Está en la página 1de 1

1.

- Jesús y la capacitación misionera

Jesús lo primero que hizo fue escoger discípulos para poder capacitarlos, moldearlos, y
que estos participen en la misión.
¿Cómo hacerlo? En los programas de entrenamiento de misioneros, se orienta al
carácter, la necesidad de cuantas cosas necesitan saber y al desarrollo de las destrezas
propias para la tarea a realizar. Ellos no quieren que la falta de capacitación sea la
causa de abandono del campo, frustración de proyectos y desánimo de la iglesia.
La importancia de hacer discípulos: La Gran Comisión no es “hacer discípulos en todas
las naciones… enseñándoles todas las cosas que les he mandado”. En lugar de eso, es
“hacer discípulos…enseñándoles a obedecer todas las cosas que les he mandado”.

2.- Todos juegan un papel

La capacitación misionera integral va asociada a su vida espiritual, sus relaciones


interpersonales, lo que deben saber para llevar a cabo un ministerio misionero
fructífero y sus habilidades para trabajar transculturalmente.
Para la capacitación todos son importantes tanto el individuo, su iglesia, o la agencia
enviadora.
Iglesia local: La iglesia sabía, no importa su tamaño, establece una colaboración
estratégica con centros especializados de entrenamiento misionero, sean programas
que se dedican exclusivamente con este fin.
De igual forma la congregación local discípula y forma a los futuros misioneros.
La importancia del Espíritu Santo: El Espíritu Santo bendice, capacita, dirige, enseña a
los siervos que se preparan para este trabajo fuerte y serio.

3.-Las tres facetas en la formación del siervo-misionero

Saber: El enfoque centrado en nuestros conocimientos, debemos saber y entender.


Ser: Nuestro carácter interno, nuestra madurez o inmadurez, nuestra formación en la
espiritualidad.
Hacer: Son las habilidades naturales y los dones espirituales que tenemos disponibles
para el trabajo misionero.

A Dios le interesa más el ser que el hacer. Nos lleva a hacer como producto del ser.

También podría gustarte