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La Antroposfera

DEFINICIÓN Y RELACIONES GENERALES CON


LOS RESTANTES SISTEMAS
En el módulo acerca de la biosfera introdujimos el concepto de antroposfera, en los

términos planteados por J. Peñuelas: “la capa humana del planeta, que con su

manipulación del ambiente para su propio provecho y su creciente potencial merece ser

elevada a la categoría de nueva capa terrestre; a esa capa, surgida de la biosfera, y que

amenaza con envolverla y cubrirla totalmente”. En este módulo profundizaremos ese

concepto, como cierre de esta perspectiva teórico-práctica sobre el calentamiento

global.

El hombre no sólo vive en la naturaleza, sino que gradualmente va reemplazando los

objetos y elementos naturales por otros artificiales, de manera que crea un medio

ambiente secundario. De esta manera, la cubierta terrestre ya no existe en su forma

natural. Ya no quedarían prácticamente paisajes ni sistemas1 naturales, debido a la

alteración del hombre.

Este paso de lo natural a lo artificial es presentado por Peñuelas, en un esquema

sugerente: plantea que la biosfera natural, global y sistémicamente considerada, ha

pasado a ser objeto de afección por parte de uno de sus hijos, en concreto una especie

capaz de pensar y analizar y, por eso mismo, capaz de modificar el medio: el hombre. La

secuencia que presenta es la siguiente:

> El hombre forma parte de la biosfera, coexiste con otros seres vivos y es regido por las

mismas leyes, pero sus características actuales le confieren una trascendental capacidad

de impacto sobre el planeta y, por tanto, sobre la biosfera.

> La antroposfera explota la biosfera. La especie humana ejerce un control sobre la

biosfera tal que, sin ella, no se entiende el funcionamiento presente de la mayor parte

de los ecosistemas.

> La antroposfera actúa sobre los canales ecológicos y genéticos de la biosfera.

Por una parte, la erosión, la contaminación, la generación de sustancias perjudiciales de

difícil degradación, la alteración de la capa de ozono, las probables modificaciones del

clima en bastantes puntos de la Tierra suponen, entre otros, impactos que afectan al

funcionamiento ecológico de esa biosfera.

Por otro lado, la biotecnología (combustibles, medicinas, alimentos, productos químicos,

plásticos...) y la ingeniería genética, entre otros, también operan sobre la genética

natural de la misma.

En este sentido, la civilización humana en conjunto constituye el principal factor que

influye en la naturaleza, comparable en intensidad a los factores naturales más

destacados. El hombre y sus antepasados directos han habitado el planeta por solo cerca

de tres millones de años. En ese lapso de tiempo, la población humana creció hasta los 5

- 10 millones de individuos. Los Homo sapiens han aumentado su número, a partir de

1650 de manera exponencial hasta llegar al actual nivel de 5.5 mil millones. Si este

crecimiento continuara sin límite, la población humana alcanzaría 8 mil millones del
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año 2000, 14 mil millones del año 2010, 60 mil millones del año 2020.

Vidart (1986) propone la siguiente definición de la antroposfera: el ambiente humano

formado al interior de la biosfera por sociedades creadoras de cultura y a la vez

organismos naturales y los resultados tangibles e intangibles de su actividad.

Entre los resultados que menciona Vidart, se pueden mencionar, como ejemplos, las

siguientes interacciones entre el hombre y los subsistemas de la Tierra.

Atmósfera.
El cambio más visible y fácilmente comprensible es la modificación de la composición de

la atmósfera por el hombre. Tres problemas globales se derivan de esto:

> La intensificación del efecto invernadero y el calentamiento global asociado a este

efecto,

> El agotamiento de la capa de ozono en la estratosfera, que da como resultado

mayores niveles de radiación ultravioleta y,

> Cambios en la troposfera y fenómenos asociados como la lluvia ácida.

Estos procesos están estrechamente relacionados y se retroalimentan unos a otros de

manera que pueden fortalecerse o debilitarse entre ellos. Debe recordarse además que

todo el sistema de la Tierra se ve afectado por estos cambios.

Hidrosfera.
Los océanos y los hielos polares son importantes componentes del sistema de la Tierra y

ejercen un efecto a largo plazo y de gran influencia en el clima. Las fluctuaciones en el

nivel del mar, las variaciones horizontales y verticales en los sistemas de circulación

oceánicos y la alteración de los casquetes polares de hielo tienen drásticas

consecuencias en la naturaleza y la civilización humana.

El agua dulce como nutriente, recurso económico y medio ecológico juega un papel

central en todos los subsistemas terrestres, incluida la antroposfera. Más aun, el agua

fue y continúa siendo un elemento cultural en la vida de muchas personas y en algunas

religiones. Los seres humanos han alterado la hidrosfera extrayendo grandes cantidades

de agua subterránea para la agricultura y contaminando los ríos, los lagos, las aguas

subterráneas y los océanos por la deposición de residuos orgánicos e industriales. Las

amenazas impuestas al agua como recurso y elemento cultural se manifiestan mediante

su escasez y contaminación. Esto frecuentemente está asociado al derroche del agua.

Biosfera.
Dos de los componentes de la biosfera, los bosques y la diversidad biológica son

particularmente importantes para el análisis de los cambios que el hombre ha ejercido

sobre este subsistema terrestre debido a su participación en el ciclo del carbono y por

ende del clima. Un ejemplo típico de ello es la práctica agrícola de roza y quema en las

zonas tropicales donde los bosques y la tierra son destinados a pasturas. Los cambios

generados de esta manera afectan las emisiones de dióxido de carbonoy reducen la

biodiversidad local por destrucción el hábitat y adicionalmente por el reemplazo de las

especies por monocultivos.


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Geosfera.

Los minerales y los recursos energéticos de la geosfera han provisto de insumos a la

revolución industrial que trajo luego aparejada un prodigioso aumento de la población

humana. Por ejemplo, la explotación de combustibles fósiles ha aumentado nuestro

estándar de vida pero una consecuencia involuntaria de esta acción son el cambio del

clima y el calentamiento global. Los suelos representan una base natural para la vida

humana como también un elemento irremplazable de los ecosistemas terrestres. Poca

atención se le ha prestado a este recurso natural y ya a fines del siglo XX, un 17% de los

suelos del mundo mostraban claros signos de degradación causada por el hombre.
La responsabilidad humana...

La humanidad es, al mismo tiempo, la causa y la víctima de los cambios ambientales

globales. Las personas responden adaptándose al daño o tomando medidas para evitar o

mitigar tales daños. El desarrollo de estas acciones presenta variaciones regionales y

culturales según se traten de países industrializados de larga data, recientemente

industrializados o en vías de desarrollo.


... y de los docentes (y de todas las personas)

Debido a que las personas tienden a pensar y actuar localmente más que globalmente,

una de las tareas más importantes que tenemos desde nuestro papel de docentes es la

de dar a conocer y difundir la necesidad de estas interacciones, para poner en práctica

acciones pertinentes.

El reconocimiento de las dimensiones globales y supra-generacionales del tratamiento

que hacemos de nuestro medio ambiente puede basarse en una síntesis gráfica como la

que presentamos en la figura 1. Encontramos en esta gráfica:

> La atmósfera: sus componentes relevantes desde el punto de vista ambiental son

básicamente la troposfera (la capa más baja, el principal reservorio de los gases

relevantes para la vida en la Tierra y el escenario del agua) y la estratosfera (situada por

arriba de la troposfera, contiene el escudo de ozono, protector contra la radiación

ultravioleta.

> La hidrósfera, que comprende el total de agua libre contenida en los océanos, los

reservorios terrestres (lagos, ríos, suelos, etc.) y las sustancias orgánicas e inorgánicas

contenidas en ella. La estructura de las corrientes oceánicas mayores es de particular

significado para el ecosistema planetario. Un componente crucial mostrado en la figura

es la criosfera –por ejemplo los hielos de los casquetes polares, glaciares y los

permafrost.

> La litosfera, como parte de la geosfera, con particular énfasis en todos los depósitos

biogénicos tales como sedimentos y combustibles fósiles. También la litosfera es la

fuente de nutrientes y, junto al Sol, realiza aportes de energía (actividad volcánica,

tectónica de placas) que se transfieren y movilizan otros subsistemas. Acá también

incluimos a los suelos, como interfases entre la litosfera, la hidrosfera, la atmósfera y la

biosfera.
La Antroposfera

> La biosfera, que abarca toda la vida de la Tierra: la flora y fauna de los continentes y

océanos como también los microorganismos.

> La antroposfera se refiere a la humanidad en el sentido de población, junto con todas

sus actividades y productos. En ella, por lo tanto, se identifican:

_ La población humana, abarcando tanto sus aspectos físicos como mentales, en

especial sus valores, actitudes y comportamiento;

_ La organización social, en todos sus niveles incluyendo las instituciones políticas

nacionales e internacionales;

_ Los sistemas de conocimiento, en especial la ciencia, la tecnología, la religión, la

educación y el arte;

_ La economía, en sus sectores primario –producción de alimentos y materias primas-,

secundario –mano de obra e industria- y terciario –servicios-;

_ El transporte.

En la imagen la antroposfera ha sido desplazada simbólicamente pero se ha mantenido

unida a los otros subsistemas por hilos conectores: esta forma de presentación pretende

mostrar, identificar y enfatizar las principales interacciones entre subsistemas.

Las interacciones más importantes están señaladas en el diagrama ya sea por flechas

(por ejemplo la evaporación y la precipitación) o bien por límites difusos (fuzzy) entre

los subsistemas en interacción (por ejemplo, el intercambio de elementos entre los

océanos y la corteza terrestre).


La Antroposfera

Las interacciones dominantes se han identificado mediante conjuntos de flechas de

distintos colores. En el caso de las interacciones dentro de la antroposfera están

indicadas en la imagen-resumen por flechas rojas y flechas bidireccionales.

Los principales indicadores son:

_ El uso de recursos naturales en procesos económicos;

_ Las emisiones de sustancias (contaminantes) y la manipulación y degradación de

intereses protegidos mediante la actividad económica incluyendo los sistemas de

transporte;

_ La alteración de los sistemas naturales (agua, cobertura vegetal, suelos, etc.) a través

de la acción directa de los seres humanos o en el curso de actividades destinadas a

asegurar su subsistencia (vivienda, requerimiento de combustibles fósiles, etc.);

_ Protección de los paisajes, ecosistemas y especies mediante la legislación;

_ Consumo de sustancias vitales (el aire para respirar, el agua para beber) y la

estimulación estética (por ejemplo, las bellezas naturales y paisajes);

_ Efectos del clima en la población, el tráfico y las economías.

En pocas palabras: los metabolismos de estos subsistemas están intrincada e

íntimamente relacionados.

ACCIÓN ANTROPOGÉNICA
A continuación analizaremos los posibles cambios climáticos de origen antropogénico. La
civilización en sus diversas facetas, es capaz de generar cambios climáticos, de momento
principalmente de tipo local, pero que con el tiempo puede adquirir un carácter más
general, especialmente desde el advenimiento de la era tecnológica. Con el advenimiento
de la era tecnológico el hombre ha dado su gran salto cuantitativo: de usar lo que la
naturaleza le ofrecía está pasando a modificarla, cada vez a mayor escala, con el fin de
adaptarla a sus necesidades y comodidad.
Ante las necesidades energéticas de una población creciente, la humanidad debe elegir
entre combustibles fósiles y otras fuentes de energía. El uso continuado y creciente de
combustibles fósiles da lugar al agotamiento de los recursos renovables pero además se
producen cambios lentos del clima y el ambiente.
El dióxido de carbono producto de la quema de combustibles fósiles es emitido a la
atmósfera. La mitad del mismo permanece en ella, mientras la otra mitad es absorbida por
los océanos, mediante equilibrios químico - biológicos, y por las plantas, que lo utilizan
como sustrato básico de la fotosíntesis.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que durante los últimos diez mil
años se había mantenido en valores alrededor de 280 ppm, subió a 290 ppm en los períodos
iniciales de la industrialización (Figura 2). La revolución industrial supone el punto de
partida de la emisión de este y otros gases de forma masiva si bien no se generalizará a
todos los continentes hasta bien entrado el siglo XX. En la actualidad la concentración del
dióxido de carbono es de unas 343 ppm, pero se ha observado en las últimas décadas un
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descenso de la concentración de este gas que presumiblemente se debe a las interacciones

atmósfera – hidrosfera - biosfera. (figura2)Actualmente la mitad del dióxido de carbono

atmosférico proviene de la quema de combustibles fósiles, la otra mitad de la deforestación,

desecación de zonas húmedas y otras prácticas agrícolas, que liberan dióxido de carbono. El

dióxido de carbono producido por estas actividades es el doble del que queda retenido en la

atmósfera. El sumidero de esta mitad de dióxido de carbono parece ser el océano, el cual,

debido a la relativamente lenta mezcla de sus masas de agua, no puede absorber todo

aumento del gas a corto plazo, aunque sí parece capaz de drenarlo a largo plazo. La clave no

es la cantidad de dióxido de carbono sino la velocidad con que se produce.

> ¿Cuál es la preocupación del incremento de este gas? La razón estriba en una

importante propiedad: el dióxido de carbono y el vapor de agua son los gases que más

intensamente absorben la radiación infrarroja, que es en gran parte la forma en que la Tierra

devuelve la radiación solar incidente al frío espacio exterior. Esta devolución irá siendo, en

consecuencia, impedida progresivamente a medida que aumente la concentración de

dióxido de carbono en la atmósfera, convirtiendo la Tierra en un enorme invernadero que

mantiene el calor y eleva la temperatura.

Muchos climatólogos creen, pues, que el claro aumento del dióxido de carbono atmosférico

producirá un calentamiento general de la baja atmósfera como consecuencia del efecto

invernadero. La preocupación surge porque el aumento se ha generado a partir de la

revolución industrial, es decir este cambio es producido por el hombre. Los cambios que

ocurrieron antes fueron naturales, este cambio repentino no lo es. Además el ritmo de este

cambio es mucho más intenso que el de los cambios anteriores y la concentración de gases

de efecto invernadero está aumentando por encima de los niveles históricos y a una alta

velocidad. La consecuencia es que la adaptación del sistema ecológico a las nuevas

condiciones puede ser traumática: puede generar una ruptura y que se pierdan muchos de

los recursos importantes con que contamos hoy.

Indudablemente hay un paralelismo entre el aumento de los gases de efecto invernadero y

el aumento de la temperatura de la Tierra (figura 3)En condiciones naturales, nuestro

planeta tiende a enfriarse lenta pero paulatinamente; desde hace unos cinco mil años se

dirige hacia una nueva era glacial. Sin embargo, precisamente desde entonces ha ido

adquiriendo importancia creciente un nuevo factor: el hombre “civilizado” y la

antroposfera. El surgimiento de la civilización trae consigo la modificación de la tierra para

producir alimentos y crear ambientes confortables; en eso consiste, precisamente la

civilización. De inmediato nos vienen al pensamiento los conceptos de agricultura,

ganadería, deforestación, desertización, urbanización, etc., actividades humanas todas

ellas que conducen a cambios profundos (mayores o menores según la intensidad y rapidez

con que se produce) en el albedo – reflexión de la energía solar – y en el balance hídrico, los

dos factores determinantes del clima.

En el campo con la deforestación y posterior dedicación a tierra de cultivo, se transforma un

área oscura en otra mucho más reflectante, y, por lo tanto, disminuye la radiación solar
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absorbida – la que mueve la máquina climática -. Especialmente importantes son los

bosques tropicales que, según la mayoría de los autores, tienen trascendencia en los

balances globales energéticos e hídricos del planeta y por lo tanto en las posibles

alteraciones del clima.

La deforestación de las masas boscosas y de otras zonas altera además la composición

atmosférica porque la materia orgánica quemada o descompuesta libera dióxido de

carbono y otros contaminantes gaseosos y sólidos. También algunas prácticas ganaderas

irracionales han incidido en estos procesos, al contribuir al aumento de las áreas desérticas,

y en consecuencia del albedo, a lo largo de los siglos de civilización.

En la ciudad, “el hombre urbano”, al igual que hace el rural, calienta su hogar, pero ahora

mucho más potentemente con el uso de combustibles fósiles y otras fuentes de energía. Hay

en la actualidad, además, muchos más millones de seres humanos en sus hogares, en las

oficinas, en las fábricas, etc., y generalmente concentrados en pequeñas áreas saturadas de

ladrillo y asfalto, conservadoras del calor. El resultado de todo ello son las “islas de calor

urbanas”. Las grandes ciudades son unos grados centígrados más calientes que las zonas

rurales que las circundan y su precipitación también puede ser diferente en cantidad y en

calidad. En ellas se da sólo una reducida evaporación, pero al mismo tiempo, el calor hace

subir el aire, que al enfriarse facilita la condensación y la precipitación. En estas islas

urbanas, además, disminuye la visibilidad y aumentan los aerosoles atmosféricos y los gases

tóxicos (CO, SO2, N2O, O3) con sus particulares efectos sobre el clima.

La teoría de que las emisiones de gases de efecto invernadero están contribuyendo al

calentamiento de la atmósfera terrestre ha ganado muchos adeptos y algunos oponentes

en la comunidad científica durante el último cuarto de siglo. El Panel Intergubernamental

del Cambio Climático, conocido con las siglas IPCC (Intergovernmental Panel on Climate

Change), que se estableció en el año 1988 por la Organización Meteorológica Mundial

(WMO, World Meteorological Organization) y el Programa Ambiental de las Naciones

Unidas (UNEP, United Nations Enviroment Programme) tiene como objetivo evaluar el

riesgo del cambio climático originado por las actividades humanas y les atribuye la mayor

parte del calentamiento terrestre.

Para la mayoría de los científicos hubo largas etapas de calor o de frío relativos durante la

transición al tiempo geológico moderno. La composición de los caparazones fósiles del

plancton que vivió cerca del suelo oceánico proporciona una medida de las temperaturas

del agua del fondo marino, indicando que durante los últimos cien millones de años las

aguas del fondo se enfriaron casi 15 º C. Los niveles del mar cayeron cientos de metros y los

continentes se separaron. Los mares interiores desaparecieron en su mayor parte y el clima

se enfrió de 10 a 15 º C en promedio. La acumulación de hielo permanente en la Antártida se

inició hace unos veinte millones de años.

El registro paleoclimático de dos a tres millones de años atrás empieza a mostrar

expansiones y contracciones significativas de los períodos cálidos y fríos, en ciclos de

cuarenta mil años más o menos. Esta periodicidad es interesante porque corresponde al
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tiempo que tarda la Tierra en completar una oscilación de la inclinación de su eje de

rotación. Hace tiempo que se venía especulando, y se ha calculado que los cambios

conocidos de la geometría de la órbita terrestre podrían alterar en más o menos un 10% la

cantidad de luz solar incidente y que podrían ser responsables del comienzo y el fin de los

períodos glaciales.

La última gran fase glacial finalizó hace unos 10.000 años. En su punto culminante

casquetes de hielo de kilómetro y medio de espesor cubrían gran parte del norte europeo y

americano. Los glaciares se extendían por las altas mesetas y las montañas de todo el

mundo. Se inmovilizó sobre la Tierra hielo suficiente para hacer que los niveles del mar

cayeran más de 100 metros por debajo de los actuales. Las imponentes capas de hielo

erosionaron la superficie terrestre y modificaron sus características ecológicas, la

temperatura media era 5º C más fría que la actual.

Las causas precisas de estos cambios no se han establecido todavía. Las erupciones

volcánicas pueden haber desempeñado un papel significativo. Los acontecimientos

tectónicos, como la formación del Himalaya, pueden influir en el clima mundial. Incluso el

impacto de cometas puede afectar a las tendencias climáticas a corto plazo, con

consecuencias catastróficas para la vida. Es notable, sin embargo, que el clima haya

mostrado la amortiguación suficiente para sostener la vida durante 3.500 millones de años

pese a las violentas perturbaciones episódicas.

Uno de los descubrimientos climáticos más trascendentales de los últimos años procede de

los núcleos de hielo de Groenlandia y la Antártida. Cuando la nieve cae en estos continentes

helados, el aire que queda entre los copos de nieve es atrapado en forma de burbujas. La

nieve va contrayéndose gradualmente, junto con los gases capturados con ella, hasta

formar el hielo. Algunos de esos registros pueden retroceder hasta hace unos 200.000 mil

años y hoy puede analizarse el contenido químico del hielo y las burbujas de muestras

procedentes de hasta 2.000 metros de profundidad.

Así sabemos que el aire inspirado por los antiguos mayas era muy parecido al que nosotros

inhalamos hoy día, salvo por lo que se refiere a los contaminantes introducidos durante los

últimos 100 o 200 años. Destacan entre ellos el dióxido de carbono y el metano adicionales.

El primero ha aumentado como consecuencia de la industrialización y la deforestación; el

segundo se ha duplicado a causa de la agricultura, el uso de la tierra y la producción de

energía.

Los núcleos de hielo han demostrado que los cambios de la temperatura terrestre han

ocurrido a un ritmo constante de alrededor de 1 ºC por milenio, que, pese a todo, es lo

bastante significativo como para haber alterado radicalmente el hábitat de las especies y

haber contribuido en potencia a la extinción de una megafauna como la constituida por los

mamuts y los tigres dientes de sable. Pero la historia más extraordinaria procedente de los

núcleos de hielo no es la estabilidad relativa del clima durante los últimos 10.000 años, sino

la que atañe a las concentraciones de dióxido de carbono y metano. Parece que durante la

culminación del último período glacial, había entre un 30 y un 40 % menos de dióxido de


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carbono y un 50% menos de metano en el aire, con respecto a las concentraciones de

nuestro tiempo. Este dato sugiere una retroalimentación entre dióxido de carbono, el

metano y el cambio climático.

El razonamiento sobre el que se basa la hipotética existencia de este sistema de

retroalimentación desestabilizador es el siguiente. Cuando el mundo era más frío, había

menos concentración de los gases que contribuyen al efecto invernadero, y, por lo tanto, se

retenía menos calor. Conforme la Tierra se calentó, aumentaron los niveles de dióxido de

carbono y de metano, acelerando el calentamiento. Si la vida hubiera tomado parte en esta

historia, habría sido para impulsar el cambio climático, más que para oponerse a él.

No obstante, la mayoría de los científicos coincidirían en que bien podría ser la vida el

principal factor regulador de la retroalimentación positiva entre el cambio climático y los

gases que contribuyen al efecto invernadero. Según una hipótesis, el mayor flujo de

nutrientes procedente de las plataformas continentales que quedaron expuestas al ir

disminuyendo los niveles del mar, fertilizó el fitoplancton. Este aporte de nutrientes podría

haber creado una mayor biomasa de esas especies marinas. Dado que los caparazones de

carbonato cálcico constituyen la mayor parte de su masa, una mayor productividad

extraería el dióxido de carbono de los océanos y, por fin, de la atmósfera. Al mismo tiempo

los bosques boreales, responsables del 10 - 20 % aproximado del carbono de la atmósfera

estuvieron diezmados durante los períodos glaciales. El carbono de estos bosques de altas

latitudes podría haberse liberado a la atmósfera; sin embargo, el contenido atmosférico de

este gas era menor entonces. Así pues, es posible que el sistema de retroalimentación

positiva impulsado por la bomba biológica oceánica contrarrestase la retroalimentación

negativa causada por la destrucción de los bosques.

Los suelos pueden almacenar grandes cantidades de carbono de modo que la desaparición

de los bosques puede haber inducido el secuestro del carbono en el terreno. Lo significativo

es la idea de que la retroalimentación fuera positiva. Al estudiar la transición desde la

atmósfera con alto contenido de carbono y bajo oxígeno hasta la existente en la era del gran

progreso evolutivo, resulta claro que la vida pudo haber contribuido a la estabilización del

clima. Si consideramos otro caso – el de los períodos glaciales y los ciclos interglaciales – la

vida parece haber tenido la función opuesta: acelerar el cambio antes que disminuirlo. Esta

observación ha llevado a sostener que el clima y la vida evolucionaron a la vez, no que la

última fuera un mero factor de retroalimentación negativa sobre el clima.

La teoría del confinamiento del calor, basada en modelos climáticos, indica que si los niveles

de dióxido de carbono se duplican a mediados de este siglo, el mundo se calentará entre 1 y

5ºC. Si el aumento fuera del orden del término medio de ese intervalo, el calentamiento de

produciría a un ritmo de un 1ºC grado por cada 100 años (diez veces más rápido que el ritmo

medio histórico de cambio natural mundial, que ha sido de un grado por cada 1000 años).

Si se diera el extremo más elevado del intervalo, los índices de cambio climático serían 50

veces más rápidos. El cambio realizado a este ritmo obligaría casi con certeza a muchas

especies a intentar mover sus zonas de distribución, exactamente como lo hicieron en la


La Antroposfera

transición del último período glacial al interglacial hace entre 10.000 y 15.000 años. No

sólo las especies tendrán que responder al cambio climático a velocidades de 10 a 50 veces

más rápidas, sino que pocas tendrán rutas de migración abiertas, no alteradas, como ocurrió

al final del período glacial y comienzo de la era interglacial. Estas son las razones por las que

es esencial saber si la duplicación del dióxido de carbono calentará la Tierra en 1 o 5ºC más.

EN LA ANTROPOSFERA: LAS INSTITUCIONES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO


Volvamos a la figura 1 en la que se plantearon las relaciones de la antroposfera y sus

relaciones con los restantes subsistemas de la Tierra. Dirijamos la atención a los

componentes de la antroposfera; veremos que entre ellos se presentan las instituciones

como uno de ellos.

Estas instituciones pueden ser de muy diversa índole pero deseamos centrarnos en aquellas

que han dado algún tipo de respuesta a la problemática del cambio climático. Desde

nuestra vida cotidiana nos resultan familiares algunas instituciones y documentos: la

“cumbre de Río”; el protocolo de Kyoto, el IPCC.

Para revisar el surgimiento de respuestas por parte de diversas instituciones y su accionar,

recurrimos a la información aportada por www.millarium.com, resumida en la siguiente

cronología.

Creación de la Comisión sobre Medio


1983 Ambiente y Desarrollo de las Naciones
Unidas (CNUMAD).

Creación del Panel Intergubernamental


Conferencia Mundial sobre la sobre el Cambio Climático (IPCC).
Atmósfera cambiante: Inicialmente compuesto por 300 científicos
Junio de
implicaciones para la de todo el mundo de probada excelencia.
1988
seguridad mundial. Toronto Encargados de revisar las causas del
(Canadá). cambio climático y sugerir posibles
soluciones.

Sienta las bases del proyecto de


Convención que constituirá el denominado
Convenio Marco de las Naciones Unidades
sobre Cambio Climático de la ONU.
Refleja la necesidad de reducir las
emisiones de CO2 en un 60-30% sobre los
niveles de 1990, para conseguir estabilizar
Primer Informe de
la concentración de gases de efecto
Evaluación del Panel
Agosto de invernadero en la atmósfera. Se convierte
1990 Intergubernamental sobre en el impulso necesario a nivel político
Cambio Climático (IPCC). para hacer frente de manera global y sin
Sundsvall (Suecia) dilación al grave problema del cambio
climático a través del Convenio Marco de
las Naciones Unidas sobre Cambio
Climático (UNFCCC), y reafirma el deseo de
que existan compromisos reales de
reducción por parte de la comunidad
internacional.
La Hidrosfera

Se reafirma la existencia de “amenazas de


daños serios o irreversibles, y la falta de
completa certidumbre científica no debe
ser razón para posponer medidas para
Segunda Conferencia
prevenir tal degradación medioambiental”.
1990 Mundial sobre el Clima Acordaron que “el objetivo final debería ser
Ginebra (Suiza)
estabilizar las concentraciones de gases de
efecto invernadero a un nivel que prevenga
las interferencias antropogénicas con el
clima”.

Establecía el Comité Negociador del


Convenio Marco de las Naciones Unidas
sobre Cambio Climático (UNFCCC), bajo los
auspicios de la Asamblea General.
1990 Resolución 45/212 de la ONU El objeto es llegar a tiempo a la Cumbre
de la Tierra de Río de 1992.
La primera sesión de trabajo de este grupo
estuvo ensombrecida por la Primera Guerra
del Golfo.

Los países industrializados se


comprometían a reducir sus emisiones de
CO2 a los niveles de 1990 para el año
1991 ONU. Nueva York (EE UU)
2000.
Los compromisos que se adoptaron no eran
legalmente vinculantes.

Convenio Marco de las


Mayo de Se adopta el Convenio Marco sobre Cambio
Naciones Unidas sobre el
1992 Climático con sede en Nueva York.
Cambio Climático

180 países firman el Tratado sobre Cambio


Climático, comprometiéndose a tomar
medidas para mitigar los efectos del
cambio climático debido a las crecientes
emisiones de los gases de efecto
Junio de Cumbre de la Tierra de Río invernadero.
1992 de Janeiro (Earth Summit) Arranca el Convenio Marco de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC),
formado actualmente por 188 países.
Se fija el objetivo de reducir las emisiones
de CO2 a los niveles de 1990 para el año
2000.

Entrada en vigor de las resoluciones


adoptadas en la Cumbre de Río.
21 de marzo
Entrada en vigor de la Convención Marco
de 1994
de las Naciones Unidas sobre Cambio
Climático.
La Antroposfera

La Asociación de Pequeños Países Insulares


(AOSIS) intenta introducir un protocolo
pidiendo a los países industrializados que
1994
reduzcan sus emisiones de CO2 en un 20%
sobre los niveles de 1990 para el año
2005.

Se pone de manifiesto la necesidad de


emprender más acciones para luchar
contra el cambio climático y continúa el
Cumbre de Berlín: I debate.
Marzo de Conferencia de las Partes del Las Partes acordaron negociar un Protocolo
1995 UNFCCC (COP1 ). Berlín o un acuerdo legal a tiempo para la COP3
(Alemania) que contuviese limitaciones y reducciones
de emisiones específicas.
El protocolo propuesto por la AOSIS se
introdujo como elemento de negociación.

En este Informe colaboran más de 2000


científicos y expertos, que concluyen que
Diciembre de Segundo Informe de “el balance de las evidencias sugiere la
1995 Evaluación del IPCC. Italia. influencia humana discernible sobre el
clima global”, cuyos primeros impactos
estamos ya viendo.

Comienza a hablarse de “comercio de


emisiones”.
Cumbre de Ginebra: II EE UU solicita que tanto el Protocolo como
Julio de Conferencia de las Partes del los compromisos que se adquieran sean
1996 UNFCCC (COP2 ) Ginebra legalmente vinculantes.
(Suiza) Se asienta el trabajo del IPCC sobre la
necesidad de “fortalecer urgentemente las
acciones a tomar”.

Los ministros de Medio Ambiente de la UE,


de cara a las negociaciones de Kyoto,
1997 Bélgica
acuerdan un objetivo de reducción de un
15% para el año 2010.

Revisión del progreso de los compromisos


hechos en la Cumbre de la Tierra de Río
Asamblea General de la ONU. (1992).
1997
Nueva York (EE UU) Solo se progresó en delimitar los temas a
tratar en la próxima reunión, en Kyoto
(Japón).

EE UU anunció su posición de lograr una


estabilización de sus emisiones sobre los
niveles de 1990 para el 2010 y una
1997 Alemania reducción de 5% para el 2015. Japón
apuesta por una reducción del 5% para
2010 de 3 gases de efecto invernadero
pero sin que sean legalmente vinculantes.
La Antroposfera

Se adopta el texto del Protocolo de


Kyoto.
Cumbre de Kyoto: III Su objetivo: reducir las emisiones en un 5,2
Conferencia de las Partes del % para el año 2010 respecto a los niveles
Diciembre de
de 1990. Incluía la posibilidad de
1997 UNFCCC (COP3 ). Kyoto
establecer un comercio de emisiones entre
(Japón)
países industrializados.
Este Protocolo fue firmado inicialmente por
160 países.

Apertura del texto del Protocolo de Kyoto


Marzo de
para su firma, en la sede de la ONU en
1998
Nueva York.

Los países de la Unión Europea, incluida


Abril de 1998 España, firman de forma conjunta el
Protocolo de Kyoto.

Se comenzaron a negociar algunos


Cumbre de Buenos Aires: IV aspectos como los Mecanismos de
Noviembre de Congreso de las Partes del Desarrollo Limpio, el Comercio de
1998 UNFCCC (COP4 ). Buenos Emisiones y la transferencia de tecnología.
Aires (Argentina) Se establece una fecha límite para decidir
las reglas de Kyoto.

El embajador representante de EE UU ante


la Comisión del Cambio Climático de la
ONU afirma que su país ratificará el
Mayo de protocolo siempre y cuando no suponga
1999 efectos negativos para la economía del
país, y cuente con el apoyo de una
cantidad significativa de países
industrializados.

Aumentan las discrepancias entre países


Cumbre de Bonn: V Congreso ricos y pobres.
Noviembre de
de las Partes del UNFCCC Se intensifican los trabajos para conseguir
1999
(COP5). Bonn (Alemania) el cumplimiento de los calendarios
establecidos.

En la UE surgen los primeros problemas


graves para la aplicación del Protocolo.
Junio de Se ponen en tela de juicio algunos de los
2000 mecanismos recogidos en el documento
inicial, como los denominados "sumideros
de carbono".

Fracaso de la Cumbre, surgiendo la primera


gran crisis.
Cumbre de la Haya: VI
Los países reunidos no consiguen ponerse
Noviembre de Conferencia de las Partes del
de acuerdo en la forma de aplicación del
2000 UNFCCC (COP6 ). La Haya
Protocolo.
(Holanda).
Cada vez son más patentes las diferencias
entre EE UU y la UE.
La Antroposfera

Se aprueba el Tercer Informe de Evaluación


del IPCC, que representa el primer
Enero-Marzo
consenso científico global según el cual la
de 2001
acción del hombre es responsable de la
alteración del clima mundial.

Cumbre de ministros de Medio Ambiente


del G-8.
Se alcanzó un compromiso para que la
reducción de los gases acordada en Kyoto
entrara en vigor en el año 2002.
Marzo de
Cumbre de Trieste (Italia) Los países firmantes se comprometieron a
2001
esforzarse "para alcanzar un acuerdo sobre
las cuestiones políticas todavía abiertas y
asegurar de una manera efectiva la
integridad ambiental del Protocolo de
Kyoto".

EE UU decide no ratificar el Protocolo de


Kyoto. El Parlamento Europeo condena
esta decisión.
Marzo-Junio
Los líderes de la UE se comprometen a
de 2001
desbloquear las negociaciones para que el
Protocolo de Kyoto entre en vigor en el año
2002, a pesar de la ausencia de EE.UU.

Se intenta desbloquear lo ocurrido durante


la COP6 en La Haya, y llegar a un acuerdo
Segunda Parte del VI que permitiera poner en marcha el
Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto.
Julio de 2001
UNFCCC (COP6-bis ) Bonn 180 países firmaron el acuerdo de Bonn,
(Alemania) entre ellos Rusia, Australia, Canadá y
Japón, disgregándose el llamado grupo
"paraguas", formado también por EE UU.

Se recoge en un texto los detalles legales


Cumbre de Marrakech: VII
y de funcionamiento y los compromisos
Noviembre de Conferencia de las Partes del
adquiridos por cada país.
2001 UNFCCC (COP7 ) Marrakech
Se estructuran algunos mecanismos del
(Marruecos)
Protocolo.

Ratificación unánime por parte de la UE del


Protocolo de Kyoto.
Marzo de
Los parlamentos nacionales deberán
2002
ratificar el acuerdo en cada uno de los
Estados miembros.

El Parlamento español aprueba por


unanimidad la ratificación del Protocolo de
Kyoto, convirtiéndose en el séptimo país de
la UE que da este paso.
Abril de 2002 Se constituye el Consejo Nacional del
Clima en España.
Durante la reunión de ministros de Medio
Ambiente del G-8, Japón y Rusia se
adhieren a los postulados de la UE.
La Antroposfera

La UE ratifica el Protocolo de Kyoto tras su


aprobación previa en los parlamentos
nacionales.
Se cumple así la primera condición del
Protocolo: que sean más de 55 países los
Mayo de
que ratifiquen el tratado para su puesta en
2002
marcha.
La segunda condición aún queda lejos: que
los países que ratifiquen el Protocolo
sumen al menos el 55% de las emisiones
de CO2 de los países desarrollados en 1990.

Japón ratifica Kyoto (es el cuarto emisor de


CO2 del planeta). Con su incorporación, el
porcentaje necesario para iniciar la
Junio de
aplicación ya es del 35,8 %.
2002
Australia se niega a ratificar a menos que
lo haga EE UU y el resto de países
industrializados.

Se presenta el Plan Forestal, que pretende


repoblar 3,8 millones de Ha en 30 años
contando con financiación de los fondos
comunitarios. Se prevé que el Plan ayudará
a aumentar la capacidad de los sumideros
Julio de 2002
españoles en 60 millones de toneladas de
CO2.
EE UU y Australia anuncian un programa
conjunto de trabajo para reducir las
emisiones de gases contaminantes.

Entre los diversos temas de la agenda


política figuraba el Cambio Climático, que
Agosto- Cumbre mundial sobre
apenas fue tratado durante las diferentes
Septiembre Desarrollo Sostenible.
sesiones.
de 2002 Johannesburgo (Sudáfrica)
China anuncia su aprobación del Protocolo
de Kyoto.

Cumbre de Nueva Delhi: VIII


Octubre de Conferencia de las Partes del Avanzan los mecanismos de desarrollo
2002 UNFCCC (COP8 ) Nueva Delhi limpio.
(India)

Diciembre de Canadá y Nueva Zelanda ratifican el


2002 Protocolo de Kyoto.

La Agencia Europea de Medio Ambiente


advierte que la UE no cumplirá los
Mayo de objetivos marcados en el Protocolo de
2003 Kyoto si sólo se aplican las políticas
nacionales y las medidas puestas en
marcha o planificadas hasta el momento.
La Antroposfera

Un informe de la secretaría de la
Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático, señala que los
países ricos continúan aumentando las
Junio de emisiones de gases invernadero y la
2003 tendencia no presenta signos de cambiar.
Según las proyecciones, las emisiones de
Europa, Japón, EE UU y otros países
industrializados crecerán en conjunto un
17% entre el año 2000 y 2010.

Rusia se muestra ambigua acerca de su


posible ratificación del Protocolo.
Hasta el momento han ratificado Kyoto
Cumbre de Milán: IX
120 países, con un 44,2 % de las
Diciembre de Conferencia de las Partes del
emisiones.
2003 UNFCCC (COP9 ). Milán
De la decisión rusa dependerá el futuro del
(Italia)
tratado, ya que con su 17,4% de emisiones
se alcanzaría la cifra requerida para la
entrada en vigor del mismo.

Un informe de CC.OO. y World Watch


señala que en España las emisiones de
Mayo de gases con efecto invernadero habían
2004 aumentado en 2003 un 40,4% respecto a
1990 (un 25% más de lo que permite el
Protocolo).

El Gobierno español aprueba el Plan


Septiembre Nacional de Asignación (PNA) de derechos
de 2004 de emisiones de gases de efecto
invernadero.

18 de Rusia ratifica el Protocolo de Kyoto,


noviembre abriendo la puerta para su entrada en vigor
2004 a principios de 2005.

Cumbre de Buenos Aires: X


Diciembre de Conferencia de las Partes del
2004 UNFCCC (COP10 ). Buenos
Aires (Argentina)

16 de febrero
Entrada en vigor del Protocolo de Kyoto
de 2005

Periodo de compromiso del Protocolo. Las


2008-2012 emisiones globales deben haberse reducido
un 5% por debajo de los niveles de 1990.
La Antroposfera

DOCUMENTOS DE INTERÉS

De la lectura de la cronología presentada se desprende que la humanidad está tomando


conciencia de su accionar. Prueba de ello son las reuniones cumbres y la aceptación de
los gobiernos de sus responsabilidades en la reducción de la emisión de gases de efecto
invernadero como también de la adopción de otras medidas vinculantes.

De particular interés resulta la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio

Climático, cuyo texto incluimos en este módulo para aquellos interesados en consultarlo.

Esta Convención se adopta en Nueva York el 9 de mayo de 1992. En sus primeras

consideraciones se lee:

“...los cambios del clima de la Tierra y sus afectos adversos son una preocupación común de
toda la humanidad”
“...las actividades humanas han ido aumentando sustancialmente las concentraciones de
gases de efecto invernadero en la atmósfera, y porque ese aumento intensifica el efecto
invernadero natural, lo cual dará como resultado, en promedio, un calentamiento adicional
de la superficie y la atmósfera de la Tierra y puede afectar adversamente a los ecosistemas
naturales y a la humanidad,”

Estas primeras hojas incluyen además las consideraciones sobre disposiciones,

declaraciones y resoluciones emanadas por diversas instituciones internacionales, citadas

como marco de referencia que podemos considerar entre los antecedentes de esta

Convención Marco.

Muchos de los términos que hoy utilizamos para referirnos al tema del cambio climático

fueron definidos en esta Convención; valgan como ejemplos: cambio climático, sistema

climático, emisiones, gases de efecto invernadero. El artículo 6 lleva como título


“Educación, formación y sensibilización del público” y allí se deja sentada la

responsabilidad que asumen los países participantes en lo referente a:

>La elaboración y aplicación de programas de educación y sensibilización del público sobre

el cambio climático y sus efectos;

>El acceso del público a la información sobre el cambio climático y sus efectos;

>La participación del público en el estudio del cambio climático y sus efectos y en la

elaboración de las respuestas adecuadas; y

>La formación de personal científico, técnico y directivo;

En este mismo artículo se plantea para las partes, su cooperación y promoción, en las

siguientes actividades:

>La preparación y el intercambio de material educativo y material destinado a sensibilizar

al público sobre el cambio climático y sus efectos; y

>La elaboración y aplicación de programas de educación y formación, incluido el

fortalecimiento de las instituciones nacionales y el intercambio o la adscripción de personal

encargado de formar expertos en esta esfera, en particular para países en desarrollo.

En este respecto, a través de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del


La Antroposfera

Ministerio de Salud, en nuestro país se elaboró un material denominado “PARA ENTENDER

EL CAMBIO CLIMÁTICO”, en oportunidad de ser la Argentina sede de la Décima

Conferencia de Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio

Climático (COP10) (diciembre de 2004).

Se lee en su introducción: “Los propósitos de este manual son describir la naturaleza del

cambio climático global y los problemas con él asociados, identificar algunos de sus

impactos más severos y relevantes y delinear la respuesta institucional, puesta en marcha a

escala internacional, para enfrentar los problemas que de él se derivan, a la luz de la base

científica ya disponible sobre esta materia.”

Tras la introducción, los sucesivos capítulos de este material abordan: “El cambio

climático”; “Efectos del cambio climático sobre la vida de las personas”; “Respuestas de

la comunidad internacional, los países y la gente”; “Mitigación y adaptación”. Cuenta

además con tres anexos destinados a un glosario (anexo I), sitios de Internet, organismos

multilaterales o internacionales, sitios no gubernamentales (anexo II) y siglas y acrónimos

(anexo III).

Recomendamos la lectura de este documento, de alta claridad y cuidada edición y


presentación, en particular los capítulos 3 y 5 referidos a los efectos del cambio
climático sobre la vida de las personas y la mitigación y adaptación, respectivamente.
Estos temas han sido abordados en diversos puntos de esta perspectiva teórico-práctica
y reciben en este material de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable un
tratamiento integrado.

Para este módulo hemos recopilado tres documentos más:


Síntesis GEO-3
“Cambio climático y salud humana - Riesgos y respuestas”.
Protocolo de Kyoto
El primer material, GEO-3 Perspectivas del medio ambiente mundial, fue publicado en 2002
por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Ofrece un panorama de las
principales transformaciones ambientales que han tenido lugar en los tres últimos
decenios, y de la manera en la que los factores sociales y económicos, entre otros, han
contribuido a que se produzcan esos cambios.
El segundo material, “Cambio climático y salud humana - Riesgos y respuestas”. Se trata de
un folleto resumen del libro del mismo nombre, publicado en 2003 por la OMS
(Organización Mundial de la Salud) en colaboración con el PNUMA (Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente)y la OMM (Organización Meteorológica
Mundial). Se describen el contexto y los procesos del cambio climático global, sus
repercusiones reales o probables en la salud y la forma en que deberían responder las
sociedades humanas y sus gobiernos, dedicando especial atención al sector de la salud.

El tercer material es el texto del Protocolo de Kyoto. Es el instrumento más importante


La Antroposfera

destinado a luchar contra el cambio climático. Contiene el compromiso asumido por la

mayoría de los países industrializados de reducir sus emisiones de algunos gases de

efecto invernadero, responsables del recalentamiento del planeta, en una media de 5 %.

Recapitularemos los antecedentes del Protocolo de Kyoto. Como ya comentáramos, la


Convención Marco de las Naciones Unidas relativa al Cambio Climático fue adoptada en
Nueva York el 9 de mayo de 1992. Entró en vigor el 21 de marzo de 1994. La Convención
Marco puede considerarse un éxito, ya que permite, entre otras cosas, reforzar la
concienciación pública, a escala mundial, sobre los problemas relacionados con el cambio
climático. Sin embargo, un número considerable de países industrializados, incluidos los
Estados Unidos, no han realizado el objetivo de volver a situar en 2000 las emisiones de
gases de efecto invernadero a los niveles de 1990.
Por consiguiente, las Partes de la Convención decidieron, en la Conferencia que se celebró
en Berlín en marzo de 1995, negociar un protocolo que contuviera medidas de reducción de
las emisiones de los países industrializados en el período posterior al año 2000. Tras una
larga preparación, el 11 de diciembre de 1997 se aprobó el Protocolo de Kyoto.
El Protocolo de Kyoto se aplica a las emisiones de seis gases de efecto invernadero:
Dióxido de carbono (CO2);
Metano (CH4);
Óxido nitroso (N2O);
Hidrofluorocarbonos (HFC);
Perfluorocarbonos (PFC);
Hexafluoruro de azufre (SF6).
El Protocolo representa un importante paso hacia adelante en la lucha contra el
calentamiento del planeta, ya que contiene objetivos obligatorios y cuantificados de
limitación y reducción de gases de efecto invernadero.
Globalmente, los Estados Partes en el Acuerdo del Anexo I de la Convención Marco se
comprometen a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero en, al menos, un 5 %
con respecto al nivel de 1990 durante el período 2008-2012. El Anexo B del Protocolo
contiene los compromisos cuantificados suscritos por los Estados Partes en el Acuerdo.
Para la entrada en vigencia del Protocolo se exigía un respaldo mínimo de 55 países que
fueran contaminantes. Y que las emisiones de los gases de efecto invernadero de estos
países sumaran un 55% de la emisión total tomando a 1990 como año base. Como EE.UU. y
otros se negaban a firmar era difícil cumplir esa meta. Hasta el 17 de noviembre de 2004
habían firmado 126 países que sumaban un 44,2% de emisión. Ese día, con la adhesión de
Rusia, que emite el 17,4%, se llegó a 61,6%. Se pactó la entrada en vigencia del acuerdo 90
días después.
En el Protocolo se incluyeron mecanismos para el "Comercio de Emisiones" (posibilidad de

comprar excedentes de dióxido de carbnon a otros países que hayan reducido sus
emisiones), un "Mecanismo para un Desarrollo Limpio" (proyectos en países en desarrollo
por parte de países industrializados), "la implementación conjunta” (puesta en práctica
conjunta entre países industrializados) y los sumideros (dependencia de los bosques y la

vegetación para absorber dióxido de carbono).

Como cierre de esta sección sobre el accionar de diversas instituciones, incluimos un último
documento, producido por SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, México) y PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
En sus ocho capítulos nos acerca la realidad de Latinoamérica y el Caribe en cuanto a la
participación de la región en la conformación del problema climático mediante sus
emisiones de gases de efecto invernadero, cómo puede verse afectada por los impactos del
cambio climático, qué acciones, políticas, medidas y estrategias han venido adoptando los
países para hacerle frente, cuáles son los escenarios y las perspectivas a corto y mediano
plazos, cómo identificar oportunidades de cooperación regional para enfrentar un desafío
global que nos afecta a todos.

PARA FINALIZAR
Para finalizar este módulo, incluimos un artículo acerca de “nuestra porción de
antroposfera” más cercana: la República Argentina. Se trata de una nota publicada en la
sección Ciencia/Salud, del diario “La Nación”, el 11 de abril de 2007. Allí se presentan
algunos comentarios de expertos argentinos participantes del Panel Intergubernamental
de Cambio Climático (IPCC) en referencia al diagnóstico de situación para nuestro país.
Una vez más, para leer, informarse, reflexionar y naturalmente, accionar.
Conclusiones del informe del panel intergubernamental de las Naciones Unidas
EXPERTOS ADVIERTEN SOBRE LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA ARGENTINA

Coincidieron en que no se están tomando las medidas necesarias para reducir sus
efectos nocivos
¿De qué sirve conocer que en los próximos años aumentarán las tormentas y el granizo,
desaparecerán los cultivos de trigo o maíz, crecerán el Chagas, el dengue y la malaria, se
multiplicarán los casos de cáncer de piel en el Sur o migrarán los peces característicos
de nuestras aguas si no se toman medidas para minimizar sus efectos y aumentar
nuestra capacidad de adaptación al cambio climático?
Esa fue la pregunta que quedó ayer en el aire de la sala del Centro de Información de la
ONU para la Argentina y Uruguay, donde científicos del Panel Intergubernamental de
Cambio Climático (IPCC) presentaron el diagnóstico de situación para nuestro país para
los próximos 93 años, según consta en el informe del Grupo de Trabajo II del IPCC
aprobado en Bruselas el viernes último.
"Hoy, a la Argentina no se le está dando mucha importancia en el mundo desarrollado
por su falta de previsión en el ordenamiento territorial. No disponemos de información
[de estudios progresivos de seguimiento climático e hidrológico] y no sabemos siquiera,
por ejemplo, dónde se sembrará mañana, y si queremos defender la capacidad de
producción ya deberíamos estar pensando adónde trasladaremos los cultivos que
afectará el aumento de la temperatura", señaló el doctor Osvaldo Canziani, copresidente
del grupo de Trabajo II del IPCC que estudia los efectos, la vulnerabilidad y la adaptación

del planeta al cambio climático.

Y agregó: "Es un problema de planificación, y lamentablemente, como en el resto de la

región, no tenemos planes a mediano ni a largo plazo para enfrentar los efectos del

cambio climático. Medir lo que está ocurriendo es responsabilidad de cada país y

nuestros gobiernos no lo están haciendo".

Pero ¿qué es lo que el aumento de las temperaturas de hasta 1,2°C en 2020 y de hasta

4,5°C en 2080 puede provocar en la Argentina durante este siglo? La lista incluye:

lluvias, tormentas y granizos intermitentes y erráticos en todo el país; tornados desde

Santa Rosa, La Pampa, hacia el Norte; alteración del área del Río de la Plata y el Delta

por inundaciones, cambios del nivel del mar, ingreso de agua salina al suelo y aumento

de las tormentas; reducción de la producción de energía hidroeléctrica por falta de agua

en la zona de Cuyo, el Noroeste y una parte de la Patagonia.

"Aunque no es inmediato, porque para 2020 se prevé que primero desaparezcan los

pequeños glaciares tropicales y en la Argentina no faltará el agua durante la primera

mitad del siglo, a partir de 2050 debería comenzar a preocuparse", indicó la doctora

Graciela Magrín, coordinadora del Capítulo 13 del IPCC sobre América latina.

INFECCIONES
Se expandirán las zonas de contagio de enfermedades infecciosas transmitidas por

vectores, como la malaria, el dengue y el Chagas, además de enfermedades emergentes.

En el Sur, habrá más casos de cáncer de piel y problemas respiratorios infantiles si sigue

disminuyendo el ozono, que protege al planeta de los rayos solares nocivos.

Por otro lado, en el Gran Chaco se agudizará la degradación del suelo, que es

especialmente frágil ante el avance de la desertización y la salinización, es decir, la

acumulación excesiva de las sales del agua.

Esto es especialmente preocupante para las zonas de producción agrícola y ganadera, ya

que afecta a los cultivos, reduce la calidad del suelo y limita los usos potenciales de las

aguas subterráneas. Según Magrín, en el 50% de las tierras áridas y semiáridas de

América latina aumentarán la desertización y la salinización.

Pero si se toman las medidas adecuadas para aprovecharlo sin excesos los cambios del

clima beneficiarían a la producción de soja, un cultivo capaz de tolerar un aumento de

las temperaturas ambiente de hasta 3°C.

En cambio, el futuro del trigo, el maíz y el girasol para la próxima mitad de siglo es

menos promisorio, ya que bastan apenas 1 a 1,5°C más de la temperatura, lo que se

espera que ocurra antes de 2020, "para que desaparezcan", coincidieron los expertos.

Se prevé que para ese año "la superficie de cultivo de soja en el sudeste de América del

Sur aumente 18 millones de hectáreas -precisó Magrín, del Instituto de Clima y Agua

del INTA-. Esto quiere decir que podría ingresar más tierra al cultivo de soja o que

muchos de los que están deforestando seguirán haciéndolo para pasar a la soja".

Sin embargo, el monocultivo termina por acelerar la degradación del suelo. Según
La Antroposfera

Canziani, la solución es relocalizar los cultivos y los peces en riesgo en zonas más

frescas. Se estima que el corto plazo el maíz puede perder un 14% de productividad,

mientras que la cebada, el trigo y la avena, un 10 por ciento. El arroz y el azúcar

seguirían el mismo camino.

"Para reducir estos efectos hay que hacer un estudio del suelo y un relevamiento total

del ordenamiento territorial, que incluya la evaluación de los recursos naturales, el clima

y los ríos. No sirve de nada realizar las mediciones desde el espacio -dijo Canziani-. Un

radar o un satélite sin pie en el suelo no sirven para obtener los datos que necesita la

Argentina para los próximos años."

CARENCIAS
Entre las principales carencias de los países de América latina están la ausencia de

estrategias de protección de los ecosistemas naturales y de evaluaciones de riesgo por

falta de información y la puesta en marcha de un sistema de adaptación efectivo, según

coincidieron los expertos.

"La Argentina pierde decenas de becas de formación superior por falta de una política

nacional de desarrollo. Investigadores trajimos al país medidores de acidez de lluvia que

nunca se usaron, que es un problema crítico en los países en desarrollo -dijo Canziani,

tras aclarar que esto no lo señalaba en nombre del IPCC-. Desperdiciamos la ayuda que

nos brindan otros países, que siguen insistiendo porque están preocupados por la falta

de información disponible."

Según el geólogo Jorge Codignotto, autor del Capítulo 13 del IPCC, que estudia el efecto

del calentamiento global en las costas, las predicciones indican que en 2025 el 85% de

la población argentina se concentrará en las zonas costeras. "Esto no se puede detener,

pero sí se pueden tomar medidas adecuadas, como no hacer ciertas obras edilicias -

comentó-. En las ciudades marítimas son frecuentes las calles perpendiculares a la

costa. Cuando llueve y hay sudestada, hacen que el flujo pluvial no vuelva a la arena

para evitar la erosión de la costa, sino que termina en el mar."

Pero no todo está perdido. La buena noticia es que somos una población con alta

capacidad de adaptación, según un estudio dirigido por Canziani en cámaras

termodinámicas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. "Nuestra

alimentación y el entorno nos favorecen", finalizó.

[Por Fabiola Czubaj De la Redacción de LA NACION]

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