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Responsabilidad civil del transporte marítimo

1- Riesgos de la navegación marítima


El estudio de la responsabilidad civil marítima entra dentro del derecho mercantil
marítimo, como un elemento configurador de los riesgos por las acciones u
omisiones ocurridas como consecuencia de la Navegación marítima.

La navegación marítima genera y ha generado múltiples accidentes, que ha dado


lugar a lesiones o incluso la muerte de personas y daños en las cosas, tanto en las
propias embarcaciones, buques, artefactos navales, así como en los propios
atraques en puertos.

2- Responsabilidad civil por daños ocasiones por contaminación marítima


La Ley de Navegación Marítima – Ley 14/2014, de 24 de julio, de Navegación
Marítima – señala el aseguramiento obligatorio de estas posibles contingencias de
forma expresa señalando que: «será obligatorio el seguro de responsabilidad civil
por daños por contaminación de las costas y aguas navegables, cuyas
condiciones y cobertura mínima se determinarán reglamentariamente».
Estos daños pueden proceder de buques, embarcaciones de recreo, artefactos
navales y plataformas fijas, y estará obligado a indemnizar el armador del buque o
el titular del uso o explotación del artefacto naval, o plataforma, en el momento de
producirse el hecho generador de la contaminación, sin perjuicio de su derecho de
repetición contra las personas culpables de aquel hecho.
Asimismo, cuando en el hecho que provoque la contaminación se encuentren
involucrados varios buques, embarcaciones o artefactos navales, todos sus
armadores estarán obligados a indemnizar de forma solidaria por los daños
generados, salvo que se pueda determinar de forma cierta y razonable la culpa
exclusiva de uno de los buques, embarcaciones o artefactos intervinientes.

3- Exoneración de responsabilidad del armador


No obstante, lo anterior, el armador podrá exonerarse de responsabilidad si
consigue probar que los daños por contaminación han sido causados por:

a) un acto de guerra, hostilidades, guerra civil e insurrección o de un fenómeno


natural de carácter excepcional, inevitable e irreversible;
b) una acción u omisión intencionada o dolosa de un tercero para causar daños;

c) la negligencia de cualquier gobierno o autoridad administrativa marítima


responsable del mantenimiento de luces u otras ayudas a la navegación en el
ejercicio de su función (debiendo ser esta negligencia de la autoridad responsable,
causa directa del siniestro que provoque la contaminación);

d) la acción intencionada o negligente de la persona perjudicada (y en el caso de


que la culpa de la víctima sea concurrente, el armador podrá quedar exonerado
total o parcialmente).

4- Responsabilidad civil por contrato de pasaje


La Ley de Navegación Marítima establece y regula el contrato de pasaje en su
Capítulo III, estableciendo (artículo 300) que aquel porteador efectivo que ejecute
el transporte en un buque de más de doce pasajeros estará obligado a suscribir un
seguro obligatorio de responsabilidad por muerte y lesiones corporales de los
pasajeros que transporte, con un límite por cada pasajero y cada accidente no
inferior a lo que establezcan los convenios y las normas de la Unión Europea.

La responsabilidad del consignatario de buques por incumplimiento del contrato de


transporte contratado
El riesgo de que el consignatario de buque sea declarado responsable por los
daños y pérdidas sufridas en la mercancía con ocasión de su transporte marítimo
y, por tanto, que deba pagar en primer lugar la indemnización al perjudicado no
excluye, salvo que el consignatario sea el único culpable, la responsabilidad del
naviero.
El naviero y el consignatario asumen frente al perjudicado una responsabilidad
que el Tribunal Supremo califica de solidaria, por lo que basta demandar a
cualquiera de los dos.
El consignatario puede en principio oponer las defensas que corresponden al
naviero.
En caso de condena, la sentencia no servirá como título ejecutivo frente al naviero
si no ha sido demandado y es muy discutido en la jurisprudencia y en la doctrina si
sus pronunciamientos afectan como cosa juzgada en un segundo proceso entre
los deudores solidarios.
5- La responsabilidad por abordajes
Uno de los accidentes marítimos más habituales en la mar es el abordaje.
Se entiende por abordaje el choque en el que intervengan buques, embarcaciones
o artefactos navales, del que resulten daños para alguno de ellos o para las
personas o las cosas.
Se puede entender el abordaje cuando existe contacto entre buques (desaparece
esa tradicional referencia a los «dos» buques ya que de lógica es admitir que en
una colisión pueden verse involucrados más de dos buques), embarcaciones o
artefactos navales, siempre que de ese choque resulten daños bien para alguno
de los buques involucrados en la colisión o bien para terceros, ya sean personas o
cosas. Así, un choque que no produce daños, carecerá de relevancia jurídica.

6- Responsabilidad en el abordaje causados a terceros


En cuanto a los daños personales y/o materiales causados a terceros, la Ley de
Navegación Marítima establece una responsabilidad solidaria entre los armadores
en caso de abordaje por culpa compartida (artículo 342 LNM), apartándose así del
régimen de responsabilidad mancomunada simple del Convenio de Bruselas de
1910.
Se articula además un sistema de acciones y excepciones en estos supuestos de
responsabilidad solidaria característicos del Derecho Común (artículo 343 LNM).

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