Universidad Central de Venezuela

Jesus Faria

Junio, 2021

Antropología cartesiana

La antropología cartesiana pone en un primer plano al hombre, donde además, este no

depende de una deidad sino solamente él y su pensamiento, es decir, el hombre cartesiano
en la modernidad no es que rechaza la figura de Dios sino que lo pone en un segundo plano,
haciendo que este sea el nuevo protagonista en la sociedad occidental, además, es
importante recalcar que el ser del hombre no es perfecto porque en él está la duda, donde
hay mayor perfección en conocer que en dudar. Además, por medio de la duda se puede
alcanzar el contenido del pensamiento pero no el pensamiento mismo porque puede dudar
de la existencia de lo que se ve, pensar o imaginar.

En este aspecto, Descartes busca una nueva verdad donde en la cual no puede dudar; y en
base a esto, alcanza su primera certeza: “Pienso, existo”. ¿Quién existe? Yo. ¿Y qué soy
yo? Algo que piensa. A partir de esta, el padre de la filosofía moderna en base de la idea de
perfección, se eleva hasta la demostración de la existencia de Dios y por medio de él, llega
al conocimiento de todo lo demás.

El reino de la verdad está en el interior de cada uno de nosotros, donde los sentidos son
engañosos, los otros son lejanos y su existencia es presuntiva. La razón es la única fuente
segura de conocimiento, donde estas afirmaciones que se desprenden de su pensamiento,
sentaron las bases del desarrollo político social de Occidente como el concepto de
individuo, la idea contractualista de su preexistencia respecto de la sociedad, la libertad
individual pregonada por el liberalismo y los conceptos de ciudadano y república tal como
son entendidos en la modernidad y en la Revolución Francesa, que tienen su origen directo
o indirecto en el concepto de sujeto cartesiano.