
del proceso de recomposición ancestral.150

Por otra parte, Hessen Yopasá, miembro del "Cabildo Muisca de Suba" e integrante de
un grupo musical de metal, afirmó que las personas del "Pueblo Nación Muisca
Chibcha" no son más que mestizos que usan la fachada muisca para lucrarse
económicamente. Esta actitud fue confirmada por los investigadores, quienes
atestiguaron la baja aceptación que hay en el "Cabildo Muisca de Suba" hacia los
mestizos.151 De otro lado, en una entrevista realizada por los investigadores a
Suaga Gua, el 11 de septiembre de 2012, el líder afirmó que es inaceptable que un
muisca sea cristiano, católico, musulmán ni de ninguna otra religión, ya que un
verdadero muisca no puede ni debe asumir creencias sincréticas, y además criticó
duramente el hecho de que el "Cabildo Muisca de Suba" use la figura jurídica del
"cabildo", pues considera el cabildo es una institución española que nada tiene que
ver con lo verdaderamente muisca.152

Otro de los puntos de conflicto es el hecho de que en el "Pueblo Nación Muisca


Chibcha" se use la palabra chyquy para designar a sus autoridades espirituales, lo
que los miembros del "Cabildo Muisca de Suba" han criticado como un atrevimiento y
falta de respeto. Además, Miriam Martínez calificó al "Pueblo Nación Muisca
Chibcha" como una organización indigenista que nada tiene que ver con los pueblos
ancestrales.153 Para el "Pueblo Nación Muisca Chibcha", todo aquel que se auto-
reconozca como muisca, puede llegar a serlo, luego de un trabajo espiritual previo,
y sin importar que sea blanco o mestizo, postura con la que está en total
desacuerdo el "Cabildo Muisca de Suba", para quienes el muisca nace, no se hace, y
afirman que sus contrincantes son simplemente mestizos que quieren ser muiscas por
moda.154

Finalmente, Miriam Martínez, del "Cabildo Muisca de Suba", dijo tener información
(aunque no pruebas) de que Suaga Gua, líder del "Pueblo Nación Muisca Chibcha",
había estado involucrado en la violación de una menor de edad en el municipio de
Soacha.155

Escudos de armas con simbología muisca


Algunos de los escudos de armas de varios municipios de los departamentos de
Cundinamarca y Boyacá tienen simbología alusiva a los muiscas, como por ejemplo los
siguientes:

Chía (Cundinamarca)

Funza (Cundinamarca)

Facatativá (Cundinamarca)
Guatavita (Cundinamarca)

Sesquilé (Cundinamarca)

Soacha (Cundinamarca)

Sopó (Cundinamarca)

Duitama (Boyacá)

Estudios muiscas

Sie, la Diosa del Agua, tallada en piedra por la escultora bogotana María Teresa
Zerda, ubicada en la Estación Marsella de Transmilenio.
Los estudios acerca de la cultura muisca son abundantes y tienen una larga
tradición. Las primeras fuentes históricas acerca de la existencia de este pueblo
están en los llamados Cronistas de Indias cuya labor duró los tres siglos de la
existencia de la Colonia Nuevo Reino de Granada. Después de las gestas de la
independencia (1810), se presentó un fenómeno que fue útil a los estudios sobre los
muiscas: los criollos establecieron como capital la que fuera la capital colonial,
Santafé y la que a su vez fuera la capital del zipazgo, Bacatá. Se dio pues un
interés por documentar la idea de que el territorio del Altiplano Cundiboyacense
había sido en realidad la cuna de una civilización avanzada cuyo proceso de
esplendor fue bruscamente detenido por la conquista.156

Este fenómeno social de búsqueda de la identidad que benefició a los muiscas, hizo
que el resto de las culturas que habitaron el territorio de lo que hoy es Colombia
fueran vistas como salvajes. Otro problema fue la creencia inicial de que los
muiscas habían poblado un territorio inhabitado, porque todos los hallazgos
arqueológicos en la zona que habitaron fueron atribuidos a los muiscas. El
presidente Tomás Cipriano de Mosquera invitó en 1849 al cartógrafo italiano Agustín
Codazzi, quien dirigió la Comisión Corográfica con Manuel Ancízar. Hicieron
estudios descriptivos del territorio nacional en el que contaban hallazgos
arqueológicos. Los resultados de dicha expedición fueron publicados en 1889 en
Peregrinación Alfa.157Argüello García señala que el objetivo de dichas expediciones
dado el contexto reciente de la constitución de la nueva nación, era el de resaltar
la civilización de la época precolombina y en tal sentido se centran en la Cultura
Muysca como parangón cultural. Esta percepción tuvo otros representantes como
Ezequiel Uricoechea en su obra Memorias sobre las Antigüedades Neogranadinas.158

La contestación vendría de Vicente Restrepo que toma una vía opuesta: si los
primeros quisieron ver en los muiscas un elemento de civilización superior,
Restrepo en su obra Los chibchas antes de la conquista española159 los muestra en
cambio como bárbaros. Pero Miguel Triana en su obra La civilización chibcha160 abre
las puertas a un nuevo interés y de nuevo se ven centradas las investigaciones
alrededor de los muiscas. Triana llegó a sugerir incluso que los numerosos símbolos
de arte rupestre no eran otra cosa que escritura, teoría está bastante contestada.
Otro autor de destacar en esta época fue el arqueólogo colombiano Wenceslao Cabrera
Ortiz, el cual propuso proyectos de una profunda investigación para la
interpretación de todo el material existente, especialmente aquel del arte
rupestre. Cabrera replantearía la teoría de la procedencia migratoria de los
muiscas. Su importancia radica en su intención de registrar y hacer de la
arqueología de Colombia una materia de estudio en las escuelas y en cada región. En
1969 se publica Monumentos rupestres de Colombia161 e informes de las excavaciones
de El Abra lo que, según Argüello, abre una verdadera época de la investigación
científica en Colombia.162

Fuentes históricas
Los Muiscas nunca desarrollaron la escritura, afectando la conservación de su
cultura a través del tiempo, por lo que las fuentes primarias de conocimiento
histórico sobre los muiscas son, en primer lugar, los escritos de los cronistas de
Indias que se ocuparon del Nuevo Reino de Granada durante los siglos XVI y XVII; en
segundo lugar, los escritos de investigadores y recopiladores durante los siglos
XVIII y XIX; en tercer lugar, los archivos oficiales desde la conquista y la
colonia, como registros bautismales, actas de matrimonio, actas de defunción,
testamentos, entre otros; y finalmente, las obras producidas por los descendientes
de los muiscas o por investigadores en contacto directo durante los siglos XX y
XXI. Cabe destacar que sin los registros efectuados por cronistas españoles, que
llegaron durante la conquista y gran parte del periodo colonial, no conoceríamos lo
poco de historia, costumbres, sociedad y cultura de los muiscas, pues debe
recordarse que su existencia se remonta a miles de años en el pasado. Así pues, las
principales fuentes históricas para el estudio de los muiscas son:

Siglo XVI
Fuentes del siglo XVI
Autor Título Año
Anónimo (atribuido a Gonzalo Jiménez de Quesada) Epítome de la conquista del
Nuevo Reino de Granada c. 1539
Juan de San Martín y Antonio de Lebrija Relación sobre la conquista del Nuevo
Reino de Granada c. 1539
Anónimo Relación de la conquista de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada c.
1545
Francisco López de Gómara Historia general de las Indias (Capítulo LXXII) 1552
Gonzalo Fernández de Oviedo Segunda parte de la Historia general y natural de las
Indias (Libro XXVI, capítulos XVIII hasta XXXI) 1557
Juan López de Velasco Geografía y Descripción Universal de las Indias 1571
Pedro de Aguado Recopilación historial 1581
Alonso de Medrano Descripción del Nuevo Reino de Granada 1598
Siglo XVII
Fuentes del siglo XVII
Autor Título Año
Juan de Castellanos Historia del Nuevo Reino de Granada (Cuarta parte de las
Elegías de varones ilustres de Indias) 1601
Bernardo de Lugo Gramática en la lengua general del Nuevo Reyno, llamada mosca
1619
Pedro Simón Noticias historiales de las Conquistas de Tierra Firme en las Indias
Occidentales 1626
Juan Rodríguez Freyle Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada de
las Indias Occidentales (conocido como El carnero) 1636
Juan Flórez de Ocáriz Genealogías del Nuevo Reino de Granada 1674
Pedro de Mercado Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía
de Jesús 1683
Lucas Fernández de Piedrahíta Historia general de las conquistas del Nuevo Reino de
Granada 1688
Siglo XVIII
Fuentes del siglo XVIII
Autor Título Año
Alonso de Zamora Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reyno de
Granada 1701
José Domingo Duquesne Disertación sobre el calendario de los muyscas 1795
Siglo XIX
Fuentes del siglo XIX
Autor Título Año
Alexander von Humboldt Sitios de las cordilleras y monumentos de los pueblos
indígenas de América 1810
Joaquín Acosta Compendio histórico del descubrimiento y colonización de la Nueva
Granada en el siglo décimo sexto 1848
José Antonio de Plaza Compendio de la historia de la Nueva Granada 1850
Ezequiel Uricoechea Memoria sobre las Antigüedades Neogranadinas 1854
José Manuel Groot Historia Eclesiástica y Civil de Nueva Granada (Tomo I) 1869
Ezequiel Uricoechea Gramática de la lengua chibcha (Introducción) 1871
Liborio Zerda Antigüedades indígenas 1873
Augusto Le Moyne Viajes y estancias en América del Sur (Capítulo VII) 1880
Liborio Zerda El Dorado 1882
Eugenio Ortega Historia general de los chibchas 1891
Pedro María Ibáñez Crónicas de Bogotá (Tomo I, Capítulo II) 1891
Vicente Restrepo Los chibchas antes de la conquista española 1895
Libros perdidos sobre los muiscas
Los siguientes son los libros que se escribieron sobre los muiscas que se
encuentran actualmente extraviados:

Libros perdidos sobre los muiscas


Autor Título Año / Siglo
Gonzalo Jiménez de Quesada Diferencia de la guerra de los mundos Siglo XVI
Gonzalo Jiménez de Quesada Los ratos de Suesca c. 1560-1568
Gonzalo Jiménez de Quesada Compendio historial de las conquistas del Nuevo Reino
de Granada c. 1572-1575
Luis Zapata de Cárdenas Catecismo de religión en idioma muisca Siglo XVI
Alonso Garzón de Tahuste Historia antigua de los chibchas Siglo XVI
Juan García de Espinosa Flores de sucesos indianos Siglo XVII
Antonio de Medrano Arte del idioma de los indios moscas Siglo XVIII
José Domingo Duquesne Gramática chibcha Siglos XVIII-XIX
Luis Vargas Tejada Aquimín Siglo XIX
Luis Vargas Tejada Saquesagipa Siglo XIX
Luis Vargas Tejada Witikindo Siglo XIX
Los muiscas en la ficción
Se han escrito libros de ficción sobre los muiscas en los siglos XIX y XXI. Sin
embargo, los primeros, que fueron una serie de obras de teatro escritas por el
dramaturgo Luis Vargas Tejada, han desaparecido y solo queda el registro de los
títulos. Se sabe que eran dramas neoclásicos de estilo francés, según las
tendencias literarias de la época.163

Libros de ficción del siglo XIX


Autor Título Año
Luis Vargas Tejada Sugamuxi. (Tragedia en cinco actos) 1829
Próspero Pereira Gamba Akimen-Zaque, o La conquista de Tunja. (Poema épico en doce
cantos) 1858
Jesús Silvestre Rozo El último rey de los muiscas. (Novela histórica) 1865
Libros de ficción del siglo XXI
Autor Título Año
Susana Henao Los hijos del agua 2011
Ernesto Zarza González Moxa:el hijo del sol 2015
Véase también
Confederación muisca
Gobernantes muiscas
Idioma muisca
Religión muisca
Mitología muisca
Numeración muisca
Cabildo Mayor del Pueblo Muisca
Código de Nemequene
Zipa
Zaque
Güecha
Tygüi
Bacatá
Hunza
Batalla de Chocontá
Batalla de Tocarema
Historia de Colombia
Bibliografía
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de Bogotá. 17.500 años de historia.
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América del II Congreso Mundial de Arqueología; Barquisimeto, Venezuela.
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Sánchez, Efraín. Los Muiscas. (Museo del Oro de Bogotá), pp. 1-2
Por su posición geoastronómica “El principal factor determinante de variaciones
regionales de temperatura a través del territorio es la altitud,...”; en términos
generales en el territorio de la actual Colombia “la temperatura disminuye en un
grado centígrado por cada 184 metros de aumento de altura sobre el nivel del mar”.
Guhl, Ernesto Colombia: bosquejo de su geografía tropical, 1:181. Véase también
Vila, Pablo Nueva Geografía de Colombia, y Contraloría General de Cundinamarca,
Geografía económica de Cundinamarca, 77. Otros autores proporcionan estimativos un
poco diferentes, de acuerdo con los cuales la temperatura baja 2/3 ºC por cada 100
metros de ascenso sobre el nivel del mar. Thomas van der Hammen y Enrique González,
“Historia de clima y vegetación del Pleistoceno Superior y del Holoceno de la
Sabana de Bogotá”, Boletín geológico (Bogotá), 11, núms. 1-3 (1963): 205.
Véase, por ejemplo, la descripción que hizo de Alexander Von Humboldt en
“Descripción de la Sabana de Bogotá”, 103-7.
Herrera Ángel, Martha. Milenios de ocupación en Cundinamarca (Universidad de los
Andes, 2008), p. 3
Cárdenas Támara; Cleef, Antoine M., El páramo: un ecosistema de alta montaña,
«Ocupación de las áreas de páramo en el departamento de Boyacá»; «Período
paleoindio» (Bogotá : Fundación Ecosistemas Andinos; Gobernación de Boyacá; 1996).
Cárdenas Támara; Cleef, Antoine M., El páramo: un ecosistema de alta montaña,
«Período arcaico» (Bogotá : Fundación Ecosistemas Andinos; Gobernación de Boyacá;
1996).
Patiño, Víctor Manuel, Historia de la cultura material en la América equinoccial,
Tomo 2: Vivienda y Menaje, Capítulo V (Bogotá, Instituto Caro y Cuervo; 1990).
Cárdenas Támara; Cleef, Antoine M., El páramo: un ecosistema de alta montaña,
«Período Herrera» (Bogotá : Fundación Ecosistemas Andinos; Gobernación de Boyacá;
1996).
Los panches los denominaban colimas, que significa “matador cruel”, mientras que
ellos se denominaban a sí mismos tapaz, que significa “cosa hecha de piedra
ardiente o encendida”. Hermes Tovar Pinzón, comp., Relaciones y visitas a los
Andes. S. XVI (Bogotá: Colcultura / Instituto de Cultura Hispánica, 1993-1996), 3:
327, véase también la Introducción, 51.
Roberto Velandia, Enciclopedia histórica de Cundinamarca (Bogotá: Biblioteca de
Autores Cundinamarqueses, 1979-1982), 1:45-50.
Leonor Herrera, “Las últimas décadas de investigación sobre la prehistoria
colombiana”, Gran enciclopedia de Colombia. Historia 1 (Bogotá: Círculo de
Lectores, 2007), 70-71 y Langebaek, Arqueología, 88-92.
Langebaek, Arqueología, 92, 104–110. La menor cantidad de vestigios más antiguos
no necesariamente implica menor densidad de población, ya que puede originarse en
su desaparición por procesos de destrucción o descomposición.
Herrera Ángel, Martha. Milenios de ocupación en Cundinamarca (Universidad de los
Andes, 2008), p. 14
Puerta Restrepo, Germán. El sueño de los dioses (UNAWE)
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Primera Noticia Historial, Cap. II, p. 279
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Cuarta Noticia Historial, Cap. XI, p. 312
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Primera Noticia Historial, Cap. II, pp. 279-280
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Primera Noticia Historial, Cap. III, p. 284
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Primera Noticia Historial, Cap. III, p. 285
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Cuarta Noticia Historial, Cap. XI, p. 314
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Cuarta Noticia Historial, Cap. XII, p. 315
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Primera Noticia Historial, Cap. III, p. 286
Simón, Fray Pedro. Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales (Edición sobre la de Cuenca de 1626; Bogotá, Imprenta de
Medardo Rivas; 1882) Cuarta Noticia Historial, Cap. IV, pp. 289-290
Fundación Misión Bogotá, tomo 1, pp.60
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europea. (Universidad Nacional de Colombia, Tesis de grado para optar por el título
de Magister en Historia. Bogotá, 2008), pp. 1-4
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Nueva Granada -Siglo XVIII- (Bogotá: Archivo General de la Nación, 1996), 26-31.
Véase también el mapa del territorio del zipa a la llegada de los españoles de
Falchetti y Plazas, El territorio, 62 y Ramírez y Sotomayor, “Subregionalización”
en particular el mapa No. 3, “Cacicazgos y división político–administrativa durante
la Colonia”.
Falchetti y Plazas, El territorio, mapa, 62 y Francisco Antonio Moreno y Escandón,
Indios y mestizos de la Nueva Granada a finales del siglo XVIII, Germán Colmenares
y Alonso Valencia, comps. (1779; Bogotá: Banco Popular, 1985), 479.
Uta es una palabra en muysccubun que tiene significación tanto de singular como de
plural, por lo que el término "utas", para designar el plural, sería una
castellanización incorrecta.
Tovar, La formación, 101 y 106 indica que se desconoce si Guachetá era
independiente, y en No hay caciques, 90, aparece formando parte de la jurisdicción
de Tunja en 1560. Velandia, Enciclopedia, 3:1.272 y 1.279 señala que hasta la
tercera década del siglo xix perteneció al partido de Turmequé, provincia de Tunja.
RESTREPO, Vicente (1893): Los chibchas antes de la conquista española. Bogotá:
Imprenta La Luz, p. 88. HERNÁNDEZ R. op. cit. pág. 104. LANGABAEK, C.H. op.cit.
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págs. 25-27. TOVAR 1980 op.cit.
Tovar, La formación, 91-101; Falchetti y Plazas, El territorio, 45-6; Eduardo
Londoño Laverde, “Los cacicazgos muiscas a la llegada de los conquistadores
españoles: el caso del zacazgo o reino de Tunja”, tesis presentada para optar la
licenciatura en antropología (Bogotá: Universidad de los Andes, 1985), 58-63 y
“Guerras y fronteras: los límites territoriales del dominio prehispánico de Tunja”,
Boletín del Museo del Oro (Bogotá), núms. 32-33 (1992): 3-19 y Ramírez y Sotomayor,
“Subregionalización”, mapa No. 3, “Cacicazgos y división político–administrativa
durante la Colonia”.
Enumerada por RESTREPO op.cit. y HERNÁNDEZ R, op.cit.
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un informe sobre la excavación de los abrigos rocosos del Abra por parte de
Correal, Hurt y Van Der Hammen. Ella es el inicio de una nueva etapa en la
investigación arqueológica en Colombia en que se accederá casi definitivamente a
métodos y criterios científicos por medio de los cuales se construirán
interpretaciones más elaboradas sobre el pasado prehispánico»,porno o. p. Argüello.
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España; 1996), p. 93
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Muiscas.
Etnias de Colombia: Los muisca
Los muiscas: Una reseña histórica (Museo del Oro)
Galeon.com / "Muiscas", en: Culturas americanas.
Página de historia prehispánica colombiana de la Universidad Distrital Francisco
José de Caldas (Bogotá).
Artículo:Sobre la Conquista del cacicazgo de Bogotá, Biblioteca Luis Ángel Arango
(Bogotá).
Los muiscas en Bogotá.
Exposición: Historias de ofrendas muiscas, Museo del Oro de Bogotá.
Historia política de Colombia
Convenciones

Ver el portal sobre Colombia Portal:Colombia. Contenido relacionado con Colombia.


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