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Herase una vez un ombre que tenía hermosas casas en la ciudad y en el campo, bajilla de oro y
plata, mueblesforrados en finisimo brocado y carrozas todas doradas. Pero desgraciadamente, este
hombre tenía la barva azul; estole dava un aspecto tan feo y terrible que todas las mujeres y las
jóvenes le huían.Una becina suya, dama distinguida, tenía dos ijas hermosísimas. Él le pidió la
mano de una de ellas, dejando ha suelección cuál querría darle. Ninguna de las dos quería y se lo
pasavan una a la otra, pues no podían resignarse a tenerun marido con la barba azul. Pero lo que
mas les disgustaba era que ya se abia casado varias veces y nadie sabia quéhabía pasado con esas
mujeres.Barba Azul, para conocerlas, las llevo con su madre y tres o cuatro de sus mejores amigas,
y algunos jovenes de lacomarca, a una de sus casas de campo, donde permanecieron ocho días
completos. El tiempo se les iva en paseos,cacerías, pesca, bailes, festines, meriendas y cenas; nadie
dormía y se pasavan la noche entre vromas y diversiones. Enfin, todo marchó tan bien que la menor
de las jóvenes empezó a encontrar q el dueño de casa ya no tenía la barba tanazul y que hera un
hombre muy correcto.
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Pon las tildes necesarias:

Hubo una vez una joven muy bella que no tenia padres, sino madrastra, una viuda impertinente con
dos hijas a cual mas fea. Era ella quien hacia los trabajos mas duros de la casa y como sus vestidos
estaban siempre tan manchados de ceniza, todos la llamaban Cenicienta. Un dia el Rey de aquel
pais anuncio que iba a dar una gran fiesta a la que invitaba a todas las jovenes casaderas del reino.-
Tu Cenicienta, no iras -dijo la madrastra-. Te quedaras en casa fregando el suelo y preparando la
cena para cuando volvamos. Llego el dia del baile y Cenicienta apesadumbrada vio partir a sus
hermanastras hacia el Palacio Real. Cuando se encontro sola en la cocina no pudo reprimir sus
sollozos.- ¿Por que sere tan desgraciada? -exclamo-. De pronto se le aparecio su Hada Madrina.- No
te preocupes -exclamo el Hada-. Tu tambien podras ir al baile, pero con una condicion, que cuando
el reloj de Palacio de las doce campanadas tendras que regresar sin falta. Y tocandola con su varita
magica la transformo en una maravillosa joven. La llegada de Cenicienta al Palacio causo honda
admiracion. Al entrar en la sala de baile, el Rey quedo tan prendado de su belleza que bailo con ella
toda la noche.Sus hermanastras no la reconocieron y se preguntaban quien seria aquella joven.En
medio de tanta felicidad Cenicienta oyo sonar en el reloj de Palacio las doce.- ¡Oh, Dios mio!
¡Tengo que irme! -exclamo-.Como una exhalacion atraveso el salon y bajo la escalinata perdiendo
en su huida un zapato, que el Rey recogio asombrado.Para encontrar a la bella joven, el Rey ideo un
plan. Se casaria con aquella que pudiera calzarse el zapato. Envio a sus heraldos a recorrer todo el
Reino. Las doncellas se lo probaban en vano, pues no habia ni una a quien le fuera bien
elzapatito. Al fin llegaron a casa de Cenicienta, y claro esta que sus hermanastras no pudieron calzar
el zapato, pero cuando se lopuso Cenicienta vieron con estupor que le estaba perfecto.
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¿Te acuerdas del torero Ole, verdad? Ya te conte que le hice dos bisitas. Pues ahora te
contare una tercera, y no es la ultima. Por lo regular boy a verlo a su torre el día de Año
Nuevo, pero esta vez fue el día de mudanza general, en que no se esta a gusto en las
calles de la ciudaz, pues están yenas de montones de vasura, cascos rotos y trastos
viejos, y no ablemos ya de la paja vieja de los jergones, por la cual hay que pasar casi a
vado. Siguiendo por entre aquellas pilas de desperdicios, vi a unos niños que estaban
jugando con la paja. Jugaban a acostarse, encontrando que todo alli convidaba a este
guego. Se metian en la paja viva, y se echaban encima, a guisa de cubrecama, una bieja
cortina rota.

Corrige las faltas que encuentes en este texto.

....Éste es un pensamiento muy serio, pero imagino que no le gustará que se lo


recuerden. La muerte es y será siempre el funcionario más concienzudo, a pesar de sus
numerosos empleos accesorios. ¿No ha pensado usted en ella? La Muerte es conductora
de ómnibus, expedidora de pasaportes, estampa su nombre al pie de nuestro boletín de
conducta y es directora de la gran caja de ahorros de la vida. ¿Comprende? Todas las
acciones que realizamos en el curso de nuestra esistencia terrena las llevamos a la caja
de ahorros, y cuando la muerte se detiene ante nuestra puerta con su carro de mudanzas
y montamos en él con destino a la Eternidad, al llegar a la frontera nos da como pasaporte
nuestro boletín de comportamiento. Como viático saca de la caja de ahorros tal o cual de
nuestras acciones, la más típica de nuestro proceder. Esto puede resultar agradable, pero
a lo mejor es espantoso.

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