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Orientación Vocacional

Trabajo VIII

Pedro Martínez Ortiz

Hay muchas formas de cumplir nuestros objetivos, cada quien tiene su forma
y su tiempo para conseguir sus propias metas, en este caso hablamos de una
carrera universitaria. Se puede tardar más o menos tiempo, pero todo depende
de la convicción, las cosas no llegan de la nada, debe haber un esfuerzo detrás.
Conocernos bien es la base para construir un futuro a nuestro agrado, la
vocación es aquella habilidad propia que da un beneficio a la sociedad, pero
principalmente a uno mismo.
Quien quiero ser no depende del trabajo que tenga, las cosas que uno hace no
necesariamente definen quienes somos, los miedos limitan, aunque de
antemano sepamos que quizá es algo injustificado.
Conocer nuestros miedos es el primer paso, una vez teniendo el
autoconocimiento podemos enfocarnos en nuestro sueño en la vida
desarrollando así nuestros valores personales dándole énfasis a nuestra
personalidad y a su desarrollo.
Las fortalezas son esenciales en el momento de desarrollar o de darnos cuenta
lo que realmente queremos hacer, es un largo camino el que se ha de recorrer
para conocer nuestras habilidades del todo y así poder mejorarlas aún más.
Por último, llegamos a la conclusión de lo que somos y de aquello que nos
hacer ser, nuestras fortalezas y debilidades, virtudes y defecto, etc. Sabemos
entonces que es lo que podemos y queremos hacer con nuestra vida, es decir
aquello que esta en nuestras manos y aquello por lo que nos podemos esforzar.
Llegando así a lo que tenemos y lo que queremos llegar a tener, para este
punto se ha de tener bien cimentado todo lo anterior y tomar una decisión con
convicción para culminar en la epitome de nuestra etapa profesional.

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